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Lo que es Mío por Zafira

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Notas del capitulo:

Buenas.... antes que nada, gracias por todos los comentarios que me dejaron... hoy le tocó a este fic, que lo tenía bien desactualizado... y bueno, me disculpo por eso...

Espero que les guste el capítulo... creo que ya se terminaría en la próxima... o en la próxima próxima...

Capítulo 6°: Fidelidad

 

Sus pasos lo llevaron directamente hacia el jardín, aquellas palabras aún calaban profundamente en su alma… no lo deseaba creer, y sin embargo, al levantar la mirada y verlos a todos sentados como una gran familia, lo confirmó… las costumbres en este mundo, distaban tanto del suyo, que la aberración de amar y contraer nupcias con un hermano no era mal visto… notó fugazmente la mirada de Wolfram en él... solo un segundo, que duró eternamente en la milenaria esencia que habitaba en su interior…

“Ahora él le será fiel a su esposo… como antes nos era fiel a nosotros”…

Cuando todos notaron su presencia, un incómodo silencio se instauró, Murata se había acercado cuidadosamente, aún preocupado por sus actitudes recientes… apretó fuertemente el puño, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro…

Lamento todo lo que pasó… realmente espero que puedan ser felices, Wolf, Conrad… espero que logren serlo – terminó de decir el soberano y volteándose, le indicó a Gunter que partirían a Shin Makoku lo antes posible.

Murata lo alcanzó justo cuando estaba a punto de ingresar a su habitación…

¡Shibuya!... ¿Estás bien? – pregunto el sabio un tanto cauteloso…

Tú eres mi estratega… aconséjame tú, cómo debo actuar – habló fríamente el rey de todos los demonios – Yo sé, que al menos en un principio, Wolfram no deseaba esa unión

Ellos ya están casados, Shibuya – murmuró el sabio mirando sentidamente a su soberano…

No, para las leyes mazokus – fue la tajante respuesta del maou, quien en ese justo momento se hizo presente.

Maou… incluido tú, debes aceptar pues incluso su tío, no puso objeción – Murata observo seriamente a quien parecía realmente contrariado… la energía que lo rodeaba se estaba desbordando, aquello no podía significar nada bueno… y sin embargo, el sabio sabía que aquella afirmación era cierta, y siendo Wolfram un mazoku de sangre pura, su unión solo sería legal, con la bendición de Shinou.

Sentía aquella batalla interna en su interior, no podía creer que pudiera sentir tanta frustración, por que la verdad a pesar de sus palabras, él deseaba como nada devolver a Wolfram al lugar al que pertenecía, y ese era a su lado… su contraparte parecía estar de acuerdo con él, es más… mientras observaba la expresión preocupada de su amigo y consejero, su mente maquinaba a toda velocidad cómo salirse con la suya.

De pronto sintió como nunca antes la traición de Conrad, él lo había vuelto a hacer, una vez más… aquello no podía ser perdonado, independientemente de las circunstancias, el oji esmeralda seguía siendo, aún en ese preciso momento, su prometido accidental…

Murata… no acepto esto – murmuró el peli negro, y el sabio sintió un mal presentimiento formarse en su pecho…

Su majestad, maou… si usted arrebata a Wolfram de su consorte, se desatará la guerra – unos rayos de sol ocultaron la mirada de quien temía la próxima declaración de su gobernante…

Que así sea… de igual manera, parece ser que la paz entre nuestras naciones no es más que un deseo absurdo – dicho aquello el moreno se alejó de su amigo, observó tras la ventana a quienes siempre había considerado su familia en aquel mundo… - Dos pueden jugar este juego… padrino.

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Llevaba un largo rato ya perdido en sus pensamientos, su tío y su madre habían ido a descansar, y por lo que le informó uno de los mozos, el maou partiría el día de mañana, a últimas horas… sonrió con ironía al recordar los reclamos de su ex prometido, supuso que le dolía más perder a Conrad de lo que le dolía perderlo a él. Se sentía un tanto aburrido, sus hermanos estaban reunidos, y él ya se arrepentía el no haberse quedado con ellos…

¿Se siente feliz, von Bielefeld? – se había llevado un susto de horror, no había sentido al moreno, aunque se recompuso…

Geika… - ambas miradas se quedaron una fija en la otra – Lo soy… realmente

Shinou debe reconocer esta unión, su alteza… si él no lo hace, sabe a la perfección, que para nuestra gente… no será legal – la esmeraldina mirada se posó en él, parecía estar procesando sus palabras

Por el momento, quizás no sea conveniente – Wolfram no quiso decir más, realmente no deseaba volver a enfrentar a Yuuri, además dudaba que Conrad pudiera ausentarse del gobierno.

Entiendo que le tema, Von Bielefeld… pero si no hace lo correcto, se desatará una guerra… la propia gente de Shin Makoku exigirá que usted sea devuelto al Maou – el sabio podía leer a la perfección los temores del demonio, la única manera de mantenerlo seguro era oficializando la boda, antes de que Yuuri pudiera actuar contra ellos.

Su Eminencia… y Heika, ¿él va a aceptar eso? – el menor de los hijos de la ex maou, sintió un escalofrío a su espalda…

Debería preguntárselo a él – a esas palabras el rubio se volteó asustado… Yuuri estaba justo ahí, observándole fríamente.

Heika… - Wolfram no lo pensó dos veces, no tenía pensado enfrentar solo al moreno, por lo que intentó huir…

¡No! – Yuuri había sostenido por el brazo al rubio y prácticamente lo había arrastrado hacia una zona más oculta - ¿Por qué huyes de mí?

Suélteme… suélteme por favor... debo volver junto a… - se cayó de inmediato cuando fue envuelto entre aquellos brazos que antes anhelaba

¿Junto a quien?... – susurró mientras todo su maryoku intentaba apaciguar a su prometido - ¿Junto a tu hermano… tu consorte… tu amante?

Suéltame… Yuuri – susurró cuando lentamente se iba quedando dormido… aquello no estaba bien… “Conrad”…

Shibuya… por favor, reconsidera esto – Murata se mostró alerta, si fueran descubiertos, eso no iba a acabar bien… - Esto es secuestro…

No… es justicia – Yuuri cargó en brazos al ex príncipe, y simplemente siguió su camino hacia las sombras…

Shinou, Shinou, Shinou… por favor, que no haya una tragedia – el sabio camino tras su rey, miraba hacia todas direcciones, estaba seguro que el actual rey de Gran Shimaron no tardaría nada en notar la ausencia de su consorte… y aunque no deseaba pronosticar, estaba seguro de que su reacción no sería nada buena.

Murata… quiero que le digas a mi padrino… que lo espero en Shin Makoku… que arreglaremos esto según las costumbres de nuestro pueblo – el moreno de tez blanca se quedó de piedra, aquella fría voz, no era la de su amigo…

Maou… ¿y si su excelencia desea estar con él? – no obtuvo respuesta a aquella pregunta, si le pidió que se quede ahí, quien protegería al demonio de fuego – Demonios… ¿qué debo hacer?

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Algo lo tenía inquieto desde un buen rato, caminaba como león enjaulado de un lado a otro en la oficina, su hermano no mencionaba nada, aunque no le apartaba la mirada de encima… el sonido de la puerta al ser golpeada, lo sacó de su aturdimiento…

Geika quiere hablarle, Heika – Yozak negó cuando con un gesto le preguntó qué se traía…

Lamento ser yo el que dé esta noticia… pero Shibuya le manda decir, que lo espera en Shin Makoku… para solucionar esto según las costumbres – el peli oscuro notó inmediatamente la angustia en esos ojos color miel, así como el arrebato de furia…

Parece ser que subestimé al maou… si le toca un solo cabello… juro que voy a matarlo – Conrad salió de la habitación sin mirar atrás…

¿Hace cuanto que partieron? – Gwendal estaba conteniéndose para no gritar, sentía tanta o más ira que su hermano…

Le pedí a lord von Christ que protegiera a su hermano del Maou, Gwendal… me temo que Yuuri nada puede hacer contra los deseos de su contraparte – No creyó conveniente decir que era el propio Shibuya el que había decidido aquello… esperaba que Wolfram lo pueda hacer recapacitar… - Debemos ir todos, ya mandé informar a Waltorana y a su madre…

Conrad iba a todo lo que daba su caballo, cuando llegó al puerto maldijo no haber sido más precavido… haber confiado en su ahijado fue una estupidez… su corazón se sentía desbocado, un fuerte viento le daba la ventaja en la huida, por primera vez en su vida deseo poder tener ese mismo poder para así proteger a su amado… - Tranquilízate Conrad… un rey no pierde la calma – se dijo a sí mismo intentando serenar su espíritu… miró a un costado y su primer asesor estaba a su derecha…

Señor… las embarcaciones ya están siendo preparadas – el único pensamiento que cruzaba por su mente era qué debía hacer, a quien debía dejar a cargo… - Su madre bien puede quedar aquí, así como el señor Gurrier… yo los apoyaré…

Gracias… - susurró, e intentó serenar su imagen.

Rápidamente fue alcanzado por su hermano, y los demás… Waltorana no parecía especialmente feliz, y su madre… bueno, su madre parecía encantada con la situación – Yozak, quedaras a cargo en mi ausencia… Madre, ¿puedo confiar en usted también?

Desde luego cariño… tranquilo… todo se pondrá bien – hablo la ex reina con una sonrisa – Heika sólo está confundido… él es un buen chico.

Podemos ir en mi Jate, es mucho más rápido – mencionó el líder de los diez nobles

Justamente es su embarcación la que estamos alistando, señor… - Banred se había hecho notar nuevamente, y aunque a Waltorana le sorprendió su intrusión, asintió en señal de conformidad.

Murata se mostraba distante, estaba preocupado, y eso no lo podía ocultar, por lo menos no a él mismo, a los demás si podía… al menos eso creyó… - Uno no sabe lo que tiene, hasta que lo ve perdido…

Eso es lo que pasó… ¿ahora se arrepiente? – Conrad lo había estado observando atentamente, el moreno parecía estar tan concentrado que ni siquiera lo sintió acercarse… - ¿Wolfram corre peligro con él?

Lord Weller, me gustaría decirle que no… pero yo no esperaba esta reacción de Shibuya… - comentó, aunque sabía que estaba mintiendo… él tenía una leve sospecha, sólo que no pensó que pudiera pasar – Esperaba que se arrepintiera, pero no que quisiera imponer su voluntad.

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Cuando despertó se sintió inmediatamente indispuesto, el suave bamboleo le indicó claramente que estaba en un barco… suspiró con pesadez, un tibio calor lo embargó por completo, cuando abrió los ojos, se topó con la mirada del maou – Yuuri… ¿por qué? – susurró con un hilo de voz…

Descansa… pronto llegaremos a casa – susurró el moreno mientras volvía a exponer a su prometido a su poder curativo

Esa ya no es mi casa – aquellas débiles palabras justo antes de perder nuevamente la consciencia, lo molestaron… no podía creer todo aquello, Conrad no podía haberlo traicionado, y Wolfram tampoco… “No, él no nos traicionó… fue obligado”…

¿Heika? – Gunter nuevamente hacía su entrada, no hacía falta ser un genio para saber que estaba siguiendo órdenes de Murata… - ¿Necesita alguna cosa?

De hecho si… necesito que veas algo para mí – sonrió con malicia mientras observaba la inquietud de los ojos de su asesor y maestro… - Quiero los mecanismos para anular esa boda… y que arregles todo para otra…pero bajo las leyes mazokus…

Hará que Wolfram se case por las leyes mazokus – aquello había iluminado la expresión del consejero, después de todo el no creía que su amado Heika sea capaz de algo egoísta como suponía el sabio – Pero para eso no hace falta anularlo Heika…

Por supuesto que hace falta… Wolf lo usará de escusa para no casarse conmigo – murmuró sin apartar la mirada de la del peli lila…

Pero, Heika… eso, eso… - esas palabras había dejado choqueado al mayor, observó el semblante apacible del hermano menor de su amigo, ahora definitivamente no sabía que hacer…

Puedes retirarte Gunter… mi prometido no despertará hasta que toquemos puerto – la frialdad de esas palabras golpeó al asesor, él mismo había preparado los papeles para la disolución de ese compromiso, por pedido de Yuuri, y ahora quería hacer eso… pero la orden había sido clara, y él debía obedecerla.

Cuando la puerta fue cerrada, su expresión cambio… su poder comenzó a surgir, ciertamente él había dejado un mensaje a su padrino, pero eso no quería decir que le haría fácil el camino, afuera una gran tormenta se estaba gestando, el repentino movimiento inquieto al durmiente demonio, sonrió para sus adentros… “Cuando llegues, será muy tarde ya… Conrad”…

Se sentó observando fijamente sin hacer ningún movimiento, una lágrima descendía por su mejilla, se sentía tan abatido y abandonado… no podía creer que aquello había pasado, no podía creer que Conrad lo había traicionado, pero lo que más le producía molestia, era que Wolfram se había rendido a él, y había aceptado aquello… frunció el cejo cuando asumió su responsabilidad, la actitud de Wolfram era exclusivamente culpa suya, su trato no había sido justo, y no le había dado la importancia que merecía… el culpable en ese caso, era él… la traición de su padrino era otra cosa, él siempre había sido leal con el mayor… - Y una vez más me traicionas… bien… ahora se que no puedo confiar en ti… ¿cómo crees que podría confiarte a mi prometido así?

Cerró sus ojos intentando descansar también, en Shin Makoku, Wolfram tendría los poderes suficientes para rechazarle, y retarlo…  pero no tenía intensión de permitirlo, su demonio de fuego olvidaría estas semanas, él se encargaría de hacerlo olvidar… no sólo esas semanas, sino todos estos años.

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Cuando abrió los ojos se sintió un tanto desorientado, estaba tan cansado que sólo deseaba seguir durmiendo, volvió a cerrar los ojos, y dejó que el olor del ambiente lo embargara… se sentía tan bien, hasta que reconoció que aquel no era el olor con el que había despertado cada mañana en las últimas semanas, se incorporó tan rápidamente en la cama, que se le nubló la vista… cuando se le aclaró, se encontró en la habitación que ocupara con Yuuri cuando aún eran prometidos. Observó que llevaba puesto su camisón rosa, y un escalofrío recorrió por completo su cuerpo, se puso de pie lentamente… él debía salir de ese lugar…

Se encontró con la sorpresa de hallarse encerrado, su vista se fijó en las ventanas y estas también estaban trancadas… afuera llovía fuertemente, eso le explicaba el frío… volvió a intentar abrir la puerta, acercó su oreja a la puerta, se preguntó si habría guardias y si estos abrirían la puerta… sin embargo, no podía exigir nada vestido como estaba.

Sonrió al notar que estaba buscando una ropa diferente a las que él había dispuesto que usara… no lo había sentido entrar, y eso le pareció mejor… colocó la bandeja con sus alimentos en la mesa… - Si buscas tu uniforme, no lo hallaras…

Se quedó totalmente paralizado en su lugar, se volteó e intentó mostrar su enfado - ¿Dónde está?

Creo que las prendas que escogí para ti, son mucho mejores – el peli negro se le acercó lentamente, aquella expresión furibunda, él podía superarla…

¡Deja de burlarte, aquí solo hay camisones! – estaba asustado, no pudo evitar retroceder en la medida en que el otro se acercaba…

Pero si te quedan bastante bien… para qué querrías otro tipo de ropas, si no vas a salir de esta habitación – sus palabras sonaron frías, había cierta malicia en su expresión…

No puedes hacer esto – el placar le había cortado el camino de escape, por lo menos ya no podía retroceder – Soy el consorte del Rey de Gran Shimaron, debo ser respetado como tal…

Tú no eres nada de Gran Shimaron – aquellas palabras encendieron su ira, tomó de los cabellos al rubio mientras le obligaba a devolverle la mirada – Eres mi prometido… aquella boda no fue legal – no pensó en sus acciones, su juicio estaba nublado, sentía mucha frustración y desprecio hacia quienes lo traicionaron, arrinconó al demonio y tomó sus labio en un demandante y nada suave, beso…

La impresión lo había dejado paralizado, aunque al recuperarse intentó poner distancia entre ellos, sus intentos parecían ser en vano, Yuuri había crecido en fuerza en los últimos años, cuando liberó sus labios tomó una gran bocanada de aire, pero su acción tuvo consecuencias… nuevamente era besado, y esta vez, su boca fue invadida por la lengua del maou, quien parecía no querer detenerse… cuando el beso cesó, fue observado fijamente con el soberano… sintió todo su cuerpo comenzar a temblar, cuando aquella mano comenzó a acariciar parte de sus hombros, no podía creer aquello, frente a sus ojos estaba Yuuri, no el maou.

Yuuri – susurró cuando le dio la espalda…

Te traje algo para comer, no intentes salir de esta habitación, por que lo tienes prohibido… - habló sin mucha emoción el moreno – Lo guardias tienen estrictas órdenes de hacer oídos sordos a tus exigencias… piensa en todo lo que ha sucedido       Wolfram, por que el destino de Conrad, depende de lo que tu decidas – sin decir más se marchó, dejando por demás anonadado al rubio…

¿Qué… qué quiso decir con eso?...

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El viaje estaba convirtiéndose en una verdadera tortura, o más bien, una tortura era saber que todo aquello era obra de su ahijado… la tormenta era sumamente fuerte y había retrasado su partida, Gwendal había colocado la mano en su hombro, intentando bridarle algo de tranquilidad…

Tranquilo… Wolfram sabe cuidarse muy bien – susurró y él no tuvo fuerzas de apartar la mirada del tormentoso horizonte – Quizás encontremos algo mas que escombros en Pacto de Sangre al llegar…

No es así, Gwendal… Wolfram está en desventaja ahí… especialmente con él – lo martirizaba la sola idea de que estén juntos y solos… no dudaba de la fidelidad de su niño, pero… ya no podía confiar en Yuuri, aunque quería dudar de que él intentaría algo contra su hermano – Necesito apresurarme… maldito clima

Conrad… he hablado con el capitán… Bielefeld está a una distancia menor de aquí, será más fácil para nosotros llegar por tierra a Pacto de Sangre después – Waltorana había interrumpido a los hermanos, él se sentía tan ansioso como ellos, su sobrino había sido tan infeliz en aquellos últimos meses, antes de su desaparición, y cuando lo había estrechado al reencontrarse, se veía cambiado, incluso el fuego en sus ojos, era mucho mas luminoso.

Aquellas palabras iluminaron las expresiones, antes sombrías, de los hermanos… aquello les daba algo de tranquilidad – Gracias Waltorana, no se me había ocurrido – comentó el peli oscuro y sonrió en agradecimiento. El castaño asintió en gratitud, mientras parecía ver una luz al final del camino.

Pensó que no verían tierra en mucho tiempo, pero desviarse hacia Bielefeld había sido una excelente idea. Un pequeño escuadrón ya los había estado esperando, al llegar a la mansión se realizaron los preparativos para emprender camino, la noche ya había cubierto todo cuanto se dejaba ver.

Conrad… partiremos con el alba… es muy peligroso salir de noche – Gwendal podía notar la angustia de su hermano, él mismo sentía lo mismo…

Lord Weller, descuide, Shinou está ahora mismo con su descendiente… Wolfram está a salvo – Murata intentó dar algo de paz al soberano de Gran Shimaron, él realmente temía lo que pudiera acontecer en esa noche… esperaba que Yuuri no cometiera ninguna estupidez, la paz tan anhelada, estaba pendiente de un muy frágil hilo.

Yo espero, Gran sabio, que usted tenga razón… si es en contrario, juro que no quedará nada en pie en estas tierras – el castaño dejó sorprendido a todos los presentes, especialmente al tío de su consorte…

Gwendal… ¿qué va a pasar? – el oji jade se acercó  al moreno mayor cuando el castaño los dejó solos, parecía sumamente preocupado… - Si llegara a haber un enfrentamiento… yo estaré con mi sobrino

Esas palabras, sorprendieron al sabio… la familia Bielefeld siempre había sido fiel a Shin Makoku… y ante sus ojos estaba viendo al líder de todos los nobles, descendiente de Rufus Bielefeld, afirmar que en un enfrentamiento le daría la espalda a su país, por su familia… - Confiemos que eso no suceda…

Gwendal observó como el dueño de esas tierras se retiraba poco después de escuchar aquello, su vista se encontró con la del sabio… ambos tenían lo mismo en la mente, por primera vez en muchos años, las sólidas bases de su nación estaban tambaleantes.

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No pudo evitar comer alguna de las cosas que Yuuri le había traído, se sentía muy aturdido por todo lo que había sucedido… estaba cansado, pero no quería dormir, mucho menos en aquella habitación. Se quedó observando las puertas desde un rincón, había intentado salir por la ventana, pero estaban trancadas, incluso había pensado en utilizar su maryoku para destruir las puertas, pero se había contenido... aunque aún no se sentía del todo seguro para enfrentar al moreno, era claro que no tenía otra alternativa.

Cuando sus miradas se encontraron, notó claramente la ansiedad pintada en sus esmeraldas… sonrió sin poder evitarlo, Wolfram se estaba comportando muy sumiso hasta ese momento, pero era claro que tenía intensiones de hablar. Lo vio colocándose de pie lentamente, mientras él cerraba una vez más las puertas.

¿Me estabas esperando? – preguntó el moreno, acercándose al rubio lentamente – Me alegra que hayas comido…

Yuuri, quiero arreglar esto de manera pacífica – el ex príncipe intentó moderar su tono de voz, pero no pudo evitar que esta temblara al mencionar esas palabras – No tiene por qué haber ningún conflicto, después de todo, tú y yo prácticamente ya habíamos terminado.

Prácticamente, no es lo mismo que haber terminado – el oji oscuro frunció el cejo con molestia – Ese matrimonio es inválido… para nuestras costumbres, sigues siendo libre Wolfram… y me sigues perteneciendo a mí

¡Estoy casado Heika… que Shinou nos dé la bendición es solo cuestión de tiempo! – no iba a lograr nada alterándose, pero escucharlo afirmar una pertenencia que nunca le importó había destruido la poca paciencia que tenía.

Pero Wolf… tiempo es lo que no tienes – no le había dado tiempo de reaccionar, le daba rabia, cómo afirmaba estar casado cuando había sido obligado a esa situación…

Cuando la impresión había pasado, ya se encontraba boca arriba, sobre la cama, con Yuuri sobre él, y sin muchas posibilidades de liberarse… estaba asustado, los ojos de sus ex prometido seguían siendo normales, al menos eso parecían, pero su actitud, esa no concordaba con el amable maou… - Suéltame – susurró intentando liberar las manos de su cautiverio - ¿Qué intentas?

¿Qué piensas? – en esa ocasión no había buscado sus labios, deseaba marcar ese cuerpo como suyo, los celos le estaban nublando el juicio, no escuchaba los ruegos de su prometido, iba a tomarlo, y con esa acción, asumiría cualquier consecuencia que se desatara.

No, Yuuri… por favor… no hagas esto – rogaba, pues sus fuerzas no le estaban ayudando a liberarse, el moreno le había abierto las piernas y se había colocado entre ellas, quitándole toda posibilidad de apartarlo con un golpe, cerró los ojos con fuerza al sentir aquellos labios recorriendo su cuello. Intentó liberar una vez más sus manos, y con eso el moreno se detuvo, sus ojos por fin se encontraron… - Yuuri, por favor…

Soltó sus manos sin apartarle la mirada, notó que estaba shokeado, asombrado por su actuar, ligeramente percibió cómo temblaba su cuerpo, desprendió el cinturón que llevaba, Wolfram posó la vista en esa acción… sonrió cuando notó su intento de alejarse de él, lo sujetó con fuerzas y con el mismo cinturón amarró sus manos al dosel de la cama - ¿Por qué me obligas a hacerlo así, Wolf?

Yuuri, no hagas esto… por favor, me estas asustando, Yuuri… escúchame… este no eres tú – murmuraba entre lágrimas el joven demonio, no entendía qué era lo que estaba pasando, sus fuerzas se sentían mermadas… sus labios fueron tomados con fuerzas, rogaba a Shinou que lo ayudara… “¡Conrad… ayuda!”…

¡HEIKA! – una estridente voz lo paralizó, ni siquiera volteó el rostro para ver quién era…

Gunter… Gunter ayúdame, por favor… - decía bajito el peli dorado, mientras las manos del soberano iban desprendiendo los botones de su camisón – Yuu…ri

Gunter… como verás estoy muy ocupado… podrías cerrar la puerta al salir – el tono de voz era seco, detestaba ver las lágrimas en los ojos de su prometido, pero después de esa noche le sería fiel nuevamente y olvidaría todo el tiempo que pasó con el traidor de Conrad…

No, no, no… Gunter… por favor… - su cuerpo entero estaba temblando, aquello no podía suceder, cerró sus ojos cuando escucho la tela ser desgarrada…

¡Heika… ¿está consciente que si consuma su unión con Sir von Bielefeld antes del matrimonio, este no se podrá realizar?! – la voz sonaba tranquila y fría, como si estuvieran en una reunión formal, y aquella situación no se estuviera dando – Pero, si su objetivo es deshonrarlo nada más, puede continuar…

¿Eso dictan las costumbres? – preguntó el moreno deteniéndose… - ¿Son por eso tus lágrimas, mi príncipe?

¡Por supuesto, que Wolfram ha de estar asustado por eso, Heika! – el peli plateado sentía su corazón desbocado… por primera vez constató que su rey, jamás le había prestado atención a sus clases, y lo agradecía inmensamente…

Entonces… agilice todo lord von Christ, quiero todo listo para el amanecer – ordenó con tranquilidad - ¡Retírate!... sólo debo tener un poco más de paciencia…

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¡Conrad, ¿a dónde piensas que vas?! – Gwendal salía presuroso tras su hermano que ya había montado a una de las bestias…

¡No puedo esperar al amanecer, hermano! – hablaba el castaño – Wolfran me necesita... puedo sentirlo… - sin otra palabra emprendió el rumbo, él era un rey ahora… y además de proteger su nación, debía proteger a su familia… - Tranquilo, mi pequeño… pronto estaremos juntos.

Waltorana también salía tras el mayor de los hijos de su ex cuñada – Nuestros caballos también están listos… de todas maneras, ninguno iba a poder descansar…

Entonces vamos… - Gwendal siguió a su hermano menor en el camino, a diferencia suya, Conrad no tenía poderes, y si era necesario, él le prestaría los suyos para protegerlo de quien fuera…

No encontré a Geika en su habitación, creo que él ya se nos adelantó – habló el oji jade - ¿Te das cuenta que puede ser catalogado de traición, verdad?

Sólo si así, lo dictamina Shinou – y con esas simples palabras siguieron su camino… la noche era muy fría, pero ninguno podía sentir nada…

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Haz llegado antes que ninguno, mi sabio… - la pequeña deidad observaba embelesado todos los acontecimientos - ¿Cómo crees que termine esto?

Guerra… o un sacrificio – respondió sombrío… a la distancia podía escuchar los cascotes de caballos, Gunter había llegado al templo – O un milagro…

Tranquilo mi sabio… los milagros aún existen…

¡¡¡GEIKA… OHHHH GRACIAS A SHINOU QUE ESTA AQUÍ!!!

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado...

 

Saludos


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