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Lo que es Mío por Zafira

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Notas del capitulo:

Disculpen la tardanza, me costó bastante superar el bloqueo que nublaba mis ideas con esta historia... Es un día muy especial para mí, pues le doy fin a uno de mis fics mas antiguos...

 

Espero que lo disfruten, tanto como lo hice yo... y por cierto, muchas gracias a todos aquellos que me dejaron sus comentarios, ellos fueron la motivación más grande, para no abandonar mis escritos.

Capítulo 7°: Compromiso

 

El realmente iba a hacerlo, Geika… nunca vi esa expresión en mi dulce Heika… casi no lo reconozco – murmuraba aún algo alterado el peli morado, Murata lo miraba fijamente… aunque debía felicitarlo por la excelente salida que se le ocurriera para darles un poco más de tiempo – Me  pidió que prepare todo para la boda… y que disponga todo para que se anule la de Wolfram con Conrad…

Es muy probable que no podamos retrasar mucho ese pedido, aunque estoy seguro que Lord Weller no hará esperar demasiado a nuestro maou – el moreno sabía más que nadie que en Shin Makoku la voluntad del rey era absoluta, pero aunque esta sea poderosa, Wolfram lucharía por proteger sus lazos con quien era su esposo, y Conrad no renunciaría tan fácilmente a su amor…

Shinou sonrió con suficiencia, como si él supiera algo que todos los demás desconocían, y aunque el sabio se encontraba absorto en su conversación con el asesor de cabello color lavanda, no pasó desapercibida aquella imagen para él…

Le recomiendo excelencia, que siga las órdenes de nuestro Maou – la pequeña sacerdotisa habló con tranquilidad, a lo que el hombre asintió… - Roguemos que todo salga lo mejor posible…

¿Shinou, me dirás lo que sabes? – el moreno de gafas murmuró sin apartar la mirada de la dirección tomada por Gunter…

Aun no estoy seguro, mi sabio… pero pronto todos lo sabremos – el rubio se retiró sin decir más, un largo suspiró se escapó del moreno…

¿Por qué debías volverte egoísta ahora, Shibuya?... no es amor lo que sientes, sino despecho – susurró, y la joven mujer bajó la mirada con tristeza… - Debemos prepararnos para una boda, mi querida Ulrike… independientemente de quienes sean los novios.

En una de las habitaciones del castillo Pacto de Sangre, un noble rubio se cubría con las mantas y observaba asustado a su ex prometido desde el rincón más alejado de la cama, mientras este simplemente permanecía impávido al otro lado…

Si no te acercas, volveré a atarte – murmuró el moreno, sin voltear la mirada… odiaba esa sensación de rechazo, y eso hacía que odie más la situación – Es la última vez que lo digo… - una ligera sonrisa se formó en sus labios cuando sintió como lentamente el rubio se le fue acercando – en un rápido movimiento lo tomó de la cintura y se colocó sobre él… - Mucho mejor… ves que nos podemos llevar bien, solo debes ser obediente, pronto estos meses serán solo un lejano recuerdo… Pareces una oruga así…

El rubio no podía emitir ningún sonido, se sentía asustado… su cuerpo aún no había dejado de temblar, aunque si había dejado de llorar, este Yuuri que estuvo a punto de tomarlo por la fuerza, no podía ser la misma persona… deseaba que Conrad llegara pronto, pero al mismo tiempo temía que lo hiciera, por que no sabía lo que aquello podría ocasionar…

Fue necesario que usara su poder para conseguir que Wolfram se quedara dormido, pero ahora lo tenía exactamente como le gustaba… acarició suavemente la mejilla contraria, suspiró largamente mientras intentaba controlar su poder debido a la rabia de imaginar a su prometido en el lecho de otro, pero no de cualquier otro, sino de su propio hermano. Deseaba tanto odiar al castaño, pero no podía… pero tampoco quería perdonarlo, él sabía que se tendría que enfrentar a su padrino, Conrad amaba a Wolfram de una manera muy profunda, lo notó en su mirar y en la felicidad que brotaba de él, cuando el rubio estaba entre sus brazos… - Pero él es mío, padrino… no te lo entregaré

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Cuando abrió sus ojos, sintió un nudo formársele en el pecho, y su cuerpo comenzó a temblar, alguien ya lo había cambiado, y las ropas eran de gala, especiales para un ritual de matrimonio… “No, no, no, no”… - ¿Qué voy a hacer?... yo no puedo casarme…

Me alegra que haya despertado – las esmeraldas se posaron en quien le había hablado…

Emi… nencia – susurró con los ojos totalmente anegados de lágrimas…

Sabes que no hay mucho que podamos hacer… lo siento mucho, Sir von Bielefeld – Murata se sentía muy mal por el príncipe, sabía que aquella situación, era todo, menos justa – Debe ser fuerte… confiemos en que todo lo que suceda es para mejor…

No puedo… no puedo casarme con él – el príncipe observó fijamente en dirección a la puerta, desde la misma, el Maou lo miraba fijamente… el sabio se volteó para simplemente asentir en dirección a su amigo…

Ya está todo listo, amigo… deberíamos ir al templo ya – sin decir mas, el moreno de piel clara se retiró…

Wolfram intentó retroceder cuando su ex prometido se le acercó, más fue retenido con fuerza – Vamos… mejor no te resistas, de todas maneras, será peor para ti…

No voy a casarme contigo – soltó el rubio firmemente – No puedes obligarme a esto Yuuri  

Si que puedo… y tú vas a hacer lo que ordeno, o tendrás en tu conciencia la declaración de una guerra – el moreno sostuvo con fuerzas al demonio rubio – Vendrás ahora conmigo, no intentes nada…

Su expresión era de angustia cuando salieron de la habitación, no se fijó en ninguna de las personas que se encontraban fuera, Yuuri rodeó con el brazo su cintura para imponerle el ritmo en el que debían andar, mientras él ponía todo su empeño para contener las lágrimas que luchaban por salir.

Murata había escuchado la amenaza y realmente rogo por que todo saliera con bien, su vista reparó en aquellas esmeraldas dolidas y asustadas, y sintió rabia, deseó como nada que su amigo recapacitara, pero era evidente que estaba ciego, no solo por el despecho sino también por el egoísmo.

El viaje al templo le pareció demasiado corto, su vista buscaba desesperado alguna forma de huir, pero todas las posibles salidas estaban bien custodiadas – Yuuri por favor… - susurró justo cuando el carro se detenía…

Después de este día, todo va a estar bien… vamos a ser muy felices Wolf – el moreno de piel canela tomó de la mano a su prometido para exhortarlo a bajar, no era tonto, podía sentir la angustia del peli dorado, y eso lo llenaba de más frustraciones.

La desesperada mirada esmeraldina observaba a aquellos que serían testigos de aquel atropello, su vista se fijó con más detenimiento en Gunter, le gritaba por ayuda con la mirada, cuando llegaron ante la sacerdotisa, su corazón se detuvo… la imagen de Shinou también estaba ahí… quería gritar su angustia y desesperación, pero no podía su boca se sentía tiesa… “¡Conrad!”…

La pequeña mujer observó en dirección al sabio, y este asintió… por lo que luego de suspirar, fijó su mirada en ambos jóvenes… - Estamos todos aquí reunidos

¡NO QUIERO, Y NO LO VOY A HACER! – soltó el ex príncipe antes de ser sujetado y besado por la fuerza…

Sin tanto protocolo… como lo habrán notado ya, mi prometido no se encuentra del todo bien… está demasiado nervioso… - soltó el Maou sosteniendo con cierta fuerza el brazo del demonio

¡¿No será que no quiere faltarle a su único y legítimo esposo!?... Heika…

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Wolfram se había colocado justo en frente de Yuuri  con los brazos extendidos para evitar que este atacase al recién llegado -  ¡Tendrás que pasar sobre mí Heika!

Wolfram, apártate… - susurró el moreno, y su voz parecía estar conteniendo mucha rabia, la mirada oscura no podía apartarse de la esmeralda…

¡No! – soltó e hizo un sobre esfuerzo para no romper a llorar – Conrad es mi esposo… jamás le perdonare si llega a hacerle daño…

¡Es un embustero que se aprovecho de la situación! – gritó y su poder parecía estarse desbordando – Esto lo arreglaremos él y yo, justo ahora…

¡El embustero eres tú Yuuri… jamás me amaste, o siquiera volteaste a mirar hacia mí! – soltó con rabia esta vez el rubio… y su poder también comenzaba a sentirse en el ambiente – Y justo ahora que soy feliz… vienes para arruinarlo todo – aquello lo había dicho con amarga calma.

El rubio demostró toda la seguridad que lo caracterizaba, no podía ser débil, pues un enfrentamiento entre ambos soberanos no sería justa, pues si fuera por poder, el castaño estaría en desventaja; mientras que si fuera con espadas, sería el moreno el que tendría las de perder.

El líder de Bielefeld fue detenido por Gwendal justo cuando tenía la intensión de intervenir, ambas miradas se posaron en las del soberano rey de Gran Shimaron, quien parecía observar a su consorte impávido. El sabio también permanecía callado, se sentía impotente, pues no veía una salida para aquella situación.

Yo sé que no lo amas… que él te obligo a esto – la mirada del Maou cambiaba lentamente, mientras su poder rodeaba al rubio…

Se equivoca Heika, yo si lo amo… lo amé siempre, solo que no sabía que era correspondido – el ex príncipe analizó rápidamente su situación, pero si era necesario un duelo para arreglar aquella situación, él iba a hacerlo – Usted rompió nuestro compromiso en el barco, o lo ha olvidado… entonces no hubo ofensa, permita que Shinou nos bendiga a Conrad y a mi, que es lo justo…

Aquellas palabras calaron hondo en el peli negro, más no quería aceptarlo… Wolfram no podía olvidarlo tan fácilmente - ¡No lo acepto! – el ataque que envió fue tan poderoso, que los nobles que se encontraban presentes intentaron intervenir para defender al rubio, más cuando el poder de este, simplemente no acudió a su llamado…

Conrad había sido el primero en llegar, protegió con su cuerpo a su consorte… el impacto los hizo volar varios metros… - Coni-chan… - susurró el demonio de sangre pura antes de perder la consciencia.

¡Wolfram! – el castaño, inspeccionó a su pequeño, lo sintió frío…

Esto es tú culpa… vas a pagar muy caro el que hayas instigado la traición de mi prometido – miel se enfrentó con oscuridad, cuando el soberano medio mazoku se puso de pie, y tomó su espada… ambos hombres parecían dispuestos a todo…

Waltorana corrió hacia su sobrino, con Gwendal pisándole los talones… el mayor fijó su mirada preocupada hacia su otro hermano, que en ese justo momento se enfrentaba a su soberano – Gwen… mi sobrino está helado…

¿Qué estás diciendo…?... eso no es posible – el moreno tomó a su hermano en brazos y le comprobó su pulso – Wolfram, pequeño, reacciona…

¡Yuuri Heika! – Conrad desenfundó su espada, sabía que ese momento llegaría, aunque eso no quería decir que lo esperara… su ahijado recién ahora había comprendido lo que tenía, pero demasiado tarde - ¡Wolfram es mi esposo, y no pienso renunciar a él!

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Le pareció escuchar la lejana voz de su tío, aunque no tenía las suficientes fuerzas como para abrir los ojos y decirle que estaba bien... no entendía por qué su poder simplemente no había acudido a su llamado, no había una explicación lógica...

Pequeño, reacciona, por favor - Waltorana estaba muy angustiado, Gwendal intentaba sanar a su hermano con su propio maryoku, pero sin importar lo que hicieran Wolfram seguía sintiéndose muy frío...

Murata había intentado intervenir en el enfrenamiento de ambos monarcas, aunque fue inútil, el maou no pensaba dar el brazo a torcer, y mucho menos el nuevo soberano de Gran Shimaron... - Shinou no estoy encontrando una salida a esto... - comento con un asomo de angustia el moreno.

Sin embargo, mi querido sabio, frente a tus ojos se ha revelado el milagro que estabas solicitando - el rubio oji azul sonrió mientras su vista no se apartaba de la de mazuku responsable de aquel enfrentamiento...

La reencarnación del mejor estratega del primer maou, se quedó de piedra, y también posó su mirada en quien aún no había recuperado la conciencia... - ¡Ayuda a que despierte!

¡Siempre confié en ti, Conrad, ¿cómo pudiste traicionarme?! - rugía el moreno cuando ambas espadas se habían encontrado justo entre ellos

Le fui fiel hasta el final, heika... le di la oportunidad de poseer mi joya más amada, y usted la desprecio... ahora no se queje - una patada en el estomago de su oponente los separó... era demasiado evidente quien tenía la ventaja cuando se refería a espadas, sin embargo, la espada demonio era muy fuerte, y quien la portaba, era más fuerte aún...

Nuevamente ambas espadas se encontraron, Gunter no sabía qué hacer, tanto él con otros nobles se encontraban totalmente petrificados, pues percibían el poder de su maou, comenzando a rodearlo todo.

"Sé que te encuentras cansado, pero debes despertar... solo tú puedes poner un alto a esta situación"... escuchaba esa voz muy profunda en su mente... "tienes la respuesta en tu propio interior, la prueba fiel de tus sentimientos"... - Gwendal debemos llevarlo a la enfermería... esto no es normal.

Tío, aniue... - un débil susurro se hizo eco - Estoy... estoy bien... - cuando la esmeraldina mirada se poso en el templo pudo notar como los propios cimientos del gran templo parecían estarse desquebrajando, sabía que debía acabar con aquel enfrentamiento y con aquella situación - Gran Shinou... me temo que esto, solo va a acabar con uno de nuestros problemas...

Tanto el rubio como el moreno observaron sin comprender al menor, quien al fin posó su mirada en las dos personas que habían significado amor, para él... y justo en el momento en que el maryoku de Yuuri comenzaba a hacerse notar en el combate, fue que el rubio cantó a su elemento, y una barrera de fuego apareció justo en medio de aquel campo de enfrentamiento...

¡Qué demonios...! - maldijo el oji oscuro cuando su atención se centró nuevamente en su prometido...

Basta de todo esto, Yuuri - aquellas palabras sonaron cansadas - Shinou ya ha bendito mi casamiento...

¿De qué estás hablando? - el fijó toda su atención en el rubio que se le aproximaba lentamente... - Tú me perteneces a mí, Wolfram

Ya no más, Yuuri... ahora le pertenezco a mi esposo, Conrad Weller - dijo sin más el rubio...

¡Entonces... enviudarás!

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Murata intervino justo en el último momento para evitar que lanzara aquel ataque... - ¡NO TE ENTROMETAS!

¡Shibuya... harás daño a Von Bielefeld y a su hijo si los atacas! - aquellas palabras dejaron petrificado al maou, su vista se aclaro y pudo notar que Wolfram se había colocado justo en frente de su padrino para protegerlo, y que si el sabio no lo hubiese detenido, seguramente el oji esmeralda hubiera salido seriamente lastimado... pero aquellas palabras aún no las estaba procesando por completo...

¿Su hijo? - aquel susurro solo fue escuchado por el peli negro de piel clara, quien simplemente asintió... - ¿Shinou?

El rubio de ojos azules simplemente contemplaba a los descendientes de sus antiguos aliados, uno en brazos del otro - Mi maou escogido... fuiste ciego por mucho tiempo, era para ti, este futuro... pero simplemente te rehusaste a aceptarlo... ahora, ya es tarde - el primer maou ahora si se fijó en Yuuri, quien aún parecía consternado - Es tiempo de que haya paz entre nuestras naciones...

¿Cómo puede haber paz, si me robaron lo que era mío? - lágrimas comenzaron a caer de los ojos del moreno, sus súbditos simplemente bajaban la cabeza, lo sentían por él, pero no podían hacer nada al respecto...

Yuuri, por favor, Yuuri - la voz que se hizo escuchar era del demonio más joven de sangre pura - Tú no eres así, no nos odies... por favor... yo amo a mi esposo... y amo a mi hijo.

El moreno fijo su vista en la de su ex prometido, y luego en la de su padrino... el mayor mostraba fuerza y coraje, se notaba que haría cualquier cosa por proteger a su familia, aún ir a la guerra. Wolfram parecía más pálido que de costumbre, y asustado, entonces comenzó a sentir angustia, pues sabía lo peligroso que eran los primeros meses de embarazo para las mujeres, y que seguramente eran, mucho más peligrosos en los hombres... sus puños se apretaron con mayor fuerza, al tiempo que su poder rodeaba a ambos esposos...

No teman, no les haré daño... mi maryoku, solo va a sanarlos - intentó sonreír, pero aun le dolía mucho el pecho, pero hasta su personalidad maou estaba resignado - Espero, que al menos... me dejen ser el padrino...

Wolfram corrió a sus brazos y lo abrazó fuertemente - Gracias Yuuri... gracias...

El soberano lo apretó con fuerzas, aspirando ese perfume que tanto había extrañado, y que recién ahora, podía admitir que le gustaba...

Waltorana y Gwendal respiraron al fin, el primero simplemente observando a su pequeño, y el segundo, yendo a abrazar a su otro hermano... Shinou sonrió y su mirada se dirigió a la de su sacerdotisa...

Sin embargo... la traición si se dio - habló la joven mujer ganándose la atención de todos los presentes.

¿Qué es lo que quiere decir Ulrike-sama? - Gunter estaba justo a lado de la niña...

Que para que ambos pueblos estén en paz, y para que la ofensa sea enterrada... es necesario hacer algo - sus palabras llamaron la atención, ahora sí de todos los presentes...

¿Cómo? - Conrad fue el primero en preguntar, Wolfram ya se le había aproximado y se encontraban agarrados de la mano.

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El camino a Gran Shimaron, fue silencioso... Conrad aún revivía los últimos momentos en el templo de Shinou, cuando la sacerdotisa le había dicho el precio por haber amado a Wolfram... acarició el rostro de quien dormía tan profundamente a su lado, y se imaginó el revuelo que causaría la noticia de su próximo primogénito. Cerró los ojos intentando también él descansar, y una vez más aquellas palabras venían para torturarlo...

Si su primogénito resultase ser una mujer, ella estaría indefectiblemente comprometida a nuestro maou - había dicho la pequeña sacerdotisa con severidad - Si no lo es, e independientemente del sexo, será su segundo hijo el que deba hacerlo

Los nobles presentes estuvieron conformes con el pedido, incluso Wolfram, no pudo más que aceptar... y aunque Yuuri no lo había aceptado.

No quiso que esos pensamientos siguieran torturando su mente, por lo que intentó suprimir los recuerdos, en lo único que ahora debía pensar, era que al fin tenía la bendición de Shinou y nada ni nadie podría alejar a su pequeño de su lado, sonrió nuevamente por aquella novedad... - Un hijo nuestro - susurró y deseo como nada poder gritarlo.

Gwendal había decidido acompañar a sus hermanos en la travesía, y hacía un buen rato que los estaba observando desde las puertas. Waltorana los alcanzaría próximamente, pues aunque deseaba estar en ese preciso momento justo ahí con su sobrino, tuvo que quedarse para apoyar a los nobles, y al maou - ¿Quieres algo de comer? - preguntó cuando aquella mirada color miel se posó en él.

No, no tengo mucho apetito, y no creo que él despierte hasta que lleguemos a puerto - contestó el castaño - Gracias por acompañarnos...

Es mi derecho, por ser hermano mayor de ambos - contentó el peli oscuro acercándose a su hermano para tomar asiento cerca de él - Aunque sospecho que Lord Waltorana me las va a cobrar todas, cuando nos volvamos a encontrar, él deseaba venir con su sobrino...

La desventaja de ser el líder de los diez nobles - sonrió el más joven, sin hacer mucho ruido para no incomodar al durmiente...

Lamento no haber podido hacer nada para evitar lo del compromiso - Gwendal había intentado alegar en contra de aquella disposición de Shinou, aunque el sabio le pidió que no interviniera...

Descuida... casi tengo la certeza de que mi primogénito será varón - murmuró con la mirada perdida... - Si Yuuri se enamorase en este tiempo, ese posible compromiso con algún segundo hijo nuestro, sería inválido...

¿Y si eso no pasa? - el mayor también lo había pensado, pero algo le decía que el maou, no Yuuri, si iba a querer cobrarse esa promesa...

No lo sé, hermano, solo sé que si mi hijo no desea ese compromiso, yo jamás podría obligarlo - con aquellas palabras ambos hombres guardaron silencio... era demasiado temprano como para pensar en ese posible futuro...  muchas cosas podrían cambiar aún...

¡Su majestad! - uno de los soldados ingresó al cuarto - ¡Gran Shimaron en el horizonte, señor!

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La novedad del primogénito del rey había atravesado fronteras... Yuuri fue notificado por uno de sus soldados - Fue un varón, heika... y dicen que uno muy parecido al soberano de Gran Shimaron

Envíenle un obsequio a mi ahijado... y preparen mi nave, iremos para su presentación oficial - cuando el soldado se hubo retirado, fue que pudo dar rienda suelta a su dolor... lágrimas de la más absoluta impotencia surcaron su rostro - Pudo ser nuestro hijo, Wolf...

Murata observaba silencioso a su amigo, sentía mucha pena por él, pero ese había sido el precio por su terquedad... solo esperaba que la amargura que lo embargaba, no nublara su buen corazón, y este dispuesto a dar la bienvenida a un nuevo amor... por lo que sin hacer mucho ruido, se le acercó para brindarle su apoyo - Shibuya... realmente lo siento...

No, yo lo siento... todo esto es culpa mía, fui un ciego y un tonto - soltó con angustia y agonía - Yo siempre lo he amado, pero estaba demasiado asustado como para aceptarlo... y ahora, lo he perdido para siempre...

Aun podrás enamorarte, amigo mío - habló con solemnidad el sabio - Estoy seguro que encontrarás a alguien a quien amarás con locura...

No, ni se te ocurra querer presentarme a nadie... y olvida ese absurdo que se le ocurrió a Shinou - el moreno habló con seriedad - Sería demasiado anciano para comprometerme con un hijo de Wolfram... es ridículo...

Pero, Shibuya... de qué hablas... a partir de ahora en adelante, tu envejecimiento será el mismo que el de un mazoku de sangre pura - aquellas palabras lograron captar la atención del soberano - En apariencia, estoy seguro, que serás del agrado de cualquier potencial candidato...

¿Y si me enamoro antes, de alguien más? - a Yuuri aún no le agradaba aquel asunto...

El compromiso quedará sin efecto - respondió el sabio con una sonrisa... - Aunque algo me dice, que aunque estuvieras comprometido con alguien más, tú vas a caer prendado del hijo más joven de Wolfram y Conrad, claro, una vez que nazca...

Supongo que lo averiguaré luego... ¿me acompañaras para ver al nuevo príncipe? - el moreno se retiro del despacho sin esperar  respuesta...

Shinou lo observaba todo con una sonrisa maliciosa, y frente a sus ojos vio pasar los días, las semanas, los meses y los años... se podría decir que su maou escogido había superado incluso su fuerza, y su nombre, pues era reconocido, no solo por mazokus sino también por mestizos y humanos. Aunque su corazón nunca se había recuperado del todo de aquella pérdida... sonrió al ver al más joven de los descendientes de los Bielefeld totalmente aquejado por los malestares de su nuevo estado, su vista se posó en el soberano de Gran Shimaron que practicaba con su pequeño hijo el arte de la espada... “Ya es tiempo”…  en ese justo momento el grito de la 26° ex maou indicó que necesitaban la presencia de un sanador... - Ya es tiempo... mi querido maou...

Aquel llanto se escuchó por todo el castillo, y todas las antorchas se habían encendido en ese justo momento... Waltorana salía con una radiante sonrisa en los labios... pues había indicado, que el segundo hijo de su sobrino, sería un Bielefeld y que lo heredaría... - Un varón... - soltó con orgullo...

¡KYAAAA... ES IGUALITO A MI WOLFYYYYY!

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Conrad cargaba a su nuevo tesoro cuidadosamente entre sus brazos, era la cosita más bella ante sus ojos, tan pequeño, dormía profundamente con una paz que juró iba a mantener costara lo que costara.

Es muy parecido a Wolfram, salvo que no esta llorando – murmuró Gwendal sonriendo, su sobrino era tan hermoso, que deseaba llevárselo lejos solo para protegerlo de todo.

Ambos hombres fruncieron el cejo al recordar lo que significaba el nacimiento de ese nuevo miembro – ¿El Maou no ha encontrado pareja aún?

No, últimamente ha andado algo amargado – murmuró el mayor… no quiso mencionar que desde que Shinou bendijera su unión, Yuuri jamás había vuelto a ser el mismo.

Es un niño… él podría romper el compromiso de todas maneras…  - habló el soberano, sentía cierta angustia, después de todo, se trataba de la felicidad de su hijo.

Es probable que tengas razón, no mostró ningún interés en el embarazo de Wolfram – el mayor de los hermanos comentó pensativo - ¿Crees que herede los ojos de nuestra madre?

No lo se… podría ser, el pequeño Wolfy… - comenzó a decir el castaño…

¿Vas a llamarlo Wolfram? – sonrió ante la expresión, pues él sabía que su hermano menor estaba totalmente en contra de que el pequeño llevara su nombre, aunque comprendía a Conrad pues el bebé era tan parecido a su consorte, que sería un pecado no llamarlo así…

Si… y Waltorana se sintió conforme y me dio su bendición… ahora solo debe hacerlo su otro padrino para que no haya problema – había diversión en aquella voz, como si las preocupaciones se hubieran extinto…

¿Quién es su otro padrino? – había un dejo de celos en el tono del mayor…

Esperaba que tú aceptes el cargo – la sonrisa que se formó en aquel rostro, fue la respuesta que esperaba… sabía que nadie estaría mejor capacitado para esa labor, que su hermano mayor.

Cuando el rubio despertó, no podía contener la emoción… incluso no cuestionó nada acerca del nombre del pequeño, pues le resultaba demasiado tierno… habían recibido cuantiosos regalos de todos los reinos, el príncipe mayor se había mantenido junto a su nuevo hermano, como evaluándolo… mientras su abuela simplemente lo observaba…

¿Te gusta tu nuevo hermano? – preguntó la mujer…

No se… supongo que si – respondió el joven medio demonio, aunque con la expresión seria – Creo que tendré problemas con él…

¿Y eso por qué Cony chan? – ella sabía que los celos entre hermanos era normal, más cuando compartían a ambos padres, eso incluso también había sucedido entre sus hijos, pero Gwendal lo superó rápidamente, pues Conrad era demasiado adorable, y cuando llegó Wolfram, ambos quedaron prendados del dulce demonio que era su tesoro.

¡Porque tendré que lidiar con los mismos admiradores que persiguen a mi mamá! – la expresión regordeta del menor era simplemente adorable, tanto que la mujer no pudo evitar abrazar a su nieto y llenarlo de besos…

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Heika… llegó un comunicado de Lady Cecilia – Gunter ingresó silencioso al despacho, su adorado Maou se había sentido muy irritable los últimos meses, cuando la oscura mirada se posó en él continuó – Fue un niño, señor… ¿Irá a la presentación del infante?

¿Para qué…? Su existencia solo me amarga más el alma, es sólo una prueba más de mi estupidez – habló con resentimiento, Murata había llegado en ese preciso momento, aunque bajó la mirada con tristeza…

Iré yo en representación de Shin Makoku… además, debo verificar el poder del pequeño, incluso Shinou quedó sorprendido por su potencial – el sabio hablo con tranquilidad, el peli lavanda asintió y se retiro presuroso… - Deberías venir, tu ahijado preguntará por ti

Cada vez que voy, me cuesta más alejarme de Wolfram… estoy a punto de declararle la guerra a toda esa gente, por ser feliz mientras que yo me muero de la tristeza – a veces ni él mismo se reconocía, había pagado muy caro por sus prejuicios… ya no había calor en su vida, ni felicidad.

Entonces acompáñame para romper el compromiso que pesa sobre esa criatura – el de piel más clara insistió… aunque parecía que iba a ser nuevamente rechazado.

Cierto, también está eso… ¡Tienes razón, mi sabio!... debo ir para terminar con ese absurdo – al ponerse de pie, ambos soukokus se enfrentaron… sus poderes se habían vuelto más fuertes.

El viaje le resulto, como todo en su vida… aburrido. Miraba el horizonte melancólico, a sus memorias volvían  cada una de las ocasiones en las que Wolfram lo había acompañado en sus aventuras, incluso en la última, en que lo había despreciado, y roto el compromiso… cuando llegaron a puerto, una pequeña comitiva los estaba esperando, su ahijado la encabezaba, y no pudo evitar reír al verlo, lo único que había heredado de Wolfram, era su orgullo, por lo demás era exactamente igual a su otro padre.

¿Cómo se ha comportado mi ahijado favorito? – comentó el moreno una vez que el niño le saltó en brazos - ¿Me has extrañado pequeño Dan?

¡Soy Conrad Dan Hiri Weller!... no Dan – el puchero que formó enternecería a cualquiera, quizás salvo al rey de los demonios…

Entonces, te has portado mal – continuó hablando el soukoku…

Nooo, claro que no, he cuidado mucho a mamá, y a papá, he respetado a mis tutores… y pienso cuidar a mi hermanito de todo depravado que se le acerque – esas palabras no solo sorprendieron a Yuuri sino también a Murata…

¿Dónde escuchaste esa palabra, pequeño príncipe? – el sabio se había adelantado a la pregunta tácita del Maou…

Yozak se lo dijo a mi tío Gwen… que mi hermano atraería a muchos depravados – las oscuras miradas se encontraron, como un tema que deberían tratar con Conrad, a veces el peli rojo no se medía en las expresiones que usaba, las que no eran nada propias de los oídos de un príncipe de esa edad.

Se les informó que Wolfram aún estaba descansando, pues el trabajo de parto había sido muy agotador, pero el rey ya los estaba esperando…

Yuuri Heika, es un placer que nos honre con su visita – Conrad ya los estaba esperando, ambos soberanos se abrazaron… aunque aún había una barrera invisible entre ellos.

Felicidades por el nuevo miembro de tu familia… ¿supongo que para darle fin, como indica el protocolo, debo conocerlo? – el castaño se sorprendió por la frialdad de sus palabras, pero Gunter ya les había informado de la intensión del Maou de acabar con el compromiso…

Shibuya… creo que al menos deberíamos conocerlo primero – el de gafas espero impaciente, mientras el niño era traído, realmente esperaba que Shinou tenga razón…

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La maliciosa sonrisa que se formó en su rostro, daban fe de la satisfacción que sentía… en las aguas del templo, pudo contemplar a la perfección el impacto que aquella pequeña criatura había causado en su Maou escogido… - Qué conveniente que haya decidido abrir sus ojos, justo en ese momento…

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Wolfram se quedó un rato más observando, sintió cierta paz en su corazón ahora que aquella sonrisa había regresado… unos brazos envolvieron su cintura y se recostó por ese amplio pecho – Yuuri sé un buen rey… – susurró justo cuando unos labios rozaban su cuello… y la esmeraldina mirada se posó en la de su esposo.

¿Todo esto, estas conforme, Wolf? – susurró el mayor también fijando la vista en su invitado.

Shinou me hablo de que es necesario… que Yuuri mantendrá seguros a nuestros hijos – murmuró el menor – Que nos acecharan tiempos difíciles…

Lo sé, me dijo lo mismo… este compromiso unirá nuestras naciones… - Conrad comenzó a atraer a su esposo hacia el lecho – Aunque si nuestro hijo se muestra inconforme, yo no voy a obligarlo…

Una alegre risa escapó del oji esmeralda – El va a amarlo, mi amor… mi Coni-chan… - sin que intermedien más palabras continuaron besándose, rápidamente sus ropas fueron dejadas de lado, al tiempo que se dejaban arrastrar por la pasión que sentían entre los dos…

Mientras que en el patio del castillo – Parece que el pequeño ángel se robó el corazón del Maou… - susurró contento un peli rojo…

Sabíamos que lo haría… pero aún falta tiempo, para saber si el Maou, logra robar el corazón del pequeño ángel – Murata sonrió al ver la genuina sonrisa de su amigo, mientras le contaba un cuento a su ahijado, y cargaba a su prometido – Ahora, solo quiero escuchar que dirá el pequeño Dan-chan cuando sepa que el depravado que pretende a su hermano, es su querido padrino Yuu…

Jajajaja Geika, creo que eso lo queremos ver todos…

Fin...?

 

Notas finales:

Espero que haya sido de su agrado, esta pareja me gustaba, aunque no imagino tantas historias de ellos juntos. Lamento que algunos se hayan sentido ofendidos por el emparejamiento...

 

AHHHH y perdonen por el final... 


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