Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un idiota por Rie Maxi Owo

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí mi humilde regalo de navidad con un excelente retraso xD

Así que también tómenlo como obsequio de año nuevo ^~^

Además he arreglado un poquito la ortografía del primer capi, gracias al hermoso word.

Sinceramente no me lo pensé mucho cuando me pidieron continuación, porque como fan del Hirusena se lo que es tener tan poco material de nuestra hermosa pareja y encima que lo que haya no sea explicito.

¡Es un sofocante infierno!

Bueno, espero que les guste  :D

Segundo capitulo único; Aún un idiota.


Y el mayor tuvo tiempo de más para sonreír maquiavélicamente, antes de subirse al escritorio y posar el suculento trasero de Sena entre sus piernas.

-¿De verdad quieres saberlo?

-Si.

Era un sueño, todo estaba ocurriendo tal y como en aquel sueño húmedo en que el menor le hacia venirse tres veces... ¡digo! una vez, con dificultad ¡si señor!, una. Solo una.

Demonios... ¿A quien quería engañar?

Si, quería hacerse del macho men enfrente de esas yaoistas fans que lo creían todo un semental, pero no podía.

No porque el tan solo ver aquel suave y enmarcado contorno del cuerpo del castaño, le hacia excitarse de inmediato, porque sus profesores ya no le dejarían salir al baño-si no fuera quien era-, debido a que por él tuvo varias, grandes y anchas "cosas" que arreglar.

De acuerdo...era débil.

Era débil, era humano, era solo un hombre más enamorado, y con ganas enormes hacia cierta parte suave que estaba bien ubicada en la parte baja de tan tierna anatomía.

Mierda...mierda...mierda.

Estaba jodido.

O al menos así creía estar...

Acercó su boca al suculento cuello y pegó allí sus dientes, como queriendo convencerse de que allí estaban; rozándose contra aquella piel tan deseada, tan suave, tan tersa...y que se juró, por encima de todo que pronto, muy pronto seria muy suya.

-Hi-Hiruma-saan...-el menor rogó avergonzado, de alguna cierta manera inexistente. Porque en ese momento nada coherente atravesaba su mente, no sabia nada, solo estaba...en blanco.

Sin embargo conocía su cuerpo, si alguien tocaba su cuello en cierta zona, rompería en carcajadas. Y lo extraño era que, Hiruma estaba hurgando en su cuello, lo lamia y su respiración golpeaba su piel lentamente, una respiración tenue y llena de ensoñación. Y él se inquietaba, se removía pero, ¿carcajadas?

Para nada.

La mano de Hiruma bajó por alguna desconocida razón hasta el tibio trasero de Sena, y lentamente dio varias vueltas a su contorno, a esa redonda figura.

Y también por un suceso extraño, uno de sus puntiagudos dedos se coló en esa línea delgada entre un trozo de piel y otro, delineándolo, el dedo ansioso y tembloroso por introducir en el castaño cierta cosa que bien ya no podía esperar.

Buscó su boca por segunda vez, de manera más lujuriosa, más necesitada.

Con más urgencia.

Porque podía aguantar las imágenes mentales que se formaban gracias a lo que veía del menor en los vestuarios, pero en ese momento, en ese ahora...no podría contenerse.

Porque en ese instante lo tenia agarrotado contra él, dudoso y quizá asustado, con el sonrojo más enorme y caliente que nunca de los jamases le había visto.

No quería parar, no podía.

No quería ser considerado, no quería ser bueno.

Se alegraba de ser un demonio pero a la vez se preguntaba si podría controlarlo todo en su momento. Si lo hacia con el menor en ese pinchazo de deseo impulsivo, ¿que ocurriría después?

Quizá el runninback se pensaba que Hiruma era chico de una sola noche y se iba deprimido a algún lugar a vender pepinos, pero no. Él quería más que una noche, incluso más de mil, no solo deseaba algo carnal, también quería una duradera-por no decir eterna-, relación sentimental.

Algo así, algo así, ¿como podría manejarlo?

¿Como un demonio podía expresar sus anhelos sin dejar de serlo?

Sus manos se detuvieron debido a sus pensamientos, pero el latir de su corazón no cesó ni se aminoró.

Tampoco su cuerpo dejó de estar tan caliente.

¿Que quería?

Lo sabía con una peligrosa certeza, pero...

¿Que hacer para obtenerlo?

¿No estaba a punto de cometer una estupidez?

De pronto, como en respuesta a las crecientes dudas que acecharon al mayor, Sena se separó rápidamente, levantándose de golpe, abandonando las blancas piernas y con ello el calor que se había formado entre ambos.

-¿Q-que...?

Debió levantarse, debió ignorar esa confundida y hermosa mirada, debió irse y escapar de manera malvada.

Debió hacer algo para no escuchar esas palabras.

-¿Porque...hiciste eso?

Una maldición emergió de sus labios, ¿eso?, ¿que tipo de sinónimo para un beso era ese?

¡Ni siquiera había dicho el típico!; ¿porque?

Sino que encima le agregó "hiciste" y "eso".

Eso que se cagaba en la puta...

Unas ganas tremendas de lanzarse sobre él y violarlo al modo sadomasoquista le llegaron, ¿como se atrevía ese niño a comparar sus besos de infarto con un "eso"?

Por mucho que lo amara, eso ya era imperdonable.

-Oy...

-¡Sena!, ¡apresúrate, ya es tarde!

Esa voz... ¡joder, con lo mucho que odiaba esa voz!

La maldita manager se introdujo al club arrastrando con ella la mierda, ¡pero que coño!

La odiaba la odiaba.... ¿Alguien podría decirle a Hiruma Youichi donde encontró Light Yagami la Death Note?

[...]

Lastima, sus contactos no daban para tanto.

-Vamos Sena-pronunció antes de tomar la mano del castaño e ir, poco a poco alejándolo de él.

Un reflejo atravesó su cuerpo y en menos de lo que hubiera podido aceptar, la otra mano del menor se hallaba entre una de las suyas.

-Enano...-le llamó quedo.

Completamente fuera de sí, completamente pasmado... ¡No iba a dejar que se lo arrebataran de aquella forma!

No después de haber probado esos labios.

Pero algo ocurrió.

Algo que le hizo cubrir su mirada con el flequillo, algo que le hizo sentirse derrotado por un momento.

Sena se apartó de su cuerpo, aferrándose más al de Mamori.

-No...-susurró el pequeño apenas audible a los oídos del rubio.

Pero eso fue suficiente, más que suficiente.

-Maldita manager...cierra cuando te largues.

Y evitando mirar los consternados ojos castaños, salió del club con el corazón palpitando tras su mano.

Él, siendo un demonio había perdido...

¿Quien decía que Kobayakawa Sena era un chico fácil?

Notas finales:

¿Que tal?

Mi idea es terminarlo en un próximo capitulo, y nada más.

Muchas gracias a quienes comentaron, me hacen muuuy feliz y me incitan en demasía para no perder los ánimos en la historia, y de una vez les deseo un hermoso comienzo de año.

¡Con mucho yaoi!  *OO*

Chuuu~~~

Daisuki  *3*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).