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Algo más por sasukitsu

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Notas del capitulo:

Hola ^^

Después de varios meses castigada sin poder actualizar ninguno de mis trabajos, he decidido usar otro ordenador para ver si el problema de todo era mi lap T.T

 

Dedicado a Yuuki chan por su cumpleaños. Gomen, ya sé que fue hace tiempo jejeje

Mientras nuestra parejita feliz se hacía mimitos y Sakura sonreía y lloraba a la vez, Kakashi y Sai se despertaron en la misma cama y abrazados. Con cara de horror, el moreno Sai cayó al suelo, mientras Kakashi sudaba en frío y hasta se quitaba la máscara que cubría su rostro, los dos horrorizados, porque Sai estaba saliendo con Gaara y Kakashi con Iruka, y ya se veían muertos…

 

 

 

Pero todo fue una falsa alarma, porque, aunque ambos habían despertado juntos en la misma cama, los dos estaban vestidos completamente, por lo que no había pasado nada entre ellos…nada grave al menos, porque estaban completamente vestidos y estaban segurísimos de que no habían cometido ningún desliz imperdonable.

 

 

 

-Hagamos cuenta que no ha pasado nada, Sai.-murmuró un resacoso Kakashi, levantándose del futón y volviendo a cubrir su rostro.

 

 

 

-No ha pasado nada, gracias a dios.-murmuró Sai con un suspiro.-Si no era Anbu frito…

 

 

 

Kakashi, que sospechaba que el pálido Anbu estaba saliendo con el peligroso Gaara, sonrió apenas, dolorido hasta las puntas de sus cabellos, porque habían intentado emborrachar a Naruto y Sasuke, y habían terminado como una cuba ellos.

 

 

 

De buen humor, pese a la resaca y el susto inicial, Kakashi invitó a Sai a tomar algo de café y unas tostadas, ya llegaban bastante tarde al entrenamiento.

 

 

 

Al llegar al puente, les esperaban los tres restantes hablando animadamente.

 

 

 

-Perdón por llegar tarde.-murmuró Sai débilmente, con una mano en la cabeza, que le estallaba.

 

 

 

Naruto, Sasuke y Sakura, los miraron con una sonrisa, porque los dos tenían muy mal color en el rostro, pero no dijeron nada en absoluto, ni reproche alguno por la tardanza de los dos. Kakashi y Sai notaron al instante el aura de color rosa que rodeaba a los dos antiguos rivales, y sonrieron pese a sentirse súper mal, esos dos tozudos ya estaban juntos.

 

 

 

Los días fueron pasando, y el embarazo de Sakura comenzó a notarse, llenando de júbilo a todos sus amigos, porque era la primera kunoichi que iba a tener un hijo. Lee, pletórico de orgullo y felicidad, sorprendió a su amada con una romántica declaración de matrimonio, frente a todos sus queridos amigos, a la cual dijo un rotundo Sí, emocionada y con lágrimas en los ojos.

 

 

 

La boda fue fechada en un mes después, para que a la de ojos verdes le sirviera un bonito vestido de novia, que era el vestido que su madre había llevado en su propia boda. Tsunade se ofreció con una sonrisa a casarlos, y toda la aldea se apuntó a la fiesta nupcial. Era maravilloso que la generación de ninjas protectores de Konoha, al menos una de sus parejas, fuera formando una familia y trayendo nuevos ninjas para continuar la tradición de la villa de la Hoja.

 

 

 

La boda fue sencilla pero hermosa, Neji fue el padrino de Lee junto con Ino, que era la madrina, el resto de chicas de su generación, Tentén y la tímida Hinata, fueron las damas de honor. Por suerte, el resto de los afortunados chicos no tuvieron que asumir ningún otro papel en la boda, aparte del de invitados, pero la chica de ojos verdes, después de la ceremonia y ser la esposa de Lee, tomó por asalto a sus dos compañeros de equipo y les dio la noticia de que ellos serían los padrinos de su bebé.

 

 

 

Naruto saltó de alegría, mientras el moreno sonreía y asentía con la cabeza. Puede que ellos no pudieran tener descendencia, pero al menos tendrían una especie de sobrinito en el niño o la niña que Sakura tuviera.

 

 

 

Los meses fueron pasando, y Sakura empezó a ponerse tan redondita como una sandía. Ya todos en la aldea sabían de la relación entre los dos amigos y rivales, y aunque al principio los miraban con duda, reacios a creer que en verdad se amasen y tuviesen futuro juntos, con el transcurrir del tiempo tuvieron que cambiar de opinión. Vale que ellos fueran agua y aceite, y estuvieran todo el tiempo entre peleas y demás, pero se amaban muchísimo. Y todo eso lo comprobaron en una revisión del embarazo de Sakura.

 

 

 

La chica de cabellos rosados, que estaba a punto de salir de cuentas, estaba en una revisión rutinaria con Tsunade, acompañada de su inseparable Naruto, que estaba pendiente de la chica de ojos verdes como si fuera su madre, para risa de la verdadera madre de Sakura y Sasuke. Lee se encontraba en una misión junto con Tentén y Sasuke, porque Neji había subido de rango y era Anbu de élite, y había un puesto vacante en el equipo de Gai-sensei.

 

 

 

Como Sakura también estaba fuera de servicio, por su inminente parto y Naruto se había negado a dejar “sola” a su mejor amiga, Sasuke se había incorporado al equipo y ya hacía más de una semana que estaban fuera de la aldea.

 

 

 

El rubio no dejaba nunca sola a Sakura, y la muchacha había empezado a notar ciertas cosas extrañas en el chico de ojos azules. Naruto, cada poco tiempo tenía que ir al baño, se le antojaban las cosas más raras jamás imaginables y había dejado de comer ramen a todas horas.

 

 

 

Aprovechando que el chico rubio se había ido por unos impresos para Tsunade, la chica de ojos verdes le contó todo a la Godaime, que sonrió y le dijo que posiblemente Naruto sintiera empatía por ella y por eso sufriese todos los síntomas de estar embarazado.

 

 

 

Sakura no estaba del todo de acuerdo, pero como no pudo convencer a su maestra de que revisara al rubio, más que nada porque el de ojos azules se negó en redondo a que lo revisaran y sacaran sangre, se prometió que vigilaría de cerca a su mejor amigo.

 

 

 

Naruto se sentía raro desde hace algún tiempo, pero no le había dado demasiada importancia, pues se imaginaba que era porque estaba preocupado por Sakura-chan, incluso el zorro había dejado de hablarle tanto y sólo parecía dormir. El rubio empezó a pensar que su inquilino estaba  invernando como los osos…solo que estaban en primavera ya, y muy normal no era, desde luego. Pero Kyuubi nunca había sido precisamente muy normal, sobre todo porque era a la vez animal y persona, con comportamientos algo raritos digamos.

 

 

 

La verdad es que Naruto no le daba ninguna importancia a los mareos, antojos y demás, también creía que era porque tenía empatía con Sakura…pero no era del todo cierto. El único que sabía lo que realmente ocurría con el de ojos azules, se mantenía dormido porque enviaba todo su poderoso chakra a un punto situado en el vientre de su contenedor.

 

 

 

Todo parecía ir bien en el embarazo de Sakura, y la Godaime le aconsejó reposo, por lo que fue llevada a la casa que compartía con su esposo Lee, y donde le esperaba ya impaciente la madre de la joven en estado. Cuando las dos mujeres Haruno estaban muy animadas, planeando como decorar la habitación del nuevo miembro de la familia, el joven de ojos azules comenzó a sentirse muy mareado…y ante los asustados ojos verdes de madre e hija, el alto Anbu dio con sus huesos en el suelo, desmayado.

 

 

 

La algarabía fue tremenda, Lee que recién llegaba con su equipo, se quedó pálido, y Sasuke, al ver a su amado blanco como la cal y totalmente desmayado, sin indicio de sonrisa en su rostro siempre sonriente, tomó en brazos a su chico y salió de allí como una exhalación, llevándose por delante a todo aquel infortunado que le molestara.

 

 

 

Al llegar al hospital, casi frió con un Chidori a la recepcionista porque le pidió el nombre del paciente, y alborotó a medio hospital hasta que llamaron a la Godaime para que revisara a su dobe. La rubia de ojos ámbar, llegó raudamente, porque su niño dorado la necesitaba no por el imperioso y pretencioso Uchiha, y muy pronto, ella y Shizune le hicieron todas las pruebas necesarias.

 

 

 

Cuando el de ojos azules recobró el sentido, Tsunade y Sasuke hablaban en voz baja, esperando a Shizune que había ido a revisar la sangre del rubio.

 

 

 

-Teme…-musitó Naruto al ver a su amado.

 

 

 

-¡Naruto! ¿Te encuentras bien?

 

 

 

-Más o menos. ¿Cuándo has regresado?

 

 

 

-Justo en el momento en que comprobabas que el suelo estaba duro, Usuratonkachi.-resopló Sasuke molesto, ahora que su chico se había despertado.

 

 

 

No tuvieron mucho tiempo para regañarse, porque la puerta se abrió súbitamente, rebotando contra la pared y con una desencajada Shizune con los resultados en la mano.

 

 

 

-Tsunade-sama, ya sé lo que le pasa a Naruto…-gritó la morena pálida.

 

 

 

Tsunade, Sasuke y Naruto se aterraron.

 

 

 

-¡¡Dios!!! ¡No! ¡No quiero morir, datebayooooooo!-aulló el pobre rubio, abrazandose desesperado a su pareja, que sintió que todo su mundo se resquebrajaba en pedazos. Él no podría seguir viviendo sin su novio…

 

 

 

Tsunade intentó mantener la calma y, con los ojos cuajados de lágrimas, tomó los resultados de la temblorosa mano de su ayudante, armándose de valor para leerlos. La cara de susto y sorpresa de la Godaime no tuvo precio.

 

 

 

-¡Ay, dios, que estoy enfermo terminal, teme!-chilló nuevamente el rubio zorrito.

 

 

 

Sasuke parecía a punto de asesinar a media aldea.

 

 

 

-No, Naruto, no es eso…-suspiró Tsunade, levantado su mirada del papel que Shizune le había proporcionado.

 

 

 

-¿Entonces qué es?-preguntó en un gruñido el azabache, con los dientes fuertemente apretados.

 

 

 

-Que Sakura tenía razón…-suspiró divertida mirando al rubio.-Naruto, vas a tener un bebé.

 

 

 

Sasuke se puso pálido y miró con los ojos muy abiertos a su pareja.

 

 

 

-¿Em…embarazado?-musitó el de ojos negros.

 

 

 

Naruto volvió a dar, por segunda vez en el día, con sus huesitos en el duro suelo.

 

 

 

La noticia recorrió el país del fuego como la pólvora, llenando de felicidad a todos los que querían al rubio…y a Sasuke en su defecto, porque el ya-no-único-Uchiha parecía que la futura paternidad le sentaba de maravilla, andando de aquí para allá con una boba sonrisa en su anteriormente inexpresivo rostro. Muchos pensaron, cuando lo vieron así por primera vez, que el Apocalipsis estaba cerca…

 

 

 

Cuando la pequeña Mikoto Uchiha Uzumaki nació, el hijo de Sakura, Yusuke, tenía siete meses, y se quedó prendado de la bebita rubia de ojos negros. El niñito de ojos verdes como su madre, lloraba siempre que lo alejaban de la pequeñita, para disgusto de su padre de ojos negros, que miraba al molesto mocoso con malos ojos, para risa de su rubio zorrito.

 

 

 

Como lo que cuidaba tan celosamente el zorro nueve colas era a la bebita de su mocoso, Kyuubi pudo dejar la invernación en cuanto el bollito estuvo fuera del horno, y ya daba toda la guerra que podía a su contenedor.

 

 

 

Naruto y Sasuke se casaron en cuanto que la pequeña nació, por supuesto. El moreno no tenía pensado dejar suelto a su dobe, no fuera que algún estúpido que quisiera morir le cortejara, como por ejemplo el tonto de Neji, al cual pilló en alguna ocasión merodeando cerca de Su zorrito.

 

 

 

Bien, todo era paz y armonía, con las normales peleas por tonterías de los esposos Uchiha, y la inquieta y bella Mikoto, que cumplía tres años esa semana. ¿La causa de su pelea de ahora? Bueno, Sasuke se había comunicado con Kyuubi mediante su Sharingan, y ahora mismito, una pancita de cuatro meses era llevada con galanura por un molesto Naruto, que llevaba en su seno a un varoncito, para dicha de Sasuke.

 

 

 

Pero la felicidad que ambos esposos tenían en su vida, era plena, sin importar las ocasionales peleítas y demás. Al fin eran algo más que amigos.

 

 

 

Fin.

Notas finales:

Muchas gracias a

Sasunaru- 22b29

Kame-chan

Natita

Writer

Yuuki-chan

Luna

Ayee

y Dark

Gomene por la tardanza. Juro que intenté todo para poder actualizar y/o subir algun trabajo nuevo, pero no podía, me tiraba de la pagina T.T

 

Fue horrible, de veras

 

¿Me merezco algún review?

 

 


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