Capitulo 2: Encuentros raros
Su día no podía estar mejor a cada momento, si tenía justo enfrente de sus narices al chico mas arrogante que su vida jamás conoció y que se supone que mas iba a volver a ver; es mas iba hacer como que si nunca haya pasado y el chico nunca existía para el, pero el universo tenia que contradecirlo cada momento y se supone que era estudiante de su mismo colegio, si no que también de su misma aula de clases. ¡Increíble! Eso era ¡Increíble!
- Bueno como iba diciendo este año tendremos a dos alumnos nuevos espero que se lleven bien con ellos – exclamo el sensei a sus alumno, después de que respondieran con un ¡Si! – bueno ellos nos hablaran un poco de ellos y así se presentaran.
- Buenos días, mi nombre es Uchiha Sai espero que nos llevemos bien – dijo con una sonrisa tan falsa que nadie se lo creyó.
-Mi nombre es Uchiha Sasuke, solo no se me acerquen y todo estará bien – dijo con una voz tan fría que helaría los pelos a cualquiera y eso hizo, pero no indica que todo las chicas de la clase se sonrojaran por la voz y carácter del chico y los chicos les cayera una gota por la cabeza al igual que el maestro.
- “Es un engreído, seguramente se cree mejor que todos” – era lo que pensaba Naruto.
- Bueno pueden ir a sentarse… ennn…. Sasuke siéntate a lado de Naruto y Sai a lado hay un puesto vació – dijo el Sensei con una sonrisa.
- Kakashi-sensei, aquí se sienta Gaara – exclamo velozmente para impedir que ese teme se siente a su lado.
- Pero el no llegara hasta después de dos semanas y cuando llegue puede sentarse con Sai – respondió tranquilo.
- Pero…
- Basta Naruto ya lo he dicho, además necesito que se pongan así por si hacen cualquier pregunta, tengan a alguien quien les ayude – sentencio Kakashi de forma que no aceptaba excusas.
Los alumnos nuevos caminaron a su respectivos asientos en el aula, cuando Sasuke llego a su banca Naruto ni siquiera le voltio la mirada solo escucho un “Tsk, lo que me faltaba” esto molesto a Naruto que lo voltio a ver con la peor mirada pero lo que se encontró era de nuevo con esa cara tensa y molesta como si no soportaba estar a su lado, no supo por que pero eso le dolió un poco. Que se creí ese bastardo, ¿Cuál era su problema? Y ¿Qué le había echo para ganar su odio? aparto la cara nuevamente hacia la banca con todos los pensamientos revueltos por no saber que pasaba con sujeto que en estos momentos era su compañero de clase. La clase siguió normalmente para todos los alumnos excepto un azabache que parecía que en cualquier momento se le rompería la cara por tenerla tan tensa y un rubio que se encontraba confundido y con mucha rabia que se la lanzaría a ese tonto azabache.
El ambiente era incomodo entre los dos, Naruto voltio la mirada un poco para ver que era lo que hacia en muchacho y lo encontró casi sacándose sangre de los manos de tanto que las apretaba y sentado lo mas lejos posible de el, como si se fuera a enfermar de algo. Naruto solo regreso la vista a su escritorio tratando de volver a prestar atención, aunque no podía por la intensa mirada que debes en cuando en azabache le mandaba, como examinándolo, sentía esa mirada sobre el y no podía pensar en nada mas; cada vez se ponía mas nervioso. La hora pasaba cada vez más lenta y los minutos pesaban.
RINNNNN
Fue lo que oyó su salvación, pero antes de hacer cualquier movimiento se dio cuenta que el azabache ya no se encontraba a su lado, ¿a qué hora había salido, ni siquiera lo sintió cuando se levanto?
- Naruto-kun vamos al descanso –lo llamo su amiga desde la puerta, donde Kiba y Shikamaru ya se encontraban. Esto lo saco de sus pensamientos.
- … ¿Qué?… cla-claro – respondió un poco atontado, se levanto y cogió su maleta, después de esto le tocaba en otra clase diferente.
- Te encuentras bien Naruto-kun pareces un poco despistado – dijo la peli azul un poco preocupada.
- Vamos Hinata, Naruto ya es despistado – se burlo Kiba.
- no molestes Kiba – Naruto solo inflo los cachetes como niño.
- jajajaja te ves muy mono así Naruto – exclamo divertido por la acciones de su amigo.
- Cállate yo no soy mono – los demás compañeros solo rieron de el sonrojo que había aparecido en el rostro de su amigo – bueno basta de chistes, tengo hambre vamos a comer – propuso Naruto para que se olviden del tema.
Naruto y sus amigos se fueron a sentarse al comedor, no sin antes pedir algo de comer a la cocinera. Se sentaron en una mesa en la se encontraba a lado de una ventana para conversar amenamente, todo iba de maravilla hasta que las puertas de la cafetería se abrieron dando paso a un pelinegro que al voltear a verlo muchas chicas suspiraron y gritaron, el pelinegro caminaba lentamente por la cafetería se notaba que era de la Universidad del colegio ya que este era tan grande que también ocupaba universidad, colegio y jardín. Era alto, con cabello atado, de piel blanca y ojos negros con unas ojeras las cuales lo hacían ver muy sexy.
Camino lento hacia una mesa la cual la ocupaba otro pelinegro Sai, al verlo solo sonrió falsamente como siempre, este solo se sentó sin tomar importancia a los demás que no le quitaban el ojo de encima.
- Sai, ¿Cómo te fue en tu día? – pregunto con una voz ronca muy sensual.
- Bien, por lo que he visto tú también, ¿No ha ocurrido un suicidio por ninguna chica por ti? – exclamo burlón a el otro pelinegro.
- No, los profesores son muy aburridos de echo – hablo desanimado – y por cierto ¿Dónde se encuentra Sasuke?
- No me lo preguntes desapareció comenzando el receso – respondió mientras sonreía mas. El mayor se dio cuenta de esto.
-Acaso ¿me he perdido de algo? – pregunto con curiosidad, mas al ver que la sonrisa de su hermano se agrandaba.
- Digamos no más que Uchiha-bastardo encontró su talón de Aquiles – explico en burla.
- Así que, Talón de Aquiles ¿eh? – mientras levantaba una ceja con incredulidad.
- ¿Acaso no me crees? – pregunto el otro mirando al otro de forma segura.
- Tendría que verlo para créelo, por favor estamos hablando de señor-hielo-nadie-me-importa. Sasuke nunca a dejado que algo lo moleste o perturbe y me vienes a decir que eso. – exclamo muy seguro de si. Pero la mirada que su hermano le mandaba lo hacia dudar – ¿es enserio?... Jooo no puedo esperar para verlo, será muy divertido molestar a mi hermanito después de eso – exclamo sonriente.
- ….. – Sai no dijo nada, pero su sonrisa se agrando a ver las intensiones de su hermano, será divertido molestar a ese Sasuke- bastardo.
El timbre del receso resonó en las paredes dándolo por terminado, las horas de clase pasaron lentamente pero Naruto no la paso mal ya que el Uchiha no había llegado a mas clases, aunque se alegraba de no tenerlo a su lado para incomodarlo aun se ponía a pensar en el ¿Por qué? De su fuga de clases ¿acaso lo estaba evitando? Al preguntarse eso un pequeño dolor se dio pero no le tomo en cuenta ese Uchiha podía hacer lo que le diera la gana no tenia ni por que estar pendiente o pensar solo en el. Ahora las clases eran importantes, tenia que estudiar para sacar buenas notas no le gustaba cuando sacaba malas aunque nunca lo había echo no iba a comenzar ahora sobre todo en su materia favorita de biología, le encantaba esta desde pequeño y no iba a permitir que ese Uchiha lo distraiga, que el sepa el no lo distaría en ninguna materia y mucho menos en su materia favorita. A todo esto cual seria a materia favorita de Sas… ¡¡Detente!! ¡¡Otra ves pensando en ese bastardo!! Que le sucedía a ese sujeto que ni en sus pensamientos lo dejaba tranquilo.
El sonido del timbre que ponían el fin de la hora de clases tranquilizó a el rubio al fin podría irse, cogió todas sus cosas rápidamente al igual que los demás alumnos la mayoría había salido rápido del salón, estaba por hacer lo mismo cuando al voltear se encontró con unos ojos negro y profundos mirándole, por un momento se tenso pensando que era Sasuke pero cuando logro ver que solo era su hermano Sai se tranquilizó un poco, pero no del todo; el también era algo raro.
- ¿Se te ofrece algo? - Pregunto el rubio al no ver que el moreno se dignara a hablar.
- Hola mi nombre es Sai, como ya has de saber – se presento Sai con una sonrisa que no tranquilizo mucho al oji azul.
-¿ah? ¡Ah! Si… hola – contesto medio desorientado, por la presentación no se lo esperaba – mi nombre es Naruto.
- Lo se – al ver la sorpresa del menor se apresuro a responder – por como te llamo el profesor cuando entramos.
- A si, gracias por recordármelo – expreso un poco desanimado por el recuerdo – bueno ¿Qué sucede? – pregunto al ver que este se volvía a quedar callado, el moreno le ponía un poco nervioso.
- oh si, me estaba preguntando si me harías un favor – exclamo – ya que soy nuevo aquí, ¿me podrías ayudar con las materias, para ponerme al día? –expreso inocentemente.
- ah, bueno te puedo prestar mis cuadernos si quieres – respondió un tanto inseguro.
- Estaría bien, por agradecimiento te invito a mi casa que te parece – expreso.
- ¿A tu casa? No, no te preocupes a demás tengo cosas que hacer y… - se trataba de excusar, pero fue interrumpido por Sai.
- No te preocupes puedes ir cuando sea, tal vez mañana - tratando de recibir un no como respuesta.
- ¿Qué? Es que…- trato de expresar nuevamente pero lo volvieron a interrumpir.
-Bueno ya que aceptantes me retiro.
- Oye, yo no….
-Mañana te espero a la salida para que me acompañes – seguía hablando mientras ignoraba al menor.
- Pero espera…
- Adiós – fue lo único que escucho antes de que el mayor desapareciera por la puerta. Suspiro y ahora que haría. – por cierto. Feliz Cumpleaños Naruto – felicito apareciendo una vez mas sin que el otro se haya dado cuenta y sobresaltando se al no haberlo sentido.
>OoOoOoOoO Sasu OoOoOoOoO<
Por otro lado un moreno caminaba las calles de la ciudad metido en sus pensamientos, donde una lindo Kitsune rondaba a cada momento. No se pudo explicar en como dejo que sus instintos se dejaran vencer de tal forma que tuvo que salir huyendo como un cobarde, pero cuando sintió ese aroma tan cerca de el y sintiendo el calor de aquel cuerpo que lo poseía; no pudo pensar en otra cosa que no fuera que quedarse con el, atraparlo para el, en ese momento casi deja llevar y una tragedia hubiera sucedido, pero al ver su rostro no pudo mas que detenerse, ese rostro tan hermoso, con unos ojos celeste tan puros como lo debía ser el dueño en los que se mostraba tantas emociones como el nunca podrá mostrar, la inocencia estaba impresa en ellos. Y se propuso tratar de ignorar a aquella persona.
Después antes de entrar al salón detecto de nuevo ese aroma que lo había enloquecido y supo que el causante de su tormento se encontraría como compañero de clase. No podía ser. Otra vez opto por irse pero su orgullo lo hizo detener, no se dejaría vencer por un sus instintos ni por ese niño. Cuando entro y lo vio ahí sentado y encontrándose con sus miradas entre tantas personas que no las tomaba en cuenta supo que tenia que detenerse y calmarse para no hacerlo daño; pero al reconocerlo y gritar a todo pulmón algo en su ser se estremeció, y al sentarse a su lado no podía dejar de verlo, aunque cada vez tenia que calmarse ese aroma estaba tan cerca de el, casi lo podía sentir en su garganta aun cuando había dejado de respirar. Lo que mas le conmociona fue el que no pudiera entrar en el, ver lo que pensaba; eso nuca le había pasado, algo estaba mal. No pudo entrar en su mente, tenia que verle de nuevo y saber de el.
Sus pensamientos se fueron al ver que había llegado a su casa, se pregunto si sus hermanos ya estaban adentro. Abrió la puerta encontrándose con una sala vacía. Por lo que podía observar y sentir no había nadie en la casa. Mejor sus hermanos lo único que hacían era molestar, no quería estar ahí mejor salía, haber si encontraba algo interesante.
>OoOoOoOoO Naru OoOoOoOoO<
Ya se estaba haciendo de noche, el sol pronto se ocultaría y la luna saldría con las estrellas; pero el aun estaba sentado en esa banca del parque, había sido un buen día después de todo. Después del colegio sus amigos lo habían llevado a dar una vuelta por el centro comercial, vieron una película, comieron ramen, y jugaron bolos. Y cuando pensó que ese había sido la sorpresa le entregaron una caja envuelta el papel de regalo, lo extraño era que tenía huecos en ella. Ansioso no espero en abrir el regalo, y vaya que se sorprendió al ver lo que contenía.
- kyuu – fue el gruñido que hizo que saliera de sus pensamientos. Bajo la mirada y vio a una bola de pelos color rojizo, así era, ese era la sorpresa; le habían regalado un pequeño zorrito que en esos momentos corría de un lado a otro jugando al perseguir a una mariposa.
No supo como agradecerles a sus amigos, siempre quiso una mascota, y sus amigos lo conocían bien para regalarle un Kitsune. Cuando lo vio no pudo mas que gritar de emoción y abrasarlo muy fuerte al igual que a sus amigos.
We are Fighting Dreamers takami wo mezashite Fighting Dreamers narifuri kamawazu
El sonido del su celular le llamo la atención, sacándolo de su bolso del colegio al ver el nombre de la persona llamando no pudo mas que hacerlo sonreír y contestar lo mas rápido posible por si era una ilusión.
- Oto-san tebayo – exclamo emocionado, sus padres casi nunca lo llamaban, solo cosas que fueran importantes.
- Hai hijo ¿Cómo van las cosas por allá? – pregunto su padre distraído.
- Oh muy bien a sido un día increíble me la he pasado bien ¿Y mamá dattebayo? – pregunto curioso, hace mucho que no hablaba con ellos y quería contarles todo sobre lo que había paso y que tenia una nueva mascota.
- Oh a de estar en la junta con la empresa que vamos hacer negocios – eso entristeció a Naruto – bueno no era para eso para que te llamaba – dijo el padre, en ese momento se emociono e ilusiono poniendo una gran sonrisa – lo que llamaba era para decirte que le dijeras a tu tío Iruka que si puede encargarse de unos socios que se encuentran en la ciudad – en ese momento todo estibo e ilusión que había permanecido se borro por completo de el rostro de Naruto – su cell lo tiene apagado y no pude avisarle ¿ podrás?....... – La mirada de Naruto cambio totalmente en el se podían ver dolor y una herida que no se podría curar fácilmente, y su sonrisa dejaba paso a una mueca dolida - ¿Naruto? ¿Sigues ahí?
- Cla-claro, yo le digo no te preocupes – respondió con voz temblorosa y tratando de mostrar indiferencia a esa espina que se encontraba desgarrando su corazón.
- Muchas gracias, bueno espero que todo este bien por allá, le mandas saludos a tu tío, y cualquier cosa me llamas, adiós – exclamo apurado su padre, parecía que estaba revisando unos documentos importantes ya que el sonido de la hoja al pasar se escuchaba.
- Si adiós – respondió en un susurro, al escuchar el sonido de que la llamada se corto.
Aun cuando la llamado se había cortado Naruto se quedo en la misma posición, tal vez con la esperanza de que su papá le haya echo una broma de mal gusto y volvería a llamar diciendo el Feliz Cumpleaños. Pero eso no paso. Lentamente bajo el teléfono hacia su regazo y su mirada baja se poso en la nada, sus manos se formaron puños y todo su cuerpo tembló, tenia la mandíbula fuertemente cerrada, para no dejar escapar ningún sollozo y los ojos también tratando de reprimir cualquier lagrima que se atreviera a salir, pero no pudo lograrlo. Una, dos, tres y así mas lagrimas caían por su rostro marcado.
No podía explicar el del porque su padre y madre lo habían tenido, ¿por qué? Era lo cada día que se preguntaba, para estar solo y cuidarse por si mismo desde los siete años. Cualquiera diría que lloraba por una tontería, pero ser rechazado e ignorado por las personas que te dieron la vida y que amas, durante tantos años es… rayos… es doloroso, demasiado. No los molestaba, ni trataba de llamar la atención, le lastimaba que lo trataran así, pero al menos lo único que quería de ellos era que al menos le dijeran unas dos palabras, en un día que si bien era como cualquier otro para el, era al menos un día que podía coger como excusa para hablar con sus padres, pero ellos parecían que no le importaban nada…
Un sonido detrás de un árbol hizo que se alertara y que limpiara su rostro lo más rápido que pudo.
- ¿No crees que es muy tarde para estar aquí? – habla una voz fría y serena, o era lo que aparentaba. Sorprendido dejo lo que estaba haciendo y voltio su rostro a la persona que menos esperaba ver y menos que le hablara. Se encontraba debajo de un árbol cercano, recostado en el y los brazos cruzados. Lo miraba fijamente casi con indiferencia.
- Tu. ¿Qué haces aquí? – pregunto todavía sorprendido el rubio.
- Yo pregunte primero, dobe – respondió un poco nervioso, había salido a buscar algo con que entretenerse y se había encontrado con el Kitsune y llego en el momento de la llamada de su padre, al verlo su corazón no hizo otra cosa que saltar de emoción pero al ver en el estado que estaba todo cambio, no sabia porque pero tenia el deseo de ir y abrazarlo decirle que todo estaba bien y que dejara de llorar, no le gustaba verlo llorar.
- yo… ¿Qué te interesa? Y no me digas dobe…. Teme – exclamo molesto y desviando la mira mientras trata de limpiarse la cara llena de lágrimas, para que no lo viera llorar; seguramente pronto llegaría a burlarse aun no había dejado de llorar y parecía que no se iba a detener fácilmente.
- Si te pregunto es porque me interesa, dobe – explica para el otro, que se había volteado privándolo de su hermoso rostro - ¿no crees?
- No, por- porque puede que solo preguntes para luego burlarte o porque eres un chismoso tebayo… snif… snif – respondió aun molesto y tratando de calmar su llanto, no quería hablar con el, ni siquiera verlo; ni que el lo mirara de la forma de esta mañana, aunque no lo admitiera sentía un pequeño malestar su forma de mirarlo o como se mantenía a distancia de el – además no te conozco para decirte cosas de mi.
- Es verdad no me conoces, y yo tampoco a ti – respondió con un suspiro mientras miraba al oscuro cielo, el sol hace rato que se había ocultado, dejando paso a las primeras estrellas – entonces me presentare como se debe soy Uchiha Sasuke y quisiera conocerte – dijo con una sonrisa.
Continuara…