Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ARLECCHINO'S NIMBUS. por Sixelya

[Reviews - 208]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Nuevo nuevo :X!!
Pasen a la página para Posters, biografías y otras leseras :X!!

http://arlecchinosnimbus.tumblr.com
PASS:  nimbus city

Yunho estaba tirado en el bar mientras Alexander se dedicaba a secar las copas unos metros más allá. Eran las cinco de la mañana y el Papillon ya estaba cerrado. Anoche se había formado una rencilla en el Saloon y él mismo se ganó unos golpes por tratar de separar a los ebrios. La causa de la pelea fue por una de las Navi, uno de los tipos había tratado de llevársela de el local y la chica sólo se limitó a gritar por todo el lugar. Un caos.
“Pobre Seohyun, la chica es tan inocente...” comentó Alexander apilando las copas en el mesón “No puedo creer que el tipo fuese un Ghiberti...”
“Lo sé, no se como diablos entró” respondió Yunho con la cara contra el vidrio. La jaqueca le estaba matando “El idiota me rompió las pocas costillas que me estaban quedando...”
“No seas dramático, Yun” apareció Seungho sentándose al lado del dueño “De todas formas Minho lo fusiló a balazos” rió el chico mientras le señalaba a Alexander que le diera algo de beber
“Sabes si Jaejoong vendrá a la vuelta de dejar a las Navi-navi?” cuestionó el barman mientras le daba un vaso al pianista
“¿Jugo de naranja?” le reclamó Seungho inspeccionando el vaso “¡Estamos en un club nocturno!”
“Son las cinco de la mañana, maldito alcohólico”
“No sé si vendrá” murmuró Yunho despegando su cara del mesón “No tendría por qué tampoco...” el hombre se paró y caminó hacia el Panel.
“No seas depresivo, Jaejoong aún piensa en ti” gritó Alexander viendo que Yunho estaba lejos de su vista “Supongo...”
Poniendo sillas en su lugar, acomodando las mesas, corriendo los sillones y limpiando algo el lugar, Yunho se sumió tanto en su tarea que no percibió la presencia de otra persona en la puerta. El desconocido caminó lentamente hacia una de las mesas y se sentó esperando a que el otro se percatara de que estaba ahí. Cuando Yunho se giró para ver la hora en la entrada, lo vio. Jaejoong estaba apoyado con su brazo en la mesa y le miraba divertido.
“Falta una hora aún para que lleguen las señoritas del aseo, Yun” le informó Jae a la vez que Yunho se sentaba frente suyo “¿Por qué la cara, mmn?”
“Te gusta jugar con mis sentimientos” sonrió Yunho sacando un cigarrillo. Se palpó los bolsillos a por un encendedor pero Jaejoong ya le estaba ofreciendo una llama frente a él. “Siempre tan oportuno”
“No te odio, Yun” soltó Jae cerrando el zippo y guardándolo en la chaqueta “Pero el dolor aún permanece”
“Cuantas veces te debo de decir...”
“Ninguna más” cortó Jaejoong suspirando “No me interesa, en lo absoluto” empezó a dibujar unas figuras en el mantel con su dedo y siguió “Se acabó”
“Para mí no se ha acabado, Joong”
“Pero para mí si” afirmó Jaejoong con dureza en la mirada “Y no me vuelvas a llamar así”
“...está bien” murmuró Yunho apoyándose contra el respaldo de la silla “Haz lo que quieras” levantó las manos en derrota y rió amargamente “Es una batalla perdida de todas maneras”
“Tu fuiste quien la saboteó desde el comienzo” le contestó el otro levantando una ceja “No me eches la culpa a mi”
“Jaejoong, por última vez” le rogó Yunho alcanzando las manos del otro y tomándolas entre las de él “Jamás tuve nada con Sandara, Yoogeun ni siquiera es mi hijo, todo eso que te dijeron fue una far-”
“Basta” cortó Jaejoong sacando violentamente sus manos de las del otro “Me cansé del tema. Esto está finiquitado hace mucho tiempo. Supéralo” El chico se levantó con gracia, dejó un sobre en la mesa y se marchó de el local. Yunho suspiró, fumó su cigarrillo y abrió el sobre. Dieciséis notas con destinatario a los Arlecchino.


La mansión de los Arlecchino tenía tanto lugar como número de personas que vivían ahí. Una fortaleza colosal, resguardada por catorce soldatos apostados en cada rincón. Yunho había recibido una llamada de Jihoon luego del encuentro poco agradable que tuvo con Jaejoong y se dirigió a la mansión. Debía de entregarle el sobre de todas formas, así que se dirigió de inmediato al lugar. Luego de que los soldatos le reconocieran, pasó derecho a la oficina de Jihoon donde le esperaba con una cara de pocos amigos
“Buenos días, sottocapo” rió Yunho dejando el sobre en la mesa y desplomándose contra la silla frente a Jihoon “¿Malas noticias?”
“Mi padre está muriendo” contestó frío el otro abriendo el sobre. Los reportes de las Navi que habían recopilado durante la noche “Jaejoong no me ha contestado el teléfono en toda la mañana asi que supuse que quizás...”
“Estaba conmigo?” completó Yunho sacando un cigarrillo “Pues, sí” inmediatamente sonrió al ver la expresión incómoda de Jihoon “No te preocupes, me habló para hacer lo de siempre. Acusarme de algo que nunca hice”
“No me tienes que dar explicaciones, Yunho...” empezó Jihoon, leyendo los reportes de las Navi
“Vamos, no me niegues algo que hasta tu nieto ve, abuelito” bromeó Yunho botando el humo del cigarro “Mueres por Jaejoong...”
“No vuelvas a llamarme abuelo” se quejó Jihoon “Aún soy muy joven para eso, ¿sabes?”
“Si me encuentro con Jaejoong le diré que venga a consolarte” Yunho se levantó estirándose en el proceso y se dirigió a la puerta “El Don está muriendo... supongo que tú serás el próximo entonces...”
“Y Kibum será el Sottocapo” completó Jihoon sin despegar su vista del los papeles “Pero aún nadie lo sabe...”
“¿Sabes lo temprano que es?” una voz en el pasillo interrumpió la conversación. La puerta se abrió de par en par y entró un molesto Junsu con Amber siguiéndole casi dormida “Por dios, no puedo creer que todos estén despiertos a esta hora” Se quejó la chica frotándose los ojos “¡Es tan temprano...!”
“¿¡Por qué demonios no me dijiste que papá estaba grave!?” Junsu golpeó con fuerza el escritorio con ambas manos, ignorando las quejas de su hermana “¡¿Qué diablos tienes en la cabeza?!”
“Mantén la calma, Junsu” Jihoon habló despacio, juntando los papeles y apilándolos a un lado
“¿Cuándo pensabas decirnos?” demandó el menor con furia en los ojos “Eres un egoísta...”
“Papá me pidió que no les dijera aún...” murmuró Jihoon parándose y caminando hacia la puerta “¿Cómo te entersaste?”
“Hoy en la mañana fui a verlo a la habitación y estaba el doctor de Sungjong chequeándolo”
“¿Son las seis de la mañana y dices que lo fuiste a ver aún más temprano, bro?” se quejó Amber tomándose la cabeza con ambas manos “¿En qué clase de familia desfuncional estoy viviendo...?”
“¿Dongwoon está chequeándolo aún?” le cuestionó Jihoon saliendo de la oficina seguido por sus hermanos y Yunho
“Está con Sungjong” le comunicó Junsu aún con molestia en la voz
“Amber, necesito que llames a los demás chicos; Yunho, confío en que encuentres a Jaejoong” Jihoon se volteó a Junsu y le sonrió “Tu ven conmigo. Veremos a Papá”


“¿Está mal?” preguntó Taemin saltando en la cama de Jinki mientras éste último estaba sumergido en la red buscando una de las conexiones que Junki le había pedido “Si el jefe muere, ¿Quién nos mandará entonces?”
“Se dice Don, Taeminnie” Jonghyun le tiró un almohadón por la cabeza y se sentó en el alfeizar de la ventana “Bueno, supongo que si el Don muere, Jihoon lo reemplazará”
“Pero qué jefazo, mamma mía” sonrió Taemin trenzándose el cabello “Supongo que Kibum sabe...”
“Al parecer nadie sabía más que Jihoon” agregó Jonghyun “De hecho, me enteré por los gritos de Junsu hace unos minutos”
“¿Entonces esos sonidos cetáceos que me despertaron por la mañana fueron de Junsu?” gritó Taemin saltando en la cama una vez más “Y se hace llamar cantante~ desgraciado infeliz...”
“¿Quién está hablando de Jonghyun tan temprano en la mañana, mmn?” bromeó Minho entrando a la habitación “Desgraciado infeliz...” susurró mientras Jonghyun le hacía una mueca de descontento y apartaba la vista hacia la ventana. Taemin se había callado inmediatamente sólo para observar como Minho entraba, se sacaba la chaqueta, le robaba una de las coca-cola a Jinki y bebía como en uno de esos comerciales con slow-mo y hielos cayendo de el cielo y los ojos cerrados y...
“Taemin, baja de la nube, ¿quieres?” comentó Jinki lanzándole una botella vacía por la cabeza
“¡Jinki...!” soltó Taemin haciendo un puchero. Odiaba que le dejasen en vergüenza frente a Minho y más si éste le estaba poniendo atención.
“De todas formas, Minho” se volteó Jinki hacia el nombrado, siguiendo con el tema de el Don “¿Kibum está arriba con los demás?”
“Jihoon llamó a reunión familiar” contestó Minho con su -maldita, sexy y endemoniada, pensó Taemin- característica voz. Prendió la televisión y echó a correr la consola “Supongo que estarán un buen rato hasta que el Don se quiera despedir”
“¿Alguien viene conmigo?” preguntó Jonghyun tomando su chaqueta, las llaves y desordenándole el cabello a Taemin “Hoy correré contra uno de los soldatos de los Ghiberti”
“Yo” se ofreció Jinki tomando su laptop “Quizás nos sea de ayuda ‘hablar’ con él”
“¿En dónde quedaste la última vez que jugaste, Taem?” preguntó Minho mientras el chico se colaba por su regazo y se acomodaba. “Taemin?”
“No lo sé” suspiro Taemin, aferrándose a Minho. Sólo cuando Kibum no estaba con él lo podía tener así de cerca. Taemin podía tener todo lo que quisiese...menos a la persona que amaba.


La habitación de el Don era lo suficientemente grande como para tener a sus siete hijos y a su nieto totalmente cómodos. Si bien había evitado llegar hasta esta instancia de su vida, el tiempo le había jugado una mala pasada y había llegado mucho más rápido de lo que deseaba. Ahora, todas las personas a las cuales amaba, se encontraban a su alrededor, sin inmutar palabra.
“Lo lamento” murmuró casi inaudible el Don “Lamento no haber hablado antes...” los demás miraban con tristeza al mayor y mantenían un rígido silencio “No pensé que me estaría yendo tan rápido...”
“Papá...” soltó Siwan tomando la mano de su progenitor “No digas eso... aún estás aquí, con nosotros” el hombre sonrió y asintió
“Sí, aún” el Don respiró hondo y continuó “Después de irme, su hermano mayor tomará mi puesto” informó con seriedad “Y Kibum será el Sottocapo...”
“¿Por qué?” reclamó Heechul cruzándose de brazos “Digo, él no es de la familia”
“¡Heechul!” le reprimió Seunghyun “Modera tus palabras, Kibum es legítimamente hijo de Jihoon, aunque tu no lo quieras”
“Yo debería ser el Sottocapo, ¡soy el tercer hijo!” siguió reclamando el chico mientras Kibum evitaba mirarlo
“No vas a hacer una escena en frente de papá” susurró Junsu tirando del sweater de su hermano “Por favor, Heechul”
“¡Pero ese puesto me corresponde a mi....!”
“Basta” ordenó Jihoon “¿Has pensado el porqué aún sigues en la universidad teniendo veintiocho años ya?” Heechul rodó los ojos “Tratas de exigir lo que te pertenece cuando nunca has cuidado de lo que siempre te han dado” Jihoon suspiró y se sentó junto con Siwan en el borde de la cama donde su padre estaba delirando “Perdónalo papá...”
“Heechul” susurró el Don haciendo que el chico le mirase inmediatamente “Lo lamento” y en ese momento el hombre empezó a toser incontrolablemente. Temblaba de pies a cabeza y la piel se le empezaba a tornar más pálida
“¡Amber, llama a Dongwoon!”


Cuando Mir se escapó una noche de el orfanato, el único lugar que encontró para vivir fue el ático del cuartel de detectives de la ciudad. Para sobrevivir trabajaba como repartidor de pizzas casi todo el día. Fue en una entrega que tuvo la sorpresa de que los clientes eran del mismo cuartel. Una vez hecha la entrega, el cliente lo reconoció como el chico que siempre pasaba por el pasillo de los inspectores por las mañanas. 'Me llamo Alex, soy el inspector' le sonrió el cliente mientras Mir trataba de evitar contacto visual 'Tu no eres detective... ¿Por qué siempre estás aquí entonces...?' le cuestionó el inspector dejando las cajas de pizza a un lado 'Vivo en el ático...' Esa misma noche Mir abandono el cuartel para vivir en el departamento de Alex. Éste último alegó que un chica tan sano y fuerte como él no podía vivir en el techo de un edificio sin compañía. 'Mi departamento no es muy grande, pero habrá espacio...'
"Supongo que sabe por qué estoy aquí..." un hombre robusto, con un bigote poblado y piel rosada, estaba sentado frente a Alex, secándose el sudor con un pañuelo. "Los Arlecchino, Alex...Los Ghiberti...." el hombre estaba mirándole con compasión, la cabeza gacha y cansado "Por más que los Alrecchino quieran hacer desaparecer la escoria de los Ghiberti, ellos también deben de pagar por los crímenes que han cometido. Ellos... siguen siendo mafia...." el tipo volvió a secarse la frente y se paró bruscamente "Asi que Alex, el trabajo es tuyo. Debemos de desarmar a los dos" el hombre abrió la puerta y al segundo dos chicos cayeron al piso más otro que se inclinaba ante el hombre en señal de saludo. Una vez el hombre se marchó, las tres personas entraron eufóricas.
"¡Alex~ el caso de los Alrecchino es tuyo!"
"Joon, Mir" murmuró Alex cruzándose de brazos "¿Qué les he dicho de escuchar conversaciones a través de las puertas?"
"Ah, pero Alex" se quejó Mir, sobándose el brazo producto de la caída "¿Cómo iba a saber que el señor ese iba a abrir la puerta tan rápido...? ¡ni siquiera se despidió de ti!"
"El señor ese es mi jefe" le corroboró Alex riendo en el proceso "Y ese es tu castigo por estar metido en lo que no te incumbe, niño"
"No me digas niño..." empezó Mir con un puchero
"En fin, como ya habran 'escuchado', el caso se me adjudicó a mi" comenzó el mayor observando unos papeles "Y necesito ayuda para eso..."
"Tu eres el inspector, no necesitas ayuda para nada" le sonrió Joon mientras jugaba con los clips arriba del escritorio
"¿Naciste o te pagan por idiota?" le reprimió Mir, golpeándolo en la cabeza "¿Crees que por ser más inteligente que tu puede contra dos mafias?"
"Gracias por la defensa, Mir..." rió Alex "Y sí, Joon. Necesito ayuda" el Inspector miró a los tres chicos que tenía frente suyo y suspiró "Shiwon, tu serás el segundo a cargo"
"Muchas gracias señor, cuente conmigo" el chico se inclinó educadamente "No lo defraudaré"
"Pfft, Shiwon. Deja el azúcar" se quejó Mir, tirándole un clip por la cabeza
"Joon y Mir también estarán a cargo del caso..." siguió Alex. Mir se atoró y Joon se cayó de la silla.
"¿AH?" gritó Mir encarando a Alex mientras Shiwon ayudaba a Joon a sentarse otra vez "¡Me rehúso! ¡¡No soy ni Sherlock ni Watson ni Conan, no tengo por qué arriesgar mi pellejo contra esos mafiosos!!"
"S-señor, ¿está seguro? Aun estoy en entrenamiento... soy un principiante..." titubeó Joon con sorpresa
"Nada de eso, Joon" sonrió Alex "Esta es tu oportunidad para calificarte como el gran detective que puedes ser" el inspector se volteó a ver a Mir y siguió "Y tu, si aceptas entrar al caso, puede que dejes de trabajar en esa pizzería..."
"¿Dónde me dijiste que tenía que firmar, jefe?"

La humedad se estaba sumergiendo las lápidas más profundo de lo que estaban. La lluvia convertía la tierra en lodo y las enredaderas tapaban la mayoría de las inscripciones en las tumbas. A Kibum le costó una amenaza para que el gerente del cementerio cerrara el recinto por el día, y a Jihoon le faltó agradecer a la funeraria cuando el ataúd llegó apenas las noticias se hicieron escuchar por la ciudad. El Don había muerto y ahora toda la familia estaba camino al campo santo. Jihoon, Junki, Seunghyun, Sangchu, Minho, y Junyoung acarreaban el ataúd seguido por la caravana conformada por todos los Alrecchino, incluídos los del Papillon y socios de la familia.
"¿Tuviste problemas con Heechul?" le susurró Jonghyun a Kibum caminando lentamente junto con la caravana
"¿De dónde sacaste eso?" murmuró Kibum sin tomarle mucha importancia
"Escuché al mismo Heechul discutir con Jihoon antes de venir hasta acá..."
"No fue nada importante" Kibum descartó el tema y tomó con fuerza el ramo de flores que llevaba "¿Cómo vas con ese Corvette...?"
"Nada, el hijo de puta ese..." se quejó Jonghyun moviendo el paraguas más hacia Kibum notando que se estaba mojando la hombrera derecha "Es imposible mejorar su tiempo..."
"Pero nunca has corrido contra él..." aportó Kibum "¿Cómo sabes si le puedes vencer?"
"Tu tiempo es de 50 segundos en una pista simple. El mío es de 57" Jonghyun suspiró derrotado "No se trata de correr sin o con el. Se trata de los tiempos individuales..."
"Entonces deberías apostar" Taemin surgió entre los dos, quitándole el paraguas a Jonghyun y usándolo para él y Kibum "Deberías decirle a Taeyang que el que tenga menos de 50 segundos en una carrera entre los dos, se queda con el auto del perdedor"
"Hey, no es mala idea" sonrió Kibum, haciendo que Taemin le mirase incómodamente. Si bien eran todos amigos, el hecho de que Kibum fuese novio de Minho, le molestaba de sobremanera al menor del grupo "NO tienes mucho que perder"
"¿Que no tengo mucho que perder?" se quejó Jonghyun sintiendo como la lluvia le mojaba el sweater con la chaqueta por completo "Mi bebé no está para apuestas..."
"Tu bebé es un impala del 90'" se burló Taemin mordiéndose el labio "Ni mi abuelo usaría uno de esos, figúrate..."
"¿Quién es tu abuelo?, huérfano" rió Jonghyun apoyándose contra el menor
"¡No lo sé!" se sumó Taemin riendo haciendo que los demás se giraran con caras de desaprovación "Oops.."
"Compórtense, estamos en un funeral" les regañó Hyori haciendo que los dos callaran inmediatamente "Inmaduros..."
Bastaron unos minutos para llegar hasta el mausoleo y la despedida comenzó. El Don se había ido y otro nuevo había llegado.

A Sungjong le había diagnosticado Leucemia el mismo día que su hermana dejó de existir y en Nimbus empezó a llover. El chico tenía cinco años solamente. No recuerda mucho de su infancia -ha pasado toda su vida en cuatro paredes y sólo algunos miembros de la familia lo visitan- pero aun conserva en su memoria el día en que Minho llegó a la mansión y pasaba los días junto a él. Al tener la misma edad, las similitudes entre los dos fueron casi iguales en un principio, hasta que Kibum llegó y Minho tuvo que alejarse. Como Jihoon le había dejado a Kibum a su cargo, debía de preocuparse más de él y no tenía tiempo para seguir pasando las tardes con Sungjong. Fue una noche, cuando ambos tenían casi catorce, cuando Minho llegó con culpa hasta la habitación y le obserquió un peluche al chico. 'Es un regalo de mis padres. Me lo dieron el día en que me vendieron a la familia. Ahora es tuyo' y desde entonces las visitas fueron más seguidas. Con o sin Kibum. Pero Sungjong aún seguía dolido
"Debes dejar de pensar tanto en él" Sungjong miró al chico que tenía a su lado con sorpresa
"¿De qué hablas, Myungsoo?" preguntó Sungjong jugando con el borde de su pijama
"Se te nota" inquirió Myungsoo observandole de reojo "Todos este tiempo... aún piensas en Minho..."
"¡No es cierto...!"
"Toma" Myungsoo cambió el tema y le pasó un set de medicamentos "Ya estás en la hora..." Sungjong le miró con rebeldía pero las tomó de todas maneras "Me gustaría que alguna vez dejes de pensar en él..."
"No lo hago" contestó el chico cruzándose de brazos "¿Por qué debería de hacerlo...?"
"Es obvio que aún sientes cosas por él..." murmuró Myungsoo levantándose "Bueno, es hora de irme..."
"No..." susurró Sungjong mirándose las manos "Aún no llegan del funeral..." Myungsoo sonrió y se volvió a sentar
"Está bien... no me iré aún"
"Aún pienso en Minho" admitió Sungjong con dolor en los ojos "¿Pero de qué me sirve?" Myungsoo le miró con pena mientras le tomaba las manos "Ahora tu eres todo lo que tengo..."
"Olvida el tema, te va a estresar" rió Myungsoo tomando la nariz de Sungjong "¿Qué tal si salimos un rato a pasear?"
"¿En serio?" sonrió Sungjong ante la idea "... ¿Estás seguro?"
"Claro que sí... ¿Por qué no?"
"¿No te aburres?" preguntó el chico levantándose y yendo a la silla de ruedas "Digo, no es necesario que vaya en esta cosa... Me debes de odiar cada vez que me llevas en silla hacia afuera"
"Es necesario, el doctor lo dijo" corroboró Myungsoo tomando la silla con Sungjong y saliendo de la habitación "Además, ¿Por qué habré de aburrirme? Estoy contigo, eso me importa más."
"Eres tan meloso" rió Sungjong mientras observaba cómo la lluvia golpeaba los grandes ventanales de los pasillos "Debería pensar más en tí"
"Lo mismo digo..."

Kibum pensaba cerrar el Cookie&Biscuit por duelo durante el siguiente día, pero Jihoon argumentó que no era necesario y de que debía de asumir su responsabilidad de comerciante. 'Además, Yoogeun se aburrirá en casa. Tu sabes que ama estar en el café' Asi que partió hacia el local y, camino hacia el boulevard, recordó que había cancelado los turnos con los baristas y el pastelero.
"Demonios, ¿ahora que hago...?"
"Papá, ¿qué ocurre?" preguntó Yoogeun ladeando la cabeza
"Ah, tu papá Kibum es un tonto" sonrió derrotado Kibum tomando al pequeño en sus brazos "Nichkhun, Minwoo y Kikwang no vendrán hoy al café, y no sé quién me ayudará a atenderlo..." cuando iban llegando al café, Wooyoung, el dueño de la heladería de al frente, le estaba esperando con burla en la cara
"Hola preciosa..." empezó el hombre, apoyado en los refrigeradores "¿Estás solo, cariño?"
"No me digas preciosa..." le amenazó Kibum mirándole inquisitivamente con sus felinos ojos "Idiota..."
"Me gusta cuando te pones agresivo..." siguió Wooyoung aún con su molesta voz "¿Dónde están tus modelitos?"
"¿Qué te importa?" justo cuando Wooyoung le iba a responder, los lockers aparecieron bajo una nube de paraguas, atentos a Kibum
"Kibum, ¿estás bien?" preguntó Sangchu ojeando a Wooyoung quién desapareció tras su tienda "¿Está solo?"
"Sí, sí" suspiró Kibum dejando a Yoogeun en el suelo para abrir la tienda "Olvidé que les había dicho a los chicos que se tomaran el día libre..."
"Ah, pero nosotros le podemos ayudar, joven Kibum!" sonrió Dongjun corriendo hasta Kibum y tomando las bolsas mientras Junyoung habría las rejas y las puertas
"Ah, chicos. Son muy amables" sonrió Kibum mientras entraban al café "Peor no tienen por qué..."
"¿Cómo no?" se quejó Myungsoo arremangándose los puños de la camisa y sacándose la chaqueta "No lo dejaremos atendiendo solo  y con el pequeño"
"No soy peque~ño" Yoogeun cruzó sus bracitos en forma de enojo e hizo un puchero "Jum~"
"Nada de eso. ¡Es todo un hombre!" gritó Sangchu tomando a Yoogeun por los aires y llevándolo por todo el café "Aquí viene Yoogeun por todo el lugar~ Jiiio~"
"Cuidado, Sangchu" advirtió Kibum con una sonrisa viendo como su hijo volaba por los aires. Momentos después, cuando el pequeño dormía en uno de los sofás, Myungsoo y Dongjun atendían a los clientes, Junyoung hacía los cafés y Kibum preparaba los pasteles, Sangchu se acercó a su amo y le miró con seriedad
"¿Qué ocurrió con el tipo de el frente?" Kibum le miró nervioso y le evitó la mirada
"No pasa nada" contestó Kibum decorando un pastel "¿Por qué no te llevas este a la vitrina...?"
"Lo estaba acosando" persistió Sangchu a la vez que Dongjun entraba con Myungsoo "Lo escuchamos"
"Sangchu, no hagas nada de lo que nos podamos arrepentir..." empezó Kibum "Es sólo un civil sin relación con nosotros..."
"No será la primera vez que mate a alguien porque se atrevió a insultarte, Kibum" afirmó Sangchu mientras Dongjun afirmaba manteniendo su sonrisa
"¿Hace cuanto que le molesta, joven Kibum?" preguntó Myungsoo apoyándose en el mesón
"...Desde que llegué" contestó Kibum aplaudiendo para sacarse la harina de las manos "Pero en serio, no es nada gr-" pero Sangchu iba camino hacia la puerta
"Iré al baño" anunció antes de salir de la cocina
"....Por dios" susurró Kibum
"¡Sólo va al baño!" sonrió Dongjun tomando el pastel del mesón "Lo iré a poner a la vitrina~"
Unos minutos después -te demoras treinta minutos para ir al baño, le inquirió Kibum- y Sangchu había vuelto, con sudor en la frente la chaqueta manchada
"Se resistió" se defendió Sangchu tirando la chaqueta lejos "Pero fue un accidente, lo juro"
"SI, un accidente" rió Kibum apilando los platos junto con Junyoung "Eso es lo que todos dicen" un momento después unas sirenas se hicieron escuchar por todo el boulevard mientras Sangchu se ponía un delantal
"¿Luzco como un barista?" preguntó mientras sonreía idiotamente
"Supongo" sonrió Dongjun a la vez que la policía entraba al café "¿Puedes actuar como uno?" Sangchu tomó una bandeja con unos cafés y al momento de caminar, todo dio contra el piso.
"...supongo"

Notas finales:

eso!. REVIEWS :D!! se los respondo todosss :) <3
besitos, las amo :X


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).