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AKATSUKI HALLOWEEN por Alhen Lawliet

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Notas del capitulo:

Segundo capi, jejeje, se que ya pasó la fecha, pero... ME VALE!!!!!! jajajaja, espero que lo disfruten como yo lo disfruté al escribirlo. ^w^

Que noche, la más agotadora del año. ¿Por qué? Debido a que cierto miembro infantil deseaba salir esa noche. Si, era noche de brujas y Tobi deseaba una gran cantidad innecesaria de azúcar. Como su Sempai, debía acompañarlo. ¡Maldito Pain! Lo odiaba debido a que por él, tenía que acompañar a Tobi esa noche. Iban de casa en casa. El jovenzuelo pedía dulces y quien no le daba, le hacía bromas. Debía admitir que era divertido ver al inquieto enmascarado en aquel lado “oscuro” que tenía.

Iban de casa en casa, Tobi se encontraba disfrazado de fantasma, uno muy bobo al parecer de Deidara. Para su mala suerte, el también tuvo que ir disfrazado. Lo único que se había puesto, fue una toga negra y se había pintado la cara de blanco, simulando un fantasma o algo similar.

Para su fortuna, no eran los únicos. Kakuzu y Hidan también habían salido. El primero para tratar de vender los dulces que le regalaban. El segundo, para atascarse con los caramelos. Ambos también “disfrazados” Kakuzu, había ido de zombie, si, únicamente había tenido que ir tal cual. No pensaba gastar dinero en cosas como esas. Hidan, por otra parte, había salido a pedir dulces vestido como vampiro, si, con ese rostro uno juraría que lo es, y más con la sangre que tenía (¿de dónde sacó la sangre? Pues… no era del todo falsa).

Kisame e Itachi también. El primero, como ¿Aquaman? Mientras que Itachi había salido de comadreja, se veía adorable y con eso lograba que le dieran más dulces, imposible resistirse a la carita que ponía de soy-endiabladamente-adorable-tienes-que-quererme. Con esos ojos enormes y esa mueca de chibi, además que aquel disfraz lo hacían ver abrazable hasta dejarlo sin aire.

- ¿Por qué a ti te tocan más dulces?

- Por que soy demasiado lindo y nadie puede resistirse a mimar a un adorable chico como yo, más si estoy disfrazado de un animal, haciéndome lucir más adorable.

- Te odio por ser tan adorable… pero eres tan adorable, imposible odiarte.

Abrazaba al chico comadreja.

- Lo se, nadie puede resistirse a mis encantos y ternura.

Le dijo mientras comenzaba a devorar una paleta de fresa. Oh si, Itachi sabía como persuadir a la gente para obtener lo que quería, simplemente tenía que lucir adorable, y para el, era cosa de niños. Era un don natural.

Mientras, con Kakuzu y Hidan.

- Oye, ¿qué harás con los dulces? Que yo sepa a ti no te gustan.

- Fácil, puedo revenderlos.

- Nadie te los compraría.

- Siempre habrá algún idiota al que le pueda vender dulces.

- Lo dudo.

- Ya lo verás.

- Te apuesto a que no.

- Trato, $400 será.

- ¿Qué?

- Lo sabia, no lo haces por que sabes que tengo razón.

- Si lo haré y te demostraré que yo rengo razón.

- Claro, igual que siempre.

- Así es.

- Estaba siendo sarcástico.

- Bien, pues yo no.

Le dijo con aquella sonrisa que solo el podía tener. Cerraron el trato.

Con Tobi y Deidara.

Caminaron todavía una calle más. Tobi estaba muy feliz, pues había conseguido muchos dulces esa noche. A Deidara le daba igual.

- Tobi, ¿Cuántas casas más tenemos que tocar?

- Ésta es la última calle, Sempai.

- Diablos. Estoy mortalmente aburrido.

- Pero, Sempai. Se supone que esta noche debe ser divertida.

- Yo no me estoy divirtiendo para nada.

- Oh! Sempai, no se preocupe, no es el único que está amargado.

- ¡¿Quién está amargado?!

- Este… nadie, jejejejejeje.

Dijo soltando aquella risita tonta. Deidara sentía un deseo enorme de asesinarlo de la manera más cruel posible. Tobi comenzó a correr, legando a la siguiente casa y tocando el timbre con gran emoción.

- ¡Dulce o truco!

Abrieron la puerta. Una señora regordeta que tenía en sus manos un gran tazón de dulces.

- Oh! Baya, mire ¿qué tenemos aquí?

- soy un fantasma.

Dijo alegremente mientras extendía su pequeña calabaza con dulces.

- Ya veo. Supongo que vienes por dulces.

- Si, como todos.

- Bien, lamentablemente… estos dulces… no son para niños.

- Yo no soy un niño.

- Entonces no los necesitas, cariño.

Y cerró la puerta. Dejando a Tobi desilusionado.

- No es justo. Entonces… Oh!

Ya no tenía como desquitarse. Bajó su cabeza y se marchó completamente destrozado. Deidara, aunque lo detestara, trató de animarlo.

- Siempre hay otras casas.

- No. Mejor regresemos, Sempai.

Dijo decaído. Sabía la razón. Lo odiaba, pero al fin y al cabo, le tenía cierto aprecio. No era el mejor compañero que hubiera deseado, era torpe y la mayoría de las veces lo deseaba muerto, pero eso sí, el chico era servicial, a su manera y casi siempre haciendo cosas que lo molestaban aún más, pero siempre estaba ahí con el, a su lado, sin importar nada. Era un buen chico, como siempre se autonombraba. Trató de hacerlo sentir mejor, aunque no era muy bueno haciendo sentir mejor a los demás, en especial si se trataba de Tobi.

- Eh… ¿Tobi?

- ¿Si, Sempai?

- Yo… eh… toma.

Le ofreció sus dulces.

- Pero, Sempai, no puedo aceptarlos, son suyos.

- A mi no me gustan, te acompañe a esto únicamente por que yo… debo estar contigo.

- ¿En serio?

Se ilusionó con solo escuchar aquello. Obviamente, había malinterpretado las cosas, se abrazó efusivamente a su Sempai mientras le decía que el también lo quería mucho. Eso lo incomodó y apunto estuvo de empujarlo hasta tirarlo al piso, pero, se contuvo, suspiró resignado, rodando los ojos y palmeó la cabeza del chico enmascarado mientras le sonreía.

- Si, Tobi, también te quiero.

A lo lejos, alcanzó a ver a Hidan y Kakuzu y una idea le cruzó por la cabeza.

- ¡Hey! Chicos. Necesito pedirles un favor.

Les llamó. Así ambos escucharon lo que Deidara les estaba pidiendo. Horas más tarde, todos habían regresado a la guarida. Pain, les había “recibido”.

- Ya era hora de que llegarán, ¿Cómo estuvo su noche?

- Bien.

- Regular.

- A Tobi le fue bien.

- hm…

- mas o menos.

- Gane dinero.

Fueron las respuestas de Hidan, Kisame, Tobi, Itachi, Deidara y Kakuzu. A la mañana siguiente. En el desayuno, Kakuzu revisaba el periódico, donde una nota decía claramente “Misteriosa muerte” donde aparecía la imagen de cierta mujer regordeta.

- Baya que gané dinero esa noche. ¿No, Hidan?

- Si, ganaste la apuesta, ¿Quién diría que en verdad hubiera un idiota que comprara dulces en noche de brujas? No me importa haber perdido dinero, al menos, conseguí un sacrificio para Jashin-sama.

- Todo gracias a Deidara, el favor que nos pidió nos favoreció enormemente.

- Si. Jejejejejeje.

Con Itachi y Kisame.

- Itachi, te dije que no comieras tantos dulces, mira, ya estás como loco.

- No, simplemente que hoy amanecí con muchas energías.

- Itcahi, estás así por el azúcar, lo se por que incluso estas sonriendo ¡Y tú no sonríes!

- Es que estoy de buen humor.

- No es cierto, jamás estas de buen humor.

- Y tú jamás serás Aquaman, acéptalo.

- Incluso con sobredosis de azúcar eres cruel.

En definitiva, la noche de brujas, era la noche preferido de los Akatsukis… al menos, la mayoría de ellos.

FIN.

Notas finales:

Jejejejeje, ¿Qué les pareció? tengo el tercer capi ya terminado, pero al menos quisiera un review para saber si les gustó o no... Review? *n*


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