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Batman vs Superman por Wolfram Von Bielefeld

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Notas del capitulo:

bien el segundo cap. como lo han visto mi forma de escribir es mucho relajada. no me gustan los dialogos. y los evito si es posible. aun asi e tratado de conservar el estilo de Ciel y la trama original. asi que muchas gracias por sus comentarios y los dejo con el segun cap editado. espero que les guste.

Bruce Wayne soltó una carcajada de forma limpia. Billy lo miro y sus mejillas se ruborizaron. Ese hombre era impresionante, con o sin su máscara. Tenía unos ojos encantadores, su fina boca poseía unos labios carnosos y apetecibles. Su piel bronceada era como la misma seda y relucía más. Su cuerpo ¡Dios! Su cuerpo era una obra maestra. Una estatua finamente esculpida para el deleite y envidia de los mortales.


 


La voz del millonario resonó en el órgano auditivo del joven, seduciéndolo. Casi podía sentir el calor que su cuerpo producía con solo escuchar su melodiosa voz, tan viril. Batman en esos momentos solo llevaba puesto una sudadera gris perla y jeans azules marinos. Entonces ¿Como lograba verse tan seductoramente sexy? más de un transeúnte se volteaba a mirarlo. Hombres y mujeres por igual.


 


Billy  negó con la cabeza. Y mirándolo externo que a su pensar debían extrañarle en la JLA. Es decir él es uno de los seis fundadores… 


 


El hombre de negocios lo miro con cierta molestia. El Capitán Marvel se disculpo, al parecer ese comentario suyo lo molesto.  Una mirada más suave por parte del Caballero Oscuro le hiso sentir mejor. La sonrisa de chico volvió, al igual que su seguridad para formular la pregunta que iniciaría su cita. ¿Qué te parece si te invito a comer?


 


Bruce acepto, aclarándole que de su cuenta corrían todos los gastos. De todas formas le prometió que ese día estaría a tu disposición para lo que se le antojara. El chico abrió los ojos y sonrió al tiempo que se colgaba de uno de sus brazos. Deseaba que fuera especial, no todos los días se cumple dieciocho años. Y era la primera vez que alguien estaba a su lado para celebra esa fecha. Además tenía que sumarle a ello, que quien se encontraba a su lado era “BATMAN”. Otra sonrisa por parte del millonario casi lo desmaya de la emoción.


 


Intento oponerse a eso de que el Guardián de Gotham se llevara todos los gastos. Pero el ganarle al murciélago en una discusión no estaba dentro de sus habilidades. Aunque no por ello se rendiría, al final se conformo con decirle que al término del día le pediré algo y no podría negarse. Bruce acepto al tiempo en que seguía su camino sin darle mucha importancia.


 


En ese momento lo supo, él, El Capitán Marvel amaba a Batman.  Ya lo tenía todo planeado, ese sería el día en que besaría a Bruce. Le declararía su amor y serian felices por siempre. Aunque tenía un problema. Uno muy grande y poderoso. Superman. ¿Qué sentiría el kriptoniano por el millonario? Esperaba que la respuesta fuera: nada, o de lo contrario tendría que pelear, literalmente hablando, por el Señor de la Noche.


 


Debía saber con certeza al menos eso. Le llamo. El millonario le prestó atención.  ¿Qué piensas de Superman? Lo soltó rápido antes de retractarse. Con esa simple pregunta el gran Batman se quedo sin habla.


 


 


 


 


 


 


 


¿Dónde demonios estaba? Se preguntaba por veinteava vez durante una hora. Si Bruce Wayne era tan famoso como diantres era que nadie gritaba eufórico ante su presencia. Se estaba desesperando.  Tenía que encontrarlo. Vale, que la apuesta tenía límite de tiempo y a él solo le quedaban, cuanto mucho, cuatro días. Lo malo fue que dejo todo a la suerte y perdió mucho tiempo encerrado en la Atalaya, pensando que Batman no pasaría mas de tres días fuera de ella. Luego, después de regresar a Metrópolis, pues tenia trabajo pendiente y ninguna noticia del Caballero Oscuro; es más, sus patrullajes los hacia Nightwing.


 


De verdad que lo estaba poniendo de malas. Él, Superman, el hombre más fuerte del mundo se estaba quedando corto frete a Batman. Podía sentirse humillado y excitado al mismo tiempo, sin embargo ninguna de las dos opciones le dejaba alguien con quien desquitarse.


 


La alarma del Atalaya sonó de forma casi magistral. Y el Kriptoniano casi rezo para que esa emergencia involucrara a al Señor de la Noche.


 


La misión implicaba a Wonder Woman, a Kara su prima y a él mismo. Y para acabarla de amolar simplemente era en otro lugar de la galaxia, ya que la ayuda la pedía los Green Lantern´s y ni como negarla. Así que eso le tomaría por lo menos dos días. Dos días que muy seguramente Capitan Marvel aprovecharía al máximo.


 


No lo mataría, eso no era del Boy scout de Metrópolis, pero lo que si podía hacer era… CA  PAR  LO.


 


 


 


 


 


 


Sus ojos estaban abiertos a más no poder, no sabía que responder. Nunca se había parado a cavilar que era lo que pensaba o sentía realmente por Superman. Es decir saciaba de cierta forma necesidades primarias que todo ser humano tenia. Y hasta donde había descubierto también Kriptonianas. Pero el meollo de todo ese dilema en el cual estaba metido, no tenía nada que ver con los sentimientos. Los cuales cabe decir el creía del todo inexistentes. Más bien, inservibles. Porque sentía lujuria. Eso era todo. Una reacción química de hormonas que destila el cuerpo llegado la etapa de reproducción, no era que él, Bruce Wayne pudiese decir que sus acciones contenían algún significado sentimental. Porque no era así.


 


Podía admitirlo para si mismo. Clark besaba genial, tenía ese don de hacerte caer en sus brazos con solo un beso.  De llevarte al paraíso mientras sus manos delineaban tu anatomía. Pero de ahí a estar enamorado de él distaba mucho. No. Él no estaba enamorado ni sentía nada por Superman. 


 


Billy lo observo con algo de preocupación, el Caballero Oscuro se encontraba perdido en su mente


 


Salió de sus cavilaciones, recobro de inmediato la compostura, contesto a la pregunta sin vacilar. “Siento respeto”. ¿eso era lo único? Se pregunto mentalmente mientras el joven junto a él lo miraba con alegría. Era bueno saberlo.


 


Si bien al enterarse quién era el Capitán Marvel sintió algo de pena y empatía por él, ahora lo respetaba. Billy Batson quedó huérfano siendo muy pequeño al ser asesinados sus padres. Igual que él. Fue adoptado por un hombre quien más tarde lo abandonaría,  teniendo que aprender a vivir en las calles de Fawcett City, dedicándose a la delincuencia para poder subsistir y poder asistir a la escuela al mismo tiempo. Sin embargo de aquel chiquillo irresponsable nacería uno de los más grandes héroes. Billy enmendaría su vida, convirtiéndose en relator de la famosa radio "WHIZ" y ganando suficiente dinero para poder vivir mientras paga sus estudios. Ese era al joven que actualmente tenía delante de él.


 


Admirable. Se dijo interiormente.


 


El día no fue tan malo como lo creyó Bruce. Habían ido primero a comer, posteriormente y sin muchos ánimos de ello, a un parque de diversiones. Y aunque Batman estaba más que acostumbrado a las caídas de grandes alturas y los movimientos rápidos y casi simultáneos, no le hizo gracia el saberse algo fóbico a esos juegos mecánicos, sin contar el hecho de que no se pudo escapar de esa tonta atracción que lo dejo mojado hasta los huesos. Billy rio de buena gana y le prometió no contárselo a nadie. Luego una película, la cual agradeció fuera de acción y no de romance. Por último solo comieron cerca del departamento del chico una hamburguesa y listo el día se había ido como agua.


 


Sin duda quedar con Billy fue mucho más interesante de lo que sonaba las tontas y simplonas citas con Superman. Las cuales siempre involucraban un picnic. ¿Que no tenia creatividad? O simplemente era tan clásico que su idea de una velada romántica implicaba cargarlo, ¡Si, cargarlo! ¡A él!, mientras volaban por la playa viendo un atardecer. Su orgullo de hombre no le permita hacer semejante cosa. Que sería considerado en su rango diez de cosas cursis.


 


El Capitán Marvel estaba radiante de dicha. Lo notaba en sus pupilas cristalizadas y en ese leve rubor que cubría su rostro de adolecente. Así que por ese lado podía darse por satisfecho. El chico no paso su cumpleaños solo. Ciertamente el tenia a Alfred a su lado para celebrar fiestas importantes. Pero, la soledad de la mansión Wayne a veces lo engullía y atormentaba más que darle refugio. Y cuando la oscuridad no solo llena tus sentidos sino también tu corazón, es difícil no llorar, llorar en silencio conteniendo las lágrimas, porque el demostrarlas es signo de debilidad.


 


Bastón intento llamar su atención, el guardián de Gotham City se  había quedado muy pensativo otra vez.


 


Ahora solo falta una cosa. Bruce se inclino hacia el joven.


 


Un fuerte viento estampo a los dos contra la pared. Eso no lo tenía contemplado en los planes. Y Billy acaba de perder su momento romántico con el murciélago de Gotham. Estaba furioso.


 


Grito “Shazam”, convirtiéndose de inmediato en el gran Capitán Marvel. Se coloco delante de Bruce para resguardarlo de la gran tempestad. Estaban tan cerca que podía sentir su respiración. El estomago se le  revolvió y sus mejillas se colorearon deprisa. Estaba a un palmo de besar al hermético Batman. El hombre lo miro con algo de molestia. Se separo de inmediato, ya con su transformación le sacaba por lo menos una cabeza en estatura al Guardián de Gotham. El Capitán Marvel se disculpo incomodo, esos bellos ojos le decían que podía cuidarse solo. Y tenía razón.


 


Salió volando rumbo al centro de Fawcett City,  esa cosa parecía un huracán nivel cinco.  Se aventuro dando vueltas a todo lo que podía, si lo hacía en sentido contrario seguramente lograría deshacerlo.


 


Un puño lo mando al pavimento.


 


El Señor de la Noche se encontraba a unos metros en un edificio adjunto. Saludando a Bizarro con sarcasmo. El clon mal hecho de Superman contesto con su elocuencia habitual, sonriéndole de forma perversa, asegurándoles que a él no le agradaban las ratas con alas. Como respuesta a tan inteligente comentario recibió varios bumeráns explosivos


 


Bizarro se cubrió la cara, y el Caballero Oscuro aprovecho para sacar de su alcance a Capitán Marvel. Contacto a la Atalaya necesitaban refuerzos.


 


La respuesta fue rápida y tardarían menos en llegar.  Pero las cosas no estaban como para esperar. El chico estaba desmayado y con él en brazos le era difícil maniobrar.


 


Green Lantern apareció como salido de nada golpeando a la copia barata del hombre de acero.


 


Batman parecía estar bien, por ello Hall se abstuvo de preguntar, pero su mirada lo cuestionaba por verlo en el suelo y al parecer cubriendo algo.


 


El Caballero de la noche descubrió el cuerpo de Billy, dándole a entender que ambos estaban en perfectas condiciones. Con un asentimiento se pusieron de acuerdo. Ellos los cubrían.  


 


Vio caer a Black Canary y segundos después a Green Lantern. No tuvo ni que mirar atrás para saber que Bizarro le pisaba los talones. Un fuerte golpe lo mando al pavimento y como era de esperarse del Caballero Oscuro su reacción fue increíblemente rápida, cayó sobre sus pies sosteniendo con algo más de firmeza el cuerpo del adolescente.


 


—Mamá pedirme llevar al murciélago —dijo el clon infructuoso del hombre de acero. — Y yo llevar al murciélago.


 


Su falta de léxico estaba comenzando a molestar a Batman. Sin embargo no estaba para hacerla de profesor de gramática, así que lo dejaría pasar, coloco a Billy con cuidado lejos de Bizarro y salió a todo correr. Si lo buscaba a é, no podría en peligro la vida del Capitán Marvel.


 


La copia barata de Superman ni siquiera reparo en el cuerpo laxo del joven, y se apresuro en la captura del Señor de la Noche.  Sus manotazos  destruían todo a su paso, pero el guardián de Gotham era demasiado rápido para él. Fue más instinto que inteligencia. O  tal vez furia, ese hombre lo estaba humillando a él, a Bizarro. Era como si un perro quisiera atrapar a un ratoncito escurridizo.  Y con ese mismo razonamiento se abalanzo intentando darle con sus rayos caloríficos. Batman se resguardo. La piedra detrás de la cual estaba se calentaba rápidamente, debía hacer algo.


 


De su cinturón tomo una pequeña cápsula. No tenia nada mas que pudiera servirle así que debía dar en el blanco a la primera. Dio una marometa en el aire y apuntando lo mejor que pudo lanzo la cápsula. Los rayos de Bizarro impactaron contra ella y esta exploto, el  Multiextintor saturo por unos momentos el espacio y el oxigeno desapareció, por una parte estaba ahogando a su atacante y por la otra la espuma lo cegaba. Eso solo le dio tiempo suficiente para cambiar de escondite, debía alejarse lo suficiente para que ese monstruo no dañara a sus colegas. Green Lantern esta llevándose a Black Canary y a Billy y pudo notar como le costaba trabajo, muy seguramente ese horroroso sujeto lo había lastimado de gravedad. Nadie mas de la liga estaba capacitado para hacerle frente.


 


Una flecha verde paso cortando el aire, silbando en dirección a Bizarro. Este solo dio un alarido de dolor cuando la flecha impacto en su costado. Batman no necesito ver de quien se trataba.  La caballería por fin llegaba. Eso no lo detendría por mucho a si que el Robin Hood moderno hizo una seña con la mano para  retirarse.


 


No podía hacer mucho, si su objetivo era Batman, debían sacarlo del área urbana


 


Sin duda las flechas usadas eran las que el mismo murciélago hizo de kriptonita azul. Y al parecer acertó al usuario de aquella arma.  


 


Los dos corrieron como alma que lleva el diablo. Bizarro estaba intentando sacarse la flecha, cosa que no tardaría en conseguir.


 


El razonamiento del villano fue “Mamá de Bizarro quiere al murciélago. Y Bizarro le llevara al murciélago”.  Ese solo pensamiento le infundió valor para arrancar de un solo jalón la flecha. Gruño del dolor lanzando lejos el mineral.


 


El arquero verde perdió el suelo en algún instante, y se preguntaba ¿cuándo había aprendido a volar? Aunque estaba seguro que eso era del todo imposible. Y así era, Bizarro lo sostenía por los brazos amenazando con soltarlo.


 


El Caballero Oscuro le apuntaba a la cabeza, mientras le ordenaba bajarlo inmediatamente.


 


Bizarro rio los juguetes que le pudieran lanzar solo le hacían cosquillas.


 


Aunque bien valía la pena probar,  disparo. 


 


El villano soltó a Flecha verde, Batman no perdió tiempo, lo cogió en el aire. Olli no retuvo su pregunta al ver como el deforme Superman impactaba no muy lejos de donde ellos aterrizaron. “¿Con que lo atacaste?”  


 


Batman no tuvo tiempo de contestar, el gigante se estaba levantando de nuevo. “Que no se muere con nada”. Pensó Flecha Verde.


 


Bizarro es tan resistente como el mismo Superman.


 


Esa información llego de labios del Caballero Oscuro. Y  en opinión del rubio arquero, no eran buenas noticias. Se coloco a la defensiva.


 


Bizarro estaba golpeado pero se sostenía bastante bien, y de hecho cualquiera diría que no había sido atacado. Atrapo la flecha del Robín Hood, destrozándola. Caminaba de forma solemne, sin retirara la vista de Batman. Llegando a su altura golpeo a Olli dejándolo inconsciente,  tomo de un brazo al murciélago de Gotham al tiempo que era succionado por un portal.


 


 


 


 


 


 


 


 


Clark Kent entro por la puerta principal de Atalaya, estaba cansado e irritado. La ayuda que tan enérgicamente habían pedido los Green Lantern era para ayudar a desalojar un planeta. Si, un planeta entero. Si bien el resultado fue bueno, a ellos les había tocado hacer la parte menos glamorosa. Cargar. La asociación de la Green Lantern dispuso todos sus elementos para el traslado de los individuos,  mientras Kara, Diana y él tenían que lidiar con los millones de paquetes de diferentes índoles; porque eran desde monumentos, no muy grandes, hasta animales, los cuales por cierto no eran muy limpios; que se debían llevar al nuevo hogar de aquella raza. No se quejaba. Estaba para ayudar, pero el hecho de que lo hubieran considerado un botones no le hacia gracia.


 


Pero dejando de lado todo eso, estaba de vuelta en casa y podría tomarse unos días libres, invitaría a Bruce a un día de campo y...


 


¡Ah! Ya se le había olvidado que estaba peleado con Batman. Bueno, tanto como pelear pues no. Era mas una competencia para ver quien hacia valer su voluntad, y es que tanto él como el Caballero de la Noche sentían una necesidad imperiosa de saber qué lugar ocupaban en esa “RELACION” que según Clark llevaban, pero que Bruce se negaba a admitir, es decir, si dejas que alguien este contigo en situaciones como…bien, solo digamos comprometedoras. Pues es obvio que tienen un noviazgo. Tal vez no con todas las letras de la palabra, pero igual y lo tenían. O eso pensó el Kriptoniano, porque de hablar con las cartas sobre la mesa, lo único que sacaron en claro era que ninguno quería estar por debajo. Y ahí se desato el infierno. Estaban bien cuando solo tenían roces ocasionales, nada formal. Pero la verdad era que el hecho de solo toquetear un poco del murciélago de Gotham ya se le hacia mas bien poco. Necesitaba sentirlo de todo a todo para poder remotamente satisfacerse. Y recalcaba, vagamente, porque lo que el deseaba de ese hombre era...


 


Kara lo interrogo a su primera oportunidad y aunque la pregunta sonó algo tonta, el: “¿estás bien?” No era algo aplicable al hombre del acero, pero al parecer no era la única, también se veía la interrogante en los ojos de Diana


 


Clark solo dijo. Si. Para luego intentar argumentar algo más, sin embargo Wonder Woman se le adelanto. Ella deseaba entenderlos, a los dos, y estaba casi segura que el problema era. Bruce. Y acertó, la sola mención del nombre le hizo dar un leve brinco en su lugar. Él solo asintió algo tímido.


 


No se había atrevido a cuestionarlo directamente, y viendo la oportunidad no la desperdiciaría, seguramente toda la Atalaya se hacia la misma pregunta. ¿Por qué pelearon realmente? La amazona tenía un tono de total incertidumbre y Superchica la apoyaba, es decir nadie se creyó ese discurso improvisado de la cafetería.


 


El hombre de acero estaba por explicarse. La voz a su espalda lo detuvo, se escuchaba muy alterada.


Estrella, daba gracias de que hubiera regresado al tiempo en que lo jalaba de forma insistente de su capa para que la siguiera, debía enterarse de lo sucedido.


 


El Atalaya era un caos total, todos corrían de un lado para otro. John, el extraterrestre y Destino parecían muy concentrados en conectarse psíquicamente, Green Lantern se encargaba de coordinar las misiones, Chica Halcón y Flash no parecían darse abasto con las emergencias de nivel omega que les salían al paso. Y los demás, pues acataban ordenes. Yendo y viniendo a donde les necesitaran, porque parecía que todos los supervillanos se pusieron de acuerdo para atacar en esos días. 


 


¿Pero qué está pasando aquí? Esa era la mueca que Kara y Diana tenía dibujada en el rostro.


 


—Han secuestrado a Batman. — Declaro Estrella  


 


Por un momento el tiempo se detuvo, luego un potente  grito paró todo el movimiento y silencio a la Atalaya completa. Superman estaba luchado para controlarse. Sus ojos azules se volvieron rojo vivo.


 


El decir que parecía fiera enjaulada era poco. Superman se encontraba fuera de la enfermería, impaciente por ver a los que estuvieron involucrados en aquella pelea en que secuestraron a Bruce. Aunque su furia estaba dirigida más específicamente a cierto adolescente al cual solo le estaban haciendo un chequeo.


 


Apenas lo vio salir, le sujetó del brazo llevándolo; más bien arrastrándolo; a la sala de juntas privada. Debía saber de primera mano cómo sucedieron los hechos y aunque le pesara era Capitán Marvel quien estaba en ese momento con Batman. Su corazón bombeaba y su cabeza parecía a punto de explotar por la tensión que estaba soportando. Sin embargo cuando hizo la primera pregunta sonó tan neutral que él mismo se sorprendió.


 


El interrogatorio del héroe de Metrópolis estaba fuera de lugar. Él muy a su pesar se había desmayado y no sabía mucho de lo acontecido, por eso contesto con tono déspota, a la defensiva. Ya se sentía lo suficientemente mal como para que se lo restregaran en la cara. Además bien pudo preguntarle a Green Lantern o en todo caso a Green Arrow, quien fue el último en verlo. ¿No?  Y su forma de pararse y de hablar lo estaban molestando.  ¿Ese hombre se creía dios? O, ¿Qué?


 


Se froto la sien, estaba llegando a su límite. No tenía humor para  jugar con ese adolecente. Capitán Marvel logro ver entre esa coraza de autodominio su intención, si pudiera ya tendría la mano de ese sujeto en el cuello.


 


¿Pero se supone que yo si lo éste para tus desplantes sicóticos? Pensó en provocando adrede, se contuvo, en su lugar. Dejaría algunas cosas en claro, estaban solo y era el momento perfecto para saber lo que el líder de JLA sentía por el murciélago. Le regalo una sonrisa altanera antes de comenzar a indagar. Sabía que estaba jugando con fuego, ¡pero al diablo! Antes ese hombre fue su gran héroe, un ejemplo a seguir, ahora solo podía verlo como un pavo real al cual le gustaba que lo idolatrara, que el mundo este a sus pies.


 


Sus ojos se entrecerraron, como queriendo descifrar aquello que el Capitán Marvel estaba por decir. Y esa sonrisa suya lo estaba poniendo de peor humor si era posible.


 


El amor. Canturreo el chico sin inmutarse siquiera. Superman no entendía a que venía esa frase. Luego la pregunta que llego a sus oídos lo descoloco. ¿Tú lo amas, no Superman?  Las palabras denotaban seguridad, más que pregunta lo estaba afirmando. El héroe de Metrópolis dio unos pasos a atrás. Se suponía que nadie además de ellos sabía de su relación.


 


Sin duda era un tonto ingenuo, se dijo Billy sonriendo con desprecio, acababa de confirmar sus sospechas, y se lo hizo saber.


 


El Kriptoniano estaba comenzando a ver que el chico no era un santo. Y era verdad. ¿Cómo se suponía que debía saberlo? Nadie además de ellos sabía de su relación.


 


No era tonto, había notado como lo miraba. Le molesta que alguien que se cree superior solo por sus poderes intentara adueñarse de Bruce. Él era autentico, no necesita habilidades especiales, se basta por sí mismo y…


 


Tú lo amas. Aseguro el kriptoniano, no se equivoco al leer las intenciones de Bastón.


 


Sí, respondió tajante, lo quería para él, le trataría como se lo merece y curaría todas sus heridas. Le increpo en la cara. Luego se quedo callado un momento. Eran iguales, en muchos sentidos. Continuo, su semblante era firme. Creía poder llenar ese gran vacío y sufrimiento que oculta a todos, sin duda él era el indicado.


 


Que le hacía pensar eso. Tuvo la oportunidad de demostrar que podía protegerlo y fallo miserablemente. Le restregó en la cara sin remordimiento.


 


Tenía razón. Pero no se necesitaba ser el gran héroe para llenar las expectativas de Bruce, él no es están superficial.


 


Lo estaba desafiando y muy seguramente pagaría por ello. Pero si no pudo defender a Batman por lo menos no dejaría que nadie pisoteara sus sentimientos por el murciélago. Además bien podía regresarle el golpe con guante blanco. Le contaría sobre la pregunta que le hiciera a Bruce. La respiración de Superman se detuvo un instante.  Lo podía ver estaba ansioso. Luego le dio la respuesta. Respeto. El hombre de acero apretó los puños.


 


¡Mentira! Exclamo. Sonó tan neutro como cuando das la hora.


 


Estaba ciego no quería ver que ya lo había perdido. Billy sonrió con amargura. Bruce es mucho para ese sujeto.


 


No se quedaría atrás, pues si la cuestión eran los superpoderes, él también los poseía.


 


Bastón, simplemente se molesto, los suyos provenían de la magia. Se lo aclaro, para adjuntar después que si él lo aceptara los despreciaría con tal de ver en ese rostro un dejo de felicidad.


 


Los dos se miraron, uno con la clara idea de que él hombre de acero estaba muy sorprendió; lo notaba en sus ojos; y él otro con la certeza de que ese niño no conocía de nada a Bruce. Lo que proponía era una utopía.


 


Superman bajo los ojos, si bien estaba seguro que todo lo dicho por ese joven era una muestra real de su afecto y sus palabras se las creía del todo, también lo estaba que no podría ser jamás. Y sin embargo se sentía inferior a ese chiquillo que con tan pocos años encima, lleno de ilusiones e inocencia intentaba con todo su empeño llegar con sinceridad hasta el corazón más frio de la tierra. Él era el hombre de acero, y sin embargo ese jovencito tenía más convicción en poder cambiar a Batman que la que él tenía en volver a robarle un solo beso.


 


Levanto la vista, listo para decir cualquier cosa y no quedar como un tonto frente al Capitán Marvel.


 


Un estruendo sacudió la Atalaya entera. Las alarmas comenzaron a zumbar, las luces se encendían y apagaban intermitentemente. Los dos superhéroes salieron al pasillo. Los empleados de la torre estaban siendo desalojados. Sin pensarlo, Billy dijo la palabra mágica que libera su poder. Ahora listo para la batalla, volaron hacia el centro de control.


 


Entraron al mismo tiempo. Ambos con la mirada fría. Sus cuestiones personales podían quedara para después. Primero debían enterarse de ¿Qué estaba sucediendo? Superman se acerco al panel de control.


 


Otra sacudida los mando al suelo. La princesa amazona salió volando por uno de los angares, Kara la seguía al igual que Hal. El kriptoniano no perdió tiempo en alcanzarlos.


 


Capitán Marvel miraba la pantalla extrañándose de ver las detonaciones, pero no al que los ataca.


 


Un jovencito más o menos de dieciséis años entro a la sala, asegurándoles que el intruso no estaba ahí. Se acomodo en el panel, coloco las cámaras interiores para que estas apuntaran a las esquinas. Explicaba al tiempo que tecleaba sobre el gran tablero. Y buala. Podían ver al inoportuno. En una de las pantallas secundarias se observaba movimiento, aunque por la velocidad no lograba captarse bien de quien se trataba.


 


 


Continuara…

Notas finales:

el tercer cap tendra un mas correcciones porque yo no he visto a los teen tintans por tanto omitire su entrada. muchas gracias por leer ah por cierto todos los pesonajes que estoy utilizando son la liga de la justicia ilimitada. por si alguno gusta verlo, y hasta ahora se hace referencia al capitulo "CHOQUE" vale nos leemos.


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