Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La canción de los árboles por lizergchan

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Re subido

 

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimito-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión

Parejas: SasuxNaru.

Aclaraciones y Advertencia: Este es AU (Universo alterno) Contiene Yaoi, Tragedia, Lemon.

Beta: Usarechan

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

Capitulo 2.- Espíritus

 

Sasuke estaba sentado en una de las altas y gruesas ramas del olmo con una mano en el tronco del mismo, tenía la mirada fija en la casa que se erguía frente a él. Desde hace un par de días que no había vuelto a ver al rubio y por alguna razón deseaba verlo.

El canto de un ave sacó a Sasuke de sus pensamientos, miró a su lado encontrándose con una pequeña ave de hermoso plumaje azul.

 

-¿Qué? -preguntó el azabache en tono molesto.

-Te ves muy entretenido -comentó la avecilla, sin embargo el azabache no pronunció palabra -¿Qué puede llamar tanto la atención de un ser como tú?

-No es tu asunto -le dijo molesto.

-Los humanos son seres extraños y peligrosos -comentó una lechuza que asomó la cabeza de un agujero que había en el tronco del olmo -Se sienten dueños del mundo, cuando son solo una mísera parte de él -salió de su nido para acercarse al azabache y a la otra ave -Sin embargo no todos son malos.

-¿Cómo estas tan segura? -le preguntó la avecilla en tono incrédulo.

-Pues cuando era más joven, tuve un accidente y mi ala se quebró -la lechuza aleteó un poco -Si no hubiera sido por unos humanos que me cuidaron y alimentaron hasta que estuve bien, no estaría aquí hoy.

-Pero son muy pocos -se quejó la avecilla -Hay muchos más humanos crueles -afirmó -Mira a tu alrededor, cuando mis padres y los padres de sus padres vivían. Esto era bosque y muchos lo habitábamos... hasta que esos humanos llegaron, talaron el bosque y nos dieron caza -se lamentó -Tú, Sasuke debes odiarlos más que todos nosotros; mataron a tu familia, frente a tus ojos y a ti te dejaron solo -Sasuke frunció el ceño, molesto por el comentario.

 

El joven azabache aun recordaba los gritos adoloridos de su familia mientras eran quemados o talados por la mano cruel del hombre.

 

-Lárguense -gruñó Sasuke antes de desaparecer ante la mirada apenada de la lechuza.

-Te has pasado -lo regañó la lechuza en tono severo.

-Lo siento, no era mi intención -se disculpó la avecilla mirando al olmo antes de levantar vuelo e irse bastante apenada.

-No le prestes atención, Sasuke -la lechuza parecía hablar sola, pues en el lugar solo ella se encontraba, posada en ese magnificó árbol -Vamos, dile a esta vieja los problemas que te aquejan -el azabache apareció nuevamente frente a la vieja ave.

 

La lechuza era muy sabia, y aunque Sasuke no lo admitiera, le agradaba que esta le explicara el mundo que había fuera de ese jardín, era por eso que le permitía vivir en su tronco.

El joven espíritu le contó a la vieja lechuza sobre aquel humano y su extraño comportamiento, el ave pareció sonreírle, para después explicarle con ternura maternal que los humanos eran seres igual de frágiles a cualquier otra criatura y podían llegar a enfermar y morir por esa causa.

 

 

Mientras la vieja lechuza le explicaba a Sasuke un poco más de los humanos, Naruto se encontraba en su cama siendo examinado por su médico; desde el día que conoció a Sasuke. No había podido salir fuera de esas cuatro paredes desde hacia casi una semana.

El médico guardó su estetoscopio y demás instrumentos en su pequeño maletín negro, miró el puchero que el rubio tenía y suspiró.

 

-Recuerde que debe tomar su medicamento a sus horas y no se esfuerce mucho o podría tener otro ataque -le advirtió el anciano doctor.

-¿Ya puedo salir al jardín? -preguntó el rubio mirándolo con ojitos de cachorro.

El anciano médico, soltó una pequeña risita y le acarició la cabeza con cariño.

-Claro que si, solo no te esfuerces -le recordó, pero ni bien había terminado de darle las últimas indicaciones cuando el rubio salió como rayo.

 

El anciano fijo su dorada mirada en la puerta, con tristeza, lamentándose que una persona tan joven y llena de vida tuviera una enfermedad como la tuberculosis.

 

 

Minato había regresado a la ciudad a causa de negocios y la madre de Naruto, no llegaría hasta dentro de un mes; para los sirvientes y para el mismo médico, la pareja había abandonado a su hijo en ese lugar para que muriera: Vaya crueldad.

 

 

El joven ojiazul bajó las escaleras a toda prisa con intenciones de salir al jardín a tomar un poco de aire fresco; salió de la casa ante la atenta mirada de algunas sirvientas quienes no pudieron evitar una sonrisa melancólica.

 

 

En el jardín, Sasuke se encontraba de mal humor, ¿La razón? Frente a él estaban unas cuantas hadas bailando y cantando a su alrededor, como solían hacer en algunas ocasiones.

 

Las pequeñas hadas cantaban y danzaban, muchas de ellas eran rubias, de claros ojos y vestimentas verdes, otras castañas y de ropajes blancos y un puñado mas de colores vivos y alegres; todas estaban felices, pues era día de luna llena.

 

-¿Qué te sucede, Sasuke? -le preguntó un hada rubia amarrado en una alta coleta de enormes ojos completamente azul claro, usaba un vestido verde hecho de hojas.

-No molestes a Sasuke, Hana -la regañó una segunda hada, tenía el cabello azul claro, enormes ojos azul marino y un precioso traje de pétalos blancos y rosas.

-Pero no estoy molestando -habló en tono inocente -¿Verdad, Sasuke? -preguntó mirando el tronco del árbol.

 

Hana miró a su amiga con un semblante preocupado, la otra le sonrío diciéndole que no se preocupara; seguramente, Sasuke estaba molesto, algo no muy raro viniendo de él.

 

El barullo se detuvo de pronto, las hadas miraron hacia abajo, con miedo, habían escuchado algunos ruidos y de inmediato supieron que se trataba de un humano.

 

-Es un humano -habló un hada de cabellos castaños con tono asustado.

-No hagan ruido -les ordenó la peliazul -Los humanos no pueden vernos.

 

Mientras las pequeñas hadas se morían de miedo, ocultas entre las hojas y ramas del gran olmo; abajo, Naruto se encontraba sentado, con la espalda recargada en el tronco, tenía los ojos cerrados mientras respiraba profundamente, llenando sus pulmones con aire fresco y limpio. Se sentía tan bien ahí afuera que por momentos olvidó su enfermedad y el enorme miedo que sentía al pensar que su muerte estaba tan cerca.

 

-¿Qué haces aquí, dobe? -aquella voz sobresaltó al ojiazul haciéndolo dar un pequeño brinquito.

-Sa-Sasuke, eres tú ttebayo -El azabache se encontraba frente a él, mirándolo fijamente, como estudiándolo -No me digas dobe, teme -le dijo haciendo un puchero, lo que ocasionó que el otro sonriera con prepotencia.

-Vaya que eres dobe -mencionó con burla.

Naruto lo miró molesto, no se habían visto en casi una semana y al otro solo se le ocurría insultarlo "vaya teme" pensó para si.

 

Las hadas veían aquella escena sorprendidas, ¿No se suponía que los humanos no eran capaces de ver a los espíritus de los árboles? ¿Cómo era que ese rubio podía ver a Sasuke? Tal vez, aquel humano no era como los otros, ¿Por qué otra razón, Sasuke se acercaría a él?

 

-¿Creen que Sasuke este bien con ese humano? -preguntó Hana con preocupación, las demás se encogieron de hombros dándole a entender que no sabían

-Sora -habló un hada pelirroja de ropajes naranja -No vayas -le dijo a la ojiazul, pero esta ya se encontraba frente al rubio.

 

Naruto soltó un grito al ver a la pequeña hada frente a él, estaba realmente sorprendido de ver aquella criatura frente a sus ojos; en cambio, Sasuke, la miraba realmente molesto.

 

-No grites, usuratonkachi -lo regañó el azabache en tono molesto.

-¡¿Q-Qué cosa eres ttebayo?! -le preguntó a la peliazul sin prestarle atención al regaño de Sasuke.

 

La pequeña se cruzó de brazos haciendo un puchero y molesta le dijo que no era ninguna "cosa" que era un hada, Naruto, un poco más calmado, la miró más detenidamente, media como treinta centímetros, sus pequeñas alas eran traslucidas y admitían pequeños destellos de brillos color blanco y esos grandes ojos azules que parecían dos lagos cristalinos.

 

-Sora -la llamó el azabache, sacando de sus pensamientos al rubio -¿Qué haces aquí? -la pequeña hada miró a Sasuke con una sonrisa nerviosa: no sabía que responderle.

Naruto miró al azabache, luego al hada y nuevamente a Sasuke, ¿Quién era él en realidad?

 

 

Continuara...

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

Lizerg-chan: ¡Hola! Gomen nasai, espero les guste el capitulo, nos vemos en la siguiente.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).