Y así llego el día viernes que Takuya esperaba tan ansioso. Ese día habían acordado que Miku lo pasaría a buscar, ya que Takuya aún no conocía bien la cuidad. Por lo tanto él lo guiaría hasta donde se juntarían los demás. Miku ya estaba listo para irse, tomó sus llaves, celular, algo de dinero y salio en busca de Takuya. Aún no se hacía de noche.
Sólo tuvo que caminar un par de cuadras ya que Takuya no vivía muy lejos. Una vez que llegó tocó el timbre y espero a que Takuya saliera. Estaba demorando mucho así que volvió a tocar.
-¡Ah! ¡Miku!- Se asomó por una ventana del segundo piso.- Espera, bajo enseguida a abrirte.
-Está bien.- Se quedó esperando un rato. Takuya bajo, pero se le había olvidado algo.
-¡Hola Miku!.-Abrió la puerta.
-Hola, hmm… Supongo que ¿No saldrás así verdad?
-¿Eh?-Se miró y se le subieron los colores.-¡Ah!- Estaba sin camisa.- ¡Que vergüenza! Pa-pasa, vuelvo en seguida.-Salió corriendo a toda prisa dejando a Miku solo, pero el aún así lo siguió hasta la habitación .
-"Que vergüenza, Miku me vio sin nada que me cubriera, por lo menos sólo fue el pecho y nada más, si hubiera pasado eso tal vez me hubiera sonrojado aún más ¡¡argh!! que tonto soy"- Pensó Takuya en su habitación.
-¿Takuya? -Llamo Miku golpeando a la puerta de la habitación de Takuya.
-Pasa.- Miku entró.
-Wow -Dijo mirando la habitación.
La habitación de Takuya tenía 3 guitarras en un lado, 2 eléctricas y una acústica, tenía posters de Metallica, Deep Purple, SIAM SHADE y otros grupos de rock. Se notaba bastante que le gustaba ese tipo de música también llamaba la atención el hecho de que estaba muy ordenada.
-¿Te gusta?
-Si, además tu personalidad y la manera de vestir no pareciera que te gustara todo esto.
-Hum… aunque hay veces en que si me visto así, tal vez alguna vez me veas.
-Hum... ¿Bueno ya estas listo?
-Sí.
-Bien, entonces vámonos.
En el camino se fueron hablando de muchas cosas. Takuya aprovechaba de aprenderse calles u otras cosas, pero también aprovechaba de conocer más a Miku, no siempre podían hablar de esa manera, ya que estaban siempre con amigos bromeando o haciendo otras cosas.
-En la siguiente cuadra esta el cine.-Dijo Miku
Cuando llegaron ya habían llegado donde estaban todos ellos eran los únicos que faltaban Miku vio que Hizaki estaba dada vuelta así que se acerco a ella, le tapo los ojos con su manos y se acerco a su oído.
-Hola amor.-Le dijo en un susurro.
-¿Miku?- Se dio vuelta.
-Sip, quién más.- Le dio un beso.
-¡Hey! Los tortolitos, despéguense.- Se separaron.
-Ay, Kanon, sólo porque tú no tienes novia.- Le dijo el castaño claro.
-Para tu información yo sí tengo novia.
-¡Qué!-Dijeron todos al unísono.
-Sip, así es y la traje conmigo.- Hizo un pose victoriosa.
-¿En serio?- Dijo Teruki.
-Sip, aquí está.- Sacó un peluche de pollo de su mochila.- ¡Piyoko!
-¿Esa es tu súper novia? Ja, ja, ja.
-¡Sí, Piyoko! ¡Arre Piyoko! ¡Arre! ¡Arre!- El pelinegro simulaba que montaba a su pollito y estaba en un "caballo" (lo siento tenía que poner esto, cuando lo escribí recién había visto el video xD)
-Miku...-La chica se acerco- Eso parece otra cosa ¿Estás seguro de que Kanon esta bien?
-Ja, ja no lo sé, espero que si lo esté.
-Bien chicos... Pollo ¿Entramos?-Habló Teruki.
-Está bien, entremos, Takuya ¿Entramos?
-S-Sí- Lo dijo un poco nervioso.
-Que pasa, por qué tan tímido, estamos entre amigos Taku-chan.
-Amigos... ¿En serio Teruki-san?
-Sí, tú, Miku, Hiza-chan, Kanon, yo y hasta el pollo raro de Kanon.
-¡Oye no es raro!- Se quejaba Kanon mientras compraba las entradas.
-Sí, si lo que digas y deja el "san" para otras personas eso no va conmigo.-Rió un poco- Tenemos la suficiente confianza como para llamarnos por nuestros propios nombres ¿Vale? -Le decía con una sonrisa en su cara.
-Sí, Teruki-s-sa...- Teruki lo miró.
-Bien, entonces entremos a la sala sino la película empezara y nosotros nos la perderemos.
-Sí.-"Así que ahora tengo amigos creo que si me pasa lo siempre no estaré solo, ahora que lo pienso no traje mis pastillas para el dolor de cabeza que idiota soy". Pensaba mientras revisaba sus pantalones.
Todos entraron a ver la película, pero en eso entró el grupo de Kamijo y se empezaron a acercarse a Hizaki sobre todo Kamijo que cuando la vio se le tiro encima a abrazarla y darle pequeños besos en la mejilla sin que ella pudiera detenerlo esto sólo provocó que Miku se enojara bastante y se pusiera celoso, por lo que salió de la sala del cine sin decir nada, los chicos salieron detrás de él aunque sólo lo alcanzaron Hizaki y Takuya, pero ésta lo apartó y fue a hablar con Miku, quien estaba terriblemente enojado.
-¡Miku! oye, espera no te enojes.- El rubio seguía caminando.- ¡Miku! por favor, es sólo un amigo.- Paró en seco.
-Un amigo no te pasa abrazando y besuqueando toda la cara cada vez que te ve.- Le decía molesto.
-Bueno no, pero tu sabes que es un poco loco y raro, además es mi amigo de la infancia nada más que eso.
-Sí, lo sé, pero no me gusta y me molesta mucho que él sea así contigo y tú no hagas nada para detenerlo y más si sabes como reacciono... mejor me voy, adiós.- Camino hacia la salida del cine.
-¿Eh? Pero Miku esta salida era pasarla bien y salir como amigos, no para que te enojaras conmigo y te fueras.
-Lo sé, pero para que no sea una salida en vano yo me voy y ustedes se quedan aquí disfrutando, me voy.
-¡Miku! -Le gritó por última vez Hizaki, pero este no hizo caso a su llamado y se alejo.
Takuya presenciaba todo desde un lado entre toda la discusión que Hizaki y Miku tenían a él le daban unos enormes dolores de cabeza, cuando vio que Miku se fue salió tras él, Hizaki se quedo dentro del cine seguramente ella les explicaría lo que había pasado.
-¡Miku, espérame! -Corría Takuya tras él.
-No, no quiero esperar me iré a casa y punto.
-Ok, ok, pero espérame así no te vas solo a casa y te vas conmigo.
-Miku paró de golpe.- Takuya, no es necesario que me acompañes, no quiero arruinar tu día después me harás sentir culpable.
-¿Eh? No, no te preocupes no lo arruinas, sólo me pone mal el que tu estés enojado.
-¿Te arruina el día el hecho de que me enoje?
-Pues sí, no me gusta que mis amigos se enojen obviamente.
-Pero el que yo esté así no es tu culpa.
-No importa, no te quiero dejar solo, así que vamos a casa juntos.- sonrió
-Está bien.
Ambos chicos iban caminando sin decir ni una palabra entre ellos, la noche era fría y Takuya seguía con sus dolores de cabeza, a veces se la tocaba, pero trataba de disimularlo sin embargo hubo un momento en que ya no soporto más y soltó un quejido cayendo de rodillas al piso, Miku al ver esto se asustó mucho, le preguntó que le pasaba, pero éste no respondió perdiendo la conciencia un par de segundos luego despertó como si nada hubiera pasado, se levantó y le preguntó a Miku que por qué estaba arrodillado el rubio se desconcertó un poco con su pregunta, pero hizo caso omiso a lo que el castaño le dijo y siguieron caminando a casa.
-Takuya… ¿Estás bien?
-Sí, ¿Por qué lo preguntas?
-Ehhh, pues te acabas de desmayar es obvio que pregunte.
-Ah, eso… no te preocupes pasa todo el tiempo.- Esbozó una sonrisa.- Después de un tiempo te acostumbras.
-¿En serio?
-Sí, me desmayo todo el tiempo… tal vez otro día te cuente o descubras por qué me pasa siempre.
-Takuya… ¿Por qué eres así?
-¿Cómo así?
-No sé, eres como raro.
-¿Raro?- Se carcajeó un poco.- ¿Por qué crees eso?
-Es que ahora estás distinto a como estabas hace un rato.
-No es cierto, son calumnias tuyas.
-¡Pero si hasta tu voz es más ronca que antes!
-Ahh, bueno eso es porque… pues.- Se le acercó a su oído- es un se-cre-to .-y le tiró todo su aliento haciendo que el rubio se estremeciera.
-¿¡Por qué hiciste eso!?
-¿Qué cosa?
-!Esto¡- Se acerca al castaño y le lanza el aliento pero más bruscamente.
-¿Qué estás haciendo?
-¡Lo que tu me hiciste!
-Yo no hice eso… yo hice esto.- le dijo mientras volvía a tirarle su aliento en el cuello y en el oído del rubio lo que hizo que éste te estremeciera al instante.
-Ya… como sea, ¡no lo hagas de nuevo!
-Está bien, pero no te enojes ¿vamos a casa?
-Bueno, pero no sigas haciendo esas cosas otra vez.
-Como quieras.
Siguieron su camino luego de eso no hablaron más, la ruta a casa fue completamente silenciosa Miku pensaba en muchas cosas y Takuya tenía un mirada indescifrable de cierta manera se arrepentía de lo que había hecho, pero a la vez no. Temía un poco lo que estuviera pensando el rubio. Llegaron a la casa de Takuya. Éste se detuvo y habló.
-Bien, hemos llegado.
-Si…- Miku tenía una mirada desorientada aún pensaba en lo que había pasado anteriormente, se preguntaba por qué Takuya había hecho lo que hizo.
-Ehh bien… Buenas noches... Miku- Se acercó un poco tomó su mentón se acerco a él y lo besó, fue un beso muy suave. Miku no sabía que pensar “Me ésta besando” no hacía nada para detenerlo, pero tampoco le correspondía “Los labios de Takuya son muy suaves”, “me gusta como se siente esto” poco a poco comenzó a corresponder muy tímidamente. Duró un par de segundos y Takuya se alejó, cuando abrió los ojos pudo notar que Miku seguía con los cerrados como esperando que siguiera. Se separaron y el castaño abrió la puerta para entrar a su hogar ante la atenta y atónita mirada del rubio.- ¿Quieres pasar?- Esto desconcertó a Miku trayéndolo a la realidad.
-Preferiría que no, gracias. Estoy muy cansado así que mejor me iré a mi casa.
-Está bien, como gustes. Buenas noches.
-Buenas noches Takuya…- El castaño cerró la puerta y Miku aún seguía parado afuera de su casa con sus dedos acariciando sus labios.
“Qué rayos acabo de hacer”