"Un amigo es una imagen que tienes de ti mismo."
(Robert Louis Stevenson)
Drabble V: Reflejo
Eres igual a mí.
No en el sentido literal de la palabra, pero somos idénticos. Tu mirada opaca refleja el dolor y la tristeza que has tenido que vivir. Igual que yo.
Tal vez por eso es que estoy haciendo lo que hago en este preciso momento. Esta es mi excusa casi imperfecta, la cuartada imperfecta que tú jamás te creerías. Hasta en eso nos parecemos.
Un ronco gemido me saca de mis cavilaciones y el cosquilleo en mi bajo vientre me hace vibrar por el placer proporcionado.
Subo y bajo una vez más sobre tu erecta virilidad mientras tú te aferras a mis caderas casi con necesidad dejando una marca rojiza de tus largos dedos implícitos en mi nívea piel. Continuo con el sube y baja mientras tu me miras desde tu posición calando en mi alma. Tu sola presencia es suficiente para librarme de mis cadenas y proponerme a ayudarte con las tuyas propias.
Y pensar que hace un día sólo éramos los amigos del amigo en común que ambos tenemos…
… Uzumaki Naruto…
Tendré que agradecerle luego ser tan idiota y sociable.
Un gemido agudo abandona mi boca cuando un punto en especial es alcanzado por el orgullo Uchiha. Y para cuando me doy cuenta soy yo quien está de espaldas al suelo, sobre una alfombra cara y cómoda.
-Eres un d-demonio… ahh…- Gimes en mi oreja aumentando la lujuria del ambiente. Abres lo que más puedes mis piernas y embistes con ferocidad.
-No soy y-yo quien se e-está haciendo de un… ahh… ¡Maldición! Más fuerte, Uchiha…- Gemí tu nombre pretendiendo encenderte más. Lo logré.
-Fuiste tú q-quien llegó hasta m-í buscando e-esto… ¡Eres tan jodidamente estrecho!- Expresas tomando mis piernas para una mayor penetración.
-N-no precisamente par… mhh… ¡Para esto!- Grito apretando los ojos por el placer que me proporcionas.
Suavizo mis facciones ante el tacto de tus suaves manos sobre la piel de mi rostro sudado, tus dedos acarician mis labios rojos por los besos antes dados y recibidos. Abro mis ojos mirando los tuyos, tan negros y penetrantes que me da escalofríos.
Abro más mi boca ante una nueva embestida lenta y profunda, mis ojos se empañan levemente, pero aun logro apreciarte. Tu mirada y la mía se encuentran tan llenas de la pasión que sentimos, el grado de libido que poseemos es inmenso y ya nada importa.
Paseas las yemas de tus dedos por mis rojizos labios y yo sólo los beso levemente disfrutando el momento. Una embestida más y gimo tu nombre extasiado, como tú por mis reacciones. Introduces el dedo índice en mi boca y lo lamo con perversión ante tus ojos nublados de placer.
-Eres hermoso…- Me dices dando otra embestida, y yo arqueo la espalda con un gemido afeminado aflorado desde mi garganta.
Tomo tus manos ente las mías y las aprisiono con algo parecido al afecto. Somos tan iguales y a la vez tan distintos que hasta asusta. Nos hemos convertido en unos narcisistas dependientes del contrario.
-Creo que… me gustas…- susurras contra mi mejilla sonrojada. El clímax está próximo.
-Sasuke…- Te llamo y tú besas mis labios castamente.- ¡Me gustas!- Confesé al sentir el maravilloso orgasmo que compartimos.
Fin