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Redescubriendo por Valsed

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Redescubriendo

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Advertencia: Yaoi QuatreXTrowa

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Dos meses de fatigante tratamiento, en esos días los chicos lo habían ido a visitar constantemente, su hermana había pedido faltar al circo pues pronto tendrían que marchar, su trabajo así era y lo sabían.

Pero quien también iba era Quatre, solo que las cosas habían cambiado, ya que había aparecido entre ellos un gran abismo, su relación era mas de simples conocidos, esa misma distancia les dolía, pero nadie se atrevía a atravesarla.

Ese día había cita con el medico, ambos hermanos se encontraban en el despacho esperando la evaluación.

-buenas tardes- saludo el galeno de edad, algo robusto, sentándose en su silla.

-buenas tardes doctor- saludo la chica

-mis colegas y yo hemos visto que su estado ha mejorado y podemos asegurar que pronto se recuperara-

-que buena noticia Doctor- dijo Catherin. Trowa escuchaba todo con alegría, sabiendo que pronto podría volver a moverse.

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Ambos chicos estaban ahora en la habitación de Trowa, felices por las esperanzas dadas por el Doctor.

-me dio gusto escuchar que pronto te recuperaras, ya te veía aburrido de estar encerrado-

-así es-

-voy ha hablar con lo chicos- dijo refiriéndose a sus compañeros actores

-si-, la vio salir del cuarto dejándolo solo, pero a los pocos minutos alguien entro.

-buenas tardes Trowa- dijo un chico rubio entrando

-buenas tardes- contesto al saludo, noto, como todos los demás días, que no lo veía a la cara.

-supe que tuviste cita con el Doctor, puedo saber que te dijo?-

-si, me dijo que pronto recuperaría el movimiento-

-me da mucho gusto- dijo con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

-gracias Quatre-, ambos quedaron en silencio sin saber que decir, por que les pasaba esto?, antes era tan fácil hablar entre ellos, añoraban esos momentos, deseaban retroceder y cambiar lo que ellos sienten como un error propio, algo que pudieron evitar y así seguir juntos, aunque fuera como amigos.

-Trowa ya les dije a los chicos- dijo alegremente la pelirroja entrando -Hola Quatre que bueno que has venido, ya te dijo Trowa la buena noticia- se sentó en el sillón que amueblaba el lugar.

-Buenas tardes; si ya me dijo-

-es una muy buena noticia, ya les dije a los chicos del circo, y esperan que podamos regresar con ellos pronto-

-regresar?- pregunto Quatre temeroso -si- agrego mas a si mismo al comprender la verdad -continuaran con sus vidas- Trowa y Catherin vieron la tristeza que reflejaba, no sabían que decir, ambos sabían él porque. -soy muy feliz por ustedes- agrego fingiendo una sonrisa.

-sabes Quatre- llamo la atención Catherin

-si-

-Trowa se aburre mucho de estar aquí- el aludido la miro extrañado -y como los tratamientos ya no son tan de cuidado, no nos podrías aceptar unos días en tu casa?, me parece que cuentas con un lugar para continuar con su tratamiento-

Ambos chicos la miraban confundidos

-si Quatre?- agrego ante el silencio que se había creado

-claro, si Trowa esta de acuerdo-

-claro que esta de acuerdo, verdad?- miro al moreno

-s-si-

-vez?-

-esta bien, solo déjame hacer cargo de su traslado y de acomodar un lugar para que pueda seguir con el tratamiento y contratar una enfermera-

-no- se apresuro a hablar

-eh?- emitió confundido

-yo misma me haré cargo, conozco bien lo que se tiene que hacer, y... espero que me ayudes Quatre-

-claro, te ayudare-

-que bien, qué te parece Trowa?- El castaño aun no lograba asimilar lo que escuchaba, iría a vivir con Quatre, a su casa, estaría con él mas tiempo -Trowa?-

-si, si claro-

-bien, iré ha hablar con el doctor-

-si- lo vieron salir.

-te agrada la idea- fue mas una afirmación

-si-, claro que le agradaba la idea, pero que haría?, qué le diría?, serian tan distantes cómo lo están ahora?, cuanta necesidad de tenerlo ceca y a ves quererlo lejos. Porque el sentir necesidad de alguien puede llegar a ser tan agobiante.

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Los arreglos fueron hechos y esa tarde, los dos nuevos inquilinos ya se habían instalado. Un amplio salón fue amueblado con un algunos aparatos de gimnasia y algunos otros objetos mas. Ambos hermanos estaban en ella, cumpliendo con la rutina de ejercicios.

Desde lejos un chico rubio los veía, admirando esa hermosa relación de hermanos, pero mas que esa relación, veía al chico con ojos de amor y culpa. Catherin intentaba ayudar a Trowa con sus ejercicios, pero era claro que le costaba, le había dicho que contrataría a alguien para ayudarla, pero Catherin se había negado rotundamente, no queriendo que alguien tocara a su hermano; le había parecido una acción excesivamente celosa, pero no quería discutirlo, no se sentía con derecho de opinar.

Y sobre acercarse para ayudar, no se atrevía, temiendo ser rechazado, pues conocía a Trowa lo suficiente como para saber que esa situación le era incomoda, incluso desgastante.

-Quatre- fue repentinamente sacado de sus pensamientos, al verse descubierto, sus nervios le hicieron sentirse como un ladrón de su intimidad, al haberlos estado espiando, -Quatre podrías ayudarme- pidió al ver que el chico no se movía.

-si claro- se acerco, quedando cerca de ambos jovenes -en que te ayudo-

-estoy algo cansada puedes poner a Trowa en su silla- dijo alejándose de ambos.

Ambos chicos se quedaron de frente, pero sus ojos no se encontraban, sabia que para moverlo del lugar donde estaba sentado tendría que acercarse... muy cerca, no habían tenido un acercamiento así desde el abrazo cuando Trowa entro a la clínica.

Era muy corta la distancia, solo un cambio de silla, no era mas. Quatre lo sujeto bajo los brazos, Trowa se sujeto de sus hombros, sus rostros quedaron muy cerca, el nervio invadió a ambos, sus mejillas sonrojadas prueba de ellos, voltearon sus rostro. Quatre lo dejo sentado en la silla, y el castaño termino de acomodarse, mientras el rubio daba unos pasos hacia atrás.

-Gracias Quatre, ahora me ayudas a llevarlo a su habitación- pidió con una cómplice sonrisa

-s-si-, dejo su respiración tranquilizarse, cuando ya no fue visto por él.

Los tres chicos llegaron a la habitación -le preparare el baño- dijo la pelirroja alejándose de ambos chicos. Quatre se mantuvo en su lugar, esperando alguna orden, algo que le dijera que hacer. -Quatre ayudas a Trowa a desvestirse-

Un inmediato shock de pensamientos perturbo la mente del rubio, el castaño quedo en el mismo estado. El inmóvil Quatre no atinaba a reaccionar, cómo es que se encontraba en es situación?, ahora como escapaba?.

-bueno, regreso mas tarde, mientras metelo a la tina- la chica salió de ahí, mirando pícaramente a su hermano y guiñándole un ojo a manera de complicidad. El chico entendió las intenciones de su hermana, pensando en que pronto le reclamaría su acción, pero ahora... como resolvía el inmediato problema.

-Quatre, este yo puedo hacerlo. No te preocupes-

-ah?, si, esta bien, me quedare cerca- lo dejo en el cuarto de baño y regreso a la habitación.

Trowa se había quitado ya la camisa y zapatos junto con calcetines, pero tenia ciertas complicaciones con el pantalón, o usaba las manos para levantarse o para retirar el pantalón. Recordaba que había alguien cerca, y que su hermana se había encargado de que así fuera, por que desaprovechar la oportunidad de tenerlo cerca y ver su reacción, saber si todavía lo amaba.

-Quatre-

-si Trowa- entro al baño y se detuvo en el marco de la puerta, al ver su bien formado torso, de inmediato se sonrojo

-me puedes ayudar?-

-claro, en que?- su voz revelaba su nerviosismo

-con el pantalón-

-eh?-

-si Quatre?-

-claro, claro- se acerco nervioso -qué hago?-

-me voy a levantar y tu lo quitas-

-ah, esta bien-, el moreno se alzo y Quatre con mano temblorosa sujeto el borde del pantalón y lo quito con un rápido movimiento en cuanto lo sintió levantarse. Una vez terminado, se marchaba

-Quatre-

-si Trowa- evito verlo

-este... también me ayudas con la ropa interior.

El rostro de Quatre tomo un escandaloso color rojo -s-si- se acerco y evitando no verlo, repito la operación, solo que por los nervios termino tropezando y cayendo sentado en el piso, la sacudida le llevo a cerrar los ojos y olvidar la situación en la que estaba.

-Quatre estas bien-

-si, estoy bien-, abrió los ojos para levantarse, y sin querer vio en todo su esplendor el escultural cuerpo desnudo de Trowa, sus ojos se abrieron, al igual que su boca y por tercera vez consecutiva se sonrojo.

Trowa lo vio, ahí tirado sorprendido, todo rojo, y sonrío al verlo tan inocente. -Quatre, me ayudas a entrar a la tina-

-qué?- Quatre no creía ser capaz de soportar tanto, estaría cerca nuevamente, solo que esta vez tocaría la piel desnuda de Trowa. No iba a poder controlarse, lo sabia, deseaba tanto tenerlo y ahora... era mucha tentación.

-Quatre, solo trasládame a la tina-

-s-i, cla-aro- lo sujeto de la cintura, Trowa le abrazo la nuca, el exquisito aroma le llegaba a su nariz, el calor del cuerpo del moreno traspasaba su ropa, su tersa piel en sus manos; era mucho para él. Era malo desear?, sentir la pasión de la persona que amas?.

Quatre dejo a Trowa en la orilla de la tina, sujetándolo con un brazo, para trasladar las piernas, rozo descuidadamente la parte interna de la pierna, Trowa sintió la caricia de la suave piel, deliciosa. Lo tenia ahí, a su disposición, sabia que lo estaba tentando, y era justo lo que quería.

Se dejo caer, llevándose consigo a Quatre, ambos quedaron empapados.

-lo siento Quatre-

-no te preocupes- intento salir, pero todo por donde tocaba estaba la piel de Trowa, no podía ponerse de pie. Alzo su vista buscando otro soporte, antes de que perdiera todo control, y no resulto, pues ahora la morena piel estaba brillando, exquisitamente.

-Quatre?- pregunto al verlo recorrer con la vista su cuerpo. -Quat...- no termino de hablar, pues una boca se lo había impedido, lo estaba besando y no solo eso, quería avanzar, su boca se abrió sin dudarlo, permitiendo que Quatre lo explorar. Sentía las delicadas manos del rubio en su cuerpo, pegándose, sentía la húmeda ropa del árabe en su piel, era incomoda y quería deshacerse de él, pero Quatre no parecía tener intenciones de quitársele de encima.

-lo siento- le dijo quitándose la camisa, su mano bajo al miembro del moreno, masturbándolo, Trowa gemía dentro de la boca de Quatre -lo siento- le repitió, cuando su boca bajo al cuello del ojiverde besando y lamiendo las gotas de agua.

-Quatre- decía entre gemidos, entre tanta euforia, lo había provocado y ahí tenia las consecuencias -Quatre- su cuerpo era recorrido por cada rincón con esas inquietas manos, las suyas tampoco se mantenían quietas. Un grito, de mas de sorpresa, salió de su garganta al sentir una invasión en su entrada; no lo esperaba, y no sabia si estaba preparado, pero debía pagar por su atrevimiento.

-Trowa- articulo entre tanta pasión, sus hormonas ya no se podían controlar; sus manos se movían solas, buscando mayor placer.

Trowa se arqueo al sentir otro invasor en su entrada, era un placer increíble, nunca creyó estar en esa posición, ser sometido por aquel a quien consideraba tan dulce e inocente.

Quatre alzo las caderas de Trowa, recargando sus piernas en el borde de la tina. La humedad del ambiente, le daban mayor facilidad de movimiento. Se introdujo de un solo golpe, provocando que Trowa gritara con mas fuerzas, varias lagrimas salieron de sus ojos verde, besos repetitivos en su rostro, insaciable.

Comenzó a moverse, sacudiendo el agua, los gemidos salían en cada embestida, el sudor se revolvía con el agua. El calor aumentaba, la pasión encontraba la satisfacción a su incontrolable deseo. Sus cuerpo se tensaron, varias descargas recorrieron sus espaldas, el orgasmo arqueo sus espaldas.

Agitados, se miraban, había seguido un impulso primitivo, ahora se sentían culpables. -perdóname- Quatre agacho la mirada, los nervios de tensión se habían desaparecido, ahora solo sentía culpa. Se disponía a levantarse, cuando su rostro fue sujetado.

-no-

-mm?- Trowa lo beso, ahora era él quien tomaba el control

-me fascino-

-Trowa. No estas enojado conmigo?-

-al principio me extraño, pero como fuiste avanzando no pude evitar dejarme llevar-

-no se... que me paso, aun así perdóname. Nunca creí perder el control de esa manera-

-esta bien. Ahora es mejor bañarnos-

-yo te baño-

-que?- se sorprendió ante tal abierto comentario -si- ya no había nada que ocultar, para que seguir con vergüenzas.

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Dos meses mas de tratamientos esta vez en la mansión Winner, y viviendo de apasionadas noches que se habían convertido en un embriagante pasatiempo; Catherin se había dado cuenta, pero lo disimulaba esperando a que ellos exteriorizaran su relacion.

La visita al medico fue en la tarde, Quatre no pudo acompañarlos, pero mando a Rashid con ellos, confiando plenamente en él.

El doctor había recibido ya lo resultados de un análisis rápido, solo para confirmar la mejora, en la oficina la mirada del medico no parecía extrañarse por los resultados.

-Doctor que pasa?- pregunto intrigada Catherin

-bueno, noto algo extraño en los resultados-

-qué es?-

-a simple vista no parece haber avance-

-qué quiere decir con eso?-

-han estado haciendo los tratamientos como se les ordeno?-

-si Doctor- intervino Trowa

-mm tal vez tengas que regresar, para modificar tu tratamiento- Catherin noto que esa solución no le agradaba a su hermano.

-y si nos recomienda a alguien para que lo atienda desde la casa?-

-es mas factible que regrese y aquí veamos que el lo mas conveniente-

-bueno, déjeme consultarlo con el joven Winner, es él quien esta realizando los pagos, no podemos hacer nada sin consultarlo con él antes-

-bien, solo dígale que es lo mejor para la recuperación de Trowa-

-si doctor-

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El resto del día paso tranquilo, demasiado, sabían lo que significa las recomendaciones del doctor. Pero la mas extrañada era Catherin, era notorio el cambio e su hermano, mas alegre y abierto, y esperaba que eso lo hiciera recuperarse mas rápido, pero a contrario de todas sus expectativas, no resulto así; y le dolía tener que separa a Trowa y a Quatre, pero tenia que preocuparse por la salud de su hermano.

Trowa también estaba pensando en las palabras del Doctor, había hecho todo lo que se le había indicado, no deseaba seguir siendo un estorbo, depender de las personas. Que sus piernas lo llevaban a donde quería, caminar, pasear usando sus propios medio, aunque... eso también indicaba que ya no tenia excusas para mantener a Quatre cerca de él, provocarlo y terminar teniendo sexo en cualquier lugar.

El tiempo pasaba, Quatre no tardaría en llegar, y ellos no habían llegado a un acuerdo. Qué era lo mejor? Qué Trowa regrese al hospital o quedarse con Quatre?. La salud o la felicidad; se dice que la felicidad da salud, llenándote de vida. Pero Trowa no agonizaba, unos días separados no serian problema... o si?.

La puerta se escucho abrirse, se vio llegar a un chico rubio y sonreírles con un saludo. Trowa se maravillo con la resplandeciente luz que despedía su ángel; cómo alejarse y vivir sin tenerlo a su lado?.

-qué les dijo el Doctor?- pregunto sin saber de todos sus pensamientos

-bueno, dice el Doctor que no hay mejora- comenzó a explicar la pelirroja -y que lo mas recomendable sea que Trowa regrese para darle un nuevo tratamiento-

-ah- fui lo único que decir, entendió claramente que eso significaba alejarse de la persona que amaba, ya no poder escabullirse y tenerlo para él solo, porque aunque sabia que Trowa no lo amaba, ahora lo tenia para él, a su lado, disfrutando de su cuerpo, claro que lo deseaba completo, entregándole no solo su cuerpo sino también su corazón. -qué mas dijo?-

-solo eso, nosotros sugerimos que mandara a alguien capacitado para que viniera a ayudarnos, pero aclaro que necesitaban revisarlo para poder encontrar el tratamiento mas adecuado-

-mm, pues parece que el doctor sabe lo que hace- meditaba Quatre inseguro -qué piensas de esto Trowa?- la pregunta había hecho con algo mas que una simple pregunta, esperaba una señal para tomar una advertencia.

El aludido pudo ver las intenciones del rubio, le había dejado la responsabilidad de tomar una decisión, ya había avanzado mucho, marcharse seria retroceder de la felicidad conseguida, pero quedarse seria alejarse de su libertad. Por que lo ponía en esa situación?, no entendía cuanto pesar le causaba todo eso? -por mi no hay problemas, lo que tu decidas esta bien para mi-

No era la respuesta que esperaba Quatre, pero le había dejado claro que aceptaría lo que él dispusiera, de la misma forma en como paso eso. Tomando la decisión de confesarle lo que sentía, la misma decisión de alejarse de ahí cabizbajo, la misma decisión que llevo a Trowa a perder la movilidad en sus piernas.

-Quatre lo que decidas esta bien por nosotros, nos has ayudado mucho- comento Catherin ante el inusitado silencio que se había creado.

La decisión, no podía decir que no sabia trabajar bajo presión, se encargaba de una gran empresa que a cada rato le hacia estar en esa situación. Solo que esta vez no se trataba de dinero, sino de una persona. Seria tan egoísta como para mantenerlo a su lado o dejaría que se fuera para que pudiera recuperarse y se alejara de su lado para siempre. -cuánto tiempo les llevaría crear el nuevo tratamiento?- buscaba una salida

-no sabemos, no nos dijeron- contesto Catherin entendiendo la pregunta

-bueno, si lo mas adecuado es que regreses, creo que es lo que debemos hacer- se alejo de ahí sin atreverse a verlo.

Lo vieron irse -seria mas fácil que fueran sinceros- regaño la chica a su hermano

-de que hablas?-

-vamos, lo amas, no lo presionarías tanto si se lo dijeras-

-crees que las cosas son tan fáciles?-

-no lo son porque no quieres. Ninguno de los dos tienen ganas de separarse, pero Quatre no te quiere retener a la fuerza y tu no tiene valor para hablar. Claro que no son fáciles-

-las cosas no son así, ni siquiera se si me sigue amando, ya no me lo ha dicho, y...-

-y?-

-no importa- no era capaz de decirle que se sentía inútil, que no quería convertirse en una carga para Quatre. Ahí vio el beneficio de irse, alejarse y olvidarlo. -ya mañana nos iremos-

-como quieras Trowa- no entendía a su hermano, pero no quería seguir insistiéndole, esperando que éste entendiera.


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Continuara

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