Desde hace semas que había visto raro a Naruto, estaba normal cuando estudiaban, seguía siendo el geniecito, pero en cuanto tocaba el tema de “aquel día” como había comenzado a llamarlo, la cara de su amigo cambiaba por una mueca de desagrado total y de una forma u otra terminaba zafándose del problema de hablarle sobre eso.
Había decidido dejar aquel tema por la paz, dado que no era común ver a Naruto tan evasivo con algo, y no quería ser testigo presente de aquel rumor que rodeaba la escuela, que el rubiales, era mas que una cara sexy, por que si lo hacías enojar, entonces tenias que asegurar tu lugar en un hospital bueno.
Odiaba admitirlo, pero a veces, le daba miedo
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No sabia como, de verdad que no, pero seguía pensando la razón por la cual ese chico había desertado de la oportunidad de conocer a Minato-sama
Le había dado ya muchas vueltas a aquella situación, pero nada se le venia a la mente, y cada vez que se topaba con Minato, pese a que sonreía, se veía vacio, y eso ya le estaba angustiando.
Y contra todo decidió tomar cartas en el asunto, después de todo le debía mucho al Namikaze, y si esa era su forma de pagarle entonces que así fuera.
Con cautela entro a la habitación de Minato, cerro con cuidado y puso el seguro y se acerco a sus cosas personales, donde había una caja en particular, se veía vieja, la abrió y saco una foto donde se apreciaba al rubio abrazando a una mujer hermosa de cabellera pelirroja, paso sus blancas manos sobre la foto mientras una ligera sonrisa surcaba su rostro, como hubiera querido conocerla, su madre le había contado tanto sobre ella.
Dejo eso de lado y rápido le saco una foto con su celular después le dejo en su lugar, saliendo tal cual como entro. Caminaba ya mas tranquilo por el pasillo cuando escucho una voz que lo hizo tensarse
-¿Debería preocuparme?- pregunto la voz de el pelirrojo que no lo veía, mas bien parecía que veía sus uñas con mucho interés
-¿Qué haces ahí?-
-Solo respóndeme-contesto casi al instante mirándole ahora si
-No, no tienes por que preocuparte-
-Bien-dejo de recargarse en la pared y se acerco a él—Sabes bien que si tiene que ver con Minato-sama estoy mas que dispuesto a ayudarte, tanto tu como yo le debemos mucho— le dio unas palmaditas en el hombro al mismo tiempo que lo dejaba por el corredor, mientras el azabache suspiro y dibujo una ligera risa
-Si lo se—respondió en un susurro al tiempo que volvía a retomar su camino.
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Como lo había hecho desde hace unas dos semanas, llegaba todo confuso a su casa, no era amplia pero por lo menos estaba bien para vivir cómodamente, miro al suelo y vio que el correo había llegado, tomo todas las cartas y el pequeño paquete que miro extrañado, llego a la sala donde lo miro mejor, no tenia remitente, y entonces cientos de posibilidades cruzaron por su cabeza, que siendo tan alocada, llego a creer que era una bomba ultra moderna.
Dejando esas locas ideas de su mente abrió el paquete, mirando con algo de desconcierto su contenido, un marco de cartón grueso, lo volteo y dejo ver su expresión desencajada en su rostro, era imposible lo que veía.
Una foto donde su madre y un hombre parecido a el, solo con algunos rasgos diferentes, se abrazaban con bastante efusividad, estaban mas jóvenes.
-hace 19 años que Kushina conoció a un hombre que cambiaria por completo su vida-
Si él tenía casi los 18, y su madre le había tenido a los 24, significaba que en esa foto tendría los 23, se veía feliz, realmente feliz, y se enojo por eso, ¿Cómo fue capaz su padre de robarle tal sonrisa? Recuerda que la vio, pero solo con él, recordaba claramente como su madre en ocasiones le veía con nostalgia y tristeza y como en otras cuando era pequeño veía que lloraba y le decía que la perdonara ¿Pero por que?
Había tantas dudas en su vida, dudas que había dejado de lado para seguir adelante, pero ahora estaban más que presentes.
De algo estaba seguro, ese tal Minato lo sabia, arrojo el cuadro a la pared dejando que se perdiera por algún lugar, se sentó sin delicadeza alguna y cubrió con sus manos su rostro, no quería pensar en nada, en absolutamente nada, pero como si se contradijera comenzó a atar ciertos cabos sueltos; de pronto, como si una idea brillante le hubiera llegado a la mente, dejo ver sus ojos entre los dedos
--la caja—se escucho bajo aun teniendo las manos sobre su boca—la caja—dijo con mas fuerza y se paro de repente, dirigió sus pasos a donde había sido el cuarto de su madre, el cual ahora, pese a que lo mantenía limpio, no se usaba, mas que para guardar algunas cajas con libros que ya no cabían en su habitación.
Cuando llego se dedico a buscar en todos lados el librero, el closet, el buro, al armario, en todos lados hasta que llego a buscar debajo de la cama, en donde tanteando encontró una caja desgastada de zapados, forrada y adornada con cosas que sabia le habían gustado a ella anteriormente, los dibujos de ranitas y zorritos que muchas veces había visto que dibujaba en cualquier lado que pudiera, las espirales y hojas de otoño que ella coleccionaba; la abrió con las manos temblorosas, por momentos recordó la voz de su madre quien algo molesta le impedía rotundamente que abriera esa caja, y por esos instante dejo la tapa en paz, pero cuando despabilo sus ideas decidió que lo mejor era abrirla, quería respuestas y sospechaba levemente que ahí tendría algunas.
Volvió a tomar la tapa y la abrió de un solo jalón, y lo vio………….un montón de papeles. Empezó a buscar entre ellos encontrando los boletos de alguna función al cine, los pasajes de tren, varias tirillas de fotos donde estaba ella al la lado de Minato, sonrientes ambos, fotografías de ellos dos, algunos llaveros y peluches minúsculos.
Se veían tan enamorados, ¿Por qué dejarse?
Se veían tan felices ¿Por qué olvidarlo?
Se veían tan unidos ¿Por qué renunciar?
Un objeto más que conocido había salido a la luz. El diario de Kushina.
Un empastado grueso que resguardan a un ciento de hojas algo arrugadas, siendo también cerrado por una pequeño candado que él abriría fácilmente, pero no quería hacerlo, si lo habría entonces seria con la llave, el asunto era que no la tenia.
Suspiro afligido, suponía que en el es donde tal vez disiparía sus dudas, algo en su interior le decía que no se equivocaba, pero no quería abrirlo como si fuera un delincuente, no.
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Fue un día agotador, y el hecho de que Gaara se hubiera ido antes que él le daba mas enojo, se encontraba algo hastiado del día, lo que quería llegar a hacer era echarse en su cama y despreocuparse hasta la cena,
Cerró sus ojos con algo de cansancio, y aquella imagen volvió a su mente…
Deseaba tanto ayudar a Minato-sama.
Pero sabia que no podía intervenir por lo menos no directamente; una ligera sonrisa se coloco en sus labios deteniendo al conductor para que lo dejara en medio de la cuidad, quería relajarse un poco, y que mejor que mezclarse entre la gente común.
Dejándolo en unas de las esquinas, fue que Sasuke supo que estaba en el mundo “normal”.
Camino un poco mas de dos calles, y fue que llego a la plaza central de Tokio, un mar de gente se levantaba ante su mirada, una mueca de disgusto apareció en su cara, entonces pensó que tal vez no fue una buena idea después de todo.
Bajo los cinco escalones que lo separaban de aquella concurrida localidad, y siguió su instinto dejándose guiar por su mirar.
Veía a cientos de personas, cada quien con algún asunto que atender, por lo menos eso suponía, muchas de ellas caminaban sin siquiera mirarlo, muchas de ellas platicaban con la persona con la que iban, otras tantas discutían o hablaban por teléfono, cada quien en su mundo.
Hasta que vio como un par de jóvenes se acercaban a una chica y un chico que parecían hablar muy amenamente, vio como uno de ellos tomo al chico de la mano y lo llevo hasta si para después plantarle un gran beso, uno que sus acompañantes vitorearon con gusto.
Se sonrojo muy levemente al ver tal escena, no es que le incomodara, es solo que le hacia pensar cosas extrañas.
De pronto sintió como alguien chocaba contra su hombro, cabe decir que se había detenido al ver aquel espectáculo.
--Lo siento no me fije—aquella voz le sonó tan clara, tan madura, tan inexplicable, volteo lentamente a ver a aquel joven que, sin tener la culpa de había disculpado, encontrándose con un par de ojos increíblemente azules, y por unos instantes pensó haber visto a Minato-sama, sin embargo, vio aquellas diferencias, aquel joven era un tanto mas alto que Minato-sama, su ojos estaban mas llenos de luz, su piel, era un tanto mas clara que la de Minato. Todo él, era tan parecido y a la vez tan diferente, además de otro detalle, su cabello era más corto que del rubio que él conocía
--Amigo ¿Estas bien? –Pregunto ya menos seguro, puesto que el moreno se había quedado mudo, como perdido entre sus pensamientos
--Lo siento, en realidad, fue mi culpa, por quedarme parado—contesto al fin, después de ser sacado de su trance
--Se ve que no eres de por aquí, ¿Cierto?—una de esas sonrisas fue mas que suficiente para que él comenzara a soñar de nuevo.
--No, de hecho, estoy perdido--¡ya estaba! Lo dijo sin pensar, ¡genial! ¿Y ahora que?
--¿De verdad?, vaya que problema, descuida yo te ayudo, regresaras sano y salvo a tu casa—volvió sonreír, ¿Por qué sonreía tanto?
--NARUUUUTOOOOOO—la estridente voz de una jovencita se escucho lejos de ahí, sin embargo cuando menos pensaron una chica rubia, de un excelente cuerpo, ojos azules y cabello largo se había colgado del cuello del otro rubio. Dejando a Sasuke con una, para nada, buena vista
--Ino, ¿Qué pasa?—
--Nada es solo que Kiba me dijo que habías venido para acá y entonces pensé que tal vez tú y yo podríamos ir a dar una vuelta ¿Qué te parece?
--No lo se—dijo mirando al moreno—la verdad ya tenia planes—
--¿En serio?—entonces la rubia detallo en la presencia del moreno que los veía mal— ¿Amigo tuyo?—pregunto ya más desconfiada
--Si, es más, tengo una cita con él—
--¿Qué?—dijeron al unisonó el moreno y la rubia
-No hablaras en serio Naruto—dijo Ino mirando con desconcierto al muchacho
--Lo siento Ino, será para la próxima—tomo al moreno de la mano y lo saco del lugar dejando a la rubia algo desconcertada.
--Capricho del momento—movió los hombros en señal de despreocupación—a la próxima no te me escapas Uzumaki—dijo ya con mas ánimos y dispuesta a irse.
Habían caminado un poco, perdiéndose entre la gente, no le molestaba en lo absoluto, tener de la mano al rubio era de verdad reconfortante, se sentía bien y cálido, pero lo que le molestaba era la razón que lo impulso a terminar en aquella situación, solo un pretexto para no salir con aquella chica.
--Bueno amigo…--comenzó de nuevo él rubio llevándolo hasta donde había una fuente inactiva--¿Dónde vives?
--En la calle 10 de Kikotsu—
--¿Kikotsu?—pregunto algo asombrado—Bueno será mejor que empecemos el camino, creo que esta algo retirado--
(naaa esto me lo saque de la manga XD así que no pregunte donde rayos es, otra cosa no se si en verdad existe, pero si es así disculpadme XDDD)
--No quiero que te sientas obligado
--Para nada, además te lo debo por ayudarme hace unos momentos—le tomo de nuevo de la mano lo llevo hasta el subterráneo donde inconscientemente Sasuke tomo con mas fuerza el agarre mantenido--¿Nunca has entrado a un tren cierto?
--Yo no lo uso, siempre me van a dejar en auto—
--Vaya que eres niño rico—subieron al tren encontrando asientos vacios para su fortuna—Si eres niño rico, ¿Qué hacías vagando por la cuidad solo?
--Deja de decirme así—
--Lo siento, bueno, en ese caso ¿Cómo te llamas?
--Sasuke
--Muy bien Sasuke, mi nombre es Naruto-
--Ya lo sabía
--¿He?
--Digo, esa chica te llamo así, así que ya lo sabía
--Oh tienes razón—
Pov´s Sasuke
Y me volvió a sonreír, ¿acaso es que nunca se cansa? Ese risa, es tan sincera amable y natural, me reconforta, me siento bien a su lado
--Oye eres bastante alto, estamos casi iguales—decía ala vez que hacia señas con sus manos apoyando sus palabras
--Supongo que si—le conteste, evitando su mirar, sentía como si me leyera a la perfección tan solo viéndome a los ojos
--Y eres bastante callado ¿Así eres siempre? ¿Ó es solo por que no me conoces? En ese caso ¿No deberías temer por tu seguridad? ¿Qué tal que te estoy secuestrando?
--Hablas demasiado, y no creo que seas de ese tipo de personas
--¿Cómo lo sabes?—
--Por que tu mirar lo dice todo—
--¿Mi mirar? ¿Soy tan transparente?
--Sería una manera de decirlo
--Interesante, dime Sasuke, ¿Qué mas ves en mi?
--¿Siempre eres así?
--Depende
--¿De que?
--De si la persona me agrada—y volvió a sonreír, ¿Por qué? en veces sentía que se burlaba de mi y otras sentía que lo hacia para que lo hiciera yo también incitándome a acompañarlo
--Aun así no se que decirte—
--Bien, entonces te diré yo…yo veo que eres un joven bastante atractivo
--Eso no tiene nada que ver
--Espera, eres vanidoso ¿Verdad?
--¿Qué?
--No eres tan superficial, se nota, te gusta lo común, eres ordenado, serio, exigente tal vez…pero hay algo con lo que te sientes en deuda
--¿Cómo puedes saber todo eso?—
-- Por algo muy sencillo llamado observación, tu ropa, es demasiado pulcra y ordenada cuando el resto de los jóvenes tiene por lo menos aflojada la corbata, aunque a pesar de eso no tiene algo que denote mucho tu posición por eso eres común, exigente, por que note como veías desaprobatoriamente el como una persona no dejaba la basura en el cesto, no eres superficial por que de lo contrario no estarías aquí—
--Eres bastante observador—
--Cuando perteneces mas a mi mundo tienes que
__próxima estación Shikuke__
--Será mejor que bajemos
--¿Aquí es?—
--Si, tendremos que tomar el tren ligero para llegar ya
--Si que esta lejos
--Aja
Ambos bajamos de ahí, encontrándonos de nuevo con aquel mar de gente que ya nos aguardaba, sentía que por momento perdía todo contacto con Naruto, la calidez de su mano se desvanecía por leves instantes y después volvía
Caminamos un rato mas, subimos al tren ligero y después llegamos muy cerca de la residencia Namikaze
La mansión si bien no era muy portentosa—es mas decían que no reflejaba en nada lo poderosa que era la familia—estaba bastante bien, caminamos un rato, yo lo guiaba ahora a él, por que ahora era yo él que sabía hacia donde ir, hasta que llegamos
--Aquí es—anuncie dando fin a nuestra caminata, que hicimos en silencio, pero uno bastante cómodo
--Muy bien Sasuke, estaba bastante lejos tu casita—dijo burlón mirando con detalle cada parte de la casa hasta que paro frente a la placa dorada que mantenía la dirección y el nombre de lo habitantes de ella
Me miro sorprendido, como no queriendo creer lo que veía, miraba alternadamente mi ser y la casa,
--Eres…Eres un Namikaze
--¿Qué?
--¿Por qué no me lo dijiste?
--No me preguntaste
--Por eso sabías quien era, seguramente él te lo dijo
--¿Él?
--Fue un truco—me miro molesto, ¡pero si no le había hecho nada!—Fue un vil artimaña para traerme aquí
--Espera, no es cierto
--¡¡No me importa!! Dile a ese señor que de joda y que me deje en paz, que es un vil tramposo, que manda a críos para atraerme
--¿Qué? eres un baka, él nunca haría eso
--Eso no fue lo que pareció. Enciérrate de nuevo en tu jaula de oro niño rico; que lastima, de verdad me agradaste
--¿Qué coños dices?
--Deja de fingir joder—tomo el sendero de vuelta, no me miraba, y se veía que en verdad sentía desprecio hacia los Namikaze
--Espera Naruto…………¡¡que esperes carajo!!—
--Esas no son palabras de un señorito—se detuvo en seco, y volteo a mirarme, se veía triste, pero mas que eso decepcionado—Fue un placer conocerte Sasuke Namikaze, aunque fuera por unos instantes—volvió a tomar su camino de vuelta, ligeras gotitas de agua caían ya por el cielo, me sentía realmente mal, había logrado que llegara a las puertas de la mansión, pero no como imagine y por si fuera poco, ahora me odiaba, y seguramente como a nadie en el mundo.
End pov´s Sasuke
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Se abrió de golpe la puerta, dejando ver a un joven con las ropas pegadas a su cuerpo por el hecho de que estaba empapado, encendió las luces de su casa y fue directo a su recamara, entro al baño y se quito todo lo que traía, se sentía frustrado, tomo una rápida ducha de agua caliente, y después tomo una toalla enredándose en ella, se cambio con lentitud, todo el absoluto silencio, suspiro cansado una vez que termino, se tiro a la cama y miro el techo, como si fuera lo mas interesante del mundo, su mirada se veía perdida, y el rostro de aquel joven no salía de su mete, cerro los ojos arrugando en entrecejo de paso.
El sonido de su celular lo caso de sus pensamientos, haciendo que olvidara por completo lo que se suponía pensaba y eso no le hizo ninguna gracia.
--Bueno-
--Eres un maldito irresponsable desgraciadooo
--Hola Kiba
--¿Cómo que hola Kiba? ¿Acaso sabes lo que me hiciste preocupar? Eres un tonto sin sentimientos, despareciste desde las tres de la tarde ¿y ya viste la hora? ¿No verdad? Claro que no tú no has visto la hora, son casi las once Naruto, y te estuve llamando casó hasta el cansancio BAKA
--Kiba, gracias por preocuparte por mi, pero no soy un niño, se cuidarme solo—
--No me importa, eres mi amigo y le dije a tu madre que estaría cuidándote, se lo prometí y lo cumpliré
--No estas obligado
--¿Acaso crees que lo hago por ti? –suspiro—Naruto eres mi amigo, y no me gustaría que algo te pasara, el día que te fuiste con esos tipos, si no fuera por que me llamaste, te aseguro que estuviera buscándote
--Pareces mi papá o mi novio
--Soy tu amigo, baka, así que cállate, ahora dime, ¿Dónde estabas?
--Mmmm estaba en casa de un……conocido
--Aja y luego
--Lo conocí hoy, estaba perdido y lo hice mas que nada para deshacerme de Yamanaka
--Mmm ya, bueno, ya estoy feliz, por lo menos se que estas bien y te oyes cansado
--Si algo—
--Nos vemos mañana
--Hasta mañana Kiba
--Adiós—
Aventó su celular a sabrá Dios donde, ahora solo quería olvidar a ese par de ojos negros….que tanto le habían gustado.
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--¿Es en serio?—
--Que si…
-- Significa que lo trajiste y cuando se dio cuenta te mando al demonio….de verdad odia a Minato-sama
--Yo no creo que lo odie, mas bien creo que….tiene miedo, esta como decepcionado o algo así
--Vaya, no pensé que serías capaz de traerlo así
--No lo hice apropósito, es mas creo que arruine su cita—
--Sabes Sasuke, quizá esta bien así, si no se enteraba antes, quizá cuando viera a Minato-san hubiera hecho un escándalo mayor
--Quizá…pero creo que ahora me odia
--Si de eso estoy seguro….
--No ayudas Gaara
--Vamos, a ti no te gusta ¿O si?
--Tsk, tonterías
--Escucha, se que tal vez no suceda, pero, a lo mejor, solo cuando él este listo, vendrá a buscar a Minato-sama
--Tal vez tengas razón—suspiro con cansancio y volvió a ver por la ventana, las luces de la cuidad iluminaban y en el cielo nocturno se veían con claridad las estrellas, después de la tormentosa lluvia que había llegado hace unas horas.
--Bien, me voy, tengo cosas que hacer—Gaara que estaba a su lado, le dejo, cuando vio que de nuevo se había perdido en sus pensamientos.
--Na-ru-to—levanto su mano mirándola fijamente, la sensación de calidez se desvaneció por completo, en el instante que él le miro con enojo.
Continuara………….