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The enemy and the Lover por Raike

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-Suéltalo- Se escuchó la suave voz de Shaka. Sus ojos azules estaban fúricos, nada podía ser peor y él lo sabía, estando rodeado de hombres llenos de ira contra el capitán del sur, y contra él mismo

-Suéltalo… y dime caballero dorado, ¿qué autoridad tienes tú sobre mí para decidir si debo hacerlo o no?- habló Loki, mirándole triunfal, sonriendo cuando Shaka agachó la mirada y se arrodilló en la nieve, para susurrar:

-Ninguna, perdone usted… mi señor…- Sabía que no tenía alternativa, si llegaba a rebelarse en ese momento, era seguro que Loki mataría a Siegfried, aunque, Shaka sabía que nada le aseguraba que el capitán del sur no lo haría después de todo.

Loki sonreía triunfal, cínico, sintiendo cómo el cuerpo de Siegfried comenzaba a regresar del estupor del fuerte golpe que antes le había dado, pero ahora ya no tenía miedo, antes, hubiese no corrido, pero si temblado al estar cerca de la persona que tan hábilmente llevaba la delantera de la guerra contra su región de Asgard.

Siempre orgulloso, siempre con esa sonrisa altiva en la boca, mirando a todos con algo parecido a la condescendencia, a la empatía, su voz siempre obedecida y sus decisiones siempre acertadas, con ese porte de noble venerado y casi candidato a soberano de Asgard, Siegfried era todo lo que Loki odiaba.

Shaka pasó sus orbes azules a la figura arrodillada frente a él, observando con preocupación como Siegfried recobraba la conciencia. Lo primero que vio el capitán del norte fue al rubio arrodillado frente a él, mirándolo con ojos de disculpa, como queriendo decir un "lo siento" por no haber podido evitar el embrollo en el cual, desde que divisó al soldado de sur parado tras Shaka blandiendo su espada contra él supo que estaban.

-Maldito…- Susurró Siegfried, alzando la cara hasta dar con la burlona faz de Loki, quien parecía gozar cada momento.

-¡Ah Dubhe! ¡Que bueno que despertaste! ¿Sabías que es de muy mala educación el dormir mientras estás de invitado de honor en una celebración?- siseó Loki, alzando a Shaka, con algo de resistencia departe del caballero dorado, quien miraba con esos ojos de tristeza a Siegfried. –Estamos celebrando: ¡el triunfo del sur contra los guerreros del norte! La caída de su líder y…. la caída del traidor del sur que ayudaba a los del norte…- dijo esto último jalando a Shaka hasta el suelo, con bastante violencia, para aventarlo lejos de ellos, donde varios soldados le amenazaron con sus armas.

-No te atrevas siquiera a…

Siegfried había comenzado a hablar, pero calló al instante en el que una patada de Loki se incrustó en su rostro, lanzándolo al suelo cubierto de nieve.

-Creo que no has entendido Dubhe, vas a morir –miró a Shaka para poder ver la turbación en su cara, y disfrutando bastante su momento siguió – bueno, vivirás por el favor que va a hacernos este caballero dorado, pero… será como si murieras en vida, pobre Siegfried Dubhe, derrotado en una honorable batalla, llena de sangre, donde ambos luchamos por horas, hasta que mi destreza te venció, terminaste entonces prisionero mío, y delataste la ubicación de tus soldados a cambio de tu vida, a los cuales masacramos y con ello, vencimos a tu ejército, luego de eso, tan magnánimo como soy, perdoné tu insignificante vida, haciéndote, esclavo personal de mi amante… al cual vas a tener que atender como rey… ¿verdad Shaka?

Siegfried miró al rubio, el cual le rehusó la mirada y entonces comprendió todo, apretó los puños, sin embargo, no hizo nada, no tenía arma, estaba rodeado de soldados quienes no iban a esperar una segunda orden para hundir en su carne la filosa hoja de sus espadas y hacer lo mismo con el rubio.

"-No tenías que hacerlo, podrías haber dejado que me matara, podrías haber peleado y estoy seguro que eres lo suficientemente ágil y poderoso para haber podido huir… ¿porqué? ¿Porqué lo hiciste Shaka?" pensaba Siegfried mientras se sentía ser levantado, puesto en un caballo sin silla como si fuera un costal lleno de heno y transportado por los estrechos caminos que cruzaban la zona neutral de Asgard.

Shaka mientras tanto iba en un carruaje techado, con las puertas laterales abiertas, estaba atado de las manos a una de los extremos, precaución que Loki había tomado por si el rubio había pensado escapar a medio camino. Muchos habían pensado que su docilidad era una forma de cooperación, así que nadie se preocupó más por él. Sin embargo, Shaka no estaba cooperando dócilmente, estaba analizando la situación, viendo de qué manera podía escapar y llevarse a Siegfried consigo, las ataduras no eran problema, sin embargo, no traía ninguna arma consigo, y él sabía que si golpeaba a un soldado era probable que fuera visto y causara una revuelta.

"tenía que haberte protegido, sin embargo no lo hice, se que no fue nuestra culpa, sin embargo estamos siendo juzgados por algo que no deberíamos… Por favor… Por favor Athena… Ayúdanos a escapar…"

Shaka cerró sus ojos, viendo cómo de pronto el caballo que llevaba a Siegfried era amarrado a su lado por uno de los soldados, suspiró, mientras veía el cuerpo del capitán del norte, que estaba de espaldas a él.

"Athena… en realidad necesitamos un milagro…"

-¡Solamente a ti se te ocurre creer semejante estupidez!- Se quejaba Alberich mientras trataba de que su caballo siguiera el paso del garañón de Syd, que surcaba el camino que llevaba a la cabaña de su capitán como si en eso se le fuera la vida.

-Un soldado no miente en estas situaciones Alberich, si él dijo que Siegfried estaba en problemas yo le creo –Terminó Syd apretando el paso de su caballo, saltando con presteza un tronco cubierto de nieve que bloqueaba el camino, Alberich lo siguió, no con tanta suerte, tambaleándose por la fuerza con la cual su caballo cayó y casi cayendo al suelo.

-No me importa! En dado caso que nos hayan mentido juro que lo mato!- Siseó Alberich acomodándose lo más orgullosamente que pudo, ignorando la risita burlona de Syd, quien ignorándolo completamente, siguió con su camino sin siquiera esperarlo –Siempre así… Debería dejarte solo…- Terminó, espoleando a su caballo para seguir a Mizar.

Syd repetía la escena una y otra vez en su cabeza mientras avanzaba lo más rápido que podía, un soldado llegó jadeante al campamento que tenían en el edificio que acababan de recuperar, pidió hablar con él, que estaba sentado en el fuego cálido saboreando la victoria que acababan de tener. Cuando Syd le pidió que se acercase, el soldado lo hizo respetuosamente, comenzando a explicar el porqué de su intempestiva llegada, su compañero había sido capturado por soldados del sur, los cuales lo habían llevado seguramente al palacio de Loki, él había logrado huir con mucho trabajo y cuando regresó vio a los soldados rodeando la cabaña, con Loki al mando de todos ellos. Según la información que Syd había recibido Siegfried había capturado al misterioso personaje de la capucha y lo había llevado con él a su cabaña, entonces… Entonces Loki estaba intentando rescatarlo! No había esperado nada, había ensillado su caballo y salido lo más rápido que pudo, seguido por Alberich al cual le explicó la situación mientras se encaminaban a la cabaña.

Syd estaba preocupado, no tenía seguridad en nada de lo que estaba pasando, Siegfried nunca tomaba una decisión apresurada y menos que pusiera en riesgo su integridad y los planes que se trazaban cuidadosamente en el norte.

-Entonces… ¿que demonios ha pasado Siegfried?- Susurró Syd mientras seguía cabalgando apresuradamente por el camino irregular.

-Syd! No avances más!- Le gritó Alberich, alcanzándolo y cerrándole el paso con su caballo, tomando la rienda del garañón de su amigo para orillarlo a salirse del camino, trepándose a una pequeña elevación, donde se escondieron entre los abetos nevados.

-¿Pero qué…?- gruñó Syd, tomando la rienda de su caballo una vez que estuvieron escondidos, sus ojos brillaban furiosos, pero, para agrado de Alberich, Syd se había dejado conducir con confianza casi ciega hacia donde él lo llevaba.

-Mira- Susurró Alberich señalando al camino donde antes estaban, al principio, Syd pensó que se trataba de una broma al ver el lugar vacío, pero luego, un hermoso caballo de color negro azabache se dejó ver, montado regiamente por Loki.

Syd abrió los ojos sorprendido, descubriendo que luego de Loki venía un convoy bastante numeroso y alrededor de 15 soldados que iban rodeando un pequeño carro el cual al lado, en una de las puertas laterales, las cuales iban abiertas se divisaba la capucha roja de la persona que todos los viernes iba a la taberna a beber solo, pero ahora, no estaba sobre la cabeza de ese hombre, sino sobre sus piernas.

-Shaka de Virgo… sabía que no podían fallar mis sospechas- Rió Alberich, señalando al rubio quien parecía estar buscando algo, mirando a todas partes sigilosamente, de pronto, Alberich sintió como a su lado Syd se tensaba, y justo señalaba el caballo que iba al lado del carruaje, el cual llevaba cargando a un inconsciente Capitán del norte…

-SIEGF…- Gritó de pronto Syd, llamando la atención de Shaka, y no solamente él, sino de la compañía entera de soldados y del mismo Loki, el cual regresó sobre sus pasos montado en su negro corcel.

Shaka alzó la cabeza enseguida al escuchar la voz de Syd, sus ojos azules de pronto encontrándose con el guerrero del norte al lado del chico de cabellos amatistas. Vio de pronto a todos movilizarse adonde escucharon el grito, sus ojos azules encontrándose con los hábiles ojos de Alberich, cerró entonces sus orbes color de cielo para gritar:

-SIEGFRIED! No! ¿Que te pasa? ¡DESPIERTA! – Todos entonces centraron su atención en él, quien intentaba moverse lo más desesperado que podía hacia Siegfried.

-Qué significa todo esto?- preguntó Loki enojado, mirando a Shaka con reproche –Porqué haces todo este escándalo? – Terminó, mirándole con frialdad, sobreentendiendo que el rubio había gritado anteriormente.

-Él… no despierta, tembló pero no despierta –Habló Shaka débilmente ya, bajando la mirada, ante lo cual Loki no pudo reprimir una risotada burlona, para volver a ponerse en la cabeza de la escolta, no sin antes lanzar un:

-Y qué mejor si no lo hiciera? Todos! Avancen nuevamente! No tenemos ni un minuto que perder!

-Nos acaba de dar la oportunidad de nuestras vidas- Susurró agitado Alberich, jalando la rienda de su caballo, retirándose de la orilla donde los abetos los escondían.

-No entiendo, porqué lo hizo?- Dijo confundido Syd, siguiéndolo.

-Porque seguramente está de nuestro lado, nada le costaba delatarnos, sin embargo, nos ha dado una oportunidad que no debemos desaprovechar, Syd, voy a reunir las tropas que van camino al palacio, no están lejos de aquí, reventaré el animal si es necesario, pero tenemos aproximadamente 10 minutos para emboscarlos, si tomo el atajo y llevo a las tropas hacia ellos en el dique, estaremos en tiempo para que ellos no pasen al sur

A Syd nunca le había gustado el liderazgo de Alberich, siempre tan altivo, tan seguro de sí mismo, le daba la apariencia de arrogancia que él tanto odiaba, sin embargo, al momento en el que acercó su caballo para tomar al chico de cabellos amatistas por la nuca y darle un apasionado beso, furioso y posesivo, para luego sonreírle superior y ordenarle:

-Hazlo! Yo voy a seguir el convoy para asegurarme que no les perdamos la pista, confío en ti Alberich- Dicho esto, Syd soltó al otro y espoleó a su caballo, para avanzar rápidamente por la elevación tras los abetos, siguiendo a los del sur desde ahí.

-Baka…- rió Alberich partiendo por su lado.

Si… esta iba a ser una victoria para el norte…

Cuando Siegfried abrió los ojos se encontró con la visión de un Shaka que le observaba con preocupación, sonrió, moviéndose minúsculamente, su cuerpo entumecido por la incómoda posición en la que iba.

-Hey…- llamó a Shaka, el cual negó con la cabeza, indicándole que no hablara muy fuerte, para no llamar la atención.

-Mientras dormías, vi a tus dos amigos, los dos chicos del bar –Shaka negó con la cabeza otra vez al ver la inquietud en el rostro de Siegfried –Ellos están bien, nadie los vio, y creo que han de ir a buscar ayuda...

-Una emboscada? –Susurró Siegfried cansado, observando a Shaka atado a la puerta del carro.

-Tal vez eso planeen, estoy seguro que todo saldrá bien – Sonrió el rubio, y ante la mirada interrogante del capitán del norte que solo entendía de tácticas y movimientos inteligentemente planeados Shaka se atrevió a contestar con su filosofía y fe –Estoy seguro que Athena nos ha concedido el milagro por el que tanto rogué…

Siegfried no respondió, pero quiso creer, con toda su alma, en las palabras del sexto santo de esa diosa que no significaba mucho para él.

"Athena… Si es verdad que has atendido a los ruegos de tu caballero… quiero darte las gracias… y pedirte que no nos abandones hasta el final…" cuando Siegfried dejó de pensar en estas palabras, lo único que hizo fue sonreír, y tratar de relajarse un poco, en espera de ese milagro en el cual Shaka creía… no… en el cual Shaka y él creían.

El camino cubierto de nieve llegaba a un punto en el cual los abetos que lo rodeaban desaparecían, dejando una gruesa extensión de nieve que se extendía por alrededor de 2 kilómetros, después de los cuales la ciudad donde Loki tenía su palacio en Asgard del Sur se dejaba ver. Habían pasado aproximadamente unos 20 minutos desde que Syd los seguía, y ahora ya podía divisar el dique, no se podría mover más so pena que perdiese la protección que los abetos le daban y fuese descubierto por todos. Loki se iba abriendo paso ahora por el dique, a punto de salir a terrenos del sur, y fue justo cuando Syd vio a los soldados del norte…

Loki volteó rápidamente, evitando al soldado que iba a caer sobre él blandiendo una espada, dejando que éste cayera al suelo sin daño, pero sacando su espada en el movimiento, se vio rodeado de pronto, él y su compañía, y maldijo tanto en acción como de pensamiento…

-Malditos perros del norte! Traicioneros! Van a pagarla bastante caro!- Tuvo entonces una valiosa idea, y se encaminó al carro que transportaba a Shaka y donde estaba el caballo que llevaba a Siegfried –Mira Dubhe, tus perros guardianes han venido a morderte, no es adorable?

-No vas a salirte con la tuya Loki, vamos a hacerte pagar, y esta guerra va a terminarse hoy – Siseó Siegfried, sintiéndose ser levantado. Loki lo estaba arrastrando con él, evitando así que alguien se acercara a él, como un perfecto cobarde, cubriéndose el cuerpo con el enemigo.

-Loki! Regresa! Loki!- gritaba Shaka tratando en vano de soltarse, las ataduras estaban muy bien hechas y no podían deshacerse con facilidad –Loki!

-No le grites, como el buen cobarde que es no va a regresar –La voz de Syd le hizo girar la cabeza, ahí estaban, los dos acompañantes de Siegfried cada viernes en el bar, blandiendo sus armas, agitados, se veía que habían estado luchando y no temían a nada, que arriesgaban todo por lo que querían, como verdaderos guerreros.

-No, no regresará, el que debe regresar es nuestro capitán- Dijo Alberich, tomando su espada y deshaciendo las ataduras de Shaka, el cual después de que lo miró agradecido, bajó de donde estaba sentado y comenzó a caminar entre algunos de los cuerpos que ahora yacían en el suelo, para tomar una espada.

-Acaso tu luchas?- Preguntó Syd bastante sorprendido, al ver el contraste del delicado cuerpo de Shaka envuelto en la fina túnica y los cuerpos de los guerreros que peleaban contra sus soldados del norte.

-Claro que si…- susurró Shaka, sonriente –Y voy a ir por su capitán

-Un momento.. qué…?

-Cállate Syd… algún día comprenderás que fue lo que pasó –Sonrió Alberich, para que con un movimiento de cabeza, le alentara a sumergirse en la batalla, su lucha por un Asgard unificado y completamente libre…

Su ideal.

Loki caminaba con dificultad entre la batalla, con Siegfried a rastras y dándole bastantes problemas, se sintió de pronto tropezar con el cuerpo de uno de sus soldados el cual en la desesperación por vivir y ser ayudado a ello, tomó el tobillo del capitán del sur. Loki cayó al suelo en un golpe sordo, haciendo que Siegfried rodara unos metros lejos de él, el capitán del sur entonces, bastante molesto y contrariado por el atrevimiento del que debía ser su aliado, blandió su espada para darle término al pobre infeliz, quien se ahogó en su propia sangre, tal vez maldiciendo al que debió de prestarle ayuda.

Loki una vez acabado con el "estorbo" que le había hecho caer, se dio la vuelta para recoger del suelo lo que debió de ser un bulto humano amarrado, sin embargo, lo único que sus ojos observaron, fueron a Shaka desamarrando a Siegfried, de manera muy apresurada, Loki gruñó, levantándose rápidamente del suelo, poniendo todo la fuerza que pudo en su espada, molesto, tratando de golpear a la pareja, sin embargo Siegfried ya tenía una espada que Shaka había recogido con anterioridad y logró bloquear con fuerza el golpe.

-Ahora si Garm… frente a frente, sin que nadie nos interrumpa…- Siseó Siegfried, moviéndose un poco, para remediar el entumecimiento de sus músculos, Shaka mientras tanto no perdía el tiempo, tomaba otra arma y dándole la espalda al capitán del norte, ayudaba a que nadie se inmiscuyese en esa batalla.

-Era lo que querías no Siegfried? Quitarme Asgard… Pues no voy a dejarte…. – Loki siseaba, mirándole con severidad, maldiciendo a todos los dioses por haberle quitado su triunfo justo cuando éste iba a culminarse. –Muere!

Se abalanzó sobre Siegfried con verdadera destreza, con toda su furia enfocándose en atacarlo, todo lo demás era secundario, no importaban los gritos de aquellos soldados que perecían, los cuerpos que poco a poco iban cayendo, la mayoría heridos, porque Alberich había dado órdenes de no matar a menos que fuera necesario, si… Tal como Syd lo hubiese hecho. La nieve poco a poco iba tomando un tono carmín, cubriéndose con la sangre de aquellos que caían en ella, manchando esa inmaculada alfombra con sudor, sueños y vida, esperanzas y anhelos…

Mientras una batalla llegaba a su fin, Siegfried y Loki estaban en el apogeo de su lucha, sus espadas chocaban una contra la otra, llenando sus cuerpos de la resonancia tanto del impacto como del metálico sonido, rodeados como estaban de cuerpos y parejas de soldados que aún luchaban, no tenían bastante rango de movimiento, así que era arriesgar el todo por el todo, los espadazos causaban roces a veces, rasgando los trajes de los capitanes, haciéndolos sangrar, pero ninguno de ellos recibiendo heridas de gravedad, los minutos pasaban, ambos, suficientemente diestros en el arte de la batalla daban lo mejor de sí, demostrando porqué estaban en el mando superior, sin embargo, si de algo no tenía Loki, era paciencia, la batalla se había alargado demasiado para su gusto y no le veía avance, estaba cansado, fastidiado, molesto…

Lanzó un golpe justo al pecho de Siegfried, el cual, tambaleándose, cayó al suelo nevado, fue entonces que Loki cometió su peor error, se dejó cegar por la ira y lo dulce de la oportunidad y se abalanzó con todas sus fuerzas sobre Siegfried, blandiendo su espada. A la lejanía, Shaka suspiraba, mirando a Syd y a Alberich a su lado, y pudo ver cómo el cuerpo de Loki caía sobre el capitán del norte, los tres chicos abrieron sus bocas en un grito silencioso, sorprendidos por lo que estaba pasando. Shaka corrió hacia donde los capitanes estaban, preocupado, pensando lo peor, sus ojos azules abriéndose horrorizados al ver la sangre correr por la nieve, junto al cuerpo de Siegfried.

Sin embargo, el capitán del norte se levantó con dificultad, lanzando a Loki a su lado, ensangrentado, casi atravesado con la espada que Siegfried había empuñado contra él al momento en que se lanzó a atacarle, Loki había sido víctima de su propia imprudencia y desesperación y felizmente para Siegfried… Él había salido victorioso de la batalla.

Alberich y Syd suspiraron aliviados, observando el panorama alrededor, sus soldados habían hecho un excelente trabajo capturando con vida a la mayoría de los muchachos del sur, hiriendo no de gravedad a la mayoría, y solo una mínima parte de ambos bandos había resultado muerta. Ambos observaron como la figura delgada del rubio, el cual había estado con ellos ayudándoles se lanzaba sobre Siegfried, para besarlo contento, Syd respingó un poco arqueando una ceja, mirando con bastante recelo a Alberich quien sonreía disfrutando de la escena.

-Qué?- siseó Alberich dándose la vuelta y comenzando a ordenar a sus hombres que avanzaran a ocupar el palacio del sur, a sabiendas que los habitantes de la ciudadela, viendo a su ejército rendido y… al cuerpo de Loki inerte sobre su caballo, no iba a causarles problema alguno.

-Desde cuando das las órdenes tú?- gruñó Syd, cruzándose de brazos a su lado, mirándole con el rabillo del ojo mientras asentía a los soldados para que hicieran lo que el otro de cabellos amatistas les había indicado.

-Desde que apoyas todo lo que digo- contestó Alberich divertido, mirando como Siegfried se montaba en uno de los caballos para ir a dirigir la comitiva que ya iba entrando a la ciudadela, Shaka sin embargo se quedó al lado de los otros dos, sonriendo, cruzándose de brazos.

-No vas a ir con él?- preguntó Syd, cordial pero aún sorprendido por todo

-Voy con ustedes, él tiene que hacer las cosas solo, por algo es su capitán no?- dijo asintiendo y comenzando a caminar al lado de ambos guerreros, siguiendo a los demás, con una sonrisa confiada en el rostro.

"Vine aquí llamado por una persona que no estaba con ustedes, sin embargo, hoy cruzo triunfalmente a las puertas de una ciudad que me había dado asilo con bandera de otro ejército, miro las caras de aquellas personas que me reconocen y me preguntan qué es lo que está pasando con sus ojos, sin embargo no me siento traidor. Por el tiempo que pase aquí se que ellos vivían oprimidos bajo los deseos de alguien que buscaba el poder sin fijarse siquiera en el pueblo que desfallecía en su hogar. Se que ahora los tiempos serán mejores, que con la unificación del territorio ellos vivirán mejor, justo como escuchaba los relatos felices de la gente del norte, que no vivían aterrorizados ni oprimidos como ellos… Todo será diferente ahora… Sea Siegfried quien se quede en el poder de Asgard o ceda el mando a cualquiera de los nobles de cualquier región. Estoy contento de haber venido, de haber intervenido en una guerra que no era mía, gracias a Athena encontré por fin a la persona que llena mi existencia de felicidad y paz, en un territorio que no es el mío pero en el cual viviré de aquí… Al resto de mi vida…"

Notas finales:

By Raike

raike_chan@hotmail.com


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