Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Somos Crueles por Chibi-Chan

[Reviews - 160]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

~ Gracias por depostarun dólar ~

Continuamos n_n

Después de pasar largo rato cerca de la puerta del apartamento que compartía con dos chicos (increíble pero cierto) Sakura supo que su espera había dado frutos. La correspondencia había llegado.

Una gran mar de correspondencia se deslizó por una rendija que estaba en la parte inferior de la puerta. Parecía tomar cada carta como si fueran pequeñas piedras de oro en un riachuelo.

Buscó entre todos los sobres rosas, azules, verdes y amarillos uno en particular. Llego hasta cortarse un dedo por pasar tan rápido los sobres, pero lo encontró al fin.

Se sorprendió al ver que no era solo uno, como esperaba, sino que eran de ocho a diez sobres, todos con Uchiha Sasuke por remitente.

Abrió la primera carta con un abrecartas de manera violenta.

"Hola, Itachi.
Espero que la estés pasando bien en Inglaterra.
Tengo que decirte que agradezco mucho tu preocupación, y también que seas amigo de Naruto.
En el tiempo que he estado viviendo en su casa me he divertido bastante, y me ayuda a olvidar
Un poco el dolor de que Otou-san no me quiera en su casa.
Me la paso muy bien aquí, y he tenido un par de dudas, y quisiera que me las contestaras.
¿Por qué ya no contestas tu móvil? ¿Se le baja la batería rápidamente o estás muy ocupado?
Bueno, no importa, sólo contesta mis cartas rápido, por favor.


Con amor, Sasuke. =)"-

Ésta era una carta de dos semanas atrás.

En el rostro de la pelirrosa se formaba una mueca como de enfado, pero decidió abrir carta por carta. Cuando ya estaba en la última se impresionó mucho, tanto que parecía que sus ojos verdes se saldrían de sus cuencas.

"Hola de nuevo, Itachi.
Etto...no sé como vayas a tomar la noticia, pero ya ha pasado un mes y no te he dicho nada.
Créeme que estoy emocionado y lo que te voy a decir no es fácil pero... ¡Estoy esperando un bebé!
Tuyo y mío ¿qué te parece? Te preguntarás por qué es que te lo digo hasta ahora.
Pues verás, Naruto me dijo que esperara un tiempo y así lo hice, al menos para confirmarlo.
Pero como verás, no pude aguantar mucho más, aún no sé que es pero eso es lo que menos importa.
Te sorprenderá el saber esto estando tan lejos, es lo que creo yo. Ya he pensado en un par de nombres:
Si es un niño se puede llamar Yoshino o Souta, pero si es una niña se puede llamar Noriko o Sazuhi, cualquiera es bueno.
Pensarás que no me preocupo por mi educación en un momento así, pero ¿qué crees que dirán en la escuela? Lo mismo en el hospital ¿qué dirán las enfermeras? Yo me evito esa presión y me quedo en casa a estudiar. Naruto es bueno enseñando ¿sabías?
Bueno, espero que termines pronto para poder estar los tres juntos. Saludos, Sasuke.
P.D. Responde mis cartas, por favor. Necesito saber que aún estamos juntos a distancia. =)"


Sakura parecía tener ganas de devolver lo que no había comido y todo lo que comió el día anterior. Lo que acababa de leer era la carta más larga, del día anterior, y más importante de todas. Las demás (a su parecer) parecían cursilerías sin sentido. No podía decirle algo así a Itachi, se marcharía de inmediato a Tokio y nunca lo volvería a ver. Así que fue a la cocina veloz y ágil, de manera que no se tropezara con algún mueble, tomó una bolsa de plástico negra y puso ahí las cartas de Sasuke, le ató un nudo y los puso debajo de una colchoneta del sillón.

De una de las recámaras salió un chico en sandalias esponjocitas, con el pijama aún puesto y despeinado por la posición en que estaba. Fue directo a servirse un vaso con agua una vez vio a la pelirrosa haciendo el desayuno.

-¿Qué haces levantada tan temprano, Sakura?-Preguntó el chico de pijama mientras sacaba un poco de mantequilla de maní del refrigerador y unas galletas saladas de la alacena.

-No es tan temprano para decir "oh, Sakura madrugó hoy"-replicó con un tono burlón en su voz.

-Perdóname la vida, Sakura. Pero son las cinco de la mañana.-Contradijo Kisame a la vez que extendía la mantequilla de maní sobre las galletas y señalaba al pequeño reloj digital sobre el horno de microondas.

-Tengo clase a las seis.-Dijo al mismo tiempo que batía un par de huevos rápidamente en un cuenco.

-Pero, según mi experiencia y profesionalismo, Oxford no estará abierto hasta las siete. Y en tal caso ¿qué clase tendrías?-

-Fotografía básica.-

-¿Para qué las enfermeras toman foto...?-

-¡¿Quieres callarte de una buena vez, Kisame?!-Explotó la pelirrosa, arrojando sin querer el contenido del cuenco en la cara del mencionado.

La plática logró despertar al moreno, que, por instinto natural, iba a ver si era una pelea de gatos o una rutinaria pelea entre Sakura y Kisame.

-¿Tan temprano y ya están peleando?-Preguntó una vez los divisó. Traía puesto una camisa roja y unos jeans negros, su cabello estaba muy bien peinado y amarrado en una coleta baja.

Miró a Sakura (con un plato en la mano) y miró a Kisame (con una capa de huevo batido sobre la cara) y no pudo evitar decir "te ves mejor así", cosa con la que Kisame se hizo "el que no escuchó nada" y se fue a limpiar al baño.

-¿Por qué no traes puesto el pijama?-Preguntó la pelirrosa mirando de vez en cuando a Itachi.- ¿Tienes algo que hacer a estas horas?-

-Tengo que preparar el laboratorio de ciencias para los alumnos de nuevo ingreso.-

El moreno pasó de estar en la cocina a estar en la sala, donde se propuso a preparar su mochila, pero en eso logra notar que un trozo de bolsa negra sobresalía por debajo de los colchones.

-¿Qué es esto?-Preguntó sacando la bolsa de su lugar.

Sakura, más que alarmada, corrió directo a la bolsa como si de dinero se tratara. Itachi la miró raro, por la actitud que tenía, así que rápidamente inventó una excusa.

-Son...etto...cosas de chicas.-Sonrió de una manera tan falsa que parecía que la mascara (por no decir cara) se le caería en cualquier momento.

El moreno tomó su mochila y salió del apartamento algo confundido por la reacción de la pelirrosa, pero daba igual, no le tomó mucha importancia. Al tiempo que Itachi salía, Kisame entraba de nuevo a la escena, donde Sakura aún sostenía la bolsa entre sus manos y le ataba un nudo doble.

-¿Qué es eso?-Preguntó señalando dicha bolsa, ya limpio, vestido y sin ningún rastro de huevo en su rostro.

-No creo que te importe.-Dijo de manera sarcástica y feliz, tanto que hasta dio miedo a cierto nivel.

Después de quedarse sola en el apartamento, la pelirrosa se puso unos lentes oscuros, una chamarra verde con capucha y salió del edificio con la bolsa entre sus manos. Buscó un bote de basura donde pudiera meter la bolsa, una vez lo encontró, sacó un encendedor y le prendió fuego. Se fue de ahí hasta que el contenido del bote terminó por consumirse.


~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~



-¿Sasuke?-

Deidara seguía sosteniéndose en la pared debido al repentino ataque a su residencia. La figura entre el polvo parecía cada vez más nítida y efectivamente era Uchiha Sasuke.

El mencionado se acercaba poco a poco, al parecer estaba muy enojado, pero el rubio no sabía por qué.

-Deidara.-Dijo con una voz de ultratumba que logró poner al ojiazul con piel de gallina.-Quiero saber un par de cosas y no te vas de aquí hasta que me las digas.-

-¿Y por qué saldría de aquí si aquí vivo?-Pregunto lentamente, notando que Sasuke estaba un poco ebrio.- ¿Cómo llegaste hasta aquí?-

-Yo soy el de las preguntas aquí-

Deidara no hizo caso a lo que el Uchiha dijo y se aventuró a mirar por la ventana. Lo único que lograba ver era un auto atravesado a media calle y semi estacionado en doble fila, deteniendo de manera indefinida el tráfico de dos calles completas.

-¿Es tuyo?-Preguntó señalando al dichoso auto. Recibiendo de nuevo un "yo soy el de las preguntas aquí".-Bien, bien. No es momento para ponerse histérico. Y más cuando hueles a alcohol por todas partes ¿dónde has estado?-

-No interesa. Quiero información.-

-¿Información? ¿Sobre qué...?-Antes de terminar la frase, Sasuke le había lanzado el sobre amarillo que tanto adoramos.

Con tan sólo ver la cubierta supo de qué trataba.

-¿Quién te dijo? Y no me respondas "yo soy el que hago las malditas preguntas aquí". Ya no eres un niño.-Respondió de manera firme a la vez que miraba a Sasuke.

El moreno ya había tomado asiento de forma inquieta, mientras esperaba que Deidara dijera algo. Se removió un poco en el sofá y empezó a jugar con sus dedos.

-Me lo... dijeron ambos.-Dijo de una manera tan poco audible que Deidara se tuvo que acercar a él para corroborar lo que había dicho realmente.

El ojiazul sólo suspiró y salió del lugar, para, minutos después, regresar con un balde de agua fría que después le echó encima a Sasuke, dejándolo empapado de pies a cabeza.

-¡¡¡¿PERO QUÉ HAS HECHO?!!!-Preguntó muy exaltado y gritándole a Deidara  como si se lo fuera a comer.

-Estás e-b-r-i-o. ¿Quieres otra razón o traigo más agua?-Replicó deshaciéndose del balde.-Además, ¿Crees que a tus hijas les gustaría verte de esa manera?-

-¿Tú también? Todo el mundo estaba enterado de que yo tenía dos hijas y a nadie se le ocurrió comentar nada.-Sasuke se había puesto a la altura de Deidara en cuanto a los reclamos, porque, para ser franca, Sasuke era un poco más bajito que el rubio.- ¿Qué yo no tenía derecho a saber?-

-Sa... Sasuke. Etto... y-yo lo siento mucho.-Fue lo único que atinó a decir cuando repasó mentalmente toda la información almacenada de hace quince años.

-Yo no tanto.-Comentó una voz desde el marco de la puerta que hace unos momentos había sido derrumbada.-Itachi nos dijo que no te dijéramos nada.-

El hombre que había llegado al apartamento era alto, con un abrigo marrón oscuro sobre sus hombros, cabello rojo y tenía unos cuantos moretones recientes en la cara debido a una "inocente" travesura. Se veía un poco agitado, suponiendo que había caminado desde un punto lejano en el centro y se había evitado el tráfico que el auto de cierta persona causó.

-Sakura dijo que estabas en la ciudad, pero nunca pensé que exactamente aquí.-Dijo cruzándose de brazos mientras observaba al mojado Sasuke y al medio atónito Deidara a un lado del sofá.

-Me importa poco que les haya dicho que no me contaran nada, pero lo que no les puedo pasar es que me hayan ocultado una hija por tanto tiempo.-Explotó por fin.

Sigilosamente, y a la vez que Sasuke se daba de topes en una pared cercana, Deidara se acercaba poco a poco al pelirrojo.

-¿Tenias que empeorarlo todo con tu comentario?-Preguntó una vez estuvo lo demasiado cerca para no alterar más al ebrio mojado de Sasuke.

-No es empeorar, es decir verdades completas. Y ya deberías saber la diferencia.-Sujetó a Sasuke por los hombros y lo volvió a sentar en el sofá, aprovechando de que estaba un poco corto de equilibrio.- ¿No ha hecho o dicho nada?-

-Además de tirar la puerta y traer esto, no.-Dijo mostrándole el sobre amarillo a su koi (el mismo que ha estado en manos de todos desde hace quien sabe cuántos caps.).

Sasori les echó una hojeada a los documentos, cosas personales a su parecer, estaba tan concentrado en vigilar al Uchiha y procurar que no se diera de topes que se exaltó un poco al escuchar un timbre de teléfono, proveniente del móvil de Deidara.

-¿Moshi-moshi?-

-¿T-tío Deidara?-La voz al otro lado de la línea se escuchaba algo frágil e interrumpida, como si llamaran por debajo de un puente.

-¿Naoko-chan?-Preguntó bajito una vez identificó la voz, recibiendo un ligero "sí" por respuesta.-No es normal que llames a estas horas. Pero dime ¿qué pasa?-

-Ya te dije que no te levantes, aquí estas bien.-

-¡Pero yo quiero explicaciones ya! Nadie me ha sabido responder como es debido.-

Sasuke y Sasori comenzaron a forcejear, ambos intentando tirar al otro o al menos presionar un poco para que se calmaran (en el caso de Sasori).

-Un momento por favor, Nao-chan. ¡¿Quieren Callarse?! ¡Estoy hablando por teléfono!-Gritó con la expresión más perturbadora que pudo hacer, a lo que ambos chicos se sentaron rápidamente en el sillón por miedo a Deidara.-Gracias. Ahora, ¿qué decías?

-Ah, sí, lo siento. Quiero presentarte a alguien.-

-¿Pero cómo me vas a presentar a alguien por teléfono? Eso no se...-

-¿Deidara-sama? Gusto en conocerlo, al menos por teléfono, soy Uzumaki Tomoyo.-La rubia pareció sonreír al otro lado de la línea, ya que se le escuchaba una voz alegre.- ¿Moshi-moshi? ¿Deidara-sama, está bien?-

Deidara se había quedado callado. Esa pequeña voz le había robado el aliento. Tal fue el grado de su sorpresa que, sin poder evitarlo, se desmayo, haciendo que Sasori corriera a auxiliarlo.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

-¿Deidara-sama? ¿Deidara-sama?-

-¿Qué pasó?-

-Al parecer, se ha cortado la línea.-

-¿Otra vez? Vamos a tener que cambiar de compañía telefónica.-

-Algo así.-

La atención de ambas fue desviada cuando vieron la gran y reluciente sonrisa de Minato, que agitaba los brazos por estar a una distancia considerable.

-¡Ya nos vamos, niñas! ¡Ya es algo tarde!-

Mientras decía esto, Kushina llevaba la canasta al auto. Itachi no quería ni hablar y Naruto se estaba anticipando un diálogo premeditado.

Sin más, siguieron al rubio hacía el estacionamiento, listas para regresar casa. Pero la interrogante: ¿Con quién era su hogar?

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

-¿Se encuentra bien?-Preguntó el moreno mientras ayudaba a Sasori con Deidara, para que éste último no sufriera daño al recostarlo en el sillón.

-Sí. Pasa seguido.-Se encogió de hombros ante su respuesta, para después tomar una pose más seria.-Imagino que debes de tener muchas preguntas. Yo las contesto sin problemas, sólo no me pidas decir algo que no tengo permitido.-

-Sólo quiero saber cómo fue que no sabía que había tenido dos hijas y cómo la ocultaron tanto tiempo, eso es todo y por fin podré acabar con esto.-

Sasuke se sentó frente a Sasori de manera decidida, ya estaba medio seco pero, aún así, sentía un escalofrío que recorría desde su nuca hasta sus piernas.

-Ese es el problema. Si hablamos de Tomoyo, hablamos de Naoko; y si hablamos de Tomoyo y Naoko, hablamos de Yuki-chan. Pero eso te lo contaré después o cuando estés más calmado.-

Sasuke se quedó mirando fijamente a Sasori. Evidentemente ocultaba información que para él, era, si no valiosa, muy, pero muy importante.

-No... le digas... nada.-Susurró Deidara entre suspiros, pero seguía dormido. En ese momento el moreno se preguntó hasta qué nivel psicológico había llegado Itachi para que no dijeran nada ni medio dormidos.

-¿Y bien?-Soltó por fin después de un largo silencio.

Sasori había cerrado sus ojos, al tiempo que cruzaba sus piernas y brazos en señal de reflexión. Nuevamente, el silencio se hizo presente en el lugar, sólo interrumpido por el "tic tac" del reloj y alguno que otro leve suspiro del ojiazul.

-En esencia...tus preguntas son simples pero a la vez complejas. Tu primera pregunta, la de tu ignorancia hacia Naoko, creo que lo recuerdas, sino bien, con algunos detalles importantes. Pero sólo es una suposición.-

-Continua.-

-Me imagino que recordarás muy bien el día 20 de junio de hace quince años. Justamente a las cuatro treinta de la madrugada comenzaron tus contracciones. ¿Me equivoco?-

Sasuke lo miraba con una seria expresión en su rostro. Movía los pies continuamente y hacía un sonido a ritmo con el del reloj. No revelaba más que una fina y profunda impaciencia, el cual invitó al pelirrojo a continuar con su relato.

-Conozco tu mente, Sasuke. Y, respondiendo a tu pregunta invisible, sólo te diré que Kisame-san fue muy amable en investigarte, creo que no lo conoces. Pero eso es información que no me has preguntado, lo que no viene al caso. Después de que naciera Tomoyo te desmayaste irremediablemente, así que los médicos tuvieron que actuar de emergencia. No sé si lo habrás notado ya, pero te practicaron una cesárea.-Sasuke lo miró con duda, por lo que se corrigió.-Ya sé, ya sé. No tienes ninguna marca y eso es porque te abrieron por la parte baja de tu espalda, bastante raro pero funcionó. Los días que estuviste sedado fueron suficientes para apaciguar el dolor y que la herida cerrara bien, dejando apenas una casi invisible marca. Y, como mi intuición me dice a gritos, supondré que las únicas personas que te han visto ahí son  tu hermano y el rubio idiota que se hace pasar por padre cuando no lo es.-Dijo con cierto tono de reproche en su voz.

-¿Me estas tratando de hacer pasar por un idiota?-Sasori lo miró con curiosidad, no por escuchar lo que el moreno había dicho, sino por tratar de entender su pregunta.-Si de verdad hicieron esa intervención, ya se hubiera abierto con el esfuerzo físico que realizaba.-

-Estás olvidando un detalle importantísimo.-Decía mientras movía la cabeza de lado a lado en una enérgica negativa.-Por eso las enfermeras te dieron tantos cuidados. Por algo no te dejaron salir hasta tres semanas después. El límite son tres días. Igualmente ¿Por qué crees que Naruto no dejaba que te levantaras en las noches? Puede que me digas que fue por tu protección pero, además de eso, era para que no sintieras dolor ni te dieras cuenta de tus puntadas.-Su mirada se había vuelto afilada, su voz era convincente y no estaba jugando con el pasado.-Así que, en realidad, no hiciste nada que dañara tu salud física.-

Sasuke lo miraba con rabia. Sabía más cosas de él de las que Sasuke sabía de sí mismo. Pero para esos momentos, todos sabían más que él. Sasori no le hizo ni el mínimo caso, por lo que siguió con su tediosa (y algo difícil de comprender) historia.

-Así fue como todo pasó. ¿Qué te parece si hacemos una pausa?-Sonrió a Sasuke. De verdad quería tomar un descanso, por lo que se levantó de su asiento y fue a la cocina a preparar un poco de café. Era lo único que podía hace aún no se disipaba el olor a gas del ambiente.

El moreno sólo podía observar. Ahora entraban más dudas. Como, por ejemplo, ¿qué haría después de saber todo lo que en cuanto a su familia concierne? Nadie sabía lo que le deparaba su futuro o el de sus hijas o alguna persona más. Tal vez iba enserio el asunto de la demanda. Arrancaría a Naoko del lado de Itachi, al igual que lo haría de Naruto con Tomoyo.

Después se puso a reflexionar de una manera más madura y repasó todo lo que le habían dicho. Dos hijas, todos sus conocidos involucrados, cesárea inesperada, padres muertos que dejaron una herencia casi desconocida para él, Naruto no había dicho ni pio (ni siquiera cuando estuvieron fuera de Tokio).

Pasó poco tiempo para que las dos tazas de café estuvieran listas y sin ningún contratiempo. Deidara no se había levantado a pesar de que ya estuviera despierto, se sentía un poco mareado y no tenía ganas de levantarse, ya que creía que devolvería el estómago. Pero, con todo el esfuerzo que pudo hacer sin abandonar el cómodo sillón, alcanzó su móvil. Era poco lo que recordaba antes de su desmayo. Sólo tenía una vaga idea de lo que en realidad había sucedido. Tomó entre sus manos dicho objeto y se dispuso a mirar el registro de llamadas. Según él había recibido una llamada de su sobrina adoptiva, pero no estaba seguro del todo, pero cuando vio el teléfono marcado ahí se puso a gritar como loco. Corrió a su habitación y se encerró por unos cinco minutos, saliendo de ahí como si fuera a irse de campamento, a una escuela militarizada o algo parecido; pues traía puesto unos pantalones que se podían camuflar fácilmente con la hierba, una camisa sin mangas negra y unas botas algo grandes.

-Me voy. Luego vuelvo. No me esperen. Gusto en verte, Sasuke.-Dijo esto tan rápido como pudo y después salió por la puerta como si estuviera en una corrida de toros.

Sasuke se impresionó de la velocidad que había puesto Deidara en hacer, decir y pensar todo eso. Lo único que no sintió fue el portazo (Dato curioso: Nadie ha puesto la puerta en su maldito lugar). Mientras tanto, Sasori seguía tomando más que relajado su rica y calentita taza de café y degustando unos cuantos dulces de fresa (recién traídos a casa por Deidara, claro está).

-¿Siempre es así?-Preguntó Sasuke una vez se repuso de su leve shock.

-Pasa seguido.-De nueva cuenta se encogió de hombros.

Esa actitud tan relajada de Sasori era lo que desesperaba tanto al moreno pero lo dejó pasar por el momento.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Después de toda una tarde fuera del colegio y de casa, por fin los Namikaze se decidieron por dejar a todos en sus respectivos hogares, algo cansados debo añadir.

La pequeña morena y la pequeña rubia estaban dormidas en el asiento de atrás, recargándose una en la otra para evitar caerse, al tiempo que, sin saberlo, hacían una división entre Itachi y Naruto.

-Supongo que querrás pasar más tiempo con Tomoyo. Sería lo más normal y es comprensible-dattebayo.-Comenzó a hablar el rubio, irrumpiendo el silencio que se había formado.-Puedes llevártela contigo. Si Sasuke vuelve a casa hoy le explicaré todo.-

Itachi no atinó a más que extrañarse por la actitud de Naruto. Hasta ahora parecía creíble que los años no habían pasado en vano y que Naruto era ya una persona madura. No por nada le había dejado a Sasuke a su cargo hace ya tanto tiempo.

-No me mires así.-Replicó Naruto poniendo unos infantiles mohines, lo que dio paso a Itachi a hacer una nueva corrección de lo que había pensado.-Sólo quiero ayudar. No busco ningún interés en esto. Sólo quiero que ellas estén juntas, no deseo que pasen el resto de sus días odiándonos a todos. Sólo te advierto que no lleves a Tomoyo a ver a Yukiko hasta dentro de unos cuantos meses. Sería muy repentino además de traumático-ttebayo.

Itachi sonrió de medio lado ¿En verdad Naruto creía que él era tan estúpido como para hacer algo así de un día para otro? Pues si la respuesta es “no” para Naruto aparentaba un “sí”.

-No soy tú, Naruto. Puedo manejar eso. He liado con ese tipo de cosas desde hace mucho tiempo.-

Pudieron haber seguido hablando sobre el asunto, pero papá Namikaze paró el auto enfrente de la casa de Naruto, justo frete a la cochera.

Todos bajaron a excepción de Tomoyo y Naoko que seguían abrazadas a Morfeo.

-Es enserio lo que dije, Itachi. Llévala a tu casa y yo paso por ella en la mañana.-

-Tendría que tomar su opinión.-Dijo mientras sacaba las llaves de su auto y se dirigía a abrirlo. Naruto seguía con su posición de padre comprensivo.

-No te preocupes. Siendo Naoko yo creo que si querrá quedarse a dormir.-

Naruto ya se había adelantado y había subido a ambas chicas al auto. Itachi no sabía si lo hacía por buena acción o por otra cosa.

-¿Por qué insistes en que la lleve conmigo? Parecería que no la quieres contigo.-

Naruto escuchó bien su pregunta, pero fingió no escuchar la última parte.

-Sólo no quiero que esté en casa por si Sasuke explota.-Dijo con una sonrisa radiante.

-¿Y no se enojará más por no tener a Tomoyo a la vista?-Dijo pausadamente.

Un vago recuerdo había asaltado su mente. Un Sasuke de tres años jugaba con coches pequeños y bloques lego. Recordaba bien como al no tener enfrente a su coche favorito se ponía a llorar hasta que Itachi lo encontrara. Recibiendo como agradecimiento una linda y ancha sonrisa por parte de Sasuke, al igual que un dulce y cálido abrazo.

-Te sugiero que te vayas ya. Está comenzando a oscurecer y no quiero quedarme preocupado.-Dijo Naruto sacándolo de sus pensamientos.

Mamá y papá Namikaze ya se habían ido a descansar. Por lo que le pareció bien irse él también.
 
Con ayuda de Naruto les puso los cinturones de seguridad a sus hijas y cerró todas las puertas, para después irse.

Nada más que diez minutos fueron suficientes para llegar al edificio. Tuvo que despertar a ambas chicas para no tener que llevarlas hasta el penthouse dormidas.

-Naoko… Tomoyo… despierten.-Pedía de la manera más tranquila posible (o como lo llaman algunos: amor de padre)-

-Ambas se revolvieron un poco en sus lugares, pero la primera en despertar fue la rubia.

-¿Qué…qué hora es?-Se interrumpía a ella misma por algunos bostezos fugaces que salían de su boca.

-Son las ocho treinta.-Dijo de una manera tierna y sólo miraba a Tomoyo estirar los brazos al igual que Naoko lo hacía.

-¿Itachi-san? ¿Dónde están otou-san y tou-cha?-Preguntó rápidamente notando que estaba en un auto diferente, que no veía su casa por ningún lado ni a sus padres de toda la vida.

-Naruto dijo que te gustaría dormir una noche con nosotros. Tómalo como una pijamada. Y no te preocupes, Naruto vendrá por ti en la mañana.-Sonrió de medio lado.

Tomoyo no pudo resistirlo y también sonrió. Naoko se dio cuenta de la situación y sonrió igualmente. Ya arriba todo fue pan comido. Cenaron, jugaron un rato, vieron televisión juntos. Naoko le prestó a la rubia un pijama que tenía guardado y que le había quedado a la perfección. Itachi no dudo en que ambas chicas durmieran en su habitación porque no había futones extra y la cama de la morena era muy pequeña. No dudo en hacer el mínimo sacrificio de irse a dormir al sofá de la sala.

Estaba apunto de irse a dormir cuando tocaron la puerta. No se imaginaba que tocaran la puerta a altas horas de la noche. Se dirigió a abrirla con todo el cansancio del mundo y la persona al otro lado de la puerta no le sorprendió mucho que digamos.

-¿Dónde está?-Preguntó rápidamente Deidara cuando pudo visualizar a Itachi.

-Silencio, que vas a despertar a medio edificio.- Pidió bajito el moreno.- ¿A quién buscas?-

-No te hagas el que no sabes, Itachi. Naoko me llamó en la tarde y sé que Tomoyo estaba con ella.-Los ojos del rubio no podrían brillar más. Estaba muy emocionado y quería ver a su sobrina perdida.

-Está en mi cuarto junto con Naoko, pero ya se durmieron.-Avisó antes de que a Deidara se le ocurriera entrar pero para su sorpresa fue exactamente lo contrario y Deidara ya estaba dentro de la habitación.-Deidara, estas no son horas para visitar a la gente, sal por lo menos a la cocina.-

Una vez afuera el rubio emitió un largo gritó ahogado. Estaba muy emocionado como para poder suprimirlo más.

-¿Por qué es rubia?-Preguntó indignado.

-Influencias.-Dijo como si nada para dirigir sus pasos a la cocina, a donde el ojiazul lo siguió.

-Sabía que la vería de nuevo. Ahora puedo morir casi tranquilo, sólo me faltan un par de cosas por hacer.-Su tono de voz era por demás infantil.

- ¿No deberías estar en tu casa? Además, ¿Vas a ir a una fiesta de disfraces o para que el traje de soldado en plena guerra?-Se mofó un poco, notando el atuendo del rubio.

-Ah, ¿Esto? Lo iba a utilizar en caso de que Tomoyo no estuviera aquí. Y no estoy en casa por la simple razón de que tu hermanito estaba ahí cando salí. Por cierto, no me despedí. Espero que Sasori lo haya hecho por mí.-Se dijo bajito recordando los hechos.

-¿Sasuke estaba en tu casa?-Preguntó indignado.- ¿Cómo te contacto?-

-Por orden. Sí, estaba en mi casa. Me tiró la puerta.-Decía mientras dejaba caer pequeñas lágrimas de cocodrilo.- Y no tengo ni idea de cómo consiguió mi dirección. Cuando salí estaba hablando con Sasori pero nada más.-Miró la habitación un par de veces y después miró a Itachi de manera tierna.- ¿Qué se siente?-Preguntó de repentinamente, recostando su cabeza sobre la mesa de la cocina.

Itachi no entendió bien su pregunta, por lo que se corrigió sólo.

-¿Qué se siente tener a tus hijas por fin juntas?-

-Sólo te diré que es indescriptible.-Itachi esbozó una sonrisa distraída, y Deidara se lleno de felicidad. Después de tanto tiempo una de las peticiones en su lista de deseos imaginaria se había realizado.

-Oye… ¿Puedo dormir aquí?-Preguntó mirando a su alrededor.-Es que ya es algo tarde, y quiero ser el primero en darle una calida bienvenida a Tomoyo-chan mañana.

El moreno no pudo decirle que no a uno de sus mejores amigos de la infancia. Pero aún le daba vueltas en la cabeza el hecho de que Sasuke se haya presentado en a casa del rubio. Algo preocupante supongo.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~


Desde hace un par de horas Sasori estaba en su cama. Había recibido un mensaje de Deidara que decía que se quedaría a dormir en la casa de Itachi por varias razones, las cuales no especificó ni aclaró.

Sasori estaba acostado en su cama mirando televisión y tomando una bebida energética.

Supondré que se están preguntando por Sasuke. Si estoy en lo correcto entonces sabremos que, aún con su caminar relajado y su lentitud para hacer las cosas, Sasori no es para nada tonto. Sabía de antemano y por el comportamiento de Sasuke, que éste no se encontraba muy bien, e incluso olía a alcohol.

Por lo que tomó un par de píldoras para dormir y las vertió en el café que Sasuke se bebió. Pero antes de que perdiera la conciencia por completo lo llevó al cuarto de huéspedes, esperando que no despertara hasta el siguiente día.

El pelirrojo tomó un pequeño bloc de notas que se encontraba en la mesita de noche a su lado izquierdo. Escribió como título “cosas por hacer”, escribiéndolas en forma de lista. Eran poco menos de diez cosas, entre ellas hacer reservaciones en un famoso restaurante de Tokio, comprar flores, visitar a Yuki-chan, buscar un objeto en especifico en una joyería, hacer la colada, entre otras cosas.

Por alguna razón, los parpados le pesaban y la bebida energética no ayudaba en nada. Comenzó a bostezar pero no le dio importancia. Comenzó a ver el televisor algo opaco. Sin contratiempos, terminó por quedarse dormido.

Notas finales:

¡Hola, hola!

Nos tardamos una millonada y más por el pasado cumpleaños de Naru-chan, por esa razón ofrecemos una disculpa. Queríamos publicarlo ese día.

Etto… no sé si ya se habrán dado cuenta pero yo creo que sí. Hicimos dos capítulos y los subimos juntos para compensar todo el tiempo que estuvimos fuera. Es que Facebook quita la creatividad. Por eso es muy poco recomendado por mí, y nunca me oirán diciendo “entra a facebook y crea tu propia granja” o algo por el estilo, claro que no.

Supongo que ya se habrán dado cuenta igualmente de que yo siempre respondo a sus reviews cuando voy a subir un nuevo capítulo. Por lo que lo siento si me retraso en responder. Se me hizo una costumbre :S

Bueno, hasta aquí le dejamos porque las cosas se están poniendo algo tensas. Quien quiera matar a Sakura po favor hágalo en grupo (xD) e inviten a su servidora.

Hasta Luego.

PD: Lo siento por el chiste de “deposite un dólar” pero no me pude resistir.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).