Una enfermera avanzaba rápidamente por los blancos y estériles pasillos de un hospital. A órdenes del médico en turno, corría como desesperada buscando al hombre con las descripciones que le habían señalado—alto, ojos oscuros, cabello negro y largo—pero para ser más específicos, el padre del las gemelas que habían nacido pasadas las tres de la madrugada.
Pasaron unos cinco pasillos más para que pudiera encontrarlo.
Se encontraba en el área pediátrica, en la zona de cuneros—la más grande del piso—observando la habitación a través del cristal con una cara sumida en ternura.
Frente a él estaban más de 35 cunas, en cada una de éstas dormía un bebé, pero a 33 de ellos los ignoraba y sólo prestaba atención en dos. Eran los cuneros 7 y 8, estaban justo frente a él. El de la izquierda decía Tomoyo y el de la derecha Naoko. Se veían tan adorables elevando sus manitas al aire, casi parecía que intentaban alcanzar la bombilla para atrapar la luz que se ceñía sobre ellas.
La enfermera se acercó a Itachi silenciosamente, conmovida por la escena, tanto que Itachi no se había dado cuenta que lo observaban.
-¿Uchiha Itachi-san?-Preguntó la mujer una vez estuvo cerca de Itachi, recibiendo un asentimiento por parte de éste.
Ella le entregó una tablilla y habló con él un rato. Por cada palabra que salía de la boca de la mujer, la ternura en el rostro de Itachi iba desapareciendo, dando paso a una de completa tristeza y decepción.
La enfermera se quedó mirando al suelo un rato—apenas iluminado con la luz que salía del cuarto a través del cristal, dándole un aspecto lúgubre al pasillo—aunque ella no tuviera la culpa.
-Uzumaki-san dio la firma adicional.-Agregó sin levantar la cabeza.-Le hubiéramos dejado esa parte a Sasuke-san, pero está inconsciente desde hace un par de horas.-
-¿Y qué hay de las niñas?-
-Eso puede discutirlo con Uzumaki-san, pero si se refería a que Uchiha-san firme, lo hará cuando despierte, eventualmente.-
Itachi firmó en el campo vacío, vaciló un poco, muy triste por la situación, pero eso no saldría de sus labios.
-¿Puedo verlos?-
-Por supuesto.-Dijo tomando la tablilla entre sus manos.-…l está dos pisos más arriba, en maternidad, sala 5. Ella está al fondo de éste pasillo, a la derecha, la tercera puerta.
Itachi se alejó de la enfermera, caminando por el pasillo hasta donde le había dicho, encontrándose con una puerta de metal que tenía un tres negro pegado en la parte media superior. La abrió con cuidado, haciendo el eventual chirrido del metal, mirando con ternura y tristeza a “ella”.
-Bien, estamos aquí, nadie puede entrar o salir hasta que aclaremos esto.-Dijo algo sombrío.
-¿Yo que tengo que ver aquí?-Preguntó Sasuke disgustado.
-Tú eres la razón por la que estamos aquí, Sasuke.-Aseveró Itachi mirando al moreno menor.
-Tú.-Susurró Sasuke mirando de reojo a Itachi y apuntándolo con su dedo índice.-No se te ocurra volver a dirigirme la palabra.-
-Sasuke, por favor. Tranquilízate un poco ¿quieres?-Pidió amablemente Naruto cambiándose de lugar, de estar frente a la puerta a un sillón cerca de Sasuke.
Este último sólo giró la cabeza disgustado a la vez que cruzaba los brazos, no sabía que tenía que estar haciendo ahí ni tampoco le importaba, y mucho menos si Itachi estaba presente.
-No estoy de humor para tranquilizarme.-Dijo Sasuke algo amargado.-Mi hija está allá afuera semi-deprimida y yo no puedo hacer nada porque me tienen encerrado aquí con ustedes. ¿Qué quieren que haga para dejarme salir?-
-Tenemos que hablar de un tema muy delicado y no queremos que te alteres.-
-Te dije que no me dirigieras la palabra de nuevo.-
-Sasuke, sólo escuchalo, tiene sus razones para estar aquí-dattebayo.-
-¿Sí? Pues yo te puedo dar una lista de razones para que no este en el mismo lugar que yo.-
Los tres se quedaron en silencio, un silencio poco normal, ya que era incómodo y sólo se escuchaban los sonidos del exterior, tales como los pajaros, el susurro del viento y la voces provenientes de la sala amortiguadas por la puerta de madera negra lacada.
-Bien, no estamos para hablar de eso en estos momentos.-Continuó Naruto rompiendo la atmósfera tan pesada que se había creado.-Necesitamos hablar de algo que puede alterarte. Por eso necesitamos que estés en calma,.
-Pues si eso es tan importante ¡vamos! ¡convensanme de quedarme aquí y no saltar por la ventana!-Respondió con una actitud sumamente soberbia y sarcastica.
Naruto miró a Itachi, como pidiendo ayuda, pero este lo ignoraba de una manera desconsideradamente olímpica, con tan sólo girarse, mirando a la puerta como si fuera lo más interesante del mundo y le valia muy poco que la mirada del rubio sobre él fuera tan pesada.
-Queremos hablar sobre tus hijas.-Respondió Itachi, recordando cuando de pequeño siempre le llevaba la contraria y le hacía enfadar por esto.-Es un tema delicado, como podrás apreciar.-
Naruto sentía que el peso del mundo entero se le venía encima y sin un mínimo de piedad. Ya que Sasuke lo miraba con unos ojos muy curiosos y deseosos de saber, como un lindo gatito mirando curioso una pecera.
-¿De qué esta hablando este idiota? Yo no tengo hijas, sólo tengo a Tomoyo.-Chilló indignado.
-¿Quieres calmarte un poco?-
-No, no me calmaré hasta que tú...-Apuntó a Naruto asesinándolo con la mirada.-...me expliques lo que pasa.-
-Bien ¿Cómo te lo explico sin que me golpees?.-Naruto se masajeaba las sienes en un gesto por relajarse, pero no funcionaba.-Ya conoces a Naoko ¿cierto? La niña que está en el salón con Tomoyo.-
Sasuke intensificó su mirada asesina, llegando a llegar hasta un tinte escarlata por la furia que contenía e iba incrementándose.
-¿No has notado un parecido?-Preguntó Itachi (salvando a Naruto de una casi inevitable ida al hospital,accidentalmente,claro está).
-¿Parecido con quién? ¿Contigo? ¿Con la madre desconocida?-
-Así que ya lo sabes...-Itachi se recargó en la pared, mirando de soslayo a Sasuke, a la vez que Naruto alternaba su mirada indignado.
-¿Qué? ¿Qué tu hija no tiene procedencia? ¿Que te acostaste con alguien y te la dejó encargada a los nueve meses? Sí, eso ya lo sé.-
-Pues, lamento decirte esto, Sasuke. Pero...-Naruto titubeó un poco, a pesar de ser mayor que Sasuke sabía su estado temperamental.-La madre de esa niña es muy conocida, es abogada y está sentada justo enfrente de nosotros.-
Sasuke quitó su cara de niño malcriado para convertirla en una de WTF?, por decirlo así.
-¿Qué estás tratando de decir?-Sus ojos parecían nadar en un charco sangre, no podía tenerlos más intensos.-¡¿Qué demonios estás tratando de decir?!-Zarandeaba a Naruto con tal fuerza que Itachi tuvo que intervenir, pero Sasuke se apartó bruscamente cuando presentía que iba a haber algún tipo de contacto.
Naruto yacía sobre el sillón, al parecer Sasuke lo había hecho toda una malteada de cerebro y se notaba mareado.
-Este idiota está diciendo la verdad, Naoko no tiene mamá.-
-No me digas Idiota.-Comentó en medio de su aturdimiento. Pero Itachi no contestó.
-E-explicate.-No era natural en Sasuke no entender, pero esta vez estaba bastante desconcertado y confundido.Tanto que hasta se había olvidado que Itachi no debía dirigirle la palabra.
-Pues verás...
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-¿Estás bien?-Preguntó una morena a una rubia. Tenía el rostro recargado en una mesa de centro al igual que la otra chica.
-No me puedo quejar ¿qué tal tú?-Respondió la rubia, algo decaída, acariciando a Kyuubi que descansaba en su regazo.
-¡Estoy de la patada!-Gritó la ojicarmín estirando los brazos, logrando que Tomoyo diera un respingo notorio y que Kyuubi se exaltara un poco y se erizara.-No puedo creer que apenas me vaya enterando de esto. ¿Lo puedes creer?-
-Yo tampoco lo creía hasta que me lo dijeron hace 20 minutos, pero en parte me alegra y en parte me entristece saber que me han ocultado valiosa información todo este tiempo.-Dijo algo cabizbaja.
-Tranquila, además...te prometo que seremos buenas medias hermanas.-Dijo feliz mirando a los ojos de la contraria. Mostrando su dedo meñique.-Lo juro.
La otra comprendió la acción y entrelazó su dedo meñique con la de la morena, en un juramento infantil pero que se da a respetar.
-Naoko ¿Te puedo decir algo y no le dices a nadie del colegio? Es que, no es que me apene mucho pero si sería muy raro escuchar esto siendo que soy nueva.-Dijo con determinación acariciando el lomo del pelirrojo perrito.
-Sí, cuéntame lo que sea, soy una tumba.-Dijo juntando sus dedos pulgar e índice frente a su boca, haciendo un lindo gesto de cierre.
La de ojos ónice se acercó a la morena hasta estar junto a su oído y poder susurrarle.
-No soy rubia natural.-Dijo para luego alejarse rápidamente.
-Pero...yo...bueno, todos pensamos que eras rubia, ¿Cómo...?-
-Me lo pintó cada que me salen raíces, pensé que era obvio, pero en realidad tengo el cabello negro como tou-chan, me lo pintaba rubio porque no heredé nada de Tou-san pero ya sé cual es la razón.-Dijo para después volver a recostar la cara en la mesa.
-¿Y esa razón es...?-Preguntó indagante la de ojos escarlata.
-Pensé que ya lo sabías.-Dijo pausada la rubia.- ¿No te lo han dicho?-
-¿Decirme qué?-
-Pues, Tou-san no es mi...-
Justo en el momento cuando Tomoyo iba a terminar la frase tocaron el timbre de la puerta, Tomoyo fue a abrir rápidamente y se encontró frente a ella a una mujer de mediana estatura, que vestía muy formalmente, de ojos esmeraldas y cabellos rosas.
-¡Ohh! ¡Pero si tú debes ser Tomoyo-chan!-Dijo rápidamente para lanzarse hacia la rubia y estirarle las mejillas.- ¡Cuánto has crecido! ¡La última vez que te vi eras tan sólo una bebé!-Dijo abrazándose a ésta muy efusivamente.
-¿Sakura-san?-La morena salió detrás de la rubia.-Sakura-san ¿qué hace aquí?-
La pelirrosa pasó su vista de la rubia a la morena, poniendo una sonrisa amplia y cálida.
-No sabía que tu también estabas aquí, pero es natural ya que tu padre también lo está.-Sacó un sobre de un portafolio que tenía a un lado y se lo dio a ambas chicas.-Entréguenselo a Naruto ¿sí? Es lo que me encargó, nada más, nada menos.-Les dio a las chicas un beso en cada mejilla, se dio la media vuelta y se despidió con su mano en el aire.
Las chicas se quedaron observando el sobre entre sus manos, estaba completamente cerrado y no tenía muchos papeles, a lo mucho unos diez o quince.
Así que se miraron entre sí, tratando de adivinar cuál de las dos entregaría esos documentos.
-Ve tú.-Se adelantó la morena.
-¿P-por qué yo?-Preguntó nerviosa.- ¿Por qué no vas tú?-
-Pues...porque es tu casa, y Sakura-san dijo que estos papeles eran para tu padre.-
-Pero no es mi…-
-Nada de peros.-Dijo empujando a la ojiónix hasta la puerta donde tocó y corrió dejando esperar a su media hermana frente a la puerta.
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Sasuke tenía la vista ida, centrada en un punto vacío en la pared, con la boca entreabierta pero sin poder articular palabra alguna.
-¿Ti-tienen pruebas de eso? Porque hasta que no me muestren pruebas legibles no les creeré ni una palabra.-Logró articular al fin.
-Tocan la puerta.-Dijo Naruto, acentuando lo obvio, interrumpiendo el nerviosismo de Sasuke y arrojándose aire con un pai pai de papel.
Itachi sólo suspiró y se dirigió a la puerta, no a abrirla (por temor a que Sasuke huyera en la primera oportunidad), sino a saber que necesitaban sus niñas.
-¿Pasa algo?-Preguntó desde dentro.
-Llegó un sobre para Tou...para Naruto-san.-Respondió la rubia.
Naruto logró entender el último cambio de palabras, eso fue un golpe bajo, ¿pero que se le podía hacer?
-Pásalo por debajo de la puerta, por favor, Tomoyo.-Respondió Naruto a lo que la chica asintió e hizo lo que le dijeron.
Itachi tomó el sobre, tenía escrito "Hospital Akaeda".Itachi recordó ese nombre, ese mismo hospital donde nacieron ambas niñas.
El moreno le pasó el sobre al rubio, pero antes de que lo tomara Sasuke se lo arrebató.
Sasuke levantó la mirada sin atreverse a abrir el sobre, mirando interrogante a Naruto, debido a que Tomoyo dijo que eran para él.
-¿Por qué trajeron esto?-Preguntó Sasuke, sabiendo que ambos hombres frente a él sabían "cosas" y a él lo dejaban fuera.- ¿Por qué demonios trajeron los registros del hospital?-
-Ábrelo.-Dijo el rubio con simpleza.-Y verás que lo que te decimos es completamente cierto.
Sasuke abrió el sobre con mano temblorosa y paciencia. Sacó el primer papel. Los registros de Tomoyo.
Nombre: Uzumaki Tomoyo
Fecha de nacimiento: 20 de Junio de 1995
Lugar de Nacimiento: Tokio, Japón.
Padre: Uzumaki Naruto "Madre": Uchiha Sasuke.
Peso: 2.300Kg Altura: 40 cm.
Todo normal.
Siguió hurgando en el sobre y salieron los registros de Naoko.
Nombre: Uchiha Naoko.
Fecha de nacimiento: 20 de Junio de 1995
Lugar de Nacimiento: Tokio, Japón.
Padre: Uchiha Itachi "Madre": Uchiha Sasuke.
Peso: 2.300Kg Altura: 40 cm.
Sasuke se quedó en shock, revisó esos papeles una y otra vez. Eran completamente legales. Ahora sí que no sabía que pensar.
El moreno miró a los otros dos con una furia interior, una que haría que hasta los leones se ocultaran dentro del océano sólo para no ver desatada la furia de Sasuke
Guardó los papeles en su respectivo sobre--con toda la paciencia del mundo--,se levantó rápidamente y salió de la habitación no antes sin dar un severo y exquisito "los voy a demandar a ambos".
Ni Naruto ni Itachi le impidieron salir, ya habían aclarado las cosas, sólo era cuestión de tiempo para que Sasuke lo asimilara todo. Sabían que sus reacciones eran ataques de ira y desconsuelo, como dije, sólo era cuestión de tiempo para asimilarlo.
-¿No le dirás nada sobre ella?-Preguntó Itachi mirando sin mirar al sillón frente a él, donde momentos antes había estado sentado Sasuke.
-No creo que sea buen momento para eso, le rompería el corazón-dattebayo.-Posó su mano encima del hombro de Itachi y dijo.-Además, esa parte te toca a ti, amigo mío.-
-No se te ocurra mencionarles nada a las niñas sobre el pasado de Sasuke y el mío.-Aseveró con voz tétrica.
-Tú tranquilo, yo soy una tumba para los secretos familiares y por mí, ellas no sabrán que Sasuke es hermano tuyo.-Salió de la oficina. Itachi se quedó un rato más observando todo a su alrededor. Al poco rato salió igual.
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Sasuke salía de la habitación a pasos rápidos, Naoko y Tomoyo lo miraron pero sin atreverse a decir nada. Parecía más que furioso.
Tomó el pomo de la puerta logrando abrirla, saliendo con el sobre entre sus manos y al poco rato se escuchó el auto arrancar e irse a toda velocidad del lugar.
-¿Qué fue eso?-Preguntó Naoko aún sin poder creer lo que había visto tan velozmente.
-Un berrinche.-Respondió Tomoyo con simpleza.-¿No es así, Kyuu-chan?-
El perrito sólo movió la cola en una afirmación. Los adultos se dejaron ver a los pocos segundos, a la vez que, frente a ellos, se encontraban las chicas algo interrogantes.
-¿Qué pasó ahí adentro?-Preguntó la morena a su padre.-Sasuke-san salió muy enojado, por lo visto.-
-Sientense,por favor.-Pidió amablemente Itachi.
Ambas hicieron lo que les pidieron, se sentaron una al lado de la otra en el piso frente a la mesa, al igual que Itachi y Naruto lo hacieron igual pero en el sofá.
-Acaban de ver a Sasuke salir ¿no es cierto?-Preguntó Naruto mirando a ambas niñas.
Las dos asintieron.
-¿Les dijo algo?-Esta vez fue Itachi.
-Tou-chan ni siquiera nos volteó a ver.-Dijo Tomoyo, algo triste, siguiendo su labor de acariciar a Kyuubi.
Itachi golpeó a Naruto con el codo, indicándole que debia de decir algo en el momento.
-¿Por qué tengo que ser yo el que diga las malas noticias-ttebayo?-Susurró una vez resintió el golpe.
-Porque me llamaste "amigo" y yo no soy nada tuyo desde hace ya bastante tiempo.-Contestó el de ojos ónix en un susurro cortante y con voz tétrica.
Naruto sólo pudo soltar un gran y letargado suspiro de resignación antes de comenzar a hablar.
-Bien, bien, bien. Cada una sabe lo que sabe ¿estoy en lo cierto?-Ambas chicas asintieron.-Correcto, no quiero que digan nada sólo quiero que lo escriban en un papel y al final se lo entregen a la otra ¿de acuerdo?-
Ambas chicas hicieron lo que Naruto les indicó, descargaron toda la información que sabían en unas pequeñas hojas de papel.
-¿Esa es tu forma de resolver las cosas?-
-Quisiera verte intentarlo, Itachi.-
-Si así se solucionaran las cosas yo sería muy feliz con Sasuke y mi descendencia.-
-Pero no lo eres.-
-¿Tratas de decirme algo?-
-No, no, no. Sólo digo que pudiste ser más hombre y quedarte junto a Sasuke.-
-¿Acaso me estás llamando poco hombre?-
-Si la bota te queda...-
Ambos iban a comenzar a golpearse sobre el sofá pero la voz de Naoko los interrumpió.
-Ya terminamos, Naruto-san.-Dijo dulcemente estrujando la hoja entre sus manos.
-Entonces doblenlo y entreguenselo a la otra.-
-Bien.-
Ambas doblaron su papel dos veces y se lo entregaron una a la otra, Tomoyo lo abrió primero para luego quedarse con la boca abierta y los ojos como platos al igual que Naoko unos segundos después.
-Osea que tú...que yo...que ella ¿Nosotras?-
-Hablando claro, niñas, Sasuke es el padre de ambas, yo también. Naruto sobra en ésta situación.-
-Ni se te vuelva a ocurrir que yo sobro aquí porque yo soy un gran sostén en ésta familia.-
-No vuelvas a mencionar los sostenes aquí,Naruto-san.-Reparó Tomoyo algo avergonzada.
-Tomoyo, puedes seguir llamándome Tou-san, aún lo sigo siendo. No importa la situación.-
-Al menos hasta que Sasuke nos demande.-
-¿Los amenazó con eso?-Preguntó Naoko a la vez que su hermana se pasaba a Kyuubi para que lo acariciara un poco.
-Conociendo a Tou-chan es muy probable que cumpla con lo que dice.-
-No le durará mucho el enojo.-Repuso Itachi ya más tranquilo.-Volverá en un día o dos.-
-¡Ding, ding! Tenemos ganador. Sólo se te olvidó mencionar que él no olvida y por eso no te quiere volver a ver. Bien por tu deducción, pero nada acertada.-
-¡Ya estoy harto de tu sarcasmo,maldito!-Vociferó el moreno tomando por el cuello de la camisa al rubio y elevándolo a diez centimetros del suelo, logrando asfixiarlo un poco.
-¡Hey! ¡Dejame en paz! ¡Es mi día libre-dattebayo!-
-También el mio, estamos en las mismas ¿Pero qué le vamos a hacer?-Decía mientras, con cada palabra, estrujaba más el cuello del rubio.
-Que bonita...primera impresión le das a Tomoyo, Itachi.-Dijo el rubio con dificultad haciendo que Itachi se distrajera y volteara donde se encontraban ambas chicas.
Tomoyo tenías sus manos tapando sus ojos a la vez que era abrazada por Naoko, ésta le enviaba una seria mirada reprobatoria mientras Kyuubi no hacía nada.
-Bien, pero sólo porque te mira como un padre sino ya serías hombre muerto ¿Me escuchas?-
Itachi bajo a Naruto, mirándolo con un destello de desdén desprendiendose de sus ojos ónice. Pero aún con todo y odio, no estaba preparado para lo que venía. O más bien, quien venía.
-¡Naruto!-
Un hombre de de aspecto maduro había abierto la puerta de manera estrepitosa. Tenía el cabello de un color rubio canoso,ojos azules y mirada tierna, los pasos del tiempo no le habían afectado casi en nada. Llevaba puesto un traje de ninja. Y detrás de él, su hermosa esposa, de cabellos pelirojos y vestía unos pescadores y blusa de mangas cortas.
Todos se quedaron paralizados por la estruendosa entrada del rubio. Hasta que fue roto el momento de tensión.
-No me aclamen tanto, se les van a caer las manos de tanto aplaudir-Ironizó el mayor dejando la caña de pescar a un lado.
-¡Minato Oji-san!-Gritó la rubia antes de correr a abrazarlo al igual que su abuela.-Pensé que estaban en Hokkaido pasando sus vacaciones.-
-Nada de eso,linda.-Pasó su mano por la cabeza de la menor, logrando sacar un par de risas por parte de la chica.
-Tou-chan ¿Te acuerdas de la conversación que tuvimos sobre vestir trajes exoticos?-
-Sí, pero me da igual.-Se acercó a su hijo para darle un abrazó y girar la mirada hacía Itachi.-O por Kami-sama, Sasuke, cuanto has crecido.-Mencionó acercandose al moreno y empezando a verlo de arriba a abajo.-Hasta te a crecido el cabello, vaya que las cosas cambian en un par de meses.-
Tomoyo y Naoko sólo podían reír bajito, a la vez que Itachi se sentía incomodo por la confusión. Kushina se limitaba a expresar una grande y cálida sonrisa.
-Tou-chan, por lo que más quieras, ponte los lentes.-Pidió Naruto a su padre.
…l así lo hizo y logró visualizar a un hombre de cabellos negros y mirada intimidante,muy parecido a Sasuke excepto por el aspecto más varonil que se cargaba.
-Este...no es Sasuke.-Dijo pausadamente haciendo que todos se cayeran de espaldas para luego dar espacio a las risas.
-Puede que se parezca pero aún así no veo a Sasuke por aquí.-Mencionó la pelirroja mirando a todos lados.
-Fue por leche.-Comentó la rubia algo cansada por tanta agitación.
-Bueno, pero en todo caso ¿Tú quien eres muchacho?-Preguntó Kushina a Itachi algo risueña.
-Soy Uchiha Itachi.-Dijo gerntilmente respondiendo a la pregunta de la mujer.
-Uchiha...¿Uchiha? Pensé que los Uchiha ya se habían extinguido después de la muerte de el presindente de la compañia, Uchiha Fugaku.-Remembró el rubio mayor tomando asiento junto a su esposa.-Sí, se exactamente quien eres por lo que me han contado.-
-El padre de nuestra nieta.-Mencionó Kushina por lo bajo a la vez que su esposo asentia con pesadez.
-Pero no estamos aquí para eso. Quiero que vengan ustedes cuatro ¿cuatro? ¿Kushina, estoy viendo doble o ahí hay dos niñas?-
- Sí, son dos.-Dijo regalandole una sonrisa a cada niña.-¿Tú quien eres jovencita?-
-Me llamo Uchiha Naoko.-Hizo una pequeña reverencia a modo de educación.
Minato y Kushina se quedaron estaticos, era la segunda vez que la veían, la primera había sido en una visita al hospital.
-¿Podemos darte un abrazo?-Preguntó Minato por ambos, ya que el sentimiento lo traían a flor de piel.
La morena aceptó, pero no supo el por qué del gesto de esas personas. Hasta que unos minutos después, recordó que Tomoyo los había llamado "Oji-san" y "Oba-san".
Itachi carraspeó un poco después de que el abrazo durara más de un minuto. Sinceramente, no le agradaban mucho los Namikaze, eran buenos en los negocios pero demasiado escandalosos como acababa de apreciar.
-¿Qué querías decir antes, oji-san?-
-Ahh, sí, sí. Vengo porque quería invitarlos a todos ustedes a la fiesta del Hanami.-Dijo felizmente, pasando su mirada por la sala.
-Pero es mi día libre.-Replicó con flojera el rubio menor.
-¿Para que crees que te lo di? Para que estuvieras de flojo ¿no creo? Yo aprovecho las oportunidades y tu como hijo mio tienes que tomar las oportunidades.-
-Vamos, será divertido. Así podemos conocer más sobre Uchiha-kun y Naoko-chan.-Dijo sonriente la bermeja.-Vamos a ir de paseo a los jardines "Koishikawa Korakuen".-
-¿No está un poco lejos, señor Minato?-Preguntó la morena algo perpleja.
-Sí,pero lo que nos sobra es tiempo, son las ocho de la mañana.-Dijo mirando a su lindo reloj de cuero negro con dibujos de Mickey Mouse.
-¿Conoces esos jardines?-Preguntó bajito la rubia a la de ojos carmesí.
-Sí, voy cada año con Otou-san por estas fechas.-Sonrió dulcemente a lo que la chica de ojos carbón devolvió el gesto con otra sonrisa.
-Entonces no se diga más. ¡Vamos a los jardines Koishikawa!-Exclamó feliz el rubio mientras daba media vuelta y desaparecia por la puerta.-¡Todos a la camioneta!-
-¿Es benigno ir con ellos en estos momentos?-Preguntó la morena a su padre, el cual se quedó sorprendido por la palabra "benigno".Pero sabía que siempre utilizaba palabras fuera de su vocabulario cuando algo le preocupaba.
-Puede ser, no es por los Namikaze ni mucho menos, tomalo como tiempo libre con tu hermana.-
-Aún no me lo puedo creer-Sonrió para sí ocultando su rostro con su flequillo,pero que, aún así, Itachi notó fácilmente.
Ambos siguieron caminando a la salida, la tensión, los nervios, la culpa de omitir detalles, todo eso estaba dentro de la cabeza de Itachi. Así que, para apasiguar un poco las cosas ¿Por qué no ir a un día de Hanami en compañia de sus dos hijas y los "suegros" de Sasuke.
*CONTINUARA…
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