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¿Efímero? por Corda

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Notas del capitulo:

Volví. Luego de 5 años, planeo darle fin.

El capítulo previo lo edite. Hay un cambio en la historia. Previamente había planteado a Sai como el hijo de Rin y Obito, pero por fechas no dan. En el cap previo quedo.

Sai va a hacer un Uchiha pero por orto lado.

Este capítulo es algo así como mi Kakashi Gaiden de la historia. Introducí la pareja más rara que me ha gustado. Si no les gusta pueden pasar al final que hay ShikaNeji. 

 

Espero les guste. Intentaré actualizar cada 15 días a más tardar cada mes. 

En la misma posición y con más de 5 minutos en los que Neji por lo menos había dejado de llorar y solo me miraba directo a los ojos, decidí conveniente alejarme de él. Solté sus hombros y me iba a alejar pero lo que siguió me dejo completamente descolocado. Sentado en la esquina de su cama, se me abalanza y me abraza. Su rostro dio justo en mi pecho, en mi camisa negra, y sus brazos se aferraron a mi cintura como si fuera lo único que lo mantuviera a flote. Nuevamente da inicio a su llanto, esta mojando mi camisa mientras estoy quieto como un imbécil. Me rendí.

- Esta bien. Solo llora un poco más -dije mientras acariciaba su cabeza, como cuando me caía y mamá luego de regañarme por pendejo me abrazaba y sobaba mi cabeza, como si con eso se solucionará todo. En mi caso funcionaba, espero por lo menos darle algo del consuelo que mi mamá me regalaba.

 

Habían pasado como unos 30 minutos cuando el Hyuga por fin atino a separarse y retirar con delicadeza la mano que le trasmitía tanto cariño. Se sentía bien, pero se sentía mal. Él hacía más o menos un par de semanas se había dado cuenta de todo. Estaba enamorado de Shikamaru. Era una mierda. No estaba seguro de cuando exactamente paso, pero pasó. No era como ese amor de adolescentes en el que la otra persona es el todo para él. No. Ese amor era el de Itachi. Pero tenía que ser muy estúpido para no darse cuenta que poco a poco y sin hacer nada para evitarlo termino fijándose en el desinteresado que tenía al frente. ¿Sería su corazón preparándose para lo que le esperaba? No sabía. Se sentía sucio. Amaba a Itachi tan fuertemente que dolía, lo que sentía por el Uchiha no había cambiado en lo más mínimo a pesar de conocer lo que pasaba con Shikamaru, y eso lo hacía sentir como escoria.

 

- Neji… He sido muy insensible, pero no me gusta verte así -soltó finalmente el ciervo.

- Esta bien -lo miró nuevamente a los ojos. Estaba mal, lo sabía, sabía desde el principio que Shikamaru era demasiado peligroso y aun así no hizo nada para evitar su contacto, solo jugó con fuego y se quemó irremediablemente. Porque ahí estaba él, frente al de coleta, que lo miraba con un inmenso cariño, ya no había decepción en sus ojos, no, Shikamaru nunca había sentido lastima por él, a excepción de unos minutos atrás mientras estaba en su penoso estado, y estaba seguro que si le pidiera coger su mano y no soltarlo para ir y enfrentar lo que se avecinaba el de coleta no lo dudaría nunca… Pero al final del día, Shikamaru volvería a Chouji, y él ya no tendría a Itachi. Ya no tendría forma de entretener su mente y olvidar al de coleta. No. Esa opción se había ido hace 2 días. Se había ido con el 90% de su corazón. El cual se hubiera muerto por completo, pero ese pequeño pedazo que se había robado el Nara lo mantenía a flote, a duras penas- No puedo, Shikamaru estoy física y literalmente incapacitado. No he comido ni bebido nada. No tengo fuerzas. Ni mucho menos ganas -suspiro, se dejo caer y miro el techo de su habitación, esperando volver a dormir y olvidar su pesadilla.

 

Se levanto, dirigió al closet del otro, saco un esmoquin negro y una camisa azul claro, buscó un poco más y en un cajón encontro lo que necesitaba, unos lentes oscuros Rayban tipo aviador. Dejo todo con mucha delicadeza en la mesa de estudio del Hyuga y nuevamente se fue directo a su cama.

- No es difícil. Solo sostente de mí y te juro que no te dejare caer -le sonrió sinceramente como creyó nunca lo había hecho para el ojilila.

- … -Neji solo atino a abrir grande los ojos, se sentó mientras lo pensaba. Tal vez en el camino pudiera tirársele a un carro y encontrarse con él. De esa forma todo estaría solucionado y no tendría que cargar con ese infernal sufrimiento que tenía ahora.

- Y no te voy a dejar tirarte a un carro –“Se lo prometí a él. No. Aún si no se lo hubiera prometido, de igual forma no te dejaría hacerte daño” pensó, recordando la conversación que tuvo con Itachi. Ese día que casi se muere, todavía tenía magulladuras en su cuerpo que no habían curado.

- Shikamaru… -sabía que estaba mal. Sabía que se quería morir con él. Lo tenía absurdamente claro, era más que obvio que al finalizar el día seguiría en su maldita soledad. Sabía que no solo se lastimaba él al recibir la amabilidad de Shikamaru, si no que lastimaba al Nara y de paso a Chouji. Y no le importo. Se apego a esa pequeña luz de esperanza y por hoy, solo por hoy, aceptaría a otra persona que no fuera Itachi, que iluminará su vida, así solo fuera por un efímero momento- Es el funeral de Itachi, voy a ser una carga, no me dejes caer -casi suplicó mientras tomaba con fuerza una de las manos de Shikamaru.

- Voy a ser un completo fastidio para ti, prepárate -nuevamente esa sonrisa resplandeciente.

 

 

__________DOS MESES ATRÁS____________

Se le había cortado la respiración, estaba mareado, y sabía que fácilmente podría vomitar en cualquier momento. Se dirigió al único lugar en el mundo en donde se sentía en paz. Gai.

No había pasado 2 minutos en que Tobi abandonará su oficina y prácticamente salió corriendo en dirección del gimnasio, la oficina del gimnasio, donde siempre estaba él.

 

No toco la puerta, abrió de par en par, sin preocuparse en lo más mínimo que estuviera haciendo el otro. Sentía que iba a vomitar el corazón. ¡Maldito Tobi! Desde los 4 o 5 meses que había llegado sintió como todo lo que había avanzado en el camino se iba al traste.

 

- ¿Kakashi? -dijo Gai algo sorprendido mientras miraba al peliplata, su sorpresa fue muy grande cuando vio el desespero plasmado en el rostro contrario, en realidad en sus ojos. Se veía impotente. Y siempre que Kakashi tenía esa cara solo había una razón: Obito Uchiha.

- No lo soporto más Gai. Me está volviendo loco -dijo desde la puerta, entró con cautela, cerró con seguro y se dirigió al moreno. Este estaba sentado detrás del escritorio organizando unos papeles. Vestía un conjunto deportivo de buso con capucha y sudadera verde oscuro. Estaba algo distraído, como de costumbre, pero no perdió ningún paso del peliplata, quien vestía una camisa manga larga recogida hasta los codos beish dentro del pantalón azul oscuro, correa y zapatos café, y la típica pieza que nunca le faltaba… una bufanda, beish… Tal vez la de aquel día. Seguía sentado pero el otro estaba parado a su frente sin decir nada más, pero con esa apariencia turbada.

Se levanto, le llevaba de ventaja unos escasos centímetros, quizá 2 o 3, y aun así se sentía más pequeño frente aquel imponente hombre que se le paraba al frente. Supo certeramente desde ese día, 2 años atrás que las cosas iban a ser difíciles y muy diferentes. Pero mientras que necesitara ayuda corriera siempre a sus brazos, él estaría dispuesto a ayudarle… En TODO lo que necesitará. Bueno o malo.

 

Kakashi tiró la bufanda quién sabe a qué lugar y se aventó a los labios de Gai. Lo besó. Intensamente, con deseo, con rabia, con desespero, pero sobre todo con esperanza. La que solo Gai le podía dar. Con una de sus manos acerco el cuello del más alto lo más que pudo a sí. Acariciaba con fuerza esos cabellos negros. Necesitaba robarle toda la luz que pudiera, para poder sobrevivir.

Gai no se hizo esperar y con desespero inicio a desnudar a Kakashi, botón por botón fue liberándose, mientras se le exponía esa exquisita piel blanca. Kakashi era frío. Él era caliente. Cada roce los electrocutaba. Tomo un poco las riendas del asunto, de las caderas del contrario lo dirigió al sillón que tenían a un lado. Lo sentó, y se arrodilló a su frente, fue inevitable relamerse los labios; tenía a todo su frente la hombría del otro, muy despacio fue librándolo de la correa, del cierre, del bóxer… Se liberó. Esa gran y suculenta verga. Estaba todavía dormido. Eso no duraría.

- ¿Qué quieres hoy? -le dijo a Kakashi antes de llevarse ese pedazo de carne a la boca.

- Mmm… -le medito un poco- te quiero a ti -y Gai ya tenía muy claro que papeles desempeñarían cada uno. Siguió en su trabajo.

Kakashi recordó como terminaron en esa situación. Gai era la única cama a la que siempre volvía, tal vez no fuera muy seguido, quizá solo una vez, probablemente 2 o 3 veces al mes. Intentaba no hacerlo, sabía acerca de las preferencias de Gai, y que este solo se abría de pies para él. Sin embargo cada que sentía que su mundo se venía encima, él era el único que le ayudaba a salir. Era injusto, sabía que tenía una dependencia muy rara a Gai. Sabía que con cada encuentro le destruía al otro un poco. Lo evitaba, y esperaba que algún día el otro le dijera con asco que parará de destruirlos, pero eso nunca pasaba y solo ocurría. El sexo con Gai era el más violento y desenfrenado que había tenido. No tenían cuidado en lastimarse. Era simplemente exquisito. Lo que necesitaba para resetearse. Así que mientras su vida fuera un lío, siempre iba terminar follando con Gai. Porque Gai era fuerte, y no se amaban, lejos estaban de eso. Así que nunca lo perdería. Así que podía volver a su cama siempre que quisiera.

 

______DOS AÑOS ATRÁS_______

Estaba sentado en Sharingan, como siempre, como cada año, como cuando se sentía inmensamente infeliz, como gran parte de los días...

- Kakashi... Yo creo que ya está bien de alcohol. Tu solo te has podido tomar botella y media de whiskey -decía su acompañante con esa cara de incertidumbre.

- Tengo muy buena resistencia -y no era mentiras, Kakashi tenía una tolerancia absurda al alcohol. Era un castigo divino, ni poder ahogar sus penas en licor podía.

- Sin contar con que te ves inmensamente ridículo tomando alcohol con pitillo – dijo con cierta gracia su acompañante.

Kakashi sonrió. Era cierto, tenía puesta su mascarilla protectora habitual, y por pura pereza de retirarla, estaba tomando con pitillo, puede que eso ayudará a aumentar la velocidad con la cual se acababa su bebida.

Estaba sentado en la barra del bar. Hoy el barman era Hidan. Ese loco gustaba turnar entre ser guardaespaldas (matar) y repartir licor mientras intentaba convencer a los clientes de unirse a una sádica religión.

A su lado y quién había expresado angustia ante su comportamiento autolesivo era Gai.

 

Gai. ¿Qué podía decir de Gai? Fácil, que no se lo merecía. Gai era demasiado resplandeciente como para ser su amigo. Siempre dispuesto ayudarle en todo, sin importar que tan amargado estuviera, o que tan déspota fuera, y tuvo un tiempo en el que era un completo cabrón, siempre intentaba ayudarlo, compartir momentos de amistad, intentar rescatarlo del círculo de mierda al que siempre recaía. Se podría decir que era su mejor amigo.

 

Y es que Gai no la tuvo fácil. Porque cuando Obito murió si bien cambio su perspectiva del mundo, también se murió su corazón. Habían sido vecinos casi toda la vida, Konoha no es muy grande, pero fue a lo largo del tiempo, de largos años en el colegio y Universidad, compartían alguna clase y ambos se formaban como docentes aunque de diferentes áreas, que logro convencerlo de hacer competencias estúpidas, de salir a perder el tiempo con amigos, que obviamente eran amigos de Gai y aprendieron con el tiempo a ser suyos, de disfrutar un poco más de la vida. Incluso podría jurar que fue Gai quien convenció al antiguo director del colegio que le diera el puesto para trabajar junto a su nuevo círculo de amistades.

Si. Gai era su mejor amigo, de las pocas personas extravagantes con las que enserio disfrutaba compartir. De cierta forma esa esperanzadora forma de ver la vida y "la flor de la juventud" que profesaba le llenaba de alegría.

 

Por otro lado su promiscuidad, que tampoco era que se hubiera acostado con medio plantel, solo un par de docentes y ningún estudiante, era respetuoso y no gustaba de la pedofilia, no veía nada atractivo a los pequeños que guiaba, los apreciaba pero era el cariño que todo profesor profesaba por sus estudiantes, no supo cuando se repartió ese chisme tan desagradable igual tampoco hizo nada por desmentirlo, no es como si le importará lo que los demás pensaran de él. Desde que Naruto tuviera en claro que no era tremendo hijo de puta estaba bien. Al caso, su promiscuidad era de las pocas cosas que lo ayudaban, cada vez que tenía sexo y llegaba al orgasmo lograba olvidarse un poco de Obito, así fuera solo unos minutos, así fuera una pantalla que luego se desplomaría y lo dejaría nuevamente en el mismo sitio, el disfrutaba como ninguna otra cosa del sexo.

 

Había intentado enamorarse de nuevo, y casi lo logra con Itachi, pero no pudo, y no es que Itachi no fuera un hombre majestuoso, porque estaba condenadamente bueno, era gentil con él y en la cama... Tranquilamente había sido el mejor sexo de su vida. Pero, y lastimosamente era un pero atrozmente gigante, le recordaba Obito. Claramente eran familiares, y eso era una cagada completa, aunque eran tan diferentes como el agua y el aceite. Itachi siempre fue un genio, nada le salía mal, siempre perfecto y siempre un 10. Obito por otro lado era un desastre completo, nada le salía bien, en todo se tenía que esforzar un montón y siempre tenía alguna excusa patética. Sin embargo ambos compartían ese sentimiento de responsabilidad para con los demás, de amor, los Uchihas cuidaban lo que amaban como nadie más lo hacía, y esa fe en el prójimo, como si la gente enserio pudiera cambiar, como si el mundo pudiera mejorar. La gente creía que Itachi era malo, pero que equivocados estaban todos... aunque esa es una conversación de otro tiempo.

¡Ah el sexo! Si que le gustaba, esa era mejor solución que el alcohol, que nunca ayudaba en nada y solo lo ponía nostálgico, pero hoy, hoy era inevitable beber. Beber en su nombre, beber por Obito, y lo hijo de putas que habían sido ambos años atrás.

 

 

- Otra vez. Cada año es igual Kakashi -escucho como desde atrás se le dirigía una voz tremendamente varonil. Sonrió bajo la máscara. Será que podría tener sexo. No. Itachi hacía más o menos un año que se había enredado con otra persona, y parecía que estaba feliz. ¿Hacía ya 2 años que no lo hacían? No lo recordaba, pero se podría decir que sí que extrañaba ese culito-. Gai, buenas noches.

 

 

Gai lo miro directo a los ojos. Itachi Uchiha. No tenía mucha información de él, tampoco creía que lo que se decía fuera confiable. Pero ese sujeto había sido una de las tantas compañías en cama de Kakashi. De cierta forma le envidiaba. Poder conectar con tanta facilidad con Kakashi, cuando le había tomado años ser su amigo.

Lo observó de los pies a la cabeza. El hombre era muy elegante, estaba seguro que esa noche iba informal, y aun así estaba en extremo pulcro, con su coleta baja tirada a un lado de su cuello, camisa negra perfectamente abotonada y puesta, jean y zapatillas, todo en conjunto negro. Era muy atractivo, entendía perfectamente el séquito de pretendientes que se traía. De cierta forma entendía porque Kakashi se había metido con él. Hablando del plano amor-sexual, Gai, solo gustaba de las mujeres e Itachi no le atraía para nada, pero creía entender algo de la situación de cómo esos 2 estuvieron juntos. Entendible se decía.

Su gusto se dirigía a mujeres de curvas agradables, no tenía mayor interés en pechos o nalgas grandes, le gustaban mucho las cálidas sonrisas, y le encantaba los cabellos largos. En definitiva, Gai era un hombre que disfrutaba observar una mujer desnuda, eso lo encendía. Había tenido buenas y varias relaciones, tanto duraderas como cortas. Él sabía que no era el hombre más atractivo del mundo, no era Itachi Uchiha ni Kakashi Hatake, pero tenía otras cosas a su favor para conquistar. Tenía una forma agradable de ser, algunos decían que tenía ciertos comportamientos algo homosexuales pero no era verdad, solo estaba muy seguro de sí mismo y no le importaba ser transparente ni hacer cosas que otros pensarían vergonzosas; adicionalmente contaba con un perfecto cuerpo marcado desde el pelo hasta los pies, y pues si de intimidad se trataba, le encantaba el sexo y era muy buen amante, o eso parecía hasta el día de hoy, en parte esto se veía favorecido a que era muy entregado en las relaciones, siempre al máximo, como si cada vez fuera la última que tuviera sexo, y complaciendo a sus amantes, además, y no sobra decir, contaba con un pene bastante grande.

 - Itachi-kun, buenas noches -sonrió honestamente. No le caía mal. No le podía caer mal alguien que miraba a Kakashi como si fuese la cosa más preciada, sabía que se preocupaba por el platinado. Tal vez si Kakashi se hubiera enamorado de Itachi la historia sería otra, y estarían en una barbacoa compartiendo con sus otros amigos.

Pero no. Hoy era el aniversario de muerte de Obito. Hoy era el peor día del año para Kakashi. Hoy recordaba como el que en antaño había sido su mejor amigo se murió. O eso es lo que decía, porque Gai sabía la verdad. Sabía que Kakashi no era una mala persona, y que Obito mucho menos, pero que no habían actuado bien.

 

En uno de tantos de estos aniversarios fatídicos y cuando Kakashi ya tenía la suficiente confianza en su persona se lo había confesado. Obito no solo había sido su mejor amigo, si no su primer y único amor. Y el problema no era solo que se había enamorado de su mejor amigo, quien estaba enamorado de su mejor amiga. No, las cosas hubieran sido muy sencillas de solo ser así. Sin querer hacerlo, de alguna forma inexplicable, Obito estaba también enamorado de Kakashi, tal vez lo había seducido sin querer, no sería algo difícil para el platinado. Y sin lugar a dudas en ello no había ningún problema. No. El problema fue que sin saber cómo Rin empezó a corresponder los sentimientos de Obito.

 

Y lo sabían. Los 3 sabían que estaban en un extraño y grotesco triangulo. Pero ninguno hizo nada.

 

Oficialmente Rin y Obito eran pareja, se les veía completamente felices, lo eran. Pero no oficialmente y más seguido de lo que les parecía justo aceptar Obito y Kakashi sostenían una relación. Obito nunca pudo elegir entre ambos, los amaba, y era enfermo, pero no se sentía bien escoger, solo nunca pudo ser capaz. Y Kakashi, Kakashi sabía que le hacía daño a Rin, que estaba traicionándola, pero no pudo nunca decirle no a Obito. Rin... ella no era estúpida, sabía que algo no era normal, pero la fe y devoción con la que Obito le trataba... Se hizo de la vista gorda, porque estaba profundamente enamorada de él y sabía que nunca la dejaría, no en vida.

 

Los otros detalles no los conocía, esa fue la única confesión que soltó Kakashi en su momento de debilidad, recuerda perfectamente como se rompió y lloro desconsolado, lloro como nunca antes... y aun así el muy hijo de puta nunca se quitó la máscara. No era un dato importante, pero le molestaba no conocer el rostro de su amigo.

Retomando, ese día y solo ese día se evidenció la única debilidad de Kakashi: Obito. Le abrazo, lo sostuvo en sus brazos sin dejarlo caer mientras el platinado lloraba y sollozaba, no entendió que dijo, no le prestó atención porque no quería cambiar la imagen que tenía de Obito, y si escuchaba algo más, sabía que era del "Team Kakashi" lo iba a justificar y defender y pensar mal del Uchiha.

Nunca más se tomó ese tema a colación, ni se habló de ese día. Por lo que el ciclo se repetía cada año. Kakashi bebía hasta intentar llegar a la inconsciencia, no funcionaba, se sentía peor y al otro día si se levantaba sintiéndose como basura y con un dolor de cabeza que lo fulminaba por 2 días.

 

 

- Itachi... -volteó y lo miro con deseo, como condenadamente de bueno estaba Itachi, y como condenadamente de necesitado de sexo se encontraba en ese momento- No es nada. Solo una copa de más -bromeó- pero estoy bien, ya le dije a Gai que tengo aguante.

 

 

- ... -noto esa mirada furtiva, y un corrientazo recorrió todo su cuerpo, lo amaba, no había nada que pudiera hacer para dejar de hacerlo, pero estaba claro que no era correspondido, y por otro lado estaba Neji... Cada día se sentía mejor estar con él. No le iba a hacer daño a Neji, no de ese modo- Deberías marcharte ya a tu casa. Das pena.

- ¡Bah! Estoy en sano juicio.

- Gai-san ¿Puedo encargarte este vejestorio? -Kakashi bufo ofendido, que a penas y le llevaba como 3-4 años.

- Nada me gustaría más, pero es demasiado terco.

- Dejen de definir mi vida por mí. Me largo -se levantó sin pagar la cuenta, sabía que no era necesario, no volteo a mirar atrás y cogió camino.

- Lo voy alcanzar, que pena las molestias Itachi-kun -se disculpó Gai y salió corriendo detrás de Kakashi.

- No hay de qué -le susurró a la nada Itachi, algo angustiado, más bien celoso. Celoso de Gai y la relación que llevaba con Kakashi. Siempre ahí para él. Si no conociera el repertorio de parejas y lo que gustaban los pechos al más alto, aseguraría que el platinado era algo así como el amor platónico de Gai. Sonrió ante lo ridículo de la idea. Porque Gai era completamente heterosexual, pero sobre todo porqué Kakashi era demasiado para él.

 

- ¡Hey! ¡Ya te he dicho que me esperes Kakashi! - alzó un poco la voz Gai.

- Obviamente ya te escuché, pero te estoy ignorando.

- ¡Eres demasiado cruel! -hizo un puchero cuando apenas lograba alcanzar a Kakashi, quien observado por los demás caminaba dignamente, como si no hubiera tomado ni una sola gota de alcohol.

- Y tu demasiado bulloso -la noche estaba helada, pero con el alcohol encima ni se daba cuenta. Vestía un buzo cuello tortuga azul marino, jeans, zapatillas azul oscuras, chaqueta en cuero café y una bufanda beish, y su clásica mascarilla.

- ¡Que va! - casi había gritado el otro, que iba con una camiseta verde esmeralda cubierta por un simple buso negro, jeans con algunos rotos en las rodillas, nada exagenrado, y tenis grises.

- ... -Kakashi solo torció la mirada para arriba.

- Sabes... vamos a mi casa que esta mucho más cerca -hacía un par de años, cuando el papá de Gai murió, decidió cambiar su residencia, y así dejó de ser vecino de Kakashi.

- Puedo perfectamente llegar a mi casa.

- ... -Y Gai lo tenía claro, sabía que Kakashi no tenía ningún inconveniente físico en llegar, tenía sus habilidades al 100%, pero no quería dejarlo solo. No hoy. No lo permitiría- Si, pero tu casa es mucho más lejos, está helando y ... te vas a quedar solo -dijo lo último casi en un susurro, pero el peliplata lo escucho.

 

Kakashi agacho un poco su cabeza, "Solo", es como siempre había estado y probablemente así moriría. Mientras esa idea rondaba en su cabeza, sintió como de repente el suelo dejo de existir y flotaba... ¿Estaba muy borracho y no se había dado cuenta? No.

 

 

Aprovechando que Kakashi estaba muy distraído sabe Dios en que cosa, decidió alzarlo como un bulto de papas, montárselo al hombro y llevarlo a su casa. En definitiva, no lo iba a dejar solo.

 

 

- ¡¿Te enloqueciste?! -dijo sin gritar pero medio histérico- ¡Bájame! - ahora si subió el tono de voz.

- No, te voy a llevar a mi casa -dijo muy feliz Cejotas-sensei.

- ... -lo meditó y sabía que iba a perder, así que solo concilió- ...esta bien... Pero ¿Puedes bajarme que probable mente vaya a vomitar de seguir en esta posición? - dijo con un tono de voz en extremo cansado.

- ¡NOOOOOOOOO! -y con la misma gentileza que lo cogió prácticamente lo tiro al piso. Como un costal de papas. Inmediatamente se miró el trasero para verificar que no hubiera rastro de vomito.

"¿En qué momento me hice amigo de semejante engendro?" Pensó Kakashi mientras se levantaba del suelo y limpiaba su jean del polvo de la calle. Maldito Gai y su maldita fuerza inhumana.

 

Llegaron a la casa de Gai, era sencilla, un edificio, lindo la verdad, con jardines y flores hermosas, eran 5 pisos cada uno con 2 apartamentos, Gai vivía en un segundo piso. El apartamento era muy agradable, sala amplia, comedor, cocina, 2 habitaciones y 2 baños, uno común uno en la pieza principal. En la sala un sillón grande y un par más pequeños a los costados, una mesa sin arreglos, solo revistas deportivas, y un televisor con un dvd y equipo en casa. Gai era un hombre tradicional y disfrutaba de ir a comprar películas para luego ver en casa ya fuera solo o acompañado de amigos o mujeres. Era un espacio sumamente acogedor, nada exagerado, un par de cuadros, nada de flores. La cocina conectaba con la sala por una barra, en mitad de esta estaba el fogón, con su horno en la parte de abajo y el mesón en mármol blanco, atrás nevera, lavaplatos y estantes para guardar comida y platos supuso.

 

Se sentó inmediatamente en el mueble grande, más bien se dejó caer, mientras pensaba lo bien que le vendrían un buen polvo o en su defecto una cerveza, y Gai no le ayudaría a conseguir ninguno. O eso pensó.

- ¿Quieres cerveza? -asintió incrédulo- ...Pero nada de pitillos ¡Maldito asesino de tortugas! -dijo entre enojado y burlón. Kakashi sonrió. Recordó que Gai tuvo una tortuga... Olvidaba su nombre, pero esa había sido la mascota de toda la vida del otro. A decir verdad, no sabía que fue del paradero de... ¿Ninshu? ¿Ningame? ...Si, Ningame.

- Ya... -dijo con desgano.

Gai se dirigió a su cocina saco un par de cervezas - Siéntete como en tu casa, si quieres puedes poner música o buscar algo para ver.

"Algo para ver..." Probablemente a esta hora solo habría porno. Y pues no creía que fuera buena idea, no con su inmediata abstinencia. ¿Si se hubiera quedado dónde Itachi y hubiera convencido de un polvo al otro? No, tampoco era justo con el Uchiha. Suspiro hastiado.

- Sabes Kakashi... Es increíble que seamos amigos de tanto tiempo y no conozca tu cara. ¿Eres muy feo? -dijo desde la cocina mirándolo fijamente a los ojos con algo de enojo, con el destapador en las manos.

Kakashi solo atino a abrir los ojos en sorpresa. Jamás pensó que eso fuera algo importante. Se quito la chaqueta y la bufanda, recostando la cabeza en el mueble, pensando en la chistoso que resultaba todo. Nunca nadie a parte de la gente con la que dormía había visto su rostro, en realidad dudaba que Naruto lo haya visto. No había una razón de peso para taparse, fue una tonta costumbre que adquirió y ya le divertía.

- Nunca me lo pediste -dijo tranquilamente con los ojos cerrados, sin cambiar de posición.

Gai se tensó al oír esas palabras. Eso pudo ser una sugerencia. En otro contexto claramente, con otro personaje obviamente. No iba a mentir. En algún momento dudo de si gustaba de los hombres, todo aquello paso porque la persona con la que más tiempo compartía era Kakashi, y no lo veía mal, para él el amor solo ere cuestión de personas no de géneros.

Después de mucho estudiarlo, sin sentirse en ningún momento avergonzado, se dio cuenta que no. Gustaba demasiado de las mujeres, y lo que generaba Kakashi no lo hacia ninguna mujer pero tampoco ningún hombre, así que concluyo que entre cariño y envidia era lo que sentía por el peliplata. Pero con eso se motivó a ser cada vez mejor, no dejarse vencer por su autodeclarado rival.

- ¿Qué? -todo el tiempo solo tuvo que pedirlo.

- Que nunca me has dicho que te muestre mi rostro.

- ¿Me muestras tu cara? -pidió tontamente destapando la segunda cerveza.

- Claro -inmediatamente giro su cuerpo, miro a Gai y se retiró el tapabocas. Solo escucho como un par de cervezas caían al piso mientras se rompían y como Gai ipso facto se agacho a organizar el desastre. Se levanto para ver qué pasaba.

 

 

Error, error, error, error, error. Bueno. Estaba jodido. Estaba enojado. Estaba... Estaba... ¡Estaba al borde del colapso! Ahora sí que tenía envidia. ¿Cómo es posible que el cabrón de Kakashi tuviera esa cara? Ese desvergonzado... No solo era perfecto en todo lo que hacía, el hijo de puta en sí mismo era perfecto. No había un solo defecto en esa cara. A parte tenía un perfecto lunar de prostituta debajo de los labios. Con razón Itachi todavía le arrastraba el culo. Es como si toda su belleza se la hubiera robado y multiplicado... Ok, que el fuera feo no tenía nada que ver en la situación. Pero le enojaba un montón, esperaba una horrenda cicatriz, dientes chuecos, un labio más gordo que el otro o torcido. Pero no. Una estúpida y respingada nariz, piel perfecta, labios ni muy delgados ni muy gruesos, un lunar simétrico debajo de la comisura izquierda… Malnacido.

Se agacho muy enojado y ensimismado a recoger los pedazos de lo que pudo ser una buena cerveza, la otra había sobrevivido.

- ¿Te enamoraste o qué? -sintió que susurró a su lado Kakashi, quién llevaba ya un rato recogiendo los restos de la que pudo ser su cerveza. Le sonrió pícaro, burlándose de él.

- ¡Aleja esa cara horrenda! ¡Pero mira nada más semejante esperpento de lunar! -le dijo sumamente nervioso, e intentando sonar enojado, pero solo mostrando un tono jocoso.

- … -se llevó su mano izquierda al lunar, sonrió con melancolía- si… A mí tampoco me gusta.

“Esta loco” Fue la conclusión de Gai. “Es un maldito injusto” “¿Cómo puede decir eso? Es un inconsciente” Las conclusiones del más alto. Era ilógico que tuviera alguna queja por mínima que sea de esa cara.

- Deja eso, ya acabé, solo siéntate en la sala. -sonrió confiado.

- Esta bien -era incapaz de dejar de mirar esa cara. Estaba enserio enojado.

 

 

Pudo notar claramente el impacto que generó en Gai conocer su verdadero rostro. Nunca se consideró impresionantemente atractivo, no era como Itachi, todo un sex symbol. Aunque siempre había logrado ligar con quien quisiera. Siempre siendo responsable con su salud, y cuidando de que Naruto no siquiera sus pasos. Naruto. Lo quería como a su propio hijo, verlo crecer le recordaba mucho a su antiguo maestro, eran idénticos. Aunque también era idéntico a Kushina, era muy gracioso, la justa proporción de ambos.

Por alguna razón Naruto siempre sabía que ese era su día. Que salía y no volvía hasta el día siguiente, aunque desde que Gai se empecinaba en no dejarle morir solo se demoraba un día, a veces regresaba la misma noche, hoy evidentemente no era el caso. Igual el rubio estaba en casa de Sasuke.

 

- ¿Sabes que debes hablar? -no se dio por enterado cuando Gai se había sentado a su lado y puesto la cerveza a su frente en la mesa.

- …Si… -Gai no lo juzgaba. Cuando se enteró de su pecado no lo juzgo, no se alejó, no le miro con misericordia ni lastima. Solo no dejo que se terminará de quebrar, y eso es algo que nunca sabría como agradecerle- …solo no estoy preparado aún.

- No estoy particularmente interesado en arruinar mi imagen de Obito, me caía bien. Pero si sigues guardando tanto pesar en tu cuerpo te vas a marchitar -dijo mirando la cerveza que reposaba en sus manos, sin iniciar a beberla.

- Puede que sea muy tarde ya -se encogió de hombros, y por fin observo a Gai a los ojos.

- ¿Cómo conseguiste esa cicatriz? -tenía que presionar, tenía que presionar si quería ayudar a Kakashi. Tenía perfectamente claro como se había hecho la cicatriz en su ojo izquierdo el peliplata.

- … -dejo de mirarlo, suspiró, lo meditó, y decidió que tal vez Gai pudiera ayudarle a cargar su dolor. Si dejaba de ser su amigo no lo soportaría. Era su mayor apoyo para mantener cuerdo y relacionarse con el mundo exterior- solo promete que no vas a dejar de ser mi amigo pase lo que pase -esta vez fue turno del moreno de mirarlo al rostro.

- Es la petición más pendeja que te he escuchado -Kakashi lo miro de reojo- es más que obvio que eres mi mejor amigo y no te voy a abandonar.

- Estaba con Obito. Literalmente el día que murió. Hacía una semana me había dicho que Rin estaba embarazada.

- Oh -soltó como quien no quiere la cosa pero estaba algo petrificado, por la parte del embarazo.

- Esta buena -dijo refiriéndose a la cerveza, prácticamente se la tomó de un sorbo para poder tener fuerzas de contar su relato- Yo, desde que tengo consciencia estoy enamorado de Obito -dijo en tiempo presente, lo que le dolió un poco en el corazón a Gai ¿No le había ayudado en nada en estos años?- Todo en el me gustaba -decía mirando al frente como si las revistas fueran la cosa más impresionante- yo no estoy seguro de cómo se dieron las cosas. Yo era un cabrón. Lo desmeritaba, peleábamos, en el club de futbol siempre lo humillaba con mi superioridad, pero a él no le importaba. Bueno si, quería impresionar a Rin, y para eso siempre se esforzaba en ser mejor, el que yo le ganará en todo era tremenda patada en el culo para sus planes con mi mejor amiga. Yo me dí cuenta, ella poco a poco le observaba cada vez más, más cariño y atención, en algún punto sus ojos empezaron a brillar con su presencia… Y en vez de hacerle caso a mi cerebro, pues la cagué.

 

Había sido superior en la cancha que Obito, como siempre. Estaba sentado en el camerino mirando el piso, era demasiado tarde ya todos se habían ido, solo estaba regodeándose en su soledad, sabía que iba a regresar a una casa completamente sola. Por eso es que estaba metido con alguna que otra pandilla, últimamente estaba comportándose mal, pero no tenía nadie que lo regañará o le impidiera ser un completo fastidio. Sonrió. A sus 15 se sentía tan solo. No entendía por qué un año atrás su padre se había suicidado. De ahí en adelante todo había sido decadencia.

En ese año había probado las peleas callejeras, el alcohol, el tabaco, el sexo… Una compañera de su pandilla un año mayor que él. Lo habían hecho muchas veces. Le gustaba porque sabía ella solo lo buscaba por placer, igual que él, que solo buscaba ese perfecto momento del orgasmo en el que todo desaparecía… 15 años y ya hecho muchas cosas malas. Sonrió con desgano.

Se alejo de sus amigos. Rin su mejor amiga, una niña muy linda que siempre que podría le ayudaba a no olvidarse a sí mismo, ella era un sol que siempre lo guiaba. Por otro lado, Obito ¡Su mejor amigo! Vaya mierda que era eso. Estar enamorado de tu mejor amigo… En realidad, y si lo pensaba detalladamente, tal vez su mejor amigo era Gai. Él siempre intentaba ayudarlo, era la versión masculina de Rin.

 

- ¿Se puede saber que carajos te pasa “Bakakashi”?  -Ni si quiera lo miró a los ojos. Sabía perfectamente quién era- ¡Deja de ignorarme! ¡Llevas un año siendo un cabronazo! ¡Puedes prestarme atención! -grito el otro de pie, frente a él, levantándole el rostro con violencia para que le hiciera caso.

- ¡Jah! -chisto sin ganas, se liberó de ese brazo, se levantó y dirigió a las duchas. Estaba enojado. Hoy estaba particularmente enojado.

- ¿Sabes que quiero impresionar a Rin, por qué actúas así? -Obito le siguió muy molesto.

- …con seguridad no quieres saber que me pasa… -dijo con desagrado, ¿Qué le iba a decir? “Soy tremendo cabronazo por qué no quiero que estés con ella, quiero que estés conmigo”, bufó mientras se quitaba la camisa y la máscara del rostro.

- ¡Que me mires! -lo tomo bruscamente del hombro y lo volteó, ya estaban en la puerta de las duchas. Se quedo de piedra. Nunca había visto ese rostro. Sintió envidia.

- ¿Qué? -dijo hastiado liberándose fácilmente del agarre del otro.

- … -espabilo- ¡Oye! -lo detuvo del brazo- ¡Deja de ser un idiota! ¡No ves que solo quiero impresionar a Rin! -y esa fue la gota que rebaso el vaso. Completamente enojado, tomo a Obito de ambos hombros y sin delicadeza lo estampo contra uno de los separadores de las duchas. Kakashi le llevaba como 5 cm, estaba solo con la pantaloneta a unos 10 cm del rostro contrario, con el ceño completamente fruncido y el enojo tácito en sus ojos. Obito se encogió un poco ante lo imponente del otro, pero no se movió un centímetro.

- ¿Enserio quieres saber por qué soy un imbécil? -le pregunto con claro enojo en la voz sin haber soltados los hombros del otro, acrecentando la fuerza del agarre.

- Si -dijo sin titubear.

Kakashi anulo la distancia que los separaba y lo besó. Soltó uno de los hombros del contrario solo para apretar su cintura y restregársele a ese cuerpo. Estaba tan molesto que no se dio por enterado que el contrario inmediatamente le correspondió.

- Por esto soy un cabronazo -susurró en el oído del contrario, que todavía estaba ensoñado con lo que había pasado. Se separo dirigiéndose a la ducha, terminando de quitarse la pantaloneta y el bóxer- Ya te puedes ir -dijo para que el otro se fuera. Fue un impulso, pero si con eso lograba que Obito dejará de hablar de Rin, de cuanto la amaba, si así le tenía asco y lograba alejarlo para que dejará de lastimarlo, valdría la pena.

Abrió la llave de la ducha, dejo caer el agua en su cuerpo, se calmó. Había hecho lo correcto. De esa forma, alejándose de Obito y Rin, los 3 estarían mejor. Era lo mejor.

 

Pero grande fue su sorpresa cuando sintió un calor invadir su brazo, instintivamente volteó, y ahí, vestido y emparamado tenía a Obito, quién sutilmente y en un ágil movimiento se le acerco le beso los labios, fue más como un corto beso, se separó y con fuego en la mirada lo retó.

- ¿Qué-qué se supone que haces…? -no entendía lo que había acabado de pasar.

- Es que no sé cómo seguir de ahí… -confeso con pudor.

- No me refiero a eso.

- No sé. Solo me gusto -se acercó a Kakashi, acarició con su pulgar el lunar del otro- Yo… No tengo explicaciones… Solo, me gustó... Siento que sería incorrecto no seguir.

Kakashi se alejó, tanto que su espalda chocó contra la fría loza del cubículo. El pelinegro estiro sus manos y las pegó al pecho del contrario. Su tacto era caliente, más que caliente era una brasa, no pudo evitar soltar un suspirito de placer. Mas cuando las manos contrarias se deslizaban suavemente por todo su pecho, rozando sin querer sus tetillas, rígidas por el frío y desnudes, nuevamente un gemidito, las manos del Uchiha se detuvieron en su abdomen.

- No. ¡Obito, escúchame! -dijo desesperado- Rin te quie- fue acallado, el otro empezaba a repartir dulces besos en su cuello. Dejo de pensar por segundos. Sin embargo tenía que decirle que Rin lo quería, tal vez no tanto como el otro quisiera, pero eso con seguridad iba a cambiar con el tiempo. Lo separo de su cuerpo- Rin te quiere -dijo mirándolo fijamente.

- Lo sé Kakashi, nos quiere a ambos… ¿Si me besaste por qué me rechazas? -dijo con los ojos aguados. Siempre tan sensible. Fue obvio que no había entendido el sentido de las palabras del platinado.

- No me hagas esto Obito… -susurró mientras escondía su cabeza en el cuello contrario, desde la muerte de su padre jamás se sintió con tantas ganas de llorar, jamás se sintió tan desarmado, y no era solo su desnudes física, si no su alma, había mostrado su rostro y sentimientos, y Obito al parecer de alguna extraña manera le estaba respondiendo- No está bien. Tu amas a Rin, yo… -subió sus brazos y abrazo la cintura de Obito- No puedo ser tu premio de consolación… -levantó su rostro y miró los oscuros ojos del más bajo- No me hagas esto.

- ¿Por qué lo tienes que pensar tanto? ¿No somos adolescentes? Solo…

- Yo te amo -corto al contrario- Y una vez empiece no voy a poder parar.

- … -se sonrojo. No había visto este lado de Kakashi. Le encantaba. Le dio un beso tierno en el lunar- Arriesguémonos… -lo beso. Sin saber que iba a enloquecer a una de las personas más importantes de su vida. Que estaba sellando un camino de tragedia en la vida de Kakashi. No sabía qué le iba a romper.

El más moreno restregó su cuerpo, aun vestido, al desnudo de Kakashi, quien desde hacía un rato estaba sintiendo ese cosquilleo en su vientre. Se quito la camisa y de nuevo se fue al cuello del platinado, esta vez eran besos de más intensidad, succiones, el más alto estaba enloquecido había colado sus manos en los pantalones del Uchiha y apretó sus nalgas, el Uchiha gimió, no por eso dejo su labor en el cuello de Kakashi, esta vez succiono con fuerza, con seguridad se iba a formar un moretón.

- ¿Qué haces? – dijo juguetón.

- Te marco como mío -dijo con si típica sonrisa made in Uchiha.

Rió un poco, esto se iba a convertir en un infierno, pero lo iba a disfrutar cuanto pudiera. Cambio de posiciones, esta vez era quien acorralaba a Obito y se deshizo de ese tormentoso pantalón y bóxer, el otro estaba más excitado que él, y eso le encantó.

- Lo que sigue te va a doler días… -sentenció.  

 

- Así empezó todo… Yo sabía que Rin empezaba a enamorarse de él. Lo sabía y no me alejé. No lo mandé a la mierda. De haberlo hecho todos estarían vivos.

Gai suspiró. Abrazó a Kakashi. Sabía que ese solo era el inicio de la historia, una retorcida historia, que con el tiempo conocería todo con lujo de detalles, por ahora estaba satisfecho con lo que le habían contado, no forzaría más al peliplata, menos cuando estaba claro que estaba ad portas del llanto. Tenía que admitir que la gente enamorada hace estupideces, por eso no quería juzgar a Obito, por eso no juzgaría nunca a Kakashi.

- Eso es algo que nunca vamos a saber. Puede que igual ambos murieran. Puede que Obito no soportara estar lejos de ti y nuevamente Rin lo hiciera al saber que el corazón de él estaba compartido. No puedes echarte la culpa de todo, no seas ególatra.

- Jajajajajajajaja -rió con verdadero entusiasmo Kakashi- jajajajajajaja.

Sintió el vapor salir de la boca del peliplata, estaba muy cerca, sintió una corriente. Sin separarse ni un ápice del otro, porque su calor le reconfortaba, soltó la pregunta más pendeja que pudo soltar.

- Bueno ahora si viene un tema muy serio Kakashi -lo miró fijamente con fuego en su mirada, estaban a escasos centímetros, con su brazo rodeando los hombros contrarios- ¿Qué tan buen amante eres para enloquecerlos a todos?

- … -una sincera sonrisa se posó en sus labios, iba a molestar un poco a Gai, se deshizo del abrazo, empujo un poco al otro, poso ambos brazos en los costados del contrario - ¿Quieres averiguarlo? -se relamió sensualmente los labios. Llevaba toda una vida teniendo sexo, sabía que cosas hacer a la perfección.

- Si -estiró sus manos hasta el cuello contrario y corto las distancias. Vainilla. Fue lo primero que pensó al probar los labios del enmascarado, sabía a vainilla.

- ¡Estas loco! -se separó abruptamente casi hasta el lado contrario del sillón- ¡Gai!

-Es que si quiero -desde su posición. Como un perrito regañado.

- No, no, no y NO. ¿Es que no acabas de escuchar la historia que te conté? Gai todo lo que toco lo daño, todo lo que quiero se muere, estoy podrido por dentro. No voy a complicar nuestra amistad. NO -se convencía más a sí mismo.

- ¡Me estas subestimando! -se arrastró hasta quedar entre las piernas del otro, puso sus manos a ambos lados de la cintura contraria.

- ¿Te estoy subestimando?

- Yo puedo ayudarte a cargar el dolor.

- Gai… Yo jamás pensé que te interesaba de ese modo, yo…

- ¡Es que no me gustas! ¡Yo solo quiero ayudarte! Conmigo puedes hacerlo, como quieras, las veces que quieras, y no voy a dejar de mirarte igual. No te necesito como pareja, pero tu si me necesitas, puedes liberar todo lo que sientes conmigo, ni siquiera necesito que pienses en mí. Déjame ayudarte.

- No puedo perderte -no podía. Era la única luz que le quedaba, bueno, él y Naruto.

- Es porque no soy tan atractivo como Itachi -se sentía estúpido. Obviamente Kakashi solo se metía con gente tan atractiva como él.

- ¡¿Qué?! ¡No! -acorto un poco las distancias- Literalmente eres mi mejor amigo y si por error esto hace que nuestra relación cambie o te alejes de mi vida, no tendré apoyo.

- … -sonrió- Ya te dije que no me subestimes. Además, yo no te amo ni tu a mí -estiro el pulgar para darle profundidad a sus palabras- Y soy muy fuerte. No me voy a morir.

 

Necesitaba sexo. Gai era heterosexual. No se amaban. Estaba triste y solo. Gai era insistente, y podía confiar en su palabra. Podía intentarlo. No se repetiría la historia de Obito. No se repetiría.

 

Con una inusual parsimonia dirigió su mano derecha hacia el cierre del buso del otro, lo fue bajando lentamente hasta deshacerse de esa prenda. Gai no estaba mal, es verdad que no tenía el rostro más atractivo del mundo, pero su cuerpo estaba excelente, más trabajado que el propio. Estaba seguro de que si pensaba que solo era sexo lo iba a disfrutar mucho. Gai era fuerte y nada parecido a Obito, podría aferrarse a él -sigo pensando que esto puede ser un error, convénceme que me equivoco -quito la camisa y dejo al descubierto un perfecto abdomen, se acercó hasta el pantalón y fue repartiendo suaves besitos mientras subía dejando un pequeño rastro de saliva, se acercó hasta la tetilla -si en algún momento quieres que pare, solo dime, no importa en lo que vayamos, solo me detienes -dio una lamida a ese punto, sacando un gemido del contrario, satisfecho se quedó dándole atención, dirigió una de sus manos abajo, colándola por el pantalón y masajeando suavemente por encima del bóxer el pene de Gai, que crecía rápidamente.

- Mmmm -un gemido- …sabes que no soy una damisela en apuros. Se bajo el pantalón y el bóxer liberando por fin a la bestia. Retiro el buso de Kakashi. Entendía completamente a todos. A Itachi y a Obito. Cómo no intoxicarse completamente en el platinado. Era adictivo.

- ¿Qué quiere que haga?

- Chúpamela.

 

Nunca ninguna mujer con las que estuvo le había dado una mamada como esa. Kakashi succionaba desde la raíz hasta la punta de su pene con tanta habilidad, presionando los puntos exactos, dándole atención a glande, subiendo y bajando, masajeando sus testículos, se iba a enloquecer de placer. El tremendo hijo de puta era un experto con esa lengua, si seguía haciendo eso no demoraría nada en correrse.

 

Era una gran verga, Gai estaba muy bien dotado. Solo pensar en esa cosa perforándole el trasero le daba escalofríos, una mezcla de placer y de miedo. Nunca había sido el pasivo de nadie, no estaba muy seguro que fuera buena idea perder “su virginidad” con Gai. Su pantalón se erguía como una carpa, Gai hacía muy poco ruido, pero se retorcía de placar, arqueaba su pelvis, apretaba los cojines a su alrededor, era un sonido gutural, muy diferente de lo acostumbrado, pero le encantaba, muy varonil.

Estaba cerca del clímax, levanto con violencia a Kakashi para sentarlo encima de él, no quería parecer un eyaculador precoz, y menos con semejante pareja de hoy. Tuvo que calmar su respiración, de la comisura del otro resbalaba saliva y algo de pre-semen. Casi se corre con esa imagen.

- … Ya más o menos… voy entendiendo… entendiéndolos…

Kakashi se desnudó completamente, soltando su polla. Gai tuvo un escalofrío, esa cosa no iba a entrar por su culito, definitivamente no, era muy grande, tanto como la suya, eso iba a dolerle un monto.

- Disculpa… No estoy muy seguro como seguir.

- ¿Cómo? -sonrió altanero- ¿Nunca se las hundido por detrás a una mujer?

- …No es eso… Es que, no la tengo pequeña y te va a doler, y pensé que ya estás muy aporreado emocionalmente para que lo estés físicamente…

- ¿Quieres que sea yo? -muy sorprendido por la confesión de Gai.

- Pues si, pero es que eso -señalo el pene de Kakashi- me va a doler un montón y ya no estoy tan seguro…

- Pues tu escoges -dijo sentándose en la verga de Gai, restregando su culito, se acercó hasta su oído y susurro- soy muy buen amante… tu dirás que quieres.

- Que seas tu. Quiero que seas tu.

- Intentare hacer gala de mi fama -beso tiernamente los labios de Gai- no te vas a arrepentir.

 

_____ACTUALIDAD – 2 MESES ATRÁS______

Gai estaba en cuatro aferrándose fuertemente de su sillón, Kakashi lo embestía con fuerza, sentía como ese gran pene entraba y salía de su ser, como con cada estocada daba certeramente en su próstata, como con sus fuertes manos apretaba su cintura para levantar más su culo y entrar tan profundo como era imposible llegar.

Kakashi lo embestía rápido y certeramente, se había olvidado por completo que estaba en su oficina y gemía, ronca, guturalmente, como una perra. En todos y cada uno de sus encuentros se daba cuenta como es que el peliplata era un excelente amante. Sabia donde tocar y besar, ponía un ritmo frenético en cada estocada, era demasiado bueno. Le encantaba. Al principio fue algo difícil, pero con la delicadeza de Kakashi (sí, delicadeza al principio) y la práctica se había acostumbrado y cada vez era mejor que la anterior, sentía como cada encuentro con el otro era mucho mejor que el anterior. Cada vez más salvaje.

De un ágil movimiento cambio de posición, quería verle, quería ver como mordía su labio inferior, resaltando ese lunar, como cerraba los ojos haciendo un esfuerzo sobrehumano por no gemir desenfrenadamente, como lo miraba, era extraño, pero sentía que cada vez que lo hacían lo miraba solo a él, eso le asustaba, pero lo hacía sentir seguro.

Encaramo sus piernas en lo hombros de Kakashi, con eso podía entrar más, si era posible, sentía los testículos del peliplata chocar con su trasero. El otro abrió sus ojos, esa mirada que lo enloquecía, esos ojos negros mirándolo solo a él.

- Gai… ahhhhggggg… yo -se agacho para juntar sus frentes sin disminuirle al ritmo- ya… -Gai lo abrazo y ambos culminaron, mancho el vientre de ambos. Kakahsi se dejó caer en el cuerpo contrario sin salir.

 

El sexo con Gai le encantaba. Era fuerte, y salvaje, turnaban posiciones, pero sin lugar a dudas le gustaba más estar en él. Se sentía cálido. Y en mucho tiempo era lo mejor que le había pasado.

- ¿Es Tobi sensei verdad? Desde que llego estas muy raro, sigues con esa idea… -lo abrazo fuertemente, con mucho miedo de perderlo.

- Si -cómodo en el pecho de Gai se dejó hacer, le estaban acariciando la cabeza y lo apretaban a esos músculos, tal vez eso es lo que se sentía estar en casa. Correspondió el abrazo.

- Es una idea muy loca e insensata -tenía miedo, en 2 años que llevaban juntos por primera vez tenía miedo. Miedo que lo que rondaba por la cabeza de Kakashi fuera verdad, porque eso solo significaba una cosa, el fin de su actual situación. No lo iba a aceptar frente al más blanco, pero lo necesitaba, sus relaciones con mujeres habían disminuido en número y frecuencia, porque no se sentía bien, se sentía traicionando a Kakashi. Tenía completamente claro que el otro frecuentaba más camas, pero siempre a la que volvía era la suya, y no podía brindarle una relación a medias. Si quería sacarlo de la mierda en la que se hundía, le tenía que dar todo de sí. Pero si Tobi sensei tenía algún vínculo con Obito… Él no podía competir con eso. Él era un numero más en la vida de Kakashi. NO quería perderlo, tenía mucho miedo. Porque a decir verdad la idea no le resultaba tan loca.

- Si -se aferró a Gai, le abrazo con fuerza, como si con eso el otro pudiera sostener su mundo- Es solo que, si es cierto, no sé cómo seguir.

- Seguirás acá -beso su sudada frente- Yo seguiré acá para ti cuando lo necesites. No tiene que ser solo sexo, si necesitas hablar o llorar, lo que sea, yo estaré acá siempre para ti.

- …Solo sexo… -susurró inaudible- Debes buscar una pareja de verdad. Sé que recientemente no sales con muchas mujeres.

- Eres imposible -los acomodo a ambos en el sillón, desnudos, descansaron. Por fin Kakashi salió de él- Siento que no me caes nada bien -no soltó el abrazo, ninguno lo hizo, solo se quedaron desnudos, compartiendo el calor ajeno, revitalizándose.

- No lo parecía hace un rato -se burló del más alto. Estaba cómodo, dejaría por un rato pasar todo, pero visitaría a Itachi para pedir ayuda, que le ayudará a buscar información de ese tal Tobi sensei.

 

 

__________1 MES ATRÁS (4 semanas después) __________

Le tenían que dar un maldito premio de la academia, había sorteado un mes entero de contacto con el Hyuga sin saltarle encima y devorarle esa boquita sucia que tenía. No estaba exactamente enloqueciendo, pero tampoco era como antes, debía agradecerle al ojilila la colaboración, porque de lo contrario, es probable que, si no terminaban encamados, terminarán a golpes. No les había sido nada fácil. Era como si el maldito karma cayera encima de ellos y en toda aquella practica (académica y deportiva) en la que se pudiera trabajar en parejas, él era su pareja. Ese era Dios castigándolos por infieles.

Recién había acabado la clase de matemáticas y llevaban algo del descanso, no más de 5 minutos, se había desviado a un jardín despejado y completamente solo, apoyado en un árbol se recostó a mirar las nubes. Hacía mucho no lo hacía.

- ¿Puedo? -pregunto con temor Chouji, luego de 2 semanas difíciles las cosas con su novio habían vuelto a la normalidad, casi.

- Por supuesto -le sonrió como solo lo hacía para él.

- … -un sonrojo. Chouji era tan inocente. Después de un rato dijo hablándole a la nada- Shika… ¿Quieres hacerlo?

Shikamaru abrió de par en par los ojos, se sentó como un resorte y lo miró fijamente algo confundido - ¿A qué te refieres?

- Al amor. Hacer el amor. No hemos avanzado por mis miedos… Pero es hora, es decir hace tiempo fue hora.

- Es hora SOLO cuando tú lo desees -le acarició una mejilla con ternura. Su corazón latía con fuerza, era una mezcla de excitación, alegría y temor. Mucho temor.

- Te amo -besó con ternura sus labios.

- Y yo a ti -luego del beso, retiro su mano de la mejilla contraria.

- …Y ¿Cómo lo vamos a hacer? -dijo muy nervioso.

- Dejemos que sea espontaneo, que el momento lo deje saber…. ¡¿O quieres algo especial?! -casi se atraganta con su saliva, él era un simplón, pero Chouji merecía algo lindo- ¡Porque puedo buscar un hotel, arreglar la habitación…! -recibió un golpecito en la cabeza que lo detuvo. Chouji sonreía de oreja a oreja.

- No soy una chica, no debes hacerlo así… Espontaneo me gusta. ¿Espontaneo acá? -dijo algo pícaro.

- ¿Por qué no…? -se puso encima de Chouji, con sus manos ambos lados del cuerpo contrario, arrinconándolo… Y de repente una imagen se posó en su cabeza. Neji. Sacudió un poco su cabeza para quitar esa idea.

- ¿Estas bien? -tomo con ambas manos la cara de Shikamaru

- Si… -No. Nada estaba bien, pero se iba a hacer el desentendido.

 

 

Estaba dando un paseo solo por el colegio, necesitaba despejar su mente y la cafetería era muy ruidosa, mucho para su gusto, solo estaba allá para compartir con Hinata y Lee, quien se había convertido en un amigo, increíblemente hablando, no sabía como, pero él resultaba simpático y optimista, necesitaba eso en su vida. Termino por montarse en un árbol solitario en un jardín, estaba alto, no podían verlo, podía relajarse.

Y todo estaba muy bien hasta que su pesadilla tuvo la misma idea y se tiro como una plasta, apoyándose del mismo árbol en el que estaba. Decidió ignorarlo.

Y todo seguía muy bien hasta que Chouji se acercó al Nara. Justo ahí todo se puso muy mal. Mal no porque estuviera espiando una conversación de una pareja. No. Mal porque con cada mirada que le dirigía el Nara a Chouji con cada gesto, sentía una incomodidad absurda en su pecho; mal porque casi se cae desde esa altura cuando Chouji se le ofreció a Shikamaru en bandeja de plata; mal porque este ni siquiera lo dudo, era obvio, era su novio; mal porque se sentía como la perra de Shikamaru; mal porque estaba con los ojos llenos de lágrimas viendo como el otro se montaba encima de su novio; mal porque tenía que escapar, y no había forma; mal porque no sabía que le estaba pasando. Iba a soltar un sollozo, pero a tiempo llevo su mano a su boca para acallarse.

- No… Es demasiado espontaneo acá, no nos exageremos -besó la frente de Chouji y se levantó, voy a la cafetería, ¿vamos?

- Si -dijo el gordito.

 

Una vez estuvieran lo suficientemente lejos, se bajó con agilidad del árbol y se fue al baño más cercano que había, tenía que enjuagarse la cara y las ideas, porque tenía una revoloteándole en la cabeza que no le gustaba nada.

 

Se miro al espejo, tenía los ojos vidriosos -Patético -se dijo a sí mismo, mientras los leves temblores en sus manos paraban al rozar el agua. Se echo un poco del líquido en el rostro para disimular su mal semblante. Al parecer había alguien en el baño, pues una de las puertas se estaba abriendo. Para su mala suerte a través del espejo pudo visualizar de pies a cabeza a Shikamaru, con su cara despreocupada de siempre. Tenía que estar pagando alguna clase de penitencia, la última persona que necesitaba ver en el mundo. Frunció en demasía el ceño. No lo quería ver, no quería ver su estúpida cara.

- ¿Estas bien Neji? -lo tomo con delicadeza del brazo, pero el otro se soltó con brusquedad de su agarre, se volteó y lo encaró. Quedando atrapado entre el cuerpo del otro y los lavamanos.

- Piérdete -lo fulminó con la mirada. Se dispuso a salir, pero obviamente no pudo, Shikamaru lo tomo con gentileza por los hombros desde atrás. Su tacto siempre fue caliente, pero hoy ardía de una incómoda manera. Nuevamente se liberó del agarre, quedando a corta distancia de la salida y de los lavamanos. Lo encaró nuevamente.

- ¿Qué te pasa? -quería tomar la mejilla de Neji, estiro su mano hasta casi rozarla, pero nuevamente fue alejado con brusquedad. Se estaba enojando.

- ¿Qué no te quedo claro? Que te pierdas -los ojos de Neji tenían un extraño brillo, nunca lo había visto, se inquietó, pero no se dejó intimidar.

Se llevo una mano a la cabeza acariciando sus ojos, para intentar calmarse- ¿Por qué contigo siempre son tan difíciles las cosas? -suspiró- Me preocupas, y quiero saber qué pasa para poder ayudarte -se cruzó de manos.

Neji vio como de repente su ira iba in crescendo y estuvo ciertamente tentado a golpear al Nara, pero no sabía por qué. Estaba evaluando las razones por las cuales se sentía tan enojado y no las encontraba, eso lo desesperaba más.

- ¿Preocupado? -enarcó una ceja- Preocúpate mejor de buscar un lugar para “hacer el amor” con tu novio -dijo con burla y desdén.

- … -Shikamaru no sabía cómo responder a eso. Abrió sus ojos de par en par y esta vez el enojado fue él- ¡¿Me estabas espiando?! -sin moverse de su sitio.

- ¡Qué te importa! -también subió el tono de voz. No se habían movido nada, solo estaban chocando sus miradas.

- Yo te dije una vez que Chouji era sagrado… -rompió distancia, se descruzó los brazos y se acercó a Neji.

- ¿Y yo que hice? -sonrisa sádica.

- El tono…. Para que sepas que Chouji es más… -iba lanzar algo hiriente, una palabra destructiva, pero se controló.

- ¿Más qué Nara? Dilo, “más hombre que tú” -una carcajada forzada- Eso explica muy bien porque te morías de ganas por estar entre mis piernas -Shikamaru le soltó un puño en la cara. No se lo esperó, no del Nara, eso hablaba de la fuerza de sus sentimientos por el Akimichi. Y de nuevo estaba ese sentimiento desagradable en su ser.

Por la comisura se su labio arrimó un poco de sangre, la lamió, sin darse cuenta que había sido un gesto sumamente sexual. Se iba a armar la de troya en ese baño. De una patada en el pecho empujo a Shikamaru hasta el otro extremo de ese baño, lo dejo sin aire. Inmediatamente golpeó sus piernas haciéndolo caer de culos en el suelo. Se sentó encima del de coleta y ágilmente sostuvo con una de sus manos las dos del otro por encima de su cabeza, un nuevo puño en la boca del estómago.

- ¡Gah! -libero el poco aire que había recuperado Shikamaru. No entendía por qué había golpeado a Neji, pero se había sentido tan placentero, fue como liberar toda la mierda con la que cargaba. Ahora estaba pagando las consecuencias, pero no se arrepentía, de dejar una marca en ese blanco y perfecto rostro, y jamás olvidaría el cómo se limpió la sangre de sus labios… fue excitante. La verdad hasta sacándose un moco veía sexy a Neji. Tenerlo moliéndolo a golpes encima del él solo acrecentaba el tamaño de su polla. Pero tenía que emparejar un poco la desigual situación.

Sabía que Neji creía que tenía la victoria, pero no. En un descuido Shikamaru le lanzó tremendo cabezazo que logró liberarse del agarre contrario, en ese movimiento lo empujó para que su espalda chocara contra el piso, esta vez ser él quien se sentará encima del Hyuga y con ambas manos inmovilizar las del contrario a cada lado.

Suspiraba muy exhausto, necesitaba aire, ya que el imbécil de Neji lo había dejado sin tan preciado gas- ¿Qué-é… qué demonios… te pasa?

- Empezaste esto al golpearme sin razón -escupió como con veneno.

- No… Tu empezaste a burlarte de Chouji… -Neji torció los ojos- y luego me hiciste enojar… Claramente es tu culpa… -seguía sin aire.

- ¡Solo quítate de encima! -se estaba revolcando para intentar quitarse de encima a Shikamaru, quien estaba completamente sentado en su entrepierna y guardando distancias de sus rostros para no recibir su jugada devuelta. Entre tanto movimiento se dio cuenta de algo sumamente interesante- …Nara… Pero si estas completamente excitado.

- … -estaba durísimo. El gesto de Neji, la pelea, estar encima de él, someterlo como lo tenía, luego el movimiento del otro intentando liberarse, haciendo que sus penes chocaran, ¿pues cómo no iba a estarlo?

- ¿Es por… -la respuesta a su pregunta le iba a doler- …es por mí o por la pelea?

- La respuesta a eso es obvia -se agacho hasta rozar la nariz del Hyuga- Si me prometes que no vas a saltar encima a golpearme te suelto.

- No lo prometo.

- Pues acá nos quedamos.

- Pues entonces nos quedaremos acá hasta el fin del mundo… Y créeme yo no soy el que más tiene que perder – y era verdad, Chouji podría aparecer en cualquier momento.

- Solo no me muerdas.

Liberó a Neji y se levantó. Ahora era su turno de echarse agua en la cara a ver si se calmaba. Sentía que todo esto había sido un retroceso terrible a sus avances con Neji en este mes. Él sabía que las cosas no iban a terminar bien, y si bien no terminaron follándose si golpeándose, no habían avanzado nada.

 

Hizo lo mismo que Shikamaru, se levantó acomodó su ropa y enjuagó su cara. Esa idea seguía rondando su cabeza, tenía que sacarla de su mente, tenía que liberarse. Necesitaba encontrar una respuesta, y la única forma era con el de coleta.

- Shikamaru… -el otro volteó a verle. En un ágil movimiento lo agarró del cuello de la camisa y lo estampó contra sus labios, fue algo salvaje, se hundió en esos labios que gustosos se abrieron, de inmediato, para él, saboreó la cavidad oral del otro, encontró su lengua y no se dispuso a perder, en algún momento soltó un gemido y luego otro.

 

Shikamaru lo agarro de la cadera y lo sentó a su frente en los lavamanos, sus piernas colgaban a cada lado del de coleta, se restregó en él, pudo sentir completamente su erección, y nuevamente soltó un gemido gutural, se separó un poco solo para cogerlo con más fuerza de la necesaria de la coleta, apartarlo, liberar su cuello y relamerse de solo pensar en lo que pasaría si le hiciera un morado, se estremeció de placer ante esa imagen, pero de nuevo lo beso, con la misma intensidad que la vez anterior, saboreando el labio inferior del Nara, mordiéndolo sin cuidado de lastimarlo. El otro hace rato se había desecho del cierre de ambos pantalones y había liberado sus erecciones, masturbándolos juntos.

 

- Neji… agggghh -gimió su nombre en su oído de una forma tan vulgar, tan placentera, que solo pudo mover más su cadera para acelerar el paso de esa mano. Con su otra mano en ningún momento soltó el cuello de la camisa del contrario. Tenía miedo a caerse y chocarse contra la realidad. Estaba al borde de uno de los orgasmos más deliciosos de su vida- Mmmmhhg- ¿es que no podía parar de hacer esos ruidos tan obscenos en su oído?

- Que-que bueno eres halándotela… Nara… Mmmmmhhg

- Y tu moviendo el culo -contraataco, Neji solo río un poco. Era verdad, era muy bueno moviendo el culo. El más alto se tumbó un poco encima de Neji para aumenta la fricción entre sus penes- Neji más, más rápido… -en algún punto, el también había empezado a mover la cadera simulando embestidas, Neji conservaba el pantalón en las rodillas, el de Shikamaru hacía rato reposaba en el piso en sus tobillos.

Se imaginaba que esa no era su mano, si no el trasero de Neji, y eso lo motivaba a moverse más, simular más, querer más, no se iba a conformar solo con sus manos, lo quería todo, no sabía si era el morbo de hacerlo en un lugar público, donde cualquiera de sus compañeros los podían ver, o si era que por fin estaba haciendo lo que tanto tiempo llevaba soñando hacer con Neji, o si era Neji que simplemente le enloquecía. Junto sus frentes sudorosas, respiraba muy rápido pero esta vez no era por dolor si no por puro placer.

- Me estas enloqueciendo… -fue una confesión- Me estoy volviendo loco por vos… ¿Qué me hiciste? -susurro lo último dando una lamida a la oreja de Neji. Quien no pudo más y con un gemido que tranquilamente pudo haber escuchado cualquiera que pasara no tan necesariamente cerca del baño se vino. Shikamaru ante la imagen de Neji gimiendo se corrió en su mano.

 

 

El ojilila observo sus vientres, sus camisas de un blanco perfecto ahora cubiertas de semen, vio como el pene de Shikamaru retornaba a la normalidad, y sintió de lleno el golpe de la respuesta que tanto estaba buscando.

 

 

Dejo de pensar, esta vez no iba a ser moralista, iba a mandar todo a la mierda y solo sentir el goce de que aquello tan pecaminoso que acaba de hacer, pero que lo tenía tan inmensamente feliz. Se sentía pleno como hacía mucho tiempo no lo hacía. No se arrepentía de nada.

- Shikamaru… yo -las lágrimas iban a desbordar de los ojos del Hyuga. El Nara sintió terror. ¿Había lastimado a Neji? Se vistió tan bien como pudo, se limpió e iba a limpiar a Neji pero un manotazo lo detuvo- Yo-yo puedo, yo puedo solo, solo necesito que te vayas -no lo había mirado a la cara.

- No me arrepiento -lo obligó a verle a los ojos, los lila de Neji estaban aterrados, jamás había visto tanto miedo en su mirada, con ambas manos abarco protectoramente las mejillas de Neji- No me arrepiento de nada -dijo con tal firmeza que Hyuga solo pudo empezar con espasmos por todo su cuerpo.

Empujo con mas violencia de la necesaria al ciervo y se llevo una de sus manos a su pantalón para organizarse. Miró al contrario- Solo… vete.

De nueva cuenta Shikamaru se acercó a él y lo abrazó de la cintura, trasmitiéndole todo el cariño que pudo- Déjame…

- NO -miró suplicante a Shikamaru- Por favor vete

Shikamaru frunció el ceño- Esta bien… -con sus manos limpió una lagrima rebelde que se escapaba del rostro de Neji- Yo…

- No digas nada, solo vete -mordió sus labios conteniendo el sollozo que se le iba a escapar.

- Si…

Sin más Shika salió del baño, era el más alejado del colegio porque era el más cercano al jardín donde estaba hacía pocos minutos. Habían retrocedido, peor aún, más que retroceder se habían comprometido más de lo sanamente permitido. Golpeó con ira una pared del pasillo. No podía dejar a Neji en ese baño. No entendía qué había pasado con el Hyuga. Parecía todo tan bueno, es decir todo había estado muy mal, pero ambos lo querían, es más el mismo Neji fue quien casi le suplico 2 semanas atrás que jodieran. No entendía nada de lo que estaba pasando. Fue a su casillero busco un par de camisas limpias, se cambió la propia y se dirigió hacia la única persona que podría ayudarle en este momento.

 

 

- ¡Hey Shika! -saludó Chouji, sintió una daga atravesarlo. Se había olvidado por completo de él. Su novio le proponía que hicieran el amor y él iba se manoseaba con otro… Buen bastardo en el que se había convertido. Pero no tenía tiempo para autoflagelarse.

- Perdón Chouji me distraje… -no era mentira- Pero necesito a Hinata, perdón más tarde hablamos.

- ¿A mí? -pregunto su hermosa compañera.

- Si, Hinata, me acompañas por favor -la miro suplicante, sin la intención de dar explicaciones.

- Claro -se levantó y acompañó a Shikamaru, quien se devolvió en sus pasos. Dejando a todos muy intrigados, aunque nadie dijo nada.

 

Una vez Shikamaru salió por eso puerta se desplomo, estaba de cuclillas, sosteniéndose del lavamanos como podía, mientras las lagrimas se desbordaban de sus ojos, sin poder retenerlas, sollozaba un poco, y los espasmos recorrían su cuerpo. El aire se le escapo del cuerpo, junto con la tranquilidad de la que era tan orgulloso. Estaba jodido. Estar jodido era un piropo. Estaba enamorado. Esa era la respuesta a todas sus preguntas. Tuvo que ver nuevamente a Shikamaru y a Chouji para darse cuenta que estaba total e irremediablemente enamorado de Shikamaru. Estaba enamorado de Shikamaru, pero también lo estaba de Itachi. Estaba enamorado de los dos y no sabía qué hacer. No sabía que quería hacer.

 

Las lagrimas seguían recorriendo sus ojos- ¿Neji-niisan?

En su patética posición miró la puerta del baño y encontró a Hinata- ¿Hinata-sama qué hace acá? Es el baño de hombres -se levantó en modo protector para acercarse a su prima.

- Lo sé, Shikamaru me dijo que te encontraría acá y me pidió que te entregará esto -estiro una blanca y limpia camisa de uniforme. La chica miro la de Neji, estaba sucia, ella era inocente, pero no había que ser un genio para atar cabos. Y la relación de Shikamaru y su primo estaba lejos de lo convencional. Pero si su primo no le quería decir ella no iba a preguntar.

- Shikamaru… -supo perfectamente con quien actuar- Gracias -le sonrió a su prima.

Esta se abalanzo a él y le dio un abrazo, mientras lo miraba los ojos- ¿Qué te pasa? -tenía lagrimas que se perdían en sus largas y negras pestañas.

- Nada -las limpió, tocándola como si de la porcelana más fina se tratará.

- Neji-niisan yo solo quiero que sepas que jamás te voy a juzgar, yo te amo -como hermanos- y cuando necesites cualquier cosa ahí estaré.

-Necesito este abrazo -y escondió su cara en el cuello de su prima donde libró las ultimas lagrimas de frustración. Era un hijo de puta y en algún momento lo iba a pagar. Enamorado de 2 personas, tremenda situación más desfavorable.

 

 

Shikamaru escucho todo desde afuera, cuando dejo de sentir el llanto de Neji se alejó. Él también tenía cuestiones que solucionar, como ¿Qué explicación se iba a dar a negarse a hacer el amor con su novio de 2 años pero si masturbarse con un compañero que conocía hace un par de meses y que para rematar era la pareja de Itachi Uchiha? Hoy también se saltaría las clases. Iba con una sonrisa de oreja en oreja, y no sabía como ocultarla. ¿Qué estaba pasándole?

Notas finales:

Gracias


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