Mi querido príncipe, yo siempre estaré aquí,
Tu sirviente fiel yo soy, hermanos de corazón,
Vine al mundo para darte total protección,
Mi vida por ti daré, el villano seré yo.
Hace mucho mucho tiempo en algún lugar se dio el nacimiento de dos hermanos gemelos, idénticos para los que no se daban el trabajo de mirar más de cerca para darse cuenta de sus diferencias.
Pero de lo que si se dieron cuenta al verlos crecer, era de el hermano mayor era mas fácil de manipular, al ser mas inocente y crédulo que el menor, así que decidieron usarlo para hacer se dé fortuna.
Tú y yo nacimos juntos bajo el cielo azul,
Las campanas se alegraron de vernos nacer.
Y nuestra familia fue lo que nos separo,
El futuro de los dos la codicia dividió.
Los años pasan, y los hermanos crecen uno con la firme intención de volverse a encontrar con su querido hermano mayor. El otro rodeado de lujos y personas serviles que no hacían sino manipularlo atraves de falsos elogios y sonrisas, se convirtió en un ser frio, caprichoso y malvado, acostumbrado que lo que salga de su boca es ley, pero en el fondo añorando a su perdido hermano.
Cuantas cosas nuestro destino nos dará,
Toda nuestra vida siempre lamentare,
Hasta el fin del mundo mi alma te cuidara y
Verte feliz siempre desearé.
Llego el día del gran recuento, fue el día en que le comunicaron al príncipe que u nuevo sirviente personal llegaría. El desinteresado monarca no tenía ganas de conocerlo, pero al estar frente a frente se dio cuenta de que era su perdido hermano, desde ese instante se convirtió en la única persona de más confianza para el príncipe, el único que le hacia reír de verdad, o que le consolaba, pero sobre todo era la persona que mas protegía al príncipe.
Mi querido príncipe, yo siempre estaré aquí,
Tu sirviente fiel yo soy, hermanos de corazón,
Vine al mundo para darte total protección,
Mi vida por ti daré, el villano seré yo.
El tiempo sigue pasando todo es felicidad en el lujoso e imaginaria vida del tirano príncipe, al lado de su querido hermano hay risas, alegría y por sobre todo sabe que siempre su hermano lo mira a él y solo a él.
Cuando realice un viaje en otro país,
Un lindo joven capturo mía atención,
Fue su sonrisa lo que a mí me agrado,
A primera vista el me enamoró.
Hasta que por un capricho el tirano monarca decide viajar al otro lado del reino, donde conoce al príncipe del reino azul y queda prendado de sus ojos azules, decide que quiere esos ojos le mueren solo a él, pero recibe un profundo rechazo por parte de él, enterándose además de que el va casarse con un joven del reino verde, furioso cual niño que se le niega un capricho va con su hermano pidiéndole que cumpla su nuevo deseo... eliminar a todos los del reino de verde.
Pero tus deseos viniste a ordenar,
A ese joven no lo querías ver jamás,
Yo lo cumpliré y así tú descansarás...
Aun no entiendo porque me siento tan mal.
La matanza sin sentido arrasó todo el reino de verde, no dejan sobrevivientes, la noticia se esparció por todos los reinos. Y el tiempo siguió pasando, el tirano monarca siguió jugando a que todo era perfecto, sin querer ver que su querido hermano en tristeza se hallaba.
Mí querido príncipe siempre estaré aquí,
El destino de los dos con la ira en el corazón.
Algún día este país justicia tomará y
El enfado de la gente no se evitará
Si ya no hay remedio a lo que el destino traerá
No debes preocupar la culpa mía será.
Una gran nube de venganza cubrió al reino del tirano monarca, sus súbditos cansados del maltrato y miseria se levantaron en armas liderados por el príncipe de azul, y este buscando venganza por su amor asesinado sin motivo.
Todos los sirvientes huyen, dejando solo al tirano príncipe, solo quedando con el su fiel sirviente.
Apresúrate mi ropa te quedará,
Tienes que escapar y ya no mirar atrás,
Todo estará bien tú y yo somos similares,
Nada me pasara y ya no debes de llorar.
Entraron los rebeldes a apresar al que creían era el tirano príncipe, llevándoselo a lo que sería su último destino... la horca.
Mí querido príncipe e tomado tu lugar,
El destino decidió no debemos continuar,
Si tú fuiste malvado problemas no habrá,
Tu sangre en mi estará y el tirano morirá.
Hace mucho tiempo en algún lugar existió un reino de gran inhumanidad en ese reino solo podría gobernar la querida y hermosa alma de mi hermana.
Las campanas que alguna vez sonaron con la intención de anunciar un nacimiento, ahora lo hacía para anunciar una muerte.
Aunque el mundo valla en contra de los dos, contigo
A mi lado siempre caminaré, nunca olvides que yo siempre te cuidaré, y verte sonreír siempre desearé.
El condenado murió bajo la guillotina ese día a las tres de la tarde, acompañado de la última campanada, y mientras todos en el reino festejaban, un ser se lamentaba y corría al mar a llorar su tristeza.
Mi querido príncipe, yo siempre estaré aquí,
Tu sirviente fiel yo soy, hermanos de corazón,
Vine al mundo para darte total protección,
Mi vida por ti daré, el villano seré yo.
Si pudiera lograr yo volver a nacer pediría ser
Tu gemelo ser.