CAPITULO II.
Eran las diez de la mañana, Camus había preparado el desayuno y lo había servido y colocado en la mesa, Shun y Milo aun dormían, Camus se había despertado pronto y había recogido todo lo roto mas aun se veía los sillones con agujeros.
Primero iría a despertar a Milo, abre la puerta lentamente y se da el lujo de observarlo unos instantes... su pecho desnudo y bien formado con esa piel bronceada que lo hacía tan antojable, con sus ojos cerrados haciendo lucir sus enormes y chinas pestañas, con sus labios entre abiertos y carnosos, más gruesos que los de él, unos cuantos mechones cubriendo una pequeña parte de su rostro, ese cuello que lo invitaba a ser recorrido por su lengua, esas manos grandes y fuertes, su figura atlética y estética, sólo su cobija cubría parte de las piernas, sin pensarlo dos veces se acerca a él, inclina su cuerpo hasta que su rostro queda cerca del de Milo, dibuja una sonrisa pícara y luego acerca sus labios hasta besar los de Milo, el cual abre los ojos lentamente, parecía no percatarse de lo que sucedía... su visión algo borrosa aun, solo ve los cabellos azul verde delante de él, Camus se separa sonriendo por su travesura.
- Buenos días Milo... el desayuno está listo.- Al decir eso se da media vuelta y sale de la habitación dejando a un Milo extrañado, no sabía exactamente que acababa de suceder...¿le había besado? O... ¿solo era un sueño?
Se levanta tallando sus ojos, se coloca una camisa negra y unos pantalones cómodos, sale de la habitación y ve todo recogido, ve que Shun salía también de su habitación y ambos se dirigen a la mesa... Shun no había visto tanta comida junta sólo para tomar el desayuno...
- A desayunar señores.- Anuncia Camus que orgulloso se estaba luciendo en la comida.
Shun queda con los ojos abiertos al ver el apetito voraz de esos dos sujetos... comían y comían y comían... el se sentía lleno de tan solo verlos, parecía que no comían en días, Milo percatándose de ello se detiene un instante.
- Necesitamos comer para tener energía durante todo el día... además... es comida saludable.- Explicó ya que veía esa mirada insistente sobre sus personas.
Shun mueve la cabeza asintiendo para luego terminar su ración... se levanta de la mesa dejándolos a los dos solos, iba a tomar un baño.
- Camus, este... hace unos momentos... tu... ¿me besaste?- Preguntó temiendo hacerlo ya que no sabía cual sería la reacción o la respuesta de su compañero, pero quería aclararse de cualquier posible confusión.
Camus deja de comer para soltar una ruidosa carcajada, cerraba los ojos y la risa lo dominaba, lagrimillas del esfuerzo empiezan a salir de sus ojos, eso hacía que Milo se sonrojara. Después de varios minutos Camus se tranquilizó y le miró divertido.
- La verdad... si.- Cerró los ojos y su cara cambió completamente a una más seria.
- Entonces ¿por qué diablos te reías?- Dijo un poco molesto Milo ya que la reacción de Camus le había parecido excesiva.
- Es divertido.- Respondió sin mirarlo y dando una última cucharada de su comida.
- Pero, ¿por que lo hiciste?- Necesitaba una explicación por que tenían tiempo siendo compañeros y nada similar había ocurrido.
El chico de cabellos verde azulados le mira unos instantes, ese tipo de mirada que a Milo ponía nervioso ya que se centraba totalmente en él.
- Por que me gustas... así de simple.- Justificó como si fuera una cosa de lo más normal entre ellos.
Milo se levanta de inmediato de la mesa y se retira, esta acción deja sorprendido a Camus... "Metí la pata" pensó Camus y sólo se levanta y un poco serio se dispone a recoger la mesa..."Me he precipitado"... volvió a pensar, empezó a fregar los trastos cuando sintió unos brazos en su cintura y el cuerpo repegado al que estaba detrás de él.
- Camus... eres mi compañero de trabajo... el mejor que he tenido... pero... por esa razón... no creo conveniente que... tu sabes...- Milo había regresado por que no sabía que postura tomar, no se había esperado una confesión tan directa y le había desarmado.
Camus separa las manos que lo sujetaban y se gira para mirarle de frente
- Yo no estoy buscando una relación contigo... tengo claro lo que somos... sé como piensas al respecto... pero no hay problema... Milo- Explicó para tratar de tranquilizar las aguas que había vuelto turbulentas con su confesión.
- Entonces ¿no estás molesto?- Era importante saberlo ya que si algo que apreciaba de sobre manera era la relación de confianza que habían tenido hasta ese día.
- No... Somos amigos, ¿que no?- Sonrió para demostrar que no pasaba nada, para decirle que todo estaba bien y no había tensiones entre ellos por más que quisiera otro tipo de actitud de su compañero de cabellos esponjados.
- Si... sólo amigos.- Era mas bien para reafirmarse a si mismo que Camus y el eso eran únicamente.
En la cabeza de Milo pasaban muchos pensamientos.
"Pero si también me gusta, me enloquece... me siento bien a su lado, es como si tuviéramos una conexión especial... su sonrisa me mata que volvería a dar mi vida para que la volviera a arrebatar con otra sonrisa... pero... ¿funcionaría?... no se que decirle... diablos!!! "
Empieza a ayudarle a secar los trastos mientras Camus seguía fregando, también pensaba.
"Te conquistaré Milo... no cabe la menor duda de que también sientes algo por mi... pero... todo a su tiempo... sé esperar, la paciencia es una de mis cualidades... por que te quiero y ni te imaginas cuanto"
Shun va a la cocina... ve a los dos chicos callados e interrumpe el silencio.
- Necesito ir al centro comercial.
Camus y Milo van a sus respectivas habitaciones, Camus toma su gabardina y coloca un arma entre sus ropas, toma una de las tantas gafas que tenía y se las coloca, alinea su cabello y se coloca una rica fragancia... era suave y no dulce, Milo toma una de sus chaquetas, también entre ella se coloca un arma, alinea su cabello esponjado, pasa su dedo índice por los dientes para luego dedicarle una sonrisa al espejo delante de él, también toma sus gafas de sol y se las coloca.
Ambos van detrás de Shun, el chico parecía encantarle la ropa por que en cada tienda que entraban salían con bolsas de ropa, algo enfadados se sientan en una banca mientras el chico entraba a otra tienda... Sus espaldas estaban en contacto mientras intentaban matar su aburrimiento jugando con unas ligas.
- Milo... hueles muy bien.- Lo dijo de lo más natural, como si fuera un comentario que se hacen diario.
- Gracias... tu también... Camus...- Sentía como su cara subía de temperatura debido a su sonrojo.
Camus había logrado su objetivo, sabía que Milo estaba como un jitomate en su punto, sonrió mientras seguía mirando hacia la tienda, por fin sale Shun, al parecer habían concluido sus compras, se disponen a regresar a casa, Camus se pone frente al volante, Milo a su lado y shun en la parte trasera...
Iban a velocidad normal cuando se percatan que un vehículo tenía buen rato siguiéndolos... sin decir nada Camus pisa el acelerador, Milo coloca su mano dentro de la chaqueta sujetando el mango de su arma... El peli verde azulado gira rápidamente hacia el lado derecho... buscaba calles solas pero era imposible en esa parte de la ciudad, pronto salen a una autopista... el vehículo que los seguía también acelera hasta llegar a impactar la parte trasera del vehículo Dodge Dart Sedan que manejaba Camus, este pisa a fondo el acelerador para evitar más contactos, ahora el reto sería rebasar a los demás vehículos que estaban delante sin causar ningún accidente... un impacto de bala en el vidrio trasero, Milo había agachado a Shun quien temblaba cual niño... Milo asoma su mano con el arma y también dispara dando en el cofre del auto que les seguía.
- ¡¡Demonios!!... Camus, sal de la autopista.- Le pide a su compañero ya que al ver tanto tráfico era muy complicado disparar certeramente y sin causar alboroto entre los demás carros.
Camus seguía esquivando a los demás vehículos, después encuentra la oportunidad para salir de la autopista, el conductor del otro vehículo también era bueno y logra seguirle... acelera lo suficiente para colocarse a un lado del vehículo que conducía Camus... se acerca y le impacta haciendo que Milo pegara su cuerpo a Camus... sin más, Milo da un tiro en la ventana...
- ¡¡¡Está blindado!!!- Maldijo por que sabía que complicaba esto todo.
A cada impacto de bala, Shun pegaba un grito aterrado, por fin el auto que los seguía da otra embestida al vehículo haciendo que Camus perdiera el control... parecía que el carro después de muchas reparaciones no era muy resistente, también disparan a las llantas y eso definitivamente hace que Camus se estampe en un muro.
Camus se golpea la cabeza y empieza a brotar sangre que empieza a escurrir por su frente, Milo no sufrió tanto, los tipos del otro vehículo, que eran dos, bajan y se acercan al vehículo, apuntan a Milo que tenía los ojos cerrados, pero luego el que lo encañonaba siente la punta de una pistola en su pecho.
El tipo retrocede un poco, su acompañante abre la puerta donde estaba Shun y lo hace bajar con jalones y apuntando también su proyectil.
- ¡¡¡Por favor, no me maten!!!- Imploraba el chaval de cabellos verdes que sentía que se le esfumaba la vida.
- ¡¡¡Suéltalo o disparo!!!- Dice Milo que aun apuntaba al tipo con rostro cubierto.
Camus sujeta su arma y un poco adolorido también sale del vehículo sin pausa alguna, da un tiro certero sin dudarlo ni un segundo en la pierna de quien sujetaba a Shun.
- ¡¡¡Hijo de Puta!!!- Grita el hombre tirado que se revolcaba del dolor mientras apretaba con ambas manos su pierna.
Camus se acerca al que apuntaba a Milo y le apunta a la cabeza.
- ¡¡¡Suelta tu arma cabrón!!!- Estaba totalmente furioso por que Milo corría peligro y estaba dispuesto a todo con tal de evitar que le hicieran daño a su compañero.
El sujeto deja de apuntar a Milo y levanta las manos tirando el arma, parecía que se rendían cuando se acerca Camus para querer alejar la pistola del maleante, da un golpe certero a la mandíbula de Camus haciéndolo caer y soltando el arma, el sujeto de manera hábil recoge la suya y la de Camus y apunta a ambos policías... el que estaba herido cojeando se levanta y jala a Shun el cual estaba estático por el miedo.
Camus miraba impotente igual que Milo, en un movimiento rápido Milo sujeta la muñeca del tipo enmascarado y la presiona de un punto que le hacía perder la fuerza logrando que soltara el arma, Camus aprovecha y recupera su arma, dispara a la otra pierna del tipo que llevaba a Shun haciéndolo caer ya que ahora ambas piernas estaban sangrando, Milo sujeta ambos brazos del otro tipo mientras Camus pedía apoyo a la policía, de inmediato llegan los refuerzos y una ambulancia, otros policías se llevan a uno de los sujetos mientras que la ambulancia, vigilada por policías se llevan al tipo herido... Otra ambulancia revisaban a nuestros guardaespaldas y a Shun, uno curaba la herida de Camus y al parecer Milo solo había sufrido algunos golpes leves.
Milo se levanta y se acerca a Camus con suma preocupación debido a que le había visto sangran de la frente.
- ¿Estas bien?- Sintió la necesidad de abrazarlo pero se contuvo.
- Si... solo fue un leve golpe.- Soltó una leve risita para disimular la pequeña punzada que sentía en su cabeza.
---*-*---
En un lugar oscuro y frío
- Han fallado señor... los guardaespaldas que contrató el hermano menor de Ikki son buenos.
Un vaso semi-vacío es colocado en una mesa con fuerza, la sombra de un hombre avanza.
- Si quieres que las cosas te salgan bien... tienes que hacerlas tu mismo...
- Que quiere decir, señor?- La voz sonaba preocupada.
- ¡¡¡Retírate!!!- Ordenó, el coraje de saber que habían fallado nuevamente hacía que su sangre hirviera y la sed de venganza le hacía sentir la garganta seca.
El hombre empieza a empacar sus cosas en una maleta grande, al final toma un arma mágnum de 9mm y la coloca entre la ropa además de municiones, cierra la maleta, la sujeta y sale del frío lugar.
---*-*---
Dos días habían pasado desde el atentado, todo había estado tranquilo pero Milo y Camus no bajaban la guardia, Shun ya dormía en esos momentos, había tomado tranquilizantes por que tenía los nervios de punta.
Milo estaba recostado en su cama escuchando "The Widow" de The Mars Volta mientras observaba la habitación de Shun en la pantalla, luego ve que su puerta se abre, era Camus que se sienta en la orilla de la cama... Milo retira los audífonos de sus oídos.
- Shun no ha querido hablar... no sabemos la razón por la que quieren atraparlo o matarlo...- Estaba realmente inquieto al desconocer a quienes se enfrentaban realmente.
- Lo sé Camus... supongo que le forzaremos a que nos diga la verdad, lo hará si quiere que le sigamos protegiendo.- Sabía bien que en lo que estaba metido el chaval era mas grueso de lo que a un inicio habían imaginado.
Camus gira su rostro y mira a Milo, sujeta el rostro de su compañero y le besa... Milo corresponde a ese beso pero luego le separa.
-Que haces, Camus?- Ese beso solo lo confundía mas y más, ya que lejos de resistirse, sentía que su cuerpo reclamaba ese contacto.
Camus de nuevo se acerca y vuelve a besar mientras una de sus manos empieza a recorrer el costado de Milo, este no se resiste a estas caricias, su miembro rápido se despierta y también empieza a querer colar sus manos debajo de esa camisa negra, Camus le da una pequeña ayudadita quitándosela rápidamente, se coloca sobre Milo mientras también desabotonaba la camisa, le besaba mientras acariciaba su pecho aprisionando sus pezones y mordiendo su cuello, Milo bajaba los pantalones del otro y acariciaba su firme trasero...
- Te deseo Milo... - Susurraba en el oído de su amado Milo.
Separa lentamente las piernas del chico de piel bronceada, este las dobla y la Cabeza de Camus queda entre ellas, empieza a lengüetear el miembro erecto de Milo como si se tratase de una paleta, luego daba pequeñas succiones en la base haciendo estremecer a Milo, luego lo introduce lento en su cavidad bucal, lo introducía y lo sacaba, saboreándolo, incrementaba el ritmo mientras se deleitaba con el gemir de Milo, prueba su semen y luego mira a Milo dibujando una sonrisa, verlo sonrojado a su compañero peli-azul era todo un placer a la pupila. Mientras atrapaba con sus dientes los pezones erectos de Milo, con sus dedos de seda inspeccionaba el lugar donde alojaría su virilidad... por fin, entra en él, empiezan un compás perfecto en sus caderas, gemían con fuerza importándoles poco si el chico los escuchaba, las estocadas de Camus eran firmes provocando un placer enloquecedor al que hace apenas unos días se había masturbado imaginándolo a él... Camus se vacía en él, deja toda su semilla dentro y luego se abalanza a besarlo... lo abraza y luego le dice al oído de Milo...
- Tómame...
Milo se levanta y coloca boca abajo a Camus, levanta las caderas de este y primero pasa su lengua haciendo erizar la piel del chico de cabellos azul-verdoso... su virilidad estaba latente por imaginarse estar dentro de él... acarició su espalda hasta que con su dedo índice, de media espalda hacia abajo recorría su piel, luego lo introduce en el rincón estrecho de Camus haciéndolo gemir, esto le excitaba más pues Camus le pedía que ya le tomase por completo... Milo seguía ese juego, ahora su otro dedo también le penetraba, seguía un ritmo con ellos, los saca para luego ponerse de rodillas y jalar las caderas de Camus y colocar la punta de su pene en la entrada...
- Eres muy estrecho...- Con voz agitada le revelaba, que lejos de molestarle, le hacía mas apetitoso entrar ya.
Lentamente lo va introduciendo provocando un grito de Camus, ya que lo tiene dentro totalmente siente la tibieza de Camus, lo saca lentamente para volverlo introducir de igual manera, Camus no se limitaba en gemir abiertamente... Milo sentía que cada vez que entraba en él lo quisiera aprisionar dejándolo dentro de él... empieza un ritmo más rápido mientras que con su mano masturbaba a Camus, su piel en segundos se unía para en otros más separarse, Milo empieza a penetrarlo con más rapidez , totalmente excitado sus ojos se ponían en blanco y se perdía por unos segundos, luego se viene, derrama todo su liquido tibio sobre las piernas de Camus... luego lo vuelve a introducir y da unas estocadas más para luego ambos caer extasiados y rendidos... sonreían... miraban al techo y seguían riendo...
- ¿Crees... que nos haya escuchado?- Pregunta Camus entre risas ya que al imaginarse gimiendo a todo pulmón le parecía de cierta manera cómico.
- No lo dudes...- Decía aun jadiante.
Guardan un instante silencio mientras seguían mirando el techo, Camus luego siente la mirada de Milo y voltea a verle
- ¿que sucede?- Le interroga.
- ¿Somos sólo amigos verdad?- Había algo a lo que Milo temía.
Camus pensó por unos instantes y volvió a mirar al techo...
- Si... sólo amigos...- De cierta manera lo entristecía, pero había algo que le decía que Milo sentía mas que una amistad.
Milo sonrió y le volvió a abrazar recargando su barbilla en la clavícula de Camus para mirarle a los ojos...
- Eres... muy rico...- Ante la respuesta de Camus se sentía mas relajado y de hecho, divertido.
- Lo sé... cabronazo.- rió mientras también tomaba la situación mas tranquilo ya que un drama de nada le serviría.
- Y mal hablado.- Repuso al escuchar la respuesta con esa palabra que millones de veces le había escuchado pero ahora sonaba tan sexy.
- Eso también lo se.- Miraba a Milo que seguía recargado en su hombro.
-Y tienes muy fuerte los pulmones.- Agregó mientras recorría el pecho de su "amigo" con sus manos fuertes y bronceadas.
- ¿Y eso?- Lo dijo sin entender bien a que se refería.
- Gimes muy rico... me excitas.- Rió, mas por que era una verdad.
- Eso también lo se, dime algo nuevo.- Después de la respuesta se sintió feliz de que ambos hayan quedado tan complacidos.
- Eres experto...- Comenzaba a cerrar los ojos ya que el sueño empezaba a ganar terreno.
- Jajaja, no más que tu.- Lo dijo por lo bien tratado que se sintió y complacido en su totalidad.
Camus se dedica a acariciar los cabellos de Milo, ahora lo tenía en sus brazos... había sido algo raro... solo había estado con su PAREJA, jamás con alguien que le consideraba "amigo"... ¿que eran ahora? Había caído a eso de "amigos con derechos"... le parecía absurdo, pero lo que no podía negar es que había sido una experiencia fabulosa digna de repetirse. Milo por su parte se sentía cómodo, en la mente de él no rondaba para nada el compromiso, aun no se sentía preparado para entablar algo realmente serio con Camus, pero de lo que no dudaba es que sentía algo por él... prefería que las cosas quedaran así por el momento.
Durmieron juntos y al día siguiente Camus ya no estaba, Milo se levanta y va a buscarlo en su habitación...al entrar Camus estaba vistiéndose...
- ¿Te ayudo?- Se acomidió con tal de volver a sentir aquella piel tan solo un poco mas clara que la de el.
- Claro.- Camus se quería dejar consentir, mas por que no sabía que era lo que seguía entre ellos.
Milo se acerca y acaricia los brazos de Camus hasta llegar a sus hombros, su piel aun estaba fresca y sus cabellos húmedos, acerca su nariz y se embriaga de la aroma que despedían sus cabellos verde-azulados, se separa y toma la camisa negra y lentamente se la coloca, posa sus labios en los de Camus mientras abotonaba la camisa y retiraba los pantalones de Camus que ya los traía puestos, el otro expectante ve como Milo va descendiendo colocándose en cuclillas y acariciaba sus muslos, sujeta de nuevo el pantalón y empieza a subirlo quedando la camisa debajo de el pantalón oscuro, acercándose de nuevo a Camus, besa su cuello mientras abrochaba el pantalón.
- Listo.- Casi en susurro que sonó mucho muy seductor.
- Gracias...- Fue lo que atinó a decir para no ser presa de su deseo de volverlo a tenerlo como la noche anterior.
Al salir a la sala, Shun ya estaba esperándolos para desayunar, dibujaba una extraña sonrisa, parecía llena de melancolía, no se atrevieron a preguntar, sólo se sentaron y empezaron a comer.
-Ni siquiera he tenido tiempo de guardarle luto a mi hermano...- Por fin habló con la voz temblorosa. Shun empieza a llorar mientras Camus y Milo lo miraban sin saber que decir.
- Shun... necesitamos saber la verdad...- Le dice Camus.- ¿que es lo que quieren esos tipos?... ¿por que mataron a tu hermano y por que atentan con tu vida?... ¿entiendes?
- Si...- Sabía que tenía que hablar si no corría el riesgo que dejaran de protegerlo.
- Si no sabemos el por que no te podremos seguir cuidando...- dice Milo intentando convencer al chico de que soltara la sopa.
- Todo comenzó hace cuatro meses....- Comenzó a relatar.
*********************** Flash Back ***********************
Ikki llegaba a su viejo departamento, Shun le esperaba contento, había recibido su llamada.
- Y bien... ¿que trabajo es el que conseguiste?- Preguntaba ansioso a su hermano mayor que parecía contento.
- Uno muy bueno... haré una base de datos para una empresa... por fin empieza a despegar mi carrera Shun... además la paga será increíble... compraremos una nueva casa... estudiarás también una carrera... y empezamos bien... me dieron un adelanto y te acabo de comprar algo.- Su entusiasmo era por demás desbordante y parecía que quería tragarse al mundo.
El chico moreno y de cabellos azul oscuro hace que su hermano le acompañe, en la entrada estaba un auto, Shun empezó a brincar y a tocar el carro, abrieron las puertas y ambos se introdujeron en él para pasear por toda la ciudad...
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
- ¿que trabajo era ese, Shun?- Indagó Camus.
- Nunca supe en donde era ni quien era el jefe de mi hermano, yo lo miraba feliz y sospechaba que era por algún amorío...- Seguía recordando y relatando sin mirar a los policías, parecía revisar sus recuerdos dentro de si mismo.
************** Flash Back ******************
- Ikki, ¿por que tan contento?- A toda costa quería saber el motivo de tan repentina felicidad. No creía que era solo cosa del nuevo trabajo, conocía a su hermano.
- Ya lo sabrás Shun... ahora debo trabajar...- Se alejó sin explicar nada a su curioso hermanito.
El móvil empieza a sonar y contesta de manera rápida, se va caminando a su habitación de la nueva casa y se escuchaba las risillas del joven mayor.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++
- Un día llegó molesto arrojando todo, intenté calmarlo pero el comenzó a llorar, pregunté la razón.-
************* Flash Back***************
- Shun, no debes confiar en nadie... todas las personas mienten y te harán daño... ¿entendiste?- Lo decía inquieto y parecía contener un nudo en la garganta. No explicó mas puesto que no deseaba que su hermano lo viera flaquear.
- Pero ¿que te sucede... ikki?- Desconcertado por ante tal reacción deseaba obtener mas palabras.
El peli-azul saca a Shun de la habitación y se encierra, el celular sonó durante toda la noche y al parecer Ikki no contestaría...
++++++++++++++++++++++++++
- Dos días después llegó a la casa, apagó las luces y me dijo que no hiciera ruido... traía algo en la mano, anduvo por toda la casa... me dijo que había hecho algo malo y que lo buscarían... jamás me explicó que...- Ahora si miraba a sus guardaespaldas esperando que con lo que había contado fuera suficiente para seguir siendo protegido.
- O sea, que ocultó algo aquí... ¿no recuerdas que era?- pregunta Milo mas interesado que antes.
- Era una cosa pequeña... no sabría decir que... después de eso, al día siguiente lo encontraron con tres tiros en el cuerpo más el tiro de gracia...- Colocó sus manos en sus ojos enjugando las lagrimas que resbalaban sin control por sus mejillas.
- Necesitamos buscar en toda la casa... empecemos ya.- Dice Camus mientras se levantaba de la mesa. No quería perder mas tiempo.
Empezaron a revisar todo lo que había en ella, desde jarrones, cojines, aparatos eléctricos, así fueron de habitación en habitación... Milo revisa un móvil y quita la batería... nada fuera de lo común, luego ve un estuche de cd encajado en la pared detrás del tocador... al abrirlo encuentra un CD... lo coloca en el modular y se da cuenta que no es de audio... quizás había dado con la pieza clave... pero no sólo eso raro encontraron, Camus encontró en la parte de atrás de un cuadro que estaba colocado en la cabecera del cuarto de Shun un chip... ahora solo tendrían que revisar para que servía y el contenido de ese CD... shun miraba sin decir nada... pero detrás de su espalda empuñaba un cuchillo de cocina...
CONTINUARÁ...