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The Hangover Night por Asyura_Alice

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Notas del capitulo:

Bien al fin termino la segunda parte del fic ;u; ... se supone que era one-shot, pero dado que me han pedido la continuación, me puse manos a la obra y voilá! les dejo la otra cara de la moneda (?) Saga es quien nos habla ahora... ¿Qúe pasara ahora entre los dos? :O

CHAN-CHAN-CHAAAN~!!

 

Desperté de golpe en la mañana, asustado y sudando tras haber soñado con él, no es habitual que despierte así, de hecho nunca me había pasado… pero desde hace unos días que me persigue la imagen de Nao llorando en un pasaje oscuro, solo y abandonado, yo sólo lo miro tras una ventana, me compadezco de él e intento acercarme pero… pero no tengo el valor y por esa razón su llanto me tortura incesablemente.

No es una mera casualidad aquel sueño, últimamente él actúa extraño… no es el mismo de siempre, constantemente lo observo –sin que se de cuenta obviamente- y noto su mirada perdida, su semblante triste. Siento que todo esto que esta pasando es de alguna manera o totalmente mi culpa, sino hubiera hecho “eso” seguramente todo seguiría normal… me siento asqueroso… pero a la vez contento, en mi lado egoísta y animal que deseaba que aquello ocurriera, aunque sin considerar lo que él quería… es repugnante, no lo culpo de que esté así.

 

Toda esta situación tenía con los nervios de punta al bajista, todo el día andaba tenso y evitaba cualquier contacto directo con su compañero, el más mínimo contacto, las miradas, lo ponían mal, con unas inmensas ganas de llorar y pedirle perdón, pero nunca tuvo el valor. Así estuvieron alrededor de una semana, en el departamento se respiraba una turbia tensión, un mal ambiente que se sentía apenas al asomarse en la puerta de entrada.

 

-Creo que debo relajarme- susurro el bajista cerrando sus ojos recostado en la cama en su habitación.- Un poco de bajo no me vendría mal- dijo levantándose de golpe.

Y así, en una melodía grave y robusta, Saga se perdió en suaves acordes que lo transportaban a sus más recónditos y hermosos recuerdos. Decir que estuvo así dos horas es poco, la mañana se había tornado cálida y el cansancio agobiaba su cuerpo.

-Ya es hora del baño, estoy exhausto- pensó el bajista y partió rumbo al baño, desganado y hambriento… era normal, había estado casi toda la mañana encerrado en su habitación practicando y reproduciendo notas que salían de su alma.

Giró la perilla y entro sin percatarse que su compañero ya estaba en la ducha, oyendo tras de si un grito de espanto: ¡¡Ocupado!! Saga, asustado, cerró la puerta rápidamente, pero instantáneamente sintió un ruido estruendoso: Nao tras cerrar la cortina se resbalo y cayó.

Saga entro apresurado y asustado, con un sudor helado que le recorrió todo el cuerpo, imaginándose lo peor con su pobre amigo.

 

-¿E-estás bien?- gritó Saga con la voz en un hilo.

-¡Auch!... sí, no t-te preocupes, estoy bien.- contestó Nao.

-¿Puedes ponerte de pie?

-Claro que p-puedo- replicó Nao, pero tras su respuesta se escucho un nuevo golpe, aunque mucho más despacio que el anterior… era evidente que volvió a caer y no podía ponerse de pie.

-¡Nao!- exclamo Saga horrorizado corriendo la cortina para auxiliar a su amigo.

-¡No! ¿Qué haces? ¡Cierra la cortina! Estoy bien.-

-No seas terco, ni siquiera puedes mantenerte en pie, te acabas de caer, Nao, no seas testarudo y déjame ayudarte- dijo Saga tomando en brazos a Nao para sacarlo del baño y envolverlo en una toalla.

Nao se dejó, comprendió la situación y trataba de no ponerse nervioso ante la presencia de su compañero, que lo viera en ese estado, a pesar de que esa vez ya lo había visto pero… esta vez era diferente.

 

Saga recostó a Nao en la cama y comenzó a secarle su cuerpo, pero Nao lo persuadió de que podía solo, así que mientras él se secaba –a duras penas- Saga llamaba a los demás miembros para avisarles que no habría ensayo en la tarde y claro, avisar lo ocurrido a Nao. Primeramente llamó a Shou, pero este no contestó, ya que estaba visitando una galería de arte con Hiroto, cosa que Saga al poco instante recordó que ellos le habían comentado el día anterior, colgando así al llamado.

 

-Mierda, justo ahora se les ocurre ir- exclamo furioso el bajista.- Vamos a ver si Tora se digna a responder.

 

En ese instante, mientras Saga marcaba el número del guitarrista, Nao intentó levantarse, causando el regaño de su compañero.

 

-¡Nao!- gritó Saga, justo en el momento en que Tora contestó.

-¿Alo? ¿¡S-saga!? ¿Qué paso con Nao-san?

-¿Tora? Eh, Nao tuvo un accidente, se cayó y…- se corta el llamado, se le había acabado el saldo al bajista.

-¡Maldición! Justo ahora ¡¡Justo ahora!!- exclamó furioso Saga lanzando su celular con rabia a la cama.

 

Nao asustado lo miro y titubeante le preguntó:

 

-¿Q-Que te pasa? ¿A quién llamabas?-

-¿Eh? A los chicos… les quería avisar que se cancela el ensayo de hoy.

-¿¡Qué!? ¿Por qué?-

-… Nao, no te puedes mover, ni siquiera parar, realmente te caíste muy duro, debes descansar- dijo serenamente Saga.

-… Pero…-

-Vístete será mejor, espera, voy a buscar tu ropa-

 

Tras unos minutos apareció Saga con ropa para Nao.

 

-Ten, aquí tienes- dijo Saga pasándole la ropa a Nao.

-Gracias… ¿eh? ¿Pijama?-

-Sí, ¿Qué esperabas? Debes quedarte en cama… ¿Puedes ponértelo?

-… Sí claro, no te preocupes-

 

Mientras Nao se vestía alguien toco el timbre, era Tora, que asustado y nervioso entro en el departamento preguntando por Nao apenas Saga le había abierto la puerta.

 

-¿Qué le paso a Nao?- preguntó Tora alterado.

-¡Wow! ¡Que rapidez!… ¡Cálmate! Sólo se cayó de la ducha cuando yo entre y no sabía que estaba ahí, se asustó y pues, se resbalo, ya está, fue un accidente... está bien, sólo necesita reposo, tranquilo.- respondió Saga tratando de calmar a su colega.

-¿¡Solamente!? ¿Estás loco o eres imbécil? ¡Pudo haberse matado!-

-¡Lo importante es que nada grave pasó! Ya deja de agrandar la situación.-

-¿Qué ya pasó? ¡Saga, estamos en pleno Tour! No podemos darnos el lujo de cancelar lives.- replicó enojado el guitarrista.-  ¡Oh! Nao siempre es tan bullicioso y descuidado de sí mismo…-

-¿¡Pero qué quieres que haga!? Simplemente paso, Nao es humano, no digas esas cosas de él, a cualquiera le puso pasar, incluso a ti.-

-¡Vamos! ¡Que no soy un escandaloso!-

-¿Estás insinuando que Nao es el culpable?-

-¡Pues de quien otro más! Si no fuera tan hiperactivo estas cosas no pasarían.-

-¿Eres idiota o que? ¡Tú no sabes como es él! ¿Acaso has visto cómo practica diariamente? ¿Viste acaso cuánto estudió, cuántas horas sin descanso trabajo para la banda en sus comienzos? ¿Lo hiciste? ¿Ves ahora como nos va? Ser el líder no es un juego, Tora y él más que nadie lo sabe, es humano y lo pasado fue un mal accidente.

¿Quién crees que era el más preocupado cuando enfermaste aquella vez? ¿Recuerdas quién te apoyo? Claro, fuimos todos, pero él, él como líder nos saco adelante… Así que mide tus palabras…- sermoneó Saga al guitarrista.

-… Saga yo… lo siento, me alteré, no sé en que rayos pensaba… Soy un idiota, del más grande… iré a la farmacia a comprarle algún relajante muscular o antiinflamatorio… ya vuelvo, cuida de Nao-san, por favor- dijo Tora tratando de remediar la situación, abandonando el departamento.

 

Nao había escuchado toda la conversa entre sus compañeros de banda y no pudo evitar contener las lágrimas que le quemaban lentamente la garganta y la voz, quebrando de paso su espíritu y fortaleza que por mucho tiempo construyo: se largó a sollozar sin consuelo. Saga quien estaba aún en el living, furioso tras lo ocurrido, escuchó los débiles lamentos de Nao y acudió a verlo.

 

-Nao… ¿qué pasa, por qué lloras?- pregunto Saga extrañado.

-…T-todo es mi culpa ¿verdad?... ¡s-soy un torpe!- masculló Nao entre saladas lágrimas que no lo dejaban ver.- Lo escuche todo… -

-N-nao… tranquilo- dijo Saga acercándose y abrazando suavemente a Nao para calmar su llanto.- No es tu culpa, y muy bien lo sabes, Tora estaba alterado, entiéndelo, no quiso decir las cosas de ese modo, ya ves lo arrepentido que esta.

-Sí, lo sé… tienes razón… ¡G-gracias!- dijo Nao escondiendo su cabeza en el pecho de Saga.

-¿Gracias?... ¿Por qué?- preguntó Saga confuso.

-Te dije que lo escuche todo… lo que dijiste de mí, gracias por defenderme…-

-Sólo dije la verdad- dijo Saga tomando de los hombros a Nao para separarse y así secarle las lágrimas con sus manos.

-¡Hey! ¡Estas mojado!- exclamo Nao transformando sus lágrimas en risa.

-¿Eh?... ¡Oh! Tienes razón, me moje cuando te saque del baño.- exclamo Saga con una sonrisa paternal.

 

Saga estaba realmente nervioso por tener a Nao tan cerca, sus intenciones no eran malas, no le gustaba ver a su amigo llorar, por él haría todo con tal de no verlo así pero… moría por dentro, no aguantaba ver el rostro enternecido de Nao por las lágrimas, sentirlo tan cerca, su calor, su respiración. Embobado por la situación, lentamente comenzó a acercarse a los labios del baterista, hipnotizado en el trayecto, su voluntad se consumía y ardía en un tierno y suave beso que culminó con un torrente de sal que mojaba el rostro a ambos. Nao estaba llorando nuevamente.

El bajista, al sentir las lágrimas de su amigo, se apartó rápidamente, con el obvio sentimiento de culpa, creía que había vuelto a dañar a Nao, pero él no lo quería de ese modo.

 

Como si fuera un milagro, para el alivio de Saga, Tora por fin llega de su mandato y rompe el tenso ambiente entre los dos chicos irrumpiendo con su presencia, entra al departamento y acude rápidamente al lado del líder de la banda.

 

-Nao-kun te traje medicamentos y comida para que te repongas- dijo Tora dándole palmaditas en la espalda a Nao.-… Todo lo que me oíste decir hace un rato… Por favor olvídalo, cometí un grave error, soy un idiota, lo siento…-

-No te preocupes, y discúlpame a mí… por las molestias que te cause.- dijo Nao cabizbajo.

-¡Que dices hombre!- dijo Tora riendo.- Ya deja de lamentarte y prepárate, te traje ramen, ese que tanto te gusta.- exclamo Tora pasándole el paquete a Saga.

-¿Qué…? ¿Por qué me pasas esto a mi?- pregunto Saga.

-¿Crees que Nao va a poder tomar los palillos?- exclamo Tora en tono de sarcasmo.

-No te preocupes, puedo hacerlo, sólo me duele una muñeca… supongo que usar la mano izquierda de vez en cuando no está mal…-

-¿Y por que no lo haces tú?- pregunto Saga a Tora.

-Pues porque mi misión aquí termino, tengo cosas que hacer, ten- dijo Tora pasándole una bolsita con medicamentos a Saga.- Adentro están las especificaciones, cuida de Nao-san, ahora depende de ti, no vayas a meter la pata. Bueno, adiós- exclamó sarcásticamente Tora yéndose del lugar.

 

Así surgió de nuevo el ambiente tenso, Saga nervioso, mojado y apenado tenía que alimentar a su querido Nao… la situación hubiese sido de ensueño si no fuese por el pequeño percance de hace un momento. El bajista ya no tenía cara para ver a su amigo, la vergüenza y la culpa corrían por su trémulo cuerpo.

 

-No te preocupes… yo puedo solo- dijo Nao con una voz quebrada.- Ve a cambiarte de ropa, no quiero que te enfermes.

-… Pero- titubeo Saga, quién finalmente abandono la habitación de Nao para dirigirse a la suya. Estaba realmente avergonzado, si no fuera por ese escalofrío paralizador que lo agobiaba al estar cerca de Nao, hubiera salido corriendo a toda velocidad de aquel lugar.

 

Saga cuido de Nao tal cual lo haría un doctor, realmente estaba preocupado por él, y a pesar de que los dos no hablaban mucho tras “ese día” lograron formar un ambiente invisible, que Nao añoraba y que crecía y crecía dentro de él, hasta llegar al punto del desborde, una noche en Saga había salido a caminar.

Durante esa semana Saga observo que Nao estaba distinto, seguía con esa melancolía interior que ocupo lugar en él aquella noche de profusión, pero irradiaba una calidez inexplicable; cada vez que Saga le daba de comer o le ayudaba con sus quehaceres, le daban unas ganas enormes de abrazar y proteger a Nao… Un Nao frágil, un Nao que lloraba a escondidas de él…

 

Creo que esta semana a sido bastante pesada… me alegro mucho de que Nao ya esté mejor, los chicos se preocuparon mucho de él, todos los días vinieron a verlo y lo animaban con sus chistes y anécdotas… de veras me alegro mucho… siento que últimamente lo estoy dañando; odio que sea así, me doy asco, mucho asco, ¿En qué clase de persona me estoy convirtiendo? ¿Será mejor que me vaya del departamento? Sí, esa es la respuesta definitiva… pero… no quiero separarme de él… No sé si me dolería más separarme de él o seguir haciéndole daño… Soy un egoísta, un sucio egoísta. Será mejor que despeje mi mente un rato, estoy demasiado agobiado. Una caminata nocturna me vendría bien…

 

Nao, mientras Saga estaba afuera en su caminata, se levanto a estirar las piernas… camino por el departamento sin dejar de pensar en todo lo ocurrido durante la semana… ya no daba más, había llegado al extremo de la desesperación, su único aliado en ese momento era el amargo sabor a licor. Sacó de la licorera una botella y una copa, y se sentó en el sillón, tal cual se encontraba hace unas noches atrás. Bebió y bebió sin reparo, lloro y lloro sin consuelo, estaba ya sin propia voluntad y la conciencia torcía sus palabras en un triste monólogo de ebrio.

Saga lo encontró llorando al llegar, casi se desmorono en ese instante al ver en tal estado a su compañero, ya no aguantaba más la situación, la decisión ya estaba tomada, iba a decirle su plan a Nao, pero primero necesitaba calmarlo…

 

-Nao ¿qué rayos te pasó?- exclamo asustado Saga.- ¡Suelta esa botella, idiota!- dijo con una furiosa voz.

-¡Déjame! Es mi problema, no tuyo… ¡No! Este problema también es tuyo- exclamo Nao enojado.

-¿Yo?... Yo…-

-Sí, tú eres el problema, tú eres mi problema- dijo Nao tomando de el cuello de la camisa a Saga y mirándolo a los ojos.

-Lo siento…- dijo Saga esquivando la mirada de Nao.

-¿Es que no te das cuenta imbécil?- grito Nao desesperado.- Yo… te quiero… no soporto tu cobardía, ¿Por qué rayos me haces sentir tan mal?...- dijo Nao entre lágrimas, soltando de golpe a su compañero.

-N-nao…- susurro asustado Saga, jamás se imagino en aquel escenario, viendo como Nao, su querido Nao había llegado a ese punto… pero sus palabras, esas palabras de desahogo fueron las más esperadas por  él… jamás se imaginó ser correspondido, creía que Nao sufría por no poder corresponderle, o por sentirse usado… jamás por la misma razón que el.

 

Tras la confesión de Nao, Saga quedo estupefacto, sólo atino a abrazarlo y esperar a que se calmara… pero esa calma llego a los segundos… Nao se había dormido en los brazos de Saga, después de tanto beber y llorar, el cansancio venció al baterista.

Con más cuidado que nunca Saga tomo en brazos a su compañero y lo llevo a su habitación… no pudo evitar mirarlo mientras dormía y en el mismo trabajo de hacerlo, el sueño invadió el cuerpo de Saga, dejando a los dos amantes bajo un sueño profundo que culminaría al día siguiente, con la sorpresa del baterista.

 

-¿Ya amaneció?- pregunto Nao con una voz perezosa mientras intentaba abrir lo ojos.

-Así es- contesto Saga aún con los ojos cerrados y medio dormido.

-…¿¡Saga!? – Gritó Nao asustado.- ¿Qué haces aquí? ¿¡No me digas que otra vez…!?-

-¿Eh? ¿Qué te pasa? ¿No te acuerdas de nada, verdad?- dijo Saga abrazando cariñosamente a Nao.

-¿¡Eh!?...- exclamo el batero ruborizado.- Sólo recuerdo haber bebido mucho… creo que llore y … y… yo… te lo dije todo, ¿verdad?- dijo Nao en trance.

-Todo, idiota, ¿te das cuenta lo absurdo de esto?- pregunto paternalmente Saga.

-Sí… fue absurdo… ¡No! Fue tu cobardía ¡tonto!, cada vez que te quería decir lo que sentía te alejabas de mi como peste, ¿cómo creías que me sentía?-

-… Yo creí que estaba haciendo mal, por eso me alejaba de ti, lo siento, no sabía- dijo Saga haciendo pucheros.

-No me vengas con esa cara- dijo Nao levantando una ceja.- Ese es mi papel, no el tuyo- exclamo riendo.- Tú sólo hace tu trabajo.

-¿Me estás desafiando?-

-No, para nada- exclamo Nao en tono de sarcasmo.

-¿Qué? ¿Quieres jugar otra vez?- pregunto Saga con una sonrisa maliciosa.

-No creo que sea correcto… déjame traer el tablero-

-Ya no hace falta el tablero- susurro Saga sobre los labios de Nao.

 

Supongo que ya saben lo siguiente que paso… lo siento, lo siento soy un pervertido, pero Nao me hace serlo aún más… así que cualquier queja o sugerencia que vaya directo a él, ¿Ok?

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

*^* espero les haya gustado la continuación, dejenme reviews con sus comentarios y consejos nwn quiero aprender de ustedes, ne :D

 

Bueno, eso sería todo.

SALUDOS!! *3*

 

PD: puede que me hayan salido muy cursi algunas partes XD pero es que escuchando Kousai de los Alicios mientras escribía ¿quién no se pone sentimental? x'DD


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