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*Atrapado en la mansión Malfoy* por tsukimikoto

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Capitulo dos

 

 

 

Draco salió del despacho donde se había refugiado para no correr a los brazos de Harry, ya era tarde y decidió irse a la cama, recorrió la mansión para ver que todo estuviera en orden como llevaba haciéndolo desde años atrás, desde que sus padres se habían marchado de Inglaterra desterrados por su participación en la guerra, perdonados de ir a Azkaban por traicionar a su amo en el último momento. Draco fue perdonado gracias al testimonio de Harry. Acción que enamoró aun más a Draco si se podía claro está.

 

 

Muchos recuerdos vinieron a su mente al recorrer su enorme hogar, desde los felices cuando era niño, hasta los horribles cuando esta fue habitada por el señor tenebroso y sus malditos mortífagos. Inconscientemente pasó su mano por el antebrazo izquierdo dando gracias a que jamás fue marcado. El acuerdo había sido que si lograba matar a Dumbledore se le pondría la marca, en cambio fue cruelmente torturado. Meneó la cabeza para sacar esos recuerdos. –Prefiero mil veces la tortura a llevar esa basura sobre mi cuerpo. –susurró para sí mismo.

 

 

Entró en la biblioteca y su vista cayó rápidamente en la pared donde la ramificación de la dinastía Malfoy se distinguía en todo su esplendor. Con pasos rápidos llegó hasta el muro y comenzó a trazar las líneas desde sus abuelos, padres,  hasta llegar a el mismo, allí una línea solitaria continuaba hasta llegar a su niño Scorpius Alexander Malfoy.

 

 

*Flash Back*

 

 

-¿Estás seguro que eso es lo que quieres hacer? –preguntó el médico de Draco.

 

 

-Sí, de ninguna manera yo me acostaré con una bruja y mucho menos una muggle para tener a mi heredero, alquilaré un vientre –determinó con seguridad el rubio. Se le había exigido tener un descendiente si quería mantener la fortuna Malfoy y todas sus propiedades tanto en Inglaterra como en el extranjero.

 

 

-Está bien, así será entonces, será tu hijo sin una madre.

 

 

-Será mi hijo y de nadie más.

 

 

*Fin Flash Back*

 

 

Casi un año después nació Scorpius Malfoy. El pequeño que vino a traerle la mayor dicha y alegría a su miserable mundo.

 

 

-Aquí deberías estar tu amor mío –Draco acarició suavemente el espacio vacío a su lado.

 

 

Para no sentirse más solo, dejó la biblioteca después de difuminar la luz de las velas que iluminaban la estancia. Con paso rápido llegó al dormitorio de su pequeño, sonrió al encontrar un poco de desorden en su alegría por ir a acampar, recogió los pequeños pantaloncillos azules, su camisetita blanca y su par de tenis muggle, converse, según había dicho Harry se que llamaba la marca. El siempre recogía las cosas de su hijo, los elfos tenían prohibido hacerlo. De su pequeño se encargaba solo él.

 

 

Se asomó por la ventana y allí vio a ese par asando malvaviscos en la fogata. Ambos reían y comían como si no lo hubieran hecho antes en la cena, a la espalda de estos estaban un par de casitas de campaña deformes, seguramente Harry y Scorp las habían montado a lo muggle, Harry adoraba hacer ese tipo de cosas, Draco sonrió ampliamente. –Si, en ese muro deberías estar tu Harry. Acarició el cristal de la ventana muriéndose por estar allí con ellos, sonriendo, comiendo bombones y quizás durmiendo en esas casas deformes.  Se giró para terminar de ordenar el cuarto de su hijo.

 

 

En el piso junto a la cama estaba la mantita azul bebé de Scorpius, su niño no podía dormir sin ella, era algo que le había permitido conservar hasta esa edad.  Rápidamente apagó las luces de allí también,  de algunos lugares más de la casa, para cuando salió al jardín Harry y Scorpius ya no estaban junto a la fogata y esta estaba apagada. Supuso que ya se habían ido a recostar. Con pasos sigilosos llegó hasta las ya compuestas casitas para no asustarles, los escuchó hablando y se detuvo al escuchar la pregunta de su hijo.

 

 

-Señor Potter, ¿tienes novia?

 

 

-No Scorp, no tengo novia, yo... –Se rascó la cabeza sin saber que decirle al niño.

 

 

-Oh! Eres como mi papi, a ti no te gustan las mujeres, te gustan los chicos –Harry se quedó estupefacto por la deducción del niño tan pequeño. –Entonces si no tienes novia, ¿tienes novio?

 

 

-¡No!, tampoco tengo novio, estoy solo. –respondió desordenando el cabello rubio del niño.

 

 

-Mi papi es muy guapo, te gusta mi papi señor Potter? –Preguntó el niño después de un breve silencio.

 

 

-Si Scorp, tu papi es muy guapo y si me gusta –El niño sonrió ante eso.

 

 

-¿Y por qué no le dices que sea tu novio?

 

 

Harry sonrió. –Porque no creo que yo le guste, el y yo somos amigos, no creo que le guste como novio.

 

 

-A mi me gustas, eres bueno, creo que a papi también le gustas.

 

 

-Creo que ya es mejor que duermas, mañana iremos al callejón Diagón y comeremos helado ¿cierto?

 

 

-¡¡¡Sii!!! –el niño feliz se cubrió con la cobija que había llevado con él, lamentó olvidar su mantita pero no dijo nada. Harry le besó en la frente y salió de la casa que gracias a la magia era como un dormitorio completo.

 

 

Se fue a la suya y antes de entrar miró hacia la mansión suspirando por estar alejado de Draco, todas las luces estaban apagadas, señal de que el rubio ya se había dormido. –Daria cualquier cosa porque me mimaras más que como un amigo –Dijo al viento antes de introducirse en su propia casita ignorando la presencia del rubio que se ocultaba tras la tienda de Scorpius.

 

 

*o0o*

 

 

Harry puso el hechizo de calefacción, apagó la luz que iluminaba la tienda y dejó su varita y sus lentes  en la pequeña mesita al lado de la cama (ya saben ese tipo de tiendas como las que usaron en el campeonato de Quidditch en HP y el Cáliz de Fuego xD). Estaba por quedarse dormido cuando sintió el peso de alguien gateando sobre la cama. En movimiento rápido tomó la varita y apuntó a. -Malfoy? P…

 

 

-Shhh –Draco puso su dedo en los labios de Harry impidiéndole hablar, con la otra le quitó la varita aplicando un hechizo insonorizante y uno más de iluminación tenue.  –Hola Harry –Susurró posando su mano en la suave mejilla del moreno. Harry tragó mirando directamente a los ojos platas de Draco.

 

 

-Ho-hola Draco –Respondió el moreno sintiendo su cuerpo temblar ligeramente por el toque del rubio. Draco estaba a horcadas en sus piernas, vestía solamente con un pantalón de seda verde y el cabello endemoniadamente revuelto. Harry sentado como estaba solo necesitaba moverse un poco para hacerse de los labios de su amigo. ¿Y si estaba confundiendo las señales y Draco solo estaba allí para ver si se encontraba bien? La duda quedó resuelta cuando fueron los labios de su compañero los que se hicieron de los suyos. Gimió de gusto y felicidad.

 

 

El beso inició lento, roce de labios solamente, Draco succionó el labio inferior de Harry, le dio una mordidita y después mimó la zona “dañada” con su lengua. Para Harry ese fue el beso más dulce, sexy y erótico a la vez. Ya sin pensarlo más llevó una de sus manos a la desnuda espalda  del rubio y otra más a la nuca acercándolo para profundizar el beso. Abrió su boca presentándose ante Draco quien ante la invitación no hizo más que acceder a los deseos del morenito.

 

 

Así estuvieron, besándose durante largo rato separando sus bocas solo para coger aire e iniciar nuevamente. Se sentían tan bien, tan correctos, los dos se sentían en casa. Las manos de Draco se deslizaron por los brazos de Harry apenas en una caricia lenta y delicada poniéndole la piel chinita a Harry, este a su vez dejó de trazar la espalda con su mano para dirigirla al pecho jugando por un momento con los pezones de su pronto amante. El jadeo proveniente de Draco le indicó que iba bien en lo que estaba haciendo.

 

 

-Merlín Harry no sabes cuánto te deseo – Susurró Draco sobre los labios rojos e hinchado del ojiverde, para corroborar sus palabras movió sus caderas frotando su despierta erección contra la entrepierna del chico. Ambos gimieron ante la sensación de infinito placer. Harry se tumbó de espaldas llevándose a Draco con él.

 

 

-Yo también te deseo Draco –Besó el pálido cuello del rubio –Hazme el amor, te lo suplico.

 

 

Draco buscó nuevamente los labios de Harry  compartiendo un beso mucho más profundo y con mucha lengua dejándole la mente en blanco al morenito que no paraba de gemir sintiendo como su erección era duramente frotada contra la gruesa cobija que le cubría y el cuerpo de Draco. –Tú jamás tendrás que suplicarme para que te haga el amor cariño, me tendrás siempre que lo desees.

 

 

Harry sintió que el corazón se le saldría del pecho ante esas palabras, le miró un momento más fijamente a los profundos ojos plata y lo atrajo  de la nuca para otro beso. Amaba a ese rubio desde hacia tanto tiempo que estar con él en ese momento le parecía irreal. Desde antes que los infiernos de la guerra se desataran sabía que le gustaba Draco, pero se enamoró perdidamente de él cuando conoció al verdadero Draco Malfoy en su último año en Hogwarts.

 

 

La lengua del rubio le hizo perder por un momento el hilo de sus pensamientos, jaló los cabellos de Draco acercándolo más a su cuerpo si es que era posible.

 

 

Cuando  él se enteró que Draco tendría un hijo le dolió mucho más que todos los crucios que recibió del señor tenebroso, y vaya que fueron bastantes, mas sin embargo sonrió cuando se enteró por qué medio llegaría el heredero Malfoy. Tiempo después conoció a William McBride, el chico auror con el que Harry tuvo una relación de dos años, relación que nació del despecho. Ese chico anduvo revoloteando alrededor de Harry y este se negaba a tomar una copa con el siquiera, cosa que cambió cuando una tarde el moreno vio como “su rubio” recibía al parecer una fantástica mamada por otro de sus compañeros aurores, en los baños del ministerio.

 

 

Una mordida particularmente fuerte en su cuello le regresó nuevamente del mundo de los recuerdos, recuerdos que en ese momento ya no importaban porque ahora ellos estaban allí, a punto de hacer el amor por primera vez, a punto de entregarse a la persona a la que siempre habían pertenecido.

 

 

-Draco –Gimió  Harry arqueando la espalda cuando el ojiplata apretó su erección con su mano. ¿A qué hora las manos de Draco habían llegado a su polla? Decidió dejar de pensar en tonterías y disfrutar de su momento. Separándose del rubio, arrojó la sábana que aun le cubría e invirtió posiciones con Draco, el cual sorprendido terminó de espaldas al colchón y con Harry sobre él a horacadas, como momentos antes había estado él. Los labios de Harry nuevamente buscaron los suyos y sus cuerpos comenzaron a restregarse con más ímpetu ahora que solo les separaba la parte baja del pijama y su ropa interior.

 

 

-Ha-Harry detente – Draco mordió el hombro de su chico el cual se separó bruscamente por las palabras de Draco.

 

 

-Ya te arrepentiste? –Preguntó rogando para sus adentros que no fuera así.

 

 

-N-no Harry, claro que no –Volvió a atraerlo contra su cuerpo depositando un rápido en los labios de este. –Solo que si no te detienes voy a correrme antes de siquiera quitarnos la ropa y yo quiero hacerlo dentro de ti.

 

 

Harry sonrió, se incorporó y su pijama y slip desaparecieron entregándole a Draco la imagen más hermosa y sexy. La erección de Harry se erguía orgullosa, bonita, sonrojada y de tamaño envidiable. Draco pasó su mano por su propia erección la cual le dolía por lo apretada de la ropa interior.

 

 

Sin despegar la mirada de Harry el rubio también se desnudó mostrando su gran erección. Harry se relamió los labios cuando una gotita de pre seminal resbaló por la puntita. –Puedo? –preguntó mirando a Draco en busca de aprobación.

 

 

-Cuanto quieras Potter, soy todo tuyo –Draco se acomodó con las piernas abiertas para darle espacio a Harry. La primer lamidita lo hizo estremecerse.

 

 

-Mmm sabes muy bien Draco –El moreno movió arriba y abajo un par de veces antes de introducirse de lleno la erección en su boca. Draco gimió dejando caer una de sus manos en la cabeza de Harry y con la otra se aferró a la almohada. Si la boca de su chico estaba caliente no quería ni imaginarse cómo se sentiría estar enterrado en Harry.

 

 

-Harry si –siseó cuando Harry dejó su polla y su lengua siguió la marcada vena hasta sus bolas. Succionó una  primero y después la otra sin dejar de masajear la erección de Draco.

 

 

Complacido Harry por los hermosos gemidos de su rubio volvió a introducirse el duro miembro a la boca gimiendo de placer, su misma erección dolía pidiendo atención pero negándose a sí mismo a tocarse porque temía que un simple roce le hiciera correrse. El cuerpo tenso de Draco le indicó que estaba a punto de correrse por lo cual detuvo su labor. Draco le miró suplicante por que continuara, sonriendo llegó hasta los labios de Draco y compartió con el su propio sabor.

 

 

-Espero que tu tengas lubricante contigo Malfoy –susurró contra los labios de Draco.

 

 

-Somos magos Potter, si no tenemos lubricante aun nos quedan los hechizos.

 

 

-Bien, porque ahora te quiero dentro de mi –Dicho esto volvió a besar una vez más a Draco rápidamente para después ponerse boca abajo, listo para ser preparado.

 

 

Draco sacudió su cuerpo aun sensible por la reciente fantástica mamada, invocó la varita de Harry y con un hechizo lubricante apuntó al apretado agujero del moreno, quien gimió ante la resbalosa sensación.

 

 

El rubio  depositó un beso en la bronceadita espalda, continuando más al sur dejando un beso en cada redondita nalga, introdujo su dedo dentro de Harry y este soltó un gemidito entre dolor y placer.

 

 

-¿Te estoy lastimando Harry? –preguntó Draco al ver el gesto del dolor en el rostro del moreno.

 

 

-No, continua, es solo que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo hice de esta manera -Respondió mirando sobre su hombro con una dulce sonrisa mirando a su amante con adoración. Draco le devolvió la sonrisa y dejó otro beso más a la mitad de la espalda.

 

 

Lentamente Draco introdujo otro dedo más sin dejar de repartir tiernos besos en el cuerpo del moreno para relajarle. Al tercer dedo las caderas de Harry comenzaron a menearse follandose los dedos de Draco. El movimiento de su cuerpo le proporcionaba placer a su pene que se frotaba contra el colchón. Draco le dio una nalgada antes de retirar sus dedos.

 

-Hey! Aun no me follas como es y ya quieres empezar con los golpes? –Protestó el moreno girándose y abriendo las piernas de manera sexy.

 

 

-Estabas divirtiéndote sin mi pedazo de cabrón –Draco con un movimiento mas de varita lubricó su erección para luego abrir un poco más las piernas de Harry y colocar su erección en la entrada del morenito quien aun sonreía por el comentario del rubio.

 

 

-Un pedazo de cabrón al que te mueres por hacerle el amor –dijo siguiendo los movimientos del oji plata.

 

 

-Y al que espero continuar haciéndoselo durante largo tiempo –Un beso mas selló sus palabras sin darle tiempo a Harry de decir nada, y a quien le importaba, la mente del moreno se quedó completamente en blanco al sentir como la hombría de Draco atravesaba el primer anillo de músculos.

 

 

-Draco! –Gimió abrazándose al cuerpo del rubio.

 

 

-Iré lento cariño –Susurró besando los labios de Harry.

 

 

-No, entra de una vez, si lo haces lento será peor –Respondió contra los labios de Draco. –No soy una virgencita asustada Draco.

 

 

-Si lo fueras yo no estaría aquí Potter, prefiero los cuerpos duros y los morenitos de ojos verdes, y con marcas en la frente son mis favoritos. Maniobrando pociosionó bien sus rodillas contra la cama, una mano la apoyó al costado de Harry y con la otra le sostuvo de la cadera. –Dicho esto empujó su cuerpo entrando de lleno en el moreno quien abrió su boca pero de esta no salió sonido alguno. –uhh Harry te sientes tan delicioso.

 

 

Las embestidas iniciaron lentas con Harry siseando cada que Draco entraba en el más profundo. Cada vez que Draco se alejaba del Harry este levantaba las caderas dándole encuentro. Sus cuerpos se acoplaron perfectamente moviéndose cada vez más rápido.

 

 

-Si Draco, mas –Harry rodeó el cuerpo de su amante con brazos y piernas mientras que su boca se encargaba de morder, lamer y besar el cuello de Draco. –Sabes tan bien –Jadeaba en el oído del rubio.

 

-Ha-Harry –Draco levantó un poco más las caderas de Harry con una mano embistiendo más rápido. El sonido de sus cuerpos chocando le excitaba aun más. La erección de Harry apresada entre el cuerpo de ambos no hacía más que aumentar el éxtasis.

 

 

-Voy a correrme Draco –Harry tomó de los cabellos a Draco fuertemente, acercó el rostro de este para un beso hambriento. Una corriente eléctrica invadió su cuerpo acunándose en sus bolas listas para la liberación.

 

 

-Espera solo un poco mas –Rugió Draco presa de la pasión una vez que se separó del beso. Jamás había sentido nada igual con nadie. En ese momento llegó a una conclusión, Harry no solo lo volvería loco fuera de la cama si no también dentro de ella.

 

 

-Draco si –Harry se arqueó hermosamente cuando una embestida fuerte golpeó una vez más su próstata, no pudo contenerse más y se dejó ir en el mejor orgasmo de toda su vida gritando el nombre de su amante.

 

 

Draco le siguió casi al instante con un rugido algo parecido al nombre de Harry. El rubio cansado y satisfecho se dejó caer sobre el cuerpo de Harry que parecía hecho de gelatina. –E-eso fue magnífico –Susurró besando el pecho desnudo de Harry.

 

 

-S-si que lo fue, pero tendremos que esperar por los menos unos minutitos para repetir –Respondió Harry bajando sus piernas pero sin soltarse del abrazo de Draco ni permitir que este saliera aun de él.

 

 

-Te quiero Harry –Confesó Draco sin levantar el rostro del pecho de Harry.

 

 

-Yo también te quiero Draco –Respondió Harry abrazando más a Draco.

 

 

*o0o*

 

 

Scorpius en la tienda muy temprano y se encontró con que su papito estaba dormido abrazando al señor Potter, no sabía si regresar a du tienda o despertarlos, el ya quería irse a “la calle Dragón” o como se llamara, por su helado gigante y de muchos sabores.

 

Se acercó lentamente hasta la cama y movió la mano del señor Potter para despertarle.. Harry abrió los ojos topándose con los azules del niño. Se sobresaltó un poco al verle paradito allí frente a ellos.

 

 

-Buenos días señor Potter –saludó con una tímida sonrisita ¿Y si se enojaba?

 

 

-Hola Scorp, buenos días –Con cuidado, Harry apartó la mano de Draco que lo abrazaba de manera posesiva, un gruñido del rubio les hizo sonreír a ambos pero Draco no se despertó.

 

 

-¿A qué hora vamos a ir a “comparar” mi helado? –Preguntó Scorpius aun viendo a su papito.

 

 

Harry convocó su varita, no sabía donde había terminado esta por la tan movidita noche, se sonrojó un poco al acordarse de todo lo que había pasado, casi no durmieron teniendo quien sabe cuántos rounds, Draco era un pervertido e insaciable. Un movimiento de varita y las 07:00 a.m. de la mañana apareció frente a ellos. –Aun es muy temprano nene, ¿por qué no vuelves a la cama y descansas un poco más?

 

 

El niño miró la tienda antes de regresar su atención a Harry. –¿Me puedo quedar aquí?

 

 

Harry miró a Draco, este se había alejado un poco pero dormía tranquilo. –Claro que si nene, anda ven aquí –Se movió a un lado para que el pequeño pudiera quedar en medio de ellos.

 

 

-Harry? –Draco al sentir movimiento en la cama se despertó un tanto desorientado.

 

 

-Vuelve a dormir Draco, solo es Scorpius.

 

 

-Hola bebé –Draco dejó un beso en la mejilla del niño y le cubrió con la misma sabana con que se cubrían Harry y el, dando gracias de haberle hecho caso al moreno y ponerse aunque sea los bóxers. Le dio un rápido beso a Harry también, entre los dos abrazaron al niño y volvieron a quedarse dormidos.

 

 

*o0o*

 

 

Esa misma tarde del domingo Draco buscaba a Harry por la casa, por fin Scorpius se había quedado dormido después de la salida al callejón y el se moría por estar a solas con su morenito. Le encontró en la chimenea del salón teniendo una charla bastante interesante.

 

 

-Si Herm, te digo que todo salió bien. Hablaba en voz baja Harry arrodillado frente a la chimenea.

 

 

-Harry sabes que yo te apoyo pero Ron…

 

 

-Se que le costará trabajo aceptarlo, pero si en verdad me quiere como un hermano verás que tarde o temprano aceptará el que yo esté con Draco. El rubio se recargó en el marco de la puerta sonriendo ante la defensa de su chico. 

 

 

-Si bueno, le diré la noticia yo misma en cuanto lo encuentre de buen humor. Dijo la chica después de soltar un suspiro. Draco pensaba en dejar a Harry a solas cuando la voz de este le hizo detenerse.

 

 

-Bien gracias, por cierto, dile a tu primo que le enviaré la cantidad de galeones que quedamos por el gran favor que me hizo, aun no puedo creer que Draco no detectara que ese chico no tienen ni una pisca de magia.

 

 

-Harry, Malfoy es un gran mago y si no se dio cuenta de ese hecho es porque no puede mantener sus ojos en otro lugar que no sea en ti o tu trasero.

 

 

Harry comenzó a reír ante eso. –Bueno dile que hizo muy buen trabajo fingiendo ser el exterminador de plagas y maldiciones oscuras, aunque aún no se cómo pensó Draco que me engañaría tan fácil, solo tuve que hacer un movimiento de varita y saber que los restos de magia no eran de alguien más que de MI Draco. El rubio pensaba en lanzarse sobre ese moreno manipulador y mentiroso, todo el tiempo había sabido la verdad y le había engañado, pero el coraje se esfumó cuando escuchó lo último, ese “MI Draco” casi le derrite el corazón.

 

 

Hermione soltó una clase de bufido. –No sé porqué ustedes complican tanto las cosas, no sé por qué simplemente no fueron a tomar algo por allí y llevar una cosa a la otra, pero lo bueno es que todo salió bien y Malfoy no se enteró que fuiste tú quien le tuvo enredado en la telaraña todo el tiempo, que fuiste tú quien al final terminó dirigiendo el juego.

 

 

-y esperemos que siga así, no quiero irme todavía. Respondió muy contento.

 

 

-Harry estoy tan contenta de que por fin estés con Malfoy, tengo que dejarte porque Hugo comienza a berrear pidiendo su leche.

 

 

-Está bien Herm, dale un beso a Hugo de mi parte y nuevamente gracias por ayudarme a atrapar a Draco.

 

 

-No fue nada, ya sabes que para eso están las hermanas.

 

 

-Te quiero Hermione.

 

 

-igual yo tonto, espero verte pronto cariño.

 

 

-Si yo también, adiós.

 

 

-Adiós.

 

 

Draco aun estaba shockeado por el gran descubrimiento. Harry le había puesto una trampa y el no había detectado nada por estar encandilado por ese hombre. Decidió ponerle un castigo para enseñarle a ese tramposo quien manda. –Algo que quieras decirme Potter?

 

 

El mencionado se sobresaltó en su lugar y se levantó a toda prisa mirando a Draco más que espantado, le habían descubierto.

 

 

-Yo, Draco… puedo explicarte… y tu…– Balbuceaba el moreno mirando para todos lados buscando una salida, sabia por el propio Draco que no podía desaparecerse y misteriosamente el contenedor de polvos flu también había desaparecido de su lugar.

 

 

-Así que todo el tiempo lo supiste ¿eh? –Draco caminó hasta quedar frente a Harry. –¿Seguro que Grenger y tu fueron bien seleccionados en Gryffindor? –Preguntó posando sus manos en las caderas de Harry pegándolo a su cuerpo. –Eso me hace suponer que desde hace mucho sientes más que solo atracción por mi Potter.

 

 

-Te lo dejé bien claro anoche ¿no? –Respondió el moreno ladeando su cabeza para darle más espacio al rubio de hacer lo que quisiera con su cuello.

 

 

-Fuiste malo Potter –Mordió el cuello de su amante quien no pudo evitar soltar un gemido. –Y mereces un castigo, lo sabes ¿verdad? –Lamió la zona afectada y a Harry le temblaron las piernas. –¿Lo sabes? –repitió al no tener respuesta.

 

 

-S-si –Susurró el ojiverde a duras penas, sentía su miembro llenarse rápidamente.

 

 

-ya verás Potter, no te quedarán ganas de volver a engañarme –le dio una sonora nalgada al moreno que soltó un audible gemido, ya que el golpe había hecho que sus semi erecciones chocaran brindándoles placer.

 

 

 

*o0o*

 

 

2 Meses después…

 

 

-Harry apresúrate que la cena está lista –Draco terminó de abrocharse el pantalón y se acercó a la puerta del baño donde su novio ya tenía por más de 20 minutos. –Harry que tanto haces allí adentro, ¿Todo bien?

 

 

-Si Draco, dame un momento.

 

 

El rubio arrugó el entrecejo por la voz del moreno, se escuchaba un poco pastosa, se preocupó y volvió a tocar. –Harry  si no sales ahora voy a entrar.

 

 

La puerta del baño se abrió y Harry salió de él sin mirarle a los ojos, caminó hasta la gran cama donde estaba su camisa. –¿Harry?

 

 

-Lo siento Draco –Murmuró el moreno sin girarse aun.

 

 

-Por qué te disculpas no…–Iba a continuar hablando cuando vio como el cuerpo del moreno temblaba ligeramente. –Hey! Que ocurre –Se acercó y le abrazó por la espalda.

 

 

-Draco, yo no sabía que esto podía pasar y aunque yo estoy que brinco de felicidad comprenderé si tu no lo quieres –Draco sorprendido por las palabras del chico  le soltó y eso rompió más a Harry. –Lo lamento de verdad, ahora mismo recojo mis cosas y regreso a mi departamento, yo no te pediré nada y… -fue interrumpido al ser girado con algo de brusquedad.

 

 

-¿De qué cosa estás hablando? –Preguntó un ansioso Draco, no, le había costado un infierno poder tener de novio a Potter y ahora este planeaba dejarle así de fácil, eso sí que no.

 

 

-Ayer me hice una prueba cacera porque algo raro pasaba conmigo y dio positivo y yo no podía creerlo porque soy un hombre, un hombre!!! Por Merlín y fui a San Mungo esta mañana y allí me confirmaron que sí, que estoy esperando un bebé Draco. Harry soltó todo de un tirón mirando un poco aterrorizado a su novio puesto que no sabía cómo tomaría esa noticia.

 

 

El rubio impactado le miró a los ojos y allí vio ese brillito que antes no tenía y supo que era verdad, que él y Harry iban a tener a un nuevo bebé, que Scorpius tendría un hermanito, que Harry se quedaría para toda la vida a su lado y que serian la familia que siempre había soñado. Una alegría inmensa invadió su cuerpo y sin decirle nada al moreno se acercó a él y le besó como nunca, transmitiéndole todo su amor y felicidad. Harry sorprendido al principio por la reacción de su pareja quiso llorar de alegría al saber que Draco estaba feliz por la llegada del nuevo bebé. Suspiró aun en el beso y con sus brazos rodeó el cuello de su novio.

 

 

-Gracias –susurró Draco sin despegar del todos sus labios. –Gracias por esta nueva ilusión Harry, gracias por darme una verdadera familia, te amo.

 

 

-Draco –susurró Harry pasando una mano por la mejilla del rubio, esa era la primera vez que Draco le decía que le amaba. –yo también te amo Draco –volvió a unir sus labios con los del rubio hasta que una sonrisita pícara les obligó a separarse.

 

 

-Lo siento –se disculpó apenado el pequeño y hermoso Scorpius –vine a “bucaralos” porque no iban a cenar y yo tengo ganas de comer mi “proste”.

 

 

-Oh cariño, discúlpanos, yo tenía que decirle algo importante a tu papi –Harry se acercó al niño y le besó la frente.

 

 

-Si Scorp, Harry me ha dado una noticia que me puso feliz y espero que a ti también, ven aquí bebé –Draco señaló hacia la cama y el niño obediente se sentó sobre esta mirando atento a su papito y a Harry.

 

 

>> Scorpius bebé, sabes que te amo cierto, y que siempre será así, tu eres mi niño, la personita que ha alegrado mi vida desde que supe que llegarías a este mundo –Harry dejó correr algunas lagrimas por las palabras tan hermosas de Draco hacia su niño.

 

 

>> Bueno, pues hoy Harry me ha dado una noticia que me ha puesto igual de feliz – Draco abrazó al moreno por la cintura y le acercó más a él. –Harry me ha dicho que se quedará para siempre con nosotros y formaremos una hermosa familia.

 

 

El niño se bajó de la cama y corrió hacia el moreno abrazándole amorosamente. –y puedo decirte papi? –le preguntó a Harry todo emocionado.

 

 

-Nada me haría más feliz cariño –Harry le abrazó nuevamente. Amaba a ese niño como si fuera suyo. –y me encantaría que así como me quieres a mí, quisieras también al nuevo bebé –le dijo Harry una vez que le soltó del abrazo. Scorpius le miró y después a Draco que sonreía feliz.

 

 

-¿Un nuevo bebé? –Preguntó a nadie en especial –¿seré “hemerano” grande? –los adultos asintieron conteniendo sin saber la respiración ante la reacción tan seria del niño. El niño gritó emocionado y comenzó a brincar y correr por el dormitorio cantando “voy a ser “hemerano” grande”, “voy a ser “hemerano” grande”.

 

 

Harry y Draco soltaron el aire retenido y comenzaron a reír a carcajadas, entre los dos siguieron al pequeño para darle alcance y entre risas y abrazos se dejaron caer en la cama olvidándose de la cena por el momento, tenían un motivo por el cual celebrar ellos solitos en la intimidad de su dormitorio.

 

 

Más tarde en la cena Scorpius le pidió a Harry que se casara con si papito Draco. Harry impactado y emocionado por la petición del pequeño aceptó más que contento. Harry y Draco pensaron en ese momento que sí, que todo había salido mucho mejor a como lo habían planeado y hasta con un bono extra.

 

 

 

 

 

Fin

Notas finales:

Espero haya sido de su agrado

 

Kissus!!!

 

Miko-chan!


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