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Draco in wonderland por angel lunar

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Notas del capitulo:

hola, para quienes no me conozcan (que creo que son todos), soy seth-kun (obviamente es un seudonimo) y soy el hermano de Ta-chan, la beta de la loca autora de esto.

Al parecer mi hermanita le pegó la gripe y ahora están las dos en la cama gritando como locas mientras leen algunos mangas ¬¬ no me pregunten.

Por culpa del cruel destino me veo obligado a publicar el 2º capitulo en su lugar y dar las correspondientes disculpas de las dos locas y bla, bla, bla.

Disfruten y manden reviews para ver si así me dejan en paz.

 

Draco despertó en una habitación circular, se puso en pie preguntándose donde estaba pero una punzada en la cabeza se encargó de recordárselo.

El rubio miró a su alrededor, las paredes estaban ocupadas por puertas, puertas extravagantes, simples, de madera, de metal, rojas, negras…

Draco intentó abrirlas todas pero no pudo. Entonces la vio, una pequeña puerta que si estaba abierta. El rubio se agachó pero no podía pasar ni siquiera a gatas. Miró a su alrededor desesperado, él no quería quedarse ahí de por vida.

Se sorprendió cuando vió una mesita justo en el centro de la habitación.

-Eso no estaba ahí antes.

Draco se acercó a la mesa, sobre ella había una pequeña botella con un líquido plateado en la que ponía “bébeme”.

-Por probar…

Destapó la botella y dio un pequeño sorbo. Un tirón en el estómago y de repente la habitación parecía mas grande.

Se giró, quedando frente a una puerta de espejos.

-¡¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHH!!!!

Se llevó las manos a la boca, hasta su voz había cambiado. Se acercó tropezando con su ropa hasta quedar cara a cara con su reflejo.

-No, no nonononono ¡NOOOOOO! Mi**da

Frente a él se encontraba un pequeño niño de 5 años. Draco respiró hondo, no era momento de ponerse nervioso. Se arregló la ropa como pudo (no muy bien que digamos) y se dirigió a la puerta que daba a la salida.

-Más vale que ahora pueda pasar porque si no…

El rubio se agachó y abrió la puerta. Por suerte esta vez pudo pasar, a gatas y destrozándose los pantalones, pero pasó.

Draco se levantó y volvió a recogerse la ropa, solo entonces miró a su alrededor y lo que vió le sorprendió.

Plantas gigantes como ninguna (1) e insectos que parecían dragones (2).

Draco bajó unas pequeñas escaleras pero en cuanto pisó el suelo una cuerda se enrolló en su pie y le alzó, dejándole colgado de un árbol.

-Mira Dee, hemos pillao un pajarillo amarillo.

-Mira Dum, el pajarillo intenta escapar.

Draco se removió para ver quien hablaba y entonces aparecieron ante él dos pelirrojos completamente iguales que le sujetaron para que dejara de girar mientras le miraban divertidos.

-¡No soy ningún pajarillo! ¡SOLTADME!

-Mira Dee, el pajarillo se ha enfadado.

-Mira Dum, las ropas le van enormes.

Draco intentó remangarse la ropa, provocando las carcajadas de los gemelos.

-¿Sabes Dee? Creo que ya tenemos conejillo.

-¿Sabes Dum? Creo que tienes razón.

Esto era desesperante. Draco seguía removiéndose cuando una voz interrumpió el parloteo de los gemelos.

-¡Twedeldee, Twedeldum!

Los pelirrojos se callaron al instante. Draco se movió hasta quedar de cara al recién llegado.

Se trataba de un hombre de cabellos negros por encima del hombro, con ojos también negros. Iba vestido con una levita negra que dejaba ver una blusa blanca y pantalones y zapatos negros.

-Hola relojero, que…

-…felicidad verte aquí.

El hombre de negro les lanzó una mirada asesina para luego fijarse en el pequeño rubio colgante.

-Soltadle y largaos. ¡Ya!

Los gemelos se apresuraron a obedecerle y con un golpe sordo Draco cayó al suelo. Los pelirrojos salieron corriendo y en cuanto desaparecieron de su vista, El pelinegro se acercó al dolorido rubio para agacharse junto a él.

-¿Te han hecho algo?

Draco negó con la cabeza. Si abria la boca empezaría a llorar y eso era indigno de un Malfoy. El relojero sonrió con ternura como si supiera lo que el menor pensaba y, cogiendo al niño en brazos, se levantó.

-Será mejor derte un antídoto cuanto antes, ¿cómo te llamas?

-Dra… Draco Malfoy.

-Bien Draco, yo soy el relojero pero puedes llamarme Severus.

El pequeño sonrió. Aquel hombre le caía bien y le podía dar las respuestas que buscaba.

Poco a poco el niño se fue durmiendo y, para cuando llegaron a su destino, estaba completamente dormido.

Severus le acomodó en sus brazos y abrió la puerta de su casa, una solida torre con un gran reloj que marcaba el tiempo de Howarts.

Dejó al pequeño en su cama y vio como este se acurrucaba. Allí, en aquella cama tan grande y con esa ropa que le quedaba enorme,Draco parecía mas pequeño y frágil que nunca.

Severus se dirigió a su laboratorio y empezó a elaborar el antídoto, ya decidiría que hacer más tarde.

 

Mientras, en una mansión en lo más profundo del bosque, dos pelirrojos corrían por un pasillo rojo y dorado para entrar en una sala repleta de extraños y viejos objetos.

-¡Sombrerero, sombrerero!

El joven al que se dirigían pegó un salto, soltando la blanca lechuza que se encontraba en sus brazos.

-¡Dee, Dum! ¿Cuántas veces os he dicho que no hagáis eso?

-perdona sombrerero- contestaron los gemelos con una sonrisa.

El sombrerero suspiró, los gemelos eran imposibles. Intentó arreglarse su pelo, sin conseguirlo por lo que se colocó bien su chistera y se dispuso a escuchar lo que tenían que decirle los pelirrojos.

-Un rubito…

-…acaba de llegar…

-…de “otro mundo” y…

-…está con el relojero.

Los ojos del joven se abrieron por la sorpresa, pocas veces se sabía de “otro mundo”.

-¿Lo saben en palacio?

-Le guiaba el conejo asi que…

-…ya deben haberse enterado.

El joven asintió y entrecerrando sus ojos dijo:

-De acuerdo, mantenedme informado y a cualquier despiste del relojero me traéis al extranjero.

Los gemelos asintieron pero luego se miraron y sonrieron maliciosamente.

-¿Sabes que…

-…antes de que nos fuéramos…

-…el relojero le preguntó…

-…su nombre al extranjero?

-Está bien- dijo el moreno con un suspiro-, ¿qué queréis a cambio de su nombre?

-Pues que la próxima vez que el gato venga…

-…nos ejes verle a él y al hurón en la cama.

-Pero si os descubren yo no he dicho nada.

Los pelirrojos sonrieron y se inclinaron cada uno a un lado del de la chistera para murmurar dos simples palabras.

-Draco Malfoy.

 

 

(1):practicamente como en la película de Tim Burton. (2):son los mini-dragones de la cuarta peli de Harry Potter
Notas finales:

soy yo otra vez.

PERO COMO SE LES OCURRE PONER A LOS GEMELOS WEASLEY ASÍ DE PERVERTIDOS

ni que no hubiera nada mejor que hacer...

otra vez, manden reviews y recen porque esas dos me dejen en paz TT_TT


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