Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ciel phanthomhive in a little trouble por nofynoky

[Reviews - 369]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

aquí va el siguiente capi y sólo espero que les guste :D

Sebastian había estado compitiendo por obtener los mejores resultados contra Claude. Ya tenían lo que les habían pedido y de hecho ya sabían quién era el culpable. Sebastian llegó una fracción de segundo antes que Claude a la mansión Phanthomhive, se sorprendieron al no hallar a los jóvenes condes en ella. De pronto sebastian recordó un pequeño detalle que había olvidado y los colores se le subieron a la cara. Sin proponérselo había olvidado a su querido amo en medio de la nada…

Corrió… bueno más bien voló, para ir en la busca de su amo… una vez que llegó su amo se encontraba apoyado con los brazos cruzados y una expresión que daba miedo… por primera vez Sebastian temió por su integridad como demonio. No sólo debía disculparse por abandonar a su amo de esa manera, sino que también debía darle la excelente noticia de que el despiadado y cruel asesino era nada más y nada menos que su tía… Madam Red.

Se acercó lentamente y se mantuvo a una distancia “prudente”, ¿cómo había sido capaz de cometer un error como aquél? Abandonar a su amo por horas, sin duda había sido el único y peor error que había cometido. Sebastian tragó saliva de forma visible. Hubo un silencio incómodo antes de que Ciel dejara explotar su furia contra el pobre demonio.  Y hasta Alois se mantuvo aparte de aquello, al resguardo del carruaje… agradecía infinitamente no estar en los zapatos de Sebastian, sin duda prefirió esperar adentro a salir de ahí, al ver la furia de Ciel, quizás si se atrevía a poner un pie fuera, también sufriría de su mal genio sólo por el hecho de estar ahí. Dejaría el regano de Claude para más tarde… eso era lo más sensato en ese momento.

 

////////////////////////////////////////

 

Ciel estaba realmente callado, después de terminar con su “pequeño regaño “para Sebastian, éste le comunicó de la noticia y desde entonces no había vuelto a abrir la boca para nada.

En este momento se dirigían al burdel, según la información que habían obtenido los mayordomos, los condes estaban en lo cierto, su deducción había sido acertada… la siguiente matanza se llevaría a cabo esa misma noche en el burdel del pueblo. Éste se encontraba a las afueras del pueblo, era bastante apartado para que así, sus clientes se sintieran cómodos y no fueran a inquietar por las miradas indiscretas de algún curioso… o incluso de sus molestas esposas…

El asesino, o mejor dicho, Madam Red, se estaba burlando de ellos al dejarles aquella nota… ¿realmente quería que la descubrieran? O tal vez se tratara de una trampa para que Ciel la siguiera… nunca se descarta un posibilidad incluso si era su propio sobrino, ciel se encontraba enfrascado en sus pensamientos, mientras Alois permanecía en silencio y observando a su nuevo aliado.

 Al llegar al lugar, bajaron inmediatamente del carruaje. Ambos chicos entraron juntos por la puerta principal, nunca habían estado en un lugar como aquél y se les hacía bastante extraño hacerlo, por lo que hicieron un acuerdo tácito de entrar juntos a aquél lugar.

Entraron y de inmediato se hizo un silencio dentro, súbitamente estaban siendo rodeados por una horda de chicas desesperadas por ofrecer sus servicios a esos nuevos clientes que parecían haber caído del cielo. En cierto modo se entendía, a un burdel no llegan precisamente los mejores hombres de la sociedad. Todos eran hombres que no lograban encontrar una relación con ninguna mujer… por eso es que iban a ese lugar, además la mayoría de los que iban eran ya un poco avanzados en edad y sin demasiado atractivo.

Sin embargo, un día llegan dos jóvenes adinerados y muy guapos, por lo demás. Las chicas no podían pedir nada mejor… y lo que más los hacía apetecibles” no eran sólo sus ojos color azul, ni su piel blanca y suave o sus cabellos rubios y una sonrisa estupenda… sino que eran totalmente inexpertos y cada una de ellas luchaba por quedárselos y ensenarles una que otra cosa.

Ellos se dedicaron a negarse a sus atrevidas ofertas pero no parecía importarles en lo más mínimo. De pronto una chica tomó atrevidamente de la mano a Alois, éste sin saber cómo negarse de manera educada, fue raptado poco a poco por aquella chica.

-          Eeh… este… no quiero… - Alois comenzó a negarse pero fue ignorado completamente por ésta.

De repente siente que su agarre fue soltado bruscamente y era tomado por otra mano más agradable, en cuanto se dio cuenta de quien era, quedó atónito.

-          Dijo que no quería, no te atrevas a volver a molestarlo. – habló el dueño de la mano que lo había tomado, sonaba bastante irritado y eso le agradó a Alois, quien le dirigió una sonrisa de agradecimiento, pero éste estaba demasiado concentrado en apartar a aquella mujer que se apartó al instante al notar la mirada de odio del otro.

A Ciel le hervía la sangre al ver a esa mujer llevarse a Alois, no tuvo tiempo para pensar en nada cuando ya se encontraba enfrentándola para que dejara a su amigo en paz…

Se sorprendió a sí mismo pensando en Alois como un amigo y lo que nunca se hubiera imaginado haciendo, era hacer una pequeña escena en frente de nadie… pero sentía un fuerte sentimiento de posesión hacia su compañero de alianza… después de todo había sido su primer beso ¿no? Eso era, simplemente no podía dejar que su nuevo y único amigo fuese raptado por una prostituta para hacerle quizás qué cosa… no era nada más, no tenía nada que ver con celos… al menos eso era lo que se repetía una y otra vez mentalmente.

Cuando por fin todas se resignaron ante sus negativas, se marcharon… o tal vez no era sólo resignación, la mirada de Ciel advertía a cualquiera que se acercase, que tuviese un mínimo de instinto y amor propio, que era mejor alejarse y mantener una distancia apropiada. Sin olvidar a Sebastian, que sin llamar la atención de ninguno de los chicos, había mantenido alejadas a cada una de las que intentaron acercarse a su joven amo.

La noche comenzó a avanzar y la hora de lo esperado se acercaba a paso agigantado, ambos condes esperaban que el reloj avanzara sentados en unos sillones aterciopelados, con una pequeña mesita al centro. A sus mayordomos se les había ordenado mantenerse ocultos cerca de ellos, no debían llamar demasiado la atención, cosa que era bastante difícil teniendo a Sebastian como un guardaespaldas en todo momento.

Pidieron algo de beber, sin alcohol por supuesto, ya que aún no cumplían a mayoría de edad, Alois ya estaba bastante cerca, pero seguía teniendo diecisiete años. Seguramente no les hubiera molestado probar uno que otro trago, pero esa noche no podían descuidarse.

Estuvieron atentos a cualquier movimiento sospechoso sin encontrar nada extraño. De pronto unos gritos se escucharon detrás del escenario, pasaron inadvertidos por la estruendosa música y las risas que se extendían por todo el lugar. Pero no pasaron inadvertidos para estos cuatro, que inmediatamente salieron en la búsqueda de esos gritos que se cortaron inmediatamente después de unos segundos.

Corrieron en la dirección por la que habían oído los alaridos por última vez, los mayordomos y sus amos iban por cuentas separadas, para intentar bloquear las salidas al asesino. Pero el lugar era un completo laberinto, lleno de habitaciones y pasillos, pasaron a toda velocidad ignorando a las parejas que se hallaban haciendo cosas que prefirieron no tomar en cuenta.

Terminaron saliendo del lugar, hacia unos rebuscados callejones, todos eran parte del burdel, pero por fuera eran solitarios y tenebrosos. Pronto se separaron más de sus demonios, no era demasiado inconveniente, puesto que si se hallaban en problemas, ellos lo sabrían y llegarían de inmediato a su rescate.

Ciel iba primero que Alois, sieron la vuelta en un recoveco y Ciel se detuvo de inmediato, haciendo que Alois chocara con su cuerpo inmóvil y rebotando hacia atrás.

-          Hey! Ten más cuidado! – dijo sobándose la espalda, aún en el piso.

Al no obtener respuesta se fijó en Ciel, temblaba de pies a cabeza, Alois se incorporó de un salto y dirigió la mirada hacia lo que había detrás del cuerpo de Ciel. Un terror inmenso se apoderó de él, frente a sus ojos había una escena macabra y horrible. Había sangre por todos lados y partes del cuerpo que apenas eran identificables. Se llevó una mano al estómago e inclinándose a un lado vomitó, impresionado por la imagen de un asesinato, que era más fuerte de lo que jamás hubiera imaginado.

En cuanto se recuperó, se dio cuenta de que Ciel no se había movido y respiraba entrecortadamente con una expresión de horror. Alois reaccionó al instante y le tapó los ojos por detrás, para evitar que siguiera contemplando aquello.

Le susurró al oído que todo estaba bien y esperó a que poco a poco reaccionara de alguna forma, apretó fuertemente los ojos para no observar todo manchado de un rojo aterrador. Ciel cayó de rodillas y Alois lo abrazó fuertemente por detrás, le desesperaba verlo así y no saber qué hacer para evitarlo, estaba más pálido de lo normal y parecía estar en estado de chock.       

 

///////////////////////////////////

 

Sebastian ya había descubierto el lugar por donde la asesina huía y tenía a Ciel completamente localizado en todo momento, no quería que le sucediera nada. Estaba a punto de tomar por detrás a la asesina que huía velozmente por los enredados pasillos formados por las grandes paredes del burdel, cuando de súbito, Ciel desapareció de su radar como si la tierra se lo hubiera tragado sin más.

 Se detuvo en seco.

Era la misma sensación que había sentido aquella noche, pero con mayor intensidad. La desesperación se hizo palpable en su rostro y en seguida volvió a toda velocidad sobre sus pasos, olvidando por completo su persecución. En su mente sólo había cupo para pensar en Ciel.

Observó de reojo a Claude que se le había unido a la carrera, admiraba lo despreocupado que lucía, como si no le importara lo que sucediera con su humano, de pronto y sin explicación la rabia le corroía las entrañas… no podía creer que Claude dejara prácticamente a su suerte a un humano de casi la misma edad que Ciel, sabía de sobra que los humanos eran bastante frágiles en muchos sentidos, sobre todo cuando eran jóvenes.

Claude por su parte sólo le molestaba el hecho de que hubiera “algo” capaz de reducirlo de esa manera. Hasta incluso se había olvidado del peligro que podía correr su amo, pero eso ya casi no importaba, poco a poco había perdido el apetito por esa alma… incluso se le había pasado por la mente romper el trato cuando estuvieran a solas y sencillamente asesinarlo. Ya le había cansado tener que cumplir cada uno de sus caprichos sin llegar a tener su cena rápido. Eso de romper los tratos o las promesas era completamente rechazado por los demonios… ¿pero qué más daba si nadie se enteraba? Tal vez tenía suerte y alguien más se deshacía de su “pequeño problema” sin la necesidad de tener que esperar la ocasión adecuada… todo parecería un accidente y nadie le diría nada.

Sin previo aviso, Sebastian sintió nuevamente a su amo, pero esta vez estaba en una dirección completamente diferente y eso le extrañó. Pero la siguió rápidamente con al temor de que se volviera a desvanecer de la nada.

Corrió lo más rápido que pudo, pero aun así se sentía más lento… de hecho se sentía más débil, como si sus poderes demoniacos fuesen suprimidos por algo. Cuando llegó al lugar donde se suponía hallaría a Ciel, se encontró con algo que definitivamente no era su amo.

 

/////////////////////

 

Ciel no había reaccionado aún, no se movía para nada y no dejaba de mirar al frente con una expresión que inspiraba temor, lo que más le preocupaba a Alois es que ya habían pasado varios minutos y no reaccionaba, otro punto que lo tenía bastante preocupado era que ni Sebastian ni Claude habían acudido.

Apretó aun más fuerte a Ciel por la cintura y las lágrimas comenzaban a asomarse por sus ojos… había sido más fuerte que Ciel al ver aquél escenario sangriento… ¿pero por cuánto más debía soportar aquella imagen que no se despegaba de su cabeza? Se encontraba solo… Ciel no era capaz ni de articular una palabra y su mayordomo no venía…

De pronto sintió unas pisadas que se acercaban sigilosamente desde la oscuridad de un pasillo oscuro que le impedía ver quién era… en un principio creyó que era Sebastian o Claude, pero su ilusión fue disipada al instante…

Dejó a Ciel cuidadosamente apoyado contra la pared más cercana e inmediatamente se volteó para encarar a la persona que se acercaba. Tenía los puños apretados y le temblaban levemente, pero haría todo lo que estuviera en sus manos para defender a su Ciel. 

Notas finales:

 *o* espero que hayan disfrutado este capi!! me apuraré en escribir el próximoo! nos vemos :D

como les prometi este capi es más interesante que el anterior! xD espero reviews! :p


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).