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ciel phanthomhive in a little trouble por nofynoky

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Notas del capitulo:

 un pequeño regalito para el que me pidio foto ^^

por favor no me odien en este capi!! >.< hehehehe lo sé soy muy malvada pero esperen y veran.... que sucederá?? 

Ciel cayó de rodillas y golpeó el suelo con tanta fuerza que se lastimó la mano y no le importó. Todo era demasiado, se habían llevado el cuerpo de su amigo y ni siquiera podría darle un funeral como era debido… ese pensamiento fue como un balde de agua fría, Alois estaba muerto, lo había visto con sus propios ojos.  La impotencia y la rabia y todos esos sentimientos que aparecieron de pronto, sin poder reconocer más que uno y otro, se concentraron en su pecho y sólo pudo desquitarse contra el piso hasta que su mano comenzó a dolerle con un punzante y desagradable dolor… pero en ningún caso era peor que lo que sentía en su pecho. Sintió cómo caían gotitas de agua por su cara, eran lágrimas… y de alguna forma ya se le hacían cada vez más conocidas.

Claude estaba parado detrás de él con una expresión inescrutable, Sebastian se acercó lentamente hasta donde se encontraba su amo, le dolía verlo ahí, sufriendo y golpeando el suelo descontroladamente.

Pero no podía hacer nada, no pudo hacer nada cuando todo sucedió, se lamentaba el no haberse dado cuenta de la gravedad del mocoso Trancy, en cierta forma hasta le había tomado cariño… bueno sólo un poco.

Tampoco podía hacer nada por su amo en esos momentos, todo lo que hiciera no tendría mayor efecto en la forma en que se sentía, se agachó a su lado y pasó un brazo por sus hombros.

-          Se va a hacer más daño, bocchan. Déjelo por favor… - le susurró Sebastian, Ciel lo escuchó y comenzó a bajar la intensidad de los golpes hasta detenerse y su mirada se posó en su propia mano que se sentía caliente, tenía los nudillos destrozados y la sangre brotaba por ellos… sangre… esa peculiar sustancia roja le trajo a la mente muchas cosas de un solo golpe, a Alois desangrándose entre sus brazos y a la niña descuartizada en el callejón… la niña…

De pronto reaccionó y se levantó inmediatamente, había olvidado la razón por la que se había quedado paralizado antes de que Alois le defendiera.

En un principio había reconocido lo que quedaba del cuerpo, pero aún tenía la esperanza de que se hubiera equivocado, se acercó lentamente hasta llegar al umbral donde se hallaba la masacre. Sebastian lo observó con curiosidad sin siquiera moverse, lo cierto es que no tenía ni idea qué era lo que su amo había ido a ver a ese oscuro rincón.

Al principio Ciel no vislumbró nada, la poca luz que la luna alcanzaba a proyectar era casi nula en ese lúgubre callejón. Respiró profundamente cerrando los ojos, sabía que en cuanto los abriera sabría la verdad… o más bien reafirmaría lo que ya sabía.

Sintió el helado viento tocando sus mejillas que de alguna forma entumecía el escozor en sus ojos y adormilaba los pensamientos y recuerdos dolorosos.

////////////// flashback ///////////////

-          ¡Ciel! – le dijo una chiquilla, más fuerte y agudo de lo que debería, una sonrisa le cruzó el rostro de sólo verle, ella siempre se alegraba demasiado cuando lo veía.

-          Elizabeth? – dijo un serio Ciel, más que una pregunta era una reafirmación. La voz de aquella rubia le era absolutamente conocida, ella siempre había estado ahí.

Desde que tenía memoria… después de todo era su prometida. Muchas veces le molestaba ese exceso de entusiasmo y esa energía, pero en el fondo siempre le alegraba, ella siempre estaba esforzándose para darle lo mejor.

De pronto se vio cayendo de espaldas… era Elizabeth que se le había abalanzado a los brazos y lo sujetaba firmemente del cuello. Cayeron ruidosamente pero a ella no parecía importarle, claro, siempre que caiga sobre Ciel no tenía porqué preocuparse.

-          ¡Lizzy! – dijo Ciel aparentando molestia, pero le era casi imposible enojarse de verdad con esa alegre niña que le dedicaba la mejor de las sonrisas en cada momento y daba todo de sí para darle en el gusto.

Sus rubios tirabuzones rebotaron con la caída y su expresión rebozaba de alegría, a pesar de todo ella era la única chica que lo ponía de mejor humor la quería mucho, sin embargo estaba lejos de amarla como su pareja. La consideraba algo parecido a lo que es una mejor amiga a pesar de que en algún momento se casarían y serían pareja.

/////////// fin flasback /////////////////////////

Ese pequeño y corto recuerdo le trajo un poquito de calidez, era lo que necesitaba para unir fuerzas y abrir los ojos. Ya se había acostumbrado a la falta de luz y apenas los abrió pudo contemplar la terrorífica escena. Recordaba perfectamente el vestido azul con encajes que alguna vez le había regalado, a ella le encantaba usarlo… Ciel tragó conteniendo el escozor de su garganta. Su cara estaba completamente desfigurada, definitivamente no había tenido reparo en hacer cortes limpios como con las otras víctimas, probablemente porque se trataba de ella.

Ciel se inclinó a coger lo único que aún se encontraba limpio de sangre, salvo por unas pequeñas manchas.  Un pequeño lazo azulado, lo recordaba muy bien… de hecho se lo había entregado junto con el vestido y le iba muy bien con sus cabellos rubios. Lo apretó entre sus dedos, no había duda alguna… se habían encargado de quitarle poco a poco lo que más apreciaba.

Primero sus padres… y no sólo se habían contentado con quitarle su propia vida, sino que además de todo ello le quitan a su prometida y aún peor… a Alois, no sabía cómo clasificarlo realmente… ¿como amigo? Eso no tenía importancia en un momento como aquél, lo único que tenía claro era que se lo habían quitado frente a sus ojos y dolía, dolía más de lo que se hubiese imaginado.

Se levantó solemnemente con el lazo aún en la mano, firmemente sujeto. Sebastian ya se encontraba a su lado desde hace un buen rato, lo que no le sorprendió pues siempre había sido así… sigiloso y eficiente. Nunca lo admitiría, pero también se había convertido en su apoyo emocional, aunque sea difícil de creer… sí, Ciel tenía sentimientos y ser un adolescente aparentando ser adulto desde hace años, siempre habían pequeñas cosas que no  podía ocultar ante Sebastian.

Ciel le dijo a Sebastian con una voz muy baja y desanimada que se marchaban a casa y antes de darse la media vuelta y partir hacia donde se debería encontrar el carruaje, le ordenó que se encargara del funeral de Lizzy.

Esto sorprendió mucho al mayordomo, ahora podía imaginarse lo que había sucedido. Se recriminó por no haber estado ahí y haber evitado que su Ciel pasara por algo como eso… si hubiera estado ahí todo sería muy diferente.

Ciel se alejó rápidamente y desapareció entre los lúgubres y oscuros pasillos. En seguida le siguió, prefería volver por el cadáver cuando su amo se encontrara a salvo en su mansión.

Las miradas de Sebastian y Claude se cruzaron unos segundos, la arrogancia del mayordomo de Alois al colocarse los anteojos y mirarlo desafiantemente, hizo que le hirviera la sangre. Se detuvo un momento al pasar por el lado del otro con los puños apretados de furia.

Pensó en lanzarse contra él, sin embargo decidió que no valía la pena perder el tiempo con esa escoria mientras que su amo, aunque no lo pareciera del todo, se encontraba tan débil y peligrosamente mal emocionalmente.

-          Debería darte vergüenza el hacerte llamar demonio… eres patético. - Le dedicó un gesto de desprecio a Claude y se retiró hacia donde se encontraba su amo. El gesto que Sebastian le había hecho le provocó más de lo que esperaba, ya le tenía odio a aquél demonio quizás le tenía algo de envidia, pero se consideraba mucho más superior a él. Un demonio que es capaz de encariñarse con un humano sólo puede significar debilidad… le repugnaba.

Llevó a Ciel hasta la mansión, al llegar se dirigió inmediatamente a su habitación y cerró la puerta de un portazo.

Sebastian suspiró y cerró la puerta de entrada ligeramente, este incidente era más problemático de lo que aparentaba y es que sólo él era capaz de ver a través de la máscara de insensibilidad que su amo siempre llevaba puesta.

Claude había desaparecido en cuanto comenzó a andar en el carruaje, le parecía bien, pues si no lo hubiera hecho entonces en poco tiempo hubiera perdido los estribos y definitivamente no respondería por sus acciones… sospechaba que aquél demonio, porque sí estaba seguro de que era un mayordomo demonio, había abandonado a su suerte al mocoso, que sabía que algo no muy bueno le ocurría al rubio y sin embargo lo dejó.

Aquello era un crimen imperdonable entre los demonios, era bien visto entre ellos el despreciar y asesinar humanos e incluso ocasionar desastres. Pero lo que no se podía tolerar era que un demonio rompiera una promesa… o en este caso un contrato.

Hacer algo como aquello era lo mismo que rebajar a todos ellos, se asemejaba como a dar mala fama de los demonios… y el hecho de ser despreciados por los dioses, entre otros, hacía hervir la sangre a cualquier demonio con algo de dignidad, por supuesto que nadie quiere dar mayores razones a tu enemigo para que te humille…

Finalmente los dioses y principalmente los  shinigamis, son peores, en muchos sentidos, que los demonios. Siempre tienen esa imagen de “benévolos” gran parte de los humanos creen ciegamente en ellos y no saben ni se imaginan que son sólo una vaga ilusión.

Obviamente, ellos siempre se han encargado de mantener el prototipo de “dios bueno y demonio malo”… está claro que los demonios no son santos ni mucho menos, pero no caerían tan bajo como los cínicos dioses.

Una mueca instintiva de asco se formó en la comisura de sus labios sólo de pensar en ello. Siempre el bando que gana una guerra, escribe la historia.

Cuando Sebastian se disponía a marcharse hacia el vestíbulo, su pie se topó con una carta.

Hannah Anafeloz.

Sebastian abrió los ojos en un gesto de sorpresa, ella también era un demonio. Era conocida como "La funda de la espada demoniaca" pero también se sabía que alguna vez había caído en la misericordia… que se había enamorado de la relación de unos humanos, de los cuales uno era su contratista.

En su tiempo, vale decir cuando aún no conocía a Ciel, no comprendía porqué un demonio tan bien categorizado había caído tan bajo por un simple humano… ahora lo podía comprender.

Sin embargo aún no entendía qué tenía que ver Hannah con ellos, nunca se habían dirigido la palabra aunque sí se habían topado en ciertas ocasiones. Además de que dudaba absolutamente de que Ciel hubiese tenido contacto con otro demonio. Sin embargo ahí estaba, una carta anunciando la llegada de "La funda de la espada demoniaca".

Dejó la carta en el recibidor y se encaminó escaleras arribas, la mansión estaba inusitadamente silenciosa, Bard, Finian, Tanaka y Maylene se encontraban durmiendo, ya era bastante avanzada la madrugada y en pocas horas saldría el sol. Le quedaba tiempo suficiente para ver cómo se encontraba su amo e ir a hacer lo que le había ordenado, pronto tendría que organizar un funeral.

Entró en la habitación de Ciel al cabo de un minuto, había llamado a la puerta pero nadie contestó. Esperó encontrarlo ya dormido pero la habitación estaba tan vacía como el resto de la casa.

Se alarmó al pensar en todas las posibles situaciones que podrían haber sucedido mientras él se encontraba abajo leyendo la carta. Su corazón dio un brinco al recordar los sucesos de la noche.

Sintió un crujido a su espalda y se dio vuelta bruscamente al instante, en posición defensiva. Esperaba encontrarse al demonio de hace rato, pero en su lugar se encontraba un desganado y sorprendido Ciel.

Extrañamente no había notado su presencia y aquél era un detalle que podría haber sido un error garrafal. Aquello sólo podía significar una cosa… aquél demonio seguía cerca. Increíblemente había pasado por alto algo como aquello.

Decidió hacer caso omiso de lo que acababa de darse cuenta, definitivamente no era el mejor momento para decirle a su amo que el demonio que se había llevado el cuerpo de su amigo se encontraba merodeando por los alrededores de su propia mansión.

-          Creí que ya se encontraba dormido. – dijo Sebastian en el tono de siempre.

-          Humm… lo siento… - respondió Ciel desganado al tiempo que desviaba la mirada hacia el piso. Esta simple respuesta alertó a Sebastian, ¿Ciel disculpándose? ¿Y por algo tan simple como aquello?

Pasó por su lado dando por terminada la conversación, se adentró en su habitación y se sentó cansinamente en la orilla de su cama. Sebastian lo siguió inmediatamente, le ayudó a quitarse los zapatos y a colocarse el pijama como de costumbre.

En cuanto se acomodó bajo las sábanas se giró dándole la  espalda.

-          Puedes retirarte Sebastian. – murmuró secamente, Sebastian asintió y se retiró juntando la puerta silenciosamente. Antes de cerrarla completamente le dirigió una última mirada a su amo que lucía tan frágil bajo la tenue luz que proyectaba la luna sobre él, su cabellos reflejaba los azulados tonos y su piel resplandecía.

Hasta cierto punto le dolía que Ciel le ordenase retirarse. Deseó por un momento quedarse a contemplar esa imagen, pero rápidamente se dio cuenta del hilo que llevaban sus pensamientos y decidió cortarlos de raíz.

Antes de salir de la mansión hizo un pequeño arreglo, dejó un escudo alrededor de todo el perímetro para estar al tanto de cualquier intruso que la traspasase. Una vez hecho esto se retiró para cumplir con las órdenes de Ciel.

La noche continuó sin percances, cumplió con todo lo que debía y hasta le alcanzó tiempo de sobra para repartir las invitaciones pertinentes para los funerales, a pesar de haber sido la culpable de lo sucedido, debían mantener las apariencias.

El conde Phanthomhive no podía darse el lujo de que se supiera que un miembro de su familia había sido el responsable de tan atroces asesinatos y que encima había perturbado la tranquilidad de la reina. Sería un funeral doble, para la conocida Madam Red, tía del conde Phanthomhive y para la señorita Lizzy, ex prometida del joven conde.

Tendría que hacer una coartada perfecta para evitar dudas en los curiosos, ambas señoritas habrían sido víctimas del ya conocido asesino Jack el destripador.

Todo estaba terminado y aún le quedaban un par de horas para el amanecer, se tiró sobre su cama y con el dorso de la mano se cubrió los ojos. Era difícil convencerse de los giros que había tomado todo en ese día. Pocas veces se cansaba, pero éste había sido un día particularmente cansino.

La larga y bien proporcionada figura de Sebastian estaba sobre la cama, era un hombre que aparentaba no más de veinte años y era muy apuesto. Al igual que el conde, era bastante codiciado entre las mujeres que le conocían. Sin embargo él siempre estaba demasiado ocupado con su amo como para dirigirles siquiera una mirada.

Ambos hacían la mejor pareja de la alta sociedad, nadie se explicaba como es que dos personas tan sexys y guapas podían juntarse en el mismo lugar.

De pronto el pomo de la puerta giró y se abrió lentamente con un leve crujido, dejando ver una esbelta y pálida figura.

Sebastian se enderezó enseguida encontrándose con la mirada de Ciel que lo observaba en silencio en el pomo de la puerta. Estaba más pálido de lo usual y parecía dudar entre si entrar o correr. Por un momento Sebastian creyó que era sonámbulo y que simplemente se había aparecido por su habitación.

Ciel comenzó a avanzar hasta donde se encontraba sentado y se sentó a su lado mientras Sebastian le seguía con la mirada. Le recordó a los primeros años en que estaban juntos, cuando Ciel apenas tenía doce años  y no era más que un sorprendente niño con caprichos que debía cumplir a la brevedad. A pesar de ello, sabía muy bien que Ciel ya no  era un niño pequeño… de alguna forma que no logró comprender, ese pensamiento le gustó bastante.

El hermoso chico de ojos zafiro estaba sentado a su lado a sólo unos centímetros, esa lejanía por poco que fuera le molestaba un poco, pero al mismo tiempo podía sentirlo muy cerca… el calor que emanaba su cuerpo era casi palpable. Y aún quedaba un punto importante que no había podido resolver, ¿qué hacía Ciel a su lado… en su habitación?

Notas finales:

O.O espero que les haya gustado de todas formas y espero actualizar pronto ^^

 

NO OLVIDEN LOS REVIEWS!!!

sino me niego a seguir subiendo capis hump! >:l (mentira) ahahaha pero me emocionan los reviews que me mandan y me inspiran asique... los espero ^^


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