Capitulo 1. Llegaste a mi vida como un gato
Minho POV.
Camine por ese callejón que tanto conocía ya que mi casa quedaba en ese callejón, realmente estaba cansado, seguro que mi trabajo me terminaría matando, pero la paga era buena, cansado llegue hasta mi casa, fui directo a mi cama no quería pensar en nada más que dormir oh si, dormir y descansar, pero no, el maldito teléfono tenía que sonar sin parar.
-Que quieres Onew - Dije molesto al responder la llamada de mi amigo el cual no tenia culpa alguna de mi mal humor.
-Solo te aviso que mañana entras en la tarde, Jong pidió la mañana… de seguro ya anda de novio por ahí – Dijo ignorando mi mal humor
-Onew no necesito que me cuentes detalles del porque entrare tarde – Dije irritado pero un poco feliz también por la noticia recién dada.
-Ya búscate un novio Minho de verdad si no terminaras siendo el amargado del trabajó - Dijo riendo, hace mucho que él me insistía con el mismo tema, ya estaba harto.
-No gracias para terminar igual que tu y Taemin, no, no, no ¡muchas gracias! – Le respondí riendo esperando su obvio reclamo ante mis palabras.
-No te rías de mí, Tae es un amor - Dijo un poco molesto pero con tono juguetón.
-Si ya sé que el amor te amensa mira como te tiene a ti y a Jong y mas a Taemin - Dije riendo, la verdad no entendía por qué ellos le insistían que buscara el amor, realmente lo encontraba estúpido, o al menos el amor pone estúpida a la gente.
-Yo no tengo la culpa que tengas cara de fushi y nadie te tome en cuenta – Respondió ante mi “ofensa” Onew de manera desafiante.
-Cálmate Onew – Dije serio, si había algo que me disgustaba era que me presionaran en hacer algo que no quiero.
-Mira como tiemblo -Dijo riendo ante mi tono de voz, realmente con Onew no se podía hablar de nada enserio.
-Ya lo veremos mañana - Apresuradamente colgué, bueno por lo menos tendría la mañana para dormir hasta tarde.
Pasaron unos minutos, ya me encontraba acostado en mi amplia cama, pestañe un par de veces y me rendí ante el sueño, el cansancio esta vez me había ganado.
--- o ---
-¡Dios! maldita luz - Me moví para que la luz no me diera y sentí un calor extra a mi lado, me acurruque con él y sonreí ya que me tapaba la luz, espera… ¡¡¡Yo duermo solo desde hace mas de tres años!!! Abrí los ojos y no pude creer lo que vi.
-¿Quien eres tú?- Hable poco calmado a lo que el desconocido a mi lado abrió lentamente los ojos.
-Ohh… yo, ahh como lo explico- Despertó alarmado el chico. Me detuve a mirarlo, rubio, delgado, un poco más bajo que yo, ojos felinos iguales a los que un gato.
-Miau- Escuche un maullido y por las ropas del chico extraño apareció un gato, mi gato.
-¡Dios! Pensé que no volverías- Dije tomándolo en mis brazos, hace meses que mi gato había escapado y ahora había aparecido de la nada junto a un extraño en mi cama.
-Miau~- Ronroneo mientras le acariciaba, por un momento olvide al lindo chico el cual me miraba curioso aun sentado en mi cama.
-Tu… ¿Quién eres?- Pregunte dejando de prestarle atención a mi gato rebelde y prestándole atención al chico gatuno el cual soltó un largo y sonoro suspiro.
-Llámame Key-Nos mirábamos fijo, ambos nos encontrábamos serios, estudiándonos con la mirada.
-¿Quién eres?- Repetí la pregunta, no me parecía haberlo visto jamás en mi vida.
-Ya te dije, me llamo Kim Kibum, pero dime Key.- Soltó completando la explicación anterior
-No, no, hablo de ¿Qué haces aquí?- Respire hondo tratando de tranquilizarme ¿seguro que no seguía dormido?
-Yo, me quede dormido aquí- Susurro bajando la mirada mientras se mordía el labio inferior. Se veía realmente tierno de esa manera.
Le eche el ojo nuevamente, sus ropas estaban algo sucias, como si acabara de correr en barro. Se notaban unas grandes ojeras en su rostro, todo su bello rostro demostraba cansancio. Note que su camisa estaba rota a un costado, como si se la hubiera rajado con algo, aun así su ropa era demasiado linda, le quedaba a la perfección aunque era algo apretada para un chico. Se veía bien con ese estilo.
Cuando iba a hacer otra pregunta sentí el fuerte sonido de su estomago reclamar por comida, el solo se lo sostuvo sin quitar su mirada del suelo.
-¿Tienes hambre?-Le pregunte a lo que él solo me miro asombrado y asintió con la cabeza. Me levante y acerque al armario buscando unas toallas limpias entre las sabanas y frazadas, hasta que encontré unas y se las tire al chico- Date un ducha, en mi armario ahí ropa que puedes usar, voy a cocinar algo para que comas… luego me explicaras que haces aquí ¿ok?- Le dije serio, parecía una medida algo extraña, pero algo me decía que no debía tratarlo mal, además se notaba que necesitaba de un baño y un buen trato.
-Gracias… yo, esto ¿Cuál es tu nombre? – Note como aun no soltaba el agarre de sus dientes en su labio inferior, repetí su voz en mi cabeza era suave, aterciopelada, de esas voces que dan ganas de no dejar de oír.
Lo mire algo curioso , a él parecía que lo comían los nervios , pero lo disimulaba muy bien , mostrándose algo indiferente ante la pregunta realizada por el mismo , soltando su labio y mirándome firme.
-Soy Minho… Choi Min Ho – Le dije dedicándole una leve sonrisa la cual correspondió y me marche a la cocina dejando al chico y al gatito dentro de la habitación.
Comencé a cuestionarle a mi cabeza, ¿Cómo aquel chico habría entrado? ¿Quién era? ¿Qué hacia aquí?
Saque los huevos de la nevera junto con la leche y el queso. Comencé a freír el huevo, mientras hacia unas tostadas, nunca había sido bueno en la cocina así que siempre hacia cosas sencillas.
-¡¡M-minho!!- Sentí un pequeño gritito de parte del chico gatuno, sin pensarlo corrí hasta la habitación encontrándome con el chico recién bañado y solo cubierto con una toalla tapándose el cuerpo completo. – Que puedo usar…- Dijo mirando hacia el armario, de seguro toda mi ropa le quedaría grande, sobre todo porque el usaba la ropa suya en exceso apretada y yo todo lo contrario.
- Toma- Dije pasándole unos bóxers, unos pantalones de deporte y una camiseta que de seguro le cubría casi hasta las rodillas.- lo siento no tengo ropa más pequeña.- Le sonreí leve y el solo me miro asintiendo- Apenas estés listo ve a la cocina estoy haciendo el desayuno.
Sentí un olor extraño al salir de la habitación… ¡¡LOS HUEVOS!! , corrí apresurado hasta al cocina, ahí vi el desastre de desayuno y comencé todo de nuevo haciéndolo más básico posible. En ese instante sentí el sonido de mi teléfono avisándome de un nuevo mensaje.
Vi la mesa de la cocina , entre mil cosas , revistas de regalo las cuales nunca leía , el diario del día pasado , los platos limpios que debía ordenar y entre todo ello ahí había dejado mi celular.
Lo tome, esta vez sin dejar de vigilar el huevo, si era así tendría que ocupar toda la docena de huevo en solo un desayuno. Mire detenidamente el celular y abrí el nuevo mensaje viendo antes el nombre de quien me lo mandaba
“Dudu.
Texto::
¿Vendrás a la junta después del trabajo?, nos vemos más tarde. Adiós”
Me sonreí a mi mismo al leer el mensaje y deje mi teléfono celular entre las cosas de la mesita de la cocina dedicándome a terminar los huevos. Puse la mesa, para los dos, hace mucho no desayunaba con alguien, realmente era extraño para mi tener un acompañante en las mañanas.
Vi como llegaba el chico con mi gato entre sus brazos, me dedique a observarlo, los pantalones de deporte le quedaban sueltos pero adorables al igual que la camiseta la cual le quedaba como un vestido. Le mostré el asiento y el solo se sentó en silencio comiendo delicadamente.
Lo observe comer, el no me dirigía la mirada, parecía pensar en que me diría ¿y si era un ladrón? , la verdad no tenía aspecto de serlo, pero uno nunca sabe. Quise atrasar la pregunta por un momento dejándolo comer tranquilo, el solo continuaba la labor de alimentar a su gruñón estomago el cual parecía satisfecho parando sus sonidos.
Vi como subió su mirada y suspiro profundo dejando de comer, Me miro fijamente a los ojos para luego posar los ojos en mi gato y sonreírle.
-Me dirás… ¿Qué haces aquí?- Le pregunte mirándolo, el volteo mi vista hacia mí y rápidamente sin quitar sus ojos de los míos apunto mi gato.
-Es por el…- Dijo dejándome más que confundido realmente este chico felino era algo extraño, demasiado extraño.
-Miau~- Sonó el maullido del gato interrumpiendo el extraño silencio.
Llegaste a mi vida como un gato…
Continuara…