Una limosina viajaba con dirección a la casa de Yugi Moto, el motivo una llamada hecha por el chico al menor de los hermanos Kaiba.
*****Flash Back
—Joven Mokuba —exclamo un sirviente entrando
— ¿Qué pasa James?
—lo llama su amigo el joven Yugi Moto
—Pásamelo- exclamo tomando el teléfono- ¿bueno? …. ¿Qué pasa? …¿ahora? … lo haré… adiós –dijo colgando —hermano Yugi quiere que vallamos a su cas dice que es urgente
*****Fin Flash Back
Así ambos hermanos se dirigían a la casa de Moto, mientras lo hacían Seto no podía dejar de pensar en la carta del dragón y la escrita por Wheleer, así que recordando algunas palabras hablo con Mokuba.
—Mokuba no menciones a Yugi y los demás que tenemos bajo nuestro poder al dragón negro de ojos rojos, Wheleer lo pide en su carta así que lo acataremos ¿entendido?
Su hermano simplemente asintió
Continuaron el camino en silencio hasta que de pronto Kaiba sintió una extraña presión en el pecho, a la cual no tomo importancia.
Después de un rato llegaron por fin a su destino, a entrar se hallaron con los dueños de la cas y un hombre que no habían visto.
—Me alegro que llegaran—exclamo el dueño del rompecabezas del milenio—él es el padre de Joey, el señor Julián Wheleer— presento y el hombre solo inclino la cabeza en señal de saludo
— ¿Pasa algo malo con Joey?—interrogo el joven Kaiba
— ¿Cuándo fue la ultima vez que lo viste Mokuba?—interrogo el anciano
—el viernes por la tarde, nos invito un helado a Seto y a mi
— ¿alguien los miraba?, ¿algo extraño mientras estaba con el?
—Nada—respondió Mokuba— ¿Yugi?
—quieren dejar los rodeos y decir que demonios pasa con el perro—ordeno Kaiba
—tengo entendido que mi hijo y usted no se llevan bien, pero le pediría que por lo menos no lo insultara en mi presencia y el asunto es que Joshep desapareció el viernes, de hecho ustedes fueron los últimos en estar con el, el simplemente se fue con unos extraños
Murmuro, él estaba seguro que los que habían intentado llevárselo de niño, eran los mismos que lo tenían ahora, pero no tenía pruebas, además estaba seguro que en aquella ciudad ya habían cerrado el caso.
Seto Kaiba frunció el ceño, aunque no lo quisiera recibir la carta le había dado un extraño sentimiento, dicho sentimiento no lo podía explicar.
—mañana hablaremos con mi detective privado para saber que hizo Wheleer ¿algo mas que me puedan decir?
—me temo que no Kaiba, es todo lo que sabemos, solo espero que Joey se halla llevado a ojos rojos—ante la mención de la carta Mokuba miro a su hermano, aquello no paso desapercibido por Julián—ahora noso6tros somos de nuevo los dueños del mago del tiempo
“El cachorro entrego sus cartas, pero ¿porqué me entrego el dragón a mi?”
Alzo la mirada observo a los semblantes preocupados y observo más los jóvenes que parecían gemelos pero no lo eran y de pronto una palabra de la carta del chico destrúyelo Yugi no seria capaz de destruir algún vestigio de4 su amigo, así que las respuestas la tenia esa carta.
Al parecer aquellos extraños estaban interesados en aquella carta la pregunta era ¿Por qué?
Después de un rato decidieron partir.
¿Qué crees que le haya pasado a Joey y a Akira?
No lo se, Ran, no lo se
Seto subió a su habitación donde se ducho, al salir, lo único que venia a su pensamiento era la semana anterior, aquella semana, donde el chico rubio se había despedido de todos sus seres queridos. Así en la soledad de su habitación se atrevió a gritar
— ¡¿Cómo es posible que ese maldito perro solo cause problemas?!— decía mientras sin saber por qué su pecho le dolía
*Frio por fuera sacando palabras sin sentimiento explotando contra el perro como tu lo llamas, mientras que por dentro tu corazón se parte en dos, por la tristeza y la pena de saber que tu cachorro esta en quien sabe donde y tal ves sufriendo como lo habías sentido, en tu limosina* dijo muy cerca de Seto que al escuchar la voz volteo hacia el lado donde escucho la voz
Era la segunda vez que escuchaba una voz, en esos momentos creyó que lo más probable era que el cansancio debido a su jornada le estuviera pasando ya factura.
Sin pensar mas se acostó a dormir, aunque no lo quisiera admitir, estaba preocupado por el cachorro, quería encontrarlo pronto.
Aquellos ojos azules lo miraban con cariño al ver que ya se había dormido, estaba tentado a salir de la mansión para comenzar a buscar a su amigo, pero no podía dejarlo solo y si le pedía a su compañero quedarse, este le suplicaría por acompañarlo, y no debían dejar solos a sus protegidos.
De sus labios salió un suspiro no sabio que hacer.
Shin
*¿Señor?*
Necesito que vengas a mi presencia Shin, no te preocupes por tu protegido el estará bien
*como lo ordene*
Atravesó la ventana y voló hacia el cielo.
Ya en el cielo pudo distinguir aquella puerta dorada, entro mirando como aquellos que pasaban a ver al Santo de la entrada los recibía, voló aun mas hasta hallarse con otra puerta dorada, donde se hallaba el ser supremo.
*señor*
Te he mandado a llamar Shin, por que debes presentarte a tu protegido
*¿Presentarme a Seto Kaiba?*
Entre nosotros lo llamaras por tu nombre de pila, ante tu líder y los demás, con su nombre completo y si debes presentarte
*Señor ¿Qué sucede? ¿Tiene algo que ver con la desaparición del joven Joshep y de su guardián Akira?
Así es, la situación es algo complicada y hasta que Akira no se presente, no puedo darte más información, solo esta orden, Seto es una pieza importante en este momento
*señor no entiendo*
Solo te puedo decir lo siguiente, Seto tiene un lazo con Joey y espero que ese lazo pueda ayudarnos a saber donde están. Además conoces su sentimiento mas profundo, se le dará un prueba y tendrá que pasarla sino
* comprendo señor- dijo- ¿Qué prueba? ¿Cómo ayudara a Akira y a su protegido?*
La prueba se te dará en un tiempo definido, para ese entonces tú ya debes de haberte presentado si no tu protegido estará en peligro y no podrá ayudar a Joey
* Comprendo señor *
Una ultima cosa, no debes de decirle nada a tus compañeros
* entendido*
Después de escuchar aquella orden voló de regreso donde su protegido, quien dormía plácidamente. Suspiro de nuevo, ahora tenia que presentarse ante la persona más escéptica del mundo, Seto Kaiba.