Habia pasado una semana desde que los Kaiba se cambiaran a la magnifica mansión del bosque.
Una semana desde que Seto habia comenzado a entrenar con sus dragones con ayuda de Shin.
Le enseñaba como meditar, como mantener la fría calma para lograr atacar, en aquellas ocasiones Seto sonreía, ya que nunca habia imaginado que las enseñanzas del maldito de Gozaburo sirvieran para algo.
Aquellas enseñanzas que eran realizadas con crueldad y cuyos castigos cerraron el corazón de un inocente, eran parte de la enseñanza de os dragones.
Seto en un principio creyó que ojos rojos causaría problemas, pero no fue así, ya que como lo habia predicho, la ilusión de recuperar a Joey le hacia realizar dichas actividades con gran pasión.
Shin también ayudaba, habia pedido un permiso especial, para llevar al lugar unas pruebas, para que entrenaran.
- ¿Qué es eso?--interrogo Seto, al ver grandes aros de cristal en el cielo--Shin
*Con estos aros los arcángeles entrenan, pedí un permiso especial para que nos los prestaran, mientras estén aquí, los dragones podrán volar sin que nadie los vea*
-- ¿Seguro?
*Completamente, puedes estar tranquilo, con estos aros, podrán aumentar su velocidad y agilidad durante el vuelo, miren*
Shin alzo el vuelo y cruzó un aro, pero en cuanto salió de este otro aro pero en posición diferente apareció y así sucesivamente, después iban apareciendo y desapareciendo de forma rápida.
*Ven ahora inténtenlo*
Seto observo como los dragones hacían lo que Shin habia mostrado, a pesar de que la semana habia pasado, algunos cambios se habían notado, como por ejemplo el color de los dragones, que ahora parecía que comenzaban a tomar brillo, tanto en su cuerpo como en sus ojo.
Las cosas estaban saliendo bien.
Horas después
--Descansemos, hablaremos hoy con el cachorro
--Joven Kaiba, puedo saber ¿Por qué llama Joey, cachorro?--cuestiono el dragón negro, ya que desde que estuviera con el habia notado ese apodo para su dueño
Seto miro al dragón, ¿Por qué llamaba a Joey cachorro?
--/Un minuto ¿desde cuando el cachorro es Joey?/Creo que eso es algo que no puedes saberr--respondió de forma cortante al dragón, pero al hacerlo no noto como Shin sonreíar13;bien veamos si podemos ubicarlo
Mas no lo logro, Joey no contesto al llamado, preocupando a los dragones, pero Seto les hizo olvidar aquello, diciéndoles que posiblemente estaba dormido y que mañana por la mañana lo intentarían de nuevo, ya que Mokuba no tardaría en llegar.
Mokuba llegaba de la escuela y realizaba sus tareas, para que después Seto le permitiera estar con los dragones.
Estos con permiso de Seto hablaban con Mokuba y le contaban historias o escuchaban con atención al menor de los Kaiba hablándoles de su día o escuchando las historias que leía para ellos.
Ojos rojos al principio estuvo renuente, pero después tuvo que aceptar ser parte de aquel pequeño grupo, sabia que Joey quería mucho a aquel peque, pro eso no podía hacerle un desaire, además su hermano lo estaba entrenando para salvar a su dueño.
Se mantuvo en silencio escuchando el ángel caído el libro que Mokuba habia comenzado a leer para los cuatro.
Mientras eso sucedía cerca de la mansión, Seto analizaba las palabras del dragón negro, el por que llamaba a Joey, cachorro y desde cuando se habia convertido en Joey, pero sus pensamientos se fueron apocando cuando recibió la visita de Julian Wheleer
--Joven Kaiba
--Señor Wheleer, ¿Qué se le ofrece?
--Decirle que ya no llame a los detectives, solo es una perdida de tiempo.
-- ¿Se esta dando por vencido?
--No joven, solo que ellos no encontraran a Joey, alguien mas lo hará, dígame loco y mas por que creo que usted lo hará.
Aquellos extraño a Seto aunque no lo demostró, pero habia algunas cosas extrañas en aquello hombre, como el hecho de que no llamara a la policía al saber del secuestro de su hijo y actuaba como si esto ya le hubiera pasado.
-- ¿Por qué no denuncio el secuestro al saberlo?
--No serviría de nada
-- ¿Por qué?
--Dos motivos, uno soy un ebrio y dos…--se quedo callado, ¿debía decirle a aquel joven que habia pasado? Le llevaba mensaje de su hijo, además de que cuidaba el tesoro de su pequeño, lo miro como tratando de averiguar si estaba haciendo bien en decirle o no, dejo salir un suspiro--por que la ultima vez ellos no pudieron hacer nada.
Ultima vez
Ultima vez
Tanto Shin como Seto miraron al hombre, la situación ¿habia sucedido anterior mente? ¿Por qué no lo supieron?
Mokuba entro en ese momento, saludo al señor Wheleer y comenzó a platicar con el.
Seto miraba al hombre, ya habia sucedido, aquello intranquilizo al joven, ¿Por qué el cachorro no habia dicho nada? ¿Por qué ojos rojos se mostraba tan perturbado, cuando el padre de su dueño, parecía calmado, como esperando un milagro?
Después de un rato el hombre se fue, diciendo que por lo lejos debía partir antes de que comenzara a oscurecer.
Seto casi no durmió en toda la noche, se dispuso averiguar sobre el primer intento de secuestro del rubio, pasó páginas y nada, era como si aquello no hubiera sucedido, eso era extraño.
Pero las cosas empeoraron ya que no pudieron contactar a Joey en los días siguientes y aunque el guardaba la esperanza para los dragones, tenia que utilizar a Shin como su pilar aunque no entendí el porqué de aquella acción.
Se estaba desesperando, pero no sabia el porqué de aquella desesperación.
Mientras continuaba buscando información de lo sucedido con Joey, se hallo con una información interesante, después de leer la información, imprimido el documento y fue a ver al señor Julián.
Julián Wheleer llegaba a su casa, después de un día duro de trabajo, se estaba haciendo de dinero, para poder cambiarse de residencia, no quería que su hijo siguiera viviendo en aquel lugar, cuando Kaiba lo salvara.
Porque de alguna u otra forma sabia que Seto Kaiba el dueño temporal de ojos rojos era el único que salvara a su hijo, su corazón se lo decía, como también que aquel joven tenia sentimientos para su hijo aunque no lo supiera.
Observo que alguien lo esperaba y sonrió al ver que se trataba de aquel joven, sabia que al decirle aquellas frases habría investigado, ya que no pudo sacarle nada, al aparecer el hermano.
--Paser--exclamo abriendo la puerta. Seto se sentó en el sillón y el señor Wheleer comenzó a preparar café, ya que estaba listo lo sirvió y espero que el joven hablara.
-- ¿Qué quiso decir con la ultima vez?
--Los policías no pudieron encontrar a Joey la última vez que esto sucedió
-- ¿Y eso fue?
--Cuando nació Joey, pero fue un secuestro express de tres días
--No hay registro de ese suceso
--Aquí en Domino no, pero en Osaka los hay, vera joven Kaiba, mi familia vivía antes en Osaka, cuando Joey cumplió cinco meses me mude aquí, Joey fue sacado por una enfermera del hospital donde Marion se alivió, por tres días no supimos nada, la policía no pudo encontrar a mi hijo ni a la enfermera, no fue sino que al tercer día una llamada, que en aquel entonces creí que era del hospital llego para indicarnos que debíamos ir por Joey, el hombre que entrego a Joey era alto moreno, pero no era policía ni doctor, nadie de aquellas dependencia lo reconocieron como tal. Le agradecimos el haber encontrado y entregando a nuestro niño, pero él nos hizo una advertencia, que quienes se lo habia llevado lo intentarían de nuevo, durante cinco meses era estar al pendiente de que nadie se le acercara a Joey, el a pesar de ser un bebe, sabía quienes se le acercaban con intensiones de lastimarlo, ni cinco metros de nosotros estaban cuando comenzaba a llorar, o se ponía realmente inquieto, no tuve que pensarlo mucho después de aquellos meses, así que pedí mi renuncia y me vine con mi familia a Domino. Por años me olvide de la amenaza hasta hace un mes. Sé que es tonto mi pensamiento, pero estoy seguro que usted puede salvar a Joey en esta ocasión, llámelo in tuición o lo que quiera, pero eso es lo que siento.
Seto se mantuvo callado ante las palabras del hombre, prácticamente le estaba dando la orden de que salvara a su hijo a pesar de que no se llevaban bien, pero como si el leyera su mente le sonrió y le dijo.
--Usted puede localizarlo si, pero eso no significa que no necesite ayuda de los demás, se por Joey que usted es muy especial y al decirle esto debe pensar que le estoy dando una misión, pero déjeme decirle, que esta misión es compartida, aunque no lo quiera, con Yugi y ese joven tan parecido a él, Yami, de alguna manera Joey los unió, por el simple hecho de entregarles sus mas preciadas posesiones, si usted no quiere la ayuda de aquellos jóvenes en este momento, no lo culpo, pero llegara un momento en que todo el grupo se reduzca a ustedes. Como se lo dije hace un momento llámelo intuición si así lo quiere. Yo no puedo hacer mucho, solo trabajar para que Joey ya no viva en esta basurero al que lo metí cuando tenia seis años, es lo único que puedo hacer por mi hijo en estos momentos, por que cuando regrese mi deber será otro.
Seto no dijo nada, solo asintió a las palabras dichas, después de un rato se retiro y de nuevo le ofreció un trabajo, el cual Julián Wheleer rechazo, pero lo que no rechazo fue la ayuda de encontrar una casa en una zona mejor.
Al llegar a la mansión se encontró con los Moto quienes iban a hablar, ya habían visto que los investigadores no servían para encontrar a Joey, así que querían que cambaran de objetivo, ahora debían encontrar al dragón negro de ojos rojos, Seto acepto, pero sabia que al igual que la búsqueda de Joey, esta seria una perdida de tiempo, por el simple motivo que ojos rojos estaba en el bosque entrenando con sus dragones.
La semana termino y no pudo contactarse con Joey, y aunque no lo quisiera la preocupación de ojos rojos se le habia contagiado, las sensaciones de dolor, frio y desesperación se hacían cada vez mas fuertes aunque no lo quisiera y habia veces que tenia que detener el entrenamiento debido a ellas.
Además de que una sensación de infinita tristeza le llegaba, una tristeza que hacia que los ojos se le aguadaran, pero él era el gran Ceo Seto Kaiba y nunca lloraría.
Las pesadillas seguían siendo iguales.
Ese día habia terminado su trabajo, habia entrenado con los dragones, habia intentado de nuevo contactarse con Joey sin motivo, ceno con Mokuba y se dispuso a hacer el ritual para dormir, hablo de sus frustraciones con Shin quien le ayudaba con consejos.
Pero esa noche habia una extraña opresión en su pecho una opresión que no le permitía estar concentrado en ninguna de sus actividades.
Mientras se acostaba, se sentía muy intranquilo y a pesar de que Shin estaba con el y su recamara daba a donde los dragones dormía, no podía evitar sentir miedo. Pro primera vez en su vida tenia miedo de cerrar los ojos y dormir.
Por fin a pesar de haber luchado el sueño lo venció y Morfeo sonreía triunfante al ver al poderoso ojiazul caer rendido a sus pies.
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No sabía por que pero estaba seguro que debía llegar al fondo de la cueva, ahí encontraría el motivo de su presencia en aquel desolado lugar.
El camino al fondo de dicho lugar parecía interminable, mientras caminaba veía sombras que lo ignoraban, pero que al estar cerca de ellas o pasar a su lado le erizaban la piel, aquellas sombras le causaban miedo.
Por fin pudo divisar una pequeña luz y supo que habia llegado a su destino, más no sabía que era lo que encontraría en aquel lugar.
Mientras se acercaba pudo notar un bulto, era un persona, así que una persona le habia llamado..
-- ¿Quién anda ahí--pregunto al bulto mientras se acercaba y tomaba la antorcha que era la única luz en aquella inmensa oscuridad--responde--pero como respuesta un gemido de dolor llego
Mientras se acercaba con la antorcha por delante las facciones del sujeto se apreciaban, un sujeto lleno de heridas y con sangre en ellas.
Se detuvo mientras contenía la respiración, era imposible que aquel sujeto, aquel que estaba completamente herido y fuera su cachorro, en ese instante el cachorro se dejara caer a un lado y fue cuando por fin reacciono.
-- ¡Joey!
Grito para acunarlo en sus brazos, tenia miedo de no poder sostenerlo, pero esta vez si pudo, no le importo que su ropa costosa se manchara de sangre, lo único que le importaba era el joven en sus brazos.
--Joey, cachorro, tranquilo ya estoy contigo, ¿Quién te lastimo?
Mas la respuesta no llego, sino una suplica
--N… no… me…. Toques
-- ¿Quién te lastimo cachorro?
--N… nadie…--se detuvo y comenzó a toser sangrer--y… yo… no… pude evitarlo
--Tranquilo ya estoy aquí
--Seto--exclamo mientras tocaba la mejilla de seto con su mano herida, este sin pensarlo tomo la mano, mirando como el ojimiel comenzaba a llorar--ya no puedo más
--Claro que puedes, te sacare de aquí cachorro solo debes resistir, todos te esperan en domino, tu padre, ojos rojos, tus amigos.
--Ya no puedo más
Murmuro para dejar caer su mano
-- ¿Joey? Responde cachorro, responde
La respiración de Joey se acompasaba, cuando una voz entre las sombras se escucho
**El ya no tiene motivos para vivir, solo puede vivir sabiendo que alguien lo ama, dime Seto Kaiba tu ¿lo amas?**
-- ¿Qué?
**El tiempo se acaba Seto Kaiba, y él se entrega a la muerte te repito la pregunta ¿tu lo amas?**
Seto no sabia que contestar, ya que no sabia que sentía por el cachorro, mientras lo miraba, notaba como la respiración bajaba, como el joven se volvía mas pálido, su mente se llenaba de recuerdo confusos, recuerdos donde la sonrisa cálida del joven, aparecía y le deba tranquilidad, donde podía ver esperanza para el en las contantes pelear infantiles que tenían, estaba tan sumido en sus recuerdo, que solo salió cuando la voz se escucho de nuevo
**El tiempo termino Seto Kaiba y este humano se ha entregado por completo a la muerte**
--No… cachorro despierta… por Dios despierta--el cuerpo que se hallaba acunado por los brazos de Seto comenzaba a desparecer y al hacerlo Seto intentaba abrazarlo con fuerza--cachorro te amo, abre los ojos por favor
**Perdiste tu oportunidad Seto Kaiba deja que las sombras se lleven al humano**
Pero Seto se negaba a soltar a Joey, mientras enterraba su rostro en el pecho de Joey sintió como este volvía a respirar
-- ¿Joey?--no lo pensó mucho y lo dijo--te amo Joey, te amo, me oyes
**Demasiado tarde**
-- ¡Esta vivo y yo lo amo! ¡LO AMO!
**Demasiado tarde**
Fue la última vez que se escucho y el cuerpo de Joey que habia comenzado a desaparecer, desapareció por completo
---No, no, no, no, ¡noooo!>>
*¡Seto despierta!*
Seto abrió los ojos para enfocarlo y se percato que estaba en su habitación, habia sido un sueño, no habia sido una pesadilla, toco su rostro para ver como las lagrimas caían por sus ojos, noto como en la ventana los cuatro dragones se hallaban mirándolo
*Seto tranquilo, fue solo un sueño*
--Shin--murmuro para aferrarse a los brazos de su ángel, quien lo acariciaba para calmarlor13;era tan real, pude sentir miedo, dolor, Shin no quiero que suceda
*No sucederá Seto, no lo hará*
--Su padre tiene razón, yo puedo salvarlor--murmuror--el cachorro moría por mi culpa Shin, el moría por mi cobardía
*No eres cobarde Seto, nunca pienses eso*
Después de un largo silencio, en el cual los dragones desaparecieron, Seto se atrevió a decirlo, sabiendo que en esos momentos solo Shin lo sabría, después el mundo, pero ahora, por algún extraño motivo que no entendía, debía decírselo a su amigo celestial.
--Amo a Joey Wheleer y no voy a permitir que muera, lo salvare así me cueste mi propia vida
Sin que Seto lo supiera, Shin sonrió mientras que en su mente una simple frase aparecía, pero con ella las esperanzas de salvar a Joey se hacían mayores.
/Paso la prueba/