Han pasado ya tres meses desde el nacimiento de la hija de Akira y Shin, y las cosas habían cambiado para bien.
Duk se alivio mes y medio después de que se aliviara Akira, el para sorpresa de todos tu mellizos, una niña y un niño, Tristán estaba mas que feliz por dicho suceso, aunque aun estaba como serian tratados aquellos pequeños por los demás arcángeles, pero por el momento no importaba, de hecho si Duk observaba que lastimaban a sus hijos abandonaría su divinidad que aun tenia, sin entender el porque, por el bien de sus hijos.
Los habitantes de la mansión estaban mas que felices de la presencia de los pequeños, Joey había retomado la escuela y era cuidado por los ángeles de sus amigos, mientras Akira se quedaba en casa con los bebes. Aquellos dos hermosos tesoros Joset y Akeshi, además también estaban, Hikari y Shaoran, los hijos de Duk y Tristán
La relación entre a Akira y Shenti se agrando después del nacimiento, era fácil verlos conversar de trivialidades, aunque ninguno de los dos tocara el tema de la muerte de Shin. Eso había sido por dos meses, al tercer mes Akira había decidido alejarse del nuevo ángel de seto ya que lo confundía al igual que lo hiciera con el castaño.
También Yami y Yugi habían descubierto que Kaiba había liberado a sus dragones para poder salvar a Joey, así que cada vez que podían ir a la mansión liberaban a sus monstruos para que disfrutaran de la libertad.
Después de esa tranquilidad fueron llamados todos, para realizar las siguientes ordenes, que bien eran confusas, pero se debían acatar.
Justo al llegar entraron directamente a la sala donde fueron designados sus protegidos, al llegar el Señor, les pregunto como se llevaban con sus protegidos, algunos contestaron que bien otros, que no se podían ver, así que les dijo que tenían un mes para elegir dos opciones; también les pregunto por Milt y Shenti algunos respondieron que eran extraños, mientras que Kay, Kyo, AKira y Ran no contestaron, por lo que el supremo les pidió que se quedaran y los demás, para hablar
*Bien a mi pregunta sobre Milt y Shenti que responden*
*Milt es igual de agradable que Ran*responde Kyo*Es u gran amigo*
Ante aquellas palabras los demás ángeles asienten
*Es muy bueno, se ha adaptado a la mansión sin ningún problemas*
*¿Y Shenti?*
*El es un ángel misteriosos*exclama Kay*habla como si nos conociera de años y luego como si no lo hiciera, no sabemos como es físicamente, pero su aura es extraña*
Así como las palabras de Kyo, los otros asienten, menos Akira
*¿Y tu Akira? ¿Que piensas de Shenti? quiero saber ¿Cuál es su respuesta? ¿Akira?*
* Es un gran ángel, un gran amigo, al principio si me causaba un gran desconcierto, pero ahora ya no*
* Y lo que me acabas de decir ¿Quién lo dijo? ¿Tu corazón o tu mente?*
* Mi mente*dice con seguridad
* ¿Y tu corazón? ¿Esta de acuerdo?*
*Bueno el… esta de acuerdo*dice inseguro
*Tengo que ver a Milt y a Shenti*
Dijo para salir e ir a un área donde estaban los dos jóvenes dichos
*Señor ¿Por qué le ha hecho eso?*
*¿Por qué tú pregunta? Shin*
*Bueno es que no cree que es mucha presión para Akira, se acaba de alivi* puso sus manos en su boca, con miedo
*Eso ya lo se Shin, yo provoque lo que les sucedió para que Seto te descubriera, era lo mejor para ese momento*
*Comprendo*
*Ahora le diré lo que ha ellos*
Pasaron treinta minutos y el señor entro a ver a los demás, donde Akira seguía con la mirada baja
*¿Y bien? Akira ¿tu corazón esta de acuerdo?*
*N…no…mi corazón…* murmura para bajar la cabeza* mi corazón, me dice que es Shin, no, no me dice me grita, que es Shin que esta conmigo y nuestra hija, que me ha perdonado, por no haberme dado cuente de que lo amaba, mi corazón me grita que es mi amado Shin, que ese ser es Shin*
Llora amargamente mientras se cubría el rostro y cae de rodillas, mientras que los ángeles que se habían quedado lo miraban con infinita ternura, ya que su propio corazón les decía que ese tal Shenti era Shin.
Mientras en la otra sala Shin escuchaba, le partía el corazón ver así a Akira, así que sin pedir permiso entro ante los ojos atónitos de los demás y abrazo a Akira, quien al sentir la calidez lo único que hizo fue aferrarse a ese calor, que varias veces lo consoló
*Shhh… ya tranquilo amor* dijo mientras lo abrazaba* no llores, me parte verte así*
*S…Shin*murmuro mientras alzaba el rostro y lo miraba* eres tu, en verdad eres tu*decía mientras tocaba su rostro y así cerciorarse de que no era un sueño* en verdad estas vivo, dime qué no es un sueño, dime que no te iras
*No ya no me iré de tu lado, me quedare contigo, hasta el final de mis días o para toda la eternidad, eso tu lo eliges*
*Quédate conmigo toda la eternidad*dice mientras oculta su rostro en el pecho de Shin* a mi lado y al lado de*
*Akeshi, lo haré no te preocupes*
Akira había estado muy mal desde la supuesta muerte de Shin hasta el parto que había sido difícil y la pregunta del señor para el le había roto la poca fortaleza que aun tenia y que demostraba enfrente de la familia Kaiba, desapareció y al notarlo Shin apretó su abrazo para evitar que cayera, el señor solo sonrió y les dijo que se retiraran y que tenían un mes para decidir.
Así se fueron y cuando llegaron a la mansión Joey se sorprendió al ver a Shin cargando a Akira, Seto abrazo a su cachorro susurrándole que todo estaba bien, después de la primera impresión observaron a Shin subir con Akira en brazos, dejando a los humanos sorprendidos.
Después de dejar a Akira en su habitación, los ángeles cuentan lo sucedido en la sala y Seto explica como el ya sabia de dicho situación
--Así que desde ese tiempo lo sabes—exclama molesto Joey
--Si, cachorro—responde Seto y abraza a su amante-- perdóname por no decirlo, pero debíamos esperar a que la orden se levantara
-- No te preocupes- dijo dándole un beso- y ¿Qué le paso a Akira?—pregunta mirando a Shin quien tiene una sonrisa
*No lo se, ojala este bien*responde Shin
*Lo esta, el no se había podido recuperar de lo que ha pasado, es todo…*son las palabras de Ran
Akira no despertó, pero Shin se quedo con el toda la noche hasta quedarse dormido la mañana siguiente en que Akira despertó, por primera vez en meses se sintió relajado tranquilo, como si la culpa de lo sucedido en el pasado desapareciera, así abrió los ojos y descubrió que alguien lo abrazaba, por la cintura, al alzar la vista se encontró con el dueño de su corazón
*Shin*
*Buenos días amor*
*Shin* dijo y se abrazo a el para llorar* creí que había sido un sueño, un hermoso sueño*
*No amor, no fue un sueño*
*Perdóname, por favor*
*¿Por qué?*
*Por creer que amaba a Joey cuando era a ti a quien amaba y no a el*
* No tiene por que pedir perdón, ya todo paso*
*dime que me perdonas, por favor*
*Akira te amo y te puedo perdonar todo, así estuvieras con Joey o conmigo eso nada ni nadie lo va a cambiar*
*Gracias* murmuro para sentir una presión en su labios Shin lo estaba besando, era la segunda vez que lo hacia pero esta vez Akira estaba despierto*te amo Shin*
*Yo también te amo Akira*
*Shin ¿Cómo sabes el nombre de nuestra hija?*
* Por que yo era Shenti, tenia que estar bajo ese nombre y la capucha por ordenes*
*Ahora entiendo todo*
En ese instante Akeshi llora y Shin se acerca a tomar a la pequeña y llevarla donde Akira para que la consolara, se sentó tras el y miro a sus dos tesoros. La puerta se abre dejando pasar a Joey con Joset.
--Veo que ya despertaron—exclama con una sonrisa
*Si, buenos días Joey ¿y Seto?*
--Se ha ido a la empresa, me dijo que no quería molestarte
*Lo iré a alcanzar, regreso con el, Joey te encargo a Akira y a mi hija*
--Con gusto
Así Shin se fue donde su protegido, la vida se tornaría normal, ahora solo faltaba tomar aquella decisión tan importante, que cambiaria la vida de todos.