SHUICHI.
Heme aquí atónito al escucharle decir que se quedara conmigo, hablándome tan cerca con su voz engarbada, por eso estoy nervioso y en un instante me olvide casi de respirar, ¿es cierto?, se que es tonto preguntarme algo así pero aun no me creo estar parado en este lugar a solas con el, envolviéndome con su aroma e hipnotizándome con sus ojos dorados tan duros y dulces a la vez.
-¿estas seguro de querer firmar tu contrato con el diablo?
Me tiene tomado de la cintura con su pequeña sonrisa de lado.
-Yuki...
Confieso que me desconcierta, en momentos tiene la capacidad de llevarme al cielo con su palabras y en instantes después trata de convencerme que será malo conmigo, que sufriré... es algo que no entiendo y porque su pesimismo, eso... no me importa, yo le demostrare que esta equivocado, pues esto que siento en mi interior no puede ser de uno, simplemente no me lo creo.
YUKI.
El viento corrió frío entre nosotros, moviendo sus cabellos rosados haciéndole brillar al darles esa luz artificial y entre tanto estaba esperándole saliera de ese shock para mandarme una mirada recriminatoria de su parte y su partida sin artes de negociación.
Espere...
Los segundos corrían sigilosos de tal suerte que no pude percatarme del tiempo transcurrido.
No quise forzarle y por ello seguía parado frente a el esperando representara su dulce partida pues ¿quien en su sano juicio aceptaría algo semejante?
- esta noche...
Le vi abrir la boca pronunciando mi nombre después de aquel beso furtivo.
-¡es genial Yuki!- y en ese instante sin siquiera esperarlo se abalanzo a mi abrazándome efusivamente a tal grado de provocar el caernos juntos si no fuese gracias a mi equilibrio.
-¡cuidado mocoso nos caeremos!.
-lo siento-se disculpo rápidamente -pero estoy feliz pues estarás todo un día conmigo y al final terminaras por aceptar que en verdad me amas.
No tuve mas remedio que llevarme la mano a la cabellera, ¿escuche bien?, esta emocionado porque pasaremos unas horas juntos aun cuando le he advertido su futuro y para colmo recibo su respuesta de antología, de tal suerte que me ha sacado una sonrisa.
-Eres todo un caso, ¿lo sabias?- le dije sonriendo y alborotándole la cabellera- sigamos caminando.
Entrelace mi mano con la suya tan cálida esto me dio tiempo de meditar las cosas un rato, en esos instante había escuchando su ingenuidad en todo su esplendor, no tenia que ofrecerle palabras, mentiras absurdas, no, solo a mi alma podrida que agradece su ingenuidad, y le mira complacida muriendo por la miel de sus labios mientras profana su cuerpo, eso soy; por hoy y siempre lo he sido.
-vamos a esa banca.
Me señalaba un asiento completamente iluminado junto a una lámpara con esa desbordante luz artificial, sentí su ojos estudiarme hasta que al fin se animo a preguntar-eto... ¿que pensabas hacer en tu cumpleaños Yuki?
Me tome la pregunta con calma mientras abría la cajetilla y tomaba un cigarrillo pensando que responder y en realidad a ciencia cierta no tenia la mas remota idea de en que iba a parar esa noche y mucho menos aun si festejaría o no mi cumpleaños.
-nada en lo absoluto, es solo un día mas.
-¡pero es tu cumpleaños!, es una fecha importante deberías de festejarlo y ya que estarás conmigo todo este día veremos la forma de hacerlo - me dijo sentado en mis piernas y en realidad no se como llego a estar en esa pose, confieso que ese chiquillo me tiene hipnotizado con sus movimiento.
Di 2 caladas profundas a mi cigarrillo y después voltee un poco el rostro solo para sacar una gran bocanada sin perjudicarle.
-Entonces, ¿a donde iremos mañana?-le pregunte pues mi curiosidad era atroz aparte del hecho que le note demasiado nervioso para esos instantes y quería entretenerle en algo.
-eto… es que ...
-Lo que quieres es una cita romántica, ¿o me equivoco? -le dije estudiándole tal vez el no quería tomar tan rápido las cosas o no sabia como pedirlo, en lo personal no es lo idóneo para mi pero le he dicho que haríamos esto a su modo, al modo romántico que sus ojos me piden a gritos desesperados.
-es que aun no se que hacer en la velada.-me confeso con todo avergonzado.
-vamos a ese lugar- le señale en línea recta donde se encontraban algunas maquinas entre cafés y refrescos halle una llena de peluches, y en verdad espera recordar cual era el truco para sacar uno de esos, primero fije mi objetivo un pequeño conejillo color blanco nieve solo, sin que nada lo comprimiera no hubo mas que mover el brazo mecánico hasta para después lo mas pronto posible llegar a la salida, acto seguido los focos se encendieron declarando mi victoria.
-Guárdalo- le dije al entregarle el pequeño premio, este a su vez lo tomo deslizando sus dedos por la comisura de su pequeña espalda.
-es muy suave.
-yo conozco algo que es aun mas suave- dicha mi declaración le bese insaciablemente y es que algo tiene esos labios que me parece nunca será suficiente, lo confieso no es un buen besador pero tendremos toda la noche para poder practicar.
Aun sintiendo su aliento me confeso su pensamiento.
-Me gustaría que lloviera en este instante.
-¿llover?- es algo absurdo.
-es que siempre soñé caminar con la persona que amo en medio de la lluvia, sin importarnos nada mas.
En ocasiones me pregunto si en verdad me encontré un alma pura o será simplemente una buena actuación como tantas otras veces ha sucedido, y creo que todo esta contribuyéndole la noche, el entorno, sus facciones, por ahora esta fascinado con el orejón jalando y acomodándole el atributo mas grande que tiene.
-Ahora parece que ya estas listo para saltar ¿verdad?... Yuki ¿me enseñas a sacar uno así?
-Es un secreto de el gran "Yuki Eiri" -le dije socarronamente y obtuve su cara de puchero.
-¡anda Yuki!
-Necesitaras mas de un tiro para aprender y mucha paciencia.
-no me importa.
Me alce de hombros y comenzamos el arduo arte de sacar premios, primero me tome la parte superior de la maquina y la moví un poco con el fin que no estuvieran tan apretados esos muñecos pues ese es uno de los trucos de los empleados los oprimen tanto que es casi imposible llegar a sacar uno de ellos.
Al paso de un rato ya se movían con facilidad le tendí la mano en señal de quererle en ese punto lo coloque justo frente al mando -toma la palanca- y comencé a susurrarle en el oído sintiéndole como se retorcía un poco gracias a la cosquilla que siempre se llega a sentir en esos casos, me pare justo detrás suyo rodeando con mis dedos su mano en la palanca- siente su flexibilidad- le movía de un lado a otro y en círculos- un punto clave es que pienses que eres ese brazo mecánico e iras a donde lo desees, y podrás tomar el premio que desees si recuerdas eso la victoria es casi segura.
-Si- me dijo convencido, colocamos un par de monedas, le vi moverse hacia otro conejo muy parecido si no es que igual al que le regale pero solo lo roso un poco.
-tranquilo recuerda que te dije que es con paciencia- pasaron 3 turnos mas en los que rosaba su objetivo inclusive lo llego a tomar pero el tiempo no le alcanzo y el brazo lo soltó irremediablemente.
-En el final necesitas ser mas rápido- al cabo de un rato de búsqueda para mas monedas le vi intentarlo nuevamente solo que esta vez decidí ayudarle un poco al ver que ya había tomado el premio tome su mano que tenia la palanca y lo jale lo mas rápido posible a la salida, la maquina encendió sus focos rojos indicando nuevamente la victoria, sus brazos se movieron hacia arriba y feliz tomo su premio.
-Yuki toma- me lo ofreció, colocándolo en mi mano derecha- ahora eres el responsable de rabito cuídalo mucho.
-¿rabito?- no pude evitar sentirme como mocoso de secundaria con a escena, el me da un regalo y hasta con nombre asignado, esto en definitiva era de antología.
-¿no te gusta el nombre? me pregunto con aire de tristeza.
-creo que le quedaría mas algo como "orejón" pues de lo otro no cuenta con casi nada- le dije juzgando al pobre conejo - aunque supongo estará bien para el.
-consérvalo será un recuerdo de esta noche.
-claro- no se si recordare algún día esta noche, con el paso del tiempo tal vez le auguro un futuro igual al que han tenido muchas mujeres , un furtivo adiós y la nada después -debemos caminar de regreso.
Entre tanto el comenzó a hablar sobre su trabajo mencionaba cosas como que en ocasiones terminaba muy cansado de los ensayos aparte claro esta de las rutunas de ejercicio, son cosas que tal vez me llegue a suponer pero aun me parece un buen mentiroso, lo veía muy feliz casi saltando al tararear una canción hasta que algo le detuvo por completo mirando un punto fijo a tal grado de soltarme, sus pasos le llevaron a una esquina y saco de entre unas plantas un pequeño pato todo tembloroso no se si por el frio o el miedo.
-pobrecillo esta perdido.
-Shuichi es un pato y muy seguramente estaba dormido, deberías dejarlo donde estaba.
-no lo creo Yuki, debería estar en la laguna con todos los demás, en la entrada estaba un enorme pato junto con 2 pequeños pues este debe ser otro que esta perdido.
-no me voy a poner a averiguar el parentesco de un pato. – me dije entrelazando mis brazos.
-solo lo dejare en la laguna ¡vamos patito!.
Y ahí vamos a devolver a un pato perdido supuestamente, ahora solo espero no encontrarnos a otro animal como un perro capaz que me toca adoptarlo , el punto es que llegamos a la laguna y en efecto estaba el enorme pato blanco con sus 2 crías y me tocaba ver como este mocoso devolvería al otro a su “supuesta madre” lo mas cercano para llegar era un tramo de tierra con una pinta bastante seca, con todo cuidado lo deposito en el aguay el animal nado hasta donde estaban los demás.
-Ten cuidado- le advertí y es de esas ocasiones en la cual se tiene un mal presentimiento.
-listo ya esa con su familia- justo dijo triunfante eso cuando aquel montón se cayo al agua con todo y mocoso.
-¡te lo dije! – Ahora me tocaba ayudarle a salir, le tendí la mano y comenzó a salir con mi apoyo, me quite la gabardina que me cubría para colocársela- vamos al auto- le ordene, me supongo el frío que le recorrería en esos momentos, ya con el auto en marcha encendí la calefacción.
-¿Por qué hiciste algo tan tonto? –esa era la pregunta obligada y es que no lograba entenderle, ¿tanto amor hacia un animalillo?, es extraño esto en definitiva.
-eto … es que – el estaba hecho ovillo hasta que abrió la guantera y saco su móvil acto seguido lo vi buscando algo con insistencia- es que me sentí mal al ver a ese patito solito entre las hiervas, el debe estar al lado de su madre- un poco después me toco con su manita dándome el móvil.
-mira esto.
Di un vistazo rápido estaba el pegado a la mejilla de una mujer que parecía dormir su cabello castaño destacaba aparte de las hermosas facciones muy parecidas a las suyas.
-ella es mi mamá – me dijo sonriendo un poco.
-tal vez debiste esperar a que despertara.
-Entonces no tendría esta foto, veras ella esta internada en el hospital central de Tokio, cayo en coma hace algún tiempo primero papá corría con los gastos pero… el hospital entre otras cosas es algo costoso, en ese momento yo me prometí que pagaría ese hospital, tuve que tomar muchas decisiones hasta que me convertí en cantante, ahora tengo el dinero pero casi no puedo verla- lo vi alzarse de hombros- esa es la desventaja, y bueno yo … no quiero perderla, ¿entiendes ahora?.
Su animo decayó al suelo, el había cometido una completa tontería pero lo hacia sin pensar por sus miedos, este chiquillo esta lleno de cosas que pensé extinguidas.
-¿y tu mamá Yuki?
-murió hace años- le conteste despacio apretando el volante con mis manos, era un punto que evadía normalmente.
-lo siento.
-lo sé, pero la disfrute cuando la tuve y a ti te sucederá lo mismo, entonces sonríele cuando la veas, no creo que le agrade tener a un mocoso llorón a su lado.
Su semblante cambio para bien.
-se termino el paseo, ¿te llevo a casa?
-no lo creo, mi casa esta en Sapporo, mejor llévame al hotel donde me hospedo sigue sobre la gran avenida hasta el centro después da vuelta a la derecha.
Y para no hacer el cuento largo en 15 minutos estábamos en el hotel, el mas lujoso de la zona por cierto.
Pasamos la entrada hasta llegar a recepción, yo iba a hablar pero el se me adelanto.
-hola Miduru-san ¿me das mi llave?
-¡Señor Shindou que le ha pasado!
-oh, nada solo me caí, ¿tengo recados?
-el Sr K lo esta buscando como loco, ¿desea que le llame?
-no te preocupes yo me arreglo con el – le sonrió un par de veces la chica hasta que encontró la llave y se la brindo.
-aquí tiene Señor Shindou, -me dirigió la mirada
tomándome atención- disculpe ¿desea una habitación?
-ammm… Miduru, el se quedara conmigo –cambio a el tono nervioso que ahora sabia no era fingido- si bueno el…
Me gustaba su nerviosismo, ahora sabia que tan inexperto era pues en esos lugares solo se pide una habitación sin dar más explicaciones.
-Debemos irnos antes de que pesques un resfriado- le dije para sacarle del apuro, la chica solo los miraba abriendo los ojos de par en par siguiéndonos hasta perdernos en el asesor.
Llegamos hasta el ultimo piso y entramos a la suite presidencial, con esto se confirmaba que no miente
del todo, cuando entramos el se quito la gabardina y mientras corría al baño me decía.
-Yuki iré a la tina tu puedes hacer lo que desees nos vemos en un rato.
No tarde en encontrar la recamara principal en el fondo una enorme cama y justo al frente una televisión, en esa área una sala color blanco en ella se encontraba a un lado artículos para hacer ejercicio, aunadado a los video juegos, y un par de prendas en el sillón.
-lo típico de su edad- dije sin siquiera pensar y así fue como me anime a encender el televisor.
SHUICHI.
Corrí tan rápido como pude a el baño y es que ...¡tengo miedo!, no se como o que se deba hacer, bueno lo primero es entrar en la tina porque juro que me congelo.
Pase varios minutos discerniendo que hacer hasta que me arte y tuve la necesidad de marcarle a la persona que me metió en esto... mi mejor amigo.
Pasaron 4 tonos hasta que contesto con voz sueño lienta.
INICIO DE LA LLAMADA TELEFONICA.
-¿donde te metiste Shuichi?, K salió a buscarte después de tu huida furtiva.
-¿tu le dijiste donde estaba?
-no, pero Fujisaki no aguanto el interrogatorio, tu sabes aun no sabe que hacer con la magnum en su sien.
-me lo suponía, no te preocupes ya estoy en el hotel, seguí tu consejo y ahora no se que hacer.
-explícate.
-pues fui al bar que tu me aconsejaste, me senté en la barra, pedí una cerveza que por cierto es la cosa mas amarga que he probado, muchas personas me invitaron a bailar, bebidas entre otras cosas pero hice lo que dijiste de "ir con quien me gustara", y ... todo el es perfecto.
-entonces no entiendo el problema.
-esta aquí en la habitación conmigo, ¡no se que hacer Hiro!
-wow... bueno tu si te fuiste a las ligas mayores, yo te dije que platicaran, se conocieran, no sé ... algo así pero no que lo metieras en tu cuarto.
-entonces ¿que me puedes decir?
-jeje, pues amigo lo único que te puedo decir es que no dormirás esta noche, te veo mañana y recuerda "pórtate mal y cuídate bien"
-¡Hey eso que significa!
-tu solo lo descubrirás, bye Shu...
CLICK
FIN DE LA LLAMADA TELEFONICA.
-¡puta madre!, con estos amigos para que quiero enemigos.
Y ahí estaba yo, sentado en el suelo del baño y con un mar de dudas.
YUKI.
Son casi 3 y media de la madrugada y el mocoso no sale, en verdad que no se si se fue por la tina o que le sucedería, en realidad no pienso averiguarlo estoy lo suficiente cansado como para hacerlo por ello tuve la necesidad de acostarme ya que mi "dulce noche de cumpleaños" se ha ido, no me queda otro remedio que dormir.
-"sorpresas te da la vida"... si como no.
CONTINUARA...