Furioso con su hijo el Rey Vegeta golpeó su pie en el suelo debajo de la mesa de banquetes en agitación. Él le había dicho al muchacho muchas veces para llegar puntualmente a la ceremonia de engendradores y que era importante para él revisar la posibilidad de que uno podría llamar su atención. Sin embargo optó por desafiar las órdenes de su pobre viejo padre y no molestarse incluso a aparecer en absoluto. Él iba a tener una larga conversación con el Príncipe para aclarar su cabeza de cualquier locura que puede estar pensando.
Mientras tanto, detrás de las cortinas estaban por lo menos cuarenta engendradores siendo vestidos y alineados para la demostración. Mientras que algunos de ellos permanecian en Vegeta-sei y emparejados con Saiyans el resto de ellos simplemente seria vendido. Los más jóvenes y vírgenes engendradores pegados en una masa acurrucados tratando de protegerse los unos a otros. Kakarotto fue uno de los acurrucados en un rincón tan lejos de los otros y el recolector como sea posible. Aunque parecía que los engendradores más viejos eran los que estaban siendo intimidados por primera vez como probablemente eran los que quedarian en el planeta y encontraran parejas.
Kakarotto vio con horror como se vieron obligados a avancar unos pasos y en al escenario para la primera parte de la subasta. Trató de mantenerse integrada en la fila uno tras otro como los engendradores mayores eran elegidos ya sea por élites o vendidos como esclavos a otra persona. Parecía que en poco tiempo el primer grupo de engendradores se habia desvanecido. Ellos salieron del escenario y se podía leer todas sus emociones. Algunos de ellos estaban asustados, enojados, aliviados, o simplemente desanimados . Los engendradores vendidos eran encadenados y llevados a sus amos, mientras que el resto se les dijo que esperaran en otra habitación para ser reclamados. Algunos tuvieron que ser arrastrados pataleando y gritando que preferirían morir antes que ser vendidos. Kakarotto sintio su corazon acelerarse en el miedo como él y los demás vieron esto.
"¡Siguiente!" Resonó una voz que hizo a todos ellos saltar.
Las manos comenzaron a llegar y arrebatar a los engendradores vírgenes y los obligaron a alinearse. Kakarotto fue arrojado a la mitad del camino de la línea en el medio y él no podía dejar de temblar de miedo a lo desconocido. Cerrando los ojos, respiró hondo varias veces para mantener el equilibrio lo suficiente para mostrarse tranquilo. Parecía que iba demasiado rápido antes de que sus pies desnudos tocaran el paso inferior de la etapa. Tenía más de tres pasos antes de que su destino ya no estubiera en sus propias manos.
En un rincón oscuro una figura estaba sentada en una silla mirando a todos los Saiyans virgenes, sin ningún interés. Esto no era lo que había planeado para la noche, pero ya que estaba en el planeta de todos modos penso que también podría asistir a la ceremonia. Suspirando y bebiendo de la copa de vino que de nuevo alzó la vista hacia el escenario una vez más y se congeló. Entre un rubio y un pelirrojo estaba una belleza. Salvajes picos negros, cara pálida, piel suave, piernas largas y bien torneadas, perfectas en todos los sentidos. Este era un hombre que podría desear como premio. Llegó hasta el dispositivo de control y puso una oferta por el Saiyan.
El precio volvió a subir a 1,5 millones de zenni ya y un total de 38 votos ya se establecieron. Mirando golpeó de nuevo el botón y envió el dinero hasta 2,4 millones. Todos los otros postores parecían retractarse de la oferta y luego la pantalla de color verde brilló diciéndole que se vendió. Sonriendo establecio su vaso sobre la mesa más cercana y se dirigió a la persona a su derecha.
"Zarbon, vaya a traer mi propiedad en este mismo instante", dijo ligeramente en voz alta .
"De inmediato, Señor Freezer", dijo Zarbon inclinándose y saliendo de la habitación a través de una entrada secreta.
El príncipe había aparecido finalmente a la ceremonia poco antes de que los virgenes subieran al escenario. Miró hacia ellos mirando a cada uno, pero en realidad no veia a ninguno de ellos. Después, cuando empezó a aburrirse notó la belleza que le quitó el aliento de nuevo. Sólo que esta vez se dio cuenta de que él mantenía la cabeza gacha y su hermoso rostro vacío. El príncipe se sorprendió por la tristeza en sus ojos oscuros. Él lo miró fijamente durante mucho tiempo que se olvidó de los otros que estaban allí hasta que se presentaron fuera del escenario. Demasiado tarde estaba para establecer cualquier reclamo en el engendrador y él casi se pateó por el error.
"¿Has tenido un buen vistazo a todos ellos, hijo?", Preguntó el rey con voz ronca de la ira oculta.
"Sí", mintió el Príncipe.
"¿Alguno de ellos es de tu gusto?"
El príncipe vaciló un momento antes de contestar a su padre "Bueno uno de ellos lo hizo, pero parecía demasiado débil para ser de cualquier uso como pareja para mí."
"Hmm. . . bien, no podemos tener malos genes en el grupo Real ahora, ¿no? ", preguntó el rey, pero no esperaba una respuesta.
Vegeta se sentía un poco culpable de que le mintió a su padre sobre el engendrador que le había echado el ojo. Él sabía a ciencia cierta que Kakarotto no era fuerte físicamente, pero que era poderoso emocional y mentalmente. Él era el compañero perfecto para el príncipe, pero perdió su oportunidad de reclamarlo así que se limitó a pasar de eso. Suspirando para sí mismo, se levantó de su silla y salio de la habitación para no aquedarse a escuchar más mentiras de los consules. Su padre era lo que lo hizo regresar por un breve momento.
El rey sacó a su hijo a su nivel para que pudiera susurrarle al oído y no llamar la atención, al mismo tiempo. Todavía estaba furioso por lo que su hijo hizo y no iba a dejar que el muchacho quedara impune otra vez.
"Cuando termine aquí quiero verte en mi oficina de inmediato. He tenido suficiente de ti y quiero saber qué diablos está pasando por tu cabeza. Ahora vete antes de que cambie de opinión acerca de no castigarte ahora ", dijo en una voz caliente y libero a su hijo.
El príncipe se encogió de hombros en la amenaza de su padre y salió de la sala con la cabeza bien alta. Aunque el miedo fue ligeramente persistente en la parte posterior de su mente sabiendo que al reunirse con su padre de nuevo no le gustaría. Este no sería el primer castigo que sufría a manos de su propio padre y que estaba seguro de que no sería el último.
Aparte del temor en la parte posterior de su mente tenía un pensamiento persistente de preguntándole por qué no reclamó la belleza antes de que fuera tomada por otra persona. Era evidente que lo deseaba, pero él no estaba realmente tan interesado en una pareja. Es probable que tomara al engendrador un par de veces sólo para conseguir embarazarlo y luego lo dejara a los sirvientes para hacerse cargo. No quería estar atado al igual que le decía a su padre. Él no quiere sufrir el dolor que veía a su padre paso cuando su pareja fue asesinada.
Kakarotto se aferró a un engendrador joven mientras esperaban a sus amos a venir a buscarlos y llevarlos. Todavía estaban pensando en qué pasó a ese engendrador mayor mientras era arrastrado fuera de la zona a su nuevo amo. Kakarotto mantenia las palabras para él mismo. Antes morir que ser un esclavo era algo que él mismo diría. Él nació libre y de repente ser arrojado a la esclavitud no era algo que él quería.
Todo el mundo se puso tenso cuando un alienígena verde azulado de piel con el pelo verde entró en la habitación mirando a los engendradores. Era hermoso a su manera, pero tenia de malicia y superioridad por todos los poros. Kakarotto decidió de inmediato que no le gustaba sólo por ese hecho. Por eso, cuando se volvió para mirarlo y al engendrador mas joven el pelo en la parte trasera de su cuello se puso de pie y un gruñido amenazó con escapar de su garganta. El alienígena llegó para agarrar al joven Saiyan y el gruñido que él había tratado de mantener de nuevo escapó de su garganta en un agudo chillido de advertencia. Agarro al niño cerca de él y lo empujó detrás de él mostrando los dientes.
Zarbon se sorprendió por el proteccionismo del engendrador que detuvo su mano por un momento parpadeando. Esta era una figura materna protegiendo al joven Saiyan de él. Él extendió la mano otra vez para arrebatar al Saiyan lejos de la mascota de Freezer, pero sólo logró que lo mordiera. Vio la cola oscura del Saiyan de atrás para adelante empeorando. Suspiró y se preguntó cómo iba a sacar al Saiyan lejos del otro el tiempo suficiente para llevarlos.
"¡Tú! Guardia, necesito tu ayuda para llevarmos a estos dos Saiyans ", espetó Zarbon al guardia contra la pared mirando con diversión.
Él rompió lejos de la pared con un gruñido y ayudó al alienígena arrebatando a los dos engendradores lejos. Envolvió su cola castaña alrededor del muslo de Kakarotto sosteniendolo tan cerca de él como pudo. Pronto estaría en celo por el tacto y el olor de él y lo llevó a donde necesitaba para conseguir al engendrador donde tiene que ir.
"¿Dónde los quieres?", Dijo la Guardia o menos.
"Llevalos a la estación grande en la bahía de acoplamiento 13325 y dejalos encerrados en habitaciones separadas", dijo Zarbon olfateando al pelirojo pequeño .
El guardia asintió y se llevó a Kakarotto todo el camino hasta la nave mientras Zarbon siguió muy de cerca con el otro. Los dejaron a los dos Saiyan en sus propias habitaciones y cerraron las puertas. Entonces salieron de la nave haciendo caso omiso de los golpes frenéticos en una de las puertas. Gritos pronto siguieron los golpes, pero después de un tiempo que todo se acabo.
"¿Cuál es tu nombre?", Preguntó Kakarotto través de una abertura que conectaba las habitaciones.
"Serphent", respondió la voz tímida.
"Mi nombre es, Kakarotto. Mira no te preocupes yo sé que tienes miedo, pero podría ser mucho peor. No tenemos idea de lo que estos alienígenas son, pero siempre es mejor ver el lado bueno de las cosas, al menos hasta que sepamos lo que nos enfrentaremos ".
"Las cosas no pueden empeorar más que ser vendido", se quejó el muchacho.
"Puedes confiar en mí, he visto las cosas ponerse mucho peor", dijo Kakarotto recordando lo que pasó a su padre.
El otro chico permaneció en silencio, pero Kakarotto sabía que él estaba despierto y escuchandolo . Podía oír sus gemidos y lloriqueos de vez en cuando, mientras trataba de ser fuerte. Kakarotto admiraba su intento, pero no estaba seguro de lo que iba a pasar a ellos también. Nunca lo habría dicho al otro chico, pero él estaba asustado. Miedo a la incertidumbre de su suerte en esta nave y en el cuidado de un completo desconocido. Sólo podía esperar que se encontrara en el cuidado de una buena persona que se los tratará amablemente. De alguna manera sabía que esto no ocurriría.
"K-Kakarotto?", Preguntó el muchacho después de un poco.
"¿Sí?", Respondió Kakarotto sentado un poco más erguido.
"Me parecio oír alguien viniendo por el pasillo. ¿Crees que es ese tipo de pelo verde de nuevo? "
"No sé, pero ahora lo escucho también", confirmó Kakarotto de pie sobre sus pies y cayendo en una postura defensiva.
Su hermano le había enseñado cómo luchar cuando era más joven. Su padre había insistido en ello, ya que ambos sabían que él era mas débil que cualquier Saiyan. También aumentaron sus lecciones cuando se enteraron de que era un engendrador. Saiyans eran una raza muy violenta, cuando querían una pareja los dominantes por lo general se simplemente los tomaban sin pensarlo . Bardock no quería que le sucediera eso a su hijo menor y por lo tanto lo entrenó para defenderse. Así que podría ser capaz de defenderse si la persona del otro lado era algun peligro.
"Abre la puerta, Zarbon," dijo una voz fría alta a otro al otro lado de la puerta.
Kakarotto se dejó caer lo mejor que pudo en su defensa cayendo sobre su trasero. La puerta se abrió y como en un mal sueño se abrió lentamente revelando el horror en el otro lado. Solamente que Kakarotto no era una mujer asustada encogida en un rincón sin un lugar donde correr del monstruo. Él era un orgulloso Saiyajin que no se detendria sin una lucha derribando el mayor número de ellos que pudiera. Sin embargo una vez que la puerta se abrió el resto rápidamente cambió de opinión acerca de atacar y pasó a un estado defensivo.
Su lado animal se deslizó a través como él se agachó hasta el suelo con los ojos brillantes de advertencia. Varios alienígenas entraron en la habitación, estaban todos con el mismo uniforme que consiste en spandex azul y botas y guantes blancos. Algunos de ellos llevaban cascos, pero todos llevaban armas grandes y scouter en sus rostros. Fueron seguidos de cerca por un rosado de armadura al igual que la de su padre sólo de un color diferente. Esto trajo un gruñido profundo enfadado de la garganta del asustado Saiyan. Una risa fría levantó los cabellos de su cuello y trajo otro rugido más fuerte de él.
"Salir de la habitación grupo de idiotas, lo estan asustando", dijo la voz de antes.
Los hombres salieron de la habitación, pero el extraterrestre quedó en el interior como una silla flotante hizo el camino al interior de la habitación. Kakarotto gruño ahogado y luego dejo de hacerlo como sus ojos se abrieron un poco de miedo en la sorpresa y volviendo otra vez en temor. Estuvo a punto de caer fuera de su posición defensiva, casi. La silla se detuvo en medio de la habitación y la criatura sentada en el se quedó mirando al Saiyan con una especie de satisfacción.
"Soy conocido como Señor Freezer, pero tu me llamaras Maestro, ¿entendido?", Dijo sonriendo ligeramente.
"Sí, maestro", dijo Kakarotto de mala gana.
"Muy bien, tenemos un entendimiento ya. Dodoria limpialo y alimentalo. No toleraré un esclavo muerto de hambre o sucio ", dijo dirigiéndose al alienígena rosa en la habitación.
Dodoria se inclinó, pero estaba escrito claramente en su cara que no le gustaba recibir la orden de limpiar o alimentar a un simple esclavo sexual. Pero una vez que miró por encima de Kakarotto él rápidamente cambió de opinión. La criatura no se veia mal y fácil en los ojos. Freezer parecía saber lo que estaba pensando y le lanzó una mirada de muerte.
"Estás para lavarlo, él sólo es mío", gruñó Freezer demostrando que no había lugar para discutir.
"Sí, mi Señor", murmuró el alienígena de color rosa haciendo una profunda reverencia.
"Bueno yo lo tendre en mi habitacion mañana a primera hora. Hay algunas reglas que tenemos que ir más antes de que se instala a vivir conmigo. "
Kakarotto vio como salió de la habitación con sus guardias dejándolo a solas con el alienígena de color rosa. Dodoria también vio a Freezer irse, pero le vio por una razón diferente. Una vez que estaba seguro de que todos ellos estaban lejos para no escucharlo se volvió hacia el Saiyan con una sonrisa.
"Tú eres un Saiyan bonito, ¿sabes?", Dijo Dodoria acechando cerca de él.
Kakarotto gruñó en señal de advertencia descendiendo aún más cerca del suelo. Dodoria se detuvo y miró al mamíferos. Sabía que los engendradores de este tipo podría convertirse en salvajes en un cercano instante a su temporada de apareamiento. Eran incluso más peligroso que los guerreros, ya que no sentía ningún dolor y utilizaban sus garras y dientes para luchar. Observó cómo la cola oscura agito atras y adelante demostrando que estaba a la defensiva. Sin embargo, si esa cola estaba acanalada en cualquier momento iba a atacar.
Dodoria se acercó a él al igual que él con una bomba de tiempo, lento y cuidadoso. No quería acabar con arañazos y marcas de mordeduras en todo su cuerpo. Los hombres se burlaban de él lo suficiente como estaba y apareciendo como un poste para arañar sólo se reirian mas. Una vez que estuvo lo suficientemente cerca del asustado Saiyan extendió la mano y le arrebató para levantarse.
Kakarotto quedó sin aliento y se quedó inmóvil por un momento breve y eso era todo lo que el alienígena necesitaba para llevarlo de la habitación a la sala de baño. Lo arrojó al agua haciendo que el Saiyan gritara de dolor mientras su cabeza se estrelló contra la pared. Las baldosas agrietadas y una corriente lenta de sangre fluía de la parte posterior de su cabeza y tiñendo de rosa el agua. Parpadeó hacia abajo en el agua y luego llegó a la parte trasera de su cabeza y encontró la herida. Lo apretó ligeramente e hizo una mueca tirando hacia atrás los dedos para ver su propia sangre.
"Maldita sea, supongo que sanara en poco tiempo. Ustedes bestias tienen increíbles habilidades curativas ", murmuró Dodoria tirando hacia abajo los jabones y artículos de baño.
"Puedo bañarme solo," gruñó Kakarotto limpiando los dedos fuera del agua.
"Que así sea. Sólo asegúrate de no perder lugares si no tendré que hacerlo yo mismo. "
Kakarotto cogió el champú y fulminó con la mirada al alienígena. Dodoria sonrió y salió de la habitación. Kakarotto suspiró y se puso de pie sacandose su ropa mojada y soltándola de nuevo en el suelo. Suspiró y se instaló en el agua tibia poco a poco viendo como la sangre arremolinaba alrededor antes de comenzar a desaparecer. Hundió la cara en sus rodillas y sollozó, esto no era lo que esperaba de su vida y estaba seguro de que estaba destinado a empeorar.