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Bloodstained Doll por carina_mew12

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo ^^

bueeno... aprovechando q ando de vacaciones, voy a hacer todo lo posible por actualizar más seguido; decidí empezar por este fic porq era para el q tenía más inspiración xDD

creo q este capi me quedó un poco más largo d lo normal, pro no creo q haya queja alguna, empezando por el lemon ¬w¬

no los entretengo más, que disfruten el capi y nos vemos abajo...

8. Lust, Sin and Betrayal part. 1

No tardó mucho en encontrarle; a unas cuantas cuadras de la casa de Zoro, estaba el chico con ese tremendo hedor a lujuria emanando de su cuerpo. Asegurándose de no ser visto, Sanji bajó a donde estaba el chico, quien permanecía con la mirada atenta hacia la dirección donde se encontraba la casa del peliverde.

Al sentir una presencia tras él, el pelirrojo quiso voltearse para confrontarlo, mas alguien le sujetó la cabeza y la estrelló contra la pared, haciendo que la sangre comenzara a resbalar por su frente.

- tks, maldito…- gruñó Kidd haciendo un vano intento por liberarse

- tienes razón, estoy maldito- respondió el rubio con sarcasmo- pero no vine a hablar de mí… sino de la razón por la que tú estás aquí. Ese chico que perseguías… ¿te gusta?- el otro se quedó en silencio- responde, ¿te gusta?

- quiero… quiero que sea mío…

-…- aquellas palabras hicieron sonreír al rubio; los humanos como él eran tan simples- ¿lo quieres? Lo tendrás… sólo si haces un trato conmigo…

- ¿qué clase de trato? ¿Quién eres tú?- hizo un nuevo intento por zafarse y ver a quien lo había sometido tan fácilmente, pero la monstruosa fuerza del otro se lo impedía

- estoy muy hambriento, ¿sabes? No he tenido la oportunidad de comer adecuadamente… un demonio como yo necesita de los pecados del hombre para sobrevivir; muchos otros les hacen caer en la codicia o envidia, pero yo prefiero la lujuria…

- ¿a qué vas con todo esto?- un ligero temblor le recorrió el cuerpo, ¿había dicho un demonio? ¡Era imposible! Aunque, con esa gran fuerza, realmente no parecía humano

- yo te lo he dicho, tengo hambre… necesito de tu lujuria- dijo Sanji como si fuera lo más normal del mundo- y a cambio, ese chico será sólo tuyo…

- de acuerdo… ¿qué debo hacer?

-…- la sangre comenzó a correr por su delgado cuerpo, formando un charco carmesí bajo los pies de ambos. Con su mano libre, Sanji tomó la mano del pelirrojo y trazó en ella un complicado dibujo con su sangre, el cual se fundió en la piel del otro, volviéndose parte de él. La sangre acumulada en el suelo comenzó a arremolinase en torno a ellos, tomando forma… la sombra del pelirrojo proyectada en el piso se tornó color sangre antes de desaparecer en la oscuridad de su predecesora- cuando estés frente a ese chico, mírale a los ojos, yo me encargaré del resto…- dijo antes de soltarlo y elevarse por los aires, desapareciendo antes de que Kidd pudiera siquiera verlo….

***************************

Tuvo tiempo suficiente para regresar y volverse a vestir. Zoro salió de la ducha poco después, encontrando al rubio atento hacia afuera. Confundido, se paró frente a la ventana, mirando en la misma dirección que el otro veía, pero no lograba ver nada. Se alzó de hombros, no importaba mucho realmente, así que se vistió y fue de regreso a la cocina; al juzgar por el tono del cielo, ya era hora de la cena. Sanji bajó poco después, sentándose frente a la mesa mientras veía al peliverde…

- no eres muy bueno para esto, ¿te lo habían dicho, marimo?- se burló el rubio al ver los movimientos toscos del peliverde al cortar la verdura

- cállate- ese demonio gustaba de hacerle enfadar; sentía su cara arder de rabia y vergüenza cada vez que le hablaba, pero aun así…- ¿quieres algo especial para cenar?

- un poco de arroz frito estaría bien- Zoro se sorprendió un poco, más al girarse se dio cuenta que no era Sanji quien le hablaba, sino Law- ¿quieres algo de ayuda?

- ummm…bien- Law entró a la cocina, y aun cuando sentía una mirada tratándole de asesinar a sus espaldas, le ayudó con la cena para luego sentarse a comer con su amigo. Le pareció un poco extraño que el rubio no comiera o al menos bebiera algo, pero le parecía más extraño aquella mirada que le dirigía… realmente parecía querer matarlo, ¿celos, quizá?

- será mejor que me vaya, es algo tarde- exclamó tras levantar su plato vacío y llevarlo al fregadero

- llámame en cuanto estés en casa- le pidió el peliverde en tono de indiferencia, pero por dentro estaba preocupado por él

- claro

- ten mucho cuidado…- esta vez fue Sanji quien habló, atrayendo la atención de los otros dos- nunca sabes qué puedes encontrarte en la oscuridad…- tras una leve sonrisa nerviosa, Law se retiró.

- ¿por qué le dijiste eso?- le reclamó el peliverde una vez que se supieron solos

- fue sólo un consejo- respondió para luego mirarle travieso, sentándose en sus piernas- ahora que no tenemos visitas, ¿podemos continuar donde nos quedamos?- dijo provocador, paseando sus manos por el pecho del moreno

- ahora no, tengo cosas que hacer- apartó al rubio suavemente y se levantó junto con su plato. Escuchó al otro gruñir molesto, mas no le hizo caso y se dedicó a lavar los trastos de la cena.

Tras terminar, subió a su cuarto junto con el rubio, quien lucía cada vez más molesto al sentirse ignorado. Zoro se sentó en su escritorio, se colocó unos audífonos y comenzó a hacer la tarea; a simple vista parecía sencilla, pero le estaba tomando más tiempo de lo debido, por eso odiaba las matemáticas. Pasaron cerca de 20 minutos cuando vio la pantalla de su celular encenderse, anunciando una llamada entrante; al verificar el identificador de llamadas, se quitó los audífonos y se apresuró a responder

- ¿Law?

- Hola. Sólo quería avisarte que ya estoy en casa, mamá- respondió sarcástico el pelinegro

- ¿este tipo no volvió a aparecer?

- no. Quizá se aburrió…

- oh, bueno. De todos modos, asegura puertas y ventanas

- claro mamá, como ordenes- aquello le fastidiaba un poco, pero se divertía al saber que el peliverde estaba preocupado- por cierto, tu novio es muy extraño, ¿dónde lo conociste?

- ¿por qué preguntas eso ahora?- dijo avergonzado, agradecía que Law no pudiera verle en esos momentos

- estoy revisando la casa y necesito charlar con alguien mientras lo hago…- se asomó por la puerta, verificando que no hubiese nada sospechoso, y la cerró- entonces, ¿de dónde sacaste un chico así?

- ah, es una larga historia. Básicamente, lo encontré debajo de un puente… oi, deja de hacer escándalo- se quejó al escuchar ruido a sus espaldas, específicamente de la cama

- ¿un puente?- el pelinegro enarcó la ceja- ¿escapó de casa o algo así? ¿qué hay de sus padres?

- no habla mucho de él, lo único que sé es su nombre- tosió un poco, tratando de disimular su nerviosismo- como sea, no se lo cuentes a los demás

- vaya, no pensé que fueras tan tímido- contuvo sus risas tanto como pudo- bueno, terminé, me voy a la cama. Nos vemos mañana en el almuerzo- tras decir eso, Law colgó.

- qué pesado- suspiró el peliverde, dejando caer todo su peso en el respaldo de la silla. Cerró los ojos, pensando en cómo explicarles lo de Sanji a sus amigos, pues estaba claro que Law no guardaría silencio; pero el constante chirrido detrás de él no le dejaba concentrarse- ¡te dije que…!- las palabras murieron en su garganta cuando se giró hacia su cama, encontrándose al rubio tendido sobre ella, auto penetrándose con sus dedos. La mente de Zoro quedó en blanco mientras sus ojos contemplaban aquel cuerpo que se retorcía sobre la cama; sus dedos iban y venían en su interior, la otra mano permanecía entre sus dientes, evitando que cualquier sonido escapase de sus labios; y su rostro… su rostro era simplemente precioso; sonrojado y perdido en el placer- ¡de… deja eso!- pidió en cuanto pudo reaccionar, con el rostro aun más rojo que el del otro

- pero…- bajó el brazo que obstruía su boca hasta su pecho, en donde comenzó a delinear sus pezones- tú no quisiste… ahhh… jugar conmigo…- regresó su mano hasta sus labios, paseando su lengua entre ellos, empapándolos con su saliva- ahh… más rápido…- sus caderas se movían impacientes, buscando mayor contacto- ahhh… más… Zo… ro…- bajó su mano hasta su pene, masturbándose al ritmo que llevaba su otra mano- Zoro… mmnnn… Zoro…-  el mencionado sintió cómo su entrepierna despertaba tras escuchar su nombre entre aquellos provocadores gemidos. Sanji sacó sus dedos de su interior y se dio la vuelta, pegando su rostro a las sábanas mientras sus rodillas se apoyaban en la cama, dejándole al peliverde una vista perfecta de su entrada- vamos Zoro…- pidió jadeante al tiempo que sus ojos se tornaban rojos- no puedo más… quiero sentirte…

************************

Después de apagar las luces y cambiarse la ropa, Law se tiró bocarriba sobre su cama, cerrando sus ojos mientras su mente divagaba en otros asuntos… no podía evitar pensar que había algo sospechoso con aquel chico rubio, algo que le inquietaba desde la primera vez que lo vio…

- ¿por qué un muñeco igual a él?- murmuraba el pelinegro para sí mismo, intentando acomodar la poca información que tenía, sin embargo, por más que intentó, nada parecía encajar apropiadamente. El cansancio terminó por vencerle, y pronto se quedó dormido, dejando paso a los sueños… alguien acariciaba suavemente su rostro, deslizándose lentamente hasta llegar a su vientre… una mano fría traspasó su ropa, haciéndole estremecer… un momento, ¿estremecer?

Abrió ligeramente los ojos, distinguiendo una figura sobre su cuerpo recorriéndole con sus manos. El terror se apoderó de él; trató de levantarse pero aquel sujeto le cubrió la boca con una mano, aprisionándolo contra la cama. Con la poca luz que llegaba desde afuera, pudo reconocer la figura de un hombre fornido y de cabellera roja sonriéndole burlonamente…

- te tomaste tu tiempo para volver- el escuchar su voz sólo confirmó lo obvio, era el mismo chico que lo había estado hostigando desde el día anterior, Eustass Kidd- llevo un buen rato esperándote- el pelirrojo quitó su mano del rostro de Law y sujetó sus manos sobre su cabeza.

- date por muerto, jodido pervertido- amenazó el moreno

- ya lo veremos- el pelirrojo se inclino hasta el rostro de Law, buscando desesperadamente sus labios, pero el moreno giró el rostro justo antes que los alcanzara. Harto de su poca cooperación, Kidd se las ingenió para inmovilizar las manos del otro con una sola mano mientras la otra tomaba el rostro del pelinegro, obligándole a mirarle. De pronto, los ojos de Kidd cambiaron a un brillante escarlata, fulminando la mirada del otro…

La mente de Law comenzó a nublarse y sus fuerzas comenzaron a menguar poco a poco. Aprovechando la inesperada sumisión del moreno, Kidd delineó los labios del contrario con su lengua antes de introducirla en su boca… no podía creerlo, realmente estaba siendo correspondido, se sentía en el paraíso. Bajó su mano libre hacia el vientre del pelinegro, introduciendo su mano por debajo de la camisa, llegando hasta sus pezones; sujetó uno de ellos entre sus dedos, apretándolos ligeramente hasta hacer al otro suspirar de placer.

El pelirrojo podía sentir los gemidos de Law cosquilleándole la garganta, sus caderas moviéndose debajo suyo, desesperadas por un poco más de contacto… deshizo el beso, soltó sus manos y desgarró su ropa con violencia, dejándole desnudo ante él. Lo saboreó con la mirada, grabando cada detalle de aquel cuerpo en su mente antes de probarlo con su lengua; su piel era tibia y suave, era como si se derritiera al más simple contacto, un verdadero manjar. Fue bajando lentamente por todo su torso hasta hundirse entre sus piernas. Law arqueó la espalda al sentir su pene atrapado en la boca del otro, la cual succionaba con fuerza mientras subía y bajaba por toda la extensión. Sus gemidos se hicieron más intensos, despertando por completo la lascivia de Kidd; se separó unos instantes para que su lengua bajara aun más, justo en la entrada del pelinegro. Con su lengua dibujó el pequeño círculo antes de introducirla en éste.

Se entretuvo un rato torturando aquella zona de su cuerpo hasta que el propio le pidió continuar. Kidd se desabrochó los pantalones y, tomando las piernas del moreno con sus manos, le penetró salvajemente, llegando tan adentro como le fue posible. Las lágrimas rodaron por el rostro de Law, quien se aferraba a la cama buscando soportar el dolor. El pelirrojo comenzó el vaivén, viendo cómo su hombría se impregnaba de sangre cada vez que se enterraba en el cuerpo de Law; aun así, no paró de embestirle hasta que se corrió en su interior.

Aun no estaba satisfecho, necesitaba sentir más. Kidd sujetó al moreno por los cabellos para luego darle la vuelta, poniéndolo de espaldas. Masajeó un poco su pene antes de introducirse nuevamente en Law, sujetándolo por la cintura para marcar el ritmo. La noche era joven, aun tenía mucho por disfrutar…

*************************

Zoro sujetó al rubio y lo atrajo hacia sí, sentándolo encima de él de tal forma que sus piernas quedaron a cada costado suyo. Levantó a Sanji ligeramente y le penetró, provocando que el otro gimiera más fuerte. Sus alas brotaron de pronto, envolviendo ambos cuerpos mientras éstos se mecían desesperados, volviéndose uno… con una de sus manos se encargó de recorrer la espalda del demonio hasta llegar hasta sus alas negras; con un poco de curiosidad se atrevió a tocar aquellas alas, eran sorprendentemente suaves…

- ahhh… Zo… mmnn… Zoro… más…-  se sujetó del cuello del moreno, juntando ambas frentes, sintiendo el sudor y el asfixiante calor que desprendían sus cuerpos mientras sus ojos permanecían fijos en el otro, murmurando sus nombres cada vez que les era posible, pues sus jadeos apenas y les permitían pronunciar una sílaba. Sus cuerpos se sacudieron una última vez, corriéndose al mismo tiempo; uno esparciendo su semilla en el cuerpo ajeno, el otro en el interior de su amante.

Sanji cayó exhausto al lado del peliverde, tragando grandes bocanadas de aire. Esperó unos minutos para recuperarse por la reciente actividad, pero cuando se volvió a buscar otra ronda, se dio cuenta que Zoro se había dormido. El rubio suspiró, ya pediría un poco más en otra ocasión; por ahora, necesitaba otro tipo de alimento. Miró los dos sellos que brillaban en sus manos para después bajar la cama y abrir la ventana… se elevó por el firmamento nocturno, buscando el rastro del títere que se encargaba de preparar su comida…

*******************************

 A la mañana siguiente…

Escuchó a lo lejos un golpeteo y una voz llamándole, pero estaba demasiado cansado, así que decidió ignorarle. Aquellos sonidos se hicieron más insistentes hasta que un estrepitoso ruido, más fuerte que los anteriores, lo obligó a abrir los ojos y levantarse asustado de la cama

- ¡¡ZORO!! ¡¡OI, ZORO!!- escuchaba una voz llamándole desde afuera. Al poner más atención, vio una enorme piedra en el suelo de su habitación junto con trozos de vidrio esparcidos por todas partes- ¡¡ZORO!!- el nombrado se puso la ropa interior y unos tenis y fue hasta la ventana

- ¡¿qué te pasa maldita loca?!- reclamó Zoro a la pelirroja que estaba fuera de su casa, sosteniendo una bicicleta- ¡estaba durmiendo!

- ¿ya viste la hora qué es?

- ¿la hora?- miró hacia atrás, buscando el reloj… 10:28am- ¡¡ya es muy tarde!!

- idiota- dijo Nami, cruzándose de brazos- espero que al menos me agradezcas el haberme salido de clases sólo para despertarte

- agradecerte y un cuerno, ¡rompiste mi ventana!

- ¡estaba preocupada!- se excusó Nami- el que tú no llegues es normal, pero los demás…

- ¿los demás?- le miró intrigado- ¿quiénes?

- Luffy no vino a la escuela- dijo la chica tras un suspiro- cuando fui a buscar a Ace para preguntarle el por qué, ni él ni Law estaban. Esperé a que terminara la primera hora, pero ninguno de ustedes llegó…

- no es posible- aquello le pareció demasiado sospechoso- te acompañaré a buscar a los otros, espera un momento- Zoro se puso un pantalón y una playera y, justo cuando estaba por salir, miró hacia su cama… era la primera vez que veía a Sanji dormir en su forma humana; se veía tan bello, tan inocente… tan frágil. Despertarle cuando se veía tan tranquilo le pareció una crueldad, por lo que lo cubrió con las sábanas, besó su mejilla y salió de la casa; sería sólo un momento, el rubio no tendría por qué enfadarse.

- ¿a dónde vamos primero?- le preguntó Nami al peliverde una vez que se reunió con ella

- a ver a Law, es el que más me inquieta- Nami asintió y subió a su bici con el peliverde trepado tras ella.

La chica pedaleó lo más rápido que pudo, y al cabo de un rato, llegaron a la residencia Trafalgar. Llamaron a la puerta varias veces, pero nadie atendía, y las ventanas estaban cerradas por dentro; cansado de esperar, Zoro forzó la puerta principal y entró a la casa junto con la pelirroja, llamando a su amigo a gritos. Al no encontrar al moreno en la planta baja, subieron a la alcoba de Law, en donde se encontraron con algo perturbador… Law yacía inconsciente en su cama, con la ropa destrozada y la sangre mezclada con semen manchando su cuerpo y las sábanas. Nami apartó la vista, aterrada, refugiándose tras sus manos

- Nami, llama una ambulancia- le pidió Zoro en cuanto pudo reaccionar- ¡Nami!

- v… voy- retiró las lágrimas que estaban por escapar de sus orbes y corrió al teléfono- Zoro, ¿a dónde vas?- le preguntó al ver que iba rumbo a la salida

- tengo que buscar a Ace y Luffy. Tú quédate con Law…- en cuanto la chica le dio su afirmativa, Zoro tomó la bicicleta de la pelirroja y se encaminó hacia la casa de los hermanos D.

Tras esquivar autos y personas, Zoro llegó por fin a casa de Luffy y su hermano. Nuevamente llamó a la puerta, y al no recibir respuesta, buscó alguna otra alternativa para entrar. Por suerte para él, encontró a ventana de la cocina abierta, la cual usó para ingresar a la casa. Sobre la mesa de la cocina estaba servido el desayuno para dos junto a la nota: “Tuve que salir por una emergencia del trabajo. Les dejo el desayuno, su abuelo Garp”. Al juzgar por la breve carta y los alimentos intactos, los dos hermanos no habían salido de casa. Empezó a buscar por toda la casa, pero no lograba dar con ellos… ¿en dónde se habrían metido?

Algo hizo clic en su mente, aun le quedaba un lugar que revisar… el sótano. Fue hasta una pequeña puerta debajo de las escaleras, encontrando más escaleras tras ella. El peliverde bajó los escalones con algo de prisa al escuchar ruido proveniente de abajo, en verdad había alguien ahí. Chasqueó sus nudillos y abrió la puerta del sótano… parpadeó un par de veces y se talló los ojos… aquello tenía que ser una especie de pesadilla.

En efecto, los dos hermanos estaban ahí, pero fue lo que estaba alrededor suyo lo que le dejó sin habla; había montones de libros abiertos desperdigados por el suelo; Luffy permanecía de pie sobre un extraño dibujo trazado con sal y rodeado por 12 vasos de agua que bullía incontrolable mientras Ace iba de un lado a otro con un libro en sus manos

- ¿qué diablos estás haciendo, Ace?- habló inquieto el peliverde, logrando que el mencionado le mirara

- liberando a Luffy de las garras del demonio…

- ¿demonio?- el peliverde sintió el sudor frío resbalar por su rostro- es imposible…

- no lo es- le interrumpió el pecoso, regresando su vista al libro que sostenía- los demonios siempre han necesitado del ser humano para existir, es por eso que corroen su corazón y destrozan su alma…

- Ace…- los sollozos del pequeño Luffy interrumpieron su explicación- Ace, tengo miedo…

- lo estás asustando- pero el que estaba realmente asustado era Zoro- deja tu estúpida paranoia y vámonos de aquí

- no. Hay algo dentro de Luffy y voy a sacarlo a la fuerza…

- esas ridiculeces tuyas te están friendo el cerebro, no hay forma de que…

- ¡no sabes nada!- gritó el pelinegro, callando instantáneamente a Zoro- tú no lo viste… por más que busqué, no encontré heridas en el cuerpo de Luffy,  esa sangre no era suya…- sus manos comenzaron a temblar ligeramente- cuando entré a esa casa, esa persona estaba muerta… ¡él la mató!

- ¡escucha lo que dices!- el peliverde sujetó a Ace por los hombros, sacudiéndole para hacerle entrar en razón-  ¡Luffy no podría…!

- ¡claro que no puede, fue ese demonio!- se soltó bruscamente del agarre de su amigo y recogió un trozo de tela del suelo. Fue hasta donde estaba su hermanito y desenvolvió el lienzo, sacando una pluma negra que soltó sobre uno de los vasos de agua- voy a matar a esa cosa- el pelinegro repitió el proceso con los once vasos restantes, y al terminar, el agua donde estaban comenzó a teñirse de rojo mientras se desbordaba, pero en vez de caer al suelo, trepó por finos filamentos que parecían unirse al cuerpo de Luffy. Los hilos escarlata se tensaron, desprendiendo aquello que el pelinegro llevaba en su interior, una figura humana compuesta de sangre con un extraño símbolo luminoso en su frente.

Luffy se desmayó irremediablemente, quedando tendido en el suelo mientras aquella figura carmesí tomaba su sitio, siendo apresaba por los hilos que provenían de los vasos. Ace sacó un pequeño cuchillo de su bolsillo y clavó su filo justo en el centro del símbolo que tenía la criatura… un desgarrador grito se escuchó por todo el lugar antes de que el sello comenzara a resquebrajarse…

Continued…

 

Notas finales:

¬w¬ les daré un pequeño spoiler para q puedan aguantar hasta la siguiente actualización.... el siguiente capi.... se llamará "Lust, Sin and Betrayal part. 2"

hahaha xDD ok, ya hablando en serio, sólo les diré que Sanji no estará muy feliz...

me retiro, q quiero arpovecharme d mi musa del yaoi antes de q se me escape como siempre xDD

no olviden los reviews!!

ciaossu!!!

P.D. Te Amo mi Zoro~ya >w< -se le olvidó buscar corazoncitos para copiar-


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