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Desde siempre... algo esperado por Dark Engel

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

hola a todos! me emocione y el cap salió así... super rápido... como gritando ¡¡¡publicame!!! y le voy a hacer caso >.<

Gracias a todas las que leyeron el primer cap y dejaron un review... gracias... gracias...

q-feuille: espero que te siga gustando ^^

Daniela: Aqui esta la conti! espero que te guste...

 Dark Ghost CB TH: aun no se si cuenta como shota pero bueno, aki esta el cap...espero que te guste :)

rosa de muerte: ahhh siento haberte traumado -.- pero espero que esto te quite el trauma jeje

Sin más a leer!

 

2

 

El rostro de Adam había cambiado bastante, al otro día que llegamos vino a dormir a la finca. Se veía cansado, no hice ni el intento de hablarle. Más bien me fije en su rostro… rememorando los momentos en el pasado cuando él tenía 14 y lo conocí. Sus labios estaban iguales pero con una sonrisa diferente, sus ojos parecían más oscuros… en sí, sus rasgos estaban más duros y maduros.

 

Su cuerpo, madre que cuerpo, ¡Sí que había aprovecha su juventud! Por lo que pude notar a través de la clara camisa que usaba… su torso estaba marcado y… no pude ver más. Porque tuve que ocultarme para que no me viera.

 

Estaba más hermoso que nunca, perfecto para mí… la pregunta ¿Podría llegar a sentir algo por mí?

 

Mis ilusiones guardadas tanto tiempo salieron a flote… haciéndome sentir nervioso y expectante. Nervioso porque luego de tantos años, podría hablar con él… pero ¿De qué podríamos hablar? Él ya era un ejecutivo con la vida hecha y derecha. Y yo, un simple crío que venía con su madre a visitar a su padre.

 

 

|…>>>>……<<<<…|

 

 

A la mañana siguiente, me arregle lo más sencillo que pude, sencillo pero guapo. Me gusto como me veía. Esperaba que le gustase a Adam, justo cuando iba a sentarme en la mesa… vi como Adam alzaba a un niño pequeño… no le ponía más de un año. Era casi un bebé, parpadee.

 

Alejandro nos esperaba, mi madre estaba hablando con él cuando aparecí. Dije un “buenos día”" y me senté. Al verme, Adam saludo y ni siquiera me miró más de diez segundos… estaba más concentrado en el niño.

 

Esperen… ¿Él era su hijo? Sus rasgos eran tan parecidos y… de pronto, se me paso el hambre.

 

Comí sin ver lo que comía, me sentía… extraño. Extraño y celoso, muy celoso. Celoso de quien fuera la madre de aquel niño, una punzada de dolor me atravesó como flecha a mi corazón…

 

-Adam, ¿Recuerdas al pequeño hijo de Miriam? –le pregunto Alejandro a su hijo. –aquel niño de que viste una vez cuando fuimos a santa cruz…

 

-Sí creo que sí. –fatal, ni siquiera se acordaba de mí.  –recuerdo que era un niñito. –dijo y me derrumbe. ¡Era un niñito para él amor de mi vida…!

 

-Pues claro, si antes era un crío ahora es un jovencito. No notas que ya es un hombrecito. –me reí y me gire a verlo. Más él no me sostuvo la mirada, la aparto cuando lo mire fijo.

 

-Creo que Sam necesita de un baño. –Alejandro asintió. –provecho, iré a bañar a este travieso. Por cierto, puedes avisarme cuando quieres conocer la ciudad para que me aliste. –me dijo. Me límite a asentir.

 

-Después que termines con mi nieto, salen ¿Qué tal? –propuso su padre. “Nieto” en efecto, era su hijo. Su padre me miro y conteste que sí.

 

-Me parece bien, Cinthya vendrá por él luego. –fue lo que dijo antes de subir y yo pensar en mil formas de inventar que no quería estar junto a él. “Me duele es estómago” patético “Quizás mañana, estoy cansado” buena ¿¿pero cansado de qué??   

 

El desayuno transcurrió entre la fluida conversación de mamá y Alejandro. Me sentí como un intruso así que apenas termine, me levante y salí de paseo por los jardines de la finca. Eran tan bonitos y el aire que se respiraba era tan puro y me tranquilizaba.

 

No me había fijado que había una piscina, mi cabello había crecido poco más allá de mis hombros, por esa razón lo mantenía amarrado. Me lo solté y deje que cayera sobre mi piel. Me sentía tonto y algo decepcionado. Realmente no había creído posible que tenga un hijo, había pensado que tenía una vida hecha ¿Pero… de eso tener un hijo? Y aquella mujer… Cinthya, de seguro era su esposa…

 

Yo como idiota, me la pase arreglándome para alguien que ni siquiera me había mirado… que por cierto, tenía un hijo y probablemente una esposa. Una alegre familia feliz, con una esposa y un hijo… algo que yo nunca tendría porque no me gustaban las mujeres…

 

Y porque amaba desde que tenía uso de razón a Adam, porque no había nadie como él para mí.

 

 

|>>>-<<<|

 

 

Como había pensado, le dije que me sentía mal y no tenía ganas de salir. Ni siquiera pude aguantar tres minutos a solas con él… se limitó a asentir y sonreír. Supuse que fue por pura cortesía, mis ganas se fueron nuevamente al piso. Más tarde, por puro masoquismo… dicho sea… me torture al intentar ver a la supuesta Cinthya.

 

Cuando una figura con formas femeninas cruzo el umbral… me derrumbe.

 

Era hermosa, su cabello rubio que caía como cascada hasta la cintura y tenía un rostro precioso. Su figura estaba llena de curvas, abrazo con ganas a Adam. Para mi sorpresa, no se besaron en los labios ni hubo un contacto más íntimo. Bueno, antes de verlo y lastimarme más… me largue. Mi madre dijo que empaque traje de baño, lo saque, me lo puse y fui a la piscina.

 

Saboree disfrutando del agua, sin percatarme que alguien me estaba viendo. No fui consciente de eso hasta que note que alguien se tiraba al agua, de la impresión por poco me ahogo.

 

-Lamento si te asuste. –me dijo Adam, que emergía del agua como un antiguo dios y un muy pero muy sexy salvavidas. Muy a lo “Guardianes de la bahía” bastante estimulante diría yo.

 

-No hay problema. –dije y salí de la piscina. Sintiéndome bastante incómodo, salí de la piscina… el solo hecho de estar a solas con él… me dolía de una forma que aún no lograba entender del todo.

 

-¿Ya te vas? –me pregunto sorprendido. –Kyle…

 

-¿Sí? –conteste mientras tomaba una toalla y me ponía en los hombros. Hubo un silencio incómodo donde ninguno de los dos hablo.

 

-Siento… bueno, me da impresión que me evitas y no sé qué he hecho para provocar eso. –oh no. Se dio cuenta… mierda, mierda. Su mirada estaba cargada de reproche, un reproche que no me gusto. De alguna forma, era cierto, sus palabras eran terriblemente ciertas. ¿Y porque terriblemente?

 

Inconscientemente él tenía la culpa, no lo sabía pero era así. Lo peor era que en sí no tenía culpa de nada, no tenía la culpa de que tuviera un hijo y una esposa. De que tuviera una vida, de que yo en su vida haya sido tan solo un recuerdo… un recuerdo enterrado en lo más profundo de él.

 

-No es tu culpa. –admití. –No acostumbro hablar mucho.

 

-Pero… si tu madre dice que hablas sin parar y eres muy sociable… -como si se le hubiera ocurrido de pronto, dijo: ¿Te parezco muy mayor para hablar conmigo? –cuestiono y me dieron ganas de volverme a tirarme a la piscina pero de cabeza.

 

Un momento, o sea… había escuchado la charla entre nuestros padres… sobre mí, al menos le interesaba de cierta forma…

 

-Hace siete años que no te veía y… en aquel entonces era un niño. Ahora…

 

-Eres un joven, entiendo. Si mi presencia te incomoda, dímelo. –negué con cabeza, demasiado rápido. 

 

-Soy casi un niño, no me tomes importancia. –dije, la confusión hizo presencia en su rostro.

 

-A mí no me lo pareces. –musito. Luego, se dio cuenta de lo que dijo y carraspeo. –mejor me voy, no quiero incomodarte.

 

-Quédate. –pedí, sonrió y me quede unos segundos mirando esa sonrisa. Me senté en una de las tumbonas que había y le invite  a hacer lo mismo. –tienes un hijo muy lindo y una esposa muy guapa. –le halague y con una opresión espere la confirmación de mis temores.

 

-Gracias por lo de mi  hijo, por cierto le caíste bien. –respondió. -¿Mi esposa? No tengo esposa, estoy divorciado desde el año pasado. –explico. ¿En serio? ¡Sí, sí! ¡Esta libre!

 

-Lo siento.

 

-No te preocupes, después de que naciera Sam… nos dimos cuenta que las cosas no funcionaban y fue la mejor solución. ¿Y tú, ya debes estar…? Eh, no sé cómo se dice… ¿arreglado? –asentí. –eso, ya debes tener una relación con alguien. –su tono parecía algo receloso.

 

-Se dice así pero no, no estoy con nadie. –confesé. –hace mucho que no.

 

-Genial. –dijo y me sorprendí.

 

-¿Por qué sería genial? –pregunte sorprendido.

 

-No quise decir eso, yo…

 

-Tranquilo, era una broma. ¿Vives con tu padre ahora?

 

-Vengo a visitarlo seguido, tengo un departamento en la ciudad. Pero cuando tengo tiempo libre como ahora, vengo a quedarme a dormir aquí. ¿Sabes, yo nací aquí? Y pase la mayoría de mi vida aquí… me gusta este lugar. –musito.

 

-Es muy tranquilo. –comente y le sonreí. Estaba tan cerca y tan lejos… me moría de ganas de besarlo y recorrer su cuerpo con mis manos y…

 

-Mi padre se rehúsa a vivir lejos de aquí. –su voz impregnada de cariño al hablar de su padre me hizo sentirme algo triste, yo no podría decir lo mismo del mío. –demasiados recuerdos, creo yo.

 

-Recuerdos. –susurre. Baje la vista y me concentre en el agua, intentando olvidar los recuerdos amargos que empezaban a embargarme.

 

No dije nada más y me recosté, cerré los ojos intentando no pensar en el pasado. Aquel pasado tan doloroso que no quería vivir de nuevo.

 

-Dije algo que te molesto. –inquirió y lo mire, negué con la cabeza. –has crecido mucho, eres muy guapo. –dijo cambiando de tema y me sonroje fuertemente.

 

-Gracias.

 

-Te ves lindo así… como un muñequito de porcelana, con las mejillas encendidas. –murmuro y me mordí el labio, nervioso.

 

-…-

 

-¿Te gustan los chicos o las chicas? –con esa pregunta me sonroje hasta las orejas. –no me respondas sino quieres, aunque tengo curiosidad…

 

-Emm… me gustan los chicos. –respondí.

 

-Cuando tenía tu edad, pensé muchas veces en eso… hasta que madure un poco más, me di cuenta que me gustaban las dos cosas. –se giró y miró mi rostro. Buscando, seguramente, algo que le impidiera continuar.

 

-¿Ere bisexual? –asintió. Quise morderme la lengua pero no pude evitar preguntar. -¿Qué te gusta más…?

 

-No lo sé, depende de la persona. Si hay un chico tan lindo como tu… y una chica guapa. –hizo una pausa. –te elegiría ti. –alce una ceja. –Digo a alguien como tú.

 

-Buena elección. –apoye y solté una risilla. Su sonrisa se ensancho y nos quedamos en silencio, disfrutando de la tranquilidad que el lugar brindaba. El silencio que nos rodeo fue algo cómodo, era la primera vez que disfrutaba de estar callado junto a alguien y no tener la necesidad de hablar para rellenar una conversación.

 

Cerro sus ojos y le observe en silencio, Su rostro era perfecto de donde se le viera… suspire y me abandone a gozar de la tranquilidad de lugar donde estaba.

 

 

  

 

 

 

 

 

Notas finales:

O.o se lo esperaban?? adam bi?? ooo.ooo espero que les haya gustado...

Dejen un review para saber como voy ^^ hasta el proximo capi


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