Adrenalina ll
O mataba a esos ojos a la vez o lo matarían a él. Se asomo con cuidado a la cámara y lanzo un potente hechizo natural, propeller ignes, que genero un vórtice de fuego justo en el centro del recinto abrazando a todos los ojos a la vez. El fuego termino de repente como inicio y ni un ojo quedo en la habitación. Atravesó la descomunal cámara sintiendo sus propios pasos sobre la piedra pulida. Había en la cámara dos salidas una a su derecha otra a la izquierda ambas daban a pasillos iguales sin ninguna seña distintiva o indicio y de ambos pasillos se escuchaban gruñidos y sonidos extraños que mejor no preguntarse que eran, tomo el de la izquierda no sin antes anotar la i en su antebrazo. Resulto un callejón sin salida, primero después de dar una vuelta a la izquierda nuevamente término en una cámara mas pequeña que la anterior en la que había extraños seres humanoides de enormes proporciones y constituido de rocas, rocas vivientes que lenta y amenazadoramente se acercaban a él. Bajo a uno de esos seres pero le costo siete hechizos de fuego destruirlo a los otros cinco que le perseguían por el pasillo los intento dormir envenenar petrificar congelar explotar pero parecía que eran inmunes. Hasta que pensó, el ultimo recurso, y alterno hechizos de congelación con los de abrazar y pudo destruirlos haciéndolos volar en pedazos. Por desgracia la cámara de los goles de piedra no tenia salida, probo con todo el arsenal de hechizos que conocía para encontrar pasadizos secretos o puertas escondidas con magia y nada, solo le quedaba volver sobre sus pasos y tomar el otro camino. Esta vez terminó en una cámara igual a la de los Golem solo que llena de panteras huesudas esqueléticas y fantasmagóricas, como los thestas pero fieras, que por supuesto comían carne y le olieron enseguida, él era carne. Para su suerte los hechizos comunes parecían funcionar, le dio a un grupo con un dominari, haciendo que atacaran a los otros gatos, esto le dio tiempo de apartarse de alli tampoco habia salida. Volvio a la camara que habia estado ocupada por los ojos flotantes, la cruzo nuevamente y tomo la salida de la derecha teniendo ahora en el antebraso d d
El oscuro y desproporcionado corredor por el que andaba se hiba llenando de un crepitar inquietante a medida que avanzaba, pronto sabria que era. El ciclopeo pacillo terminaba en una camara oscura no podia ver mas alla de su palma pero el crepitar era insoportable. Ilumino la habitacion que tenia delante con un lumus y habria querido no hacerlo. El piso las parades el techo estaba cubierto de bichos, escarabajos como de siete centimetros de diametro que chillaban al sacudirse. Una cosa habia que aclarar de Harry, era un griffindor muy valiente que podia pelear con dragones y magos tenebrosos, que las arañas gigantes no le hacian temblar el pulso y un demonio no le iba a alterar la sangre pero una cucaracha era otra cosa, cuando por alguna remota casualadia se topaba con una era Draco quien daba cuenta de ella, Harry se resguardaba detras salturriando y gritando medio histerico hasta que no se hicieran cargo del bicho. Se planteo seriamente no seguir pero no podia fallar.
La sala tenia salida del otro lado tendria que cruzarla. Agrando su escoba se hecho cuanto hechizo repelente conocia encima se cubrio con su capa y se adentro en la inmunda habitacion siguiendo su propia luz guia. Los bichos se le avalanzaban desde el techo, los hechizos daban resultado y no le podian tocar. Los escarabajos eran aventados lejos de el con fuerza los escuchafa reventar contra las paredes y el suelo, le daba mucho asco. Al fin salio de la camara y llego a otra en la que le esperaba una verdadera esfinge.
-Aun no has pasado todos los peligros aventurero ¿estas seguro de querer continuar ?
-(querer lo que se dice querer) Tengo que hacerlo
-Tendras que contestar mi adivinanza
-Vamos a ello, como odiaba esto
- ¿Quién es algo y nada a la vez?
No podía ser que una esfinge le hiciera la misma adivinanza pedorra que su primo cuando era pequeño, Harry rió a carcajada por Dudley sabia la respuesta
–El pez, (que estupidez menos mal que ya la sabia)
Le trasladaron a otro sector del templo no muy distinto a lo que había dejado atrás, paso cámara tras cámara, peleo con inferís y con escorpiones gigantes, plantas carnívoras y serpientes, paso esfinge tras esfinge, equivoco el camino y rectifico, perdió la noción del tiempo y la recupero. Harry ya estaba arto quería terminar pero temía a la prueba final, sabia iba a ser la mas difícil. Si se topaba con otra esfinge el le haría una adivinanza. “Con la punta se apunta, con el culo se aprieta y con lo que cuelga se tapa la grieta” la esfinge lo iba a devorar por guarro pero se reiría un poco de su cara.
Al fin después de subir por una rampa llego a una cámara distinta a las demás la luz que la iluminaba era roja amarillenta no verde y provenía de unas canaletas en la que corrían causes de lava incandescente haciendo dibujos sobre el suelo, hacia calor allí estaba sudando como un cerdo.
Se elevo con la saeta descubriendo el mensaje que formaban las canaletas de lava. Si el no había aprendido mal decía “El que busca dominar el tiempo debe vencerlo” (ok no es una cucaracha, no hay problema) seguía una invocación un recitado que debía hacerse en voz alta y Harry así lo hizo.
Inmediatamente de concluido el verso, Harry se apareció en el departamento de Draco en Londres. Este le sonreía desde la cama y le hablaba de unos exámenes. Harry se miro a si mismo tenia el uniforme de la academia. Estaba en el pasado, en el tiempo en donde Draco y él eran novios en el momento más feliz de su vida. Draco se paro y se acerco a él le abrazo y le beso, era real, era Draco no una ilusión
-Que sucede Harry estas tenso
-MMmm
-Ven aquí te daré un masaje
Harry lo siguió a la cama confuso
-León en esa academia te destrozan, mira como te han dejado lleno de moretones quemaduras –te curare ven acá
Harry quería quedarse con Draco, quería vivir en ese momento y sabía que podía hacerlo. Podría quedarse a vivir con Draco en ese departamento para siempre, jamás enfermarían, jamás envejecerían, jamás morirían, jamás Draco dejaría de amarlo. Era tan tentador quedarse en ese tiempo detenido tan hermoso sentir la piel de Draco, su perfume. Jamás tendría que preocuparse por perderle, jamás se pelearían, jamás tendría miedo…. Y entonces se dio cuenta jamás sentiría que era real, por muy bueno que fuera tenia algo malo era demasiado bueno. Harry se concentro en lo que era en lo que vivió, su vida era confusa tenia que esforzarse, focalizarse y casi desfalleciéndose se encontró tomando la escoba flotando en la cámara del anillo. Una voz lo saco de su estupor
-Parece que el pequeño mago tiene un carácter fuerte, tanto como su magia.
-¿Quién eres?
-Un fantasma, el fantasma del creador. Llévate el anillo, lo has ganado yo podré descansar en paz desde ahora
Y el negro fantasma le mostró el camino, tomo el anillo con algo de temor y se lo coloco. Todo lo que le rodeaba se detuvo, la lava no fluía, las criaturas estaban inmovilizadas los bichos también igual voló sobre ellos, le daba asco pisarlos y pudo salir del templo y cruzar el pantano sobre su escoba sin mayores contratiempos, llego al campamento y encogió su escoba. Sus tres acompañantes estaban embalando las cosas
-Oh Ya te dábamos por perdido
-Por suerte pude salir
-Aun no pequeño inglecito, y los tres le rodearon apuntándole con pistolas
-Así que estas tenemos
-Queremos el anillo
-¿Este anillo?, mostrándoles la joya con el esplendido rubí y colocándoselo
Los hombres le dispararon en el acto, el tiempo se detuvo al colocarse Harry el anillo, salio del centro de los tres y movió a sus acompañantes ligeramente, se saco el anillo y las balas dieron caza a los otros. Así era mejor, sin hechizos rastreables.
Le tomo todo el día regresar a Marsella como un muggle, combinaciones de aviones embarques perdida de maleta. Demon lo esperaba al arribar y ya en el camino a la central le informaba de una nueva misión. El trabajo era en Londres después de seis meses volvería y eso no le entusiasmaba además debía antes de partir entrenar con Snape por un mes todo mal, bueno no todo trabajaría con Demon y eso siempre era divertido.
Desde hacia ya mas de seis meses buscaba información del paradero de Harry, en ese tiempo pudo aprender muchas cosas que desconocía de su esposo y también del mundo mágico. Por Finnigan quien era Auro al igual había sido Harry se entero de primera mano que a diferencia de lo que el había creído su esposo no era apreciado por sus superiores. Y ahora que lo pensaba conociendo lo hermético terco antisociable y poco apegado a respetar reglas y órdenes que podía ser Harry sumándole el gran poder mágico que tenía era casi una obviedad que generase suspicacias y envidias. El irlandés también le contó que entre sus compañeros no era particularmente querido Harry y eso si le llamo la atención. La culpa de esto la tenía él, los demás Auros no le perdonaban a Harry haberse casado con el hijo de un mortifago. Entre los Auros no había uno que no conociera gente muerta torturada o desaparecida en la guerra siendo este cuerpo quien sufrió más bajas en ella.
Con Grange hablaba cada semana, la chica le mostraba las cartas de Harry y se las dejaba copiar. Por ella sabia que él estaba bien pero en peligro. Le contaba a su amiga en las cartas de enfrentamientos y misiones, de magia oscura y poderosa, de criaturas más que peligrosa. Tenia que reconocer sin embargo que Harry se sentía entusiasmado, disfrutaba del peligro no como cuando estaba con él en casa de sus padres que lucia apagado. El Harry que escribía era el chico seguro de si mismo que recordaba de Hogwarts.
Al encontrarse con Hermione tan seguido se entablo una relación amistosa y además de hablar de Harry empezaron a compartir otros temas, al principio discutían sus puntos de vista eran muy diferentes pero al escuchar las razones del otro lado Draco empezó a comprender el problema
El poder en el mundo mágico era monopolizado por los sangre puras aun después de la guerra, no había mestizos ni sangres muggles en el wizengamot ni en los puestos jerárquicos del ministerio, ni siquiera puestos altos administrativos, no había ley en ello solo que los puestos del wizengamot eran heredados y por ende nunca tendrían acceso a el los mestizos y los sangres muggles. También dentro del ministerio era lógico que cada jerárquico nombre su equipo de colaboradores entre gente de su confianza, estos eran los familiares por supuesto al ser los jerárquicos sangre puras no importaba cuan capaz sea un sangre muggle jamás podría acender en el ministerio, era lo que le pasaba a Grange. Por otro lado los contratos mágicos con otras criaturas como los elfos domésticos eran contratos de sangre entre viejas familias mágicas, lo mismo pasaba con los tratos comerciales los duendes tenían pactos con un grupo de familias no con el mundo mágico en si.
El malestar entre los mestizos y sangre muggle era grande, la frustración también. Sus quejas y expectativas no encontraban caminos para ser tratadas y la situación se convertía en una caldera a punto de estallar, la presión era demasiado. También veía Draco que del otro lado, los sangre pura eran inconcientes de este malestar y en vez descomprimir la situación la fogoneaban sin darse cuenta que la base del ejército mejor preparado, los auros, eran en su mayoría mestizos que tenían motivos para guardar rencores y prejuicios
Por educación y por creencias propias Draco era tradicionalista pero su estudio y su practica en los negocios le permitían percatarse cuando algo era insostenible por eso empezó junto a Grange a fomentar y publicitar algunas leyes a ser tratadas en el wizengamot destinadas a reglamentar los escalafones en el ministerio, que los asensos no sean caprichosos, por desgracia solo estaba consiguiendo que los suyos se burlaran de él.