Capitulo 3: Esperanzas vanas
Era una fiesta social, el no conocía al anfitrión, quien había pasado la guerra en el extranjero pero parecía que Draco estaba muy interesado en cerrar un negocio con este. Le había comprado ropa nueva, no le molestaba esto a Harry pero le dio mil indicaciones, una de ellas era la de pasar desapercibido eso si le molestaba pensaba que quizás Draco se avergonzaba de él o algo así, le recordaba mucho a sus tíos intentando que Harry se vea lo menos posible.
Resumiendo la cosa no le salio peor por que no se lo propuso, no solo no paso desapercibido sino que termino pasando la noche en la central de Auros en una celda.
Entro acompañando a Draco y este le presentaba a los invitados que no conocía, gente de otros países, personajes del ministerio que conocía de vista. Harry no prestaba particular atención, estas fiestas verdaderamente le aburrían. Llego el momento de conocer al anfitrión y Harry se hizo una idea de él de inmediato. Parecía un pavo real en todo sentido se veía que le gustaba llamar la atención, era un ser fastidioso latoso y se veía superficial y falso.
Todo iba bien Harry medio evadido de la conversación pero al gordo del anfitrión se le ocurrió decir algo que si escucho Harry y le encolerizo
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-No me malinterpreten, el que no debe ser nombrado no tenia mi simpatía, pero ahora convivimos con los sangre sucias y mestizos eso tampoco me simpatiza jaja
-¿Por que no le simpatiza?
-Uh querido son tan poca cosa
-¿Cree que es mejor que ellos? Que nosotros digo
-No sabía que eras sangre sucia
-Mi madre era hija de muggles, mi mejor amiga lo es también ¿usted se cree mas que ellas?
Draco lo tomo del brazo intento sacarlo del lugar pero Harry se soltó
-¡CONTESTEME, GORDO INFECTO SE CREE MÁS QUE ELLAS!
-Soy un sangre pura
-¿Y eso que?
-Soy más que un mestizo o un sangre sucia
Harry saco la varita y la coloco en el cuello del anfitrión
-Vuelva a llamarlas así y será lo ultimo que hará
-Esta mansión es mi casa ancestral el poder de mi familia me protege aquí soy invencible Potter
Harry libero su magia haciendo crujir a la ancestral mansión, y las paredes de esta danzaron con las ondas que se desplazaban por ella, los vidrios se rompieron, alguien intento desarmarle y Harry hizo rebotar el hechizo sin siquiera mirar al atacante
-La magia de su rancia familia no es nada, esta casa lo que esta aquí adentro es insignificante
-Potter baja la varita, tres Auros que acababan de entrar
-Potter por favor bájala
-Potter baja la varita, es una orden y el puto jefe tenia que llegar
-Ha insultado a mi madre y a Hermione
-He dado una opinión si no puedo hacer eso en mi propia casa veo que vivimos en una dictadura, he ofendido al joven debería plantearse a que lugares asiste si no se siente cómodo no hubiese venido
Uno de los auros se había acercado a Harry, uno de los compañeros que mas apreciaba le tomo la varita se la bajo le dijo algo así como “Potter no lo empeores esta gente no vale la pena ven conmigo”. Harry se fue con el y el jefe le hizo un sumario le encerró en una celda y Draco lo saco a la mañana tras pagar la fianza por escándalos amenazas e intimidación.
Se aparecieron directamente en la habitación de Draco, pero viendo al rubio Harry sabia que iba a haber acción pero no de la que el añoraba y así fue. Una pelea monumental.
-Te pedí que pasaras desapercibido
-El se lo busco
-Con el es imperativo que negociemos, entiendes o es muy complicado para que tu cerebro de pájaro lo capte
-No me interesa
Draco lo sacudió fuerte
-No somos niños, ese imbesil tiene el acceso al atmisius, el ingrediente que se necesita para fabricar varias pociones cosméticas muy redituables
Harry empujo a Draco
-No me importa, ¿Para que quieres más dinero? Lo tienes en montañas, además si insultan a tu familia arde Troya ¿pero no entiendes cuando otros se ofenden si insultan a los suyos? Estoy harto de magos mediocres sin ningún talento que se creen más por ser sangre puras
-Yo soy sangre pura
-¿y te crees mas que yo o que Hermione?
Draco no le contesta y gira sobre si dándole la espalda
-Ya veo
Harry sale de la habitación de Draco hecho una tromba, cierra su habitación con fuerza, estaba furioso tanto que rompe algunas cosas y las vuelve a armar pero poco a poco la ira sede lugar a la tristeza, Hermione, su madre. Snape y él no eran menos que nadie tampoco Deam ni Seamus. Le dolía que Draco pensara así. No tenía sentido seguir con él si pensaba así.
Se paso toda la mañana del domingo en su habitación juntando sus cosas, la capa de su padre, el mapa de los mereoradores, las fotos, la bufanda de Griffindor algo de ropa su uniforme de auro, uno perfumes que le gustaban, los libros de arte y estaba en eso pensando donde iría cuando un elfo domestico le pedio ir a encontrarse con Draco en el jardín de invierno.
Fue guiado por el elfo jamás había estado allí, Draco estaba de espaldas a la entrada y el tosió para llamar la atención y pregunto de mal talante
-¿Que quieres?
-Quiero hablar contigo, ven Harry por favor caminemos por el jardín, Sabes que no pienso que soy más que tu ¿no?
-¿Crees que eres mas que Hermione?
-Si, pero no porque sea nacida de muggles, también creo que soy más que Pansy o que Nott o Zabine.
Harry no respondía
-Se que últimamente nos estamos comunicando poco, estoy muy ocupado y tu también, se que estas planeando irte
-¿Me espías?
-No hace falta, eres muy trasparente, te pido que no te vayas que no me dejes
-No quiero seguir viviendo acá en la casa de tus padres
-Ya veremos Harry
-No, no veremos nada, no quiero
-No seas caprichoso, es la casa de mi familia, pero podemos tener una cabaña al lado del mar de fin de semana, si pudieras hacerte cargo de encontrarla puedes ponerla a tu gusto
-¿En serio?
-Si, no se porque no lo hicimos antes
-Será genial, volverá todo a ser como antes
Esa tarde la pasaron juntos, esa noche hicieron el amor de la forma que Harry recordaba, esa mañana despertó en brazos de Draco y en su ingenuidad creyó que todo mejoraría
Hermione leía todas las mañanas el profeta, aunque le solía poner de mal humor lo hacia. Ese domingo no fue la excepción leyó lo ocurrido a Harry, leyó los detalles y como ridiculizaban a su amigo, ese periodicucho jamás cambiaria quería hablar con Harry pero se abstuvo de hacerlo ese domingo mejor le hablaría el lunes.
En el trabajo supo que Harry estaba suspendido, lo sucedido era la comidilla de los pasillos del ministerio, pasillos que no querían a su amigo que le temían aunque se cuidaran de ocultarlo.
Le envío una lechuza a Harry para invitarle a almorzar quería hablar a solas con el. Harry acepto y se citaron en un lugar muggle, Hermione esperaba verle depresivo y molesto pero se encontró a un Harry entusiasmado y mas que feliz
-Harry siento que te hayan suspendido
-No importa Herm, una semana sin ver al invesil de Watson es genial, además necesito el tiempo
-¿Has peleado con Draco?
-Si, pero nos hemos reconciliado, compraremos una cabaña a orillas del mar
-Que bueno, al fin se mudaran
-No Herm, ojala pero no, será una cabaña de fin de semana
-A
-¿No te entusiasma?
-Veo a que a ti si
-Si, es un comienzo las cosas volverán a ser como antes entre Draco y yo
-Espero que tengas razón, solo no te ilusiones
-Vamos Herm apóyame, ¿me ayudas con la cabaña?
-Si claro Harry, Supongo que será una casa mágica, Malfoy no pisaría una casa muggle
-Herm, Draco no es así
-Mira Harry te conviene comprar el terreno y construir la casa, una casa ya construida esta plagada de encantamientos y contratos que hay que romper
-Me ayudas Herm
-Por supuesto Harry, ¿Dónde estas pensando comprarla?
-Cerca de Londres una de las playas del este lejos de las miradas curiosas pero no tanto de un centro poblado
- ¿Por Aldeburgh?
- Si
-mmm Muy romántico, jajaja
-Serás, ¿Cuándo sales del trabajo?
-Pásame a buscar a las tres y te ayudo
En esa semana Harry y Hermione compraron un hermoso terreno que daba a la playa, Dean que había estudiado arquitectura les proyecto la cabaña y les ayudo a construirla era simple pequeña, con un ambiente único abajo medio enterrado pero con ventanales a media altura, con su chimenea y una barra que separaba la cocina, un ambiente semi separado por una arcada a mas nivel en donde se pusieron bibliotecas y Harry acomodo todos los libros de arte que tenia, Hermione los hechizo para que el aire de mar tan corrosivo no los arruinara. Una escalera encaracolada llevaba a la única habitación de la casa era luminosa y contaba conun baño grande y una pequeña terraza.
Harry eligió el blanco para su casita, la madera de los pisos la escalera y los muebles le daban calidez suficiente, al ser esta pequeña pensó que el blanco le daría amplitud bueno en realidad Dean sugirió eso y en la habitación diseño una guarda marina simulando olas que pinto a la altura del hombro en las paredes, con magia Harry hizo crecer flores del lugar, unos setos con florcitas amarillas como margaritas chiquitas y unas flores rojas muy bonitas que crecían tipo matorral, le gustaba así natural medio agreste.
Estaba ansioso por traer a Draco el fin de semana, lo último que hizo el viernes fue poner los hechizos de protección y unos pósters de buena calidad de sus obras de arte favoritas y se apareció en la puerta de la mansión para cenar.
Estaba muy emocionado quería arrastrar a Draco a la cabaña estaba orgulloso de lo que había construido. Entro al comedor donde estaban sus suegros ya cenando, pero no Draco.
-Hola, ¿Y Draco?
-Harry, ¿No te escribió? Se a tenido que ir a Bélgica para cerrar unos negocios en dos o tres semanas regresara, le dijo Narcisa sin ocultar la satisfacción que le producía darle malas noticias a su yerno.
La cara de desilusión de Harry debió de ser demasiado hasta para sus suegros
-Potter, tres semanas no es mucho, además es culpa tuya que tenga que ir si hubiese cerrado el trato con Galdf la semana pasada
-¿Quien es ese Galdf?
- El Gordo infecto de familia rancia, lo recuerdas
-¿Sigue intentando hacer negocios con ese idiota?
-Es esencial para mantener el monopolio de las pociones cosméticas, Galdf lo sabe terminara negociando con nosotros pero debido a tu pequeño exabrupto nos hará trabajar para conseguir el trato
Harry estaba bastante choqueado de no encontrar a Draco, camino medio vacilante rumbo a la puerta de entrada
-Harry, querido ¿donde vas?
-No se, a caminar supongo
-Los jardines de la mansión son muy peligrosos de noche para alguien que no es de la familia, le encantaba remarcar a Narcisa que el no era considerado de la familia, ni por los elfos ni por la casa y Harry sabia que menos por sus suegros.
-Pensaba ir a caminar a la playa, creo que me quedare en la cabaña ya que la mansión no me acepta
- Harry, son solo hechizos antiguos
-Lo que sea, estaré mejor en la playa
Harry no estaba feliz, extrañaba a Draco, pero en la cabaña al menos estaba mas tranquilo, sin sus suegros, sin tener que entrar en esa habitación helada, sin sentir el rechazo que provocaba hasta en los muebles de la mansión Malfoy. Recibió la carta de Draco que le explicaba que debía irse de improviso tras ese Galdf
Las dos semanas se transformaron en tres en las cuales solo recibió dos carta de Draco
Una en la primera semana prometiéndole que pasarían tiempo junto en la cabaña cuando regresara, y la última la segunda semana diciéndole que se debía quedar una semana más. Junto a que esas semanas en el trabajo se la pasó acomodando el archivo y chequeando casos viejos de lo más insignificantes el humor de Harry era pésimo.
Uno de esos días en donde el cielo encapotado reflejaba su humor, caminaba por la playa con solo el fin de distraerse calmarse y pensar, vio unos veleritos pequeños y decidió aprender a navegar
Fue al pueblo muggle se inscribió en el pequeño club náutico y pago unas clases a los días compro un velero pequeño y se entusiasmo, un poco de aventura, extrañaba la adrenalina en su vida.
Le tomo la mano enseguida claro que usaba magia pero no todo el tiempo, estaba ansioso por que Draco volviera tenia tantas cosas para contarle y mostrarle.