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QUIERO HUIR DE TI por Evel Mestra

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Notas del capitulo:

 

Lo prometido es deuda así que publico rápidamente el capitulo 2.

Aparecen más personajes y ocurre un reencuentro...

Gracias por todos los reviews! espero les guste el capítulo.

 

LEER NOTAS FINALES

 

En este fic las notas finales son muy importantes, se aclararán cosas que no aparecen dentro de la trama.

QUIERO HUIR DE TI

KAPITEL II

*

 

 

 

Era de día cuando Naruto llegó a Dortmund. A esas alturas Sasuke ya debió darse cuenta de su ausencia, pero no creía que eso le importara. Los Uchiha son vampiros purasangre y pueden crear más sklaves, así que no se creía indispensable. La única razón por la que permaneció con ellos tantos años era por lealtad a la familia que lo había adoptado y dado una infancia un poco normal. Claro, en un principio había sido eso, pero todo lo que aguantó después fue por amor. Estúpido amor. Hizo un gesto de fastidio y continuó su camino por Bruckë, la avenida principal. Sentía las miradas de mujeres y hombres posadas sobre él, pero siempre había sido así. Era lo que algunos definían belleza arrebatadora: ojos de un increíble azul, tanto que no podía ser normal; cabello rubio sedoso y tres marcas en cada mejilla que lo hacían parecer un zorro; poseía una altura respetable (aún así era más bajo que Sasuke, volvió a hacer un gesto de fastidio por eso) y una figura envidiable.

 

 

 

De repente creyó ver una cabellera rosada dando vuelta a la esquina, tomó con firmeza su equipaje y apuró el paso para alcanzarla.

 

 

 

—¡Sakura-chan! —gritó el rubio por sobre la multitud.

 

 

 

—¿Naruto? —La chica comenzó a mirar a todas direcciones buscando el origen de la voz. De pronto distinguió una mata de pelo rubio que la abrazaba efusivamente

 

 

 

—¡Tanto tiempo Sakura-chan! —exclamó el chico con una sonrisa de oreja a oreja, quien le golpeó con suavidad en el hombro

 

 

 

—¡Naruto! ¡Tan escandaloso como siempre!

 

 

 

—Lo siento —dijo con una risilla disimulada

 

 

 

—¿Se puede saber qué haces tan lejos de la mansión principal? —dijo la chica, colocando sus manos a ambos lados de la cintura

 

 

 

—Veras, yo… me escapé —dijo el chico en un susurro

 

 

 

—¡¿Qué tú qué?!... ufff —La chica lanzó un largo suspiro y tomó al rubio del brazo—. Mejor vamos a hablar a un lugar más tranquilo, además tienes que contarme todo lo que has hecho este tiempo, te invito a la cafetería donde trabajo. —Señaló un local que se encontraba cruzando la calle.

 

 

 

El rubio estaba contento. La chica era una de sus amigas de infancia, una humana que trabajaba en la residencia secundaria donde vivía el resto del personal y los humanos a los que la familia Uchiha les daba hospedaje. Recordaba que en aquellos años a él le gustaba mucho Sakura, pero pasó el tiempo y se fueron distanciando, sobre todo cuando Naruto fue a vivir a la mansión principal como sklave. Hace un año la chica había dejado la residencia y ahora se la encontró por casualidad tratando de huir. Una sonrisa se escapó de sus labios, quizás era el destino que le estaba echando una mano.

 

 

 

 

 

* * *

 

 

 

 

 

—Señor Otis, ¿me puede prestar el teléfono? Es una llamada de emergencia —dijo una chica de cabellera rosa al dueño del local. Había dejado a su amigo rubio esperando en una de las mesas mientras ella iba al baño a retocarse. Sonrió con burla ante la ingenuidad del chico.

 

 

 

El dueño la llevó hasta un pasillo solo para personal autorizado y le indicó un teléfono que estaba pegado a la pared. La chica descolgó el auricular y con movimientos rápidos marcó un número que ya conocía de memoria.

 

 

 

—Residencia Uchiha, buenos días —habló una voz monótona.

 

 

 

—¿Patrick eres tú?, soy Haruno Sakura

 

 

 

—Sakura-san, tanto tiempo —dijo con el mismo tono de voz

 

 

 

—Así es, no tengo tiempo de ponerme al día, ¿se encuentra alguno de tus amos en casa?

 

 

 

—Solo si es urgente…

 

 

 

—Así es —contestó la chica con impaciencia

 

 

 

—Veré si el señor Itachi se encuentra disponible, espéreme un momento. —Le hizo gracia la formalidad del mayordomo con ella -se conocían desde niños- pero eso se debía a lo estricto que siempre fue el señor Fugaku respecto a los modales y la educación dentro de la mansión. Pasaron un par de segundos que se hicieron eternos, hasta que se escuchó una voz grave y varonil.

 

 

 

—¿Qué necesitas? —dijo Itachi con su habitual indiferencia

 

 

 

—Itachi-san, estoy en un café en Dortmund, no sabe con quién me encontré… —dijo la chica con la intención de generar interés en su interlocutor.

 

 

 

—Espero sea alguien importante, estoy ocupado —espetó Itachi con impaciencia.

 

 

 

—Es Naruto —respondió la chica con voz divertida.

 

 

 

—¿Naruto?, ¿estás segura? —El tono de voz del contrario cambió de repente—. Sakura, retenlo lo que más puedas, voy a avisarle inmediatamente a Sasuke, estoy seguro que te recompensará por esto.

 

 

 

—Eso espero, Itachi-san. —Sonrió con triunfo

 

 

 

—No dejes que se mueva de allí por nada del mundo. Dame las coordenadas, vamos para allá.

 

 

 

 

 

* * *

 

 

 

 

 

Naruto estaba impaciente, podía ser muy torpe y despistado pero su intuición nunca fallaba: Sakura se estaba demorando demasiado en el baño, tanto que ya había terminado su segundo café. Ahora que lo pensaba la chica no tenía motivos sinceros para ayudarlo, fueron amigos en la infancia pero esa amistad se quebró de forma considerable desde que se volvió el sklave de Sasuke, además recordaba que Sakura siempre había sido muy leal a la familia Uchiha. Quizás estaba juzgando incorrectamente a la chica y se sintió muy mal por ello pero no podía correr riesgos, pensaba que aunque Sasuke supiera su paradero no iría tras él -después de todo solo era un objeto- pero no quería arriesgar su libertad por su exceso de confianza, no ahora que su determinación era tan fuerte. Con esos pensamientos dejó dinero suficiente en la mesa y salió con prisa del local antes que la chica regresara y notara su ausencia.

 

 

 

Caminó nuevamente por las calles empedradas de Bruckë, repletas de gente a pesar de ser día laboral, y encontró un parque bellísimo lleno de niños que jugaban y corrían y parejas tomadas de la mano que paseaban bajo ese día de otoño. Sonrió con tristeza y se adentró en el lado de la arboleda, acomodándose bajo la sombra de un tilo. Necesitaba tiempo para pensar su próximo movimiento y ese lugar lo ocultaba bastante bien de miradas curiosas; tenía dinero suficiente para sobrevivir un mes o dos, tiempo en que buscaría un trabajo que le permitiera mantenerse y ahorrar para sus estudios. Su sueño siempre fue estudiar en la Academia de Bellas Artes de Dusseldorf pero ahora que había huido de ese lugar tendría que buscar otras alternativas, sin embargo no tenía prisa, había terminado la secundaria II antes de lo programado por lo que tenía tiempo de sobra para decidir sobre su futuro. Con estos pensamientos se quedó dormido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El rubio no se dio cuenta como pasaron las horas porque estaba muy cansado. Comenzó a abrir los ojos con lentitud al sentir una respiración cerca de su rostro y lo primero que distinguió fueron unos ojos claros que lo miraban con curiosidad e ¿interés?. Sin procesar aún la situación en la que se encontraba intentó moverse pero sus extremidades estaban suavemente apresadas por la fuerza del extraño, pestañeó de nuevo y se dio cuenta de que el chico, cuya cabellera lisa caía en cascada sobre sus hombros, lo tenía atrapado contra el árbol.

 

 

 

—Por fin despertaste, gatito —dijo con una sonrisa el extraño. Naruto lo miró con desconcierto y comenzó a retorcerse para liberarse del agarre.

 

 

 

—¡Suéltame maldito! ¡Pervertido! —Ante su sorpresa el sujeto lo soltó con rapidez y con una leve sonrisa le extendió la mano para que el chico se pusiera de pie.

 

 

 

—No seas arisco, solo quiero ayudarte —Su sonrisa se ensanchó y Naruto lo miró con desconfianza. Golpeó su mano levemente y se puso de pie sin su ayuda —. No quería despertarte de forma brusca, así que opté por métodos más… excitantes. —Su mirada recorrió el cuerpo del rubio y se relamió los labios. El chico se estremeció ante esa mirada y sus mejillas se ruborizaron.

 

 

 

—¿Qué te crees para andar agarrando así a un desconocido ´ttebayo?

 

 

 

—Como dije, solo quiero ayudarte, mi nombre es Neji Hyuga pero puedes llamarme Neji, gatito

 

 

 

—Si me vuelves a decir así te voy a… —El rubio hizo ademán de golpearlo pero el desconocido hizo un movimiento imposible de seguir con la vista y de nuevo lo tenía acorralado contra el árbol, sin embargo no imprimió ninguna fuerza en el agarre, solo colocó sus brazos a los costados del rubio y sonrió con gracia.

 

 

 

—¿Qué me vas a hacer gatito arisco? —Detuvo una patada colocando una pierna entre las del rubio—. Puedo dejar que hagas lo que quieras conmigo, pero eso tendrá que esperar. —Se alejó un paso y observó esos ojos azules que lo miraban con fiereza.

 

 

 

—¿Qué es lo que quieres?

 

 

 

—Vengo a ofrecerte mi ayuda, sé que la necesitas. Te daré trabajo y techo, y en mis territorios nadie podrá hacerte daño…

 

 

 

—¿Por qué me ofreces todo eso? No entiendo…

 

 

 

—Todo a su tiempo gatito, solo puedo adelantarte que odio al Uchiha tanto como tú. —El de ojos perla sonrió, esta vez mostrando sus colmillos

 

 

 

—¡E-Eres un vampiro! —dijo el rubio con un atisbo de miedo

 

 

 

—Adivinaste, pero no tienes por qué temerme, soy mejor que ese Uchiha, y no pretendo beber de tu sangre –aún– pensó el  Hyuga.

 

 

 

Así que conoce a los Uchiha -pensó el rubio rápidamente- ¿pero si es una trampa?

 

 

 

—Digamos que acepto… ¿qué ganas tú con esto? —preguntó el rubio con duda.

 

 

 

—Más de lo que crees —De pronto su expresión se volvió seria—. Te dejaré pensarlo, de todas formas la decisión es tuya —Sacó una tarjeta de su bolsillo y se la entregó a un desconcertado Naruto—, búscame cuando hayas decidido. Te estaré esperando… gatito.

 

 

 

—¡Te dije que no me dijeras…! —Cuando el rubio levantó la vista de la tarjeta, el vampiro ya había desaparecido de su vista.

 

 

 

 

 

* * *

 

 

 

 

 

Así es como había llegado a esta situación. Estaba totalmente perdido en un distrito que no conocía ubicado a tres horas de Dortmund, ya había preguntado a los lugareños cómo llegar a Aplebeck e incluso hizo un mapa con la ubicación de la mansión Hyuga, pero ya era de noche y su pésimo sentido de la orientación no ayudaba en nada. ¿Cómo llegó a considerar la oferta del Hyuga?, pues no tuvo que pensarlo mucho; era la mejor opción por ahora y le daban techo, comida y protección, justo lo que andaba buscando. Además tenía un as bajo la manga, y es que ningún vampiro había podido dominarlo hasta ahora ni leerle la mente ni ninguno de esos trucos que utilizaban los chupasangre con los humanos normales, eso era una ventaja que el aprovecharía en caso de necesitarlo. Sin embargo ahora se cuestionaba si todo había sido real o una trampa, porque no había más que árboles y sitios eriazos por todo el camino, y comenzaba a sentirse aterrado. Continuó caminando por el sendero indicado, pero no había ninguna señal que le confirmara que iba por buen camino.

 

 

 

De pronto escuchó unos ruidos de pasos y unas voces que se acercaban, y su instinto que nunca le fallaba le alertó del peligro. Sin pensárselo mucho apresuró el paso al darse cuenta que los sujetos estaban tras él por lo que comenzó a correr, sin embargo le dieron rápido alcance. Un agarre rápido de su brazo y ya se encontraba contra una verja, siendo intimidado por cinco extraños de aspecto aterrador.

 

 

 

—¿Pero qué tenemos aquí? —dijo el más corpulento del grupo con voz nasal, apresando al chico con sus brazos para detener la huida—, un viajero perdido…

 

 

 

—Pobre chico —dijo otro de los bandidos con burla—, será mejor que nos des todo lo que tienes sin oponerte si no quieres salir mal parado…

 

 

 

—Saldrá mal parado de todas formas, hermano —intervino otro mirando lascivamente al menor, provocando risas del grupo. Se acercó al chico rubio y comenzó a registrar la ropa y los bolsillos.

 

 

 

—¡Suélteme! —gritaba el rubio por sobre las risas de los cinco delincuente—, ¡Malditos!

 

 

 

—Mmm qué bien —dijo el que parecía el líder, sacando una navaja de su bolsillo—, una puta rebelde —se relamió los labios y lo recorrió con la vista—. Muy lindo, me gusta. —Comenzó a rasgar la ropa del rubio con el filo mientras los otros lo sostenían de brazos y piernas.

 

 

 

—¡Aléjate imbécil!... —comenzó a gritar el chico, retorciéndose e intentando dar patadas a diestra y siniestra sin ningún éxito, mientras los sujetos tanteaban la ropa y comenzaba a hurgar dentro del pantalón.

 

 

 

De pronto un zumbido cortó el aire y el hombre que tenía sujeto al rubio cayó al suelo expulsando sangre por la boca con los ojos completamente abiertos de la impresión. Los otros comenzaron a mirar en todas direcciones intentando identificar al agresor, aún con las manos sobre el rubio, quien ya comenzaba a angustiarse. De pronto, una voz irrumpió el silencio y congeló a los presentes.

 

 

 

—Suéltenlo. —La voz que se escuchó como un latigazo. En la oscuridad apareció una silueta de un hombre que en definitiva no era humano: su aura era tan amenazante que cortó la respiración de los presentes, quienes se quedaron paralizados manteniendo apresado con firmeza a Naruto.

 

 

 

—Eres solo uno —Se atrevió a murmurar uno de los sujetos—, no podrás contra nosotros —espetó con burla, los otros se sonrieron y exclamaron murmullos de aprobación y burla volviendo a acosar al rubio. Grave error.

 

 

 

Pero qué bueno está el rubio, quiero que abra esa boquita para mí…

 

Voy a penetrarlo hasta que grite y suplique por ayuda…

 

Mira como tiembla de miedo, debe ser exquisito gimiendo…

 

 

 

—Malditos hijos de puta —habló nuevamente el recién llegado, con ira contenida—. Les daré una muerte tan dolorosa que no podrán pensar en nada más. —En una fracción de segundo llegó hasta donde los cuatro intentaban abusar del chico y comenzó una pelea en la cual los bandidos no tuvieron ninguna oportunidad. El extraño los despedazó con sus garras, les arrancó las manos ante gritos y aullidos de dolor y los golpeó hasta que suplicaron por la muerte. Cuando el extraño finalizó su labor soltó un bufido de burla y peinó con suavidad sus oscuros mechones en un movimiento elegante, como si todo lo ocurrido fuera muy normal. Metió sus manos en los bolsillos y volvió su mirada a los cuerpos mutilados que yacían esparcidos en el suelo.

 

 

 

—Espero les haya quedado claro que él me pertenece. —Pateó uno de los restos que se interponía en su camino y caminó con pasos suaves, colocándose frente al encogido rubio, quien solo pudo levantar la vista con miedo, chocando sus ojos con una mirada fría y carmesí.

 

 

 

—S-Sasuke… 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

*~ Quiero huir de ti ~*

Sobre los sklaves...

  • Para ser un sklave, el vampiro debe morder al humano una noche de luna nueva, y luego el humano debe beber sangre del vampiro por única vez. Este intercambio de sangre se traduce en un contrato que obliga al sklave a obedecer las órdenes del vampiro hasta que este rompa el vínculo o el humano muera.
  • A tanto llega el nivel de obediencia que el sklave puede escuchar las órdenes de su amo aún estando a kilómetros de distancia.
  • El sklave queda marcado de forma que todos los vampiros saben que tiene un dueño.
  • Su sangre se vuelve irresistible para el vampiro que lo creó, si bien este se sigue alimentando de otros humanos, la sangre de su sklave será siempre la mejor.
  • La relación entre el amo y el sklave, no es sexual, sin embargo se dan casos en los que estos se acuestan.
  • Solo un vampiro purasangre puede crear a un sklave, por lo que no pueden establecer relaciones más allá de lo que dicta el contrato de sangre, o más allá de lo carnal. Los purasangre solo se casan entre ellos, para mantener la jerarquía dentro de la raza, más detalle de la Jerarquía Vampírica en el próximo capítulo.

 *~ Quiero huir de ti ~*

 

Sasuke ya se encontró al pobre Naruto… pero que no cante victoria porque aún queda mucha historia.

¿Adivinaron que las últimas frases en cursiva eran los pensamientos de los bandidos? menos mal que Sasuke les dio su merecido.

Comienzan a aparecer más personajes en esta historia. Un Neji galán y sexy, un Sasuke temible y posesivo y una plasta rosa que lo único que quiere es volver a la residencia Uchiha…

 

¿Por qué Naruto pudo escaparse con total libertad de Sasuke, a pesar de ser un sklave? Más aún, ¿Porqué Naruto no puede ser sometido por ningún vampiro?

¿Por qué Sakura se fue de la residencia hace un año, y ahora quiere volver?

¿Qué intenciones tiene Neji con Naruto, y qué es lo que oculta?

 


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