Capitulo 13.- Epílogo (Final 2)
Tres meses después…
Shun caminaba a la escuela, llevaba a Max de la mano, avanzaban lentamente en consideración a su estado, ahora estaba de seis meses de embarazo y aunque el médico había dicho que todo estaba bien el peliverde tomaba muchas precauciones con su nuevo bebé, la mañana era como la de cualquier otro lunes, el joven aún sonreía al recordar lo bien que lo había pasado el día anterior cuando fue de pic nic al río con su hermano y su cuñado, el día transcurrió sin novedades salvo que a la salida de la escuela había una mujer en patio que estaba en cunclillas hablando con Max, Shun se acercó bastante intrigado, la chica se puso de pie y ahí la reconoció, era Pandora
- Pandora… hola, no sabía que estabas en Tokio
- La verdad nunca me fui, he estado aquí todo este tiempo
- Y la universidad?
- La familia es mas importante, habían muchas cosas que arreglar, tu sabes… papeleos de lo del juicio de Julián y todas esas cosas
- Y eso como va?
- Ya lo sentenciaron, veinte años en la penitenciaría estatal, vamos a apelar pero ya dejé a mis abogados al pendiente de todo y yo voy a regresar a Londres pero quería ver a mi sobrino y hablar contigo
- Hablar conmigo?, de qué?
- Hades… en su testamente le dejó todo a Max, mis abogados ya hicieron un estimado de todo, están preparando el cheque y los papeles para que los firmes al ser su tutor legal
- No Pandora… yo no quiero su dinero… nunca lo he querido, además no se lo embargaron todo?
- Todo no… pero esa fue la última voluntad de mi hermano, con lo único que no se que hacer es con un caballo, Hades lo compró la semana que murió dijo que era para Max y lo tengo en la casa de campo, no lo quiero vender porque es muy bonito, pensé que tal vez Max quisiera ir a montarlo allá, tenemos caballerizas, personal de apoyo y todas las instalaciones
- Mi papá si me dijo que me iba a comprar un caballo – dijo el niño apretando la mano de Shun
- Y te lo compró… quieres verlo? – Pandora le sonrió al niño que asintió con fuerza
- Si… papi por favor llévame a ver a mi caballito, por favor papi por favor por favor por favor por favor – el pequeño rogaba a su padre con una mezcla de ilusión y anhelo
- Tengo el auto afuera si quieren almorzar conmigo, les prometo que estarán de vuelta en casa antes de las cinco, por favor Shun, nada me haría mas feliz, yo… no se cuando regrese a Japón después de esto, me gustaría pasar la tarde con mi sobrino y contigo también, yo se que no nos hemos tratado pero… significaría mucho para mi – dijo Pandora, su tono no era de súplica pero se le acercaba
- Está bien… - concedió el peliverde
- Ohhh fantástico… vamos de una vez, y dime, de cuantas semanas estás?
- Veintiséis
- Y sabes que es?
- Niña…
Shun caminó fuera de la escuela con Max de su mano, el pequeño saltaba ante el prospecto de conocer a su caballo, el que su papá le había prometido, Shun sonrió con tristeza al ver que Pandora estaba conduciendo el auto de Hades, Shun se subió y se puso el cinturón de seguridad, Max hizo lo mismo en el asiento de atrás y se pusieron en camino, la casa de campo de la familia Solo estaba a las afueras de Tokio, Hades si llevaba allá a Max con frecuencia pero Shun fue una sola vez, cuando Hades hizo la fiesta de cumpleaños para Max hace tres años, Shun se bajó del auto con algo de dificultad, su pancita le estorbaba para algunas cosas y el bajarse de un auto deportivo era una de ellas, finalmente fueron por el jardín y rodearon la propiedad para llegar a las caballerizas, Max se soltó de la mano de Shun y corrió con fuerza cuando vio a su caballo y a la persona junto a su caballo
- PAPA!!!!!!... PAPA!!!!!
Hades estaba de pie junto al caballo, al escuchar los gritos de su hijo se dio la vuelta y corrió a su encuentro, lo levantó del piso, lo abrazó y lo besó por todo su rostro
- Max… hijo mío… no sabes las ganas que tenia de verte
- Papá… yo pensé…
- Lo se hijo y lo siento, tuvimos que decir esa mentira, pero ya estoy bien y ahora todo volverá a ser como antes, no sabes las ganas que tenía de verte, a ti y a tu papi Shun
- Te quiero mucho papa
- Y yo a ti hijo, con todo el corazón… hola Shun, gracias por traerlo – Shun llegó hasta donde estaba aquel que creía muerto y abrazaba feliz a su hijo
- Hades… no lo puedo creer… pero cómo?
- Fue necesario, pero vamos a comer y te lo cuento todo, que tal suena macarrones con queso?
Max sonrió feliz y asintió, con sus dos manitos aplastó los cachetes de Hades y besó su nariz, Shun lo miró sorprendido, eso solo se lo hacía a él… vaya…, todos fueron adentro a comer, el almuerzo fue rápido y Pandora prudentemente se llevó al niño a jugar con el caballo, Hades quería hablar con Shun, en su conversación le contó que los paramédicos eran parte de su equipo médico y lo ingresaron al hospital bajo otro nombre y con el rostro vendado, ahí lo habían operado y casi muere, había entrado en coma por una semana mas o menos pero que pudo salir de todo eso, a la final era joven y fuerte
- Pero y el funeral?, yo te vi… en la caja…
- Esa era una réplica mía hecha en cera, Julián y yo las mandamos a hacer hace algún tiempo por si acaso algún día teníamos que fingir nuestras muertes, Pandora lo sabía y ella fue la que arregló todo
- Vaya… solo lo de Julián no resultó
- Nahh… a él lo transfieren de penitenciaría en dos días y ya tenemos todo listo para interceptar su transporte y sacarlo, nos vamos a ir del país Shun, los tres
- Los tres?
- Julián, Pandora y yo, por eso quería ver a mi hijo una vez mas antes de irme, todo se nos ha facilitado, los planetas se alinearon o algo… yo ya estoy completamente repuesto y puedo viajar, justo ahora se presenta la ventana de oportunidad para sacar a Julián y mi hermanita está dispuesta a dejar todo y empezar una nueva vida, en familia como siempre debió ser, Pandora se ha portado a la altura, me ha recordado mucho a mi madre, tiene su mismo temple y carácter pero es muy dulce… como tu…
- Y a dónde van a ir?, a Londres? – Shun quería cambiar de tema, Hades lo miraba sugestivamente haciéndolo sentir algo incómodo
- No… ese sería el primer lugar en donde nos buscarían, no te lo puedo decir por nuestra seguridad y la tuya, aunque si me gustaría que cuando estemos instalados me puedas mandar a Max, lo que sería fantástico sería que armes tus maletas y vengas conmigo
- Hades… sigues con eso?
- Qué te puedo decir Shun, siempre te he amado, yo se y entiendo que no confíes en mi, te he hecho mucho daño, pero nunca te he mentido, nunca te he engañado, siempre he sido honesto contigo – el tono de Hades era extraño y miraba a Shun con una mezcla de pena y rabia
- A que viene esto Hades?, tu sabes que no me voy a ir contigo a ninguna parte, especialmente ahora que voy a tener un bebé… de mi esposo
- El bebé no es problema, a mi me basta con que sea tuyo, si se parece a ti sería suficiente, es mas… así la criatura fuera igualita al idiota de tu esposo eso no me importaría, tu te mereces mas de lo que tienes, te mereces a alguien que te ame y te sepa considerar
- Yo soy feliz con mi esposo Hades
- La ignorancia es bendición – Hades se recostó en la silla y suspiró cerrando los ojos
- A qué te refieres?
- Por esas casualidades de la vida yo fui llevado al hospital donde trabaja Shaka y cuando estaba convaleciente escuché rumores de pasillo, las enfermeras comentaban cosas de los médicos que ahí trabajan, como yo debía fingir que estaba en coma o algo así, las enfermeras se reunían a su break en mi cuarto y entre todos los chismes oí cosas… de tu esposo
- Qué cosas?
- Que tiene un amante, que está involucrado con otro doctor y su relación va mas allá de un año, una de las enfermeras… June… sentía especial cariño por ti, le parecías muy dulce y le daba mucha rabia que mientras tu te sometías a varios tratamientos para poder tener otro bebé tu esposo se revolcaba con este otro médico en los vestidores y las duchas, sin ser discretos en lo mas mínimo
- Eso no es cierto, Shaka nunca me engañaría
- Supuse que eso dirías, de cualquier manera yo no me podía quedar con la duda y lo mandé a seguir, me dio rabia en piel ajena, además si algún día te iba a decir algo tendría que mostrarte pruebas, yo no hablo así por así
- No Hades… eso no es cierto, solo me lo estás diciendo… para hacerme daño… no te creo… no puedo creerte
- Espera aquí – el pelinegro se puso de pie y fue hasta su estudio y volvió con un sobre que le dio al peliverde que lo abrió y casi se muere al ver el contenido, eran fotografías de su esposo besándose con otro médico, ambos en el hospital vistiendo sus batas blancas, otra fotos de la misma pareja ambos estaban con menos ropas hasta que llegaron a fotos sumamente comprometedoras de la pareja haciendo el amor en lo que parecía un cuarto del hospital, pero al seguir pasando las fotos a Shun se le fue el alma al ver que el fondo de esas nuevas fotografías era su casa, su cuarto, su cama…
- No puede ser… cómo conseguiste esto Hades?
- Ya te lo dije, lo mandé a seguir, no te voy a mentir yo quería enterrarlo por como nos vino a amenazar a Julián y a mi, pero lo que esperaba encontrar eran casos de mala práctica médica o algo de eso, no pensé que fuera tan estúpido de engañarte y con un compañero de trabajo
- No puede ser… esto no es cierto, tu trucaste estas fotos
- Si quieres te puedo dar los negativos pero no te has preguntado por qué si Shaka tiene seis años trabajando en ese hospital él tiene turno en la noche tres veces a la semana cuando sus colegas que entraron en el mismo año que él tienen ese turno solo una vez a la semana?, no te has puesto a pensar por qué el no quería tener otro hijo contigo?, por qué pospuso por tanto tiempo el tratamiento de fertilidad?, por qué no se han cambiado de departamento por tanto tiempo si dinero no les falta?, no te has puesto a pensar en eso?
- Me tengo que ir…
- En verdad siento todo esto Shun… si quieres irte Pandora te llevará, pero mi oferta sigue en pie, si quieres dejar a ese imbécil y venir con nosotros nada me haría mas feliz
- Yo no puedo hacer eso
- Piénsalo Shun… qué te ata a este lugar?, yo se que me vas a decir que tu hermano pero eso se puede arreglar y fácil, si lo quieres tener cerca cuando estemos establecidos lo llevamos, Max es mi hijo y lo quiero mas que a la vida misma, yo te amo a ti, siempre te he amado y esta vez las cosas serán distintas, y si estás preocupado por tu bebé, no lo estés, yo… siempre he querido una familia, me gustan mucho los niños y me perdí de muchas cosas con Max, yo no soy el que antes fui
- Lo siento Hades… no puedo… debo irme
- Está bien, pero si cambias de opinión partiremos a las dos de la mañana del aeropuerto privado del norte en dos días, solo tienes que traer a Max, yo tengo listos sus pasaportes, nuevas identidades y todo, solo piénsalo Shun… tu no conoces a tu esposo, si él te mintió y te ocultó por tanto tiempo lo que estaba haciendo en mi contra, nada te garantiza que no te haya mentido en muchas cosas mas
- Él me ama… yo lo se…
- Si… pueda ser que te ame, pero eso no es suficiente, al engañarte con otro te ha demostrado que él piensa que no eres suficiente, la verdad no lo entiendo, teniéndote a ti a su lado, cómo puede revolcarse con alguien mas, especialmente con un niño en camino
Shun ya no dijo nada mas, estaba peleando las lágrimas, se levantó y fue a buscar a su hijo que estaba montado en el caballo y paseando suavemente de la mano de Pandora que llevaba las riendas, Shun se acercó y les dijo que debían irse, Pandora bajó al niño que corrió a su papá, Hades lo abrazó y lo besó, le dijo que pronto volverían a verse, que se mudaría pero que ya había hablado con su papi Shun y le había prometido que lo llevaría a visitarlo, Max lloró otra vez aferrándose a Hades, ahora que lo había recuperado no lo quería perder otra vez, esa noche Max y Shun estuvieron muy callados en la cena, Shaka no había llegado todavía cuando ambos se acostaron, casi a las diez de la noche el rubio llamó a su esposo y le dijo que había habido un accidente y que el jefe de cirugía había llamado a todos los médicos posibles, habían muchos herido y él se había ofrecido a quedarse cuando acabó su turno, Shun no le dijo nada y solo se despidió, le dijo que lo vería mañana
El joven intentó dormir pero no pudo, se levantó y caminaba por el cuarto, estaba apoyado en el marco de la ventana mirando a la desierta calle, cuando algo le vino a la cabeza, qué mas le ocultaba el rubio?, intrigado fue hasta su cajón del velador y lo abrió, no encontró nada interesante, luego fue por sus cajones del aparador pero tampoco encontró nada, luego fue por el closet pero no halló nada, fue al baño sintiéndose culpable de sus dudas, Shaka nunca había hecho nada para ganar su desconfianza y cuando estaba a punto de detenerse en la búsqueda abrió las puertas del armario donde estaban las toallas y en el espacio de arriba vio entre las toallas la punta de una cajita que parecía ser de chocolates, intrigado Shun se estiró y con esfuerzo la alcanzó, no era suya… la abrió y encontró varios paquetes de preservativos y algunas fotos de Aioria atado con correas de cuero totalmente desnudo y con una pelotita en la boca, les dio la vuelta y tenían mensajes escritos, uno de ellos decía: “Para que tengas algo estimulante en tu mente mientras le haces el amor dulcemente a tu esposo”, otra decía: “Mi amo, solo para tus ojos”, y varios mensajes mas, al ver esto Shun en verdad se quiso morir, una cosa eran las fotografías que Hades le había mostrado que siempre cabía la posibilidad de que no fueran ciertas, pero esto… esto… estaba en su propia casa, si Hades no le hubiera hecho dudar nunca las habría encontrado y Shaka se seguiría burlando de él
En un arranque de rabia Shun tomó una maleta y empacó algo de ropa, algo de sus cosas, todo el dinero suelto que tenía por ahí y dejó la maleta en la puerta de la casa, fue al cuarto de Max e hizo lo mismo, llamó a Ikky pero no le contestó el teléfono y luego se acordó que Hyoga apagaba los celulares antes de acostarse, iba a marcar a la línea fija pero lo pensó mejor, qué le iba a decir a su nissan?, ellos lo recibirían sin dudarlo pero… en verdad quería eso?, empezar una batalla con Shaka, disculpas… explicaciones, divorcio, pelea legal por la custodia de la niña… no… estaba cansado de todo, estaba exhausto… y pensó en Hades…
Hades le había ofrecido un nuevo comienzo, lejos de todo pero… tampoco quería eso, no quería atarse a nadie, estaba muy dolido por todo y solo quería desaparecer, tomar a sus hijos y desaparecer, esperaría hasta el amanecer, no podía irse así sin hablar con Shaka, le debía eso por lo menos…
Las horas pasaban y amaneció, el peliverde esperó y esperó pero el rubio no llegó a casa en toda la noche, preocupado llamó al hospital y preguntó por él, no se identificó porque no quería mas mentiras y le informaron que el doctor Kotara no trabajaba ese día, que había tenido guardia en la tarde el día anterior y este día también trabaja en el mismo horario, Shun preguntó sobre el accidente y le respondieron simplemente: “Que accidente”, sin buscar mas explicaciones colgó, trató de llamar al celular de su esposo y no le contestó, el menor estaba en verdad preocupado y molesto ahora, Shaka si se le desaparecía así pero nunca antes le había preocupado, él creía ciegamente lo que sea que el rubio le dijera, si en verdad lo estaba engañando le hubiera resultado por demás fácil, él siempre fue un estúpido que confió en su esposo y creyó ciegamente en todo lo que el rubio le decía
Esa mañana fue a la escuela con Max como todos los días pero a las nueve Pandora llegó y se asomó a la ventanita de su aula, Shun abrió la puerta bastante confundido
- Qué pasa?
- Hades dice que lo siente mucho, que en verdad lo siente pero hay algo que debes ver y con tus propios ojos
- Si es algo de Shaka la verdad no quiero ver mas fotografías
- No son fotografías, él está ahora en el Motel 6… con Aioria, parece que anoche fue muy intenso y se quedaron dormidos
- Me estás diciendo que si voy contigo voy a ver a mi esposo… en un motel?, con su amante?
- Si
- Vamos
Shun habló con el director y dijo que tenía que salir de urgencia un momento y se llevó a Max con él, Pandora manejaba con prudencia pero Shun vio que habían dos autos que los resguardaban, cuando llegaron a aquel Motel Hades estaba abajo esperándolos en el parqueadero, Shun estaba pálido y muy molesto, Max fue hasta donde su padre y lo abrazó, Hades lo alzó y lo besó
- Me quieres decir por qué estas haciendo esto? – reclamó Shun en un susurro cargado de ira
- Porque mereces saber, porque mereces ser feliz, porque tienes derecho al amor y eres la persona mas buena que he conocido y no puedes dejar que te traten así
- Y lo haces destruyéndome en el proceso?
- Mereces saber Shun, tu… mereces saber, yo te dije ayer que lo mandé a seguir, me avisaron de esto y yo te lo avisé a ti, habitación 203
- Por favor espera aquí con Max, no quiero… tu sabes…
- Está bien
Shun subió las escaleras lentamente y llegó hasta la puerta en cuestión, giró la perilla que no estaba asegurada y entró a la habitación, en la cama que estaba totalmente revuelta vio a Shaka que estaba recostado sobre el pecho de Aioria, ambos profundamente dormidos, el peliverde dio un portazo, Aioria saltó en la cama al igual que Shaka y ambos se quedaron mudos al ver a Shun parado en la puerta de la habitación, más pálido que la muerte y con el corazón destrozado, Shaka se puso de pie dejando ver su desnudez, el rubio parecía confundido
- Shun… qué pasó?… dónde estoy?, Aioria?, pero qué…?
- Ahora vas a alegar demencia?, que tan estúpido crees que soy? – Shun dejó salir toda su rabia y gritó, él nunca gritaba pero esta ocasión lo ameritaba
- No Shun… esto no es lo que parece, mi amor… por favor espera
- Muérete Shaka…
Pero ya fue tarde, Shun salió de la habitación dando un portazo y bajó rápidamente las escaleras, Shaka se puso una bata que encontró por ahí y salió tras de su esposo pero cuando llegó al parqueadero lo vio subir con prisas y algo de dificultad a una camioneta con vidrios polarizados pero el médico se quedó paralizado al ver a aquel que creía muerto de pie junto a la puerta y con su hijo en brazos, el pelinegro al verlo llegar le sonrió victorioso y se subió al auto en el asiento trasero junto a Shun que ahora lloraba, ya no lo podía evitar y se quería morir, los autos arrancaron dejando al médico total y absolutamente derrotado de pie en aquel parqueadero
Hades hizo señas al chofer y fueron directamente al aeropuerto, Shun no veía nada, las lágrimas le nublaban todo y estaba destrozado, la persona a la que mas amaba y confiaba lo había engañado de la peor manera pero reaccionó cuando se dio cuenta a dónde habían llegado
- No que te ibas mañana?
- El doctorcito a esta hora ya debió haber llamado a la policía y pronto cerrarán los aeropuertos, si me voy tengo que irme ya
- Y Julián?,
- La policía adelantó su movimiento pero nos avisaron con tiempo, él ya nos está esperando en el avión, solo nos desviamos por ti
Hades miraba a Shun, el joven se veía tan frágil con su niño en brazos y su abultada pancita, solo lloraba y no decía nada mas
- Ven conmigo Shun – insistió el mayor tomando su mano
- No puedo – Shun negó con la cabeza abrazando mas a Max que abrazaba a su papito, no entendía por qué estaba llorando
- Qué te retiene aquí?, ven conmigo, yo te ofrezco una nueva vida, lejos de todo y de todos, un nuevo inicio
- Yo no…
- No te pido nada, tu sabes a lo que me refiero, ya no lo voy a presionar mas, solo quiero estar cerca de mi hijo y cerca de ti, tu serás completamente libre, déjame cuidarte, déjame compensar en algo el daño que te he hecho por tanto tiempo, vamos Shun… a qué te quedas?
- Pero…
- No te preocupes por nada, por ropa ni nada de eso, ya lo solucionaremos en el camino, yo cuidaré de ti, de ustedes tres
- A dónde vas?
- América, es en serio lo de una nueva vida, tendremos nuevas identidades, yo solo quiero ayudarte, sin presiones… vámonos Shun, ya no tienes nada que te ate aquí, y por Ikky no te preocupes, lo mandaremos a buscar en un mes máximo si eso es lo que te hace pensar
- Está bien… pero… si yo quiero volver…
- Lo podrás hacer sin problema, yo no quiero tenerte como mi prisionero, solo quiero ayudarte, en serio
- Ok.,
Shaka volvió a la carrera a la habitación del motel y al entrar no vio a Aioria por ninguna parte, tomó el teléfono y llamó al detective Shura y le contó lo que había visto, a quién había visto mientras desesperado se vestía y salía con prisas de aquel horrendo lugar, el pelinegro movilizó a todo el mundo al aeropuerto pero cinco jets privados habían partido las últimas dos horas, todos ellos con el mismo número de ocupantes y con diez minutos de diferencia cada uno a cinco destinos diferentes, no tenían manera de rastrearlos, el pelinegro detective maldijo a todos los Dioses, los hermanos Solo se le habían escapado como agua entre sus dedos, cuando Shaka llegó a casa había llamado incesantemente al teléfono celular de Shun y estaba sumamente frustrado al no obtener respuesta, al llegar vio las maletas de su esposo junto a la puerta, esto no tenía ningún sentido hasta que vio sobre su cama que estaba destendida una caja con varias fotos de Aioria en posiciones sugestivas… maldito Hades… cómo Shun se dejó manipular por él??
***
Shaka estaba llegando a su casa en la noche, se había quedado en el hospital, ahora siempre se quedaba en el hospital, no tenía sentido ir a una casa vacía en donde solo lo esperaba una cama fría y comida congelada, al entrar su teléfono sonaba, eso era raro, a raíz de que su Shun se fue llevándose a sus hijos el rubio doctor se había encerrado en si mismo y se había vuelto bastante antisocial, de cualquier manera contestó el teléfono algo malhumorado
- Aló?
- Vaya Shaka… hasta que llegas… tuviste trabajo o un revolcón por ahí?
- Con quien hablo?
- Yo se que han sido años pero no esperé que hubieras olvidado el timbre de mi voz
- Hades…
- El mismo… hace mucho tiempo que no habíamos hablado y pensé en llamar a saludarte
- Eres un desgraciado, te llevaste a Shun con engaños, cómo pudiste hacerle esto a él, eres un maldito
- Puedes decir lo que te de la gana doctorcito, en verdad creías que íbamos a dejar pasar tu osadía al amenazarnos?, quién rayos te crees que eres?... ojo por ojo doctorcito, ojo por ojo
- Tienes a Shun?
- Claro que si… aurita está durmiendo, lo dejé exhausto
- Tu… tu…
- No se que tiene, de haberlo sabido lo hubiera embarazado antes, ahora está todo insaciable y lujurioso, me tiene ocupado, en términos generales mi Shun es una fiera en la cama pero últimamente, desde que sabe que está de encargo está imparable, y yo pues… me sacrifico y lo complazco
- Embarazado?
- Si… mis felicitaciones al médico que hizo su tratamiento de fertilidad, sin intentarlo mucho Shun está de encargo otra vez, la verdad no me sorprende, con Max fue a la primera
- Te odio
- No doctorcito de cuarta yo te odio, por eso te quité lo que mas amabas y lo hice mío, solo te llamaba para decirte que hoy fue el cumpleaños de mi pequeña Liz, hoy cumplió tres años, le hicimos una fiesta fantástica, ella es muy hermosa se parece mucho a Shun, es rubia y tiene los ojos azules como los tuyos, pero lo que me alegra de todo esto es que ella hoy me abrazó luego de soplar la velita y me dijo con su dulce voz: “Te quiero papito”
- Ella es mi hija
- No… es la mía, la he criado como tal, es la mas apegada a mi, inclusive mas que Max, quería compartir eso contigo en este día tan especial
- Eres un pobre infeliz
- Pues si… no me digas que lo tuyo con Aioria no resultó?
- Qué hiciste con él, desapareció de Tokio luego de tu bien planeado encuentro, cómo convenciste a mi amigo a hacer algo así?
- Aioros… crees en verdad que no me di cuenta de cómo sacase la información de mis empresas?, fue muy fácil descubrirlo así que tomé a Aioros y lo llevé a una de mis bodegas, lo torturé hasta casi la inconciencia y él me contó todo, luego llevé a Aioria para que vea la poca vida que le quedaba a su hermano, si él no hacía lo que le pedía los mataba a los dos, así que mansamente se prestó para las fotografías, los montajes me quedaron maestros y luego Aioria mismo te drogó para llevarte al motelito, todo salió a pedir de boca y ahora Shun está en mi cama de donde nunca debió haber salido
- Y que vas a hacer cuando se de cuenta de todo esto?
- Medio complicado porque él te vio con sus propios ojos en la cama con otro, Shun es muy rencoroso por si no lo habías notado y ahora está feliz a mi lado, recuperé a mi primogénito, mi cosita rica me va a dar otro hijo y además de que me robé el tuyo pues… solo ahí son tres pero Shun quiere cinco, a mi no me molesta si eso significa que lo voy a coger de todas las formas posibles para embarazarlo, hasta hacerle gritar de placer, sabías que de dormido dice mi nombre entre sueños?, eso me parece fantástico…
- No… Shun…
- El otro día me dijo que nunca había tenido tantos orgasmos en la misma noche, supongo que lo sabes, su posición favorita es cuando está sobre mi y me cabalga de espaldas, a mi también me encanta, puedo ver como su hermoso traserito sube y baja, pero lo que mas me gusta es que mientras los estamos haciendo gira un poco la cabeza y me dedica miradas pícaras, me provoca comérmelo… y luego… pues me lo como
- Eres un maldito… cómo pudo Shun perdonarte, cómo puede acostarse contigo?, no lo entiendo, él te odia
- No… no me odia… yo siempre le he parecido atractivo y el cómo me lo gané pues eso es fácil… yo soy un muy buen padre, esa es una de las cosas que viraron las cosas a mi favor, otra de las cosas que hice fue darle su espacio y tiempo, yo no lo busqué, él solito vino a mi cama, he estado aquí para él todo este tiempo, tengo varios negocios pero ya no me dedico a lo que me dedicaba antes entonces aprecia la paz que tiene ahora, le di estabilidad, una familia, el mejor sexo de su vida y yo creo que le acabó de conmover la pequeña Liz, así como tu utilizaste a Max para ganarte a Shun, yo utilicé a Liz, eso es justicia poética, tu hija fue mi boleto de entrada al corazón y a la cama de Shun
- Déjame hablar con él… maldito degenerado
- Puedo ser todo lo degenerado que se me de la gana, a Shun le encanta y siempre me pide más y de verdad lo siento pero… él no quiere hablar contigo
- No te creo nada, tu lo tienes en contra de su voluntad, estoy seguro, o lo tienes amenazado, secuestraste a Ikky verdad?
- Secuestré a Ikky y lo he mantenido secuestrado por tres años??, vamos Shaka pensé que eras mas inteligente, claro que me traje a Ikky y trabaja en mis empresas, tiene un sueldo fantástico y vive en la casa de junto a la mía, sus hijos pasan mucho tiempo con los míos, esa es otra de las cosas que le gustan a Shun, él quiere ver la casa llena de niños, le gusta mucho cuando están aquí los niños de Julián y Sorrento y el bebé de Pandora
- Yo pensé… que le hiciste algo… a Ikky… cielos…
- Eso crees?, no… con Shun no funcionan las amenazas, hay que jugarlo de otra manera, créeme un mes acostado en esa cama de hospital me dieron muchas ideas que rindieron frutos, oh espera un momento… princesa ven acá, deja dormir a papito
Hades estaba parado en el balcón de su habitación y podía ver claramente a Shun que estaba profundamente dormido en la cama, la puerta de su habitación se había abierto y la pequeña había entrado, se iba a subir a la cama pero Hades la llamó al verla, la niñita fue hasta donde estaba el pelinegro que la amarcó y besó su mejilla, Shaka escuchó cómo aquel llamaba a la niña y luego escuchó el beso y la risa de la pequeñita, al oír esto se le rompió el corazón al rubio otra vez
- Aló? – dijo la niña señalando el teléfono y riendo
- Tu quieres decir aló? – preguntó el orgulloso padre
- Ti – respondió la niña extendiendo su manito para tomar el aparato
- Ok.,
Hades puso el auricular en la oreja de la niña y ella dijo “aló”
- Liz verdad?, te llamas Liz?
- Ti
- Liz, dale el teléfono a tu papi Shun
- Papi Shun está mumido – dijo la niña señalando a Shun que no se había movido en lo más mínimo, ahora en su estado tenía el sueño mas pesado y en verdad que Hades lo había dejado exhausto esa noche
- Despiértalo, dale el teléfono mi amor, yo soy tu papá Shaka
- No… papi Hades y papi Shun, ñaño Max – Hades rió con ganas y le quitó el teléfono a la niña que hizo un puchero pero el mayor solo la volvió a besar
- Ya la oíste, ella solo tiene dos papis, papi Shun que está mumido y papi Hades que está hablando contigo, oye tu que eres médico es normal que mi hija no hable claro del todo?, ya tiene tres años pero es muy mimada – el pelinegro se burlaba cada vez mas del furibundo rubio que caminaba por toda su casa, sin poder hacer nada para recuperar a su familia
- Espero que te mueras de la manera mas dolorosa posible, te robaste a mi esposo, a mis hijos, mi vida entera
- Tu te entrometiste donde nadie te llamó, esto es tu culpa… - Hades puso suavemente en el suelo a la niña y le señaló la cama, la pequeña fue corriendo y se subió para acurrucarse en Shun que despertó al sentir sus manitos heladas en su pecho, el peliverde abrió los ojos y buscó a Hades por la habitación y lo vio en el balcón hablando por teléfono, la puerta estaba abierta y lo podía escuchar muy bien
- Con quien habla papá por teléfono? – preguntó somnoliento el peliverde frotándose los ojos
- No se
- Tu estabas afuera con papá
- Ti
- Con razón estás helada angelito
Shun abrazó a su hijita, besó sus cabellos y se concentró en escuchar la conversación de Hades, el pelinegro no hacía nada por ocultarla si se estaba paseando por el balcón y hablaba en su tono normal de voz
- La verdad no se que tanto reclamas ahora, tu solito lo perdiste, yo solo estuve ahí para él, no te acuerdas que una vez hace mucho tiempo me dijiste algo parecido pedazo de idiota
- Shun ya despertó verdad?, ponlo al teléfono, déjame hablar con él
- No… hoy ha sido un muy buen día y no quiero que se lo arruines
- Maldito… y que vas a hacer cuando te canses de jugar a ser papá, o te canses de Shun?, lo vas a botar a un lado?
- No… claro que no, yo amo a mis hijos y es sumamente divertido ser papá, amo a Shun y créeme de él no me cansaría nunca, es divertido, muy inteligente, fantástico en la cama, no me cansaré nunca de besarlo, besa como los dioses y no te voy a decir las otras cosas que hace con su boca porque mi hija está por aquí cerca y está despierta
- No tenías derecho de destruir así nuestras vidas
- Nahhh, solo destruí la tuya, Shun es feliz a mi lado, está realizado tanto profesional como personalmente, no trabaja en una escuelita de barrio, ahora dirige un Centro de cuidado infantil para niños con capacidades especiales y es fantástico en su trabajo, Max está en el cuadro de honor y en el equipo de futbol de su escuela, nosotros jugamos los domingos, me ganó el último partido lo puedes creer?, la princesa va a entrar al ballet y tenemos un nuevo bebé en camino, créeme estos tres años han sido lo que siempre he soñado de cómo sería mi vida junto a Shun, lo único que no me esperé fue el sexo, no creí que fuera tan bueno, yo seré el primero y último en su cama así te pese doctorcito de cuarta
- Pásame el teléfono – insistió el rubio, Hades miró a Shun que lo miraba intrigado y dijo:
- Ok., me convenciste espera un ratito
Hades entró a la habitación y cerró la puerta, se metió en la cama y le dio el teléfono a Shun que se lo devolvió y negó con la cabeza
- El doctorcito no me cree que no quieres hablar con él, vamos… háblale…
- Mi dotor? – preguntó la niña que estaba despierta en los brazos de su padre
- No princesa no es tu doctor, ya duérmete – dijo el pelinegro haciéndole cosquillas a la niña que se rió, abrazó a Hades y se trepó sobre su pecho acomodando su cabecita en su hombro y enredando sus deditos en sus cabellos, Shun le quería dar el teléfono a Hades sin hablar mientras escuchaba como el rubio gritaba su nombre, Hades tomó el teléfono y suspiró
- Lo intenté… en serio, pero él no quiere hablar contigo, bueno es tarde y mañana nos vamos a ir de día de campo con toda la familia, que tengas buena noche Shaka
- No… espera… - Hades le volvió a dar el teléfono al peliverde que con cansancio lo tomó y empezó a hablar muy rápido
- Shaka… es Shun, no se como conseguiste este número pero la verdad después de todo lo que ha pasado no tiene sentido que quieras saber de nosotros
- Shun… espera… las cosas no son así
- Yo se lo que vi, eso en su momento me dolió mucho, ahora la verdad no me importa, puedes hacer con tu vida lo que quieras, yo quisiera olvidar todo lo malo y recordar solo las cosas buenas, tu fuiste muy bueno conmigo y con mi hijo y por eso no me esperé un golpe tan bajo de tu parte, lo único que puedo decirte es que todo está olvidado, todo está perdonado pero no quiero volver a verte o a saber de ti
- Shun… amor… Hades te engañó… yo te amo
Pero en ese momento la línea se cortó, Shun colgó el teléfono y lo puso en el velador para recostarse en las almohadas con un suspiro, Hades acarició su rostro y la pequeña Liz se trepó ahora en Shun que la recibió en sus brazos y la besó
- No tienes frío papito? – preguntó la niña al ver que su papito estaba puesto solo unos boxers
- No… tu papito no tiene frío porque lo abrazo yo, vamos a tu camita – dijo Hades con la intención de cargar a la niña y llevarla a su cama pero la pequeña se aferró a Shun y le susurró
- No… yo quiero dormir contigo
- No no no, a tu oso le da frío – insistió Hades
- Papi… - la pequeña Liz se volteó, acarició el rostro de Hades y le dio un beso en la nariz
- Ok., voy a traer tu oso, abraza a papito hasta yo volver si? – la niña sonrió contenta acomodándose de mejor manera en la cama al otro lado de Shun quedando al filo y no en medio de sus padres
Hades se levantó y fue a traer el oso de su hija, no era la primera vez que ella se pasaba de cama, el problema era que se despertaba y preguntaba a la madrugada por su oso entonces antes de que les haga escándalo mas tarde el pelinegro lo fue a traer, regresó a la cama y abrazó a Shun que estaba acostado de lado y volteó el rostro para buscar los labios del mayor que correspondió a su beso y lo abrazó por la espalda acariciando suavemente su vientre en el que apenas se notaba el bulto que crecía, el beso se rompió y Hades cobijó de mejor manera a Shun y a Liz y besó el hombro del peliverde que se acurrucó en su pecho buscando su calor
- Cómo consiguió este número de teléfono? – susurró Shun, no había escuchado la voz de Shaka en mucho tiempo, no lo pudo evitar, algo en su pecho se removió
- No lo consiguió… yo lo llamé – explicó el pelinegro con una sonrisa de satisfacción
- Para qué lo llamaste?
- Quería contarle lo de la fiesta de la princesa, la verdad le quiero mandar fotos – dijo Hades con una sonrisa torcida y un suspiro
- No seas perverso
- Si lo soy… y tu lo sabes, esa es una de las cosas que te gustan de mi, admítelo – dijo el mayor en tono divertido
- No es cierto
- Si es cierto, yo estoy seguro de que yo te gustaba, cuando recién nos conocimos, antes de que pasara todo lo que pasó, yo… te gustaba, verdad?
- Claro que no – Shun hizo un puchero y se volteó
- Mentiroso – dijo Hades y bajó su mano para acariciar las caderas de su joven amante
- Ok., tal vez un poquito – concedió el peliverde
- Y te gusto ahora? – susurró el mayor besando y lamiendo la oreja del joven que se estremeció ante este sensual roce
- No… no me gustas ahora
- Ah no? – Hades se pegó un poco mas a Shun y se movía suavemente en la cama rosando y acariciando su trasero
- Te amo tonto – Shun se volteó y miró a los ojos al mayor para luego unirse en un suave beso
- Y yo a ti, y a Max y a Liz, y al pequeño que no tiene nombre todavía
- Es un varón
- Ah si?, genial…
Shun giró un poco mas en la cama y besó otra vez a Hades que se incorporó un poco para profundizar el beso, el menor bajó su mano y le empezó a acariciar la entrepierna a Hades que se movió muy sensualmente en la cama, al romperse el beso el pelinegro buscó el cuello del menor que dejó escapar un gemido suave
- Ya se durmió la princesa? – preguntó el mayor devolviendo las caricias íntimas en Shun que suspiraba y se movía en anticipación
- Ajá
- Perfecto… no te muevas…
Hades se levantó, cargó a la niña y la fue a dejar en su camita, volvió para encontrar a Shun que lo esperaba ansioso en la cama y se rindió a sus besos desnudándolo con prisas, en verdad Shun estaba todo apasionado y ardiente últimamente, esta era una fase del embarazo que el mayor no le conocía pero que estaba disfrutando mucho, cuando llegaron al orgasmo y cayeron entre las almohadas Shun sonreía satisfecho y Hades también, el menor tomó la mano de Hades y entrelazó sus dedos con los suyos
- En serio me amas Hades?
- Claro que si, si no fuera así ya no estaríamos juntos, pero yo… te necesito a mi lado, siempre ha sido así, yo sabía que tu eras para mi
- Por qué?
- Solo alguien como tu podía ayudarme a cambiar el rumbo de mi vida, solo alguien como tu podría enamorarme así, solo alguien como tu me haría querer ser padre, solo alguien como tu haría que yo deseara ser mejor, yo intento ser mejor por ti, por nuestros hijos, por mi, por el resto de mi familia, yo te dije que cambiaria todo y lo he hecho
- Tu… no faltaste a tu promesa, la verdad no pensé que pudiera enamorarme de ti, después de todo lo que pasó, de todo…
- No pienses en el pasado, yo soy tu futuro, siempre lo he sido, si te lo decía pero nunca escuchaste
- No puedo creer que esté ahora aquí… contigo… con mi nissan… Julián, en verdad somos una familia, nunca lo creí posible de estar a tu lado
- Bueno… todo puede pasar no?
Shun sonrió y se acurrucó en el pecho de Hades, el pelinegro cumplió su palabra y cuando lo llevó a América se dedicó a ayudarlo, le brindó protección, ayuda cuando lo necesitó, ayudó a recoger los pedazos de su roto corazón y a pulso se lo había ganado, ahora un bebé venía en camino, nunca lo hubiera pensado, a la final obtuvo lo que siempre quiso, una familia, una vida tranquila, un esposo, hijos, un gran trabajo, lo tuvo todo… pero no como lo pensó, aunque eso no le quitaba mérito.