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INOCENTE CORAZON por Butterflyblue

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Notas del capitulo:

Hola les traigo un nuevo capitulo espero les guste, espero sus mensajes con mucha emocion... Gracias por leer

3.  Esperanza

 

[Esta muy débil hay que estabilizarlo y la hemorragia… no se si podamos salvar al bebe]

[ ¡Mierda! Es solo piel y huesos…]

[¡TRAE LO QUE TE PEDI DEMONIOS!... NO QUIERO PERDERLOS A LOS DOS]

[Está perdiendo el pulso, la presión está cayendo, muévete lo perdemos… ¡Dios!…]

 

Se sentía ligero y tan en paz como suspendido en el tiempo, no sabía dónde estaba y tampoco quería saberlo, no podía ver nada solo escuchar, no sentía dolor, ni miedo, ni pena, si estaba muriendo lo único que quería era decirle adiós a su único tesoro y se despidió de su bebe diciendo con dulzura “te veré pronto mi pequeño amor, en un lugar donde podamos ser felices lejos de la miseria y el dolor” las voces que lo despertaron de su sueño se escuchaban lejanas, como ecos, insistentes, pero él no deseaba despertar, ¿para qué?, ¿Qué lo esperaba?, ¿más hambre?,¿más dolor?, todos le abandonaban, Milo, Ikki, Seiya, su anciano amigo, todos lo habían abandonado, ya no tenía fuerzas, no tenía nada que darle a su pequeño bebe, lo condenaría a vivir en la miseria, a pasar hambre y dormir con el cobijo de las estrellas en las calles sucias y rodeado de gente sin misericordia, la vida era cruel y él lo había comprobado en carne propia, no quería que su preciado tesoro sufriera eso “ Morir es mejor, dormir para siempre, despedirme del dolor y de la tristeza, no sentir nada más, si, morir es mejor… ya no deseo vivir”.

 

[¡Maldita sea hagan algo!]

 

Alguien clamaba por ayuda, ¿Quién?, ¿Quién se preocupada por el si todos los habían abandonado?.

 

- Por favor… por favor pequeño príncipe… lucha…lucha… se fuerte… tienes que vivir…-

 

“Pequeño príncipe” el corazón de Shun dio un vuelco, Ikki le llamaba así él era su pequeño príncipe, quiso abrir los ojos, quiso mirar al que le hablaba tan dulcemente.

 

- Vamos pequeño príncipe… vamos… tienes que luchar… no te des por vencido… por favor…-

 

Ahora sentía la sensación cálida de una suave mano que tomaba la suya con delicadeza, era tan dulce la caricia, había anhelado tanto ese contacto, sentirse protegido y amado una vez más, pero estaba tan cansado, luchaba por abrir los ojos pero no podía, su cuerpo no le respondía, “estoy muy cansado” dijo en su mente y pequeñas lagrimas rodaron por sus mejillas.

 

Alguien acaricio sus pequeños ojitos cerrados y limpio las cristalinas lágrimas susurrándole al oído con dulzura:

 

- No te rindas… yo estaré aquí para ayudarte… no estarás solo nunca más… te lo juro…-

 

Finalmente no escuchó nada más y la oscuridad lo reclamo llevándolo lejos de todo el infierno que habían sido los últimos cinco meses.

[Solo podemos esperar… hicimos lo que pudimos…]

 

…-…-…-…

 

- ¿Despertó?...-

 Un cansado hombre le preguntaba a su amigo que no se había despegado del lado del pequeño en toda la noche, el hombre lo miro con tristeza respondiendo:

 

- No… pero lo hará, es fuerte, él lo hará…-

 

El rubio lo miro apesadumbrado y con un gesto de desaprobación le reprocho:

 

- ¿Cómo estas tan seguro?... digo ni siquiera lo conoces… Hades, por todos los cielos, podría ser un delincuente o peor, nada más piensa en las condiciones en las que lo encontraste…-

 

El taciturno hombre ni siquiera miro a su amigo, el solo miraba a la dulce criatura que dormía tan pacíficamente, con tristeza recordó como la vida lo había encaminado hacia el lugar donde salvaría a un dulce Ángel.

 

…-…-…

 

Era una calurosa tarde, Hades no veía la hora de que se terminara el que para él había sido el peor de sus días, su rubio amigo se paseaba por el estudio despotricando a viva voz de todo el mundo, pero él no necesitaba aquello el solo deseaba estar solo, como siempre, solo con su dolor, solo con sus recuerdos, solo él y la enorme soledad de su inmensa casa.

 

- Como se atreven a venir a estas alturas con eso… ella estaba enferma, todos lo sabíamos, semejante estúpida acusación, como si ya no te sacaron suficiente dinero, son unos bastardos ambiciosos y…-

 

- Basta Radamantis… ya basta…-

 

Hades acallo las palabras de su amigo,  se puso de pie y se encamino hacia el pequeño bar que había en su estudio, sirvió una copa de whiskey y la bebió con calma, camino hacia la ventana, miro con nostalgia el que alguna vez fue un hermoso jardín, y ahora era un triste y enorme lugar lleno de rosales secos y tierra árida, la recordó, un doloroso recuerdo, ella le sonreía, con sus hermosos labios rojos y sus dulces ojos verdes, estaba sentada entre maravillosas rosas, plantando, ese jardín había sido la vida de su esposa, ella lo amaba y él lo había abandonado desde el día en que ella cerro sus ojos para no abrirlos más, suspirando con pesadez le dijo a su amigo:

 

- Dales lo que quieran Radamantis…-

 

El rubio iba a protestar pero su amigo lo interrumpió, diciéndole cortante:

 

- Perséfone ya no está, ella era lo único que me importaba, el dinero, las empresas, la casa, los autos, nada me importa ya, si quieren llevárselo todo, que se lo lleven… mi único anhelo es reunirme con mi esposa…-

 

Hades pronuncio cada palabra con dolor, dos años habían pasado desde la muerte de su esposa, pero parecía que había sido ayer, no miro a su amigo que lo veía con molestia, tomo su abrigo y salió a caminar, todas las tardes se sumergía en el bullicio de la ciudad, buscaba algo, pero  no sabía lo que era, ¿quizás era paz?, ¿quizás que alguien acabara con su agonía?, él no lo sabía,  pero cada tarde caminaba y caminaba hasta más allá del anochecer, regresaba a su solitario hogar en la madrugada, cansado, y se tiraba en la cama a dormir entre lágrimas, recordándola.

 

Pero aquel día su destino iba a cambiar, cuando se dirigió al central park bien entrada la noche, a lo lejos escuchaba la música y el bullicio, eran frecuentes los conciertos en el parque, pero a él no le entusiasmaba nada de eso, se alejó de la gente hacia un costado del parque, la noche apenas iluminada por la luz de la luna, camino por largo rato, los grandes árboles hacían que la oscuridad se volviera más inquietante, pero a Hades no le importaba, el ya no tenía miedo a nada, cansado diviso un banco y se sentó a mirar lo poco que las sombras dejaban ver, jamás había estado en ese lado del parque, era hermoso y desolado, como si fuera un territorio virgen que nadie hubiese explorado, se sintió a gusto con la sensación de estar solo en ese lugar rodeado de frondosos árboles y plantas.

 

De pronto algo lo saco de sus pensamientos, era un ruido tenue y constante, tuvo que concentrarse para tratar de averiguar de dónde venía, camino despacio escuchando, buscando, poco a poco se fue acercando a un lugar que parecía una cueva, una cueva vegetal, pues todo estaba rodeado de plantes, y allí lo escucho con más fuerza, era un llanto, eran sollozos, lúgubres, tristes sollozos, camino hacia el interior y entonces lo vio, era una impactante visión, recostado sobre una sucia sabana había un pequeño ser, estaba encogido en posición fetal y abrazaba su vientre, sus sollozos llenaban el pequeño lugar, Hades se acercó a el rápidamente y lo tomo despacio en sus brazos, su corazón dio un vuelo, cuando unos hermosos ojos verdes lo miraron con suplica, y el chico le dijo casi en un susurro:

 

- A…ayúdame… por favor…mi… mi bebe… ayúdame…-

 

Ahora corría por las solitarias avenidas del enorme parque, llevaba al pequeño en sus brazos envuelto en su gran abrigo, lamentaba no haber traído su auto, el hospital más cercano estaba muy lejos para él, era tan tarde, ya no habían personas en el parque, nadie que pudiera ayudarle, se detuvo unos segundos sentándose en un banco aferrando su preciada carga con un brazo, mientras con el otro llamaba:

 

- Radamantis ve a la casa es urgente lleva a Pandora contigo  y pide una ambulancia… no, no estoy herido has lo que te pido voy para allá…-

 

Todo había pasado tan rápido, su casa estaba muy cerca del parque, era la mejor opción que tenía, llego a su hogar y recostó al pequeño en su cama, casi al instante llego Radamantis con Pandora, la esposa de su amigo, también era su cuñada además de médico, la chica quedo aterrada ante la visión del pequeño recostado en la cama, corrió a atenderlo mientras daba órdenes a su esposo, Hades no se apartó ni un segundo de lado del chico, su impresionante mirada, su triste suplica le habían llegado al corazón, un corazón que hacía tiempo no latía, cuando llego la ambulancia, él se apartó un poco dejando a Pandora trabajar, rogando, esperando porque el dulce niño resistiera.

 

…-…-…

 

- Tu no viste sus ojos Radamantis, no pudiste ver lo que yo vi, allí había inocencia, soledad, tristeza, no había ninguna maldad en esos hermosos ojos…-

 

El rubio suspiro ante las palabras de su amigo y salió silencioso de la habitación.

 

Un día entero durmió Shun, aquella brillante mañana, sintió la luz del sol a través de sus parpados cerrados, poco a poco fue volviendo de la oscuridad, Hades lo sintió moverse y le tomo de la mano animándolo:

 

- Vamos pequeño despierta… vamos…-

 

Cuando por fin abrió los ojos, miro a un imponente hombre que lo veía expectante, trato de hablar pero su garganta se sentía seca, Hades lo ayudo a incorporarse un poco mientras vertía un poco de agua en sus resecos labios, Shun bebió despacio y cuando pudo hablar pregunto con los ojos llenos de lágrimas, mientras trataba de tocar su vientre:

 

- Mi… mi bebe… ¿Cómo esta mi bebe?...-

 

Hades tomo sus manos cuidadosamente, pues tenía ambos brazos llenos de cables y agujas, las coloco en la pequeña curva que sobresalía entre las sabanas y le dijo con suavidad tratando de calmarlo:

 

- ¡Shhhhh! pequeño príncipe todo está bien… él bebe está bien… siente, él está aquí en tu barriguita protegido y bien…-

 

Shun se relajó al sentir el bultito entre las sabanas, su pequeña barriguita la que le gustaba tanto acariciar porque pensaba que su bebe sentía sus caricias, le sonrió a Hades con genuina felicidad diciéndole entre sollozos de alivio:

 

- Gra…gracias…-

 

Hades le devolvió la sonrisa, limpio las lágrimas y le respondió dulcemente:

 

- De nada…-

 

- Ah ya veo que mi pequeño paciente está despierto…-

 

Pandora llego sonriendo alegremente, por un momento había pensado que ninguno de los dos se salvarían, pero prácticamente había arrancado de las manos de la muerte a ambos y estaba muy satisfecha de ver que el chico estába despierto y tenía buen semblante, paso la siguiente hora revisándolo minuciosamente, tomo muestras de sangre y las envió a analizar, retiro unos tratamientos y puso otros, cuando estuvo satisfecha con el estado del chico le dijo con amor:

 

- Ambos están estables, tienes que alimentarte bien, y seguir el tratamiento y en unos días estarás mejor, necesitas reposo así que nada de andar caminando de aquí para allá, acostadito en la cama hasta que yo diga…-

 

¿Comer?, ¿descansar?, ¿Cómo?, su bebe corría riesgo si no lo hacía, pero como hacer algo así, ¿dónde descansaría?, ¿y como buscaría comida sino podía caminar?, Hades vio como el pequeño comenzó a temblar mientras miraba a Pandora con angustia, de pronto el mayor entendió la perturbadora mirada del chico, se sentó a su lado y acaricio dulcemente su mejilla limpiando las lágrimas que comenzaban a caer, con ternura le hablo:

 

- Aquí en mi casa estas a salvo, tú y tu bebe estarán bien… te lo prometo…-

 

- Pe… pero… usted no… no me conoce… yo… yo no puedo pagarle…-

 

Shun se ahogaba en los sollozos y las palabras se atoraban en su garganta, nadie le había ayudado, todos le habían abandonado, ¿porque este hombre lo hacía?, la vida le había enseñado que las personas eran crueles, pero este hombre lo miraba con tanto cariño, con verdad, Hades tomo sus manos respondiéndole:

 

- Tú me pediste ayuda y yo te la voy a dar pequeño, no todas las personas son malas, Pandora y yo vamos a ayudarte y todo saldrá bien ya verás…-

 

¿Sería que la vida por fin le estaba sonriendo?, ¿podría confiar?, las preguntas bailaban en la mente de Shun, pero el cansancio lo venció de nuevo y sus ojos se cerraban solos sin que él pudiera evitarlo.

 

-¡Gracias!...-

 

Dijo antes de quedarse dormido pacíficamente.

 

- Que bueno el sedante hizo efecto rápido… debe descansar, seguiré con el suero y las vitaminas vía intravenosa para que recupere fuerzas y mañana según como amanezca podremos comenzar a darle alimentos sólidos…-

 

Pandora hablaba en voz alta mientras anotaba cosas en su libreta, la conversación era para ella misma, pero Hades la escuchaba sonriendo de alivio, la chica noto la mira de su cuñado y sonrió diciéndole:

 

- Hiciste bien en traerlo Hades… no quiero ni imaginar lo que hubiese pasado si no lo encuentras… ahora el podría… podría estar… y con un bebe en camino, ¿Cómo alguien puede ser tan cruel?... lanzar a una criatura así tan indefensa a la calle…-

 

La expresión de Pandora había cambiado a rabia y dolor, la sonrisa se había perdido entre las lágrimas, Hades la abrazó despacio y la escucho susurrar entre sollozos:

 

- Viste sus manos y sus piernas, están llenos de cicatrices, su cara esta golpeada, y… y su cuerpo Hades... su peso esta tan bajo… no sé cómo ha mantenido el embarazo hasta ahora, es como un milagro… pobre criatura…-

 

Hades acaricio el hermoso cabello de su cuñada, de sus ojos también brotaban lagrimas de impotencia mientras miraba al pequeño príncipe dormir tranquilamente “Yo te protegeré” prometió solemnemente en su mente, algo en Shun lo llamaba, lo atraía, le hacía querer protegerlo y mimarlo, cuidar de él, un sentimiento que nadie había despertado en el desde su muy amada Perséfone.

 

El día siguiente todo se movió en torno a Shun, Radamanthis muy temprano dejo una maleta con ropa para su esposa en casa de su amigo y salió a encargarse de todo pues Hades le había dicho que no se movería de casa, Pandora había aprovechado el día anterior que Shun había dormido la mayor parte del día para ir de compras mientras Hades lo cuidaba, la chica compro camisas, pantalones, pijamas, ropa interior, sabanas, todo lo que se le atravesó por delante, Hades le había dado dinero y la orden de que no escatimara en nada y ella así lo había hecho.

 

Cuando Shun despertó entrada la mañana vio el rostro sonriente de Pandora, sus ojitos buscaron a Hades y ella comprendiendo respondió a su muda pregunta:

 

- Está preparándote el baño querido… déjame ver cómo estas y luego de un reparador baño pediré que te traigan algo de comer…-

 

Shun le sonrió y la dejo hacer mientras él veía a la puerta esperando ver el rostro del hombre que le había salvado la vida, justo cuando Pandora terminaba de revisarlo y de quitar las agujas de sus venas, Hades entro por la puerta, con una hermosa sonrisa le dijo al chico que lo miraba con sus ojos iluminados por la alegría:

 

- Hola pequeño príncipe, que bueno que estas despierto… te ves muy bien hoy…-

 

Shun aparto su mirada y se sonrojo, de pronto miro  sus manos y sus brazos, despacio toco su cabello, Pandora le había limpiado la piel con paños húmedos, había apartado de sus brazos y piernas un poco el sucio, pero en su cuerpo aún quedaban vestigios de la calle, su cabello antes liso y brillante ahora estaba anudado y cenizo, Shun sintió vergüenza de que aquel hombre tan fino y elegante lo viera así, como el despojo que era.

 

Hades vio la turbación del chico y se sentó a su lado levanto su mentón viéndolo con dulzura, despacio seco las lágrimas y le hablo con una suave y varonil voz:

 

- Vamos a darte un baño y borraremos todos esos malos recuerdos que te hacen llorar… piensa que el agua es así como un borrador, déjala correr por tu piel, deja que se lleve todo lo malo, sé que no será en un solo día, sé que llevara tiempo, pero poco a poco borraremos todos esos recuerdos desagradables y haremos recuerdos nuevos…-

 

- ¿Por qué?...-

 

Le pregunto Shun entre sollozos, Hades le sonrió hermosamente respondiéndole:

 

- Piensa en esto como una nueva oportunidad, sin miedo, una oportunidad para ti y para tu bebe ¿sí?...-

 

Shun sonrió asintiendo despacio, Hades lo tomo en sus brazos y lo llevo al baño, de pie en el enorme cuarto de baño, Hades lo ayudaba a desvestirse mientras Pandora regulaba el agua de la bañera, Shun se sentía tan tranquilo que no le importó que la chica lo viera desnudo, además la chica le había dicho al verlo sonrojarse un poco:

 

- Soy tu doctora cariño no hay lugar que no te haya visto… además cuando traigamos a ese bebe al mundo tendrás que aceptarme entre tus piernas…-

 

Shun no entendió lo que la chica había querido decir, se limitó a sonreír como Hades hacía, ya le preguntaría después a su doctora a que se refería, además quería aclarar una duda que tenía en su mente desde que supo que esperaba un bebe “debo preguntarle a la doctora como nacen los bebes…” pensó, y estaba a punto de preguntar cuando Hades lo alzo en su brazos sumergiéndolo poco a poco en la gran bañera, las palabras murieron en sus labios y su mente quedo en blanco, por primera vez en mucho tiempo sentía el agua envolver sus cuerpo acariciándolo, liberándolo de todo mal.

 

Shun cerró los ojos y se dejó llevar por el cálido sentimiento que envolvía su corazón, era tan confortante, tan delicioso, hizo un respingo al sentir como algo suave era frotado en su espalda, Hades le sonrió mientras con una esponja frotaba una especia de gel en todo el lugar, el hombre le dijo con cariño:

 

- Es un gel relajante te va a ayudar con los golpes…-

 

Shun solo asintió y dejo que Hades lo recorriera con la suave esponja, Pandora veía todo desde un rincón, miro como Hades estaba concentrado, podía decir que feliz, hacía tiempo que no lo veía de esa forma, el hombre limpiaba con dulzura todos los rincones del chico, despacio, tiernamente lavo manos, espalda, piernas, cuello, sonrió cuando Shun estallo en risas, porque la esponja le hacía cosquillas en la pequeña barriguita, era una hermosa escena, Shun sonreía por la espuma que el gel iba dejando a su paso, jugaba como un niño llenando a Hades de espuma y este se dejaba hacer con diversión soplando la espuma y llenando la nariz de Shun de ella y haciendo que este estornudara y protestara dulcemente entre risas.

 

Luego del baño, Pandora había cortado el cabello de Shun dejándolo hasta los hombros, el chico había comido despacio, y ahora estaba sentado en un gran mueble frente a la ventana, cubierto con una mullida cobija mientras tomaba despacio un té que Hades le había preparado.

 

- Vaya si hasta pareces otro…-

 

Dijo Radamanthys al verlo, Shun le sonrió con inocencia, y el rubio entendió entonces por qué su amigo estaba tan embelesado con el chico, Pandora beso a su esposo con amor y le pregunto dulcemente:

 

- ¿Verdad que esta guapo?...-

 

Shun se sonrojo y bajo la mirada y todos los presentes rieron, ya en la noche cuando Pandora le había dado su medicación y ya se preparaba para dormir, Hades le arropaba con cariño:

 

- Mi… mi nombre es Shun…-

 

Hades sonrió diciéndole:

 

- Yo soy Hades Dalaras, soy griego pero vivo hace muchos años aquí en Nueva York… ¿tú de dónde eres?...-

 

Shun bajo la mirada diciendo casi en un susurro:

 

- Yo… yo soy… únicamente Shun…-

 

Hades no pregunto más, entendió la negativa de Shun a relatar su pasado, cuando estuviera preparado el hablaría, lo arropo despacio y beso su frente diciéndole:

 

- Bueno Shun ustedes dos deben dormir ahora, mañana será otro día…-

 

Shun asintió y cerro sus ojos, ahora estaba seguro, dormía en una suave cama, tenía comida siempre que la quisiera, vestía ropas cómodas, y estaba en una casa donde las personas cuidaban de él, haría lo que Hades le había dicho, olvidaría todo y volvería a empezar, si todos le habían abandonado él también les abandonaría, ni siquiera les dedicaría un pensamiento más, desde hoy en adelante seria solo Shun y el y su bebe comenzarían de nuevo.

 

…-…-…

 

Un mes paso volando, y más aún en el corazón de un hombre que había vuelto a vivir, la enorme casa cobro vida, risas y animadas conversaciones llenaban lo que antes había sido un triste y solitario lugar, Shun lleno con colores la vida de Hades y este lo agradecía, la casa volvió a tener servidumbre pues Hades no quería que a sus pequeños les faltara algo, se desvivía por mimarlo y cuidarlo, en ese momento miraba distraído por la ventana.

 

- Te vas a quedar ciego de tanto mirarlo…-

 

Radamanthis sonrió cuando Hades lo miro con un dejo de molestia, era verdad miraba a Shun, el chico estaba ahora de rodillas en el jardín plantando unas pequeñas flores, el hermoso jardín de antaño, cobraba vida nuevamente poco a poco ahora bajo el cuidado de Shun, Hades se sentó en su escritorio y respondió al sarcasmo de su amigo:

 

-Tú, ¿no tienes nada que hacer en tu casa?...-

 

- Te recuerdo que tienes secuestrada a mi esposa y que ella ya no quiere salir de aquí…-

 

Le respondió su amigo con ironía, Hades sonrió, Pandora adoraba a Shun y el chico la adoraba a ella, ambos se llevaban muy bien, jamás olvidaría el día que la chica había venido a él casi ahogada en lágrimas porque Shun le había hecho una inocente pregunta…

 

…-…-…

 

Pandora terminaba de revisar a Shun, le estaba dando unas recomendaciones, y entonces Shun la miro con curiosidad preguntándole:

 

- Pandora, ¿Cómo  nacen los bebes?... yo… yo he tratado de pensar… pero no se me ocurre nada, la revista que tenía no decía nada de eso…-

 

La chica casi cae sentada de culo, se sentó a su lado y acaricio su mejilla, mientras trataba de recuperar la compostura, luego de unos segundos le respondió con una maternal voz:

 

- Mi querido… querido niño… a ver como comienzo… pues un día cuando ya tengas nueve meses tu bebe decidirá que es hora de venir al mundo, tu cuerpo comenzara a sufrir varios cambios, tus caderas van a comenzar a abrirse y bueno tu… tu…-

 

Pandora se sonrojo, hablar de eso con pacientes adultos no era tan difícil, pero con aquella criatura que a sus ojos era tan solo un bebe, le estaba resultando muy difícil, finalmente decidió comportarse como el medico que era y continuo:

 

- En las mujeres la vagina comienza a dilatarse para dar paso a que él bebe pueda salir por allí, pero en los hombres fértiles como no hay un conducto vaginal, el cuerpo humano en su infinita perfección escogió el ano como canal de parto, por el tiempo que dure el parto ese conducto no tendrá otra función que servir de canal para que él bebe nazca una vez que eso ocurre vuelve a su función normal, todo lo demás es parecido al proceso en las mujeres, tendrás contracciones uterinas que le permitirán a tu bebe ir bajando hasta salir de ti, es como si tu cuerpo te ayudara empujando desde adentro a tu bebe, y tu ayudaras desde afuera…-

 

- ¿Cómo?... ¿cómo ayudare a mi bebe a nacer Pandora?...-

 

Ya había pasado lo más difícil así que la chica más relajada le respondió:

 

- Bueno… ¿recuerdas que te dije que ese día tendría que estar entre tus piernas?, pues para que él bebe nazca tienes que ayudarlo, tendrás que empujar cuando sientas una contracción y yo te ayudare diciéndote como respirar y cuando debes empujar…-

 

- E… eso… va a doler?...-

 

Shun se veía un poco preocupado, Pandora no podía mentirle, con calma le respondió:

 

- Si querido, las contracciones duelen, pero te prometo que yo estaré allí para ayudarte y podemos poner medicamentos que bloqueen el dolor hasta que él bebe esté listo para nacer, nada malo va a pasar y veras que cuando tengas al bebe en tus brazos olvidaras todo el dolor y serás muy feliz…-

 

-¿Hades también puede estar conmigo?...-

 

Shun confiaba mucho en Hades y ambos tenían un íntimo vínculo, algo invisible que los unía, siendo uno el apoyo del otro, Pandora sonrió asintiendo, con dulzura le respondió:

 

- Claro cariño Hades estará allí dándote ánimos y ayudándote…-

…-…-…

 

Ese día Pandora le había dicho a Hades todo lo que había conversado con Shun y la chica lloraba por la tristeza que le causaba que alguien tan inocente, tan dulce y tan joven, hubiese pasado por tanto, ella no entendía como lo habían abandonado a su suerte, siendo apenas un niño tan indefenso.

 

Radamanthis vio como Hades se perdía en sus pensamientos y aprovecho de preguntarle:

 

- ¿Aun no te ha dicho de donde viene, que fue lo que lo llevo a las calles?...-

 

- No, y no le preguntare más, él no quiere saber nada de su pasado y yo no lo obligare…-

 

Respondió Hades mientras movía unos papeles que quería darle a su amigo, Radamanthis recibió los papeles y arriesgándose a que su amigo se disgustara pregunto:

 

- ¿No quieres que averigüe su procedencia? Puedo contratar a alguien que investigue…-

 

- DIJE QUE NO!...-

 

Grito Hades estrellando su puño contra el escritorio, Pandora que entraba al estudio pregunto preocupada:

 

-¿Hades que pasa, porque gritas? –

 

- Pregúntale a tu marido…-

 

Le respondió Hades y salió furioso del lugar, la chica se acercó a su esposo preguntándole con la mirada, Radamanthis respondió a la muda pregunta con un gesto de disculpa:

 

- Le dije que yo podía contratar a alguien que investigara la procedencia de Shun…-

 

- ¿Rada vas a seguir con eso?...mi amor entiendo que te preocupes, pero Shun no es una mal chico, deja las cosas así querido, no  presiones mas a Hades o la verdad vas a terminar haciendo que se enoje mucho contigo…-

 

La chica recibió un dulce beso de su esposo y este le respondió:

 

- No es porque desconfíe de Shun mi amor, de sobra se que esa criatura es incapaz de dañar a alguien, ¿pero y si hay una familia que lo busca?, ¿y si el escapo de casa?,¿no crees que sus familiares tienen derecho a saber que está bien?...-

 

Pandora suspiro, su esposo tenía razón pero si Shun no quería decir nada de su familia ella no lo presionaría, él ya había sufrido mucho y ella solo estaba allí para protegerlo, la chica se estremeció al recordar que hace unos días habían visto en la televisión que un incendio había arrasado parte del central park, justamente la parte donde Hades había rescatado a Shun, solo pensar que el chico pudo haber tenido una horrible muerte la estremeció, no, la familia de Shun no tenían derecho a saber nada de él, ellos le habían abandonado, no lo merecían.

 

- E…entonces…es… es verdad…mi hermano esta… está muerto…-

 

Las manos de Ikki temblaban mientras sostenía el informe que los  dos investigadores que había contratado le habían dado, ellos habían dado con la pista de Shun, finalmente habían llegado hasta el Central Park, testigos les habían dicho haber visto al chico de la foto por los alrededores, pero era tarde el incendio había arrasado con todo, la policía había rescatado varios cadáveres calcinados de indigentes que dormían en el lugar, cuando averiguaron sobre los cuerpos, estos no habían sido identificados, sin embargo los policías recordaban que había un cuerpo de alguien bastante joven, todos habían sido enterrado en fosas comunes.

 

La larga espera había llegado a su fin, finalmente sabía algo de su hermano, pero no era lo que él deseaba saber, su pequeño príncipe estaba muerto, había muerto quemado en aquel lejano lugar, y él no había podido hacer nada para ayudarlo, aquella noche Ikki lo lloro y paso llorándolo muchos días, culpándose por su desaparición, culpándose por su muerte.

 

- ¿Muerto?...-

 

Milo no escucho nada más, Seiya que era el único que le tenía un poco de compasión a Milo le llamo para avisarle ahogado en llanto la noticia que había conmocionado a toda la familia, el joven se sentó en un mueble y arrugo en sus manos las Hojas que acababa de imprimir, mas anuncios de se busca, con la foto de Shun, los ponía cada semana en los parques, en las calles, en los hospitales, ya no lo haría más, ya no era necesario, su ángel, su dulce y pequeño ángel estaba muerto, se arrodillo mientras gritos de frustración salían de su garganta y las lágrimas corrían a raudales por sus mejillas.

 

- Te vas a insolar si sigues allí más tiempo…-

 

Hades ayudaba a Shun a ponerse de pie este le dijo sonriendo:

 

-Ya termine solo faltaban unas poca semillas, en poco tiempo tendremos de nuevo muchas rosas…-

 

Shun hizo un gesto de dolor y coloco su mano en el vientre, acariciándolo con amor, sonriendo le dijo a Hades:

 

- Creo que mi bebe también está protestando…-

 

Hades acaricio con amor el lugar y le hablo al bebe:

 

- Dile pequeño… dile que tiene que descansar…-

 

Por un momento sus miradas se cruzaron, era como si se conocieran desde siempre, se miraban con amor, con confianza, se miraban y el resto del mundo desaparecía, estaban cómodos el uno al lado del otro, no había necesidad de palabras, ni de promesas, era tácito e invisible el sentimiento que los mantenía unidos.

 

El tiempo continuo pasando, Shun ya tenía ocho meses, en ese momento estaba en el cuarto que habían escogido para él bebe, admiraba la linda pintura azul con una cinta llena de nubes y conejitos adornando las paredes, la hermosa cuna con un delicado mosquitero, los miles de juguetes y peluches que Hades había comprado, aquella tarde había sido maravillosa, una verdadera locura de compras,  caminaron como un par de enamorados entrando y saliendo de las tiendas, Hades le había permitido comprar de todo y Shun lo disfruto, habían terminado la tarde tomados de las manos sonriendo mientras caminaban a casa llenos de paquetes y de ilusiones, tenían tres meses juntos, y no habían pasado de tímidas miradas y pequeños roces, pero ese día se habían tomado de las manos y se miraban con devoción.

 

Hades lo encontró en la habitación y lo abrazo por la espalda rodeando su pequeña barriguita con sus manos, con cariño le preguntó al bebe mientras hundía su rostro en el cuello de Shun:

 

- ¿Te gusta tu cuarto bebe?...-

 

Ambos sonrieron cuando el pequeño respondió con suaves pataditas.

- Creo que si le gusta…-

 

Dijo Shun mientras se daba la vuelta para mirar a Hades, este en un impulso lo beso despacio, un suave roce de labios, tibio, amoroso, lleno de tantos anhelos, Shun cerró los ojos y se dejó llevar por el cálido sentimiento, Milo lo había besado, y a él le habían gustado sus besos, pero este era aún más increíble, más sensual, un beso que decía mucho, que transmitía todo, que le daba paz, que lo llenaba de amor, Hades lo encerró entre sus brazos en un posesivo abrazo y lo siguió besando por un largo rato, Shun perdió el dominio de sus piernas y hubiese caído si el hombre no lo hubiese levantado como a una pluma, Hades se sentó con él en la gran mecedora que habían colocado en el cuarto del bebe, allí estaba ahora acurrucado en el gran pecho de Hades, este lo acariciaba con amor, y lo besaba suavemente, Shun decidió que ya era hora de abrir su corazón.

 

Con dificultad se separó de los labios de Hades pues todo lo que deseaba era quedarse allí, pero debía limpiar su corazón antes de entregárselo por completo a Hades, este lo sintió tensarse y le pregunto con preocupación:

 

-¿Príncipe, hice algo que te molestara?-

 

Shun suspiro y le dio un tímido beso en los labios, para luego recostar su cabeza en el pecho de su amor y comenzar a desahogar su alma:

 

- La primera vez que comí de la basura fue horrible…-

 

Hades comprendió lo que ocurriría, Shun había decido contarle su vida, por fin le abriría su corazón, se acomodó mejor en la mecedora y lo abrazo con fuerza haciéndole saber que estaba allí para él y lo dejo continuar:

 

- Tenia casi tres días sin comer, tenía hambre, camine y camine ya no sabía a donde ir, había una gran vidriera y habían pasteles de todo tipo, panes, dulces, tanta comida, estaba sucio, mi aspecto era terrible de hecho, el dueño de la tienda salió y me grito que me fuera que alejaba a los clientes,  me fui a toda prisa, estaba tan asustado de todo y de todos.

 

Camine por un rato mi estómago comenzó a rugir con fuerza, me senté en una acera y mire a todos lados, estaba tan perdido, tan asustado, alguien de pronto me lanzo una moneda, y otra persona hizo lo mismo, de pronto ya tenía varias monedas,  ese día comencé a pedir dinero, algunos me daban, otros me huían, otros me gritaban y una vez alguien me golpeo “parasito inmundo todos ustedes deberían morir” las palabras de ese hombre estaban tan llenas de odio ¿Qué le había hecho yo?, solo trataba de sobrevivir, con lo que conseguí ese día compre un pedazo de pan, tenía la boca partida así que comí lentamente, estaba llorando, tenía tanta rabia, tanto dolor y entonces lo vi, era alguien tan joven como yo, pero se veía diferente, se veía curtido como si vivir en la calle fuera fácil, abrió un contenedor de basura y lleno un pequeña cesta con comida, tomaba lo que le servía y lo demás lo devolvía a la basura, se veía fácil, pero no lo era.

 

Cuando yo lo hice por primera vez, vomite, olía horrible y todo se veía tan asqueroso, pero el hambre finalmente me obligo a hacerlo, y después de un tiempo ya no me importaba el olor, la primera vez llore, pero ya después era solo mi deseo de sobrevivir, era la necesidad de mantener a salvo a mi bebe, me alegraba al encontrar a veces frutas en buen estado o alguno que otro postre no tan sucio o maltrecho, me metía en mi escondite en un viejo edificio y cenaba con un sucio mantel en una tabla que había acomodado como mesa, todo para hacerlo parecer menos espantoso de lo que era, quería que se viera normal, quería olvidar que estaba solo y abandonado, que vivía en la calle y que comía basura…-

 

Shun suspiro y limpio sus lágrimas, se acurruco mejor en el pecho de Hades, pues la posición comenzaba a incomodar a su bebe y continúo:

 

- Solía mirar el rio este, desde un pequeño banco, casi siempre iba allí para pensar, alguna vez pensé que si rogaba con fuerza Ikki me escucharía y vendría a buscarme, pero él nunca vino, mi hermano me olvido, trataba de permanecer siempre en un mismo sitio por si acaso él me estaba buscando, pero no lo hizo, Ikki, Seiya, ellos me abandonaron, mi hermano tiene dinero y poder si él hubiese querido me habría encontrado, quizás no quiso saber más de mi al saber que había traicionado su confianza, que esperaba un bebe y que además había venido tras el padre de mi hijo que resultó ser un mentiroso, Milo esperaba un bebe con alguien más e iba a casarse con ella, yo solo había sido, no sé, quizás un juego, me dejo abandonado y se largó y cuando vine  buscarlo él ya tenía alguien en su vida.

 

Cuando encontré el escondite en el parque, ya había perdido la esperanza, la fe, las ganas de vivir, no quise ni quiero saber más de ellos,  solo por mi bebe salía cada noche a buscar comida, solo por el me obligaba a vivir, la gente que me ayudaba se iba, mi amigo el que me alimento por unos días y me conto lindas historias haciéndome sentir vivo de nuevo, el que me trataba como un ser humano, un día desapareció, unos días después un horrible hombre me ataco cuando sacaba de nuevo basura para comer, esa noche pensé que moriría, esa noche en la que tú me encontraste, en la que me salvaste, esa noche había deseado morir…-

 

Hades beso su frente con amor, limpio sus lágrimas con tiernos besos y mirándolo a los ojos le dijo:

 

- Que bueno que tu deseo no se hizo realidad, porque ahora yo estaría muy solo y no los tendría a ustedes dos que son la luz de mi vida… gracias por abrirme tu corazón mi pequeño príncipe, es momento de dejar todo eso en el olvido, juntos sanaremos las heridas y juntos haremos una nueva historia, una para nosotros dos… ¿quieres Shun?, ¿Quieres una nueva historia a mi lado?...-

 

- Quiero todo lo que tú me des Hades, todo, no hay pasado en mi vida, justo hoy lo doy por olvidado y para mi bebe y para ti viviré de ahora en adelante, ya he llorado suficiente, ahora solo quiero sonreír…-

 

Hades lo beso por largo rato, él también tenía heridas que sanar y también tenía una historia que contar, pero para eso había tiempo, ahora solo quería disfrutar del calor de su pequeño, de sus dulces labios y de la promesa implícita de felicidad que había en el dulce amor que Shun le entregaba…

 


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