Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dormir es mejor por Aminora Thens

[Reviews - 56]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi 

Vamos por el tercero. 

 

 

 

Ocho de la mañana, Joey Wheeler se levantaba de su cómoda cama, la luz se filtraba por los ventanales de la enorme habitación en la que se había hospedado la noche anterior. Aun miraba con asombro, su departamento fácilmente entraría en esa habitación.

 

Estaba un poco confundido por lo que Surimi le había pedido después de haber llegado de la cena, nunca en su joven vida se imaginó algo así, y mira que le habían pasado cosas extrañas a lado de su gran amigo Yugi, como lo necesitaba en este momento, necesitaba de su consejo, la situación no era buena pero tampoco mala.

 

-Buenos días joven Wheeler- lo saludaba la empleada de la noche anterior Nina si es que bien recordaba.

 

-Buenos días Nina- saludo cortésmente y con su habitual sonrisa.

 

-Le aviso que dentro de poco se servirá el desayuno, en el ropero se encuentran sus ropas, el señor dijo que utilizara el baño de la habitación y lo esperaba en el comedor- finalizo la mucama antes de salir.

 

-Muchas gracias- cuando salió la empleada Joey tendió lo más que pudo la enorme cama, una vez terminada se dirigió a la ducha que se encontraba en el cuarto, se sorprendió pues parecía un enorme sauna, azulejos, una gran tina y diferentes tipos de productos de cabello lo esperaban.

 

Se emociono mucho cuando abrió el grifo de la tina y el agua salía a grandes chorros muy caliente, en su depa solo salía agua un poco tibia por eso es que se daría vuelo con esta alberca, como la nombro.

 

Después de un relajante y divertido baño, arreglo la habitación sanitaria, salió de ella.

 

Con una toalla en la cabeza y otra cubriendo su parte baja se dirigió al gran cambiador.

 

-A ver Nina dijo que mi ropa estaba en el ropero- grande fue su sorpresa pues esperaba su ropa deportiva y lo que encontró fueron precisamente todos los trajes que habían comprado el día anterior. Vamos Surimi no pensaba en que se pusiera esas prendas tan costosas solo para ir a desayunar ¿o sí?

 

Estaba pensando en si usar o no la ropa cuando tocaron la puerta.

 

-Joven Wheeler, el señor lo espera en el comedor le pide que no tarde, pues tendrán una cita muy importante en la Corporación Kaiba-.

 

-Si, en seguida bajo, gracias- contesto un poco nervioso el rubio, pues aún no tenía una respuesta a la petición de su reciente amigo.

 

- ¡Oh si!, Nina una pregunta ¿dónde está la ropa deportiva que se encontraba en una de las bolsas?, es que no la veo- decía mientras buscaba la ropa.

 

-La ropa está lavándose, tendrá que usar la que se encuentra en el ropero- bien las cosas no comenzaban como él quería, no es que le afectara la ropa, sino que quería sentirse como siempre, un chico de 17 años común y corriente, pero al parecer eso no podría ser por hoy.

 

- ¿Qué puedo hacer?, esta decisión podría cambiar mi vida de muchas maneras- decía mientras tomaba uno de los trajes, esta vez eligió una camisa blanca de manga larga, encima un chaleco y unos pantalones negros, con los zapatos formales, se miró al espejo arreglo un poco su cabello y salió al comedor.

 

Se sintió un poco perdido en la gran casa, pero pudo divisar unas enormes escaleras supuso que lo llevarían al recibidor y por ende muy cerca del comedor, y no se equivocó pues rápidamente apareció en este.

 

-Buenos días Surimi, gracias por tus atenciones espero no causarte muchas molestias- dijo desde la puerta.

 

Surimi que estaba absorto en el periódico matutino al escuchar la voz de Joey levanto la vista.

 

-Buenos días Joey, claro que no me causas problemas, vamos siéntate, hoy también te ves muy guapo, dejaras algunos corazones volando en Kaiba Corp.- y no lo decía solo por los empleados sino también por cierto castaño gruñón de ojos azules.

 

-No comiences por favor- decía el rubio apenado y un poco más relajado, rápidamente se sentó a un lado de Surimi y el almuerzo comenzó, Joey realmente sentía que no podría estar en un ambiente en donde todo le era servido a la mano, estaba acostumbrado a servirse solo un poco de leche en un vaso y un pan, ese era todo su almuerzo, pero ahora no solo le servían leche sino que también jugo, un gran plato con huevos pan integral y otras cosas que no sabía que eran pero que al momento de probarlas le habían encantado. Estaba tan sumido en la comida hasta que.

 

-Y bien Joey, ¿qué has pensado sobre mi propuesta de ayer? -  al rubio casi se le atora un poco de huevo en la garganta se había olvidado por completo de la petición de Surimi.

 

-Bueno aún no he podido decidirme- el rubio se puso un poco serio –Entiende que es una situación difícil, no es algo que deba tomar a la ligera- dijo agachando un poco la cabeza.

 

-Joey entiendo muy bien tu posición, sé que esto está pasando demasiado pronto, no podría pedirte algo así, pues solamente ayer nos conocimos y si tú decides no aceptar entenderé- la voz de Surimi era comprensiva, entendía estaba poniendo en aprietos al rubio con su propuesta.

 

-Mira hagamos esto, déjame pensarlo hasta que estemos con Kaiba, tendré una respuesta para ese entonces- dijo más tranquilo el rubio.

 

-Está bien lo que tu decidas, por mientras a disfrutar el desayuno- con una voz más animada Surimi también comenzó a degustar la comida de su plato. Le gustaba ese ambiente que el rubio provocaba, uno familiar, uno que no sentía en años.

 

####################################################################

 

Miro el reloj del buro 7:30, estaba acostumbrado siempre a despertar a la hora en que salía el sol, pero extrañamente hoy se había quedado dormido algo que no había pasado en mucho tiempo.

 

Sus ojos aun tenían un poco de sueño, al parecer la velada lo había dejado más cansado que todo un día en la Corporación, se levantó un poco y sintió algo frio en su mano, era el ipod al parecer se había quedado dormido con los audífonos puestos.

 

El día comenzaba extraño, sería mejor levantarse, darse una ducha, desayunar algo y salir a la compañía. El día por fin había llegado, el contrato se haría pero aún tenía una duda rondando su cabeza… ¿para qué quería Surimi al perro en la firma del contrato?

 

Con la interrogante salió de la cama y comenzó su rutina diaria, de su cambiador tomo una camisa negra de manga larga ceñida, pantalones del mismo color, sus zapatos habituales y su gabardina blanca que se caracterizaba por esas correas en los brazos y los grabados de las siglas de la corporación.

 

Arreglo su cabello tomo su perfume inglés y lo roció, ya listo salió hacia el comedor donde la servidumbre ya lo esperaba.

 

-Buenos días joven Kaiba- saludo la empleada.

 

- ¿Y Mokuba? - pregunto con su habitual cortesía (nótese el sarcasmo).   

 

-El joven salió a sus actividades extracurriculares muy temprano- contesto mientras servía la comida al oji-azul.

 

Kaiba simplemente no contesto como era su costumbre, después de desayunar salió a la cochera, esta vez no iría con Ronald, tenía ganas de manejar el mismo, se sentía extraño y tenía que poner su cabeza en orden para lo que venía.

 

Tomo las llaves de su deportivo negro, arranco rumbo hacia la empresa sin imaginar lo que le esperaba.

 

##################################################################

 

La luz se transparentaba por las cortinas, un nuevo día había llegado, un chico de cabello tricolor dormía plácidamente en los brazos de un tricolor más grande, ¿la razón? Simple.

 

Hacía ya más de 2 meses desde que Yami se le había declarado en el parque domino, al principio no supo que decir, pero después escucho a su corazón y este le decía que su felicidad estaba al lado de su querido faraón. Así que sin más acepto comprobando definitivamente que había tomado la decisión más correcta de su vida, pues desde que empezaron su noviazgo la vida le sonreía todos los días.

 

Y yo ¿Qué haré con este amor? ¿A quién se lo daré? si tú no estás conmigo…

 

Su teléfono sonaba a todo volumen, quien llamaría a estas horas de la mañana.

 

-Bueno- decía perezosamente Yugi.

 

-Hola, buenos días Yugi, soy Joey, perdona si te desperté- su amigo se notaba un poco nervioso.

 

-Estoy bien no te preocupes, dime ¿pasa algo?, es muy temprano para que estés despierto- decía el tricolor ya un poco más despierto.

 

-jeje, se nota que me conoces, solo quería consultarte algo, tú eres el único que me puede ayudar- esto preocupo un poco a Yugi, en que andaría metido esta vez el rubio.

 

-Claro dime qué te pasa, y si en algo puedo ayudarte lo haré- trataba de sonar lo más comprensivo.

 

-Bueno, la cosa va más o menos así, tengo una propuesta que podría mejorar mi vida notablemente, pero… - se detuvo

 

-Pero…- siguió el tricolor.

 

-Estoy un poco inseguro, no se las consecuencias que pueda traer a mi vida, aunque es una buena oportunidad… tengo miedo de que las cosas sean diferentes a como siempre han sido- termino el rubio un poco agobiado.

 

Yugi noto la preocupación de su amigo, trataba de darle las palabras más correctas.

 

-Joey, a veces la vida da muchos giros inesperados, llegan situaciones a nuestra vida que cambian totalmente nuestro camino, la decisión que tomes en esos momentos puede traer felicidad y prosperidad, en la vida solo llega una oportunidad que debes tomar, mírame a mi si hubiera seguido con mi inseguridad me hubiera perdido de todo esto que ahora me está pasando, no te preocupes de que puedas cambiar…  tu siempre serás Joey y eso créeme, ni los mismos dioses lo pueden evitar- termino el amatista con una gran sonrisa pues esperaba que sus palabras pudieran ayudar a uno de sus mejores amigos.

 

-Gracias Yugi, no sé qué aria sin ti… ahora tengo la respuesta correcta- noto que el rubio se relajó y confió en que todo saliera bien.

 

-Qué bueno que pude ayudarte, nos vemos el lunes y me cuentas si- termino emocionado el tricolor.

 

-Sí, el lunes nos vemos, gracias y vuelve a dormir aún es temprano, saludos a Yami-

 Dicho esto, el rubio colgó, se preguntó que le estaría pasando a su amigo miro el reloj de la pared 10 para las 9:00, sí que era temprano, pero tenía que levantarse, estaba a cargo de la tienda mientras su abuelo regresaba de una excavación.

 

- ¿A dónde crees que vas? - unos brazos fuertes lo sostuvieron mientras trataba de levantarse.

 

-Yami debemos atender la tienda, además hay que hacer el desayuno y… - no pudo continuar pues sus labios fueron tomados por el mayor.

 

-Es temprano, la tienda puede esperar y la verdad tengo hambre de otra cosa- las mejillas del pequeño amatista tomaron un leve rubor pues sabía que cuando Yami decía esas palabras significaba que no saldrían de la cama por un tiempo.

 

########################################################################

 

Después del desayuno subieron a la limosina de Surimi, Joey aun no sabía qué respuesta darle a este, pensaba era una oportunidad única, pero… que pasaba con Kaiba de seguro el no aceptaría y esa también era una de las razones por las que seguía un poco inseguro.

 

Durante el trayecto los nervios del rubio estaban a flor de piel, así que decidió llamar a una de las personas más sabias que conocía, su gran amigo Yugi.

 

Miro la hora en su teléfono, 10 para las nueve, de seguro el pequeño aún seguía en cama y más si era sábado. Se le estaba haciendo costumbre quedarse en cama hasta tarde y no porque fuera perezoso sino porque a cierto amatista mayor le encantaba estar en compañía de su pequeño.

 

Tomo su celular, marco el número de Yugi, espero el tono y…

 

- Bueno- se escuchó la voz un poco perezosa, al parecer lo había despertado.

 

-Hola, buenos días Yugi, soy Joey, perdona si te desperté- se disculpaba.

 

- Estoy bien no te preocupes, dime ¿pasa algo?, es muy temprano para que estés despierto- al parecer su amigo lo conocía bastante bien.

 

Surimi presenciaba la escena un poco escéptico, ¿quién será ese chico Yugi?, le daba curiosidad conocerlo pues al parecer Joey le tenía mucha confianza, pues en un momento de la plática el rubio se relajó completamente, y había tomado su habitual comportamiento.

 

-Sí, el lunes nos vemos, gracias y vuelve a dormir aún es temprano, saludos a Yami- colgó recordando la frase que lo había hecho decidirse.

 

“En la vida solo llega una oportunidad que debes tomar”

 

Tenía razón, tal vez esto que ahora estaba viviendo nunca se le volvería a presentar, aunque aún era un estudiante de preparatoria, no siempre estaría con sus amigos, ellos tenían una vida y elegirían lo mejor para esta, ¿porque él sería el único sin una oportunidad?, había luchado duro en estos años, la vida le recompensaba todo lo que tuvo que vivir desde niño, tenía derecho y aunque sabía que sería difícil nunca se rendiría, pues él era Joey Wheeler.

 

… Flash Back …

 

-Dime Surimi ¿Qué era lo que querías platicarme? -

 

El ambiente se tensó un poco, la mirada de Surimi se volvió seria, y simplemente dijo.

 

-Joey, te convertirás en socio de Kaiba Corp.-

 

El rubio se sorprendió y de su boca solo salió un.

 

- ¿¡Qué!?-

 

-Bueno eso solo si tú quieres- la voz de Surimi seguía seria.

 

- ¿Cómo es eso de que seré socio de la Corporación Kaiba? - el rubio aún seguía en trance, trataba de procesar lo dicho por el oji-morado.

 

Surimi se viro hacia Joey y comenzó la charla.

 

-Como sabes mañana firmaremos el contrato que fusionara Kaiba Corp – Okina Corp. que es mi compañía-

 

 

-Si, por eso fue la cena de hoy, para celebrar su convenio- continuo el rubio.

 

-Si en parte-

 

- ¿En parte?, ¿Cómo es eso? - pregunto confundido el oji-miel.

 

-La verdad es que tenía que cenar con Kaiba para comprobar algo, y ya que estoy seguro de mi teoría pienso que todo esto que va a pasar nos beneficiara, solo…- dijo Surimi

 

- ¿Solo? -

 

-Como sabes yo vengo de una familia de China, aunque mis padres y hermano murieron en el accidente las cosas no podían cambiar- explicaba un poco nostálgico el peli-gris.

 

Joey solo escuchaba atento.

 

-Pocos meses después de su muerte, terminé el curso del internado y volví a casa- tomo un poco de aire y continuo.

 

-La empresa estaba sola, al borde la quiebra, al parecer los socios de papa nunca pudieron manejar tanta presión y las acciones decayeron mucho, los empresarios decidieron poner en venta todas sus acciones en la bolsa de valores, yo no podía hacer nada puesto que la empresa había quedado en manos de ellos, entonces con mis conocimientos y el dinero que me quedaba compre todas las acciones de los socios, no fue difícil pues el precio era verdaderamente ridículo, así me convertí en dueño único de Okina Corp.-

 

Tomo otro descanso y continúo.

 

-El primer año que estuve a cargo me dediqué solamente a levantar la que una vez fue la gran empresa de mi familia, con mucho esfuerzo volví a construir su gran reputación, en dos años la Corporación era todo un éxito…

 

Un día después de regresar del trabajo mi mayordomo me esperaba en el recibidor con un sobre en sus manos, dijo que tenía algo importante que decirme, tome asiento en la sala y me fue entregado el sobre, no podía creer lo que leía…-

 

Joey estaba absorto en lo que escuchaba no quería perder detalle de la plática.

 

-Un hombre llamado Kay me demandaba, alegando que la compañía le pertenecía por ser uno de los descendientes de la familia Yukiro, no podía creerlo puesto que nunca me había enterado de su existencia, trate de hablar con él pero no me dejo, dijo que pelearía hasta el final por la empresa, al principio no temí de sus amenazas pero después, las cosas comenzaron a ir mal pues al parecer este muchacho estaba robando mis proyectos y vendiéndolos a diferentes proveedores, me preocupe de que esto llegara a mayores así que busque una salida y la encontré en Kaiba- se detuvo y sonrió.

 

 

-Un día lo vi por uno de los periódicos matutinos, en esta edición anunciaban su competencia de Duelo de Monstruos, me interese más sobre esto y pude ver la calidad con la que estaban hechos los prototipos de pelea, cuando termino la competencia llame a Kaiba, al principio no estuvo muy convencido pero le envié algunos proyectos que le parecieron excelentes, tuvimos una pequeña reunión sobre lo que cada uno planeaba para el futuro, fue ahí donde ambos decidimos fusionar las empresas, aunque por diferentes motivos no podíamos llegar a un acuerdo concreto, yo di a conocer la noticia a todos los medios y Kay por supuesto estuvo en desacuerdo pero sus razones se invalidaron cuando presente pruebas de que había robado varios de mis prototipos y los vendió clandestinamente, pero esa es otra historia- termino.

 

Joey escucho absolutamente todo y sintió alivio de escuchar que Surimi estaba más tranquilo aunque…

 

-Lo que no entiendo es ¿Qué tengo que ver yo en todo este asunto?, si ese tal Kay falló en su intento de quitarte tu empresa ¿Por qué me dices que yo seré su socio? - dijo muy confundido el rubio pues la verdad no entendía nada.

 

-Bueno al parecer Kay aun me sigue causando problemas y quiere convertirse en socio de la fusión de las Corporaciones, su abogado dice que es su derecho como miembro de la familia, yo consulte esto con mis abogados y al parecer hay una cláusula especial en el título de la compañía, “Si el dueño asigna un apoderado de los bienes de la empresa, solo este podrá decidir quién estará dentro o fuera del comisionado de socios”, esta cláusula fue mi salvación y por eso decidí viajar a Japón, cuando tú y yo caímos en esa esquina yo pensaba quien sería el candidato perfecto para ser mi apoderado y grande fue mi sorpresa cuando conocí a un chico simple sin malicia y muy honrado-

 

-¡Espera!, no estarás hablando de mi ¿verdad?- Joey se puso un poco pálido pues si realmente tenía intenciones de poner su empresa en sus hombros ambos se meterían en aprietos, pues ni Joey sabía ni pisca de cómo manejar una compañía y ni loco Kaiba dejaría que estuviera metiendo las “narices” como siempre le decía en sus cosas.

 

-Si exactamente estoy hablando de ti Joey, eres mi única salvación- lo miraba con ojos suplicantes.

 

- ¿No crees que te estás precipitando?, tengo 17 años, trabajo en un café y mis calificaciones no es algo de lo que este muy orgulloso, no conozco absolutamente nada del mundo de los negocios y una última cosa… ¿¡Tú crees que Kaiba aceptara!?... antes se suicidaría - termino preocupado el rubio.

 

-No te preocupes por Seto, estoy seguro que no pondrá objeción, un avance es el que te haya permitido asistir mañana a la firma del contrato ¿no? - tenía que aceptar que el argumento de Surimi era bueno.

 

-Pero una cosa es solo estar presente, y otra muy diferente convertirme así nada más en uno de los socios de la Corporación por la que tanto ha luchado- Joey imaginaba la cara de infarto que pondría el Dragón de ojos azules al enterarse de la noticia, seguramente le gritaría un “¡crees que dejare que un perro de callejón maneje mi compañía!”, después llamaría a seguridad para que lo echaran y lo vetaría de la empresa para el resto de su vida.

 

La escena era aterradora a sus ojos.

 

-Tranquilo Joey, conozco a Kaiba y sé que no dejara que… te le vallas de las manos- esto último lo digo más para sí mismo que para el rubio que no alcanzo a escucharlo.

 

- ¿No dejara qué? - pregunto confundido.

 

-Qué no dejara que una oportunidad de fusión tan grande se le escape- dijo con una linda sonrisa.

 

-Mira si lo que te preocupa es no saber nada sobre el manejo de la empresa, eso se puede arreglar, Kaiba podría enseñarte y de seguro…- el rubio dejo de escuchar la voz de Surimi al escuchar la frase.

 

“Kaiba podría enseñarte…”

 

Un pensamiento nada sano paso por su mente y un rubor izo aparición en sus mejillas. ¡No! definitivamente ¡no!, estar cerca de Kaiba no era buena idea.

 

-No creo que acepte, créeme tantos años de conocerlo avalan mis palabras- trataba por todos los medios zafarse de ese gran problema que se le venía encima.

 

-Mira es tarde, ambos estamos cansados y necesitamos dormir un poco, piensa mi propuesta y mañana decides si aceptas o no, respetare tu decisión- término tratando de tranquilizar al rubio.

 

En eso escuchó que tocaban suavemente la puerta

 

-Señor, la habitación esta lista para el joven- Nina avisaba que el cuarto estaba listo, Joey podía ocuparlo cuando quisiera.

 

-Si está bien, gracias Nina puedes retirarte te veré mañana-

 

-Si con permiso, que pasen buenas noches- dicho esto la mucama se retiró.

 

-Bueno es hora de que tú y yo también descansemos, vamos te guiare a tu habitación- dicho esto salieron de la habitación de Surimi y se dirigieron a la de Joey.

 

… Fin Flash Back …

 

 

Estaba recordando la charla de la noche anterior, aunque las cosas se pondrían difíciles estaba seguro de que todo estaría bien.

 

-Surimi- lo llamo el rubio.

 

-Si ¿qué pasa? - lo miro atentamente pues le daría la respuesta que estaba esperando.

 

-Acepto tu propuesta, me convertiré en tu apoderado y en socio de las compañías- no había vuelta atrás las cosas estaban hechas y lo que sucediera a partir de hoy se lo dejaba al destino.

 

-Gracias Joey- termino el oji-morado con una gran tranquilidad, al parecer le había quitado un peso de encima.

 

-Señor hemos llegado a Kaiba Corp.- aviso Rau y segundos después se abrieron las puertas.

 

Joey se impresiono por el impacto que el edificio podía causar, pero tendría que acostumbrarse ya que pronto se convertiría en parte de su vida.

 

-Vamos Joey, Kaiba nos espera- este solo pudo seguir a Surimi estaba un poco nervioso.

 

-Buenos días, tenemos cita con el joven Kaiba- saludaba amablemente a la señorita del recibidor.

 

-Buenos días, sus nombres por favor- contesto cortésmente.

 

-Surimi Yukiro y Joey Wheeler- la chica comenzó a revisar la agenda de citas y efectivamente estaban ambos nombres y las instrucciones eran dejarlos pasar sin previo aviso.

 

-Síganme por favor, el señor Kaiba los espera- Joey se sorprendió pues no pensó que realmente lo dejaría pasar a su oficina.

 

Las puertas del elevador se abrieron y la chica marco el número del último piso, al parecer Kaiba se encontraba ahí.

 

Las luces marcaban que cada vez más se acercaban al último piso, las mariposas en el estómago de Joey habían vuelto y el nerviosismo comenzó a apoderarse de él, esto sería un problema si sucedería cada vez que lo viera.

 

Llegaron al fin al último piso y las puertas se abrían, la joven solo les indico que la oficina de Kaiba esta hasta el final y se retiró a su lugar de trabajo.

 

-Pensé que te habías reunido varias veces con Kaiba- dijo el rubio de repente.

- ¿Por qué lo dices? - pregunto Surimi confundido.

 

-Porque no sabias donde estaba la oficina del gato roñoso- los insultos lo hacían sentirse como siempre y le evitaban tanto revuelo en el estómago.

 

- ¡Ah eso!, no recuerdo haberte dicho que nos reunimos en las compañías o ¿sí? - contesto un poco burlón Surimi.

 

Joey solo lo miro extrañado.

 

-Como eran temas muy tediosos decidimos reunirnos en un café para discutirlo, así nos evitaríamos mucho cansancio- ¿De verdad?, ¡Enserio!, Kaiba podía hablar con alguien sin que usara su sarcasmo o su mirada de “te matare si me tocas”. 

 

-No mentía cuando dije que lo conocía, tal vez tu solo conoces su parte como decirlo “agria”- dijo picaron Surimi.

 

Bueno la verdad nunca se molestó en ver otras parte del Ceo, no es que no quisiera pero el Dragón no cooperaba mucho que digamos.

 

-Parece que ya llegamos- dicho esto toco la puerta.

 

-Seto podemos pasar- pregunto.

 

-Adelante- fue su única respuesta.

 

Entraron y ahí estaba, sentado en su gran silla revisando algunos papeles importantes.

 

-Buenos días Seto ¿trabajando desde temprano? - pregunto Surimi muy tranquilo.

 

-Buenos días Kaiba- fue solo el saludo del rubio.

 

-Enseguida comenzaremos con la junta, siéntense donde quieran- dijo secamente sin siquiera voltear a verlos.

 

-Que amable- dijo el rubio con un poco de molestia por el recibimiento del Ceo.

 

-Ven Joey, tomemos algo- hablo calmadamente Surimi, al parecer no le molestaba para nada el desplante de Kaiba.

 

Cerca del mini bar Joey comenzó a hablar.

 

-No sé cómo los soportas, es simplemente un grosero- decía mientras armaba un puchero en su rostro.

 

-Joey no debes juzgar a las personas solo por su apariencia- trataba de calmarlo Surimi.

 

- ¡No!, sino lo juzgo por las apariencias, si no por su forma de hablar y de actuar- terminaba sarcásticamente y con una mueca de fastidio.

 

-Oh vamos no te enojes, recuerda que a partir de hoy ustedes…- no pudo terminar pues un Ceo los interrumpía.

 

-Lamento interrumpir su interesante platica amo-perro, pero es hora comenzar- Surimi trataba de detener un asesinato en la que sería su nueva empresa, pues su casi- apoderado trataba de ahorcar a un gato de ojos azules.

 

-Es muy temprano para que estés ladrando “perro”- decía con una gran sonrisa el Ceo de Kaiba Corp.

 

- ¡Repite eso y te matare gato engreído! - definitivamente las mariposas se habían transformado en grandes ganas azar gato a la parrilla.

 

- ¡Bien basta!, Joey recuerda tu posición- decía serio Surimi, era obvio que Kaiba trataba por todos los medios de sacar a Joey de ahí, pero él no lo permitiría.

 

Joey al escuchar la voz de Surimi y sus palabras retomo la compostura y con leve “lo siento” se disculpó.

 

-Seto comencemos por favor, ¿los abogados están ya en la sala? - preguntaba un poco más tranquilo.

 

-Si todo está listo- hablo con toda la neutralidad que podía, pero por dentro se moría de la rabia al ver que Joey había cesado su intento de golpearlo solo con un simple regaño. ¡Maldito perro! que no sabía que solo podía obedecer a su legítimo dueño ósea él.

 

Surimi fue el primero en salir, seguido de Joey y al final Kaiba, le molestaba todavía más que el rubio lo siguiera con las orejas y la cola agachadas, ¿Qué se creía?, parece que empezaría las clases de modales nuevamente para amaestrar a ese canino desobediente.

 

Llegaron rápidamente a la sala de juntas, todos los abogados estaban listos para la fusión, todos sabían que esto sería grande y un error los llevaría a la miseria y no solo hablando económicamente sino también integralmente, pues sabían que Kaiba los acabaría solo por un detalle mínimo.

 

Y bueno Surimi no era tan malo con Kaiba pero tampoco tan bueno, más si se trataba de negocios.

 

Kaiba ocupo su lugar en la silla más grande enfrente de todos, Surimi a su derecha, Joey estaba a punto de sentarse a su lado cuando este le indico que por favor se posicionara enfrente de él, ósea a lado izquierdo de su némesis.

 

La junta comenzó sin más, los abogados de ambas partes comenzaron a explicar el procedimiento de la fusión, las ganancias y las acciones serian en partes iguales por socio, las responsabilidades serían las mismas, si alguna parte fallaba la otra tendría todo el derecho de tomar las decisiones que creyeran correctas dependiendo de la situación. Los socios compartirían oficinas ya que ambos serian dueños de las empresas y muchos más detalles.

 

-Muy bien parece que todo está en orden, podemos proseguir a la firma del contrato- hablo seguro Kaiba.

 

-Si al parecer todo está bien, Kaiba ¿Checaste la parte del contrato que arregle? - Kaiba lo miro un poco confundido ¿De qué hablaba?

 

-Sí, lo recuerdas ayer te lo comenté antes de terminar nuestra reunión, te dije que haría algunos cambios y que checaras antes de firmar- Surimi lo miro sinceramente pues no mentía.

 

El Ceo aún seguía pensativo, ¿Cuándo fue que dijo eso?, ¡A sí! Es verdad fue ayer en ese momento yo… con una mirada macabra volteo a ver a un lindo rubio que tenía detrás una gota pues no entendía la acción del de ojos azules.

 

¡Estaba pensando en el perro!, y ahora por causa de eso no sé qué fue lo que modifico Yukiro en el contrato, ¡Este perro siempre me trae problemas! Debería encerarlo en una jaula donde no pudiera salir, me evitaría muchas molestias.

 

-Seto ¿pasa algo? - pregunto Surimi pues estaba extrañado.

 

-No nada, si revise lo que modificaste y estoy de acuerdo- fue todo lo que dijo.

 

-Bien como no hay inconvenientes procederemos a la firma de la fusión, acto seguido los socios firmaran el acuerdo de compromiso- decía uno de los abogados.

 

La firma se llevó a cabo, tanto Kaiba como Surimi estaban satisfechos por el trato obtenido, ahora era turno de la firma de acuerdo.

 

-¡Disculpen la interrupción!- entraba un chico de no más de 28 años a la sala.

 

Kaiba estaba a punto de gritarle, pero…

 

-Oh Kiba, pensé que no llegarías- decía Surimi mientras se levantaba de la silla e iba a saludar al chico que trataba de recobrar el aliento.

 

-Lo siento, ya debería estar acostumbrado, pero siempre me sorprendes con tus pedidos Surimi, sobre todo con el tiempo de realización- el chico regañaba a Surimi pues le había pedido un documento que normalmente tardaría un mes y él lo consiguió en solo 4 horas.

 

-Lo siento, pero te recompensare- decía divertido Surimi Kiba nunca le fallaba.

 

-Y bien ¿dónde está el chico? - buscaba entre los asistentes al causante de tantos líos provocados en la corte legal.

 

-Oh si, Joey puedes venir un momento- llamo al rubio.

 

Este se levantó muy confundido, ¿Qué estaba pasando? No tenía ni la más mínima idea.

 

-Buenos días, mi nombre es Joey Wheeler mucho gusto- termino con una gran sonrisa.

 

-Surimi te felicito, has escogido a un chico muy amable y muy guapo…- terminaba con una sonrisa cómplice sacando un sonrojo de las mejillas de Joey.

 

-Ujum, Yukiro me puedes decir que esta “repentina” interrupción en mi sala de juntas- por repentina se refería a Kiba.

 

Al parecer a Kaiba no le había gustado nada el comentario del joven y Surimi lo había notado.

 

-Pido disculpas señor Kaiba, me presento mi nombre es Kiba Rodel, soy abogado de lo legal del señor Surimi, mucho gusto- lanzando una sonrisa picarona a nuestro rubio.

 

-Me podría explicar ¿por qué está interrumpiendo una junta tan importante? Y otra cosa ¿Quién lo dejo pasar? - Kaiba estaba más que molesto, los abogados creían que era porque había interrumpido la junta así nada más, que equivocados estaban.

 

-Le he traído un documento a Surimi al parecer es muy importante- cuando Kaiba estaba a punto de responderle al abogaducho como lo había llamado Surimi hablo.

 

-Seto tranquilo será una cosa de 5 minutos y podremos continuar- tuvo que aguantarse las ganas de sacar a Rodel de la sala, pues ahora ya no era el único dueño, las desventajas de compartir.

 

-Bien Joey ya sabes lo que tienes que hacer-

 

El rubio solo asintió, Kiba les dijo discretamente un par de cosas y donde debían firmar, al terminar el abogado se retiró, no sin antes darle su tarjeta de presentación al rubio por si algún día “lo necesitaba”.

 

-Lamento esto Seto, Kiba es un poco ruidoso, pero es muy eficiente- termino de decir sentándose nuevamente en su lugar.

 

-Bien como no hay más interrupciones, proseguiremos con la firma del acuerdo de los socios- dijeron los abogados de ambas partes.

 

Kaiba fue el primero en firmar, seguido de Surimi. La junta casi terminaba, pero…

 

-Bien solo faltas tú Joey firma a un lado de mi firma-

 

Kaiba miraba como en cámara lenta como es que el rubio tomaba el documento y comenzaba a firmarlo, trato de evitarlo, pero fue muy tarde.

 

- ¿Qué es esta broma tan pesada Yukiro? -  preguntaba echando lumbre por los ojos.

 

- ¿De qué hablas?, está en el contrato, tú mismo lo revisaste, mi apoderado en este caso Joey, se convertiría en socio de las compañías y por ende dueño de su parte correspondiente- Surimi lo miraba confundido, Joey solo mantenía la mirada en el suelo, cuando sintió la mirada de Kaiba sobre su persona levanto la cara y pudo ver la furia del Dragón de ojos azules… esto sí que empezaba de maravilla pensaba el rubio.

 

 

Notas finales:

Amo a todos. Besos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).