Sé que estoy siendo cruel pero no me puedo resistir llevo más de dos semanas sin poder dormir, cuando cierro los ojos y los vuelvo abrir ahí está el maldito de Alexander nuevamente encima de mí, tratando de seducirme es que ese hombre aun no entiende que no puedo ni pienso ser su uke me sigue hasta en el baño, incluso cuando voy a orinar en el instituto, es como un maldito acosador de mierda que no me deja en paz.
- Ya ábrete de piernas solo estas retrasando lo inevitable y necesito dormir…- me dice mi hermanita con los ojos rojos del sueño, porque cuando lo saco de mi habitación el maldito empieza a quejarse toda la noche, es que acaso no entiende un no por respuesta acaso los malditos demonios no duerme porque este parece no cansarse nunca están desesperante.
- Basta las cosas no pueden seguir así- gruño decidido dirigiéndome a mi amada laptop una sonrisa surca mis labios mientras formulo un plan para poder dormir tranquila mente, reviso varios anuncios me siento como un pervertido enfermo al solo imaginar lo que le haré a mi querido demonio pero él se lo tiene merecido por idiota.
- Ho Steven pareces muy feliz ¿Por qué será?- pregunta Alexander entrando a mi habitación cierro con rapidez mi laptop luego de pedir uno que otra cosa necesaria por supuesto.
- Umm es que no puedo esperar hasta esta noche…- le digo con una sonrisa de medio lado, mientras me relamo los labios hay Alexander ahora sí que me divertiré mucho, no sabes cuánto deseo por que llegue el momento.
- Y eso porque me darás lo que tanto he deseado…- me dice con los ojos llenos de lujuria, una carcajada se escapa de mis labios y no puedo evitar rodear su cuello con mis brazos.
- Algo así- susurro sensual para luego lamer sus carnosos labios, su mirada recorre completamente mi cuerpo y solo pienso en que cayó en la trampa.
- Y porque no ahora…- masculla y lo suelto bruscamente sinceramente hay perros que no saben el momento de comer la carne, aun que bueno en esta ocasión seré yo el que salga ganando.
- No Alexander aun no… bajemos a cenar tengo hambre- le manifesté mientras bajaba las escaleras no deje de pensar en ningún momento en lo que sucedería dentro de pocas horas, y la excitación en mi aumentaba a cada paso que daba el reloj.
Me mordí el labio inferior el paquete aun no llegaba y definitivamente lo necesitaría para esta inolvidable noche, me encontraba impaciente y podía sentir su mirada puesta en mí, me sentía distinto poderoso lo cual es raro y aun que me esforzara por ocultar mi felicidad siempre me salía una sonrisa casi felina que invitaba a jugar.
Las horas pasaran con suma lentitud la inquietud de Alexander era tan palpable, me pregunto ¿que se estará imaginando que planeo hacer? aun que bueno eso no debe importarme tanto, por lo que aprovechare la ausencia de mi hermana, aun me molesta la actitud que esta ha tomado, se pone de lado de Alexander aun cuando ahorita no lo soporta, por eso se fue aquedar en casa de una amiga a ver si al fin pude dormir, lo que ella no sabía era que yo aprovecharía cada minuto de su ausencia para llevar a cabo mi plan, otra vez me sentía animado y casi salto de alegría cuando escucho el timbre de mi humilde hogar.
- Yo voy…- susurre para evitar que Alexander se acercara, mire al repartidor y firme como había recibido el paquete, abrí la caja y sonreí maliciosa mente definitivamente hoy pasaría la mejor noche de mi vida.
- Umm quien fue…- me pregunta el demonio asomándose entre las escalaras sonrió ampliamente mientras trato de ocultar el paquete detrás de mí, aun estoy algo dudoso de lo que voy hacer pero la adrenalina de mi cuerpo invita a continuar.
- Es solo un vendedor que se equivoco de puerta- digo tratando de verlo de una forma lujuriosa es que el maldito solo tiene puesto un paño que le tapa su intimidad, y las gotitas de agua resbalan por su pecho de una forma tan ardiente que me muerdo la lengua para no provocarlo más de lo debido.
- Estas actuando raro…- murmulla viéndome y no puedo evitar pensar que Alexander es fácil de predecir o tal vez se está dejando llevar.
- Es por lo que pasara esta noche- le digo tratando de actuar tranquilamente realmente soy un actor de primera hasta debería salir en televisión.
- Ya se puede considerar de noche que tal si aprovechamos que estamos solos- murmulla tan impaciente como siempre, no puedo evitar soltar una carcajada ante esa idea pero me mantengo firme ante mi decisión.
- El sol aun no se mete por completo…- le digo mientras comienzo a caminar hacia la cocina lo escucho suspira, y subir nuevamente las escaleras y puedo palpar la tensión en el ambiente “estas donde te quiero Alexander” es uno de mis más profundo pensamientos mientras guardo el objeto en mi bolcillo trasero, me quedo sentado en las escalera esperando que la noche adorne la sala.
- Bien me vas a decir que es lo que tramas…- dice al fin Alexander mientras se sienta al lado mío, una sonrisa se escapa de mis labios al verlo apoyado contra el barandal y sin pena me acerco a sus labios.
- Nada…- murmullo mientras lo beso, sus fuertes brazos me toman de la cintura apegándome más a su cuerpo, mordisqueo sus labios tratando de llevar el poco control que tengo sobre el- quieres que me abra de piernas- le pregunto de forma sensual y picara realmente estaba dispuesto hacer esto la respuesta sí, me senté entre sus piernas dejando mi trasero encima de su miembro- tal vez quiera ser el pasivo Alexander..- dije con voz melosa mientras mordía su cuello- solo tienes que hacer algo por mi…- le pedí mirándolo inocentemente maldita sea me estoy comportando como todo un playboy.
- que quieres- pregunta deseoso mientras hace presión para sentir más mi cuerpo aun por encima de la ropa, mis manos se apoya en su pecho jugando con su camisa en la decisión de quitársela o no.
- Pon tus brazos hacia atrás- le pide con una sonrisa seductora este lo hace y aprovecho el momento de sacar el objeto BINGO- pero que mierda- dice Alexander súper mega ultra furioso.
- Lo siento cariño en verdad me creíste creo haberte advertido que me gusta más el rol de activo, aun que bueno esto es un pequeño castigo por no dejarme dormir DOS SEMANA- le digo con burla al verlo esposada con la baranda de la escalera.
- Tu Steven será mejor que me suertes ahora mismo o si no…- me advirtió con una mirada fulminante.
- Si no que harás, si no te puedes ni mover…- dije mientras hacia un pucherito y lo besaba joder que estaba tentando al idiota pero selo merecía.
- ¡¡¡¡¡COMO TE ATREVES SOY EL REY DE LOS DEMONIOS TU HUMANO LIBERAME AHORA!!!!!!- grita Alexander mientras trata de liberarse sonrió vil mente, sabía que estaba débil por la gripe que había sufrido hace dos semanas, y quien soy yo para desaprovechar esta oportunidad.
- Pues fija te que no te suelto y como deseo dormir y no pienso escuchar tus gritos de nena llorona te callare- murmure besándolo demandante mente para luego colocarle una mordaza en los labios, ahora quien era el pasivo de quien, definitivamente hoy pasaría una gran noche.
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