Rey Demonio por sary_sary

- Maldito Alexander.. juro que me pagaras esto..- susurre mientras me rascaba mi nuca, como puede ser que sea tan malditamente arrogante ojala alguien le diera por el culo ese tan redondito que tiene .. ahss basta no debo pensar en el si no quiero que aparezca, y luego como sacármelo de encima.

Llegue al instituto un tanto cansado si como no, estaba molesto, furioso y hasta podría decirse que mi apariencia era como un orangután aun que mi cuerpo fuera algo frágil, camine a gran velocidad hacia el salón realmente no tenía ganas de encontrarme con los malditos brabucones entre todos Sebastián, si ese idiota que se la pasaba molestándome hasta el punto de hacer mi vida un total y maldito infierno.

- Oye nene ¿a dónde vas?- gruño burlón el desgraciado de Sebastián, pero como es posible que tenga tan mala suerte, nada más hacia pisar la escuela y viene mi peor desgracia a saludarme es como si me fuera esperado.

- Por favor Sebastián déjame pasar.. voy a llegar tarde a clases…- susurre suavemente, aun que realmente lo que pienso es que es un bastardo que se merece la peor muerte aun que el muy idiota no esta tan mal, sin contar que solo hay que mirarlo para saber que esta bueno, por lo menos en su cabello rojiz, en sus labios carnosos sin contar esos hermosos ojos verdes el problema es que soy su blanco en pocas palabras me odia.

- Oh disculpa entonces quieres pasar bueno haber gilipolla que tal si.. me das un.. el dinero de tu almuerzo y no sé que más seria bueno… ohh ya se arrodíllate y suplícame clemencia diciendo umm.. grandísimo Sebastián no soy digno de rogarte pero por favor te pido que me pises mi cabeza para luego yo con humildad ir llorando al salón de clases si quieres pégame que pa.. eso soy solo un perro..- me dice el hijo de.. cabe destacar que le encanta humillarme y más que eso le fascina que todo salga de acuerdo a lo que él dice, que debía hacer Alexander no estaba y ese sujeto estaba loco de remate, solo cabe recordar lo que me iso el primer día que entre en este instituto..

Flash Back

Enjabone cada parte de mi cuerpo quien gritaba por mucha atención, me dolía cada musculo hasta respirar cabe decir que había tenido educación física, ese profesor de cuarta se había pasado nos iso correr más de dos horas si dos malditas horas toda la cancha, sin contar que no soy muy bueno con educación física podría asegurar que hasta una tortuga es más fuerte que yo en ese aspecto.

Temblé bruscamente otra vez esa mirada, era el mismo chico sabía que no debía meterme con él, cabe denotar que según mi nuevo amigo Daniel meterse con Sebastián era el peor error que podías hacer en tu corta vida, ese pelirrojo era conocido por ser uno de los más temibles brabucones de todo el liceo, siempre buscando una nueva víctima para someter para torturar y para mi desgracia yo era un perfecto blanco cabe decir.

- Ehh.. nene.. bonito culo..- dijo mientras me golpeaba en el trasero con una toalla, relájate ignóralo fue lo que me decía mentalmente mientras sobaba mis adoloridas nalgas, es que no tenía nada mejor que hacer- eh mariquita vamos respóndeme o es que te doy miedo..- volvió a decir esta vez golpeándome la nalga con su mano, le senté un fuerte puñetazo más que todo por reacción, me quede estático ahora si había metido la pata.

- Aléjate de mi imbécil..- dije con una mirada firme aun que por dentro parecía más una lombriz de tierra que cualquier otra cosa.

- Tu maldito renacuajo te voy ah..- dijo elevando su puño, me tape el rostro asustado no quería ver lo que sucedería..- sebes no te pegare.. are algo mucho peor..- sentía miedo y uno del bueno, ahora si me había tocado la hora lo mire con horror, para ver como corría llevándose con el mi ropa dejándome totalmente desnudo en los vestidores de chicos ese fue el peor día de mi vida.

Fin del flash back

- Sabes que Sebastián no tengo tiempo para esto..- dije tratando de hacerme el valiente pero como serlo si tengo un orangután en frente.

- A mí no me hables así maldito.. . – gruño tomándome de la camisa dispuesto a romperme todo lo que se llamara cara, genial justo lo que me faltaba.

- Yo que tu y lo soltaba..- dijo una voz de tras de mi, Sebastián me soltó mientras giraba su rostro al ver quien se metía en su camino.

- ¿y quién coño eres tú? Acaso que bienes a defender a tu puta..- gruño el pelirrojo viendo molesto a ¡¿Alexander?! Pero qué coño hacia el aquí, esto no me gustaba nada.

- Umm.. mi puta ehh realmente suena tentador..- dijo tomándome y acercándome a él.. esto no me gusta- creo que si viene a defenderla- gruño mordiendo mi oreja para luego lamer con sensualidad mi cuello, dejando atónito a Sebastián- y al parecer es una muy salvaje..- termino de decir burlándose, lo mire con odio mientras pisaba su pies con fuerza.

- ¡¡Tu.. maldito bastardo que crees que haces!!..- grite furioso mientras trataba de alejar con toda mi fuerza el cuerpo de Alexander.

- Cobro una comisión por defenderte- dice con una sonrisa lasciva, mientras su mano tocaba mi trasero- aun que tal vez deba subir la tarifa- mis mejillas no podían estar más rojas sin contar que Sebastián estaba viendo todo.

- Serás cabron..- gruño el pelirrojo golpeando con fuerza el rostro de Alexander, me quede sorprendido al ver el rostro de Sebastián parecía estar muy molesto y yo no entendía la razón.

- Pero que pasa aquí..- grito un profesor asustándonos a los tres, la mirada de Alexander choco con la mía que choco con Sebastián.

- Esta vamos saludándonos es que somos viejos amigos jejej.. – reí nervioso sintiendo un aura que se apoderaba de mi, era como estar en un campo de batalla entre Sebastián y Alexander.

- Umm… bueno ya saben que yo no acepto esos juegos pero por ser el primer día los dejare pasar.. ahora vallan a sus salones que el timbre está a punto de sonar..- dijo con fuerza el profesor, todos asentimos y nos fuimos a nuestros salones menos Alexander que otra vez se había perdido de mi vista.

Llegue al salón con cansancio realmente esto era tan agotador, busque con la mirada un pupitre vacio rogando de que este año no me tocara con Sebastián, para mi desgracia este estaba detrás de mi dándome a entender que estaríamos juntos, me senté en un pupitre lejos de los demás y al lado de la ventana perfecto para mí.

El tiempo paso rápido y como dijo el profesor el timbre sonó, me sorprendió mucho el hecho de que Sebastián no me había molestado y mas que Daniel mi mejor amigo había faltado a clases, pero no todo es color de rosas ya que hay un dios halla arriba que me odia y claro que lo hacía..

- Buenos días chicos hoy quiero presentarles a un nuevo alumno por favor entra y preséntate..- dijo el profesor mientras por la puerta del salón entraba mi tormento Alexander, esto estaba decidido este año sería el peor de toda mi vida o tal vez el mas ¿excitante?...