Abrí los ojos pesadamente estaba molesto y celoso por lo de anoche pero quien se creía Alexander para hacerme algo como eso, para salir con esa perra y dejarme a mi solo pensando en su estúpida presencia, pero no importaba hoy iría a clase hablaría con mi mejor amigo y trataría de liberar mis frustraciones.
Coloque mi mano en el pomo de la puerta de mi habitación, aun no podía entender por qué me preocupaba tanto por el, es decir; no se merecía ni un solo segundo de mi tiempo, pero hay estoy bajando las escaleras de la casa directo a la sala solo para saber si él se encontraba bien, me acerque lentamente observando cómo sus ojos se mantenían cerrados al igual que sus labios entre abiertos, coloque mi mano en su frente sorprendiéndome al sentir el calor que desprendía esta.
- Alexander- susurre nerviosamente los demonios no se enferman ¿verdad? este abrió los ojos con las mejillas ¿sonrojadas? No, no podía ser que clase de mal era este.
- Steven.. ya me perdonaste..- me pregunta con los ojos llorosos, pero quién demonios es este sujeto él, no podía ser Alexander claro que no él se veía ¿inocentes? Un demonio ¿inocente? Es acaso eso posible.
- Umm creo que está enfermo..- susurra una voz detrás de mí lo que me hace saltar como un cobarde, ok lo amito soy un miedoso de primera.
- Sary en que momento tu..- no termine de hablar ya que sentí como Alexander me abrazaba por detrás.
- Me siento solo dame un beso..- mascullo enfrente de mi hermana, mis mejillas adquirieron un tono rojizo intenso y con fuerza separe a Alexander de mi cuerpo.
- Que estás loco..- grito para luego ver esa mira inocente llena de lagrimas y de tristeza pero que mierda estaba sucediendo aquí.
- No quieres estar conmigo no.. entonces te matare..- masculla Alexander viéndome de una manera terrorífica, mis pies se quedan pegados al piso y no sé ni qué coño hacer.
- Ábrete de piernas es la única solución..- grita mi hermana escondiéndose de tras de un sofá pero que traidora.
- ¡¡¡QUE CLASE DE OPCI”N ES ESA!!!..- grito sintiendo la vergüenza recorrer cada gramo de mi piel – espera podemos arreglar esto de forma pacífica es decir que tal una cita..- dije temblando qué coño acababa de decir.
- Una cita tu y yo..- se detiene para luego sonreírme feliz, saltando a abrazarme.- si- masculla puedo sentir su cuerpo caliente como si tuviera fiebre.
- Bien déjame bañarme y cambiarme..- digo queriéndome liberar de sus brazos, en qué momento mi vida se había convertido en una pesadilla de comedia.
- Umm… bañémonos juntos..- me pide a no eso no, yo conozco sus intenciones esa baño no es para híper cardiacos y mucho menos para lo que sufren de tensión, y para los que desean conservar su virginidad hasta que el uke manda y se vuelvan semen.
- No mejor te quedas aquí.. es que si nos bañamos no comeremos chocolate juntos de lengua..- invente viendo como su mirada me veía con tanta ilusión, hay dios con quien me estoy metiendo cuando vuelva a la normalidad me las pagara lo juro.
- Entonces te puedo comer a ti de postre..- me pregunta con un dedo en el labio como un niño que no ha dicho nada malo, pero la verdad es que es un maldito pervertido que lo quiere entre las piernas.
- Busco el chocolate las frutas, que más te gusta el helado..- pregunta mi hermana con una cámara fotográfica, la miro con horror con que pasándose al lado enemigo.. ahss nunca volveré a confiar en ella ni aun que me brinde todas las hamburguesas del mundo no confió.
- PERO DE QUE LADO ESTAS..- grito exasperante como mi día en la mañana, podía comenzar así ese es el karma me callo por dejarlo dormir como perro, lo juro no lo vuelvo hacer por favor piedad.
- Yo del tuyo es solo que aun no te das cuenta dice..- me responde con una sonrisita de burla, si claro como no… en que me puede ayudar que me viole Alexander.
- Yo lo quiere aquí..- habla el mayor enseñando una erección creo que voy a morir, agarro con velocidad un cojín para ocultar la entrepierna de Alexander de la mirada de mi hermana pero qué coño cree que hace.
- Deja de hacer eso..- digo viéndolo con una mirada llena de reproche y enojo.
- Chúpamelo para que veas que se me baja..- me dices tan descaradamente, alguna vez han pensado en asesinar creo que con estos instintos míos yo sería hasta profesional.
- Claro que NOO lo are olvídate de ello..- le digo mirándolo esperando una reacción en ese rostro sonrojado, y esa mirada perdida sin brillo causa de la fiebre.
- Me terminaras matando..-masculla el helándome por primera vez la sangre, me le quede mirando serio sin poder ocultar el miedo que me proporciono esas palabras frías y calculadoras.
- A que te refieres..- pregunte temeroso sin poder ocultar el miedo en mi propia voz.
- Umm.. que importa..- me dijo de una manera pedante y a la vez distante su mano tomo mi barbilla acercándome a sus labios lenta y pacientemente- eres mi veneno Steven y uno muy peligro pero a la vez tan exquisito..- mascullo lamiendo mis labios, sin introducir su lengua.
- Yo..- trate de decir algo pero el flash de una cámara llamo mi atención, mi hermana me había tomado una foto.
- Bien espero que tengan un lindo día me voy a la escuela hermanito, mas te vale cuidar bien a Alexander si llego y me entero de una sola queja, esta fotito estará a partir de ahora en todas las paginas web y en el cole..- mascullo con una maligna sonrisa, para luego darse a la fuga dejándome solo con el mayor.
- ¿Vamos a nuestra cita?..- pregunto inocente, la única palabra para describir su extraña actitud, era bipolar definitivamente esa fiebre lo tenía mal.
- Que mas opción tengo este día soy todo tuyo..- dije sin pensar mucho en mis palabras, después de todo ya tenía una amenaza de por medio.
- Y no tienes ni idea de lo que pasara..- susurro bajo Alexander, un escalofrió recorrió la espalda de Steven sin entender el verdadero significado de esas palabras, al igual que el peligro que se le avecinaba.
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