Me encontraba colocándome la ropa que usaría para salir, estaba molesto más que eso furioso, ¿Por qué? a bueno díganme que hacen si se están bañando y entra un pervertido en la ducha diciendo que “yo te estrego la espalda” cuando lo que te está tocando es el maldito culo, es un desgraciado Alexander te odio.
- Te ves muy guapo.. qué tal si nos quedamos desnudos a dormir..- dice el mayor con una carita de santo, si claro y también escribo en mi frente viólame soy todo tuyo.
- NOO.. ¿a qué lugar quieres ir?..- pregunto mientras me peino el cabello, no me encontraba totalmente emocionado aun que estuviera enamorado no cabe la menor duda que solo soy un juego para él, esperen un minuto dije que yo no definitivamente no.
- Al parque..- me sonríe de forma tan cálida puedo ver esos labios curvearse tan lento y delicioso que creo que deseo, cachetear los por supuesto después de todo yo no quería hacer esto por mi se puede ir al mismísimo infierno.
- Como te dé la gana..- digo malhumorado en verdad no sé lo que me pasa con ese idiota últimamente pienso mucho en él, y me dan celos cuando lo veo con otra persona, no es que este enamorado claro que no es solo que me molesta como si tuviera diarrea.
- Bien entonces vamos..- me dice con una sonrisa seductora tomándome de la cintura, sus labios se acercan peligrosamente a mí y creo que me va a besar, pero luego se aleja y comienza a caminar dejándome algo desilusionado.
- Alexander..- susurro su nombre con suavidad pensando en preguntarle algo pero deshago la idea cuando me viene, me coloco a su lado y salgo de la casa sintiendo su mirada curiosa.
- Pasa algo..- murmura viéndome directamente, mis ojos chocan con los suyos y me pierdo en ellos hasta que siento como me zarandea.
- Eres idiota..- gruñí sintiendo como el estúpido momento mágico se desvanecía, sentí la brisa fresca chocar contra mi cara realmente hoy era un buen día.
- Dime ¿Qué somos?..- me pregunta de repente Alexander tomando mi mano pero yo la alejo como si su contacto me quemara- no somos novios, ni amantes, ni amigos, ni familia pero vivimos juntos, dormimos en la misma cama y nos besamos todos los días..- murmulla llamando mi atención.
- Tu eres un pervertido que entro en mi vida, y como que nos besamos todos los días no seas mentiroso..- susurro avergonzado, me sentía raro era la primera vez desde que lo conocí que Alexander me hablaba de sus sentimientos.
- Si lo hago cuando duermes al igual que otras cosas, tu pene erecto realmente no es muy grande no tanto como el mío..- masculla o diablos que acaba de decir; instintivamente me detengo y lo miro con sumo temor.
- ¿Qué me has hecho?..- le digo señalándolo con un dedo acusador, realmente me aterraba saber que ya no era virgen.
- No me mires así solo te corriste una vez en mi boca, de ahí en adelante sigues virgencito así que relájate que no es para tanto..- me asegura, está loco me viola mientras duermo a partir de ahora seré un muerto viviente, no dormiré ni de día ni de noche para cuidar de mi virginidad.
- Eres un maldito pervertido te voy a matar..- gruño viéndolo amenazadora mente pero este en cambio me sonríe de una manera inexplicable, puedo sentir su mirada no está feliz es como si estuviera triste esperando algo.
- Es un bonito lugar... Ho mira es patricia...- masculla señalando el parque donde la maldita zorra esa se encuentra sentada pero que mierda hacia ella aquí, estoy a punto de ignorarla y continuar mi camino pero Alexander me agarra por el brazo y me lleva hacia donde esa bruja se encuentra.
- A mi vida..- susurra sensual esa perra tirándose a los brazos de mi hombre, recargando sus exuberantes pechos encima del, ahora si agarren me que mato a la bruja pechugona.
- Hola Patricia ¿Qué haces aquí? No deberías estar en clase- susurro con todo el veneno de mi alma, es que mírenla quien se cree, está demasiado cerca de mi...
Me callo pero qué diablos estoy pensando, se supone que entre Alexander y yo no hay absolutamente, nada una amistad y de broma, yo no era nadie para impedir que saliera con ella solo mírenla era linda aun que fastidiosa era perfecta para él, mientras yo a un me quejaba por su cercanía por sus besos, tal vez dejarlos estar sea lo mejor.
- Ha hola Steven bueno como faltaron me preocupe y quise venir a ver si los dos estaban bien..- mascullo la joven aun que era claro que solo le interesaba Alexander, no es como si me importara, aun cuando sentía que en cualquier momento vomitaría encima de ella por hipócrita, lo cual no me desagradaba de ninguna manera.
- Que amable eres – susurro sensual el mayor aceptando gustoso el brazo el que la joven se aferraba, sentí como la garganta se me secaba mientras los dos comenzaban a caminar juntos.
- Etto..- trato de hablar pero mi voz no sale puedo ver como se alejan los dos caminando y una opresión aparece en mi pecho, corro para alcanzarlos y sin saber que estoy haciendo los separo, Patricia cae de culo contra el pavimento aun cuando no la empuje con fuerza.
- Pero qué te pasa..- me gruñe con furia mientras sus ojos se llenan de lagrimas falsas, doy un paso hacia tras sorprendido tanto por mi actitud como por el remolino de sentimientos que sentía en esos momentos.
- Estas bien..- susurra Alexander ignorando mi presencia o bueno eso sentí, mire como se entrelazaban sus manos haciendo que un nudo se me instalaran en la boca del estomago, lo odiaba era despreciable y no sabía por qué.
Comencé a correr queriendo alejarme completamente de la pareja feliz sentía nauseas, incluso tenía ganas de llorar pero no lo aria no derramaría ninguna lagrima ni por Alexander ni por nadie, corrí hasta que mis piernas no dieron más terminando en una bodega abandonada. Aun podía recordar en mis pensamientos esa imagen donde ellos se tomaban de las manos, haciendo que mi furia aumentara pero en qué demonios estaba pensando Alexander cuando iso eso, no dijo que me amaba que quería estar a mi lado o todo fue una gran mentira para burlarse de mi sentimientos hacia él.
Pero que decía yo no sentía nada por él desde que lo vi siempre me estuvo acosando, molestando e incluso seduciéndome, pero que me pasaba justo ahora que debía hacer, me daban celos lo admitía pero si eso era así solo había una explicación para la actitud que había tomado ante esta situación. Mordí mis labios hasta hacerlos sangre, me tire en el piso derrotado y toque mi frente con los ojos bien abiertos.
- Yoo… me enamore.. de Alexander..- susurre en voz alta sin poder creer en mis propias palabras, un ruido llamo mi atención y ahí parado detrás de mí se encontraba el con una mirada indescifrable, su mano se poso en mi cabeza y una sonrisa surco sus labios, un escalofrió recorrió mi piel al ver como se relamía los labios, una sola imagen surco mis pensamientos y con los pelos de punta solo me hice una pregunta pero qué coño acababa de admitir.
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