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Malicia por zion no bara

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Notas del fanfic:

Es una historia que quería hacer planteando a un Shaka algo diferente de lo que acostumbro, espero que les interese.

 

Piensen que la trama se desarrolla más o menos un siglo atrás.

Notas del capitulo:

Es la primera parte del fic, espero que les guste algo de este estilo.

Capítulo I

 

 

Los demás que iban en el mismo carruaje no habían dejado de notarlo, este joven con sus cabellos dorados como el sol y la mirada tan azul como el cielo sin duda era una belleza, no llevaba ropa fina ni adorno alguno, más bien parecía que era alguien sencillo aunque eso era solo apariencia, el que captaba todas esas miradas sabía muy bien que lo hacía pero pretendía que no se daba cuenta de nada, así que la gente alrededor procuraba mostrarse atenta y amable con él para no pasar desapercibido.

El viaje por lo tanto fue particularmente sencillo para este muchacho tan hermoso que ahora tendría que acogerse a otra forma de vida y estaba muy dispuesto a que fuera según sus términos, sabía bien que era su única posibilidad ahora que estaba solo en el mundo pero eso no lo mortificaba de ninguna manera, por el contrario, pensando en ello se daba cuenta que era incluso mejor para él que no contara con nadie en el mundo que le dijera lo que debía hacer, ahora podía tomar sus propias decisiones y no rendirle cuentas a nadie de cada movimiento que hiciera. Pero primero lo primero, instalarse en su nuevo hogar.

La llegada del joven estaba siendo esperada en una bonita propiedad campestre, no porque fuera un lugar para vacacionar sino porque sus dueños se dedicaban al cultivo y contaban con grandes extensiones de tierra que les permitían hacer buenos negocios por sus cosechas, si no extremadamente adinerados si eran personas sin carencias económicas y que incluso podían darse lujos como una hermosa casa ahí y otra en la capital, caballos, carrozas y ropa elegante hecha a la medida.

—    ¿Todo está listo?—preguntaba un muchacho de cabellos lavandas y ojos verdes.

—    Todo está como usted lo ordenó joven Mu.

—    Muchas gracias.

El joven de la casa era querido por todos en el lugar y no solo por ser el heredero de su padre sino por si mismo, era un joven de lo más agradable, los lugareños lo sabían y no dudaban en comentarlo, el hijo de la familia Aries era un excelente muchacho para ellos y que esa mañana aguardara por alguien era importante para él.

—    Ya llegaron—dijo Mu con alegría.

El carruaje se detuvo y un ayudante se dirigió a abrir la puerta para que descendiera el mismo joven rubio que causara tanto interés en sus anteriores compañeros de viaje.

—    Que bueno que ya llegaste Shaka.

—    Me alegra estar aquí Mu.

Se dieron un abrazo y en poco tiempo ya estaban todos alrededor en movimiento para hacer su parte al recibir a ese joven que solo estaba en ese sitio por ser amigo de Mu de Aries.

—    ¿Qué tal estuvo el viaje?—preguntaba el de ojos verdes.

—    Bien, fue tranquilo—le respondió el rubio.

—    Debes estar cansado, te mostraré tu habitación para que descanses un poco y te refresques.

—    Muy bien.

Con sus ojos azules el joven recién llegado observaba todo alrededor, era una excelente propiedad sin duda, no era ajeno a saber que la familia Aries era adinerada pero no estaba seguro hasta que punto, el de los ojos verdes nunca le daba mucha importancia a eso, sin duda porque jamás había necesitado hacerlo.

—    Espero que sea de tu agrado Shaka—decía Mu mostrándole la habitación.

Era amplia con grandes ventanas que dejaban traspasar la luz, se podían ver los finos muebles de madera y todos esos pequeños adornos que sin duda eran de valor, la amplia cama y en general todo dispuesto y listo para ser usado.

—    Mi habitación es la de junto Shaka, si necesitas algo no dudes en pedirlo.

—    Lo haré.

—    Creo que te dejo descansar.

El de la mirada verde salió con una sonrisa dejando al otro muchacho mirando alrededor, era una buena casa ¡Si tan solo fuera suya! Pero no dudaba que lograría tener una e incluso que sería mejor. Como fuera en ese momento se concentró en descansar un poco, se limpió el polvo del viaje y se dispuso a acomodarse, era un buen sitio después de todo, no contaba con muchas pertenencias y todas ellas podían ser acomodadas en muy poco tiempo. Con esa parte cumplida inspeccionó de manera más atenta el lugar, tendría que saber como manejarse pero confiaba en lograrlo y junto con eso lo mejor era que se ocupara en trazar su plan de acción porque estaba en claro para él que necesitaba asegurarse su posición de alguna forma en ese lugar.

Shaka de Virgo había perdido a su familia y  estaba en casa de los Aries como un favor pues el de cabellos dorados no contaba con un patrimonio, nunca lo había tenido, si bien había estudiado en una escuela para hijos de buenas familias él no lo era, sus padres habían logrado que lo admitieran sin pagar una moneda lo cual el otro siempre había ocultado y ante sus compañeros se había mostrado como un igual, pero sus padres habían muerto y él debía labrarse un destino en la vida. A lo cual estaba muy dispuesto y seguro de lograrlo ya que se sentía convencido de sus propios dones, cuando fuera el momento adecuado dejaría que se notaran.

 

**********

 

Como fuera los primeros días resultaron agradables para los dos jóvenes, Mu después de  todo se había esforzado mucho para hacerle grata la estadía a su amigo rubio, por lo menos para el de Aries Shaka era un amigo y lamentaba su situación pero estaba seguro de poder hacer algo a su favor.

—    Quisiera ir a la cañada—comentaba Mu—Las flores de ahí son tan bonitas ¿quieres que vayamos?

—    No me parece tan interesante ir por flores Mu.

El de Aries guardó silencio por unos instantes y supo que era mejor preguntar.

—    ¿De verdad estás bien con nosotros Shaka?

—    ¿A qué te refieres?

—    No sé, a veces creo que te aburres aquí.

—    Me estoy adaptando aún Mu, solo es eso.

La verdad era que se aburría mortalmente, Shaka no era el tipo de persona que apreciara las cosas que si apreciaba Mu, al menos para el de mirada azulada era completamente estúpido lo de ir por flores y cocinar y encerrarse a leer, no le gustaba nada de eso pero como el supuesto mejor amigo de Mu tenía que soportarlo y hacerlo. De ninguna manera el joven Virgo se sentía contento de tener que estar en esa situación, él soñaba con una vida muy diferente a la que había tenido que llevar hasta ese momento.

—    Tal vez si…—intentaba decir el de cabellos lavanda.

Pero al de ojos azules le costaba a veces no demostrar lo que pensaba de tener que escucharlo, aunque justamente en ese momento sucedió algo, algo imprevisto para él. Un caballo iba a cierta velocidad hacia ellos y por la manera en que se comportó Mu supo que era alguien conocido.

—    Buendía Mu—le dijeron con una sonrisa.

—    Buenos días Aioria—respondió Mu.

El joven montado a caballo era un encantador muchacho de cabellos rubios oscuros y mirada verde intensa, además de notarse que estaba bronceado por el sol, daba muy buena imagen sin duda alguna.

—    Veo que tienes visitas Mu.

—    Es mi amigo Shaka—decía el de Aries—Shaka, él es Aioria, un amigo.

—    Es un placer—dijo el castaño.

—    Igualmente—respondió el rubio.

—    Vine a invitarlos, haremos una excursión por la región, después de eso habrá un baile.

—    ¿Será a caballo?—preguntaba Mu.

—    Por supuesto.

—    Me encantaría ir ¿Qué me dices Shaka? ¿Quieres ir?

—    Si—contestó el rubio.

—    Nos encantará verlos—dijo el castaño sonriendo—Será mañana en nuestras tierras, a las diez.

Sin más salió de nuevo a galope por el camino.

—    ¿Quién es?—preguntó Shaka cuando se alejó.

—    Ya lo sabes, es Aioria.

—    Me refiero a quien es en este sitio.

—    Es el hermano menor de Aioros, tienen unas propiedades por aquí.

—    ¿Son buenas propiedades?

—    Regulares.

A Mu no le gustaba hablar de dinero y propiedades, prefería hablar de otras cosas, por el contrario Shaka estaba muy interesado en saber más sobre lo que poseía ese joven, además de ese encanto tan particular por supuesto.

Así que volvieron a casa pero estaban dispuestos a formar parte de la famosa expedición.

 

**********

 

Esa mañana las personas de los alrededores que estaban dispuestas a ir se reunieron en las propiedades de los hermanos Aioros y Aioria, eran conocidos por esos lares debido a que se habían criado ahí y también por su fama de jinetes, ambos hermanos eran unos verdaderos guerreros a caballo. Pero en esos momentos se mostraban como anfitriones atendiendo a los que iban llegando y saludando a los conocidos, seguían de esa manera cuando apareció el joven Mu de Aries acompañado de Shaka de Virgo, lo cual ya estaba levantando comentarios entre los presentes.

Todos los ahí reunidos conocían a Mu de Aries, pero no tenían la menor idea de quien era ese joven a su lado, el de mirada verde iba sencillo en su arreglo y su traje de montar pero Shaka de ninguna manera dejaría pasar ese momento para poder lucirse, estaba resplandeciente con sus cabellos dorados cuidadosamente peinados y su traje arreglado para que no se notaran las carencias, se mostraba adorable y a su belleza agregaba gracia y dignidad, nadie podía dejar de notarlo y no fueron pocos los que se presentaron de inmediato ante él para hacerlo sentir bienvenido.

—    Es un placer que pudieran venir—los recibió Aioria.

—    Gracias por invitarnos—dijo Mu.

En cuanto a Shaka tan solo le sonrió.

—    Mi hermano deseaba saludarte Mu.

—    Me dará gusto ver a Aioros.

En ese justo momento se acercaba el mayor de los hermanos, eran muy parecidos aunque este joven era de cabellos y mirada castaña con un semblante amable.

—    Que bueno es que pudieras venir Mu—lo recibió.

—    Gracias por la invitación Aioros, te presento a mi amigo Shaka de Virgo, está en casa con nosotros.

—    ¿Shaka de Virgo?—preguntaba el castaño como si reconociera el nombre.

Por unos momentos hubo un silencio pero al final el castaño hizo un atento saludo aunque bastante frío, lo cual era extraño viniendo del siempre amable y atento Aioros.

—    Será mejor que empecemos, ya están todos aquí—le decía a su hermano menor.

—    Muy bien—respondió sonriendo Aioria—Espero poder ir a tu lado Shaka.

El rubio no dijo ni si ni no pero le sonrió como respuesta.

En poco tiempo los convidados estaban listos para partir, todos en sus monturas se sentían entusiasmados por la posibilidad de explorar y correr a campo abierto y por supuesto dejar ver que tan buenos jinetes eran y en eso se mostraban de acuerdo. En poco tiempo las monturas remontaban por los verdes y abiertos campos dejando que las monturas recorrieran el lugar, fue debido a eso que no pocos se mostraron sorprendidos con la habilidad que manifestaba el joven de Virgo para cabalgar pero era una habilidad perfectamente dominada por el de cabellos dorados, de verdad que era un excelente jinete y en esos momentos lo estaba demostrando ya que aparte de superar a varios era de los más arrojados al momento se azuzar a su caballo, al grado que solo dos jinetes estaban al frente: Shaka y Aioria.

Ambos jóvenes se miraban furtivamente desde sus monturas y se lanzaban miradas de desafío y de agrado, se sonreían y aunque sin palabras era como si se estuvieran comprendiendo perfectamente. Siguieron por un tiempo de esa manera hasta que era mejor regresar pues ya llevaban horas en esa actividad y debía comer algo y refrescarse para seguir con lo programado para la reunión.

—    ¿Te divertiste?—preguntaba Aioria.

—    Fue grato poder correr un poco—decía Shaka.

Era lo más emocionante que hubiera hecho desde su llegada con los Aries.

—    Me asombra ver lo buen jinete que eres Shaka.

—    A caballo nunca voy a trote sino a galope Aioria, no se puede hacer de otra manera.

—    Creo que tienes razón.

Y mientras ellos dos hablaban un poco aparte estaban reunidas dos personas más charlando sobre otros planes.

—    Me da gusto que vinieras Mu, hacia tiempo que no te veía.

—    Gracias por invitarnos Aioros, me da gusto que estén bien.

—    ¿Por qué está ese joven Virgo con ustedes Mu?—preguntó directamente pues necesitaba saberlo.

—    Perdió a su padre, Shaka es amigo mío y no quise que quedara desamparado.

El castaño no dijo nada pero su mirada no se mostraba convencida.

—    ¿Qué sucede Aioros?

—    No es nada, no te preocupes, además te tengo noticias que creo que te alegraran.

—    ¿Si?

—    Parece que Shura viene de regreso.

A esas palabras los ojos verdes del de Aries brillaron.

—    Ya sabía que te alegraría Mu.

—    Es bueno que vuelva—dijo con timidez.

—    Por supuesto.

Al castaño le daba gusto no solamente que su amigo Shura viniera de regreso sino que además eso hacía feliz a su amigo Mu, apreciaba mucho a ese muchacho de cabellos lavanda, alguna vez esperó que se entendiera con su propio hermano pero eso no había sido posible, aunque eran buenos amigos, de todas maneras le daba gusto verlo contento. Lo que no le dio el mismo gusto fue ver que justo en ese momento Aioria estaba tan cercano a Shaka, ese joven de cabellos dorados le desagradaba profundamente y no estaba seguro de que debiera ser de esa manera, cierto que estaba lo de su familia pero había algo más, algo en él no le gustaba y le daba una profunda aversión tenerlo ahí. Pero como no podía echarlo era mejor que superara el mal momento y se dedicó a ser un buen anfitrión.

 

**********

 

La reunión fue bastante exitosa, todos los invitados lo decían y se mostraban a gusto, tanto que nadie se dio cuenta cuando Aioria y Shaka salieron según ellos para tomar aire fresco.

—    Me da gusto que vinieras Shaka—dijo directamente el de mirada verde—Espero que te gustara estar en nuestra casa.

—    Me gustó bastante venir, su casa es hermosa, ustedes deben ser ricos.

—    No tanto, esto es más bien apariencia.

—    ¿A qué te refieres?

—    Hubo problemas con el dinero, casi lo perdimos todo, Aioros ha trabajado mucho para conseguir que no nos quitaran la casa.

—    Pero hicieron esta reunión—decía desconcertado el rubio.

—    Si, es para no dejar de aparentar, Aioros opina que si los demás supieran la verdad se asustarían y ya no querrían hacer negocios con nosotros, debemos mantenernos a flote por un tiempo.

—    Así que no eres rico.

—    No.

Esa breve conversación dijo mucho a los dos, a Aioria que le gustaba ese joven de mirada azul pero al de cabellos dorados por el contrario le dijo que si bien ese joven era encantador no tenía nada que hacer perdiendo el tiempo con él. Así que el resto de la reunión marchó bien pero Shaka se dedicó a saber más de las otras personas que estaban ahí reunidas, como si se hiciera informes mentales de cada una de ellas o al menos fue así hasta que alguien le habló directamente unos instantes.

—    Shaka de Virgo.

El rubio se encontró con la mirada castaña de Aioros pero se quedó esperando por lo que le diría.

—    Lo que deseó decirle es bastante conciso, no quiero que vuelva a esta casa.

—    ¿De qué hablas?

—    Sé quien es, es el hijo de Asmita de Virgo, un estafador que casi arruinó a mi familia y quien sabe a cuantas más, no sé como supuso que no me daría cuenta de quien era.

El rubio tuvo que apretar los labios, era la verdad, en su anterior ciudad se había armado un escándalo mayúsculo cuando se supo que su padre había defraudado a sus inversionistas por años, gente que perdió todo su patrimonio porque lo peor de todo era que su padre era un jugador que perdía siempre, al final en medio del escándalo había sido arrestado pero no enfrentó un juicio pues se suicidó en prisión.

—    No armaré un escándalo con esto—continuó Aioros—Pero no quiero verlo nunca más en esta casa.

Con eso el castaño se retiró pero el rubio entrecerró los ojos, él no era tan estúpido como su padre y no permitiría que nadie lo maltratara por lo que él había sido y lo que había hecho.

Como fuera la reunión terminó pues la gente comenzaba a retirarse, entre ellos Mu y Shaka.

—    Me dio mucho gusto verlos—decía el de Aries—Espero que nos veamos de nuevo pronto.

—    Eso espero—decía amablemente Aioros.

—    Estoy seguro que así será—aseguró Aioria.

Shaka tan solo les sonreía de manera encantadora al irse, claro que se verían, no sabía quien se creía que era ese Aioros pero él lo pondría en su lugar y para eso estaba el joven Aioria en el camino.

 

**********

 

Durante los días siguientes Shaka había tomado la costumbre de salir a cabalgar, eso no era mal visto por nadie en la casa Aries aunque ya se habían dado algunos roces, sin más la servidumbre no soportaba a ese muchacho que parecía sentirse muy superior a todos en el lugar, ni el joven Mu que en verdad era el joven de la casa actuaba de esa manera, tan arribista y desagradable. Preferían que saliera a que los estuviera fastidiando con sus tonterías. Así era que el de cabellos dorados podía andar fuera de la casa, salía a caballo y no se podía decir exactamente en donde andaba pero lo cierto era que el de Virgo tenía un sitio muy específico al cual acudir.

—    Hola Shaka—decía Aioria con una sonrisa.

El rubio siempre correspondía con una sonrisa a su vez a ese saludo, llevaban ya días de esa manera, viéndose a espaldas de los demás, el castaño no tenía inconvenientes en divertirse pues estaba decidido que partiría en unos días aún, cuestión que estaba tambaleándose por la presencia de Shaka en su vida.  Desde que por casualidad, o al menos eso creía él, se hubieran encontrado no habían dejado de verse y de pasar tiempo juntos aunque a espaldas de los demás pues de acuerdo al de los ojos azules era lo mejor por el momento.

—    ¿Qué es lo que te tiene tan pensativo Aioria?

—    Tan solo…tendré que irme en unos días Shaka, ya está todo listo.

—    ¿De verdad tienes que irte?

—    Mi hermano y yo lo hemos hablado bastante y parece lo mejor.

—    A veces creo que tu hermano toma demasiadas decisiones por ti Aioria—dijo como si nada el de Virgo.

—    ¿Qué quieres decir?

—    Que ya no eres un niño y él te trata como si lo fueras, domina mucho de tu vida.

—    No digas semejante cosa.

—    Está bien, si te molesta…

—    No se trata de eso Shaka, tú no conoces a Aioros, él siempre ha estado de mi lado, apoyándome en todo. Cuando le dije que deseaba hacer una carrera en la milicia primero me dijo que era algo que tenía que pensarse con cuidado pero cuando supo que era en serio me apoyó en todo, siempre ha sido así con mi hermano, está para mí cuando lo necesito.

El de cabellos dorados supo que perdía el tiempo insistiendo en ese momento, había pensado que podía separar a los castaños pero no parecía haber manera de lograrlo, eran demasiado unidos.

—    No lo dije para que te molestaras Aioria—respondió el rubio con voz suave—Tu hermano es muy importante para ti.

—    Lo es.

—    Me preguntó si algo más es importante para ti—y le dijo eso con una sonrisa por demás invitante.

—    Hay muchas cosas que son importantes para mí Shaka.

Por unos instantes tan solo se miraron y se sonrieron, sin duda ambos se gustaban pero a diferencia del de ojos azules el joven castaño pensaba las cosas como un plan a futuro, para ambos.

—    Sabes que voy a irme Shaka.

—    Lo sé.

—    Quiero hacer algo con mi vida, tal vez hacer fortuna incluso pero no es todo en lo que he pensado en este tiempo contigo.

—    ¿En qué más has pensado?

—    En que tal vez cuando regrese podríamos volver a hablar, de hacer las cosas formales.

El de ojos azules sonrió, él no pensaba en algo formal con ese joven que sería encantador pero definitivamente no contaba con capital, no para sus expectativas.

—    Hazte de un futuro Aioria—decía el rubio sonriendo—Cuando estés con un buen puesto y seas dueño de algo más que tus botas hablaremos.

Decía cada palabra como si fuera una broma pero lo pensaba con bastante frialdad, estaba cansado de la caridad, tendría todo lo que quisiera y lo haría a su manera, no esperando por alguien en quien no veía futuro alguno. Sin embargo el joven de cabellos rubios oscuros lo veía de otra manera, casi como si fuera una promesa.

—    Seré digno de ti Shaka—le dijo con una sonrisa.

Como si quisiera dejar en claro su punto se acercó al de Virgo quien no puso objeciones de ninguna clase cuando lo besó y si por él hubiera sido no se quedarían en un beso sino que avanzarían pero el joven Aioria era bastante inocente en ese tipo de asuntos y con el beso le bastaba. Definitivamente el romance había florecido en ese sitio, a la sombra de los árboles y con un sentimiento de profunda añoranza por las noticias de la futura separación.

No pasó mucho para que llegara el día de la despedida, Aioria esperó con impaciencia que Shaka estuviera ahí pero no era así, mejor estaba Mu quien se mostraba un tanto triste por su partida.

—    Espero que estés bien Aioria—le decía el de Aries—Rogaré porque nada malo te suceda estando lejos de nosotros.

—    Estaré bien Mu, no te preocupes—aseguraba el joven.

—    Sabes que no dejaré de pedir por tu bienestar—le decía su hermano mayor con afecto.

—    Todo estará bien Aioros—decía el menor—Es una manera de hacerme de una carrera y un nombre, lo sabes.

—    Si, entiendo.

El castaño mayor no dejaba de sentirse preocupado pero si era lo que su hermano quería él lo iba a apoyar. Unos instantes después ya estaba el carruaje en su sitio y definitivamente era el momento de la despedida, se dieron abrazos y miradas de afecto pero al final Aioria estaba listo para marcharse a su nuevo destino. Y lo hizo sin ver a Shaka una vez más.

De regreso a su casa Mu se encontró con el de cabellos dorados que cepillaba su cabello ante un espejo.

—    Aioria se fue Shaka.

—    Ya sabía eso.

—    Creo que esperaba verte ahí.

—    No sé porqué haría eso.

—    Espero que esté bien, el ejército puede ser algo peligroso, hay enfrentamientos y…

—    Que sea él quien se preocupe—dijo cortante el de ojos azules.

Mu no se atrevió a decir nada más, a veces no podía evitar notar que ese joven de cabellos dorados era un tanto frío hacia los demás.

Pasarían varios días sin tener noticias de Aioria, el joven escribió a algunas personas y entre ellas a Shaka, le decía que estaba bien, que pensaba constantemente en él, que lo extrañaba pero que trabajaría muy duro para hacerse de un nombre propio y poder regresar a su lado; sin embargo el de los ojos azules no supo nada de eso, no se molestaba en abrir siquiera sus misivas, tenía muchas otras cosas que le interesaban más en las cuales pensar.

 

**********

 

Pero el movimiento en la región no había cesado, nada de eso, una de las propiedades de la región estaba bastante agitada, alistándose al regreso de su dueño quien era hasta ese momento el hombre más importante de los alrededores, Shaka ya se había dado cuenta de algo de todo eso, conocía la propiedad por fuera y las enormes tierras que poseía, sin duda era alguien adinerado y si eso no bastara una conversación vino a convencerlo de que era el mejor partido del lugar.

Una mañana los dos jóvenes charlaban un poco en la habitación de Mu pues el de ojos verdes estaba muy sonriente y entusiasmado.

—    ¿De verdad estás cómodo Shaka? Si necesitas algo, lo que sea…

—    Estoy bien Mu.

Pero no dejaba de notar lo sonriente que estaba el de cabellos lavanda y se dijo que era momento de saber algo más.

—    ¿Qué te tiene de tan buen humor Mu?

—    Es que recibí una carta.

—    ¿De quién?

—    De…de Shura.

—    ¿Quién es Shura?

—    Shura de Capricornio es un amigo de la familia—decía el de cabellos lavanda—Vendrá a visitarnos y a establecerse de nuevo en sus propiedades.

—    ¿Que propiedades?

—    ¿Conoces la hacienda con los nogales?

El otro hizo un gesto afirmativo.

—    Esa es la propiedad de los Capricornio—le decía Mu—Son una familia muy adinerada, de hecho Shura ya tenía su destino asegurado de niño, su abuelo lo heredó a él.

—    Ya veo.

Y el de la mirada verde seguía muy contento, tanto que no pudo evitar decir algo más.

—    Espero que regrese con bien, hace tanto que no lo veo…

Sus ojos brillaban como si recordara algo y el rubio se dio cuenta, así que ese tal Shura le gustaba, que transparente era el de Aries.

—    De seguro harán una fiesta para recibirlo—continuaba Mu—Será mejor alistarnos para cuando suceda.

—    ¿Por qué estás tan seguro de que te invitarán?

—    Porque…bueno…Shura y yo nos conocemos…y…él…

—    Te gusta ¿verdad?

Ante una pregunta tan directa el de cabellos lavanda se ruborizó solamente y no supo que decir.

—    Será mejor que me prepare para conocer al famoso Shura de Capricornio—dijo Shaka.

Al de Aries solo le quedó sonreír ruborizado sin darse cuenta en lo absoluto de lo que pasaba por la mente del de ojos azules que estaba más que dispuesto a conocer a ese caballero y saber, sobre todo, que tanto era lo que poseía en realidad.

La famosa invitación llegó perfectamente escrita y cordial a la casa de los Aries, claro estaba que solo mencionaba a los de la familia pero Mu no creía que hubiera problemas si iba su amigo con ellos. Por su parte el rubio se había mantenido muy atento a todo lo que fuera la llegada del tal Shura y por eso supo cuando llegó la invitación y por lo mismo se enteró de algo más.

—    Shura quiere que vaya a su fiesta—decía sonriendo el de cabellos lavanda.

—    Debe haber invitado a todos los de los alrededores—comentó Shaka.

—    Si, pero a mi me escribió de su puño y letra, quiere que vaya.

—    ¿Cuál es la historia entre ustedes dos?—preguntó el de cabello dorado con interés.

—    Shura es amigo de la familia, ya te había dicho eso.

—    Pero algo más debe haber para que estés tan emocionado con verlo.

Claramente el de Aries se ruborizó y sonriendo con suavidad y timidez le contó lo ocurrido.

—    Las últimas vacaciones en el colegio ¿Te acuerdas Shaka?

—    Si.

El de mirada azul había dicho que haría un viaje con su familia cuando en verdad regresó a su casa para ver como empeñaban lo que les quedaba, en cambio Mu hizo algo distinto.

—    Vine a casa y coincidí con Shura, fue cuando falleció su padre, él estaba decaído y yo procuraba hacerle algo de compañía para que no se sintiera solo, así que nos veíamos con frecuencia. Shura me decía que estaba muy agradecido por todo lo que hice por él aunque no hubiera sido nada, nos vimos antes de que regresara al colegio y…

Su rostro se tiñó de rojo antes de poder seguir.

—    Esa vez Shura me dio un beso—reconoció balbuceando—Dijo que esperaría a mi regreso y que si yo quería…bueno…

Shaka adivinaba bastante bien lo sucedido, si no había una petición formal por lo menos había una seria intención de hacerla.

—    Por favor Shaka, no le digas nada a mi padre, él no sabe de esto aún—le suplicaba el de cabellos lavanda—Por favor.

—    No diré nada Mu, te lo aseguro.

Los dos sonrieron pero por motivos diferentes, muy diferentes.

 

**********

 

La fiesta en la casa de la familia Capricornio estaba sin duda muy bien planeada, Shaka se dio cuenta de inmediato de lo elegante y amplia que resultaba la propiedad, una hermosa mansión en la que cualquiera podría sentirse bien recibido y que mostraba las riquezas de las que se había hecho la familia por generaciones. Los invitados no dudaban en elogiar el buen tratamiento que les estaban dando ni en comentar lo bueno que era que finalmente el heredero de la familia estuviera de regreso, había pasado los meses anteriores lejos por cuestiones de negocios pero ahora estaba de regreso y sin duda se dedicaría a lo que le concernía por sus tierras.

No pasó mucho para que la figura de la noche se mostrara delante de los demás, ahí estaba el anfitrión encargándose de dar la bienvenida a sus invitados.

—    Es un placer contar con todos ustedes esta noche—decía.

El de Virgo no perdió detalle alguno de quien les hablaba, ese era Shura de Capricornio, un alto y atractivo hombre de cabellos y ojos negros que vestía con formalidad pero sin duda el traje no era nada barato pese a su sencillez, no estaba nada mal en una primera mirada, aparte de eso ya estaba bastante bien informado por los demás invitados de su nivel económico y sin duda resultaba el mejor partido que se pudiera encontrar pues  los otros que quizás rivalizaran estaban ya casados, el único soltero era justamente ese hombre. Pero había una cuestión más que tomar en cuenta.

Pese que el según el de Aries nadie sabía nada de lo sucedido en las vacaciones pasadas la verdad era que muchos ya murmuraban sobre el compromiso de ambos, a nadie le parecía mal, por el contrario, aplaudían el que con el tiempo los dos se casaran y formaran una nueva familia, se daba por hecho que Shura estaba ahí para pedir la mano de Mu y poder casarse. Era un plan que aún podía cambiarse o al menos eso era lo que pensaba un joven de cabellos dorados.

De todas maneras esa noche sirvió únicamente para dar la bienvenida a sus tierras al de Capricornio.

—    Que alegría que vinieras Mu—dijo Shura en cuanto pudo acercarse al de cabellos lavanda.

—    Me da gusto que regresaras Shura—decía el otro con timidez.

Se miraban con los ojos destellantes por poder estar tan cerca de nuevo pero el encanto se rompió cuando alguien decidió que lo mejor era interrumpir.

—    Espero que puedas presentarnos Mu.

La mirada del de ojos oscuros se desvió de inmediato a quien hablaba que resultaba ser a sus ojos un fascinante joven de cabellos dorados y ojos azules vestido con perfecta pulcritud y destellante en su belleza.

—    Es mi amigo Shaka—dijo el de Aries—Está viviendo con nosotros por un tiempo.

—    Es un placer—dijo Shura tomando su mano para saludarlo.

—    Me siento encantado de conocerte Shura—decía el de cabello dorado—Mu no dejaba de hablarme de ti.

Vieron como el de ojos verdes se ruborizaba pero el de mirada azul continuó con velocidad.

—    Me encantaría poder bailar contigo la primera pieza, estoy seguro que a Mu no le importará ¿Verdad?

Pero antes de que nadie pudiera decir nada ya el de cabellos dorados se había adueñado de la situación y se encontraba con el de cabellos negros bailando sin más, sonriendo y sin perder de vista por un solo instante al recién llegado. Hubiera sido mentira decir que el de Capricornio no estaba halagado de estar como compañero del de Virgo, sin duda era un chico muy hermoso, tanto que apenas si notó que Mu mal disimulaba su decepción pero alguien ya estaba a su lado para que no fuera una escena aún más bochornosa.

—    Baila conmigo Mu.

Se trataba de Aioros.

—    Por favor—le dijo con amabilidad.

El de cabellos lavanda aceptó de un movimiento y en poco tiempo se unieron a los demás durante el baile y pese a su buen talante lo cierto era que el castaño de Sagitario no se sentía a gusto con el de los Virgo en ese sitio, pero procuró que eso no le amargara la noche, después de todo se trataba de dar la bienvenida a su amigo de cabellos oscuros.

Mientras bailaban Shaka no dejaba de sonreírle y de mirar a los ojos al de Capricornio, asegurándose de que no olvidara ese instante a su lado.

—    Todos están muy contentos con tu regreso Shura—decía el rubio—Espero que te sientas cómodo de nuevo en este sitio.

—    Sin duda me alegra regresar—respondió el de ojos negros.

Los demás los miraban bailar y se levantaron algunas murmuraciones por ello, para los de la región ese joven de Virgo era hermoso pero ya había hecho que varios arquearan una ceja al menos por su comportamiento, ese asunto de que otros lo miraban demasiado ya estaba provocando algunas habladurías pero nadie podía señalar a algo que lo incriminara en un comportamiento reprobable. Cuando la pieza se terminó Shura siguió charlando con el resto de los invitados pues era el anfitrión pero en medio de sus deberes no dejó de notar que Shaka no le quitaba la mirada de encima, esos azules ojos tan intensos que podían robarle el aliento a cualquiera.

Cuando finalmente Shura y Mu bailaron no fueron pocos los que charlaron entre si de lo bien que se veían juntos y de la linda pareja que podrían formar en un futuro cercano, siendo ambos de buenas familias que eran amigas no parecía que hubiera impedimento en formar un compromiso desde ese momento. Shaka los observaba a los dos mientras bailaban, no resultaría sencillo pero estaba seguro que podría encontrar una manera de lograr que la atención de ese hombre de ojos negros estuviera en él y no en el de cabellos lavandas.

Pese a todo el de los Capricornio tuvo un aviso esa misma noche.

—    ¿Cómo te sientes de regresar Shura?

—    Sabes que me alegra estar en casa Aioros, solo lamento no haber estado aquí para despedirme de Aioria.

—    No te preocupes por eso, además sabes que mi hermano y yo te estamos muy agradecidos por tu apoyo en todo este tiempo.

—    Lo dices como si hubiera hecho algo maravilloso, simplemente hice lo que cualquiera amigo haría.

—    Gracias. Sé muy bien que sin tu apoyo de verdad hubiéramos perdido todo nuestro patrimonio.

Pero en ese justo momento el castaño se dio cuenta de la manera en que los ojos de su amigo de cabellos negros seguían al de cabellos dorados y el otro supo que había sido atrapado.

—    Estás con Mu—le recordó el castaño.

—    Lo dices como si estuviera haciendo algo malo—se defendió el de cabellos negros.

—    Ese joven Shaka viene de la familia Virgo Shura, si te soy sincero no me agrada nada.

—    No creí que fueras de los que juzgan  a los demás por su familia.

—    Solo te digo que no me agrada.

—    No te preocupes.

Con esa declaración el de cabellos castaños esperaba que no ocurriera nada más, de verdad lo esperaba.

La noche siguió como se esperaba y ya el de Capricornio fue más atento y cercano al de cabellos lavanda, bailaron juntos y casi no se separaron ante el beneplácito de las demás miradas que celebraban a la casi pareja.

La recepción se terminó y Shura personalmente estaba en la entrada despidiéndose de todos, así que no fue de extrañarse que se viera una vez más con Shaka que ya tenía que marcharse con Mu.

—    Espero que se divirtieran—decía el de cabellos negros.

—    Así fue—dijo el de Aries.

—    Me encantó conocerte Shura—decía el de cabellos dorados sonriendo ampliamente—Espero que podamos volver a vernos.

—    Con seguridad—respondió el de Capricornio.

Parecía que lo decía por Mu y el joven de mirada verde sonrió, sin duda el de los cabellos negros quería a ese encantador jovencito de mirada tierna pero su supuesto amigo de ojos azules estaba muy dispuesto a hacer un movimiento al respecto, algo que lo beneficiara.

 

**********

 

En los días siguientes cuando Shura visitaba a Mu no podía verlo a solas, se creería que era algo bueno, el asunto era que Shaka siempre estaba ahí, antes que nadie, que si Mu se retrasaba levemente por algo ya estaba el de cabellos dorados junto al de Capricornio y no habían sido pocas las ocasiones en que el de Virgo charlaba con el de ojos negros mientras el de los Aries terminaba en silencio viéndolos charlar.

Para esos momentos Shaka estaba convencido de tener la atención de Shura, claro que había jugado la carta de ser más bello que el de Aries y no pensaba dejar de sacar provecho de ella, no fueron pocas las ocasiones en que se convenció de la manera en que lo miraba el de los Capricornio, pero necesitaba seguir aparentando por un tiempo, no podía quedar simplemente como un seductor que se le había metido por los ojos al de mirada oscura, necesitaba que el otro se convenciera de estar con él. Y decidió que lo mejor era realizar un movimiento directo para no dejarle otra alternativa al casi prometido de su supuesto mejor amigo.

Shura montaba sin inconvenientes, le gustaba recorrer la propiedad de esa manera, poder ver que tal marchaban las cosas en sus tierras, pasar ese tiempo lejos le había creado una fuerte añoranza y como alguien que se sentía fuertemente enraizado a su pasado le encantaba esa manera de seguir en contacto con sus raíces.

—    Hola Shura.

Esa voz lo sacó de sus pensamientos y descubrió su origen.

—    Buendía Shaka.

El joven rubio montaba un bonito caballo castaño que se veía bastante tranquilo, por lo demás el de los Capricornio notó como parecía brillar en ese instante vestido de manera tan sencilla con sus cabellos cayendo por sus hombros, sin duda era un muchacho muy hermoso y el de ojos azules lo sabía, no en vano había pasado la noche anterior tratando de decidir de que manera debía verse para ese encuentro y eligió el aspecto más inocente que pudiera tener, por la mirada que le lanzaba el otro sin duda lo había conseguido.

—    ¿Qué haces por aquí Shaka?

—    Tan solo daba una vuelta Shura, no esperaba encontrarme con alguien.

—    ¿Te diriges a algún sitio?

—    No.

—    Entonces ¿te gustaría que diéramos una vuelta juntos?

—    Me encantaría—dijo con una sonrisa.

En el primer momento el de cabellos oscuros no supo ni que decir al verlo sonreír de manera abierta pero el rubio ya había dado vuelta a su caballo y estaba a galope por el camino, así que el otro jinete fue tras él.

Durante los primeros momentos todo fue como debía ser, tan solo cabalgaban y en ocasiones parecían jugar a acercarse y adelantarse, el menos el de cabellos dorados lo hacía pues cuando el de ojos oscuros estaba a su lado le sonreía abiertamente para después emprender la carrera con velocidad de nuevo, juego que por cierto el otro estaba siguiendo sin inconvenientes y más bien sin contemplar lo peligroso que podía resultar. Cabalgando sus monturas recorrieron un buen tramo de la propiedad hasta que llegaron a un paraje un tanto apartado del resto, solitario, un sitio por el que la gente no pasaba pero definitivamente parecía el mejor lugar o al menos para el de ojos azules lo era.

Detuvieron sus monturas y el de cabellos dorados desmontó esperando que el otro hiciera lo mismo.

—    Este sitio es hermoso Shura—comentaba el de cabello rubio sin mirarlo directamente.

—    Lo es.

—    ¿Sabes? Mu me hablaba tanto de ti que no podía sino preguntarme si acaso exageraba.

—    ¿De verdad?

—    Si, me llamabas mucho la atención desde entonces, trataba de imaginarte pero no lo conseguía, me parecía que Mu era un muchacho muy afortunado.

—    Mu es muy especial.

—    Si—mencionó como con pesadez el otro.

—    ¿Todo está bien Shaka?

—    Es…tan solo espero que seas tan feliz como lo mereces con Mu.

Pero al decir eso procuró no mirarlo y darle una nota de tristeza a su voz, el de Capricornio no pudo menos que sentirse intrigado y buscó el rostro del rubio quien hábilmente hizo que quedaran a centímetros de distancia.

—    Lo siento Shura—dijo con lentitud.

Al sentirlo más cerca pareció moverse con la intención de alejarse pero el de cabellos negros ya estaba ahí tomándolo por el brazo.

—    Shaka, espera.

El de Virgo hizo como si tratara de apartarse pero lo que en verdad hizo fue tropezar para quedar entre los brazos del de cabellos negros que podía ver las pupilas brillantes y la expresión de entrega del de ojos azules, solo faltaba un poco y lo tendría rendido a él, eso lo sabía Shaka y no tardó en presionar lo suficiente.

—    Shura—dijo con un hilo de voz.

La respuesta a eso fue un beso en los labios por parte del de ojos negros. Lo había conseguido.

En cuanto se besaron todo ocurrió con velocidad. Shaka pretendía mostrarse tímido pero astutamente lograba que el de cabellos negros lo estrechara, lo besara, sintiera su cuerpo que se encontraba a su entera disposición, desordenando la ropa y permitiendo que el de los Capricornio se excitara por su cercanía. El de cabellos dorados se movía como si sintiera temor y vergüenza por la manera en que el de ojos negros lo tocaba pero no se opuso a que una de las manos llegara a la camisa que usaba y la sacara de su sitio para después desabrochar sus pantalones y sin más deslizarse al interior. Prontamente esos afanes conquistaron la zona que no estaba resistiendo demasiado.

Shura no podía sino responder, le era permitido todo y su cuerpo se encendía, deseaba más, ansiaba mucho más, el placer que le era prometido no le permitía pensar en lo que estaba ocurriendo y en lo que implicaría para su futuro. Acariciaba la entrepierna del otro que empezaba a elevarse, sin aguardar apartaba la ropa de su camino, alzó la camisa y abrió los broches del pantalón del de cabellos dorados que solamente cerraba los ojos; por su parte el de mirada azulada se quejaba suavemente, como si pidiera que lo dejara pero movía su cuerpo frotándolo contra el de cabellos negros, quien se sentía invadido por un fuego, una llamarada que lo recorría, ardía, lo abrasaba y no iba a detenerse.

A momentos el rubio actuaba como si se desvaneciera y en poco tiempo ambos estaban recostados en el campo, no dejaban de besarse, el de ojos negros parecía extasiado por tener a ese joven de cabellos dorados, lo cubría a besos por todo el cuerpo, abrió los pantalones por completo y los apartó de su cuerpo, después fue la ropa interior y procedió a frotar el erguido sexo a su alcance, ambos gemían y el de los Capricornio no aguardó para humedecer dos de sus dígitos y llevarlos a la masculina intimidad del de los Virgo.

Lo acarició al principio y dejándose llevar Shura introdujo ambos dedos en la intimidad que le permitió avanzar, lo excitaba y lo dilataba hasta alistarlo por completo. Volvió a besarlo el de ojos negros y se colocó entre sus piernas de hinojos abriendo sus pantalones con velocidad dejando ver su propia erección erguida y deseosa. Shaka no lo detuvo de ninguna manera, solo aguardó para sentirlo buscar su intimidad, traspasarlo de un solo movimiento y hundirse en su interior con pasión, sin dejar espacio alguno entre los dos.

Sintiéndose firmemente en su interior Shura comenzó a embestirlo y no tardó en emplazar con fuerza deslizándose hasta lo más íntimo y Shaka no se negaba aunque pretendía mostrarse como si el otro fuera un tanto brusco. Todos sus impulsos animales entre los dos se apresuraban mecánicamente liberándose, perdían cualquier reparo sacudiéndose fuera de todo límite, sucumbiendo a las fuerzas de las sensaciones que los embargaban. Se presentaron sus esencias mostrando las señales del placer, uno surgido de sus cuerpos solamente.

Solo entonces Shura se dio cuenta de lo que había hecho y una idea se plantó en su mente: Había deshonrado a Shaka.

Los eventos siguientes darían un giro a lo que se esperaba que sucediera para muchas personas.

 

**********

 

Mu estaba en su habitación y se sentía un poco extrañado de que Shaka aún no regresara, esperaba que no tardara demasiado pues él tenía una cita con Shura, en esos momentos tan solo se alistaba para salir pero la puerta de su habitación se abrió de repente  y vio entrar al de cabellos dorados como si lo persiguieran.

—    Shaka ¿Qué…

Pero no pudo terminar de preguntarle nada ya que de inmediato el rubio se arrojó a sus rodillas llorando.

—    Shaka ¿Qué sucedió?

El de Aries se sentía preocupado de verlo en semejante estado y no sabía que pensar, aún así no esperó demasiado por una respuesta.

—    Tengo que irme Mu…tengo que marcharme…lo siento tanto…perdóname Mu…por favor…

Entre quejas de ese estilo y lágrimas era todo lo que tenía el de los cabellos lavanda, trataba de saber lo que ocurría pero no comprendía nada, el rubio por su parte se mostraba desconsolado y como si fuera a morirse.

—    ¿Qué es lo que sucede Shaka?—preguntaba el de Aries.

—    Lo lamento tanto…—decía el rubio—Perdóname Mu, perdóname.

—    ¿Qué es lo que tengo que perdonarte?

—    Yo…yo…

—    No sé lo que sucede Shaka ¿Qué tengo que perdonarte?

—    Shura y yo nos amamos—soltó de pronto para mirarlo al rostro—Solo sucedió Mu, lo lamento tanto.

El de cabellos lavanda no estaba seguro de comprender lo que estaba escuchando, después se quedó sin aliento para sentir un dolor en el pecho, como si lo hubieran golpeado, su rostro mostró las señales como de una enfermedad, como si fuera a desmayarse, pero el rubio se encargó de que no pudiera marcharse y escuchara hasta el final.

—    Fue inevitable Mu, hicimos el amor, no pude evitarlo.

Para ese momento el de mirada verde deseaba llorar, no sabía siquiera que decir, tan solo sentía deseos de desaparecer.

—    Lo mejor será que me vaya—concluyó el rubio—Viviré con esta vergüenza el resto de mi vida.

Para ese momento el de los Aries ya no escuchaba demasiado, tan solo entendía algo: Shura lo había traicionado con su mejor amigo.

Shura de Capricornio por su parte estaba sosteniendo su propia parte de discusión personal sobre lo sucedido, después de lo de Shaka había regresado a su propiedad de inmediato, no terminaba de creer lo que había ocurrido entre el rubio y él. Con sus manos apoyando su cabeza trataba de explicarse como era que había actuado de esa manera, no había sino satisfecho su placer y por ello había deshonrado a un chico o al menos eso era lo que creía con respecto al de los Virgo y estaba Mu…

—    ¡Mu!—se decía a si mismo con dolor.

No terminaba de creer lo ocurrido, antes de ese día creía que su destino era estar con Mu, ese joven tan especial y al que no terminaba de creer que había traicionado ¿Qué iba a hacer? Su atormentada cabeza no encontraba reposo.

—    Shura—escuchó que lo llamaban.

El de cabellos negros no necesitó demasiado para saber que el joven delante de él estaba enterado de lo ocurrido.

—    Mu—dijo sintiendo que se le hacía un nudo en la garganta.

El joven de los Aries que tanto había esperado por su regreso tenía el rostro lloroso aún y a pesar de haber intentado que no se notara las claras marcas del llanto seguían presentes.

—    ¿Qué sucedió Shura?—le preguntó directamente.

—    Yo…yo…—pero solo la vergüenza llenó su expresión—Lo lamento Mu.

Estaba en claro, el de los Aries deseaba poder gritar, golpearlo, reclamarle, pero todo lo que hacía era llorar, no sabía que más hacer.

—    Por favor Mu…

Pero tampoco Shura lo sabía.

Sin embargo estaba en claro que era lo que se necesitaba hacer y Shaka de Virgo estaba más que seguro que un honorable caballero como el de Capricornio actuaría en consecuencia y aunque no lo quisiera Mu de Aries se aseguraría de que fuera de esa manera. Tal y como lo había planeado ese mismo día, cuando seguía con su espectáculo de querer marcharse, apareció el de cabellos negros  en la casa dispuesto a hacer lo que un caballero debía hacer en esas circunstancias.

—    Shaka, necesitamos hablar.

—    Solo déjame ir Shura.

—    No, tenemos que hablar.

—    ¿De qué?

—    Soy un hombre responsable Shaka, no permitiré que esto se quede así, vine para decirte…para pedirte que te cases conmigo.

—    ¿Qué sucederá con Mu?

Tenía que hacerlo, debía preguntar pues no podía lanzarse directamente a responder que si.

—    Lo mío con Mu no podría ser después de lo sucedido entre nosotros—dijo con voz triste pero firme—Te pido que me permitas reparar mi falta, cásate conmigo Shaka.

El de cabellos dorados se acercó a él y lo abrazó con suavidad ocultando su rostro contra su pecho, fue por eso que el de mirada negra no pudo ver como sonreía el rubio, lo había conseguido.

 

**********

 

La noticia del matrimonio entre Shaka y Shura corrió con velocidad por la comunidad y todos se mostraron sorprendidos, no era para menos cuando se esperaba que la boda por celebrar fuera la de Mu con Shura y las murmuraciones no faltaron al respecto debido a la velocidad con la que todo fue hecho y por la manera en que la casa Aries se comportó: una fría y silenciosa postura. El de los Virgo aún pudo quedarse pero resultaba evidente que una profunda molestia flotaba en el aire, en cuanto al padre de Mu tocaba de todo ese asunto ese joven rubio no era sino una víbora y no lo quería más ahí y en cuanto a Shura era un miserable que se había burlado de su hijo y no quería tener más tratos con él.

Mu no decía nada, se la pasó encerrado en su habitación sin querer saber nada de nada, llorando con el corazón roto, sentía que era todo lo que le quedaba.

Una ceremonia sencilla fue realizada en la iglesia del lugar, aunque fueron varios invitados estaba en claro que todos tenían una teoría sobre la velocidad del matrimonio pero unos momentos después estaba todo terminado, la pareja salió del lugar tomada del brazo para irse a la propiedad de los Capricornio con lo cual Shaka de Virgo se había convertido en el esposo de Shura de Capricornio y el rubio no podía estar más feliz, sus planes se cumplían. Ahora todo lo que era de su esposo era suyo, se había convertido prácticamente de la nada en el hombre más importante y rico de la región, tenía una maravillosa casa de la que podía disponer, servidumbre y dinero, no podía sentirse más satisfecho.

En los primeros tiempos todos los deseos de Shaka de Virgo parecían cumplirse sin inconvenientes, le encantaba su posición y el papel que cumplía como esposo de Shura de Capricornio, veía a los demás saludarlo con respeto a su paso y podía vestir bien, gastar sin inconvenientes, ser atendido y en general tratado como todo un señor importante. Disfrutaba sin duda alguna de los varios privilegios que le concedía esa posición y llevaba una vida bastante lujosa comparada con la de la mayoría de las demás personas por los alrededores, de inmediato se había mandado a hacer finos trajes y no disimulaba su gusto por las joyas además de haber llenado la casa de muebles finos, se le podía ver paseando en un carruaje abierto por los alrededores, si, todo iba de acuerdo a sus deseos.

O al menos eso parecía.

Resultaba que en el interior de la casa las cosas no estaban tan bien y eso se debía a que el matrimonio no marchaba del todo como se esperaba.

Ciertamente en los primeros tiempos Shura había sido un marido atentísimo a lo que quisiera ese joven de cabellos dorados con el que se había casado pero vinieron un par de cuestiones que sin duda causaron mella. La primera fue que al casarse el único tío de Shura, no solo su pariente más cercano sino hermano de su padre y su padrino de nacimiento, se había negado categóricamente a asistir, aduciendo a que su sobrino “Se casa con un don nadie del que no sabe nada y que no tiene nada”, lo cual para el de cabellos dorados fue una verdadera bofetada pero para el de cabellos negros fue un asunto doloroso, siempre había mantenido buenas relaciones con su tío y ese alejamiento le causaba pesar.

La segunda cuestión fue que una vez casados Shaka no pudo mantener más la atención de Shura sobre él, claro que había conseguido que lo mirara e incluso que lo deseara pero el de Capricornio sentía cierto arrepentimiento por lo ocurrido, nunca hizo un solo reproche pero se decía a si mismo que no había sido la forma de casarse, vivía remordimientos por haber tenido que casarse en vez de haber querido casarse. Además que la convivencia diaria no ayudaba en nada a que ambos hombres se comprendieran al menos un poco. El de Capricornio siempre había esperado una convivencia cercana y hogareña en su hogar, formar una familia prontamente pero con el de los Virgo las cosas no eran así.

Los intereses de ambos eran diferentes, muy diferentes, a Shaka le gustaba la adulación, salir, lucirse pero su esposo no era de ese talante, Shura prefería la calma y la paz,  nunca hubo un choque en el carácter de ambos pero estaba en claro que no eran capaces de mediar para alcanzar un acuerdo y todo fue aún peor cuando el de los cabellos oscuros comenzó a alejarse de su esposo, ya no bastaba su destellante belleza para tenerlo a su lado, al menos para el de ojos negros no era suficiente e incluso la intimidad comenzó a hacerse extraña entre los dos pues Shura comenzó a tener una actitud de Cumplir con su Deber en vez de desear estar con el de mirada azul. Sus pensamientos se estaban dirigiendo a otra parte, al pasado, y era con añoranza.

 

**********

 

En esos días Shura a veces conversaba con su amigo Aioros que pese a todo no lo juzgaba pero seguía sin estar convencido de ese matrimonio.

—    Creo que ha salido muy bien—decía el castaño— ¿No crees que son buenas noticias?

—    Claro—decía sin ánimos el de Capricornio.

—    Pareces decaído Shura.

—    Solo estoy algo cansado Aioros, solo eso.

—    Bien, tengo que irme, necesito hacer unas visitas.

—    Claro ¿Dónde vas?

—    Con...unos conocidos.

No se atrevía a decirle que visitaría a Mu.

—    Que tengas buen viaje Aioros.

Eso fue todo, procuraban no tocar temas personales.

Al ir saliendo alguien más estaba entrando a la propiedad y tuvieron que verse de frente los tres: Shura, Aioros y Shaka. El castaño apenas si hizo un saludo aunque era de mera  cortesía pero se marchó con velocidad, no quería quedarse más de lo necesario, el matrimonio se observó por un instante y como si nada el de cabellos dorados tenía algo que pedir.

—    Que bueno que estás en casa, necesito algo de dinero

—    ¿Más dinero? Apenas hace una semana que te di todo lo de un mes Shaka.

—    No seas fastidioso, tuve gastos.

—    ¿Qué clase de gastos?

—    Algunas cosas que necesitaba y aún necesito, cuando vivía en casa de mi padre siempre me acostumbró a lo mejor, claro que son refinamientos que tú no comprendes.

Había un extraño tono de superioridad en el de cabellos dorados en ese tipo de discusiones, como si de alguna manera le dijera a su esposo que él venía de otro estilo de vida, no como el suyo que resultaba de las provincias.

—    Solo dame las notas—dijo el de cabellos negros—Me haré cargo.

El de ojos azules subía por las señoriales escaleras en ese instante y su esposo le habló.

—    ¿No vamos a comer juntos?

—    No—respondió el rubio—Tengo cosas que hacer.

—    Pero…

—    No ahora Shura, no tengo tiempo para tus exigencias.

Sin más siguió con su camino para alcanzar su habitación, sitio en el que debían estar totalmente al pendiente de él, los sirvientes ya estaban enterados de su carácter y no era nada grato servir a ese señor.

—    Su baño está listo—le informaron.

Después de eso debían ayudarlo a vestirse y a arreglarse y hasta a peinarse lo cual podía ser una tarea desagradable.

—    Es un torpe—le dijo a uno de los sirvientes— ¿Es estúpido o no comprende lo que es hacer las cosas con cuidado?

Costaba un poco de trabajo quedarse callado y soportar esos desaires.

La situación se haría aún más distante ante la presencia de otra persona, alguien que no resultaba recomendable para muchos otros de los alrededores pero era necesario tratar.

Su nombre era Death Mask de Cáncer, hombre de negocios y que tenía fama de arriesgado, en los negocios y en los amoríos.

 

 

Continuará…

 

 

Notas finales:

La siguiente semana si nada sucede quizás suba algo de Aioros o de Shun, lo pensaré.

Atte. Zion no Bara

 


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