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A quien decidiste amar -2min- por perv_muse

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Notas del capitulo:

Bueno jamás planee meterle un segundo capitulo a esta historia, ya que era un one-shot pero... digamos que me han torturado hasta la muerte porque no le segui y lo deje como me dicen "incluso" pero eh aqui la ultima segunda parte. Espero que les guste, ya me diran si lo odian o no :P 

Taemin despertó completamente desnudo, estaba en casa de Jonghyun, lo sabía por aquella habitación en la que había estado varias noches, algunas riendo, otras llorando. Él era su mejor amigo y conocía cada centímetro de su vida. Se levantó lentamente, cubriendo su cuerpo con la sabana que estaba estampada con personajes de la guerra de las galaxias. Jonghyun enseguida entro en la habitación, llevaba una charola con café y galletas. Se sentó junto a su amigo y le ofreció las galletas, este las devoro casi al instante, estaba tan hambriento que apenas eso le quitaba el malestar.

—     ¿Cómo te sientes? —pregunto haciendo una mueca de total incomodidad. Taemin mascullo algo y luego se cubrió el rostro con las manos —, no es tu culpa, yo no debí dejarte solo ahí.

—     Está bien, también no pude defenderme demasiado —casi chillo y dejo que le goteara la nariz, estaba llorando. Su amigo lo compadeció —. Maldito enfermo.

—     Sé que tal vez no sea lo mejor en este momento pero Key vendrá por nosotros.

—     ¿Key? —lo miro con furia «ese que en pocas palabras me entrego a los lobos», sintió una punzada de ira. Estaba a punto de reprocharle a su amigo lo mucho que se sentía traicionado por su novio, pero Key y él no eran tan cercanos —, no gracias.

—     Hable con él respecto a lo que paso. Te encontramos inconsciente detrás del mostrador. Debiste ver su rostro —se veía serio, hablaba en serio.

—     Si, ahora tendrás que limpiar el gimnasio antes de que alguien encuentre fluidos corporales poco… —se tragó sus palabras y miro de soslayo a su amigo —. Me duele la cadera, no quiero salir.

—     Y no me voy a exponer a que te quedes aquí solo y trates de clavarte una navaja en la garganta —su celular sonó, por la tensión en su mandíbula supo de quien se trataba. No dijo más que un par de palabras y colgó —, estas a salvo Minho pasara el día ocupado en algo. Key viene hacia acá.

—     ¿Y?

—     Mueve tu tierno trasero a la ducha o te sacare desnudo a la calle —el menor se levantó de mala gana y entro al cuarto de baño —, hay un cambio de ropa sobre el cesto. 

El agua chorreaba sobre su pequeño cuerpo, el jabón se deslizaba por su cabello enjabonando su cuerpo y luego limpiándose con el agua. El cuarto estaba lleno de vapor y Taemin tenía el rostro perdido en los mosaicos del techo. Su piel ardía, no por el contacto con el agua caliente, no con los repentinos cambios de temperatura que hacia al abrir toda el agua fría. Era como si aún los dedos de Minho se hundieran sobre su piel. Tenía ligeros moretones en los costados y aun sentía las furiosas embestidas con las que el mayor lo había penetrado. Recargo la frente contra la pared y cerro la regadera, dejando que escurriera el agua por su piel, así como lo hacían los recuerdos y ese sentimiento de odio-amor.

«Minnie», lo había llamado por su nombre.

Se secó completamente el cuerpo y se enfundo un par de jeans oscuros y una playera con dibujos de caricaturas japonesas estampados, tomo su par de tenis y salió del baño. La piel aun humeaba caliente. Escucho un alarido en la aparte de abajo y seguido unos brincos enormes en la escaleras. La puerta se abrió con un enorme estruendo dejando ver a un estupefacto Key, estaba sudando de la frente y tenía el cabello alborotado, parecía desde algún punto de vista una madre desesperada que había buscado a su hijo por horas. En sus ojos se acumularon las lágrimas al ver uno de los moretones en el brazo de Taemin, casi se le arrojo encima.

—     Él dijo que solo quería que hablaran —en su voz pesaba la culpabilidad, Taemin lo sentía —, eh sido un idiota por completo, no debí dejarte con él. Ese bastardo.

—     Está bien… —no sabía si echarle en cara que por su culpa había sido prácticamente violado o simplemente compadecerse de que parecía realmente arrepentido —, pero te pediré que en un futuro no tomes decisiones sobre la vida de los demás.

—     Lo prometo —se fruncieron sus labios y lo abrazo.

Jonghyun entro en la habitación, contemplando la escena.

—     Me siento tan culpable —tomo las manos del menor, a él le temblaban —, por lo tanto… prometo que esta tarde será lo mejor para ti ¿sí?

—     ¿Sí?

—     Iremos a comprar ropa —sonrio y Taemin sintió el mundo caérsele encima. Si haber sido semi-violado por Minho era malo, era peor ir de compras con Key y Jonghyun, más por el primero —, te comprare lo que quieras.

No hubo tiempo de nada más, ya se encontraban en una tienda de ropa esperando a que Key decidiera entre una playera semi abierta de la espalda y una chaqueta de cuero desgarrada con pliegues plateados. Ninguna era el estilo de Taemin pero al menos era mejor que estar en casa. Se puso a mirar un estante de ropa cuando Jonghyun se le emparejo, estaba viendo ropa que le pudiera gustar a su novio. A veces no entendía como una persona tan amable y cálida como él era capaz de soportar a alguien tan... tan… tan Key.

«Realmente debe amarlo —pensó al verlo escoger tan delicadamente —, ojala… alguien me mirara de la forma en que el mira a Key»

No había notado que se le había quedado mirando fijamente hasta que el mayor le golpeo la frente con ligereza. Se sonrojo y enseguida desvió la mirada. A veces era tan distraído que parecía que miraba a la gente con atención cuando su cabeza estaba por otro lado. Las mejillas le ardieron de una forma que casi sintió que le quemaban.

—     Parece realmente importante.

—     La moda siempre lo es para Key, te sorprendería cuánto gasta… —rio sin entender a que se refería su amigo.

—     Me refiero a Key, la forma en que lo miras.

—     Él es… muy cálido, sé que no lo parece e incluso después de lo que paso ayer podría creer que lo odias pero yo sé que no tenía malas intenciones.

—     No lo odio solo…

—     Es incomodo ¿no? —asintió y sintió algo de culpabilidad. Key en verdad no parecía mala persona solo que ahora se sentía resentido por los acontecimientos del día anterior. Suspiro con pesadez —, está bien, él entenderá. 

—     Aun me es difícil. Sabes… a pesar de todo —se mordió los labios. Estaba a punto de hablar «Creo que después de todo si le importo a Minho», era lo que quería decir pero sus palabras se vieron hundidas por un enorme trago amargo. Los ojos se le nublaron ligeramente por lágrimas que estaban dispuesta a salir.

—     ¿Taemin? —pregunto Jonghyun al verlo con una expresión turbada. Siguió su mirada hasta una cafetería que estaba frente a la tienda de ropa, la boca se le crispo. Ni siquiera el creía lo que veía.

—     ¡Chicos! —llego Key sacudiendo una playera con la espalda desgarrada y las manguas deshiladas con un estampado de Michael Jackson en el frente —, encontré algo perfecto para… ¿Qué pasa?

La ropa se le cayó al suelo al divisar lo mismo que su novio y amigo. Minho estaba del otro lado de la acera, en una cafetería de aspecto clásico, tenía algunas mesas afuera con sombrillas verdes que cubrían a los clientes del sol, la fachada era de piedra rojiza y tenía enormes vitrales de colores. Se giró hacia el menor que tenía la cara cubierta de lágrimas y un color verdoso en la piel debido a las náuseas que se habían acumulado en el estómago. En menos de un minuto se desplomo sobre el suelo. Minho estaba besando a un chico, tenía el cabello castaño y una sonrisa bastante simpática. Taemin lloraba en el suelo mientras pronunciaba un nombre «Jinki».

Una ira enorme se encendió en su corazón. Una cosa era haber tenido relaciones con él, otra muy diferente encontrarse con Jinki un día después de eso. Sintió que algo en su interior se rompía lentamente, esta vez… sería la última. Taemin no soportaría una burla más, Minho pagaría y seria con creces.

Sabía exactamente qué clase de mente maestra necesitaba para realizar aquello, tal vez él no fuera una persona maliciosa, pero sabía quién tenía la mente más maliciosa de aquel mundo. Marco un número y con las manos temblándole espero a que respondieran del otro lado. Sonó tres veces antes de que una voz contestara. Jonghyun y Key lo miraban consternados esperando una respuesta a lo que hacía. Se había parado de la nada y le había arrebatado el teléfono a Jonghyun insistiendo en que debía hacer algo importante.

—     Heechul-hyung —dijo y ambos mayores lo miraron aún más asustado ¿Por qué alguien como Taemin llamaría a Heechul?, estaba claro que eran amigos, pero invocarlo era como invocar al mismo diablo.

—     ¿Qué pasa pequeño? —su voz estaba agitada.

—     ¿Interrumpí algo?

—     No creo que quieras saberlo —rio ronco y luego retomo su tono —, ¿necesitas algo?

—     Necesito verte, hay… hay algo que quiero hacer. ¿Recuerdas que te había hablado el mes pasado de un chico?

—     Si, ¿te hizo algo?

—     Quiero hacerle daño.

Tras una larga platica el menor cerro el teléfono e inspiro profundamente. Key se acercó a él, quitándole el teléfono y mirándolo preocupado. Apenas abria la boca cuando Taemin lo fulmino con la mirada diciendo: «No te metas». Aquella era la primera vez que Jonghyun lo veía tan encolerizado, en sus ojos ardía la furia, casi palpable, estaba preocupado ¿Qué locura era capaz de cometer su amigo cuando estaba tan enojado?, tenía la sensación de que pronto lo sabría.

Los tres se dirigieron a los altos suburbios de la cuidad, ahí donde los edificios tenían un estilo glamuroso y neoclásico, donde había más mármol junto que en toda una mina. El lugar donde Heechul vivía era para gente que disponía demasiado dinero o una fuerte herencia. Los carros todos caros, lujosos y lustrosos. Los únicos que no tenían carro eran probablemente aquellos sirvientes de las casas que había en tal lugar. Jonghyun y Key se sentían intimidados, pero la ira de su amigo podía más que su insignificancia en  la que aquel entorno podía hacerlo sentir. El taxista incluso parecía algo fastidiado de tener que conducir por ahí.

Llegaron a la casa de Heechul, una enorme mansión que estaba alejada de la vía publica por una enorme barda de piedra caliza, estaban frente a la reja de entrada. En el fondo se alcanzaba a distinguir ya la fachada de mármol blanco y la puerta de acero y vitrales. Los dejaron entrar y de aquella puerta salió un tipo alto en bata. Llevaba el cabello recogido en una cola pequeña que apenas le sujetaba el cabello, tenía la piel tan blanca como la leche y era tersa como el terciopelo. Una sonrisa maliciosa cruzo por sus labios cuando se presentaron ante él. Iba descalzo.

—     Taemin —dijo con dulzura maternal —, el hijo prodigo regresa a casa.

—     Hola hermano —en realidad no eran hermanos biológicos, sus padres se habían casado cuando Taemin apenas tenía cuatro años, se llevaban bastante bien, claro que la riqueza de Heechul se debía a la fortuna de su madre y a su arduo trabajo como modelo principal de una empresa en la que se había enrolado con un millonario llamado Siwon.

—     Esperaba que vinieran un poco después —acaricio su cabello y enseguida los hizo pasar. Un hombre musculoso y bien parecido miraba la tele con una bata que hacia juego con la de Heechul. A diferencia de su hermano el otro era ligeramente más moreno, usaba el cabello corto y negro y parecía como si hiciera pesas a diario, los músculos se le marcaban en todos los brazos  imponentemente.

—     Hola —saludo con una voz grave. Todos hicieron una reverencia.

—     Entonces… ¿quieres vengarte? —sirvió vino en una copa —, ¿Qué tienes en mente?

—     No lo sé, tu sabes que…

—     ¿Eres terriblemente inocente? —asintió —, lo sé, por eso has acudido al dios del sexo para que te ayude. Podría mandar a desmembrarlo — Key soltó un chillido, aquello provoco la risa del tipo de la sala. 

—     Siwon no seas burlón —se quejó Heechul —, no hablo en serio niño. 

—     ¿Qué podría hacer?

—     Sin duda él no puede soportar que lo rechaces —pensó y se acarició el mentón —, podrías hacer lo mismo que él te hizo. Sal con alguien más, aun es un niño como tu eso debería bastar para joderlo.

—     Pero es tan perfecto… nadie es tan guapo como él.

—     Eso es cierto —dijo recordando una fotografía —, es guapo, pero recuerda que siempre habrá alguien mejor. Solo es cuestión de buscar.

—     Yo podría hacerlo —todos miraron a Siwon. Había apagado el televisor —, soy guapo, millonario… un buen amante.

—     Y un ególatra presumido que se hace pasar por un santo —dijo Heechul acercándose para tocarle la clavícula con la yema de su dedo —. Lo sabemos.

—     No lo sé, eres el novio de mi hermano.

—     Eso no me molesta en absoluto, siempre y cuando vea que ese mal nacido recibe lo que merece.

—     Pero… ¿Cómo lo lograríamos?

—     Tienes clases mañana ¿no es cierto? —sonrió con malicia —, ustedes pueden irse, llamare un taxi para que se los lleve, esto es un asunto privado. Taemin necesita tratamiento con urgencia. Siwon llama a Donghae, necesitare mucho apoyo.

—     ¿Llamo al taxi también?  —su novio asintió.

 

Jonghyun y Key pasaron casi toda la noche en vela en noticias del menor, pero no recibieron ni una llamada, aquello los preocupaba en gran manera. Heechul podía ser su hermano pero en verdad no se fiaban ni un pelo de él. El amanecer llego y ambos partieron a la escuela, iban somnolientos y con enormes bolsas debajo de los ojos.  Durante el trayecto se encontraron con aquel que había hecho a su amigo recurrir a venderle su alma al diablo. Se veía tan fresco y alegre que sus irradiante alegría los hizo mirarlo con total furia. Casi no hablaron con él durante el trayecto y llegando a la entrada de la escuela Jonghyun recibió un mensaje por parte de Taemin.

—     Dice que lo esperemos, que no tardará en llegar —dijo en voz alta.

—     ¿Quién? —pregunto Minho.

—     El hada de los dientes, imbécil. Obviamente Taemin —respondio Key enojado, lo que sorprendió a su amigo. 

—     ¿Y ustedes que tienen contra mí?

—     Nada —respondieron al unísono.

En seguida se aparcó un lujoso auto frente a la entrada de la escuela. Todos lo que recién llegaban se quedaron estáticos al ver quien salía. Taemin llevaba una chaqueta de cuero sobre el uniforme, la camisa ligeramente desabrochada de arriba y desfajada. Usaba gafas oscuras y llevaba un nuevo corte de cabello, se había teñido el cabello de rubio y llevaba los ojos ligeramente maquillados, parecía toda una estrella. Los tres se quedaron anonadados y tan pronto llego frente a ellos les llego un perfume penetrante de hombre, no de la clase que usaría Taemin, era para un hombre mayor.

—     Buenos días —saludo bajándose las gafas.

—     Taemin… —Key se desplomo, impedido golpear contra el suelo únicamente por los brazos de su novio.

—     Te ves bien —lo elogio Minho y el menor se lamio el labio de una forma tan provocativa, que sintió que se le erizaba la piel de verlo, alargo su brazo hacia él cuando la puerta del conductor de auto se abrió. Siwon llevaba un traje hecho a la medida, el cabello bien arreglado, la barba rasurada y tenía el mismo aroma que Taemin.  

—     Hola chicos ¿son tus amigos? —pregunto como si no conociera a Jonghyun y a Key, quien aún estaba desmayado. Taemin asintió y el mayor le rodeo la cintura —, les pediré que lo cuiden muy bien, este chico es lo más preciado para mí.

—     ¿Eres algún pariente? —Minho tartamudeo.

—     Si lo fuera… —tomo a Taemin por las caderas dándole un apasionado beos, que este respondió en la misma manera —, sería algo incestuoso.

La mochila se le cayó a Minho del hombro y guiñándole el ojo Taemin paso de él y entro a la escuela. Era imposible, Taemin no le haría algo así, él estaba enamorado de Minho, no de aquel millonario excéntrico. Trago saliva y miro al menor alejarse ¿eso era posible? ¿Por eso Taemin lo había evitado?, la respuesta para él le hizo un sabor amargo en la boca, Taemin ya estaba con alguien más.

 

—     Pero no es cierto ¿verdad? —Minho aun sentía que la saliva se le atoraba en la garganta después de la escena que había visto en la mañana. Jonghyun bebía una malteada de vainilla con Key.

—     La verdad no sé. Taemin nunca me dijo nada al respecto —comento con indiferencia —, con algunas cosas es muy reservado. Aunque ahora entiendo porque lloraba con tanta amargura ayer por la mañana.

—     ¿Te refieres a…?

—     Hiciste que engañara a su pareja. Seguro llevan tiempo saliendo ¿no te había dicho que lo dejaras en paz? — Key miro a su pareja «deja de inventar cosas» le decía con la mirada, pero este hacia caso omiso de ello —, eres una mala persona después de todo.

—     Taemin no puede simplemente desear a alguien más, soy el único al que ha mirado… así — recordaba la forma en que lo había visto besar a aquel tipo súper modelo —, me jode todo esto.

—     Es tu culpa, pero ya sales con alguien más ¿de qué te quejas? —Minho estuvo a punto de atragantarse con su hamburguesa.

—     ¿Qué?

—     Te vimos ayer, Key quería comprar ropa y te vimos en la cafetería de enfrente.

—     ¿Taemin también?

—     No, él fue a otro lado, no quiso decirnos, pero no llego a dormir ya sabes a qué me refiero  —tenía una sonrisa maliciosa mientras su novio temblaba y le sudaban las manos, eso no pasó desapercibido ante Minho.

—     Ya veo… ¿en serio las cosas son así? —bajo la mirada entristecida —, si él lo supiera habría malinterpretado las cosas, era una clara despedida… Jinki ya no es nada para mí.

Key distinguió toda la mentira que salía de la boca de su amigo y la ira le encendió el corazón.

—     ¿En serio le quieres? —dijo Jonghyun—, recupérale.

—     Como hacerlo cuando esta con otro — miro a Key de reojo, seguía temblando —, ¿Key?

—     Mira Minho, te diré la verdad, Taemin…

—     ¡El dejara la escuela! —grito Key interrumpiendo a su novio que por poco volteaba la malteada sobre la mesa —, Jonghyun él me dijo que no te lo contara, pero no puedo más.

—     ¿De qué hablas? —estaba confundido.

—     Yo ya sabía de su relación con Siwon, por eso deje que estuviera con Minho a solas en el gimnasio, creí que arreglarían las cosas pero… —miro con los ojos llenos de lágrimas a su amigo— simplemente fastidiaste todo. Se irán a vivir a Nueva York.

—     Pero eso es…

—     ¡No es imposible, le partiste el corazón y ahora tienes que pagar las consecuencias! —Minho estaba inexpresivo. Era la primera ver que había tanta consternación en su rostro, se decía Key, su pies estaba pálida, casi traslucida —, si tan solo lo hubieras amado como él a ti.

—     Él se ira…

—     Lo siento amigo —Jonghyun trato de seguir el juego, pero la actuación de su novio merecía un óscar.

—     ¿Cuándo?

—     No lo sé.

 

Un alarido recorrió la habitación, Taemin caminaba desesperado en la habitación sin poder ocultar su nerviosismo, esta remotamente feliz de que Minho estuviera sufriendo, pero la mentira de Key había llegado demasiado lejos. Heechul mientras tanto se limaba las uñas sentado en el regazo de Siwon, quien le acariciaba el cabello lentamente.

«Nueva York» pensó y lanzo una mirada inquisitiva a su amigo.

—     En serio aprecio lo que hiciste Key pero… ¿Nueva York? ¿No pudiste decir Busan? — el mayor se encogió de hombros cual perro regañado —, no es tu culpa lo siento es solo que…

—     Deberias verlo como una oportunidad Minnie —dijo esta vez Siwon —, mi compañía tiene una extensión justamente en Nueva York.

—     ¿Y eso de que me sirve?

—     Eres guapo Taemin —dijo esta vez su hermano —, y creo que Siwon y yo tenemos una idea similar.

—     Explícate.

—     Vete de verdad a Nueva York, conmigo y con Siwon.

—     ¿Estás jugando? — sus amigos los miraron sorprendidos.

—     No, ya lo había pensado y sería buena idea que dejaras la escuela, no eres demasiado bueno en los estudios y bien podrías trabajar como modelo allá.  

—     Pero ¿Qué pasara aquí?

—     Nada, solo dejaras a tus amigos, pero no hay nada por lo que realmente debas quedarte ¿cierto?

Era verdad, Taemin no tenía nada más porque quedarse, nada lo sujetaba emocionalmente. Jonghyun y Key podían ser sus mejores amigos, pero ellos eran felices juntos y aquella felicidad no la podía compartir él. Sintió un nudo en el estómago  y los ojos se le nublaron, no quería llorar, no quería darse cuenta que en realidad no era más que alguien más ahí.  Su hermano apoyo su mano sobre su espalda y lo levanto.

—     Tómalo como una oportunidad para una nueva vida.

—     Yo… —miro a sus amigos—, lo hare.

—     Taemin — Key se levantó y lo abrazo —, ¿en serio es lo que quieres? —el corazón se le hizo pequeño, no quería verlo a los ojos.

—     Iré a arreglar tus papeles a la escuela mañana. Hoy no volverás a casa — indico Heechul y se levantó de su cómodo novio —, Siwon llama a la escuela. 

 

Una semana paso antes de que Taemin visitara a Jonghyun para decirle que el sábado salía su vuelo a Nueva York, jamás en la vida habían llorado tanto juntos. La noticia ya estaba en boca de todos en la escuela, Taemin era toda una celebridad. Minho, mientras tanto había terminado definitivamente su relación con Jinki, se sentía tan estúpido, había perdido a Taemin, la única persona que lo había amado en verdad, pero él había decidido amar a alguien más. Toda la culpa caía sobre él. Las amargas lágrimas que lloraba cada noche le recordaban lo mal que había tratado al menor, ni siquiera había ido a la escuela por miedo a no encontrarlo sabiendo que ya nunca lo volvería a ver.  Llamaba solo para escuchar su contestador de voz «Justo ahora estoy ocupado, pero si urge que me comunique contigo deja un mensaje» decía y luego sonaban los tres tonos, no había dejado ningún mensaje, solo se quedaba escuchando su voz una y otra vez.

Era avado por la mañana. Key decidió ir a verlo finalmente para revelarle toda la verdad, Minho realmente parecía devastado, al abrirle la puerta usaba una camisa vieja y rota, tenía los ojos hinchados de tanto llorar, su cuarto olía a basura de chatarras y a encierro. El mayor se abrió paso entre toda la ropa tirada y los envases de cerveza tirados ¿no era Minho muy joven para beber de aquella forma?, daba igual, la culpa y el dolor se lo estaban consumiendo lentamente y solo había un alivio para salvarlo de aquel hoyo profundo.

—     Tu piel es un asco —lo regaño y este hizo caso omiso—, ¿Estas arrepentido?

—     ¿Has venido a burlarte? —pregunto con un tono amargo —, tu eres feliz con Jonghyun y yo… me retuerzo de dolor al ver que idiota eh sido.

—     Nunca pareció que lo amaras.  

—     Porque nunca pensé que lo hacía. Pensé que él era solo uno más — sorbió la nariz — como otro juguete nuevo…  no me di cuenta de lo especial que era.

—     Aun hubieras estado a tiempo… ese día en el gimnasio.

—     Solo deseaba mostrarle que no podía ignorarme, que yo ya estaba impuesto sobre él.

—     Lo más estúpido que pudiste hacer si me dejas decirte —se aclaró al garganta y le dirigió una mirada de severidad a su amigo —. Jinki nunca te amo, él se fue y nunca pensó en ti, tú en cambio lo llamabas como niño enamorado y aunque él te hizo a un lado te aferraste ¿valió la pena el arrastrarte a sus pies?

—     No me lo restriegues….

—     Es que lo mereces —tomo su rostro y lo obligo a mirarlo, la desesperación que en ellos había era tan tormentosa —, tú lo lastimaste de una manera peor ¿tienes idea de cuánto lloro por ti? 

—     Y ahora soy yo quien llora por él.

—     Pues no te limites a llorar y ve por él, aun te ama Minho.

—     Se va a ir a Nueva York con Siwon ¿Qué quieres que haga?

—     Lo que no hiciste desde un principio. Demostrarle que lo amas —el menor no entraba en razón. Key lo abofeteo —, esto es una mentira, Taemin fingió salir con alguien más para vengarse de ti.

—     ¿Qué?

—     Él te vio besarte con Jinki, mentimos sobre eso, mentimos sobre que tenían tiempo saliendo con Siwon. No es el novio de Taemin, es el novio de Heechul y si no haces algo en menos de tres horas… él no va a volver jamás, se irán a vivir a Nueva York. 

—     ¿Tres horas? El aeropuerto está a dos y media.

—     Sugiero entonces que corras.

Apenas alcanzo a ducharse cuando salió corriendo de su casa, iba en el carro de Jonghyun. Todo había sido tan claro, era obvio, la forma en que Taemin  había cambiado de un día para otro, las llamadas no contestadas, ese estúpido corte rubio, la ropa nueva. Casi quería estrellarse contra el volante por no haberlo visto. Heechul, como olvidar al tétrico hermano mayor de Taemin, casi chocaba contra una motocicleta por refunfuñar. No dejaría que se lo llevaran, no podía perderlo de aquella forma y si se iba al menos lo haría sabiendo que él lo amaba.

El tráfico era intraspasable, no llegaría. Una motocicleta se parco junto a él, el conductor llevaba casco y cuando lo quito la boca casi le cayó al suelo.

—     ¿Jinki?

—     Ve por el —sonrió y le tendió las llaves. Minho bajo del carro perplejo.

—     Yo nunca te amé. Espero que sepas valorar a ese niño que ha dado todo por ti —sonrió melancólico.

—     ¿Cómo supiste?

—     Uno de tus amigos estuvo a punto de matarme a golpes —se acomodó el cabello y le tendió el casco —, te queda una hora.

—     Gracias, no… no lo olvidare.

—     Sabes donde vivo, regrésala sin un rasguño.

Tomo las llaves y recorrió rápidamente la pista hasta el aeropuerto, los autos casi no se movían, no podía imaginarse que habría pasado si Jinki no hubiera llegado «Yo nunca te amé» lo sabía, solo había sido algo que nunca había querido escuchar.  Al llegar el estacionamiento estaba lleno, entro y reviso la pizarra de vuelos, había algunos retrasados. Miro «Vuelos a Nueva York», todos en sus horarios.

«No— se dijo— los pasajeros ya están abordado»

Corrió a la zona de abordaje, había mucha gente ¿Dónde lo encontraría?, se abrió paso entre la multitud hasta una azafata. La chica le clavo los ojos azules y sonrió.

—     Disculpe ¿han abordado un chico rubio con dos adultos?, eran altos y…

—     Excuse me? —no podía ser cierto, era americana.

—     Two adults, a Young boy, blond — apenas entendía lo que decía el mismo.

—     Yes, they have already abord the airplane, I’m sorry —Minho se rasco el cuello con desesperación. Corrio hasta donde otra de las azafatas se comunicaba con el piloto del avión.

—     Disculpe, necesito ayuda.

La chica lo miro sorprendida, por suerte si lograba entenderle.

 

Taemin y Heechul ya estaban tomando sus asientos. Siwon había pedido primera clase y la zona definitivamente demostraba lo cara que era. De entrada les sirvieron algo de Champagne  mientras esperaban el abordaje de los demás pasajeros. El menor contemplaba la copa con la mirada ausente, le dolía el corazón, adiós a todo. Debía ser mejor así, ya no sufriría más.

—     ¿En qué piensas? —pregunto Heechul.

—     Solo es algo nostálgico ¿no?

—     Si no es lo que quieres no deberías hacerlo —dijo Siwon tomando un trago —, nosotros no queremos obligarte a que lo hagas, porque bien parece que es más obligación que algo que quieras.

—     Es estúpido que siga pensando en el a estas alturas.

—     No, aun no estamos lo suficientemente alto —bromeo su hermano, pero no le causo gracia.

—     Es que lo amo…

—     ¿Y él? ¿También te ama?

—     Yo…

 «Estimados pasajeros, este es un mensaje que viene de la termina —los tres guardaron silencio y la voz de la chica cambio por la de un chico, alguien a quien Taemin conocía perfectamente —Taemin… hola, oye sé que eh sido un imbécil, sé que en todo este tiempo nunca te trate como merecías, pero con todo lo que ha pasado me di cuenta de que estoy a punto de perder lo único que resulta realmente impórtate  para mí. No quise ver lo mucho que te amaba porque me daba miedo ser lastimado, pero eso es el amor ¿no?, siempre habrá etapas difíciles, lloraremos, nos lastimaremos,  pero también seremos felices, nos divertiremos, nos besaremos, haremos cosas prohibidas detrás del gimnasio… valdrá la pena para disfrutar esas etapas felices. Te amo, y si aún me amas, si aún quieres estar conmigo… no te vayas, quédate a mi lado»

—     Ya tienes tu respuesta —Heechul sonrió y abrazo a su hermano —, anda.

—     Gracias —se mordió los labios y salía corriendo.

 Aun no acababan de abordar la segunda clase cuando Taemin comenzó a abrirse paso entre la multitud, todos era empujados por este a codazos. Respiraba con el corazón en la mano cuando todos fuera lo miraban, el no entendía. Luego vio a Minho  sobre uno de los escritorios con un cartel en la mano «TAEMIN  TE AMO, QUEDATE CONMIGO» las lágrimas resbalaron por sus ojos con tanta rapidez que no fue capaz de ver en qué momento Minho se había acercado a él.

—     Eres un idiota ¿lo sabias? —se limpió la nariz con la manga de la chamarra y los brazos del mayor lo rodearon acariciando su cabello mientras seguía llorando.

—     Soy un idiota, es cierto —lo miro a los ojos —, por no haberte valorado.

—     Ya no importa —sonrió aun llorando. Se tapó la cara con ambas manos —, te amo tonto… te amo tanto. 

—     Y yo a ti —bajo las manos que cubrían su rostro y levantándolo suavemente choco sus labios contra los de él. Sabían a sal, aún tenía el sabor a lágrimas en los labios, pero no dejaría jamás que aquellos labios se mojaran de lágrimas causadas por él. Taemin lo rodeo metiendo un de sus dedos en el borde de su camisa, sus manos eran frías, pero había calidez al tacto. Su beso se fundió en una necesidad apasionada de el uno del otro, detenida únicamente por los aplausos de la gente a su alrededor.

—     Esto… es vergonzoso —Taemin rio bajo.

—     Salgamos de aquí.

—     Creo que será lo mejor.

Taemin se aferró a la mano del mayor. Por ahora nada importaba, era feliz, tal vez había sufrido, pero al final lo sabía, Minho lo amaba y no miraría a nadie más, quedándose juntos hasta que se les permitiera la vida. 

 

 

 

 


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