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Konoha Hen club por Hana ko chan

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Notas del capitulo:

hooola estoy sorprendida por lo rapido que he actualizado, tambien por el problea que se ha dado hacerlo, he tratdo ya de subir esto 5 veces segudas y siempre se me cae espero que esta sea la vencida

 

un saludo especial a theyennypaola, gracias por tu RR y por tomarte el tiempo suficiente para dejarlo, por eso te dedico este cap.

 

les comentaré tambien que este cap no estaba pensado, pero me sentia tan feliz por el comentario que no podia subir algo que dejara un mal sabor de boca, sin mas disfruten de este cap

El cuerpo mas sudado de lo que debería le despertó con menos de la molestia que pudiera imaginar, si, la mayoría de su piel estaba húmeda y pegajosa a causa de la mescla del sudor propio y la de su invitado, pero era eso lo que justamente hacia que esa sensación no fuera para nada incomoda, las ultimas 4 semanas y en la mayoría de las noches, había recibido en su habitación a Naruto, compartiendo la misma cama, como solían hacerlo cuando tenían 13 años, como hicieron por casi 2 años y según el como debía seguir siendo siempre; con nadie mas que con el rubio podía sentirse tan seguro, fuerte y supremamente indefenso a la vez, con nadie mas que con él los repentinos saltos y latidos incontrolables de su corazón le esparcían calidez por todo su cuerpo, y con nadie mas que él podía dormir plácidamente.

Alargando su mano le retiró unos cabellos mal puestos que se le pegaban en las mejillas  muy cerca de los oídos, y al hacerlo, el blondo gruño  quedamente y arriscó un poco el entrecejo, causándole una leve sonrisa, estaba simplemente feliz,  como en mucho tiempo no lo estaba, Naruto y el volvían a ser tan unidos como lo fueron, no creía que la fortuna le hubiese sonreído tan pronto, había apostado que Sasuke era un rival de peso, las miradas cargadas de odio que le dedicó desde el momento en que se conocieron le hacia pensar en la probabilidad que ese bastardo ya tuviera un campo abonado, pero, bueno,  al parecer kurama le hacia un espacio.

Ese rubio majadero, socarrón y libertino era lo único que no le terminaba de cuadrar del todo con Naruto, cada vez que el hermano del mismo aparecía, colocaba todo de cabeza, tubo la desgracia de conocerlo, y comprobar de primera mano el hecho de salir quemado por jugar con fuego, y ahora parecía que trabaja para hacerle mas fácil el camino al corazón de Naruto, no podía confiarse del todo, pero tampoco debía desaprovechar la oportunidad.

Un nuevo quejido y una mano canela que casi le golpea el rostro se  novia rítmicamente sobre una nariz del mismo tono de piel y unos ojos azules que se abrían perezosamente le daban de primera mano la imagen que deseaba ver cada mañana

-buenos días Naruto- saludó Gaara dándole un beso sobre las marquitas de su mejilla

-buenos días gaa chan-le devolvió el saludo el rubio incorporándose para sentarse- patee mucho anoche verdad’tebbayo?

-para nada-aseguró el tapándose uno de los notables moretones de su abdomen- ven tengo ramen instantáneo para desayunar

-jejjeje no deberías consentirme tanto’tebbayo

-cállate- regaño divertido- no digas eso cuando alguien se toma la molestia de comprar tanto de una comida que no le agrada solo por un amigo- refutó el, mirándolo de solapo mientras vertía el agua caliente sobre la pasta.

 

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Kabuto abrió la puerta de la habitación que se encontraba en frente suyo, dando el espacio suficiente para que Genyumaru se adentrase en ella, este, entrecerró los ojos de antemano antes que la luz del sol le pegase directamente a la cara, cuando ya se hubo acostumbrado a la claridad de la misma posó su mirada sobre el joven alto, fornido y de piel tostada que se hallaba  haciendo cálculos en una libreta de cuero negra.

-a que debo la visita- preguntó el dueño de la habitación sin creerlos merecedores de una mirada

-Orochimaru sama desea que el club asista una fiesta- exclamó kabuto tapándose la luz con una mano

-mm veo una fiesta- repitió el pasando la pagina y callando unos segundos- Orochimaru, sabes cuanto nos costaría hacer una fiesta?

- por su puesto que lo se- replicó el nombrado acercándose al escritorio- por eso propongo esto

La atenta mirada verde brillante del joven se situó sobre el flyer que le extendía la pálida mano de Orochimaru, los colores resaltaban estridentes sobre el fondo negro del papel brillante.

-tanabata party, barra libre para chicas- leyó- mmm interesante, aunque solo nos de 17,85% de margen de ahorro – calló unos instantes replanteándose la situación antes de continuar- aunque… podemos ostentar que algunos miembros del club son bastante andrógenos, si logras convencerlos nos podríamos ahorrar hasta un 46,42%... aun no lo veo viable el margen de perdida es muy alto

- con un 50 porciento seria mas que viable no lo crees?- preguntó kabuto

-no será lo ideal pero tan poco estaría mal

-entonces solo necesitamos convencer a un chico de demás para lograrlo

-si, es una forma de verlo

- bien me alegra que consideres la idea- expresó orochimaru sonriendo con satisfacción- por la entrada no debes preocuparte, el sitio es propiedad de una de los ex miembros del club, si hablo con ella antes de ir  puede asignarnos un buen lugar y hasta hacernos un descuento en las bebidas

-haberlo dicho antes, en ese caso, contáctala y yo haré el presupuesto de lo que saldrá del  club, el resto lo deberá poner cada uno

-perfecto, no creo que halla mayor problema, es un gusto que me ayudes a realizar este evento Kakuzu kun.

 

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Salió del baño secándose aun las puntas del cabello, a mala hora el secador decidió dañarse, y dejarle pasando dificultades en las mañanas, el reloj daba las 6:30 am y él ya estaba completamente listo, no tenia gran cosa que hacer, las actividades de las clases estaban terminadas, empacadas y revisadas con anteoridad, la cama estaba hecha y la ropa perfectamente acomodada en su parte del armario, un suspiro salió de lo mas profundo de su ser esparciéndose por el aire que circulaba dentro de la habitación que ya no compartía con nadie, ya no tenia las peleas que le hacían retardar mas de lo programado, ya no se cruzaba en su camino las camisetas, camisas y pantalones de colores fuertes que se amontonaban en el piso y ante todo ya no escuchaba las quejas de Naruto lloriqueando y pidiendo que le dejase copiar la actividad que había olvidado, ya de eso nada, solo un pesado y sofocante silencio que después de los primeros 3 días perdió cualquier encanto y que ahora solo se posaba sobre su pecho en las noches y en su nuca en el día.

Las gotas de agua tibia continuaban cayendo mojando levemente la camisa blanca, maldijo por lo bajo y volvió a pasar la toalla negándose a rendirse ante la tarea. Sin percatarse terminó sentándose en la cama contraria, la colcha brillante guardaba algo de calidez tal vez adquirida por su propio cuerpo en la noche anterior, y esa posibilidad le hizo sentir patético, por mas que quisiera ocultarlo extrañaba a ese cabeza hueca, las peleas se habían pasado de la raya y por su parte solo buscaba recriminarle por la mas pequeña e insignificante cosa.

Hace una semana y un mes que la rabia y quizás los celos lo habían hecho arrastrar a Naruto fuera de la habitación con un pegote abrasado a él, a su defensa, Gaara le provocó, le miraba altanero y confiado mientras acariciaba posesivamente el pecho desnudo de Naruto y el idiota solo sonreía entre sueños y lo acercaba mas a si mismo, pero la gota que rebosó su vaso fue esa sonrisa, cargada totalmente de prepotencia que continuó luego de un beso en la comisura de la boca, un beso tan cercano que dudaba de la inexistencia del rose de los labios de ambos, y lo peor es que era seguro que el pelirrojo, viéndose fuera de la habitación alentase el fuego con una sola frase “que le habrá pasado? Pensé que era buena persona” si, sin duda, ese maldito chico era quien envenenaba la mente del idiota que, en supuesto, tenia por compañero de habitación llevándolo a oscilar de habitación en habitación hasta por fin terminar en la suya.

Se recostó abatido tomando la almohada estrujándola con fuerza en su rostro, un mes y una semana era el tiempo en el que el olor de una persona abandonaba su lecho, si le preguntaban aquello ya tenia una respuesta comprobada. Suspiro de nuevo y repasó la situación: por un lado estaba peleado con Itachi, aunque ese detalle no le pesaba tanto, la peleas con su hermano las recordaba y solo bastaría una disculpa y un abraso fingido para que él lo ignorara de nuevo, luego estaba la cercanía que había ganado Naruto con el mismo Itachi, eso si era una piedrita que le hería a cada paso, el idiota se divertía de lo lindo haciendo horribles esculturas con Deidara y junto con Itachi las explotaban en la terraza en el transcurso de la semana, su hermano se estaba tomando el papel de hermano mayor por fin, lastimosamente desbordaba la atención en alguien en que él ya había puesto sus ojos, y con sinceridad sus lazos no eran tan fuertes como para compartir. Y por otro lado estaban kabuto y orochimaru, quienes aduras penas y lo incluían en algo, lo más emocionante que había hecho en el tiempo que llevaba bajo su tutoría era perforarle el labio a un chiquillo que se la pasaba con una chica lo suficientemente agresiva como para golpearle por hacerlo llorar. No podía quitarse de la cabeza que Orochimaru lo subestimaba y allí encajaba a la perfección lo que kiba le había dicho una par de semanas atrás cuando intervino en una pelea con el dobe que casi termina en golpes, Orochimaru solo lo tomó por que Itachi escogió a Naruto, simple y llanamente para “joder” a su hermano, y eso era un golpe a su ego que no podía tolerar, él no era el premio de consolación de nadie y mucho menos el contentillo de un cretino.

 

La puerta sonó bajo pero constante y llamándole la atención antes de que la dulce y calmada voz de Sakura resonara detrás de la misma, miró de nuevo el reloj y notó con alivio que eran las 7 30 am, debía salir de la habitación para dejar que Naruto entrase y tomara sus cosas, ese era un pacto silencioso, nuca lo fijaron, pero pensaron en el y lo cumplían a cabalidad sin siquiera informarle al contrario, Sakura sin duda había cooperado en ello, la chica se acercaba siempre a la misma hora con la escusa de acompañarlo al comedor o ver como había amanecido, era lamentable que ella decidiera tomar una posición y escogerlo a él rechazando casi cualquier contacto con el que ella aseguraba era su mejor amigo, seguía diciéndole que el chico necesitaba madurar y entender que no era el centro de atención, que no era justo que molestara a alguien tan aplicado y que sin duda estaba celoso por que la consideraba como una hermana, aunque para el seguía siendo una escusa para sentarse con el casi la mayoría del tiempo demostrándole a Ino Yamanaka, la rubia que tenia la desgracia de ver hasta en el club, que ella era la chica mas cercana al corazón de Sasuke Uchiha.

Tomó la maleta pasándola por sus hombros y abrió la puerta, Sakura le sonrió y pasó su brazo alrededor del suyo y con una plática insulsa lo dirigió a la cafetería.

 

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-deberías relajarte un poco Itachi- le dijo jiraija mientras retiraba la aguja de su brazo

-eso mismo le digo yo!- chilló deidara cruzándose de brazos y dándole al moreno una mirada recriminatoria

-no me explico como un chico de tu edad se preocupa tanto por cosas que no puede cambiar  fácilmente- intervino de nuevo el mayor- por que no simplemente te consigues una chica de buenas caderas y senos grandes para que te mime por las noches, puedo hablar con Ibiki para que haga caso omiso a cualquier ruido que salga de tu habitación

-disculpe jiraija sama- interrumpió deidara encogiendo los hombros y tronando sus dedos -el papel de mimarlo y cuidarlo lo tengo yo, y no creo que Itachi tenga alguna queja, verdad?

-por supuesto que no dei chan- aseguró Itachi tratando de no sonar intimidado ante la mirada que se posaba sobre el en ese instante

-lo siento, lo siento- se excusó entre risas- entiendan me es difícil aceptar que dos chicos con su apariencia no tengan dos hermosas  y curvilíneas chicas a las cuales yo pueda, digo, en las cuales puedan deleitar la vista, pero bueno, cada quien con sus gustos e inclinaciones-concluyó mientras marcaba el tubo de ensayo y lo colocaba en una cajita - dime Deidara, las interacciones intimas que llevas con Itachi kun, tienen un periodo de tiempo estándar decente?

- perdón?- preguntaron ambos algo cohibidos con la pregunta

-si, me refiero una hora, tres, la noche completa, y pues ya que estamos en estas cofinancias, coméntame de la frecuencia y la calidad?

-creo que eso ya esta fuera de cualquier control medico- refutó Itachi un poco sonrojado

-por supuesto que no, la duración, frecuencia y desempeño nos muestra en que estado esta la salud de alguien y en tu caso creo que no debes estar haciendo muy buen trabajo

-ita chan es magnifico! Un amante excepcional- expresó casi gritando el rubio

-de verdad?, bueno lo que es un cuerpo joven, sin embargo estas a tiempo de contarme si tomas algo para ayudarte antes que lo encuentre en tu sangre Itachi

-no tomo nada jiraija sama

-jejjeej confió en ti chico, deidara por  otro lado,  desde el martes es el chequeo de los de tercero, recuérdale a tus compañeros mientras termino con Itachi por favor

El rubio se retiró no muy convencido de querer dejar la sala de la enfermería, era tan extraño ver a Itachi Uchiha caer de rodillas luchando por mantener la lucidez mientras tomaba una ducha tibia que no se sentía cómodo dejándolo al cuidado de nadie, pero podía confiar en Jirajia, el peliblanco era uno de los mejores médicos que había conocido y sabia que en mejores manos no podía quedar.

-cuando piensas ponerle fin a esto Itachi, el tiempo se agota y sabes que no será agradable- afirmó el mayor cuando estuvo seguro que el rubio se había alejado lo suficiente

-él lo sabe, dice que esta dispuesto a estar conmigo hasta el ultimo momento

- eso es bueno, pero me refería a tu hermano, es obvio que tu estrés se genera por tenerle tan cerca, no entiendo porque complicas tanto las cosas y simplemente no…

-no tiene por qué meterse en esto- interrumpió molesto – le contaré cuando Sasuke esté listo y dispuesto a dejarme ir

- ese es el problema, nadie esta dispuesto a dejar ir a sus seres amados- afirmó con tristeza mirando frente a frente al joven sobre la camilla, este solo le devolvió la mirada y sonrió quedadamente -jah quien diría que serias tan miserable como para jugar a ello. Bien como eres tan listo, retírate, y dile a Deidara que laNDMA aumenta la temperatura corporal (*) y eso empeora tu estado, no es bueno que chiquillos como ustedes pongan esas porquerías en su cuerpo.

 

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Otra aburrida clase de programación en otro día aburrido, ya se estaba haciendo costumbre que la pesadez se tomara las largas horas  de su rutina de entresemana y mas desde la noche de la iniciación del club, no podía decir que sus compañeros eran personas del común, todo lo contrario, eran la excentricidad en pasta, ya conocía de ante mano a ino y a kiba, pero la faceta que mostraban dentro de las intimidad que les ofrecía el hen club les cambiaba por completo, la semana anterior Ino se había metido al circulo a pelear con ten ten una chica de segundo y aunque perdió, no dejó bien librada a su rival , y kiba, había decidido pintarse un par de triángulos rojos invertidos en su mejillas y dejarse pasear de aquí para allá con una correa, un collar, rodilleras y dejándose llamar akamaru,  por su al parecer “novio”, la relación de esos dos le parecía difícil de clasificar, en primera Aburame Shino era bastante serio, de poco hablar y pasaba desapercibido casi por completo, mientras que Kiba llamaba por completo la atención, no se callaba ni un segundo y  mezclaba su uniforme con correas de cuero, cadenas y tachas, sin embargo se llevaban bastante bien, y a pesar de ser hombres, llevaban una relación bastante carnal, claro que eso era pan de todos los días dentro del club, su sempai también tenia una pareja masculina, y otros chicos de tercero y segundo se besaban y toqueteaban sin pudor alguno, y entre ellos estaba Orochimaru, que con sus largos dedos repasaba insistentemente la espalda de Sasuke, mientras le comía la boca a su fiel acompañante kabuto, esa imagen era su más palpable pesadilla, ver esa mano moverse libremente por encima de la ropa del menor de los Uchiha le revolvía la bilis, pero los ojos, la mirada de Sasuke era su infierno personal. Desde esa noche, las gemas que tenia por ojos se habían transformado en pedazos de carbón, le miraba recriminándole, culpándole, odiándole, incluso, ya no era un dobe, solo era Namikaze.

 

Se sentía miserable, y lo reflejaba en su mirada y el cuerpo de Gaara, que aunque este se esforzara por ocultarlo, los moretones que le dejaban sus golpes y patadas iban en aumento al igual que sus pesadillas y mal dormir, el pelirrojo podía caer sedado por la medicación que por fortuna jiraija le había vuelto a recetar, pero él se la pasaba dando vueltas en la habitación como león enjaulado, el malestar era inaguantable, la migraña, el poco apetito, las nauseas, la irritación continua,  la necesidad de perderse en sus pensamientos, todo era frustrante, pero no podía ir y decirle a ero sennin que había perdido sus píldoras, lo tacharía de irresponsable y volvieran a inyectarlo, no, no podía solo tenia que aguantar, dos semanas mas y de nuevo tendría su medicación.

 

Antes de poderse siquiera darse por enterado unos ojos verdes aguamarina bastantes conocidos para él lo sacaron de sus cavilaciones, la clase se dio por terminada unos minutos antes y tendrían parte de la tarde del viernes para hacer algo, sin perder mayor tiempo, se levantaron de sus asientos y caminaron de regreso a la habitación, Naruto debía darle algo de cenar a kuro, quizás lo dejaría pasar la noche en la habitación de Sasuke, el pequeño gato negro le quería mucho y el morocho le cuidaba bastante bien en las noches que se escabullía de la habitación para cazar mariposas y grillos en el patio, su similitud son Sasuke era lo que mas le atraía, es mas había estado tentado en colocarle pai pai, pues a su juicio la pequeña bola de pelos era igual al chico. Arisco, prepotente y en exceso malmirado, un bastardo sin duda.

 

Antes de llegar a la habitación, se detuvo en la suya, por las prisas que siempre llevaba en la mañana y la forma en la que anteriormente le echaban de la misma, había olvidado sacar parte de sus tesoros, no creía que fuera necesario, pero no podía soportar una noche más sin ver el rostro cálido de sus progenitores. Pidió a Gaara que se a delatara y fuera buscando al pequeño gato, recibiendo un molesto esta bien como respuesta, abrió la puerta y se sintió totalmente débil; no pudo evitar llorar ante la persona que se encontraba sentada en la silla del escritorio, y este no pudo evitar extender los brazos y recibirle en su regazo

 

Decir que lloraba a moco tendido es quitarle sentimiento a la escena desarrollada a puerta cerrada en la habitación que se bañaba con los moribundos rayos del sol de la tarde, pero no tendría otra forma de describirlo, Naruto agarraba con rudeza los muslos de otro rubio que le miraba lastimeramente y solo atinaba a acariciarle los cabellos, la vista para la mayoría podría ser extraña, era como ver al revoltoso chiquillo siendo consolado por si mismo, pero en ese momento, ese revoltoso, no podía pedir mejores brazos en los cuales desahogarse

 

Cuando se hubo calmado un poco y el hipo ya se había extinto, el brazo derecho de kurama no se alejaba del hombro izquierdo de Naruto, el mismo le regaló una sonrisa que  animó a preguntar el porqué de la reacción de su hermano.

 

-Lo siento, pero… lo necesitaba- confesó el acomodando la cabeza en las piernas del otro- gracias por estar aquí’tebbayo

-No te preocupes, no podía ignorar la pesadez que siento cuando inconscientemente sé que me necesitas

-Kurama- soltó en una exhalación metiendo mas la cabeza entre las ropas de su hermano- prométeme que no me dejaras solo

-Nunca te dejaré- afirmó convencido- nadie puede separarnos, aunque traten siempre te encontraré nadie puede evitar que lo haga

-Suena como si fuéramos uno solo, me gusta esa idea’tebbayo

-No suena, somos uno solo, gemelos idénticos lo recuerdas?

-La naturaleza nos creó para ser uno- comentó Naruto levantando la cabeza y mirando a su par

-La biología nos obligó a ser dos- continuó kurama acariciándole la mejilla

-Me recuerdas a mamá dattebayo.

 

Abrió los ojos y se sorprendió, miró el reloj en forma de rana que continuaba en la cabecera de la cama tal cual lo había dejado y maldijo por lo bajo, eran las 2:40 de la madrugada y el seguía en la habitación, para colmo, estaba acostado en su cama, sin zapatos, sin camisa y cubierto por una manta, estaba seguro que kurama se encargó de acomodarlo antes de irse, pero se topó con unos zapatos ajenos que se encontraban extrañamente fuera de lugar, miró a su alrededor y vio el uniforme que debía pertenecer a Sasuke acomodado pulcramente sobre la silla del escritorio, su corazón dio un brinco tan fuerte que sintió que se acomodó donde debía estar su estomago; se levantó de golpe y buscó donde supuso era el único lugar donde podía estar el moreno.

 

Y allí lo encontró incómodamente dormido en la tina del baño, con su cuello en un Angulo gracioso y una de sus piernas colgando del borde de la misma, no pudo evitar sentir algo de ternura al ver lo en aquella deplorable posición, así que se agachó para verlo mas de cerca notando así una pequeña masa de pelos negro brillante que respiraba pausadamente, casi imperceptible entre el hombro y los cabellos negros. Sonrió levemente y acarició con ternura al gato que se estiró con el cuidado suficiente para no despertar al chico a su lado, el bastardo de Sasuke podía ser un dolor punzante en el trasero, pero al parecer también podía ser lo suficientemente caritativo como para entender y respetar el descanso de alguien más.

 

Kuro se movió perezoso saliendo de la bañera con algo de dificultad para luego de refregarse en las piernas del rubio y perderse en la oscuridad de la habitación, por su lado Naruto, con una destreza poco característica de él, tomó a Sasuke en brazos y lo llevó a su cama, sorprendiéndose de lo liviano que podía llegar a ser el poseedor de ese rostro angelical que dormitaba tiernamente

La mañana llegó de golpe, sorprendiéndolo sentado con las piernas cruzadas mirando fijamente a alguien mas dormir plácidamente, y aunque se podía decir que no durmió un carajo, se sentía extrañamente descansado , algo golpeó su cabeza, casi tan abruptamente como el rayo de sol que se colaba por la ventana, Gaara no estaría muy contento por no avisarle que se quedaría a dormir fuera, lo admitía el pelirrojo era en extremo posesivo, pero no se podía molestar, le inspiraba una ternura inigualable, el chico había pasado cosas muy malas y se identificaban el uno con el otro, y si, prefería dormir con pantalones y decirle cada vez que podía que era su amigo mas preciado desde que le confesó sus sentimientos en medio de una terapia de grupo, pero no le juzgaría, tenia la esperanza que el pelirrojo encontrara alguien que le amara de la forma en que él estaba seguro no podía hacerlo, sin embargo sus buenos deseos hacia su preciado amigo no quitaba el hecho que el humor del mismo era de los mil demonios y seguro lo estaba esperando despierto y sentado en la cama al mejor estilo de una esposa neurótica… era mejor acelerar el paso y prometerle salir a hacer algo los dos solos

 

Y estaba decidido a hacerlo, es mas ya tenia el pomo de la puerta en la mano, cuando escucho su nombre, en la forma mas sutil, delicada y necesitada que podía salir de los delgados labios de ese Uchiha durmiente, no pudo evitarlo, colocó el seguro a la puerta y volvió en sus pasos y de nuevo tomó posición buscando el mejor ángulo para ver el rostro pasivo del moreno

 

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Se llevó un susto de muerte al abrir los ojos y encontrarlo con su cara de idiota viéndole directamente, y sin pensarlo dos veces cerró su mano en un puño  y se  lo estampó con fuerza en la cara. Y es que nunca en su vida pensó en verse atrapado en una mirada como esa, sentir que su corazón se saldría de su pecho  y que las mariposas le harían vomitar lo poco que cenó la noche anterior. Respiró hondo y se levantó para mirar desde lo alto a aquel estúpido que le contemplaba con los brazos extendidos en el suelo

-con este ojito veo- comentó sonriente- a un chico con su erección matutina- concluyó señalando con su dedo índice al moreno antes de esquivar la patada dirigida a su rostro

-maldito, quítate de hay si no quieres que te pise- amenazó Sasuke dirigiéndose presuroso al baño

-así saludas a quien gentilmente te sacó de la bañera y te dejó en un mejor sitio para dormir’tebbayo?- la felicidad emperezaba a notarse en cada una de sus palabras, y es que la actitud de Sasuke al parecer era la misma que recordaba

-nadie pidió tu ayuda Namikaze

Y allí estaba de nuevo la razón por las cuales no le gustaban las matemáticas, las malditas probabilidades, que no solo podía llegar el milagro que hiciera que ese Uchiha bastardo le diera las gracias y lo tratase como antes?

-tienes que arruinar una buena mañana no teme?

-cállate y lárgate que te deben estar esperando

- no tienes que decírmelo’tebbayo!! No seguiré respirando el mismo aire que un tarado que no sabe comportarse

-a así tarado yo? Quien es el que no sabe programar si quiera el rebote de una pelota

-eso es otra cosa

-si es un nivel solo hecho para Namikaze Naruto

-haaaaaaa eres insufrible tebbayoo!!! Me largo!!!!.

Abrió la puerta del baño en cuanto el fuerte golpe y las maldiciones a su persona dejaron de llegarle, dibujó una sonrisita boba y se dejó disfrutar de esa sensación, y es que se sentía bien discutir en aquellos términos con Naruto, exasperarlo, hacerle notar su existencia, aquel ligero gusto  era algo que se dejaría disfrutar por el resto del día y mas luego de notar que su ropa de dormir tenia un leve dejo a durazno.

Notas finales:

(*) la MDMA es el nobre que se le da al extasis, esta dorga produce  templanza emocional y apertura afectiva, comunicación desinhibida, empatía (entactogénesis).Además, el MDMA preserva también los efectos estimulantes típicos de la anfetamina, produciendo sensación de gran energía física, con aumento de la actividad motora (hiperactividad), bienestar general y euforia.


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