Había salido corriendo no podía continuar allí, no cuando dentro de mi sabia que la canción que Malfoy había cantado era para mi. Aunque de esto no podía estar cien por cien seguro pero algo dentro de mi me decía que si que esa canción era para mi. Corría por los pasillos intentando encontrar el camino mas corto hacia mi habitación, en eso estaba cuando choque con alguien.
-Señor Potter-dijo la persona con la que había chocado y la que había impedido que cayera al suelo, bueno el había sido quien había caído.-En vez de quedarse pensando en a saber que levántese de encima.
Bendita sea mi suerte, no tenia mas que topar con el profesor Riddle ¿por que?, me levante de encima del profesor con rapidez, pues la posición podría mal interpretarse.
-Lo siento profesor, yo no le vi.-baje la mirada, rezando a todos los dioses posibles para que no castigara, me sentía incomodo estar en la misma habitación que el, sentía como si quisiera hacerme algo para nada puro.
-Ya me di cuenta de que no se dio cuenta por donde caminaba.-su tono de voz era un tanto amenazador, lo que hizo que tragara saliva.- Vaya a su habitación antes de que me arrepienta de no ponerle una buena sanción.
Sin que me lo dijera dos veces salí corriendo del lugar, me había sorprendido que el profesor no me castigara pues es de los que a la mínima te ponen el peor castigo de tu vida, pero bueno al menos estaba a salvo de uno de los castigos, ya bastante tenia con tener que soportar a Malfoy todo un maldito semestre y mas odioso iba a ser por que debía estar bajo sus ordenes. Al llegar a la sala común, me lance a uno de los sillones, aun no tenia ganas de ir a dormir, estaba inquieto, pues no sabia la clase de cosas que me haría hacer Malfoy, ademas no paraba de darle vueltas a esa canción, pues una parte de mi sabia que iba dedicada a mi pero otra me decía que no, que dejara al rubio, que eso solo me iba a traer mas problemas. Solté un gran suspiro, ¿porque me tenia que pasar esto a mi? Quiero decir, justo tenia que venir al mismo lugar que el a estudiar, mire hacia el techo.
-Quiero karma, deja de ensañarte conmigo -le rogué a la nada, para luego subir a mis habitaciones a descansar.
///Narra Tom///
Ese pequeño insolente, siempre corriendo de aquí para allá, suerte que hoy me ha pillado de buen humor, que si no, lo tenia en mi despacho toda la noche. Aunque bueno la idea no estaba del todo mal, tener al pequeño Harry toda la noche allí encerrado, pero me gustaría mas que estibara en otras circunstancias que por un castigo pronto conseguiría que el moreno cayera en mis brazos para jugar un poco con el . Me relamí los labios solo de pensarlo y sonríe encaminándome hacia mis habitaciones. Se me había ocurrido un malévolo pero eficaz plan para que Harry cayera rendido a mis pies.