///Narra Draco///
Cuando la maldita alarma sonó, la apague para poder descansar un poco mas, en ello estaba cuando algo vino a mi mente. Hoy era el día en el que Potter vendría, a servirme, solo eso me hizo levantarme y ir directo a la ducha. ¿Que? Quería estar limpio y arreglado para cuando el llegara. Me metí a la ducha y sin darme cuenta, empece a pensar en ese día, en el día en el que había perdido a mi pequeño ángel...
///Flashback////
Me encontraba en mi habitación, hablando con ese chico, ese chico que me traía completamente loco, y que por el que orgulloso, presumía de estar enamorado de el. Rabia acudido como siempre, a hablar con el, ese día era diferente, todo se veía diferente. Cuando encendió la cámara, para que pudiera verle, me quede boquiabierto, parecía un ángel, bueno en realidad para mi era eso, un ángel caído del cielo. Pude observar que tenia una guitarra y antes de empezar a cantar, me dedico una sonrisa. Estaba totalmente sumergido en el, que no me di cuenta de que mi profesor entro en la habitación, tuve que desconectar el micrófono para que el no escuchara nada de nuestra discusión.
-Vamos pequeño Draco, sabes que lo deseas.
-No, puede que hace unos meses si pero ahora no.-comente sin quitar ojo de la pantalla, pues tenia miedo de que el, pensase cosas que no eran
-Perdiste la apuesta, aun me sigues perteneciendo durante una semana mas..-comento mi profesor notoriamente enfadado
-Pero, yo no tengo la culpa de que mi padre me apueste como premio, cuando esta jugando una maldita partida de poker y va muy barrocho...
-Ah, tu lo has dicho, eres el premio por ganarle a tu querido padre...
Y sin mas me atrajo a el para besarme, intente apartarme pero el tenia mas fuerza que yo, cuando consigo apartarme, corrí al ordenador para poder explicarte todo, pero para mi desgracia, lo ultimo que pude ver es algo, que en ese momento, me prometí que no volverías a hacer, no al menos por mi, te vi derramar un par de lagrimas antes de que la conexión acabase.
///Fin del Flashback///
Unos golpes en la puerta, me despertaron de mi ensoñación, con una toalla anudada a mi cintura me dirigí a la puerta para abrir, a la persona que tocaba esta tan efusivamente, sorpresa fue encontrarme a mi pequeño ángel entrar por esta.
-Se dice buenos días Potter-comente al ver que traía cara de pocos amigos, y que se quedaba de brazos cruzados al entrar.
-Serán buenos para ti...-comento sin apenas mirarme, sabia que era por mi poco vestuario-¿Que quieres que haga?
-Recoge, la habitación, mientras termino de vestirme..-comente de la misma manera que el, una forma fría y distante.-
Y eso hizo, sin rechistar, se puso a recoger, el poco desorden que había en la habitación, me volví al baño para terminar de asearme.
////Narra Harry////
Me encontraba recogiendo el cuarto, del maldito rubio oxigenado, intentando dejar de pensar en la manera en la había abierto la puerta. ¿Como podía abrirla en esas condiciones? Revolví mi cabeza, y mi atención fue a dar en el ordenador de dicho rubio, mas bien el fondo que tenia, al acercarme mejor, pude ver algo que me dejo congelado. La foto de fondo era mía, era la foto que le envié el día que nos conocimos...
¿Porque seguía teniéndola? No entendía nada, pero no tenia ganas de quedarme para poder saberlo, mire a mi alrededor y pude ver que todo estaba ya ordenado, así que sin mas abandone esa habitación, y fui hasta la piscina del centro, necesitaba nadar un rato, así estuve hasta que note la presencia de alguien mirarme, desde el borde de la piscina, mi sorpresa fue mayor al ver que era mi profesor, y este se encontraba en bañador, no pude evitar que mi vista, recorriera su cuerpo, debía admitir que este se gastaba un buen cuerpo, no supe cuando ni porque me había acercado a este.
-A tu padre, también le gustaba nadar.-comento mirándome, y bajando al agua para terminar de acercarse a mi, pues cuando dijo eso, me había quedado parado a mitad de camino.-Si, señor Potter, yo conocía a su padre, es mas el quería que fuese su padrino, pero por una serie de problemas no pude serlo...
No sabia que decir, mi mente estaba confundida, pues no creí encontrar a alguien mas que los conociera, a parte de Sirius, Severus y Remus, sin saber porque una sonrisa surco mi rostro, y no pude evitar nadar hasta la otra persona que se encontraba acompañándome, y sin mas la abrace, pues después de todo lo que había pasado en las ultimas semanas, necesitaba el abrazo de alguien