Un día solamente lo había visto solo para joder su relación y dejarlo ir, se arrepentía por no haber pensado mejor, de no haber controlado sus palabras, ahora solo le queda ver como su hermano lo dejaba nuevamente y nada menos que por su culpa
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¿Cierto?
Tantos recuerdos se irían a la basura debido a su idiotez. Le costaba aceptar que Kwang lo había dejado sin más, ni siquiera le había buscado luego de esa vez en el pub, quizás se había acostumbrado al Kwangmin-perrito-faldero que lo seguía para todos lados, que se disculpaba por todo y le perdonaba sin mas. Pero las cosas notoriamente habían cambiado, tanto como él Kwangmin habían madurado, aunque claramente más Kwangmin. No sabía porque seguía esperando que eso siguiera igual. Desesperado salió del aeropuerto tomando el primer taxi que encontró, llego a su departamento y para su sorpresa, ahí le esperaba su madre. No le importo. Paso de esta aun con la desesperación corriéndole el cuerpo, ahora lo que menos importaba era ella y lo que hiciera en su departamento. Tomo un bolso y comenzó a llenarlo con sus pertenencias mas importantes y unas prendas que más usaba.
- ¿Youngminnie? -se tenso levemente al escuchar a su madre a su espalda. La ignoro mientras marcaba en su móvil y terminaba su bolso- ¿Donde vas? -pregunto curiosa viendo a su hijo moviéndose por toda la habitación buscando algunos papeles o dios sabe que-
-A Japón -contesto luego de haber terminado la llamada en la que reservaba el próximo vuelo que saldría rumbo dicho país, le tomaría unas horas, pero no se quedaría a esperar en su dpto-
-¿Asuntos de la empresa? Que raro… no he dicho nada parecido a un viaje
-No, mama. –Negó viéndose al espejo y arreglándose un poco, no tenía la mejor pinta que digamos- Voy a buscar a Kwangmin -acomodo su bolso y se giro para ver a su madre, ella al oír a su hijo abrió los ojos de golpe-
- ¿Cómo? – Pregunto sin creérselo y todas las imágenes que vio en el pasado se le vinieron a la cabeza- Youngmin no me digas que sigues con esa tontera, han pasado 6 años –Regañó la mayor-
-Si, madre, sigo con esa 'tontera' sigo enamorado de Kwangmin, ¿que harás? ¿Alejarme una vez más de el? Quede claro desde ya que esta vez no lo permitiré –Observo a su madre que parecía estar en shock, pero reacciono luego sonriendo sarcástica-
-¿Tú crees que él te sigue esperando? –río con burla, el menor mordió su labio- Tanto como tú, él ya debe tener su vida realizada y también una familia
-¡NO!, ¡NO LA TIENE!, ¿sabes por qué? él me espero, él de verdad me ama, y yo por hacerte caso solo lo he lastimado una vez mas, su vida la hizo, su vida amorosa la guardo por mi –su voz flaqueo y continuó aclarando su garganta, con aun más confianza- si fueses una buena madre por lo menos te hubieras enterado que volvió, por mi... se acaba de ir y yo no seguiré viviendo a tu gusto, en ‘tu mundo’ - sin esperarlo recibió una cachetada, una muy fuerte, obligando a parar. Su madre lo miraba con los ojos llenos de lágrimas, lagrimas de rabia, solo se limito a devolver la mirada y caminar a la salida-
- ¡JO YOUNGMIN! -grito su madre haciéndolo frenar- como que salgas de esa puerta olvida que tienes madre… -amenazó-
- No le dijiste eso a Kwangmin, ni siquiera le llamabas y él lo hizo muy bien, que decir con mi padre, puedo hacerlo también. Sera que tú te has quedado sin familia -dicho esto se retiro sin mirar atrás, sin esperar respuesta, solo tomo un taxi y seguido, su vuelo.
Su madre siempre había tenido cierto favoritismo con el, desde que eran niños, aun así era Kwangmin quien siempre estuvo con el. Sus padres viajaban, se peleaban, pasaban incluso meses fuera de casa haciendo sentir solos a los gemelos, Hyunmin acompañaba a sus padres por ser aun pequeño. Kwangmin todo el tiempo se mostro fuerte, siempre fue en él en donde pudo apoyarse para sacar fuerzas, sonreír y seguir adelante, así que no se arrepentía en lo absoluto por tomar aquella decisión, si le dolía en cierta parte porque le quería, pero no más que a su gemelo. Cuando llego a Japón, se asusto ¿A quien se le ocurre venir a un país donde no conoce NADA? Miraba para ambos lados como si pudiera aparecer alguien quien lo salvará, nada. Se sentó encima de su bolso y saco su móvil, suerte que aquel aeropuerto tenía internet, le ayudo a orientarse un poco. Tomo un taxi y se dirigió a un hotel que había encontrado por internet. Al bajarse del taxi miro el hotel, no estaba mal.
-¿YoungMin? -lo llamo una voz bastante familiar, se giro y su sorpresa se hizo notar en sus grandes ojos-
-¿Donghyun hyung? Pero... ¿Que haces aquí?-Si, YoungMin era un despitado, dejado, además de orgulloso y idiota como para lastimar varias veces a su media naranja-
-Pues el pub de kwan...-Paro de hablar cuando cayo en cuenta quien era su acompañante y le regalo a este un ceño fruncido- ¿No debería preguntar eso yo?-Ni se molesto en esconder su enojo. Molesto y enojado estaba desde aquel día en el pub-
-¡Kwangmin! ¿Sabes donde está? - tomo a su acompañante de los hombros cosa que el otro reacciono quitándole las manos de manera brusca-
-Por supuesto que lo se, vivo con él.
-¡¿Donde?! –No lo negaría, estaba desesperado-
- ¿Por qué debería decírtelo? ¿No crees que has hecho bastante ya? Considera dejarlo en paz de una buena vez, lo has lastimado bastante. Si en un pasado lo permití créeme que ya no - Youngmin agacho la cabeza, nunca supo, ni imagino el daño que le causaba a su hermano-
- Ya...ya no quiero herirlo, es por eso que e venido... para buscarle.-Donghyun hizo una mueca con la boca, molesto y, luego de pensarlo unos segundos en silencio, chasqueo la lengua-
- Si lo haces llorar, te parto la cara y créeme que lo haré con gusto. Sígueme -Hizo una seña con su cabeza indicándole el camino-
- Un momento, deja dejar esto en el hotel. De seguro me cuesta unos días a que KwangMin acepte hablar conmigo…-Soltó una carcajada nerviosa y Donghyun asintió, era cierto. Conocía lo suficiente a KwangMin para saber que bastante dolido estaba.-
Pasaron unos minutos y YoungMin por fin estaba de vuelva, Donghyun que se entretenía con su móvil, lo guardo y así ambos comenzaron a caminar rumbo al pub de KwangMin, este desde que había llegado a Japón hace unas horas no se había movido de ahí, pues le entretenía ver a los borrachos, alguna que otra pelea de gatas, a la gente bailar, a la gente consumir. A estas horas el pub cerraba, ya estaba limpio, así que solo se sentó en la barra a beber en compañía de MinWoo mientras Donghyun iba a no sé donde a buscar no sé que cosa, o al menos eso había entendido KwangMin. El menor de los Jo se notaba bastante deprimido, incluso más que en Corea, quizás era porque ya había aceptado que YoungMin no lo quería, que no lo volvería a ver y que nunca lo había amado como dijo hacerlo, MinWoo a su lado guardaba silencio viendo como su amigo se consumía en su tristeza acompañado de un vaso de whisky. El menor destapo una cerveza captando la atención de KwangMin.
-Sabes que yo también hace poco terminé una relación, unas de las más importantes…-Comenzó hablando el menor mirando a la nada, este como tenía confianza estaba sentando sobre la barra con sus pies colgando, una mano se afirmaba en la barra y la otra sostenía su cerveza- A veces lo recuerdo y me entra la nostalgia, pero es mejor así –Asintió, a KwangMin le dio la impresión que en vez de hablar con él hablaba solo, aun así centraba su atención en su amigo- Me cuesta olvidarlo. Me han dicho ’un clavo saca a otro clavo’…-Guardo silencio pesando su siguiente frase, KwangMin solo intentaba tomarle sentidos a todas las palabras- Tú también la estás pasando mal, tenemos confianza desde tiempo y siempre te he encontrado guapo…entonces, ¿quieres ser mi clavo? –Termino con una enorme sonrisa típica de él, KwangMin lo miro sorprendido-
-¿Qué dices?... –La voz más ronca a lo acostumbrado de Kwang por fin se hizo presente, llevaba mucho rato callado-
-A ver, no me mal entiendas. No es una declaración ni nada por el estilo, solo te encuentro guapo. Ambos la estamos pasando mal, ¿por qué no dos exiliados del amor no pueden intentar algo? –Está vez KwangMin pareció pensarlo mejor, solo unos pocos minutos y se puso de pie algo tambaleante para así acomodarse entre las piernas de su amigo quien no se perdía acción contraría-
-Si no funciona… ¿las cosas cambiaran? –Preguntó apoyando sus manos en los muslos contrarios-
-Al menos por mi parte, nada cambiaría. –Respondió un sonriente MinWoo-
-Entonces… veamos que pasa –Lentamente se fue acercando hasta los labios de su amigo mientras MinWoo entrecerraba los ojos mirando con atención esos gruesos labios que poseía el menor de los JoTwins-
Se besaron, dos exiliados del amor se besaron. En un principio algo torpe, con cierta timidez, pero con experiencia. Acorde el tic tac del reloj el ritmo fue subiendo y sus labios encajaban bien, no perfecto, si bien. Quizás fue por el alcohol que llevaban o porque ambos no habían tenido relaciones en un largo tiempo, pero el beso empezó a ser rápido, necesitado y cierta rudeza bailaba en ambos lados, KwangMin había jalado las piernas de MinWoo hasta que sus cuerpos chocaron. Con una mano a la altura de la cintura, Kwang, llevo su otra mano hasta la entrepiernas de MinWoo comenzando a masajearlo con la experiencia que tenía, este último ahogaba su jadeos en la boca contraría entrelazando sus dedos en el cabello de Kwang sin querer separarse, pues a pesar de no haber sentimientos de por medio, la carne es débil y tanto tiempo sin relaciones les jugaba en contra.
-Vaya que ustedes no pierden el tiempo -Esa voz que ambos conocían a la perfección lleno sus oídos parando toda acción, miraron de donde provenía aquella voz encontrándose a Donghyun apoyado del marco de la puerta de entrada con una sonrisa llena de... ¿Satisfacción?- ¿Interrumpo? Es que alguien no pudo resistirse a los encantos de KwangMin y dice que no podía esperar para verlo -Con su cabeza apunto a YoungMin quien tenía el corazón roto reflejado en su cara, había imaginado a Kwang con alguien más, pero verlo era distinto, muy distinto. KwangMin miro a su gemelo al principio casi se le salen los ojos y seguido solo quedo sin expresión abrasando más fuerte la cintura de MinWoo-
-¿Qué haces aquí? –Pregunto un cortante KwangMin, MinWoo le tomo la mano con ternura, la quito de su cintura y, dejando un beso en esta, lo miro con ternura negando con la cabeza- P-per… ¡ah! –Pego un grito de frustración y se separó de MinWoo para encerrarse en el baño del Pub, se apoyó en el lava manos y mojo su cara alrededor de 4 veces para calmarse ¿Qué hacía YoungMin acá? ¿Pretendía volverlo loco? Es que lo estaba consiguiendo a la perfección, no sabía como sentirse, estaba en esa típica pelea entre la razón y el amor, su cabeza le gritaba que no hiciera nada, mientras que su corazón gritaba que saliera y lo besara. Fue cuando se animaba a salir del baño cuando sintió algo caer, seguido de los gritos de su gemelo-
-¡Claro, como no pensé cuando te conoció que tú serías la putita barata que lo consolaría ¿no?!
-No he sido yo quien lo ha dejado a un lado por miedo, prefiero ser su puta barata con la que siempre contará a que alguien que dice amarlo y lo deja aun lado por cobarde además de lastimarlo cuando quiera –Ese había sido el siempre calmado MinWoo, Kwang al escucharlo no pudo evitar sonreír. Salió del baño y vio a MinWoo sentando aun en la barra bebiendo tranquilamente su cerveza mientras que Donghyun afirmaba a un furioso YoungMin que por poco se comía a MinWoo, juro ver una sonrisa burlesca en los labios del mayor-
-¡¿Qué sabrás tú?! ¡No sabes nada! –Grito YoungMin-
-Nunca me ha gustado mucho esto de los dramas –Todos llevaron su mirada hacía KwangMin que los miraba haciendo una mueca, Donghyun al escucharlo solo una risa- Se te ha pegado lo histérico de mamá. Ahora me dirás… ¿Qué carajo está haciendo acá? –Esa expresión muerta que tenía Kwang no le gustaba a ninguno de los tres, menos a YoungMin- Bastante claro me quedo todo ¿Qué más quieres? No me arrastraré más. –Donghyun soltó a YoungMin cuando este estuvo calmado y compartiendo una mirada con MinWoo, salieron, el tema se hacía algo más personal-
-KwangMin… y-yo… lo siento –Los nervios le jugaban en contra y algo vacilante se acercó a Kwang que se había vuelto a sentar en la barra con un nuevo vaso de whisky- Lo que te dije ese día… no era cierto, estaba molesto, pero siempre te he amado… siempre has sido tú, incluso teniendo todo lo que una persona normal quisiera, mi felicidad está contigo… por favor... perdón… -Finalizo susurrando, KwangMin aún no lo miraba, lo escuchaba bebiendo de su whisky y cuando estuvo seguro de que YoungMin había terminado lo miro sin expresión- ¿No dirás nada?...
-¿Qué quieres que te diga? ¿Algo como: ‘oh si YoungMin, yo también te amo, quédate conmigo’? o si lo prefieres ¿’Si YoungMin no te preocupes, siempre estaré esperándote, siempre seré tu jodido perrito-faldero-falta-de-cariño’?...-Estaba siendo sarcástico- estoy harto de tu juego. –YoungMin se dio cuenta que su hermano lo había acorralado a la barra y estaba asustado por la forma en que lo miraba, pero no dijo nada, solo agacho la cabeza, se lo merecía por estúpido.
-N-no juego Kwangmin… sé que me equivoque, sé que cometo errores, pero soy humano ¿sabes?...deje todo en corea, incluso a mi madre para venir contigo…
-¿No te funciono el cerebro antes? ¿No que siempre fuiste el gemelo mejor, más inteligente, guapo aparte del primero? ¡¿Por qué no pensaste antes, eh?! –KwangMin llevo sus índices a sus sienes como si tratara que la cabeza no se le cayera, le dolía y aparte estaba alterado-
-No sé… no quiero perderte nunca, quiero estar a tu lado como antes, siempre vas a ser tú…
-Y ¡¿pretendes que con todas esas palabras lindas vuelva o qué?! –Grito el gemelo menor a la par que sus ojos se llenaban de lágrimas- ¿Qué vuelva a caer en tus brazos fácilmente? ¿q-que te deje las cosas fáciles? –Ya no se contuvo, las lágrimas danzaban rápidamente una tras otra por sus mejillas- ¡Me desesperas! -Golpeo la barra con sus manos por los costados de YoungMin y le dio la espalda tomando aire, YoungMin aprovecho la oportunidad y lo abrazo fuertemente por la espalda sorprendiéndose cuando su hermano le tomo bruscamente del brazo y como si de un muñeco de trapo se tratara lo giro hasta…besarlo-
Bruscamente volvió a tomar los labios de su gemelo, los mordisqueo con rudeza afirmando la cintura contraria, YoungMin trato de seguirle el ritmo pero estaba siendo tan brusco que no podía, aparte que sus labios dolían. De un rato a otro el beso fue perdiendo fuerzas aunque el agarre en su cintura era aún más fuerte, KwangMin libero los labios contrarío de golpe y agacho la cabeza sollozando.
-N-no me dejes… -Susurro el menor. YoungMin lo miro sin creérselo mucho, entonces en ese momento recordó a un pequeño KwagMin que le pedía, le suplicaba, varias veces lo mismo…nunca lo cumplió-
-No lo haré, solo dame la última oportunidad –Ahora con más confianza lo abrazo siendo correspondido- No te fallaré…
-Recuerda que será la última.
-Lo recordaré –Comenzó a secarle las lágrimas con su pulgar cuando su hermano-amante había levantado su cabeza- Está vez seré tu chicle.
-¿Enserio? –Consiguió hacerlo sonreír-
-Enserio~
-Te amo –Susurro antes de volver a besarlo con suavidad, lentamente y el amor que le tenía-
-Joder, son las personas más narcisistas que puedan existir. – Nuevamente la voz de Donghyun interrumpía junto con risita de MinWoo-
-No hay duda alguna, hyung –Dijo un sonriente MinWoo ganándose una fea mirada de YoungMin su gemelo le apretó suavemente la mano-
-Tranquilo…-susurro KwangMin ganándose una mirada de reproche- No vas a entender, luego te explico.
-Como si tuvieras que hacerlo –Susurro MinWoo y de no ser por KwangMin su gemelo se le tiraba encima quitándole cada uno de sus pelos con las manos-
-¡Que te den! –Amablemente, YoungMin, le enseño su dedo de al medio a MinWoo (NT; ¿Notaron el sarcasmo?)-
-Pues ¿Por qué no? Viendo que tu hermano me ha dejado con las ganas…
-¡MinWoo! –Esta vez había sido KwangMin algo serio…poco le duro, comenzó a reír a carcajadas- Mejor me esperas en la casa, ¿sí?
-Vaaale. –Abandono el lugar acompañado de una risita y le siguió DongHyun-
La puerta se cerró tras los dos y un silencio se formó en el lugar.
-¿Viven juntos?-Y es que la cara de no creérselo no se la quitaba nadie a YoungMin-
-Desde… hace unos años y venga… no te alteres, es mi amigo. Te explicaré luego
El tiempo pasaba muy rápido, siempre, quizás para los JoTwins demasiado rápido para su gusto, pero no podían quejarse, habían hecho lo que querían, se habían realizado como persona y también juntos, como pareja. Estaban cerca de los 30 años, en un mes más ya los tendrían. Seguían juntos, varias cosas pasaron, cometieron errores, quizás decepciones, también alegrías, risas, tonterías, pero…estaban. Y lo que no había duda es que jamás se dejarían ir, total eran medias naranjas ¿no?
Se escondían de la sociedad discriminadora, de su no-familia (de hace tiempo no tenían, según ellos) dos sabían aquel secreto y lo aceptaron libremente y… hablando de esos dos, MinWoo y Donghyun ¿Quién diría que terminarían juntos? Se llevaban por 6 años, pero al igual que los JoTwins jamás le importo el qué dirán, se amaban y era lo importante.
-¡HyoJin con cuidado que te vas a caer! –Gritaba un MinWoo a punto de coger un ataque de nervios, su pequeña hija no se quedaba tranquila, la playa la tenía como si le hubiesen inyectado una dosis de azúcar directo en el cuello-
-Minwoo el único que saldrá lastimado acá serás tú cuando esos nervios te ganen –Un muy calmado Donghyun venía a las espalda de MinWoo quien lo regaño con la mirada y siguió a su pequeña-
Sí, esos dos viajaron a EE.UU solo para complacer el deseo de MinWoo de formar una familia y como Donghyun siempre complacía a su bebé no pudo negarse esta vez, porque en el fondo quizás no tan en el fondo, él igual deseaba formar una familia junto a MinWoo. El grito del menor saco de sus pensamientos a Donghyun y corrió a la casa que habían arrendado en la playa, para encontrarse a MinWoo cubriéndole los ojos a la pequeña HyoJin parados en la puerta de la cocina, se acercó a ellos para ver qué era eso que no quería que viera la menor. KwangMin tenía a su gemelo sentado en la mesa, desnudo, mientras le daba atención al ‘mini-YoungMin’ con su boca, obviamente toda acción fue detenida al escuchar el grito de MinWoo.
-¡Joder! –Dijo por fin KwangMin cubriendo a su gemelo con su camisa- ¡¿Qué no te los llevarías todo el día?!
-Díselo a MinWoo...
-¡Malditos pervertidos! –Interrumpió MinWoo- ¡¿En la mesa?! ¡Hay comimos todos! ¡Y… HYOJIN! ¡Por dios que hay camas! –Dicho esto tomo a su hija en brazos y se la llevo-
-¡Eres un exagerado! –Grito YoungMin cuando se había puesto los bóxer- ¡En unos años ella hará lo mismo! –KwangMin abrió los ojos con sorpresa, no se esperaba eso de su hermano, luego miro a Donghyun que tenía la misma expresión, ambos llevaron la mirada a YoungMin con alerta-
-Corre…-Dijeron al mismo tiempo Kwang y Donghyun-
-¿Eh?
-¡QUE CORRAS!
-¡¿Qué HAS DICHO MALDITO JO YOUNGMIN?! –Y ese grito que venía desde la escalera era MinWoo. En cuestión de segundos estaba en la cocina tomando el primer cuchillo que encontró amenazando con matar a YoungMin, que si no fuese por sus respectivas parejas, esos dos hace tiempo se hubieran asesinado-
Es que si, el tiempo pasaba rápido, pero esos nunca cambiarían, siempre serían los cuatro más inmaduros de todo el mundo, pero que no les faltaba amor, y YoungMin con Minwoo jamás se podrían aceptar.