2 My Kyudolph
La señora Cho comprendió que algo andaba mal desde el primer instante que su pequeño Kyuhyun pisó la entrada de su hogar. Podía sentir la inofensiva energía negativa que el infante despedía.
Ante los ojos de cualquier humano el pequeño vampiro hubiese sido una mancha borrosa en su camino debido a la inhumana velocidad que poseía, sin embargo, para la señora Cho no paso desapercibida la manera en la que el pequeño pataleaba, más que caminar, hacia las escaleras que le dirigían a su habitación.
Su rostro lucía muy enojado, con sus labios formando una parábola hacia abajo, sus cejas fruncidas y su rostro enrojecido.
Preocupada se dirigió con la misma velocidad hacia la habitación de su hijo, pero la puerta ya se encontraba completamente cerrada. Frunció el ceño preocupada. Tocó la puerta un par de veces sin recibir respuesta.
Normalmente, el pequeño Kyuhyun respondería sin importar que estuviese molesto, pero en aquel momento lo que le estuviese molestando debía ser muy importante, al menos en para aquella pequeña cabecita castaña.
Resignada, recurrió a su mejor elemento. Se sentía muy apenada al tener que usar aquella táctica, pero conocía muy bien a Kyuhyun y sabía que para que estuviese tan molesto, el pequeño Siwon debía estar involucrado.
Se deslizó con su velocidad habitual (bastante rápida) hacia la casa que se encontraba frente a la suya. En cuestión de segundos, la puerta ya se abría para recibirla.
- Querida, ni me das el lujo de estrenar aquel timbre tan abandonado- se quejó la señora Cho. La madre de Siwon sonrió.
- Lo mismo podría decir del tuyo.- ambas madres estuvieron a punto de perderse en una calurosa conversación de mujeres. Afortunadamente, la llegada del hijo mayor de los Choi, le recordó a la madre de Kyuhyun la razón por la que había ido a visitar a su amiga.
- ¡Oh! Es verdad. ¿Podrías prestarme al joven Siwon? Kyuhyun llegó muy molesto del colegio hoy y no me deja pasar.- Siwon miró preocupado a la señora Choi, suponiendo cual era la verdadera razón tras la pataleta de su amigo.
- Voy inmediatamente. No se preocupe.-
En cuestión de segundos ya se encontraba frente la puerta de la habitación de Kyu. Tocó la puerta un momento y escuchó movimiento detrás de ella. Supuso que el pequeño habría sentido su presencia.
- Kyu. ¿Puedo pasar?- escuchó el susurro de los pies de Kyuhyun al deslizarse con rapidez hasta la puerta para retirarle el seguro y luego como regresaba a su lugar debajo de las sábanas en su cama.
Abrió la puerta con cautela y observó el pequeño bulto oculto bajo las sábanas con estampado de Pokemon. Se acercó con cautela a la cama y se sentó junto a Kyuhyun.
- Kyu, tía me dijo que estás molesto... ¿Qué es lo que sucede? ¿Es por la obra de Navidad de la escuela?- Sintió como el bulto junto a él se removía. Tomó aquello como una afirmación y continuó hablando.- ¿es por el papel que nos dieron? - De nuevo, Kyuhyun se movió bajo las sábanas.
Aquella semana los maestros habían anunciado que se haría una pequeña obra escolar y que cualquier alumno de cualquier grado escolar podría participar. Kyuhyun realmente no deseaba participar, él prefería cantar. Siwon, por otro lado, parecía muy emocionado pues sentía mucho interés por la actuación.
Al ver la cantidad de niñas que querían participar en la obra, sólo por poder actuar con Siwon, Kyuhyun se sintió obligado a entrar también para vigilar a todas esas niñas molestas.
Conforme fueron anunciando los papeles, Kyuhyun sopesó la posibilidad de poder actuar junto a su hyung en algún momento y la idea le emocionó mucho. Por eso, cuando Siwon fue elegido para actuar como Santa, Kyuhyun supo que debía hacer lo posible por ser un duende.
Tristemente, todos los papeles de duendes disponibles fueron entregados a las compañeras de Siwon. A él le otorgaron el papel de Rodolfo el reno, alegando que era el pequeño más tierno y que merecía ese papel estelar, pues tendría su propia canción y podría cantar.
Pero Kyuhyun estaba más ocupado sintiéndose celoso que pensando en las ventajas que le traería vestirse de reno. Renegaba una y otra vez en su mente que el traje era soso y que disfrazarse de animal era humillante.
Aunque una parte de su mente le decía que ponerse orejas puntiagudas y vestirse con sombrero de punta era aún peor.
- Kyu, por favor, háblame.- la voz de Siwon sonaba muy preocupada.
- Yo... Yo no quiero ssser un reno, hyung.- la vocecita era amortiguada por la tela que les separaba. Siwon sonrió enternecido ante el arrastre de sus palabras.
- ¿Por qué no, Kyu? Te verías realmente adorable en el traje- rió quedo ante la imagen que se había formado en su cabeza.- además podrás cantar. Tú amas cantar.
- ¡Pero no quiero ssser un reno!- gritó descubriéndose con la sábana y sentándose abruptamente.
- ¿Por qué?- volvió a preguntar aún más confundido Siwon.
- ¡Quiero ssser un duende y actuar contigo!- Entonces todo cobró sentido para Siwon. Aquel era un caso más de celos. Se sintió culpable por ser el causante de que Kyu dejara de lado lo que más le gustaba hacer.
- Pero a mi no me gustan los duendes- Kyuhyun le miró sorprendido con sus enormes ojos acuosos- A mi me gustan más los renos. Además, no importa que no seas duende, eres Kyudolph- Dijo con una enorme sonrisa ante el nuevo nombre que se le había ocurrido.- Eres la estrella de esta función. Seguramente tendremos muchas escenas juntos. ¿No quieres cantar, Kyu?-
Todo lo que Siwon decía se escuchaba tan tentador, era verdad a él le gustaba mucho cantar y si a su hyung le gustaban más los renos que los duendes, entonces no tenía porqué preocuparse por esas niñas fastidiosas.
Así su molestia fue rápidamente olvidada, siendo remplazada por alegría. Es que siempre sentía cada vez que cantaba o se encontraba con su Siwon hyung.
- Grasssias, hyung.
******
El día de la función ambas señoras se encontraban en primera fila acompañadas de sus esposos y sus hijas. Los señores estaban decididos a grabar cualquier aparición que sus hijos varones tuviesen, por más pequeña fuera.
Tras la primera aparición de Siwon, la señora Cho no tardó en halagar al joven, pues se veía alto y guapo con su traje de Santa, a pesar de que la barba y el bigote cubrían gran parte de su rostro.
No obstante, cuando fue el turno de Kyuhyun de pisar el escenario, los suspiros enternecidos no tardaron en escucharse. El pequeño se encontraba enfundado en un traje completamente marrón, con un moño rojo con una cascabel dorado decorando su cuello, los cuernos y las orejas asomándose en su cabeza y la nariz pintada de color granada.
Su voz maravilló a los presentes, en especial a cierto Santa que se encontraba a unos cuantos pasos de distancia. Cuando al fin termino su canción, Siwon no pudo contenerse y corrió a él para abrazarle con tanta fuerza que la obra debió ser interrumpida ante los gritos irritados del pequeño reno.
Kyuhyun jamás lo diría, pero aquel se encontraba clasificado como uno de los recuerdos más atesorados en su mente y en su corazón.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español