-Aaaaahhhhh….- Gumball se retorcía de placer frente a su amado.
-Mmmmmm aguanta aaahhhh ya casi…-Marshall intentaba entrar en la estrechez de su adorado príncipe entre gemidos y rasguños por parte del otro.
-No… ya…. Aaahhhh!!!- El vampiro logró su cometido, robándole aún más gritos que lo hacían enloquecer y provocar que su masculinidad deseara con mayor ímpetu la calidez interna de Gumball.
-Bubba…- Gemían al unísono, disfrutando del rítmico vaivén que amenazaba con aumentar cada vez su velocidad.
-Ya… Marshall duele… mmmmm- Era un dolor con el mayor goce que alguien pudiese experimentar, un dolor que sólo su rey podría proporcionarle.
La felina se encontraba dentro del quincuagésimo mundo de los muertos, lugar que, en teoría, es un sitio similar al “cielo”. Cake soñaba con lo que más apetecía en ese momento, lo que le daba algo de felicidad, puesto que sí, había muerto intentando salvar a su rubia hermana.
Siguió soñando con el dulce príncipe y el rey vampiro durante un largo tiempo más. Mientras tanto Fiona y Gumball se debatían el cómo lograr escapar del Mundo Muerto 37. Ya que ellos no murieron, simplemente cayeron en el vórtice interdimensional del que los esqueletos habían surgido.
La ojiazul no sabía dónde se encontraba, le resultaba familiar, pero no del todo. Había ido a la tierra de los muertos anteriormente en compañía de Cake y el lugar en el que actualmente se hallaban no era el mismo, era mucho más desierto, lúgubre y sin señales de algún muerto-viviente que quisiera saltarles encima y atacarlos para poseer sus pieles.
-Fiona…- Gumball intentaba llamar la atención de la chica que se había perdido observando algún punto imaginario.-Fiona.- Levantó su tono de voz para al menos saber que ella se encontraba bien.
-¿Ah?- la rubia reaccionó, pero sin mover la vista ni un solo milímetro.
-¿Sabes dónde estamos?
Fiona continuaba sin parpadear, casi boquiabierta.- Creo que estamos en un horrible lugar.
-Dime algo que no sepa.- El príncipe se cruzó de brazos e intentó divisar qué era lo que ella observaba.
-Hablo en serio.- Finalmente Fiona despertó del todo y tomó al pelirosa por los hombros, agitándolo.- Esto es malo... muy muy malo…
Soltó al monarca y llevó sus manos con desesperación a su cabeza, Gumball se asustó al ver las acciones de la heroína que siempre lograba mantener la calma y los estribos.
-Dime que sucede.
-Cake estuvo aquí antes.-Gumball levantó una de sus rosadas cejas.- La mujer mágica la raptó suplantándola para que Glob en Marte no la condenara a morir y en su lugar asesinaron a Cake.-Intentó resumir lo más posible el atentado hace algún tiempo donde la minina había logrado “burlar” a la muerte, pero el príncipe sólo conseguía confundirse aún más.- La enviaron a un sitio llamado “Mundo Muerto 37”. Fui a Marte para salvarla y ya era muy tarde, pero Abraham Lincoln supo que todo había sido un error y la rescató sacrificando su vida.- Miró el rostro de extrañeza de Gumball.- ¿No lo ves? ¡Estaremos aquí por siempre hasta que alguien de su vida por nosotros y podamos huir!
El príncipe por fin lo comprendió y su cara se llenó rápidamente de los mismos temores de la rubia. Pensó rápidamente en Marshall, que posiblemente nunca lo hallaría en aquella dimensión y tal vez no podría volver a verlo. Los pensamientos de Fiona fueron idénticos, sólo que ella tenía en mente a su hermana y a su novio el príncipe flama.